Fáuston da Silva, director y guionista, lo ve de manera más positiva y nos cuenta una historia de superación encarnada en un alumno de escuela que un día se pone a leer Así habló Zaratustra. La metáfora del cambio a través de la lectura, a pesar de la enorme hipérbole del tiempo y de la comprensión, es seductora y hermosa, pero no siempre funciona. En este caso, el corto nos ofrece una historia bienintencionada, pero el hecho de que utilice un lenguaje cinematográfico realista no favorece la credibilidad del mismo. Del final, mejor no hago ningún comentario.
A pesar de todo, me quedo con ese mensaje tan sencillo como evidente y universal: la educación es la mejor herramienta para el desarrollo de una comunidad y de una persona. Y también es cierto que la idea nietzscheana de superhombre es una hermosa idea de aceptación de la vida y superación, válida incluso para encontrar consuelo; si no lo creéis, preguntadle a Botton.