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viernes, 4 de abril de 2025

JOSÉ MARTÍ Y LA NIÑA DE GUATEMALA

El poema que aquí reproduzco pertenece a Versos sencillos. Este título lo publicó en Nueva York, durante el verano de 1891. Ese mismo verano será la última vez que vuelva a ver a Carmen Zayas Bazán, su esposa, y a su hijo José Francisco, que entonces contaba 12 años.

Me atrae de este poema la cantidad de suposiciones que podemos realizar por la forma en que se cuenta el hecho que se narra, la muerte de una niña. Podríamos preguntarnos, como Kant, aunque en un sentido, menos trascendente ¿qué puedo saber? Leamos primero el poema:


IX


Quiero, a la sombra de un ala,
Contar este cuento en flor:
La niña de Guatemala,
La que se murió de amor.

Eran de lirio los ramos,
Y las orlas de reseda
Y de jazmín; la enterramos
En una caja de seda.

Ella dio al desmemoriado
Una almohadilla de olor:
Él volvió, volvió casado:
Ella se murió de amor.

Iban cargándola en andas
Obispos y embajadores:
Detrás iba el pueblo en tandas,
Todo cargado de flores.

Ella, por volverlo a ver,
Salió a verlo al mirador:
Él volvió con su mujer:
Ella se murió de amor.

Como de bronce candente
Al beso de despedida,
Era su frente ¡la frente
Que más he amado en mi vida!

Se entró de tarde en el río,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor.

Allí, en la bóveda helada,
La pusieron en dos bancos:
Besé su mano afilada,
Besé sus zapatos blancos.

Callado, al oscurecer,
Me llamó el enterrador:
¡Nunca más he vuelto a ver
A la que murió de amor!


Martí no quiere decirnos nada más que lo que nos dice, que no es mucho y se reduce a esto: 
  • La niña es una mujer joven de Guatemala (donde "de Guatemala" puede indicar que era guatemalteca o que residía allí. Doy por implícito que "niña" es una forma afectiva de referirse a su corta edad, a su juventud, aunque tampoco se nos indique)
  • Ella "murió de amor", signifique esto lo que signifique (cuando se produjo la muerte ella estaba enamorada, se quitó la vida por amor, murió de profunda tristeza...).
  • La joven, en algún momento anterior, había hecho un regalo para demostrar su afecto a un hombre que después resultó que estaba casado (estrofa 3ª).
  • Era una persona importante y reconocida desde el punto de vista social, pues al entierro acudieron muchas personalidades y numeroso público(estrofa 4ª).
  • Una tarde se fue al río y apareció muerta.
  • Cuando él la niña se despidieron (¿qué tipo de despedida fue?¿podemos suponer que fue una despedida para siempre?) ella estaba afiebrada (6ª estrofa).
  • Según las dos últimas estrofas, el yo poético (¿podemos pensar en Martí?) y no la tercera persona del singular anterior, estuvo presente en el entierro y fue requerido por el enterrador.
La primera impresión que podemos recibir en una lectura rápida es que se trata de un poema de amor y de pérdida. Pero no de él, sino de ella. Ella es, claro, la que va a morir de amor porque, según todos los indicios, el hombre del que está enamorada se ha descubierto como un hombre casado y sujeto a otra fidelidad. O bien, ya lo sabía, pero se negaba a perder la esperanza.

A partir de ahí podemos realizar cuantas suposiciones queramos para dar coherencia y credibilidad a lo que no se nos cuenta. Todo ello envuelto en un aire romántico, y con la palabra romántico englobo tanto los poemas de esa tendencia como la concepción del amor romántico. Ahí están la idea vaga, enigmática y profundamente anímica de lo subjetivo como elemento principal de la creación de relaciones e ideas, y también el aire de tristeza y desánimo que empapa casi toda la literatura romántica.

Pero vayamos a los hechos históricos y documentados. Sabemos que Martí, en 1877, sale de México tras la subida al poder de Porfirio Díaz. En Guatemala conoce a María García Granados y Saborío, hija del expresidente guatemalteco Miguel García Granados —lo que explica el boato y amplitud del cortejo fúnebre—, a quien da clases en la Academia de Niñas de Centroamérica. Ese mismo año, en diciembre, vuelve a México y se casa con Carmen Zayas, con la que ya estaba comprometido. En enero de 1878 el matrimonio está ya en Guatemala y él retoma las clases que estaba impartiendo. Al terminar el curso, y debido a la insistencia de la familia, en julio parten Carmen y él hacia Cuba.

María, la Niña de Guatemala, muere ahogada el 10 de mayo de 1878. Este hecho y el poema de Martí, de 1891 (13 años después de la desaparición de María), provocan el nacimiento de la leyenda en torno a lo que el poema dice y no dice.

No sabemos qué pasó entre ellos ni hasta dónde llegó el afecto que pudo surgir entre alumna y profesor. Lo que yo me pregunto es ¿por qué escribe un poema tanto tiempo después de la muerte de María?; ¿por qué insiste (es nada menos que el estribillo) en que ella murió de amor, permitiendo de esta manera interpretar su muerte como suicidio, por desesperación?; ¿por qué introduce una tercera persona del singular, que es la persona referente de los afectos de la joven?; ¿por qué es él (el yo Martí) quien besa mano y zapatos y no el otro?; y por último, ¿por qué le llamó en un aparte el enterrador?

Se me ocurren varias respuestas a todos esos interrogantes, pero ninguna de ellas sirve para aliviar la verosimilitud del poema, ni hacerle perder esa apariencia un tanto afectada de poema escrito para quitarse de encima un brumoso sentimiento de culpabilidad, años después de lo acontecido, cuando ya había roto definitivamente con su mujer.

***


viernes, 7 de marzo de 2025

JOSÉ MARTÍ, OBRA COMPLETA

                               

José Martí (he dejado un cronología enlazada en su nombre) es en Cuba mucho más que el primer y más grande escritor nacional porque, por encima de todo, es el Héroe Nacional [desde el mirador del monumento, a 129 metros sobre el nivel del mar,​ el punto más alto de la ciudad (supera con creces los 62 m de la cúpula del Capitolio),​ hay una visión panorámica de La Habana que en días claros alcanza los 50 km]. Así, el Portal José Martí está consagrado a recoger y divulgar la biografía y la obra martiniana que, como se puede comprobar por la existencia de los 32 tomos, es mucho más amplia y variada que los dos tomos, 14 y 15, en los que queda recogida su poesía. Tenéis material para divertiros durante mucho tiempo. 

También podéis entreteneros con el disco que Pablo Milanés dedicó al poeta cubano en 1984.

Contra el verso retórico y ornado
El verso natural. Acá un torrente:
Aquí una piedra seca. Allá un dorado
Pájaro, que en las ramas verdes brilla,
Como una marañuela entre esmeraldas -
Acá la huella fétida y viscosa
De un gusano: los ojos, dos burbujas
De fango, pardo el vientre, craso, inmundo.
Por sobre el árbol, más arriba, sola
En el cielo de acero una segura
Estrella; y a los pies el horno,
El horno a cuyo ardor la tierra cuece -
Llamas, llamas que luchan, con abiertos
Huecos como ojos, lenguas como brazos,
Savia como de hombre, punta aguda
Cual de espada: ¡la espada de la vida
Que incendio a incendio gana al fin, la tierra!
Trepa: viene de adentro: ruge: aborta.
Empieza el hombre en fuego y para en ala.
Y a su paso triunfal, los maculados,
Los viles, los cobardes, los vencidos,
Como serpientes, como gozques, como
Cocodrilos de doble dentadura,
De acá, de allá, del árbol que le ampara,
Del suelo que le tiene, del arroyo
Donde apaga la sed, del yunque mismo
Donde se forja el pan, le ladran y echan
El diente al pie, al rostro el polvo y lodo,
Cuanto cegarle puede en su camino.
El, de un golpe de ala, barre el mundo
Y sube por la atmósfera encendida
Muerto como hombre y como sol sereno.
Así ha de ser la noble poesía:
Así como la vida: estrella y gozque;
La cueva dentellada por el fuego,
El pino en cuyas ramas olorosas
A la luz de la luna canta un nido.

***


jueves, 17 de octubre de 2024

AVISO SOBRE EL CALENDARIO Y LAS TERTULIAS 2024/25


Debido al desventurado incidente del pasado 1 de octubre en el que se concitaron unas cuantas casualidades para impedir que yo pudiera llegar a la tertulia y, tal y como ese mismo día comuniqué a unas pocas personas, he retrasado la sesión sobre Martín Fierro y he reajustado ligeramente el calendario para mantener todas las obras que estaban programadas. Queda, pues, así:

5 de noviembre: José Hernández.
3 de diciembre: Bécquer.
7 de enero: R. de Castro.
4 de febrero: Verlaine y Rimbaud.
4 de marzo: Mallarmé.
1 de abril: J. Martí.
6 de mayo: S. Díaz Mirón.
3 de junio: J. Asunción Silva.

Además del retraso que sufren todas las tertulias hasta febrero, el cambio principal corresponde a la sesión de ese mes donde he colocado a los dos poetas franceses en la misma sesión. Lo he realizado así porque la vida de ambos estuvo íntimamente unida y buena parte de sus biografías resulta más fácil estudiarlas colocándolas en relación la una con la otra. No soy yo el único que los pone en relación para hablar de ellos. La Fundación Juan March ya lo hizo hace mucho tiempo y el resultado fue brillante:

 

En fin, espero que no volvamos a tropezar con un contratiempo similar y que la temporada transcurra sin más adversidades.

***


lunes, 9 de septiembre de 2024

ABIERTO EL PLAZO PARA INSCRIBIRSE EN LAS TERTULIAS


 Ya está abierto el plazo para inscribirse esta temporada en la tertulia poética/taller de poesía cuyo calendario es el siguiente:

FECHA

TÍTULO

1

OCTUBRE

J. Hernández (1834-1886)

5

NOVIEMBRE

Bécquer (1836-1870)

3

DICIEMBRE

R. de Castro (1837-1885)




7

ENERO

Verlaine (1844-1896)

4

FEBRERO

Rimbaud (1854-1891)

4

MARZO

Mallarmé (1842-1898)

1

ABRIL

J. Martí (1853-1895)

6

MAYO

Salvador Díaz Mirón (1853-1928)

3

JUNIO

José Asunción Silva (1865-1896)

La inscripción podrá realizarse de tres formas:
- Presencialmente: en  el mostrador de información de la biblioteca. 
- Por internet: A través de este enlace
- O llamando al teléfono: 943505421.

El plazo para realizar la inscripción termina el día 20 de septiembre.


La Biblioteca publicará el 25 de septiembre en la página web de la biblioteca (http://www.irun.org/biblioteca) la lista de personas admitidas en cada taller y la lista de espera (si hubiese). Además se podrán consultar llamando al teléfono 943505421 en horario de 9:00 a 20:00h y sábado: 9:00-13:00. En el caso de producirse alguna baja se irá llamando por orden de la lista de espera.

***

sábado, 6 de julio de 2024

TERTULIAS 2024-2025

 Acabo de enviar a la biblioteca el listado de poetas que nos tendrán ocupado el tiempo de la próxima temporada.

FECHA

TÍTULO

1

OCTUBRE

J. Hernández (1834-1886)

5

NOVIEMBRE

Bécquer (1836-1870)

3

DICIEMBRE

R. de Castro (1837-1885)




7

ENERO

Verlaine (1844-1896)

4

FEBRERO

Rimbaud (1854-1891)

4

MARZO

Mallarmé (1842-1898)

1

ABRIL

J. Martí (1853-1895)

6

MAYO

Salvador Díaz Mirón (1853-1928)

3

JUNIO

José Asunción Silva (1865-1896)


Este es el recitado completo de la primera obra de la que nos ocuparemos en octubre. Cinco horitas de audio para quienes no puedan o no quieran leerlo con sus ojitos. Es una buena opción seguir la lectura del libro mientras se escucha el audio, eso sí, hay que tener la precaución de anotar el minutaje en el que estamos cuando dejamos la lectura/audición, para no andar perdiendo el tiempo en el momento de reanudar la tarea. 


Y en audio descargable: 


***


martes, 3 de septiembre de 2019

JOSÉ MARTÍ

Andaba ayer enredado entre algunos de mis recuerdos, cuando tropecé con uno que tenía totalmente olvidado. 



Este busto rodeado de flores secas se encuentra en Montpellier, en el Boulevard Louis Blanc, delante del Centro Coreográfico Nacional. Se trata, es evidente, de un homenaje al héroe nacional cubano, José MartíEn las tres últimas líneas dice en francés: Artífice de la independencia, de la unidad y de la soberanía de América Latina.

Sabía del cariño, de la admiración y de la auténtica devoción que siente su gente por él, pero siempre me sorprende ver estas muestras. Por aquí somos mucho más secos y más fríos a la hora de reconocer méritos de la gente de casa. 

No es uno de mis poetas preferidos, pero esta fotografía con la que tropecé ayer por casualidad me ha recordado que su verso era de un verde claro y también de un carmín encendido, pero más que por eso, porque Martí era un ciervo herido y un hombre afable y bueno es por lo que hoy traigo este recuerdo.

Os lo dejo en la voz de Pablo Milanés.




Podéis leer la obra completa de José Martí en bibliotecavirtual.clacso.org. Los volúmenes 16 y 17 son los dedicados a la poesía.

martes, 12 de diciembre de 2017

LEZAMA LIMA: la imagen es la realidad del mundo invisible

Andaba ayer perdido en una traducción para la que no encontraba salida, cuando tropecé otra vez más con este grande de las letras hispánicas. Fue como un bálsamo para mi desazón. La música y la poesía tienen en mí esa virtud, pero la poesía lleva más tiempo a mi lado y me conoce mejor. Dejé la traducción, guardé el programa para traerlo hoy hasta aquí y me puse a releer algunos poemas. 

En 2010, durante el centenario del nacimiento de José Lezama Lima, la UNED, a través de su canal de radio, emitió este programa sobre uno de los autores más polifacéticos y cultos de la isla caribeña. Poeta, novelista, crítico, ensayista, basó su escritura en la estética de la intuición, de lo sensual, de la plenitud. Participaron en él: Ana María González Marfud (universidad de las Artes de Cuba), Carlos Martí Brenes (escritor, poeta y ensayista cubano).

AH, QUE TÚ ESCAPES

Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no querías creer
las preguntas de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.

Disponéis de algunos poemas más en este mismo blog. Por supuesto, hay otros lugares en internet donde leer poemas de Lezama y, hace relativamente poco ha reeditado su poesía completa.

domingo, 4 de junio de 2017

CANCIÓN DE OTOÑO, GARCÍA MARRUZ

Resulta curioso comprobar cómo funcionan los gustos, los afectos y las inclinaciones. No soy nada dado a las concepciones religiosas, pero la poesía de García Marruz, en general, me gusta. Me muevo en las antípodas de la nostalgia y no comparto esa visión de la infancia como terreno al que toda escritura vuelve, pero uno de los poemas que más disfruto de la poeta cubana es Canción de otoño. Y suscribo por completo el comentario de Milena Rodríguez

Este poema, que resulta también fundamental en la poética de Fina García Marruz, nos permite percibir el que acaso sea uno de los secretos de la eficacia y de la belleza de su poesía, esa fusión, ese modo en que se armonizan elementos que pertenecen a diferentes órdenes y categorías: el espacio y el tiempo, lo ideal y lo material, lo abstracto y lo concreto, lo real y lo fantástico, lo adulto y lo infantil, lo trascendente y lo cotidiano menor. El poema es un canto y también una pregunta por la infancia y la adolescencia, pregunta que leemos filosófica y trascendental y, simultáneamente, entrañable, cordial, e incluso ingenua. La voz que habla en este poema es, a la vez, adulta e infantil: el poema consigue que los acentos infantiles, ingenuos, que aparecen en la voz poética adquieran una dimensión trascendente; o tal vez habría que decirlo al revés: el poema logra que sus acentos trascendentes no parezcan nunca impostados, gracias a esa ingenuidad, a ese aire infantil que hallamos en la voz poética; de ahí, acaso, la magia de estos versos. Quizás valga la pena recordar aquí algunos de los apuntes de García Marruz sobre La Edad de Oro, la revista infantil creada por José Martí. Decía García Marruz:

...no bastaba con eludir el tono presuntuoso sino también el otro extremo, quizás más frecuente, del tono excesiva o deliberadamente ingenuo. Por ahí suele pecar más el libro destinado a los niños. El equilibrio es de veras difícil, de ahí que sen tan contados los escritores que han sabido hablarles a los niños. Suele pasarles lo que a Alicia al querer entrar en el País de las Maravillas, que tan pronto se volvía demasiado grande como demasiado pequeña. Así, el lenguaje se les vuelve demasiado magistral o demasiado pueril (La Edad de Oro, 293).

Podríamos decir que en este libro, la voz poética es una especie de Alicia que viaja al país de la infancia y la adolescencia, al País de las Maravillas, y que consigue, sin embargo, no parecer nunca ni demasiado grande ni demasiado pequeña; el lenguaje del viaje no es, tampoco, ni presuntuoso ni pueril; consigue, pues, el equilibrio perfecto y tan difícil.  

En este texto, el tiempo es convertido, o presentado no sólo como tiempo en sí, sino también como espacio y como materia: el pasado de la infancia es así un lugar real y concreto, un lugar también vivenciado o sentido: "...los hondos pasillos de la casa / donde estuvimos con frío aire de otoño", "...la casa en que estuvimos / y cómo a mí me sonaban tus palabras"; no se trata, pues, de un tiempo ideal, presente sólo en la memoria sino también de un lugar físico: el "lugar que está sólo a unos pasos / de aquí..."; tan físico, tan material, que la voz poética llega a preguntar: "¿conoces tú el camino?". Asimismo, la imposibilidad para volver a ese particular pasado, está dada, sin que se establezcan jerarquías entre ellas, tanto por razones materiales (y en cierto modo infantiles, ingenuas): "Cómo volver allí, cómo volver, / si ya el pasillo está lleno de polvo", como por motivos trascendentes: "...he visto ya mi alma totalmente / y no entro en mí como en un parque oculto". La voz poética, con su acento infantil, nos da también una de las claves y una de las verdades más auténticas de por qué perdura (no sólo para ella, sino para todos) ese tiempo pasado, ese tiempo de la infancia, y es que en él ocupaban los juegos el centro; los juegos, sin duda, "más graves que la frívola vida". La fusión, la armonía, la anulación de contrarios, alcanza su máxima intensidad al final del poema, bellísimo momento en que se tocan -instante raro y fugaz-, presencia y ausencia, pasado y presente, ingenuidad y trascendencia, convirtiéndose en una sola y misma cosa; esa constatación, así, de "lo eterno en lo fugaz" que, como dice Arcos (Historia de la Literatura Cubana), puede sintetizar toda la poesía de García Marruz: 
                         
                          ¿Conoces tú el país en que se vuelve? 
                           Y sin embargo escribo sobre su polvo "siempre".
                           Yo digo siempre como el que dice adiós".

Prólogo de El instante raro, pp 34-36.


CANCIÓN DE OTOÑO

                                                                       ¿Conoces tú el país?...
                                                           GOETHE

Repitamos con tono de balada muy vieja:
"Cómo volver allí cómo volver."
Puedo volver, amigo, al país más lejano.
Fácil sería ver la nieve y los ciruelos.
Pero enséñame, dime el intacto camino
que me llevó al lugar de nuestro encuentro.
Llévame a los hondos pasillos de la casa
en que estuvimos con frío aire de otoño.
¿Cómo volver allí, cómo volver?
Podemos caminar la tierra entera.
Cansados de buscar, preguntaríamos
"¿Cómo volver allí, cómo volver
al lugar que está sólo a unos pasos
de aquí, conoces tú el camino?"
Allí nosotros solos, los fugaces,
entre el muro real, la tarde eterna,
estuvimos hablando de los libros
preferidos, oyéndonos las voces.
Cómo volver allí, cómo volver,
si ya el pasillo está lleno de polvo,
y he visto ya mi alma totalmente
y no entro en mí como en un parque oculto.
Más que un amor que no es correspondido
o el futuro que mira un moribundo,
lo imposible es la casa en que estuvimos,
y cómo a mí me sonaban tus palabras.
Cómo volver allí, cómo volver,
a imaginar siquiera lo que fuimos,
la extraña adolescencia, los encuentros,
y los juegos más graves que la frívola vida.
Oh y los muros estaban como un hecho
irrefutable, más allá del deseo
de mis ojos fugaces y distintos!
La casa, sí, sólo un amargo engaño,
era frágil, mortal como los sueños.
Nosotros, los fugaces, los despiertos
¿cómo podemos di, volver allí?
Puedo volver, amigo, al país más lejano,
al país de la nieve y los ciruelos.
¿Mas adonde quedó tu traje oscuro,
tus palabras y el ruido del otoño?
Puedo mirar a la verdad, los ángeles.
¿Mas aquella mentira en que creímos,
con ácida pureza, en los días secretos?
Puedo soñar el sueño más distante.
¿Qué quedará más lejos que la tarde
que acaba de pasar, parque encantado?
¿Conoces tú el país en que se vuelve?
Y sin embargo escribo sobre su polvo "siempre".
Yo digo siempre como el que dice adiós.