Los cuatro primeros versos con los que se abre el poema Augurios de inocencia, en la traducción de Jordi Doce, dicen así:
Ver un mundo en un grano de arena
y un cielo en una flor silvestre,
tener el infinito en la palma de la mano
y la eternidad en una hora.
tener el infinito en la palma de la mano
y la eternidad en una hora.
No es que el místico inglés hiciera referencia al momento inmediatamente anterior a la expansión extremadamente rápida del universo inflacionario que es la que nos explica la enormidad, uniformidad y planitud del universo en el que hoy nos desenvolvemos,
Imagen tomada de Wikipedia |
pero a mí me gustan especialmente estas coincidencias poético-científicas en las que, por un momento, la expresión artística y la manifestación racional de un hecho complejo de la naturaleza concuerdan. O dicho de otro modo, cuando las dos culturas se dan la mano sin saber que se la están dando.
Una feliz Navidad mi estimado Jesús, recibe un fuerte abrazo con amor.
ResponderEliminar¡Gracias, Sergio!
EliminarLos mismos deseos y el mismo abrazo para ti.