Siento verdadera admiración y cariño por algunos filósofos, pero eso no quiere decir que comparta todas sus ideas. Esto es así porque, en la mayoría de los casos, el tiempo transcurrido entre su época y la nuestra ha ido dejando un cúmulo de conocimientos a nuestro alcance que ellos, de ninguna manera, podrían haber imaginado.
Este librito recoge los trabajos que Kant escribió sobre Filosofía de la Historia y cuyas ideas tanto influyeron en Hegel y en Marx. Pero la filosofía de la historia no es la historia, ni el deseo es la realidad.
Kant parte de la convicción —¿debería decir creencia?— de Aristóteles, otro de mis admirados monstruos, de que la naturaleza tiene una finalidad. El ser humano, también. Buscar, por tanto, cuál sea ese objetivo es la tarea del filósofo, y si este es bienintencionado —Kant y Aristóteles lo eran— encontrará esa finalidad en la consecución de una sociedad regida por los valores morales y racionales.
Ni Aristóteles ni Kant, claro, sabían nada de Darwin, ni de Mendel, ni de Hugo de Vries, ni de Monod, ni de sistemas complejos, ni de mecánica cuántica, ni de... otros miles de descubrimientos que vinieron después, porque vivieron mucho antes de que gran parte del conocimiento que hoy posee un simple bachiller hubiera sido descubierto. Estaban convencidos —creían— del sentido teleológico de la naturaleza y de la historia. Por eso mismo, no pudieron nada más que especular cuando se acercaron a estos temas. Y se equivocaron. En realidad tenían todas las papeletas para equivocarse.
Lo extraño y lamentable es que todavía haya mucha persona culta e instruida, con una formación muy superior a la del bachiller, aunque sabido es que los títulos no aportan el conocimiento, que continúe especulando con el tema, llenando miles de páginas y produciendo miles de libros, como si la historia del pensamiento se hubiera quedado anclada en el siglo V antes de nuestra era. Y es que a veces transitamos por una disciplina ignorando lo que desde otra se está diciendo, y ese saber sólo de "algo" es un saber vano y estéril.
Nota al pie de la historia: querer al padre y a la madre no significa compartir con ellos todas y cada una de sus opiniones y creencias.
"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
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Mi estimado amigo, mucho de lo que se escribe actualmente es por mercadotecnia y el tema vende, además las creencias influyen más que los conocimientos, bueno es una humilde opinión.
ResponderEliminarRealmente mis conocimientos sobre esto son muy limitados.
Un fuerte abrazo
¡Hola, amigo!
EliminarBueno, yo en mi breve comentario no me refiero a la gente sin cultura, sino a "sesudos" profesores universitarios que escriben largos comentarios sobre Kant y el tema del que se ocupa Kant en este libro, y que todavía siguen aceptando el sentido teleológico de la historia. Es a ellos a quienes dirijo el último párrafo, porque son ellos los responsables de "ilustrar" a la población.
Por cierto, este librito es de lectura fácil. Es una simple recopilación de artículos y carece de la carga técnica que poseen las "Críticas". Recomendable para "todos los públicos".
Un largo y trasatlántico abrazo.