La primera sorpresa —agradable, claro— nos la encontramos en la sala de espera. Además de los obligados títulos, hay unos divertidos dibujos de huesos humanos que gracias a la habilidad del artista se transforman en guitarras, guitarras eléctricas por más señas.
La segunda sorpresa está en el despacho: más dibujos, alguna fotografía, algún que otro hueso-instrumento, una pequeña guitarra eléctrica... comparten espacio en las estanterías pobladas de literatura profesional.
Vespa |
La "Visera" |
La tercera viene cuando termina la visita y Juan Ponte nos comenta su pasión por la música y el dibujo, más concretamente por la guitarra eléctrica que toca y a la que pinta en todas las formas imaginables. Y como estas cosas hay que compartirlas, acudimos a la página donde coloca sus trabajos y vemos que tiene cientos y cientos de ellos, exposiciones incluidas.
Nunca una visita al médico me había resultado tan divertida. Os dejo los enlaces a su página web, a su espacio pinterest y a su blog. Que os divirtáis paseando por ellos.
Me encanta que hayas publicado esta nota de Juan Ponte. Lo conozco desde hace muchos años (podría decir que desde casi su más tierna infancia) y yo también me llevé la misma sorpresa en su consulta. no sólo es buen traumatólogo, es un artista y una buenísima persona.
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