miércoles, 28 de mayo de 2014

EL POETA CAMBIA DE NÚMERO, NO DE AFECCIÓN

Para Irene, principio y origen de este juego sin fin.



No creáis que he abandonado el siete.
Todas las cifras son importantes,
y necesario es conocer cada una en su valor.
Sólo así podremos adentrarnos en el
Templo del Tiempo, que un suspiro cifra.

No son los peces, ni las grullas, ni el papel,
ni tan siquiera la forma o el color
lo que nos habla y significa. 
Debemos estar atentos a las correspondencias,
y buscar la belleza de las formas 
en el vuelo sinestésico del verbo.

Quizá penséis que vuestra cerradura
sea más real que mis desvelos;
tal vez, en vuestra confusión, creáis
poder discernir el mundo analizando 
la impureza del átomo y sus transformaciones;
acaso supongáis que las palabras de la tribu
son más exactas cuanta más materia tengan.

¡Ah, pobres ilusos sin futuro!
Ignoráis que la luz halla su brillo
en el ónix amasado en el Templo.




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