Leí esta disparatada y divertidísima novela en una noche en que andaba un poco atascado con el trabajo y las neuronas no me daban para más. Nada más eficaz para evadirme de forma inmediata.
Wilt nos cuenta la historia de un pobre profesor aplastado por la estupidez que le rodea, un trabajo absolutamente insatisfactorio y una concatenación de sucesos que darán con sus huesos en la comisaria acusado de asesinato, donde, por cierto, empezará a recomponer su propia vida.
También podría decir para resumirla que Wilt es la historia de un pobre desgraciado que fantasea con asesinar a su mujer, pero una muñeca hinchable se cruza en su camino y este hecho desencadenará una caída en lo más profundo del comportamiento humano más inepto... y divertido.
Wilt es una hilarante y corrosiva sátira de ciertos aspectos de la cultura, de la enseñanza, de las costumbres sociales, de la hipocresía, de la religión y muy especialmente de la policía. No es una novela que vaya a figurar en las páginas áureas de la Literatura, pero tiene la virtud de hacer reír a carcajadas, que no es poco.
Por supuesto, se hizo película, pero puedo aseguraros que la escena aquí recogida es mucho más divertida tal y como la cuenta Tom Sharpe.
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