Editorial |
Con este deseo/reflexión ofrece la autora su poemario a los lectores de la Biblioteca Central de San Sebastián —tal vez encontremos en la literatura algún alimento que sacie nuestras necesidades—. Con esa esperanza me lo llevo a casa.
Os dejo un par de poemas cortos del, por el momento, primer poemario publicado por Edurre Eskisabel Larrañaga, profesora en la Facultad de Periodismo de la UPV y colaboradora en numerosos medios de comunicación del País Vasco.
HASIERA
Joan denean
epel geratu da ohea
gabeziak betetako hutsunean
Goizalban argi izpi batek
urratzen du gaua
Hilotzak bero dira
heriotzaren hurrengo unean
Elur maluta batek
hasi zuen glaziazioa
HASIERA
Joan denean
epel geratu da ohea
gabeziak betetako hutsunean
Goizalban argi izpi batek
urratzen du gaua
Hilotzak bero dira
heriotzaren hurrengo unean
Elur maluta batek
hasi zuen glaziazioa
COMIENZO
Cuando se ha ido / ha quedado templada la cama / en un hueco lleno de carencias // Un rayo de luz al amanecer / rasga la noche // Los cadáveres están calientes / en el instante posterior a la muerte // Un copo de nieve / dio comienzo a la glaciación
PITZADURA
Zoriona morrontza bat da
pitzaduraren gainean
dantzan gabiltzan
funanbulista saldoarentzat
Erorien banda
eternala ez ezik infinitua
GRIETA
La felicidad es una servidumbre / en la que andamos bailando / sobre la grieta / para un montón de funambulistas // La banda de los caídos / no solo es eterna sino también infinita
Espero no haber saciado ninguna curiosidad, antes bien, que se os haya despertado el apetito para seguir leyendo. Si aún no es así, tal vez la propia Edurre Eskisabel os lo despierte: