Monumento a Fleming. Chillida. |
La había visto muchas veces, pero nunca me había fijado en que mirando hacia el otro lado de la bahía desde la plataforma en la que se encuentra, lo que se ve encajado en el hueco superior de la figura de granito es la Construcción vacía, de Oteiza.
Si no hubiera sido por que el reencuentro entre los dos grandes escultores vascos se produjo en el 97, habría pensado que el Ayuntamiento donostiarra decidió esta última ubicación como celebración del abrazo. ¿O las colocó así con la intención de provocarlo?
Bromas aparte, lo cierto es que ambos tienen muchos elementos en común, que su trabajo en torno a la representación del vacío es muy similar, que la reflexión que ambos realizaron sobre la metafísica del hueco y su representación tiene los mismos elementos y características, que participan de la misma expresión de la belleza, de ese decir silente que excede cuanto podemos imaginar, pero que gracias a él contemplamos la plenitud.
Desde Chillida, es cierto, podemos ver a Oteiza; lo mismo que desde Oteiza podemos contemplar a Chillida, sin temor a equivocarnos ni desviarnos.