martes, 30 de julio de 2024

PIERRE SOULAGES


Museo Soulages, Rodez.

 Tal vez la sorpresa mayor y más fascinante de mi breve recorrido por la zona sureste del macizo central francés me la llevé en Rodez, ante este fantástico edificio en acero corten de 6200m2, construido para recoger la obra del que seguramente es es más destacado artista contemporáneo nacido en la ciudad. Ni sabía de su existencia ni la de Pierre Soulages, el "culpable" de semejante maravilla.

La obra de Soulages se inscribe en un sentido amplio dentro del informalismo de los años 50 y 60, y más concretamente en el tachismo. Pero esto no son nada más que nombres más o menos apropiados para situarnos en un esquema general del arte. Lo importante es ver la obra y dejarse llevar por las emociones que transmite. En cualquier caso, los espacios que genera la arquitectura del museo para apreciar y disfrutar el trabajo de Soulages me parecen de lo más apropiados y generosos. Esta es una pequeña muestra: 









Tal vez un primer vistazo pueda decepcionar, pero una mirada detenida y recreadora, mejor en el espacio adecuado y no a través de una fotografía, comenzará a percibir detalles de una fuerte expresión lírica que va más allá del profundo negro que domina la obra entera del artista. Un negro —nogalina, principalmente— que trasciende el color para provocar un estado de inmersión en la naturaleza íntima del ser. Es tan matérico en su presentación que resulta espiritual. Pero hay que estar allí y ver la obra en vivo. 

Excelente museo para una obra igualmente excelente.

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lunes, 29 de julio de 2024

PERO LÓPEZ DE AYALA Y SU RIMADO DE PALACIO

Editorial
Menéndez y Pelayo lo presenta 
así en su inmensa Antología, en un párrafo multitud de veces citado en muchos trabajos sobre el Canciller: 

Nacido en Vitoria, ciudad ya medio castellana, de padre alavés y madre montañesa, pareció juntar en su persona los opuestos caracteres de las dos razas que desigualmente se reparten el Norte de España, y fue perseverante y tenaz como el euskaro; astuto, cauteloso y sutil como el cántabro. Así acertó a atravesar con fama de hombre honrado y de buen caballero el calamitoso siglo XIV, sin mancharse, como casi todos sus contemporáneos, con actos de brutal fiereza, sin cometer ninguna acción positivamente indigna, pero sin descuidar un punto el propio provecho, sacando partido hasta de sus desgracias y reveses, para acumular sin tasa, pero también sin escándalo de nadie, señoríos, alcaldías, tenencias, heredamientos y buena cantidad de sonantes doblas; con lo cual, de pobre solariego del Norte, vino a ser prócer opulentísimo, canciller del Reino y árbitro de los destinos de Castilla, haciendo sus evoluciones políticas tan a punto y con tal destreza y tan aparente color del bien público, que el mismo Maquiavelo le hubiera saludado como aventajadísimo precursor teórico y práctico de sus máximas y aforismos, principalmente en lo de bordear los límites de la inmoralidad sin caer resueltamente dentro de ella. Su larga vida (1332-1406), que le permitió alcanzar cinco reyes en Castilla, fué una obra maestra de engrandecimiento y medro personal, una verdadera obra de arte más interesante que su Rimado de Palacio, aunque menos noble y severa que sus Crónicas. Es cierto que la fortuna no le desamparó nunca, pero fué porque él supo forzar a la fortuna y someterla a la fría combinación de sus cálculos, que no le fallaron ni una vez sola, porque iban fundados en profunda observación de la naturaleza humana. Quien escriba la historia de nuestra Edad Media, verá en él el primer tipo de hombre moderno Antología de poetas líricos castellanos, vol I, p 346).

Casa solar en Quejana. Es visitable. Fotografía tomada desde La robleda de los sueños.

López de Ayala no era el Arcipreste, ni tenía su frescura ni su gracejo. Mientras que el Arcipreste es un hombre que se mezcla con el pueblo llano y tiene un estilo vivo, lleno de humor, el Canciller es un hombre metido en política, que conoce bien lo que se cuece detrás de las bambalinas del poder y lo denuncia con clara intención moral y aleccionadora. 

Posiblemente hoy lo que más nos interese y nos atraiga de su Rimado (8200 versos escritos en su mayor parte en cuaderna vía) sean los capítulos Del governamiento de la república, De los mercadores, De los letrados, De la guerra, De la justiçia, De los fechos del palaçio; en fin, todo eso que mejor conocía y que más le preocupaba. Tomo el ejemplo donde habla de la guerra, ya que es el más corto y puedo ofrecerlo completo (el libro entero lo podéis leer en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes):

Cobdician caballeros las guerras de cada día,
por levar muy grant sueldo e doblar la cuantía;
e fuelgan cuando la tierra veen en robería
de ladrones e cortones que traen en compañía.


Olvidado han a los moros e las sus guerras fazer,
que en otras tierras llanas asaz fallan que comer:
unos son ya capitanes, otros enbian correr,
sobre los pobres sin culpa se acostumbran mantener.


Los cristianos han las guerras, los moros están folgados,
en todos los más regnos ya tienen reyes doblados;
e todo aquesto viene por los malos nuestros pecados,
ca nos somos contra Dios en todas cosas errados.


Los que solían las tierras con los sus bueyes labrar,
todos toman ya armas e comiençan a andar,
a robar las pobres gentes, e así las fazen hermar:
Dios solamente es Aquél que esto podría emendar.


Non pueden usar justiçia los reyes en la su tierra,
ca dizen que lo non sufre el tal tiempo de guerra:
asaz es engañado e contra Dios mucho yerra
quien el camino llano desanpara por la sierra.


Y un par de estrofas sobre la jefatura eclesiástica:


Agora que el papadgo es puesto en riqueza,
de le tomar qualquiera no l' toman grant pereza;
maguera sean viejos, nunca sienten flaqueza,
ca nunca vieron papa que muriese en pobreza.


En el tiempo muy santo non podían aver
uno que este estado se treviese a tener;
agora , mal pecado, ya lo podedes ver
do se dan a puñadas quién podrá papa ser.


Para contextualizar la obra es conveniente recordar que la época en que vive y escribe López de Ayala es la de la guerra civil entre seguidores de Pedro I y su hermanastro Enrique II, que a su vez se encuadra dentro de la más amplia guerra de los Cien Años; sin olvidar que es también la época del famoso Cisma de Occidente, que ocasionó una gran tensión en la sociedad de la época y llegaron a convivir hasta tres papas al mismo tiempo. No es de extrañar que ante esta situación el tono del Canciller fuera un tanto pesimista.

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domingo, 28 de julio de 2024

PETRA, BIDEAK



Hace exactamente una semana me obsequiaron con una cena y un CD. No sabía nada de esta Amaia Fernández cantante y compositora y el descubrimiento resultó muy grato. Bideak (Caminos) es su primer trabajo recogido en disco bajo el  nombre del grupo Petra. Lo componen Amaia Fernández (voz, guitarra y coros), Aritz Pardina (guitarras clásica, acústica y eléctrica), Itziar Lertxundi (chelo) y María Lobero (violín y coros). 

El disco es un EP o miniálbum que contiene siete canciones: Haizeak, Bitartean, Ttau-ttau, Ez pentsa, Etena, Sen ona e Idoia. Todas ellas están recogidas en cualquiera de estas plataformas:
Spotify
Amazon.
Last.fm.
AppleMusic.
Dezeer.
HearNow.
Instagram.

El tema que interpreta en directo junto con Aritz Pardina y Maria Lobero es Bitartean. La propia autora lo traduce para quien no sepa euskera:

Encontré mi camino
mientras te esperaba
mientras te esperaba
encontré el mío.
Mientras te esperaba,
aparecí.
En ese mismo tiempo mientras te esperaba,dándome cuenta, de momento.
Bien de momento,
sola de momento,
lentamente de momento,
tú y yo, yo, yo
tú y yo, yo, yo.
Uuuu
Mientras te esperaba,
había tiempo.
Mientra te esperaba
la vida se me escapaba de entre los dedos.
La vida me habló, sí,  habló, estoy aquí,  mientras tanto, ahora, entre tus manos.
Uuuuu
En este momento, el que te estoy esperando he aparecidooo  yo.
Hola, tú; hola, yo
Uajja.
 
Que la música os sea favorable.

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sábado, 27 de julio de 2024

RODEZ, ARTAUD Y LAS CASUALIDADES


Mi paso por Rodez se vio gratamente sorprendido por este edificio. Lo tenía en frente del apartamento en el que me alojé. Es una capilla construida en el XIX, concretamente en 1842, durante aquella época en que se puso de moda imitar estilos ya pasados. Salvando las distancias casi infinitas, recuerda vagamente al templo de Sta. Mª de la Consolación, uno de los manifiestos arquitectónico del renacimiento, atribuída durante algún tiempo al maestro BramanteMe agradó mucho esta vista desde el balcón de la cocina que daba a poniente, menos agradecida que la de oriente, que era espectacular, con la catedral al fondo (la otra torre de la derecha es la de Saint-Amans):



La segunda noche, una hermosa tormenta de verano, me permitió grabar estos segundos de resplandor entre las tinieblas.


La sorpresa vino a la mañana siguiente cuando, movido por la curiosidad, me acerque a ver la entrada para ver si podía averiguar algo sobre esta capilla de aire historicista. Y sorpresa fue, porque aunque estaba cerrada y acceso no está permitido, en el cartel se leía: Chapelle de Paraire, Espace Antonin Artaud.


Sí, aquí estuvo recogido en sus últimos años el creador del teatro de la crueldad, exactamente desde 1943 hasta 1946. En aquella época lo que hoy es un espacio dedicado a la memoria del escritor y a impulsar la creación era un hospital para enfermos mentales.

Pero quedaban más sorpresas. Hace pocos días, al ponerme a leer la antología de Mª Mercedes Carranza de la que dejé una muestra, al abrir el libro al azar, se abrió por la página 31, página en la que se recoge este poema en el que la poeta habla de Artaud y su paso por esta capilla que fue sanatorio mental:

ARTAUD ENTRE PALABRAS

Haré con la concha sin la 
madre un alma oscura, total, 
obtusa y absoluta


Antonin Artaud está sentado
frente a su peor enemigo: Antonin Artaud
a quien observa como un espectáculo inútil.
Tiene los nervios drogados con opio
y trata de escribir un poema
que ha de ser la vida misma. Por ello
sólo escribe sollozos, blasfemias, gritos.
Pero nadie oye a Antonin Artaud:
todos están muertos, se sabe,
y él trata de herirlos,
para que despierten,
con su desafiante solidaridad.
Lucha a dentelladas contra los invisibles
demonios que envenenan el aire.
En el asilo para locos de Rodez,
cabizbajo, desdentado y baboso
Antonin Artaud ha perdido.
Como un niño de cuatro años, dócil,
aprende de nuevo las primeras palabras.
El feroz resplandor del naufragio
lo ilumina repentinamente y ahora
es Artaud el Resucitado. Ahora
vuelve a la vida, pero parido por él mismo:
«soy mi hijo, mi padre, mi madre y yo».
Un último gesto solitario lo cura por fin
—hospital de Ivry, un 4 de marzo de 1948—
de la desdicha de estar en el mundo.
Antonin Artaud olvida para siempre a Antonin Artaud.

La sensación fue un tanto curiosa. No sé si era como cerrar el ciclo Rodez o, por el contrario, una invitación a volver y averiguar más sobre la vida y la obra del que fuera en algún momento director de de la oficina de investigaciones surrealista. 

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viernes, 26 de julio de 2024

LA ROBLEDA DE LOS SUEÑOS, un bosquete encantador y soloidario

La Robleda de los Sueños en Google Maps

 25 robles, 25 artistas, 25 ONGs, 25 sueños. La Robleda de los Sueños es un pequeño robledal lleno de encanto gracias al impulso y la iniciativa de Ángel San Mamed y de 25 artistas que desinteresadamente pusieron su trabajo al servicio de la fantasía, la ilusión y la solidaridad con distintas organizaciones no gubernamentales. En este cartel que se encuentra a la entrada del mágico bosquecillo se pueden leer los nombres de artistas, obras y ONGs a las que se vincula cada una de ellos:

Y esta es una muestra de cuanto allí puede disfrutarse en el paseo:



















El paseo entre los robles pintados puede realizarse con audioguía (necesitáis un teléfono con lector de códigos QR) o leyendo los carteles que acompañan a cada una de las obras. La entrada son 5€ y 2€ la audioguía. Disponéis de más información en la página web. El paseo puede durar una hora aproximadamente.

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jueves, 25 de julio de 2024

HUMOR EN SILUETAS, TRES MICROHISTORIAS

Gracias, Irene.

 


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Es lo que ocurre con los traslados: unas cosas se quedan por aquí; otras, por allí; algunas más terminan perdiéndose. Por fortuna, estas se encontraban dentro de una carpeta, que estaba dentro de una caja que, a su vez, se estaba en un garaje. Allí han pasado muchos años. Hoy vuelven a ver la luz. 

Las he sacado fotografiando de forma independiente cada una de ellas. Estaban todas en una misma lámina bajo el título de "Humor en siluetas", que, quiero suponer, algún día tuvo que presentar en la asignatura de Ilustración como ejercicio. Son trabajos de cuando Irene estaba estudiando en la Facultad de Bellas Artes. A mí me gustan mucho. Espero que a vosotros también.

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miércoles, 24 de julio de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Mª Mercedes Carranza)

#unlibrounpoema


María Mercedes Carranza (1945-2003) fue una poeta y periodista colombiana. Hija de Rosa Coronado y Eduardo Carranza, poeta de gran prestigio que en 1952 se trasladó a España como agregado cultural de la embajada colombiana en Madrid. Eso hizo que la poeta donde viviera entre los seis y los trece años de edad en la capital de España. Durante esa época recibió la influencia de la actividad cultural de su padre y de su tía abuela materna, la también poeta Elisa Mújica.

Publicó cinco poemarios:

-Vainas y otros poemas (1972).
-Tengo miedo (1983)
-Maneras de desamor (1993).
-Hola, soledad (1987).
-El canto de las moscas (1997).

La Patria y otras ruinas, de donde tomo el poema, es una antología que publicó la revista Palimpsesto en 1990.




TENGO MIEDO

"...Todo desaparece ante el miedo. 
El miedo, Cesonia; ese bello 
sentimiento, sin aleación, puro y 
desinteresado; uno de los pocos 
que saca su nobleza del vientre".

Albert Camus (Calígula)



Miradme: en mí habita el miedo.

Tras estos ojos serenos, en este cuerpo que ama: 
               el miedo.

El miedo al amanecer porque inevitable el sol saldrá 
              y he de verlo,

cuando atardece porque puede no salir mañana.

Vigilo los ruidos misteriosos de esta casa que se derrumba,

Ya los fantasmas, las sombras me cercan y tengo miedo.

Procuro dormir con la luz encendida

y me hago como puedo a lanzas, corazas, ilusiones.

Pero basta quizás sólo una mancha en el mantel

para que de nuevo se adueñe de mí el espanto.

Nada me calma ni sosiega:

ni esta palabra inútil, ni esta pasión de amor,

ni el espejo donde veo ya mi rostro muerto.

Oídme bien, lo digo a gritos: tengo miedo.

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