Museo Soulages, Rodez. |
Tal vez la sorpresa mayor y más fascinante de mi breve recorrido por la zona sureste del macizo central francés me la llevé en Rodez, ante este fantástico edificio en acero corten de 6200m2, construido para recoger la obra del que seguramente es es más destacado artista contemporáneo nacido en la ciudad. Ni sabía de su existencia ni la de Pierre Soulages, el "culpable" de semejante maravilla.
La obra de Soulages se inscribe en un sentido amplio dentro del informalismo de los años 50 y 60, y más concretamente en el tachismo. Pero esto no son nada más que nombres más o menos apropiados para situarnos en un esquema general del arte. Lo importante es ver la obra y dejarse llevar por las emociones que transmite. En cualquier caso, los espacios que genera la arquitectura del museo para apreciar y disfrutar el trabajo de Soulages me parecen de lo más apropiados y generosos. Esta es una pequeña muestra:
Tal vez un primer vistazo pueda decepcionar, pero una mirada detenida y recreadora, mejor en el espacio adecuado y no a través de una fotografía, comenzará a percibir detalles de una fuerte expresión lírica que va más allá del profundo negro que domina la obra entera del artista. Un negro —nogalina, principalmente— que trasciende el color para provocar un estado de inmersión en la naturaleza íntima del ser. Es tan matérico en su presentación que resulta espiritual. Pero hay que estar allí y ver la obra en vivo.
Excelente museo para una obra igualmente excelente.
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