Paso por Andoáin y me encuentro con este hermoso mural en la confluencia de las calles Agustin Leitza y Rikardo Arregi. La verdad es que cada vez me gusta más el arte urbano —hablo de arte urbano, no de vandalización de objetos que pertenecen a otras personas—, no sé si por que está intentando recoger lo que las otras manifestaciones artísticas sin adjetivo añadido empezaron a abandonar hace un siglo o por que conecta bien con la población donde se inserta. El hecho de que en la mayoría de las ocasiones surja de la voluntad expresiva de una comunidad le ofrece un valor añadido que otras manifestaciones no tienen, calidades técnicas aparte.
Este mural se acompaña de un texto explicativo, que tenéis bajo estas líneas. El trabajo surgió para conmemorar en 2015 los 400 años del título de villa conseguido en 1615, lo que suponía la independencia administrativa con respecto a Tolosa.
Independientemente de la calidad del trabajo o del simbolismo de los elementos representados, a mí me gusta especialmente el dicho que le da título: Ezina ekinez egina. Literalmente: lo imposible, haciéndolo, hecho. Y que puede traducirse como lo imposible se hace realidad haciéndolo. El sentido que quiere trasmitir es que debemos perseverar en el esfuerzo para poder vencer las dificultades, pero más allá del sentido está la sencilla redondez que el juego de palabras manifiesta y la hermosa aliteración que se pierde en la traducción.
Si pasáis por Andoáin, no dejéis de visitarlo, y aunque no sepáis euskara, utilizad la frase como un mantra hasta que os hagáis con ella o su sonoridad se haga con vosotros. Que la constancia y el empeño sea con vosotros.