Imagen tomada de Amnistía Internacional |
El 21 de abril, la niña llegó con su madre al Hospital Materno Infantil de Trinidad, en Asunción, quejándose de dolor de estómago. Al examinarla, los médicos determinaron que estaba embarazada de 21 semanas. Un embarazo provocado por la violación de su padrastro.
Hasta la fecha, el Estado no ha garantizado que todas las posibles opciones para manejar este embarazo de alto riesgo, incluida la opción de un aborto seguro, estén a su alcance. Hace ya cuatro días que la madre solicitó la interrupción voluntaria del embarazo de su hija por su temprana edad y el alto riesgo a su salud y vida.
En Paraguay el aborto sólo está permitido cuando la vida de la mujer o la niña embarazada corre peligro.
Es urgente que el panel de expertos recientemente autorizados por la juez evalúe rápidamente a la niña de manera integral y garantice todos sus derechos humanos, en particular su derecho a la vida, la salud y la integridad física y psicológica.
Según datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas, en Paraguay el 2,13 por ciento de las muertes maternas corresponden a niñas de entre 10 y 14 años.
¡Exige a las autoridades que garantice a niña de 10 años violada y embarazada todas las opciones para resguardar su vida y salud!