jueves, 1 de mayo de 2025

RETRATOS DE AMANTES (Saskia van Uylenburg), 8


La inmensa mayoría de las historias que tejemos son historias corrientes, como las que viven, sufren o disfrutan la mayoría de las personas que conocemos. Así también la que vivieron Saskia (1612-1642) y Rembrandt (1606-1669), si exceptuamos la temprana muerte de ella, aunque en aquella época enfermar de tuberculosis no era un hecho excepcional. La vacuna contra esa enfermedad mortal aún no se había descubierto.

Saskia como niña. Fuente: Meisterdrucke

Se conocieron por medio de un primo de ella, Hendrick van Uylenburghpintor y marchante, y para cuyos clientes Rembrandt realizó varios trabajos. Se casaron en 1634, cuando ella estaba a punto de cumplir 22 años. Tuvieron 4 hijos; los tres primeros murieron poco después de haber nacido y Titus, el cuarto, fue el único que sobrevivió a la primera infancia, tan frágil en aquella época, desde el punto de vista sanitario.

A causa de la muerte de Saskia, la vida en común duró solamente 8 años, que son muy pocos, pero fueron muy fructíferos desde el punto de vista artístico, pues ella aparece retratada en numerosas ocasiones, sin contar todas las que posó como modelo para representar otros personajes. Son muy famosos, por ejemplo, los óleos de Dánae y de Flora, en los que es muy fácil reconocer su cara. Hasta yo mismo, tan torpe para apreciar parecidos, reconocí la primera vez que vi el cuadro de Flora a Saskia en él.

Me gusta esta historia tan doméstica, tan familiar, tan todo queda en casa, en la que marido y mujer, amantes, pintor y modelo, cierran el círculo de las representaciones sin otra necesidad que la de de ellos mismos. Supongo que el entendimiento y la complicidad entre ambos sería muy grande, o al menos eso es lo que transmite ella a través de su pose tranquila, relajada y natural en todos y cada uno de los lienzos en que aparece.

Sería una simpleza por mi parte decir que me gustan todos cuando estamos ante obras de uno de los más grandes pintores holandeses de todos los tiempos. La maestría florece en todos los trazos. En cualquier caso, a mí el que más me gusta es el primero (creo que es el primero) que Rembrandt hizo de su querida Saskia. Tiene el encanto de la sencillez y la espontaneidad, el atractivo del apunte realizado por el placer de recoger en él a la persona amada, y me atrevería a decir que ella siente el mismo placer, pero en este caso por posar para la persona que ama.

Fuente: Kupferstichkabinett

En el texto escrito dice: Dibujo de mi esposa cuando tenía 21 años, el tercer día de nuestro compromiso, 8 de junio de 1633. Se casaron al año siguiente.

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