martes, 10 de mayo de 2016

AL BORDE DE UNA FUENTE, de Franz Listz

Dice Eduardo Cirlot en su estupendo Diccionario de símbolos que las fuentes son un trasunto de aquellos cuatro ríos del paraíso que partían del centro, del Árbol de la Vida, y se dirigían en las cuatro direcciones. 

El agua, la vida, la eterna juventud, el remanso de paz, la vuelta a la infancia... la atracción por lo que las fuentes representan —que no son— siempre ha atraído a todo tipo de artistas. Liszt fue uno de ellos e incluso tenía su propia simbología —la voz de la inocencia, de la tierra, del transcurso del tiempo—.

Significados manifiestos u ocultos aparte, Al borde de una fuente es una hermosa composición de Franz Liszt. Más hermosa aún cuando un pianista de la talla de Vladimir Horowitz la interpreta.


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