Una de esas historias es la del héroe nacional suizo Guillermo Tell, de quien no podemos decir que haya existido, pero cualquiera se lo dice a un suizo. Yo mismo, de niño, leía emocionado el relato de su hijo y la manzana en un texto escolar en el que se contaban los hechos como sucesos históricos.
Después llegaría Schiller y compondría ese fantástico drama romántico en cinco actos que todos hemos admirado de adolescentes. Más tarde, el gran Rossini le dio forma musical a cambio de una pensión vitalicia —París bien vale una misa—.
En la actualidad, el final de la Obertura es "el galope" musical más famoso del mundo de la música y uno de los momentos más enérgicos de la historia de la misma.
¡En pie, queridos lectores-oyentes de este blog!
Dirige Miguel Roa
Encantador emociona.
ResponderEliminarUn abrazo
Un "abrazo emocionado", como el de Vallejo.
Eliminar...Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporose lentamente,
abrazó al primer hombre; echose a andar.
Y al final el amor y solidaridad puede con todo, simbólicamente hasta con la muerte.
EliminarPues otro abrazo emocionado para ti Jesús.