Como dice Manuele Masini en el epílogo, la noche es también la pérdida de las connotaciones sociales comunes, la soledad pura en la que ya no existe una acción funcional de los hábitos; el amanecer nos devuelve el rostro de las prácticas cotidianas (...) Es la noche la que quita el rostro a las caretas.
La noche es todo eso y mucho más, y todos esos más van apareciendo en los versos del poeta a medida que avanzamos en la lectura. Pero que nadie piense que es un título de aire pesimista, nostálgico y ambiente enrarecido. Catedral de la Noche es un poemario vitalista, rico en experiencias, bello como un viaje a Ítaca, hermoso en su orfebrería.
ORFEBRERÍA
No puedo tallar el aire.
No puedo tallar el agua.
No puedo tallar la luz.
Haré una perla
con el silencio.
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Merece la pena visitar su página web. En ella, además de información sobre su obra, su poética, vídeos y otros materiales, podéis leer una selección de sus poemas.
Muchás gracias, Jesús, por tu reseña: tan aguada, honda, certera y generosa. Y por tu recomendación.
ResponderEliminarMuchás gracias, Jesús, por tu reseña: tan aguada, honda, certera y generosa. Y por tu recomendación.
ResponderEliminarGracias a ti, Ángel, por tus versos. Ha sido un placer leer el libro.
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