
Vatnajökull, con sus 8100 km², es el mayor glaciar de Europa en volumen. En algunas zonas el espesor del hielo acumulado llega a los 1000m y de él salen varias lenguas glaciares. Una de ellas es la que termina en el lago Jökulsárlón del que hace un par de días publicaba algunas fotografías.

Y están también los géiseres, y los olores a huevo podrido de las emanaciones sulfurosas, y el casi desierto atormentado y retorcido de los campos de lava, y los furiosos vientos de la península de Snæfellsnes —donde el volcán Snæfellsjökull en el que Julio Verne sitúa la grieta de entrada al interior de la tierra—, y las relajantes lagunas y piscinas de agua caliente y azulada, y...
Si además se lleva en el bolsillo el libro de Auden y MacNeice, un paseo por Islandia puede ser, incluso, una aventura literaria llena de humor y originalidad.