viernes, 25 de noviembre de 2016

REGLAS DE JUEGO PARA LOS HOMBRES QUE QUIERAN AMAR A LAS MUJERES

Gioconda Belli es una de las 135 voces que han contribuido en la antología No Resignación (Poetas del mundo por la no violencia contra la mujer), publicada por el Ayuntamiento de Salamanca. De las páginas 108-110 tomo este poema:

REGLAS DE JUEGO PARA LOS HOMBRES
QUE QUIERAN AMAR A LAS MUJERES

I
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.

III
El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV
El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V
El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

VI
El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

VIII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera,
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar –te quiero– o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.

X
El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos,
nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

XI
El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

***
Aquí encontraréis más información sobre la antología.

jueves, 24 de noviembre de 2016

EL GIGANTE JÚPITER

Imagen tomada de la NASA
Jueves viene de Júpiter.

Júpiter —el Zeus de los antiguos griegos— es el principal dios de la mitología latina, el padre del cielo, el que era capaz de dominar el rayo, el que destronó a su padre, Saturno —Crono—, ofreciéndole la poción que le hizo vomitar a cuanto hijo había devorado. Los hermanos de Júpiter, cuando salieron, le pidieron que les guiara en la lucha contra los Titanes

Al planeta gigante Júpiter le faltó poco para convertirse en estrella. Si hubiera sido más masivo, habría sido capaz de provocar fusión nuclear en su interior y ahora tendríamos dos soles en lugar de uno. De hecho, emite más energía que la que recibe del Sol.

Se trata de un planeta gaseoso, aunque tal vez albergue en su interior un nucleo rocoso. Sus llamativos cinturones y bandas están formadas por nubes de cristales de amoníaco, que se mueven a más de 400 km por hora. Su Gran Mancha Roja, percibida ya hace más de 300 años, es una gigantesca tormenta en la que cabrían un par de planetas como el nuestro con holgura.

Júpiter forma un sistema solar en miniatura. Sus ¡67! planetas conocidos se agrupan en galileanos —Ío, Europa, Calisto y Ganimedes—, visibles con unos prismáticos, y una legión de planetas menores, de los que todavía no todos tienen nombre propio.

El tiempo que emplea Ganimedes en dar una vuelta alrededor de Júpiter es el doble que el de Europa, y el de Europa, el doble que el que tarda Ío, por eso los tres se alinean con su planeta cada cierto tiempo, lo que es todo un espectáculo para un simple telescopio de aficionado.

Las auroras descubiertas hace relativamente poco tiempo en el polo norte jupiterino son otro hermoso espectáculo, pero solo asequibles a telescopios extraatmosféricos o a sondas espaciales. 

Imagen tomada de Wikipedia
Durante un tiempo, podemos observarlo a simple vista antes de amanecer en el horizonte Este.

¡Feliz jueves y feliz observación!

miércoles, 23 de noviembre de 2016

"NO RESIGNACIÓN", UNA ANTOLOGÍA POÉTICA CONTRA EL MACHISMO

Todas las voces y todas las palabras contra la brutalidad machista —contra la violencia de género si así lo preferís— son necesarias. Después de la agresión, nada hay más doloroso que el silencio. La brutalidad y la violencia tal vez no desaparezcan nunca, pero cuantas más veces denunciemos, cuanta mayor presencia demos al problema, cuanto más afeemos esa conducta y cuantas más voces se levanten en su contra más difícil se lo pondremos al inquilino brutal y cobarde que anida en muchos interiores.
Enlace con la antología

Con esta intención civilizadora el Ayuntamiento de Salamanca ha publicado la antología No resignación (poetas del mundo por la no violencia contra la mujer). De la recopilación y coordinación se ha encargado el poeta y profesor de la Universidad de Salamanca, Alfredo Pérez Alencart. La obra recoge textos de 135 poetas de todo el mundo y está ilustrada por Miguel Elías.

Si no estáis por Salamanca y os horroriza eso de escribir y solicitar, el Ayuntamiento salmantino y quienes han colaborado con sus creaciones han tenido la feliz idea de ofrecerla libremente colocándola en internet para que la inteligencia colectiva haga uso de ella, la difunda y sirva como un gesto de rechazo más contra la violencia de género.

La antología se abre con la primera estrofa del poema Yo misma fui mi fruta, de la poeta costarricense, Julia Burgos (1914-1953). 

Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes,
y mis pies planos sobre la tierra promisora
no resistían caminar hacia atrás,
y seguían adelante, adelante,
burlando las cenizas para alcanzar el beso
de los senderos nuevos.

A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente
rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado
de los troncos viejos.

Pero la rama estaba desprendida para siempre,
y a cada nuevo azote la mirada mía
se separaba más y más y más de los lejanos
horizontes aprendidos:
y mi rostro iba tomando la espresión que le venía de adentro,
la expresión definida que asomaba un sentimiento
de liberación íntima;
un sentimiento que surgía
del equilibrio sostenido entre mi vida
y la verdad del beso de los senderos nuevos.

Ya definido mi rumbo en el presente,
me sentí brote de todos los suelos de la tierra,
de los suelos sin historia,
de los suelos sin porvenir,
del suelo siempre suelo sin orillas
de todos los hombres y de todas las épocas.

Y fui toda en mí como fue en mí la vida...

Yo quiese ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes;
cuando ya los heraldos me anunciaban
en el regio desfile de los troncos viejos,
se me torció el deseo de seguir a los hombres,
y el homenaje se quedó esperándome.


Una feliz idea contra una brutal conducta.

martes, 22 de noviembre de 2016

LOS FASCINANTES ANILLOS DE SATURNO Y LAS LUNAS PASTORAS

El pasado día 9 de este mes Víctor Manchado publicaba un artículo en el que recogía estas y otras fotografías realizadas por la sonda Cassini y explicaba el efecto que ocasionan las lunas pastoras en los anillos de Saturno. Las imágenes son espectaculares —ampliadlas o, mejor, vedlas en la página original—. Disfrutadlas.

Saturno: 120.000 km de diámetro

Saturno y sus anillos (275.000 km de anchura)

El puntito es Pan, una de las lunas pastoras

El mismo Pan, visto a menor distancia

Pan (izquierda), Prometeo (centro) y Pandora (derecha)

Dafne (izquierda) y Pan (derecha)

Efecto causado por una luna pastora en el anillo

lunes, 21 de noviembre de 2016

A LA DERIVA, SIN PATRÓN Y SIN BOTE SALVAVIDAS

Hace más de doscientos años que Malthus nos avisó sobre el problema de la explosión demográfica y sus consecuencias. Más tarde, en un célebre y discutido artículo de 1974, el ecologista Garret Hardin utilizaba la metáfora de la Tierra como un bote salvavidas para argumentar contra las ayudas de los países ricos a los países pobres o en vías de desarrollo. Hardin sostenía que las ayudas bienintencionadas pero equivocadas estaban perjudicando a largo plazo a todos los implicados. El artículo terminaba con este párrafo:

Sin un verdadero gobierno mundial para controlar la reproducción y el uso de los recursos disponibles, la ética compartida de la nave espacial es imposible. Para el futuro previsible, nuestra supervivencia exige que gobernemos nuestras acciones por la ética de un bote salvavidas, aunque sean duras. La posteridad quedará satisfecha con nada menos.
     


Lógicamente, el artículo provocó un largo debate en el que intervinieron todo tipo de especialistas: filósofos, ingenieros, ecologistas, políticos, economistas, biólogos, antropólogos... Cuarenta años después el problema al que se refería Hardin se ha agravado; en cambio, seguramente podemos convenir en que se equivocaba al realizar el planteamiento. Hay una larga y procelosa literatura sobre el tema en la que no voy a entrar.

Sí me interesa, y mucho, llamar la atención sobre el último párrafo, porque estoy convencido de que en ese verdadero gobierno mundial reside alguna parte de nuestra salvación. No seré tan ingenuo como para decir que es la solución, pero sí tan atrevido como para afirmar que este planeta estaría mejor regentado y administrado de lo que está si la ONU fuera una auténtica asamblea de naciones, si el Secretario General fuese un verdadero jefe de gobierno y si desapareciera de una vez ese club de privilegiados llamado Consejo de Seguridad.

La ONU nacíó como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. Cumplió su papel con esa configuración durante los tensos años de posguerra y guerra fría en la que, para garantizar el equlibrio de los bloques, los miembros permanentes —China, Francia, EEUU, Reino Unido y URSS— tenían la exclusiva capacidad de veto. Fue una solución históricamente razonable. Hoy es una rémora que condiciona cualquier actuación de la Asamblea.

Disponer de propuestas eficaces y de medios de actuación válidos pasa por que cada miembro de la organización disponga de un voto igual de válido, que las decisiones importantes se tomen por mayoría y que la Asamblea General disponga de las funciones propias de un parlamento nacional cualquiera. Solo así podremos llegar a tomar decisiones auténticamente consensuadas y empezar a sentir que hay un patrón que vela por la buena travesía.

sábado, 19 de noviembre de 2016

KARL JENKINS Y SU FAMOSO ADAGIO

Karl Jenkins es un peculiar músico galés difícil de clasificar dentro de un estilo. Comenzó con jazz-rock, pasó por el rock progresivo, se dedicó al campo de la música publicitaria, creó el proyecto Palladio y se embarcó más adelante en el proyecto Adiemus —en latín, nos reuniremos cerca—. Mientras tanto, ha dado conciertos en los Proms, en el Carnegie Hall y en una multitud de países. El Agnus Dei del ya célebre The Armed Man-A Mass For Peace es un clásico contemporáneo. 

Aquí tenéis el estupendo y famoso adagio Palladio en la interpretación de la Orchestra barocca Marco Dall'AquilaSeguro que enseguida se os hace conocida. En los años noventa fue utilizada para un anuncio de diamantes; de hecho, nació así. En la actualidad es la sintonía de presentación de un programa de música clásica. 

Que disfrutéis del sábado y de la música. Es adictiva.


viernes, 18 de noviembre de 2016

CLEMÁTIDE

Clemátide en otoño, después de haber perdido sus flores
Ahí está,
plena de otoño y encanto,
aterciopelada y suave
como un susurro,
mimosa y tierna 
como un brote 
de amor
recién nacido.
Leve de plumas y vuelos
con sus gasas 
arropa otra planta.

No te fíes,
su aparente fragilidad
puede originar tu infortunio. 

jueves, 17 de noviembre de 2016

SAN MIGUEL DE ARALAR

San Miguel de Aralar
San Miguel de Aralar es uno de esos lugares que suelen gustar tanto a fieles como a infieles, a lunáticos como a realistas, a catedráticos del todo como a sabedores de la nada. Es un paraje singular con unas vistas espléndidas, tiene una larga y documentada historia como lugar mágico, dispone de una leyenda que es más interesante que un culebrón, y tiene, además, un valor artístico indiscutible. Todas estas características aportan al sitio un atractivo incuestionable.

Hace poco tiempo pasé por allí y me lo encontré sumido en la niebla. Lo que no es nada extraño, teniendo en cuenta la altitud —más de 1.200 metros—. El fenómeno atmosférico agregaba misterio al misterio, ofrecía un punto más de magia y fantasía a la que de por sí ya tiene. Echándole un poco de imaginación era fácil escuchar el ruido de las cadenas del caballero Goñi o presentir las pisadas de los jentilak.

Para ir degustando la visita antes de hollar un suelo tan cargado de fuerzas telúricas, me permito aconsejar la visita al interior del santuario con vistas en 360º, la lectura de la Leyenda del caballero de Goñi, una visita al románico navarro y una lectura del clásico y encantador libro de BarandiaránMitología vasca. Y feliz visita.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

LAS CALCULADORAS DE ESTRELLAS

Las calculadoras de estrellas es un relato en el que Miguel A. Delgado une la dilvulgación científica, la historia de la ciencia y la emoción propia de la narración para conseguir una novela vibrante en la que se mezclan con destreza la ficción y los hechos históricos.

Por ella desfilan nombres que han sido fundamentales para el desarrollo de la astronomía, aunque, injusticia histórica mediante, muy poco conocidos. Son nombres de mujeres, como Maria Mitchell, Mina Fleming, Annie Jump Cannon, Antonia Maury o Henrietta Swan Leavitt, por nombrar algunas.
Imagen tomada de www.smithsonianmag.com

La novela, además del atractivo de la historia y de la habilidad del autor para contar, nos ofrece la mejor manera de adentrarnos en aquello que se llamó despectivamente El harem de Pickering, y que hoy recibe el nombre menos ofensivo y ultrajante de Las computadoras de Harvard. De ahí el título.

En El ojo crítico presentaron y entrevistaron al autor hace un par de semanas. Aquí tenéis el audio correspondiente. Si quisiérais escuchar el programa completo, no tenéis nada más que pinchar aquí.


Una novela para aprender disfrutando y... para regalar a cualquier tipo de lector.

martes, 15 de noviembre de 2016

METAPINTURA. UN VIAJE A LA IDEA DEL ARTE


Desde hoy mismo y hasta el 19 de febrero de 2017 el Museo del Prado ofrece una exposición sobre la creación pictórica desde los comienzos de la Edad Moderna hasta 1819, fecha en que se abre el propio museo. La exposición es, por tanto, una reflexión sobre la pintura desde la misma actividad pictórica.

¿Qué hay detrás del cuadro? ¿Cuál es la referencia? ¿Por qué aparecen esas alusiones a otros trabajos de artistas anteriores o contemporaneos? ¿Cómo interpretar la referencia mitológica? ¿Qué demanda el artista con su actividad?
Estas y algunas otras preguntas forman parte del itinerario intelectual de la exposición. 

Son 137 obras —22 son préstamos— organizadas en 15 etapas que nos recuerdan las complejas relaciones entre el arte, el artista y la sociedad en la que trabaja. De todas ellas, porque es la que a mí más me gusta, porque tiene un mayor número de lecturas posibles y porque entrelaza espléndidamente el quehacer manual, la reflexión, la técnica, la lectura mitológica y el lema que da título a estas líneas, quiero destacar Las Hilanderas.

Imagen tomada de Wikipedia.
Y aquí, el comentario que nos ofrece Javier Portús, Jefe del Departamento de Pintura Española del Museo del Prado:



Otro comentario distinto, pero muy interesante, realizado por Ángela Molina, podéis encontrarlo aquí.

LAIAK, de Gabriel Narzabal

Gabriel Narzabal,  Laiak, 1984.
Imagen tomada de Wikipedia
La palabra laya en castellano está tomada del euskara laia. Es una herramienta que servía para labrar la tierra en zonas con mucha inclinación —el País Vasco es muy montañoso—, allá donde era muy difícil introducir un arado tirado por animales, por el peligro de caída que implicaba. Tiene dos puntas metálicas que se introducen en la tierra, ayudadas por la presión del pie. Después se gira hacia atrás, para levantar y voltear la tierra. La mecanización del campo las ha convertido en un objeto propio de museo etnológico.

A Gabriel Narzabal (Irún, 1955) le encargó la obra el Ayuntamiento en la década de los 80. Tiene una altura de 4,5 metros, pesa 9 toneladas y está realizada en acero cortén, ese material que tanto le gustaba a Chillida, porque su composición protege la obra de la corrosión originada por los agentes atmosféricos.

El lugar donde se encuentra instalada la obra está muy cerca de la casa taller en la que estuvieron trabajando Oteiza y Basterretxea en la década de los 50. Hoy en lamentable estado de abandono.



lunes, 14 de noviembre de 2016

PAUL ÉLUARD

Me da la impresión de que la poesía francesa está un poco olvidada, de que no tiene entre los hablantes de castellano el atractivo que tenía en los años 50 o 60 del pasado siglo. Posiblemente el desplazamiento del francés por el inglés en la enseñanza tenga algo que ver con esto, lo mismo que ha ocurrido con la canción francesa. Sea una realidad o una impresión mía, Paul Éluard me sumerge más en ella. 

Pregunto a un par de amigos, en plan encuesta, qué es lo que recuerdan de él y me dicen que era un poeta al que Dalí le robó la chica. Ni tan siquiera son capaces de recordar su poema más famoso: Libertad. Pero si busco dentro de la crítica literaria bibliografía sobre el poeta, todo se reduce a este viejo libro que adquirí hace mucho tiempo, publicado en 1973, y con esa encuadernación tan impropia.

No voy a realizar una defensa a ultranza ni de la poesía francesa ni de Paul Éluard. Al fin y al cabo, el único crítico medianamente razonable es el tiempo, pero sí quiero traer algunas palabras del poeta que, en mi opinión, nos indican muy bien con qué tipo de persona estamos tratando cuando nos metemos en la lectura de su poesía.

Éluard comenzó siendo dadaísta, luego surrealista y más adelante, a partir de la Segunda Guerra Mundial, desde que se afilió al partido comunista, poeta de la resistencia y de aproximación a la poesía social, aunque yo nunca me atrevería a incluirlo en este movimiento. 

La verdad es que si tuviera que elegir una sola expresión para hablar del escritor francés, yo diría que era, por encima de todo, una buena persona. Al menos, la información con la que contamos de su actividad en los distintos grupos por los que pasó, sus textos y sus poemas, así nos lo indican. 

De este poeta bueno y esperanzado quiero hoy dejar estas palabras: 

Hay una palabra que me exalta, una palabra que nunca he podido oír sin experimentar un gran escalofrío, una gran esperanza, la más grande, la de vencer a las potencias de la ruina y de la muerte que oprimen a los hombres, esa palabra es: fraternidad.

***
Poesía de Éluard editada en castellano de fácil acceso:

domingo, 13 de noviembre de 2016

8 RAZONES PARA ANIMARNOS A ESTUDIAR

Leo el excelente artículo que Ana Ribera, responsable de comunicación de Pint of Science, ha escrito en el Cuaderno de Cultura Científica para comentar el cartel que han colocado en Citizen Science Center para animar a la infancia a que estudie ciencia. El cartel es el que aparece aquí, a la derecha.

Desde luego, resulta loable siempre cualquier iniciativa para animar al estudio, a la investigación, al conocimiento, a mantener la curiosidad, a cuestionarse la realidad y a buscar respuestas; pero como muy bien nos recuerda Ana Ribera, ese estímulo, ese deseo de saber no pertenece exclusivamente al ámbito científico. Magnificar el estudio de la ciencia y atribuirle cualidades que conciernen a todos los ámbitos del conocimiento es caer en el dogmatismo y la ignorancia. De hecho, ha habido en la historia de la humanidad muchos científicos con muy poco sentido crítico, con escasa capacidad para reponerse (resiliencia) y que han dejado mucho que desear como personas. Pero no voy a dar ningún nombre, porque a nada conduce subrayar lo negativo. 

Sí me parece importante señalar que esas virtudes y beneficios a las que alude el cartel —exceptuando el punto 4º, que pertenece al ámbito de la fantasía—, tal y como nos lo recuerda la autora del artículo, pueden formar parte del estudio "de cualquier otra cosa", ya sea latín, historia, arte, filosofía, música o lo que verdaderamente nos atraiga, pero sin olvidar nunca que el estudio en sí tampoco nos salva de la estupidez, pues este se encuentra democráticamente repartido entre todos los grupos sociales. Y, si me dan a elegir, yo prefiero, como decía Espríu una buena persona ignorante a una mala persona muy sabia.

Animaos a leer el artículo, es un hermoso ejercicio de sensatez.

sábado, 12 de noviembre de 2016

HUMAN, aprendiendo a ser humanos

Human es un documental del fotógrafo Yann Arthus-Bertrand. Fue financiado por la Fundación Bettencourt Schueller y  GoodPlanet se encarga de la distribución. Es de libre acceso, para que cualquier persona que quiera verla, pueda hacerlo; forma parte del sentido de lo humano que tiene Arthus-Bertrand.

Muchas personas de todos los continentes, y de multitud de culturas, nos hablan de forma directa y nos ofrecen sus opinones acerca de los temas esenciales de la vida. Un hermoso tratado, cordial y sencillo, sobre la condición humana.

Para ver, si es posible, acompañados. Son tres vólumenes, así que tampoco es necesario que os déis el atracón y veáis los tres seguidos, pero eso cada cual decidirá cómo hacerlo.





viernes, 11 de noviembre de 2016

LEONARD COHEN SE HA IDO, NOS QUEDA LEONARD COHEN

Teníamos muchos menos años e intentábamos sacar adelante un trabajo sobre Deleuze y su Lógica del sentido. Las ideas no fluían, así que el compañero en cuya casa nos habíamos reunido se levantó de la mesa y colocó un disco de vinilo en el tocadiscos. Antes de que empezara a sonar, soltó: 

—Tal vez el trabajo que hagamos sea una mierda, pero esto es lo mejor que váis a escuchar en mucho tiempo.

Así fue como oí por primera vez a Cohen. Sonaba el disco Songs from a room. Nos envolvió con su voz profunda y su música suave. Ninguno de los que estábamos allí sabíamos inglés, pero cuando llegó The Partisan nos unimos al coro inmediatamente para repetir eso de

Les Allemands étaient chez moi
Il me dit, "résigne toi"
Mais je n'ai pas peut
J'ai repris mon arme
...


Luego pasaron los tiempos partisanos y vinieron muchas más canciones. Todas cálidas, todas hermosas. Yo me fui escorando cada vez más hacia el lado de la poesía y de la música clásica; aún así, siempre que acudo a él en busca de refugio, Cohen me abraza con su voz y me da calor.

Se ha ido. Nos quedan sus canciones.


jueves, 10 de noviembre de 2016

LA ESCRITURA Y EL SILENCIO

No, no voy a escribir acerca de la poética del silencio, sobre la que personas más autorizadas han dicho ya muchas y sustanciosas palabras. Se trata de algo más humilde y menos académico. Incluso menos pretencioso que aquella queja de Vila-Matas en su estupendo El viajero más lento (el arte de no terminar nada). Escribía allí lo siguiente:

EPISODIOS ANORMALES (Diario 16, 11 de mayo de 1991)
   En torno a tres de los más grandes —Gombrowicz, Pessoa y Nabokov— armé este texto que es el único del libro sobre el que, ni a favor ni en contra, nunca nadie me ha comentado nada, lo que me lleva a pensar que es como si el artículo no existiese, como si el propio artículo aspirase a que yo viera en él un episodio anormal.

Efectivamente, es muy desmoralizador escribir un texto (poned aquí cualquier otra actividad que os guste, sea o no sea de carácter creativo) y que nadie diga nada. No pretendo comparar los textos que aparecen en un blog, aunque los hay magníficos, con los artículos que un escritor consagrado ofrece a la prensa. Ni mucho menos. Por otra parte, es fácil comprender que si la respuesta es el silencio, es porque no ha interesado a nadie. Mi lamento va en otro sentido.

Ocurre a veces que después haber dado al botón de publicar, momentos o días más tarde, descubro algún error ortográfico, tipográfico, semántico o de cualquier otra clase. En ocasiones, son errores muy evidentes que cualquiera puede detectar: dos palabras sin separar o mal separadas, una minúscula que debía ser mayúscula, un salto de idea porque he borrado una frase entera y luego no he vuelto a reescribirla... Y no hay ningún alma caritativa que me advierta: Oye, Jesús, que te has comido la hache del verbo haber.

Ya sé que el texto, su corrección y revisión es responsabilidad de quien lo redacta. También sé que una entrada de un blog no tiene otros lectores antes de que se haga público que la persona que lo escribe. Pero es tan desolador y tan humillante hallar un error dos meses después de haber publicado algo, pensar que ha tenido unas cuantas lecturas —no muchas, vamos a ser realistas— y que nadie, absolutamente nadie, se ha atrevido a realizar un ejercicio de generosidad y decir: Anda, chaval, corrige eso.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE BLAS DE OTERO, y 4

Cierro esta pequeña serie de entradas, dedicadas a recordar la obra de Blas de Otero en el centenario de su nacimiento, con el anuncio del recital de poesía que algunas personas de las tertulias poéticas estamos preparando para el día 1 de diciembre. El recital se llevará a cabo a las 19:00 en la Biblioteca Municipal Carlos Blanco Aguinaga. Es de entrada libre y tendrá, aproximadamente, una hora de duración.

Todos los poemas que se leerán en el recital podéis encontrarlos aquí.





martes, 8 de noviembre de 2016

LA LLUVIA


Mi paseo habitual hacia el monte pasa por este tramo asfaltado de uso compartido entre peatones y ciclistas. A primera hora de la mañana suele estar frecuentado por paseantes y por dueños de perros que sacan a sus mascotas. Ayer, en cambio, ofrecía este aspecto. La lluvía había cumplido su misión limpiadora.

Según iba avanzando, me venía a la memoria la larga y hermosa frase con la que C. J. Cela inicia la novela Mazurca para dos muertos. El libro me la devuelve exacta:

Llueve mansamente y sin parar, llueve sin ganas pero con una infinita paciencia, como toda la vida, llueve sobre la tierra que es del mismo color que el cielo, entre blando verde y blando gris ceniciento, y la raya del monte lleva ya mucho tiempo borrada.

Pessoa, portugués genial, morriñoso y múltiple, la lluvia tampoco le hacía mucha gracia y nos dejó un párrafo todavía más hermoso y más triste sobre esta bendita lluvia que todo lo riega en su Libro del desasosiego

Llueve, esta tarde de invierno triste, como si hubiese llovido, así de monótonamente, desde la primera página del mundo. Llueve, y mis sentimientos, como si la lluvia los abatiese, doblan su mirada bruta hacia la tierra de la ciudad, donde corre un agua que nada alimenta, que nada lava, que nada alegra. Llueve, y yo siento súbitamente la opresión inmensa de ser un animal que no sabe lo que es, que sueña el pensamiento y la emoción, encogido, como en un tugurio, en una región espacial del ser, contento de un pequeño calor como de una verdad eterna.
 
No soy persona que se entregue a la nostalgia y la lluvia me gusta, lo mismo que me gustan los días fríos y secos, la luz mediterránea, la transparente atmósfera de algunos días del verano o la profundidad sin fondo de la noche. De todas disfruto, si es que puedo; todas me reconfortan, cada una en su momento.

De la lluvia me gusta, sobre todo, el suave sonido de las gotas en las hojas, el olor que emana de la tierra empapada y la aparente calma en que se sumerge el bosque. Ayer, además, mientras subía camino de la casacada, me enterneció el trabajo generoso de alguna mano amiga que había ido abriendo pequeños canales cada pocos metros, para que el agua fluyera ladera abajo y no convirtiera el sendero en un espontáneo y acaudalado arroyo. 
 
Llegué hasta la cascada, rebosante de agua y de sonido, húmedo regalo de la naturaleza. La memoria de lo simple y lo sencillo me trajo el verso de Neruda:

Caminé
con los zapatos rotos
mientras los hilos
del cielo desbocado
se destrenzaban sobre
mi cabeza,
me traían
a mí y a las raíces
las comunicaciones
de la altura,
el oxígeno húmedo,
la libertad del bosque.

lunes, 7 de noviembre de 2016

DE LA LUNA Y SUS MISTERIOS

Imagen tomada de la NASA
Lunes viene de Luna.

La Luna tiene un poderoso atractivo y ejerce su influencia de forma casi absoluta sobre el género humano. Sin ir más lejos, ya andan circulando todo tipo de mensajes sobre la "Superluna" de noviembre, algunos de carácter informativo y otros muchos absolutamente fantasiosos. Lo que va a ocurrir unas dos horas y media antes de que el día 14 la Luna alcance su fase de llena es que nuestro satélite pasará por el perigeo y tendremos la luna llena más brillante del 2016. Lo que significa solamente eso. Ni la vamos a poder tocar con la mano, ni va a parecer otra cosa que lo que es.

Hecha esta aclaración, vamos con alguna otra, que entre creyentes de todo y negacionistas de otro tanto, habrá que dejar claro que ni en la Luna viven seres extraterrestres, ni es el lugar remoto e imposible que la especie humana jamás ha hollado. 

Desde que comenzó la carrera espacial hasta hoy ha habido 71 misiones espaciales existosas, de las que ocho de ellas han realizado alunizajes, esto es, los vehículos que se mandaron tenían personas dentro y salieron a la superficie lunar —concretamente, una docena—. Todo esto sin contar las que no alcanzaron su objetivo, que son unas cuantas, o las que hay planeadas para un futuro próximo, que también son muchas. Aquí podéis consultar cuántas y cuándo.

Otra cosa es que los honores, el ruido y la gloria se los lleve solamente el primero, como pasa, por cierto en todas las esferas de la vida. ¿Quién se acuerda de los subcampeones?, ¿quién nos cuenta el esfuerzo y los sufrimientos de todas aquellas personas que por unas décimas, por unos papeles, por un cálculo de millonésimas erróneo..., se quedaron a las puertas de la gloria deportiva, social, científica? 

Reflexiones sobre el éxito y la fama aparte, la Luna seguirá siendo igual de hermosa cada vez que aparezca sobre el horizonte y, como diría Feynman, el encanto y la fascinación aumenta si somos capaces de dar razón de algún porqué, de explicar lo que vemos, de descubrir algún dato, alguna relación, algún comportamiento que nos ayude a organizar mejor nuestro conocimiento.

¡Feliz observación!
Fotografía realizada con un teléfono móvil aplicado al ocular 
de un telescopio reflector de 200mm.

domingo, 6 de noviembre de 2016

DOCE LECCIONES DE FILOSOFÍA

Doce lecciones de Filosofía apareció por primera vez como una colección de artículos en el suplemento dominical de Le Monde durante el verano de 1982. El objetivo era facilitar la accesibilidad a una docena de temas filosóficos al gran público, sin menoscabo de la calidad, pues cada uno de ellos sería redactado por un especialista en la materia. La empresa fue coordinada por Christian Delacampagne y rápidamente convertida en libro. La traducción al castellano no se hizo esperar (1983). Estos fueron los temas y los autores:


Tengo mis dudas sobre la eficacia del texto para conseguir atraer el interés del gran público sobre la Filosofía, a pesar de la docena de grandes firmas que participaron, de las que sobresalen Derrida y Levinas, auténticos pensadores de influencia internacional, y es que, salvo honrosas excepciones, muchos de ellos ejercen de gran intelectual a pesar del objetivo del encargo. Pero supongo que este es un mal endémico del pensamiento contemporáneo francés desde que se sumergió en el estructuralismo, pasó al postestructuralimo y naufragó en el posmodernismo.

Sea como fuere, y guste más o guste menos la colección de artículos que el título recoge, tengo que resaltar el triple mérito de haber sacado a flote en su momento una empresa como esta, la oportunidad que ofrece de leer a algunos autores a los que difícilmente leería el gran público y la posibilidad de tener en un formato superreducido algunos de los aspectos por los que se movía el pensamiento francés a comienzos de la década de los 80 del pasado siglo.

sábado, 5 de noviembre de 2016

LAS ALAS DE UNA ALONDRA MADRUGANDO

He dicho en alguna ocasión que soy un lector caótico. Salvo unas líneas muy generales de trabajo que me propongo al comenzar el curso, voy saltando de un libro a otro sin más orden que el de la curiosidad del momento. Las alas de una alondra madrugando —¡qué hermoso título!— ha llegado hasta mí gracias a una cuenta de twitter, la del autor. Se puede decir que soy un usuario de esa red social bastante pasivo. Ahí dejo enlazado lo que escribo en este blog y no le dedico más tiempo. Pero un buen día alguien indicó que le gustaba alguna cosa que ahí había puesto. Persona generosa, sin duda, pues lo ha hecho más de una vez. 

La semana pasada fui a cargar la bolsa a la biblioteca —Celan me exige mucha atención y tiempo— y entre los libros que me llevé para casa estaba el del autor de los me gusta tuiteros, a quien conozco solamente por lo que publica en su cuenta. Pero leer 150 caracteres no es lo mismo que leer un libro. Como tampoco es lo mismo saludar a una persona todos los días cuando coincidimos en el ir y venir diario, que entablar una larga e interesante conversación con ella. 

El poemario ha sido una de las gratas sorpresas del año. Desde el estupendo poema-dedicatoria que abre el libro, y que aquí os dejo, hasta el último de ellos, todos desbordan buen hacer, buen ritmo, imaginación poética, dominio de la escritura y una poderosa invitación a levantar la cabeza y seguir adelante. Una opción perfecta de lectura para las tardes de otoño.


Para mi madre,
que me mostró la puerta y me tendió una llave;
que me enseñó que los únicos caminos
son los que nos acercan a nosotros mismos,
lo demás es arena.

Me dijo:
               escribe con distancia
                                                pero
sin olvidar el cuarzo negro de la mina diaria,
lo marchito y oscuro que ya está en las semillas.

Añadió:
             Vivir es defenderse de la vida,
                                                      y volvió a asegurarlo:
el que mira las olas ya ha vencido el naufragio;
sólo quien se conoce
                     puede oír el silencio que precede a los golpes,
puede sentir el mar que hay en las caracolas.

Me enseñó
                que en cada nombre se esconde lo nombrado;
que en la palabra noche
                             fluyen ríos oscuros de carbón y cenizas,
que cuando digo madera
                               la voz se me puebla de raíces y carne,
que cuando digo te quiero
                           en mi boca despierta la cereza y la lluvia.

Y estas palabras suyas las llevaré grabadas para siempre
             Nada tiene sentido
                                            por eso
              todo vale la pena
                                            porque todo

                       puede ser de la altura que le des a tus pasos.


Para seguirle el rastro: