jueves, 28 de abril de 2016

NAYAGUA, una revista de poesía más que interesante

Revista de poesía del Centro José Hierro
La Fundación Centro de Poesía José Hierro es una institución que, además de mantener vivo el recuerdo del poeta, está dedicada a la difusión de la cultura, y muy especialmente a todo cuanto tiene que ver con la poesía. Mantiene una biblioteca y un archivo, organiza encuentros con escritores, propicia lecturas de poetas, tiene varios premios de poesía, dispone de varias colecciones que ellos mismos publican, y tiene una revista más que interesante que es fácil encontrar en bibliotecas o, en pdf, acudiendo a la página de la fundación y descargándola. 

La revista, como podéis ver si acudís al enlace, es una publicación generosa en contenidos. Contiene abundantes reseñas, noticias, alguna entrevista, comentarios sobre algún poema y mucha poesía, tanto de poetas con una obra ya consolidada como de más jóvenes o menos conocidos, esos que se llaman poetas emergentes. En el último número se encuentran recogidos poemas de Raquel Abend Van Dalen, Lucía Boscá, Claudia González Caparrós, Sara Medina Álvarez, Isabel Navarro, Gema Palacios, Luisa Pallarés e Isabel Piñana

Copio uno de los poemas de Isabel Piñana, el último de los suyos que aparecen recogidos en la revista.


Clausura de los huecos

o la constricción del territorio.

Intimidad
              
              acorralada por las páginas que nombran


todas las ausencias.

Una red tejida en mi contorno.

Escuchar
             
             sin oír ninguno de esos nombres cotidianos:



Isla inhóspita sin lengua. 

martes, 26 de abril de 2016

SER EL CANTO, Vicente Gallego

Vicente Gallego acumula ya una buena cantidad de premios en su haber, casi tantos como títulos publicados. El más reciente es Ser el canto, que recibió el año pasado el XVIII Premio de Poesía Generación del 27 y que desde hace unas pocas semanas se encuentra disponible en las librerías.

Lo he leído sin levantar los ojos de sus versos, como quien tiene sed y bebe agua clara, sumido en el gozo de estar dentro del canto, el gozo de ser y de existir. 

Os dejo el último:

CANTO L

Yo me he sentido amado,
y nadie tomó en cuenta
que no lo merecía, y cobré entero
el jornal de la viña, y vi que nunca
nos ha faltado nada.

Todo está en su primicia, nace nuevo
en el límpido darse de las cosas,
siendo todas la vida en mil especies
de eterna claridad dándose a luz.

¿Son lagrimas, pues queman,
las letras que me escriben? ¿Serán soles
las cenizas al viento de lo escrito?

Ya no sé si era música
la carne, o si una lágrima,
o el gozo de escribirse con la letra
del cuerpo de la vida y ser el canto.


***
En Juan March tenéis una lectura de poemas realizada por el propio autor y un cuaderno donde expone su manera de entender la poesía más un amplia antología de sus versos.

lunes, 25 de abril de 2016

UNA CITA DE DAVID HUME


Dejo una cita del filósofo escocés para la reflexión de cada cual. No para el posicionamiento ideológico y el debate irritado, sino para la lectura sosegada y posterior ponderación.

Los historiadores, e incluso el sentido común, nos informan de que, por muy plausibles que puedan parecer las ideas de una igualdad perfecta, son en realidad impracticables; y de no ser ello así, resultarían extraordinariamente perniciosas para la sociedad. Dividamos las posesiones de un modo igualitario, y veremos entonces cómo los diferentes grados de arte, esmero y aplicación de cada hombre rompen la igualdad. Y si se pone coto a estas virtudes, reduciremos la sociedad a la más extrema indigencia; y en vez de impedir la carestía y la mendicidad de unos pocos, éstos afectarán inevitablemente a toda la sociedad. También se precisa la inquisición más rigurosa para vigilar toda desigualdad en cuanto ésta aparezca por primera vez, así como la más severa jurisdicción para castigarla y enmendarla. Pero, además de que tanta autoridad tendría forzosamente que degenerar pronto en una tiranía que sería ejercida con graves favoritismos, ¿quién podría poseerla en una situación como la que aquí se ha expuesto? Una perfecta igualdad de posesiones, al destruir toda subordinación, debilita en extremo la autoridad de la magistratura, pues reduce todo poder a un mismo nivel, igual que la propiedad. 


Investigación sobre los principios de la moral. Sección tres, De la justicia. Parte II, apartado 23.

sábado, 23 de abril de 2016

LA TEOGONÍA DE HESÍODO

La Teogonía es un relato de la historia d elos dioses de la antigua Grecia que toda persona interesada en mitología griega debería leer y tener a mano. Se inicia con el Caos y la Noche y llega hasta los días en que Hesíodo redactó el poema. No nos ha llegado completa y por eso su lectura resulta a veces un tanto confusa. Nada en cualquier caso, que no pueda suplir una buena edición crítica.

Alejandro Alcalde, en su programa La víspera del infinto, realiza una particular y muy interesante exposición de este clásico imprescindible, aunque no alcance la altura de la majestuosa y eterna Ilíada

Disfrutadlo.

DÍA DEL LIBRO

Me encantan los Día del Libro porque siempre traen alguna sorpresa. Ayer, sin ir más lejos, pasé por la biblioteca y me encontré con que a la entrada de la misma habían "liberado" unos cuantos ejemplares para que se fueran, "presos" de otros dueños, a otras estanterías. Eché un vistazo y me encontré este Zotal egunak, el segundo y último poemario de Joserra Garzia, premio Ciudad de Irun de 1990. Me regaló la tarde.



AITAREN ETXEA

Hamaika urte aitaren
etxea defenditzen eta
diote
maiztergoan zuela aitak etxea
aziendak
soroak
eta pinudiak barne.


Sorpresas te da la vida, la vida te da sorpresas.

DORIS LESSING

Muchos son los méritos de Doris Lessing a pesar de que el omnipotente Bloom opinara lo contrario cuando obtuvo el Premio Nobel en 2007. Tantos, por lo menos, como obras nos ha dejado. Yo, en cualquier caso, el mérito que más admiro y aprecio es que ha tenido la virtud de evolucionar al ritmo de sus pensamientos. Coherente con sus creencias y convicciones, no tuvo ningún reparo en ir cambiándolas a medida que el mundo y ella iban cambiando o, sencillamente, a medida que se iba percatando de que sus convicciones no podían sostenerse en la sociedad en la que vivía.


Fue hija de un oficial del ejército colonial inglés. Nació en la antigua Persia —hoy, Irán—, vivió en Rodesía —hoy, Zimbabwe— y en Inglaterra. Se independizó a los 15 y transitó por el partido comunista hasta que se enteró de lo que estaba ocurriendo en la extinta URSS. En algún momento fue considerada un icono del feminismo. Nos ha dejado casi medio centenar de obras donde aprender la vida a fuertes tragos escépticos.

Alejandro Alcalde, otra vez más, nos hace un retrato estupendo de la novelista.

jueves, 21 de abril de 2016

DÓLMENES DE ANTEQUERA

Suele pensarse que los dólmenes son construcciones de un tamaño medio o pequeño, porque así suelen ser los que estamos acostumbrados a ver; sin embargo, en Antequera (Málaga) podemos visitar unos dólmenes verdaderamente singulares por su tamaño y aspecto. Se puede decir que ahí se encuentra el conjunto dolménico más grande de Europa. Un estupendo sitio para dejarse deslumbrar por estas edificaciones neolíticas.

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía tiene una página dedicada a los dólmenes de Antequera que puede serviros como ilustración de lo que digo, o como motivación para plantearos un viaje hasta la zona. Si visitáis la página, no dejéis de entrar en el tour virtual.





miércoles, 20 de abril de 2016

EL ALMA DE HEGEL Y LAS VACAS DE WISCONSIN

Alessandro Baricco es bien conocido como novelista —Seda fue uno de esos éxitos mundiales que todo novelista desearía tener—, aunque no tanto como ensayista o cineasta. El caso es que oi a un músico recomendar el libro y el lunes acudí a por él a la biblioteca.

El alma de Hegel y las vacas de Wisconsin es, como indica el subtítulo, una reflexión sobre música culta y modernidad. Se compone de cuatro capítulos, que bien podemos leer como breves ensayos independientes, si bien todos se encuentran perfectamente relacionados.

El primer capítulo es una presentación del tema y una exposición de alguno de los males que aquejan a la música culta (clásica) en la actualidad. En el segundo realiza una reflexión sobre el noble arte de la interpretación. El tercero lo dedica a la "Música Nueva" y sus problemas. El último es una invitación a los compositores de "Música Nueva" a que conecten algún día con el público y que retomen el camino abierto por Mahler y Puccini.

Me resulta muy difícil comentar algo más sin desvelar realmente el contenido y la tesis de Baricco, pero exponerla aquí o introducir alguna cita, sería como arruinar su lectura, y el libro no merece ese trato. Lo que sí puedo afirmar es que no va a dejar indiferente a nadie, y más de uno va a sentir una gran liberación cuando lo lea.

Y ya que va de música, os dejaré la hermosísima O mio babbino caro. Cerrad los ojos y disfrutad.

martes, 19 de abril de 2016

LA CAMPAÑA ELECTORAL, de William Hogarth

W. Hogarth: La campaña electoral. Imagen tomada del Museo Sir John Soane's

Una persona un poco harta de la política seguramente no tendrá una buena opinión de ellas, de las campañas electorales —"son todas iguales", "a los políticos solo les interesa el poder", "siempre dicen lo mismo"...—. Aquí, en la pell de brau que diría Espriu, llevamos inmersos en una larga campaña bastante tiempo, aunque, como veremos, son un poco más civilizadas que las de la época de Hogarth.

William Hogarth (1697-1764) dedicó una de sus series satíricas a las campañas electorales. Este óleo es el primero de dicha serie. Está realizado entre 1754 y 1755, cuando en Inglaterra reinaba Jorge II, de origen alemán y que no mostraba mucho cariño por el país del que era monarca: "Ni los pasteleros ingleses saben preparar dulces, ni los músicos ingleses tocar, ni los cocheros ingleses saben conducir un carruaje... Las conversaciones inglesas no valen nada; mientras que todas estas cosas pueden encontrarse en Hannover llevadas a la máxima perfección".

Lo cierto es que en aquella época y en aquel país ya se habían dado los primeros pasos para construir una democracia, los derechos reales habían sido restringidos y el parlamento empezaba a controlar las acciones de los monarcas y desempeñar la función que era y es propia de un parlamento, es decir, legislar. Lo que significa que había grupos distintos elegidos por la ciudadanía. Concretamente dos: whigs y tories... y campañas electorales.

En el cuadro, mientras los whigs están dentro de la sala, la divisa de la bandera —liberty and loyality— y el retrato roto de Guillermo III nos lo indican, los tories pasan por la calle luciendo sus frases —Casaos y multiplicaos a pesar del diablo, Judíos no— y arrojando alguna piedra al interior. Desde dentro, a su vez, arrojan a los de fuera tal vez agua, tal vez orines. Todo muy civilizado.

Ciertamente, las campañas electorales eran bastante salvajes. La de 1754 en el distrito de Oxford, dejó varios muertos y un buen puñado de heridos. Y así queda registrado en esta sátira en la que en primer plano aparece un hombre curando con ginebra la cabeza a otro, quien sostiene en la mano derecha un buen bastón. Seguramente formaba parte de algún grupo de informadores.

Aunque la inmensa mayoría de la población aún no votaba (el sufragio era censitario, esto es, solo los propietarios de tierras tenían derecho a participar), algunos, más politizados o simplemente pagados para actuar en las campañas, como el personaje del bastón, tomaban parte en ellas intimidando y violentando a los contrincantes políticos. Es lo que hoy llamaríamos hacer trabajos sucios.

Más divertida resulta la capacidad de los candidatos para aguantar cualquier situación con tal de conseguir unos votos. A la derecha aparecen dos caballeros. Uno sufre las impertinencias de un tipo sucio que le echa el humo. El otro, además de soportar los arrumacos de una anciana, se quedará sin anillo y sin peluca —parece que era broma típica de la época andar quemándose las pelucas—, mientras aún nos mira sonriente.

Hay muchos más detalles de La campaña electoral que podréis ir descubriendo por vuestra cuenta. Acudid al sitio original y ampliad la imagen. No tiene desperdicio. O acudid a un buen libro de arte que tenga fotografiados los detalles. Y que la campaña electoral no os aplaste.

domingo, 17 de abril de 2016

FELIPE BENÍTEZ REYES en la tertulia de mayo

Ya está subida la colección de poemas que vamos a utilizar como base de la tertulia del próximo 6 de mayo. Podéis acceder a través de este enlace, o bien a través del apartado Tertulias, 2016, F. Benítez Reyes, tanto del apartado superior de este blog, como desde la columna de la derecha del mismo.

En el audio, perteneciente a la lectura que realizó en la Fundación Juan March, en 2006, podéis escuchar los poemas que él mismo leyó.





También está disponible el cuaderno que la fundación publicó con los poemas y la conferencia en la que exponía su forma de entender la poesía, bajo el título Algunas conjeturas inestables.

Cierro esta entrada con uno de los poemas que lee en su ponencia:


ADVERTENCIA 


Si alguna vez sufres –y lo harás–
por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni le perdones:
deforma su memoria el rencoroso
y en amor el perdón es sólo una palabra
que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad,
porque el merecimiento aun de la adversidad mayor
está justificado si fuiste
desleal a tu conciencia, no apostando
sólo por el amor que te entregaba
su esplendor inocente, sus intocados mundos.


Así que cuando sufras —y lo harás—
por alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura.

sábado, 16 de abril de 2016

ARABELLA STEINBACHER INTERPRETA A BEETHOVEN

El Concierto para violín en re mayor, de Beethoven es una de esas obras que forman parte del repertorio actual de muchas orquestas. El 4 de abril de 2009 la Orquesta Sinfónica de RTVE, dirigida por Walter Weller, interpretó esta obra junto con la 6ª Sinfonía. El trabajo de solista corrió a cargo de Arabella Steinbacher, que disfruta del lujo de tocar un stradivarius, tiene una carrera extraordinaria tras de sí a pesar de su juventud y que posee, además, lo que los expertos llaman un oído absoluto.

Un lujo para nosotros poder escucharla.




Si queréis ver con mayor calidad el concierto, podéis hacerlo en el sitio original.

jueves, 14 de abril de 2016

LA TIERRA QUE PISAMOS, de Jesús Carrasco

Tengo sentimientos encontrados con esta segunda novela de Carrasco. Me gusta mucho cómo está escrita y construida, pero no me acaba de gustar lo que nos cuenta. Me atrae la sutileza y elegancia con que escribe, pero no acabo de encajar bien ciertas licencias del argumento. 

Comienzo con lo que no me gusta:
  • Desde que la crisis ecónomica se asentó sobre nuestras vidas, percibo una tendencia a contar historia terribles, muy duras, como si contando lo mal que lo pasan los personajes, fuéramos más responsables y solidarios con las personas de verdad. Me parece una mirada muy superficial y populista, pero allá cada cual.
  • Se me hace poco verosímil en un relato con intenciones realistas que el autor me sitúe en un lugar y en un tiempo muy concretos, pero donde lo que me cuenta es algo que no tiene nada que ver con la historia real. No entiendo por qué utilizar un tiempo histórico concreto si lo que se va a narrar es un acontecimiento posible, pero no histórico. Sacarlo de la historia me parece más sencillo y eficaz.
Y ahora algunas de la propuestas que sí me han gustado:
  • Si en Intemperie construía un relato sólido con muy pocos personajes, en La tierra que pisamos hace otro tanto. Ejemplar es la protagonista —una mujer ya mayor, esposa de un sanguinario coronel retirado— y su transformación a medida que la novela avanza hasta llegar a la plena asunción de las consecuencias que tiene su forma de actuar.
  • La economía de medios que utiliza para contar la historia, así como la organización de la misma me parecen de lo mejor que he leído. Podría pensarse que esa reducción menoscaba el relato, pero no es así. Antes, al contrario, acentúa la intensidad del mismo. ¿Y qué mejor virtud que la que hace que queramos seguir leyendo?
  • La precisión y riqueza del vocabulario, la tendencia a la frase corta, la desaparición de elementos ornamentales, el predominio del verbo y el sustantivo. Todas esas cualidades hacen de La tierra que pisamos una novela enérgica, noble e intensa.
En cualquier caso, sí es cierto que la novela está siendo muy leída. No suelo comprar este tipo de libros, pero cada vez que miraba a ver si estaba disponible en alguna de las bibliotecas de la zona, siempre me encontraba con que estaba prestado y he acabado comprándolo. 

miércoles, 13 de abril de 2016

CREO QUE ME ESTOY HACIENDO VIEJO

A mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.

                     Lope de Vega


No, no es que me queje de casi todo, ni que me sienten mal las comidas, o que esté obsesionado por la salud. De salud ando bastante bien, aunque, como decía el carnicero de mi barrio, una vez pasados los treinta ¿no esperarás que no te duela nada? Incluso mantengo muchas ilusiones que ya tenía o he descubierto ilusiones nuevas. No, no es eso. Lo que ocurre es que se me van acentuando algunas aficiones que podríamos señalar como aficiones de cierta edad avanzada, más propias de la vejez que de la juventud.

Desde hace algún tiempo empiezo a notar que puedo estar mucho tiempo solo sin aburrirme en absoluto. Es más, puede que me dé cierta pereza acudir a una reunión, a una comida o a algún otro evento social, si estoy leyendo un libro que verdaderamente me interesa. Vamos, que por preferir, prefiero el diálogo con Virgilio al que establezco con mis congéneres vivos. Y esto parece que es un síntoma de vejez.

Y ya puestos a confesar debilidades de socialización, puedo incluso preferir en algunas circunstancias un paseo por el monte en soledad a uno acompañado. Perderme entre la flora y la fauna de un lugar, mientras voy y vengo con mis soledades, es una inclinación que percibo con mayor intensidad con el paso de los años.

Podría decir que si estoy enredado con algún pensamiento que intuyo medianamente interesante, de esos que al principio solemos valorar como estupendos, de los que creemos que se van a plasmar en un precioso poema, en una idea brillante... y que la mayoría de las veces no van a ninguna parte, tengo que hacer un gran esfuerzo para atender al resto de los humanos que me rodean.

Hace años, desde luego, podía abandonar cualquier tarea por una inmersión en un fiestorro, en una juerga o en cualquier otro acontecimiento social. A los veinte, darle vueltas a una idea me producía más aburrimiento que diversión, si no era incluso malestar, y lo consideraba una tarea plana y sin encanto. Si estaba en casa, quería salir de ella. Si me encontraba solo, buscaba compañía. 

Otro tanto podría decir de la música, de alguna música. La clásica sin ir más lejos. Me fastidia tener que dejar de escuchar a Beethoven para enredarme en una reunión de vecinos, por ejemplo. Incluso soy capaz de buscar otra interpretación para comparar cuál de las dos me gusta más, con tal de no acudir a la melodía de las discrepancias.

No sé, amigos, creo que me estoy haciendo viejo. La preferencia de lo armónico sobre lo disonante se acentúa con el transcurrir de los años. O tal vez sea, simplemente, que me he hecho mayor. Sed benévolos y disculpad mis manías.

martes, 12 de abril de 2016

EL AMANTE DEL VOLCÁN, de Susan Sontag

Durante las pasadas vacaciones he vuelto a leer El amante del volcán. No se me ocurre mejor incitación a su lectura que extraer unas cuantas citas. Creo que el mejor homenaje es recordar sus palabras. 

Lo que la gente admiraba entonces era un arte (cuyo modelo era el clásico) que minimizaba el dolor del dolor. Mostraba a personas capaces de mantener el decoro y la compostura, incluso en medio de un sufrimiento monumental.
Nosotros admiramos, en nombre de la veracidad, un arte que exhibe la máxima cantidad de trauma, violencia, indignidad física. (La pregunta es: ¿Sentimos estas cosas?) Para nosotros, el momento significativo es el que más nos perturba (p 306).

Nada es más odioso que la venganza (...) Parece que las estrellas conspiran para obligarme, a pesar de mí mismo, a convertirme en una persona cruel. ¡No, no obtendrán esa victoria! (p 322).

Sabemos de los muy malos y listos, y de los muy buenos y crédulos.
Pero qué hay de los otros: aquellos que no son ni malvados ni inocentes. Sólo personas normales e importantes, que se ocupan de sus importantes asuntos, esperando pensar bien de sí mismos, y que cometen los delitos más atroces (p 324).

Dignidad o miserable servilismo, nada alterará lo que los implacables vencedores decretan, convirtiéndose a sí mismos en una fuerza de la naturaleza. Tan inconmovibles por la compasión como el volcán. Misericordia es lo que nos lleva más allá de la naturaleza, más allá de nuestras naturalezas, que siempre están abastecidas de sentimientos crueles. Misericordia, que no perdón, quiere decir no hacer lo que la naturaleza, y el interés personal, nos dice que tenemos derecho a hacer. Y quizá tenemos derecho, como también poder. Cuán sublime no hacerlo, de todas formas. Nada hay más admirable que la misericordia (p 325).

A pesar de toda mi certidumbre, temí que nunca sería lo bastante fuerte para comprender lo que me permitiría protegerme a mí misma. En ocasiones tuve que olvidar que era una mujer para llevar a término lo mejor de lo que era capaz. O me mentía sobre lo muy complicado que es ser mujer. Todas hacen lo mismo, incluyendo a la autora de este libro. Pero no puedo perdonar a aquellos a quienes sólo importaron su propia gloria o su bienestar. Pensaban que eran civilizados. Fueron despreciables. Malditos sean todos ellos (p 427).

Si lo deseáis, podéis leer un extenso y aclaratorio comentario sobre la novela aquí.

domingo, 10 de abril de 2016

CAMACHUELO COMÚN

Imagen tomada de Silvestrismo Moy Vergara
Este pájaro es un camachuelo. Un camachuelo común. Dicho así parece algo sin importancia, pero si recurrimos al nombre científico, parece, en cambio, otra cosa, algo con empaque y solvencia: pyrrhula pyrrhula, como si fuera un título nobiliario o el nombre de una fórmula química capaz de salvar a la humanidad de algún daño terrible.

Un camachuelo común me ha estado visitando con cierta asiduidad a lo largo de estos últimos meses. Antes de esas visitas lo ignoraba todo de él, hasta si podía haberlo visto antes o no. No creo, ¡su color rojizo-anaranjado es tan vivo, tan llamativo! Ahora sé algunas cosas y añoro el momento de volver a encontrarlo saltando de rama en rama del ciruelo.

Me dice la Wikipedia que es uno de los paseriformes más extendidos de Europa. Como mi latín nunca estuvo en buena forma y hoy lo tengo absolutamente olvidado, acudo al diccionario de la RAE y descubro con cierta decepción que lo que significa paseriforme es que tiene forma de gorrión (passer, -eris: gorrión) y que paseriforme significa, por tanto, que tiene aspecto de pájaro. ¿No es un poco tonto que haya una palabra para decir que un pájaro tiene aspecto de pájaro?

La verdad es que prefiero olvidarme del latín, de si suena o no importante el nombre, de si es un pájaro que tiene forma de pájaro o de si su pío-pío parece más un chillido que un hermoso y suave canto de ave canora. Prefiero pensar en él como mi descubrimiento de esta temporada y seguir recordando el desayuno al lado de la ventana disfrutando de sus saltitos y su poco atractivo piar. 

Menos mal que la belleza, al igual que el cariño, es subjetiva. Eso me permite dedicar a mi camachuelo común El cant dels ocells, no tanto para que vaya aprendiendo, cuanto para demostrarle mi admiración por su belleza.


viernes, 8 de abril de 2016

VOCES DE CHERNÓBIL, de Svetlana Alexiévich

De nuevo estamos en la reserva, vivimos en el campo de concentración. En el campo de Chernóbil. Gritan como un slogan en las manifestaciones, o escriben en los periódicos: "Chernóbil ha destruido el imperio". Ha sido la prueba que nos ha liberado del comunismo. De las proezas..., de las hazañas más parecidas a un suicidio..., de las ideas horrorosas. Ahora ya lo comprendo. Proeza es una palabra inventada por los gobernantes. Para personas como yo. Pero yo no tengo nada más, nada más que esto. Yo he crecido entre estas palabras, entre estos hombres. Todo ha desaparecido; esta vida ha desaparecido. ¿A qué asirse? ¿Con qué salvarse? No tiene sentido sufrir de este modo. Solo sé una cosa, que ya nunca más seré feliz. Testimonio de una maestra, esposa de uno de los movilizados para "limpiar" la zona tras el desastre de Chernóbil (p 298).

Voces de Chernóbil, como muy bien recoge el título es un libro construido con cientos de testimonios de personas que vivían en la zona o que fueron enviadas allí para realizar algún trabajo —evacuar a la población, limpiar, enterrar elementos, matar animales—. Son testimonios recogidos diez años después de la catástrofe.

Posiblemente habréis visto algún documental sobre el tema, o leído, en su tiempo, sobre el pavoroso desastre ocurrido en 1986. Este libro es diferente, pues en él solamente aperecen testimonios de las personas que lo sufrieron y lo continúan sufriendo. Madres, aldeanos, viejos, jóvenes, niños, científicos, técnicos, gente común y corriente, cargos políticos, van ofreciendo sus sentimientos y su perplejidad.

No puedo decir si Svetlana Alexiévich escribe bien o mal. Supongo que sí, pues el año pasado le dieron el Premio Nobel. Sí puedo afirmar que transcribe estupendamente y que con la polifonía recogida ha elaborado un texto grandioso, la mejor fuente de información sobre el suceso y sus consecuencias que imaginar se pueda. La mejor manera de escuchar a la población.

Siendo como es un libro sobre las consecuencias de la catástrofe de Chernóbil, en él podemos leer muchas más cosas a poca atención que pongamos. Lo primero que salta a la vista es la perplejidad y la falta de respuestas en la que vive sumida la población que lo sufrió. En los relatos de la spersonas entrevistadas se repite continuamente expresiones del tipo "no entiendo", "no comprendo", "no sé".

Diez años después, continuaban sin comprender qué es lo que exactamente les había ocurrido, salvo que su vida ya no era la misma y nunca lo volvería a ser. Solo saben que el mundo se ha partido en dos: estamos nosotros, la gente de Chernóbil, y están ustedes, el resto de los hombres. ¿Lo ha notado? Ahora entre nosotros no s epone nunca el acento en "yo soy bielorruso" o "soy ucrabniano", "soy ruso"... Todos se llaman a sí mismos habitantes de Chernóbil. "Somos de Chernóbil". "Yo soy un hombre de Chernóbil". Como si se tratara de un pueblo distinto. De una nación nueva (p 193).

400 páginas impresionantes, desoladoras e imprescindibles.

jueves, 7 de abril de 2016

EL UNIVERSO CERVANTES EN RTVE



RTVE acaba de abrir un espacio en internet con la intención de celebrar el cuatrocientos aniversario de su muerte. Es un lugar enorme donde quieren recoger cuantas noticias tengan como tema central al escritor, documentales sobre su obra o su vida, espacios interactivos, audios, vídeos, adaptaciones de diverso tipo, reportajes...; en fin, de todo.

De entre todos los recursos que ponen a nuestro alcance, yo destacaría el portal 400cervantes.es desde donde se puede acceder al programa de actividades que ya están desarrollándose, o a los documentos que la Biblioteca Nacional ha digitalizado y se encuentran a disposición de todo el mundo.

Se trata, en definitiva, de un espacio tan gigantesco, que lo mejor es que entréis vosotros mismos, descubráis qué es lo que os puede interesar y cojáis lo que más os apetezca, pues casi todos los elementos son exportables, como esta adaptación cinematográfica de la novela ejemplar La española inglesa.


miércoles, 6 de abril de 2016

12 BUENAS RAZONES PARA LEER A CERVANTES


  • La gitanilla, 
  • El amante liberal, 
  • Rinconete y Cortadillo, 
  • La española inglesa, 
  • El licenciado Vidriera, 
  • La fuerza de la sangre, 
  • El celoso extremeño, 
  • La ilustre fregona, 
  • Las dos doncellas,
  • La señora Cornelia
  • El casamiento engañoso y 
  • El coloquio de los perros

Tiene la desgracia Cervantes de que muchas personas creen que es autor de un solo texto, El Quijote, y que además, como es muy largo y de hace mucho tiempo, no lo leen, o leen exclusivamente los fragmentos que nos obligan a leer cuando somos estudiantes. Triste estado el de un escritor genial que se ve relegado al oscuro mausoleo del reconocimiento sin ser leído nunca o solamente en aquellos párrafos que le tocan a los lectorees voluntarios que participan en su lectura el Día del Libro.

Pero Cervantes no es autor de una obra única. Sus Novelas ejemplares serían motivo suficiente para figurar en la Historia de la Literatura. Son 12 buenos motivos para leer a este autor tan nombrado como falto de lectores reales. Se trata de relatos cortos —La gitanilla es la más larga de todas y no supera esa adscripción—, de lectura rápida y vivaz. De todas ellas, mis preferidas son El licenciado Vidriera, Rinconete y Cortadillo y El coloquio de los perros. Descubrir cuál es la vuestra puede ser una excusa para acercaros por primera vez a Cervantes, si aún no lo habéis hecho.

Aquí podéis encontrar desde ediciones muy baratas hasta de coleccionista.

martes, 5 de abril de 2016

UN PASEO POR TIERMES




Lo primero que nos recibe al llegar al Yacimiento Arquológico de Tiermes —si es que os habéis saltado el museo y centro de interpretación— es la ermita románica de Sta Mª de Tiermes, obra del siglo XII y señora del lugar. Los doce capiteles del pórtico son estupendos. 


Después de la sorpresa de la ermita y la necrópolis medieval, el segundo recibimiento es el que nos hace el silencio, el profundo silencio de la zona, solamente roto por el canto de algún pájaro —a mí me recibió el del cuco— o el ulular del viento. 

Hechas las presentaciones y comprobado que el lugar desprende encanto por todas sus piedras, lo mejor es dejarse llevar por el itinerario sugerido en los propios paneles o por el que ofrece la guía que ha elaborado la Asociación de Amigos del Museo de Tiermes y que podéis descargar aquí.
Graderío excavado en la roca
Ya metidos en pleno recorrido, estas son algunas de las pequeñas sorpresas que el sitio nos depara a medida que avanzamos por él: el foro, las tiendas, la casa del acueducto, las viviendas rupestres, la cavea... Hay algo formidable y extraño en un lugar que sabemos que ha sido habitado y del que solo quedan unos pocos restos y un profundo silencio. 

Repito lo del silencio, porque es real, al menos cuando yo estuve. El hecho de que esté alejada de cualquier población y de que el día que yo pasé no hubiera nadie, realmente dota a esta antigua ciudad, primero celtíbera y más tarde romana, de un encanto especial, más allá del que las piedras, por sí solas, pueden transmitir.

Entrada al acueducto
 Y, por supuesto, no dejéis de recorrer los 140 metros de acueducto. Hay un aviso para los que sienten claustrofobia, pero una simple linterna de teléfono es suficiente para dejar a un lado el posible sentimiento de ahogo. En cualquier caso, superados los primeros 70 metros, las rejillas superiores permiten movernos por él sin necesidad de ayudas luminosas.


Interior del acuducto
Si además sois aficionados a la astronomía, sabed que todos los veranos, a primeros de septiembre, se celebran allí unas jornadas astronómicas, con observación nocturna, intercambio de experiencias, talleres y, cómo no, visita guiada al museo y yacimiento.

lunes, 4 de abril de 2016

EL ÁRBOL, de John Fowles. Hermoso e imprescindible

Resulta difícil clasificar este hermoso libro de John FowlesLa mujer del teniente francés—. Él lo subtitula como ensayo sobre la naturaleza y sinceramente creo que es el mejor subtítulo que se le puede dar. Sin embargo, y a pesar de todo, es tal calidez del texto, está tan lleno de elementos personales, tiene tanta carga poética, que a mí se me hace muy difícil leerlo como un ensayo. Es cierto que hay reflexión y análisis, pero está tan impregnado de la mirada, del estilo y del buen hacer del escritor creativo que el texto huye continuamente de esa etiqueta. Y por encima de todo, el libro es una estupenda declaración de amor a la naturaleza, encarnada en su ser vivo más admirable: el árbol.

Comienza Fowles recordando la infancia y la habilidad de su padre para cultivar esas típicas microjardines ingleses situados en la parte trasera de las casas. De allí extraía unas peras y unas manzanas exquisitas. De allí extrajo el niño Fowles su anhelo por los espacios abiertos y naturales, no explotados por el ser humano. De allí y del descubrimiento, por oposición al huerto familiar, de los bosques de Devon. El libro culmina su tesis —si todo indica que es un ensayo, pero...— con un breve y apasionado capítulo dedicado al bosque de Wistman. Leerlo abre de forma inmediata el deseo de estar allí.

También hay quien ve esperanzas en las soluciones racionales, basadas más en la educación y el conocimiento, en la administración y en la legislación. Por mi parte, les deseo lo mejor, pero soy pesimista al respecto. Nunca podrán reparar por sí solos los destrozos que han causado ya la ciencia y la "razón". Mientras sigamos considerando que la naturaleza es algo que está fuera de nosotros, que está más allá de nuestras fronteras, como un elemento extranjero, apartado, la habremos perdido por completo, tanto en el exterior como en nuestro interior. Es imposible separar esas dos naturalezas: la privada y la pública, la humana y la no humana, del mismo modo que jamás podremos entender la naturaleza, o la vida misma, por medio de otra persona, a través d elos ojos de otros o de las experiencias de otros, indirectamente. Y en última instancia, no nos pueden ayudar ni el arte ni la ciencia, por muy grandiosos, por muy profundos que sean (p. 89).

domingo, 3 de abril de 2016

RUTA BASTERRETXEA, OTEIZA Y ZUMETA EN LAS CALLES DE IRÚN



Basterretxea: Homenaje a Paletas "Vasquito"
Tal vez por tener a mano el Museo San Telmo, tal vez porque aún falta mes y medio para que retiren la exposición o tal vez porque los acontecimientos suceden dentro de un caos más o menos soportable, lo cierto es que ya he visitado la parte bilbaína, pero todavía no he pasado a visitar la sección donostiarra de esta muestra cuyos protagonistas principales son los artistas que en los años 60 y 70 colocaron al País Vasco en el panorama internacional por derecho propio.
Casa taller de Oteiza, 1958

El caso es que aprovechando el tirón de la misma y porque en casa tengo quien me informe directamente y me saque los colores a causa no sé si de mi ignorancia o mi desidia, una vuelta por la ciudad de la mano de quien sabe —gracias, Irene— me ha puesto ante los ojos algunas obras que ya conocía, pero que no había "mirado", otras que desconocía y otras más que da tristeza mirar ante el lamentable estado de abandono en que se encuentran.
Oteiza: Arista vacía

Lo primero que se me ocurre decir es que resulta penoso cómo podemos abandonar de tal manera el patrimonio que poseemos. El estado en que se encuentra la que fue casa taller de Oteiza es sencillamente lamentable. Los muchos años de abandono y la invasión de todo tipo que ha sufrido hacen de ella cualquier cosa menos un recuerdo digno.

Aunque no en la misma medida, pero también en un estado muy deteriorado se encuentra el mural de Zumeta, que ha perdido parte de las piezas y le crece alguna que otra planta en los intersticios de la obra.


Mural de Zumeta,  1968
La estela del Puente Internacional, vandalizada y reparada en alguna ocasión, aunque se aprecian claramente las grietas, se encuentra en mejor estado, sin duda por ser un bloque sólido de piedra.


Basterretxea: Fuente
Oteiza: Estela
El resto de las obras, en general, se encuentran en un relativo buen estado, aunque los años y el poco caso en lo que corresponde al mantenimiento, no hace de ellas un dechado de virtudes y esplendor. La fuente de Basterretxea, por ejemplo, no siempre funciona y en algunas ocasiones parece un contenedor de plásticos y papeles.

Decía Larra, hace ya muchos años, que escribir en Madrid era llorar. Tal vez no solo en Madrid y en aquella penosa época escribir significara llorar. Tal vez, y me gustaría pensar que no es así, crear en el País Vasco sea también en esta época un largo y sentido lamento.

sábado, 2 de abril de 2016

SOBRE D'ARTAGNAN, LOS JACOBINOS Y LOS PARTISANOS (Un paseo por Auch)

De entre las muchas cosas buenas que pueden tener los viajes una de las que más me agradan es las sorpresas que nos pueden aportar. 

Mi paso por Auch, además de otros recuerdos, me ha dejado estas tres que podéis ver aquí: un recuerdo de D'Artagnan, otro de la revolución francesa y uno más de la resistencia a la ocupación nazi.

Al "cuarto" mosquetero todo el mundo lo conoce porque se han hecho infinidad de adaptaciones cinematográficas y hasta dibujos animados. Dumas, en el tercer párrafo de su famosa novela, lo describe así: 


Un joven..., pero hagamos su retrato de un solo trazo: figuraos a don Quijote a los dieciocho años, un don Quijote descortezado, sin cota ni quijotes, un don Quijote revestido de un jubón de lana cuyo color azul se había transformado en un matiz impreciso de heces y de azul celeste. Cara larga y atezada; el pómulo de las mejillas saliente, signo de astucia; los músculos maxilares enormemente desarrollados, índice infalible por el que se reconocía al gascón, incluso sin boina, y nuestro joven llevaba una boina adornada con una especie de pluma; los ojos abiertos a inteligentes; la nariz ganchuda, pero finamente diseñada; demasiado grande para ser un adolescente, demasiado pequeña para ser un hombre hecho, un ojo poco acostumbrado le habría tomado por un hijo de aparcero de viaje, de no ser por su larga espada que, prendida de un tahalí de piel, golpeaba las pantorrillas de su propietario cuando estaba de pie, y el pelo erizado de su montura cuando estaba a caballo.

La ciudad de Auch conserva también una fuerte presencia jacobina. Allí se encuentra uno de los más antiguos de Francia, el Museo de los Jacobinos, instalado en un convento de los dominicos desde el 16 de diciembre de 1793. Además de contener en la actualidad una estupenda colección de cerámica precolombina, conserva esa deliciosa incripción sobre el dintel de lo que era la puerta de acceso al antiguo convento: Iglesia de los Jacobinos. Ahí es nada.

(Si desconocéis el origen del término jacobino, el enace con Wikipedia os aclarará el porqué del mismo).

Y la tercera de las sorpresas es la que se refiere a la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Halla su lugar en el edificio que aparece en la imagen de la derecha, pues fue ahí donde se imprimió por primera vez el Canto de los partisanos, concretamente el 25 de septiembre de 1943, según se indica en la placa que hay en la entrada.

Y aquí lo tenéis en la voz de Ives Montand —la historia del mismo, la letra y la traducción al castellano, como casi siempre, en Wikipedia—: