"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
lunes, 30 de diciembre de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 19
viernes, 13 de diciembre de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 18
La muerte no se vive .
Si por eternidad se entiende no una duración temporal infinita, sino la intemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente.
Nuestra vida es tan infinita como ilimitado nuestro campo visual.
Wittgenstein, Tractatus Logico-Philosophicus. Traducción: Enrique Tierno Galván.
No le perturba el fracaso aunque lo haya perdido todo.
jueves, 5 de diciembre de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 17
4-12-2024, 18:06. |
4-12-2024, 18:09 |
La luna siempre es un regalo, más si se encuentra acompañada; en este caso, por Venus.
Así se veían en el cielo durante los primeros momento del anochecer, cuando todavía quedan restos de luz y la noche se muestra perezosa.
Tirando de zoom, el objetivo se centra en la luminosidad de la luna y el cielo del entorno lunar se oscurece... y se comienza a apreciar la luz cenital (reflejo de la que nuestro planeta), y podemos intuir el resto que permanece a oscuras.
El regalo del día viene acompañado por este otro que encontré hace algún tiempo en Mi primer libro de lectura, de la Biblioteca Nacional de Maestros de Argentina, compilado por Manuel Guzmán Maturana. Es un libro de comienzos del siglo XX (la primera edición data de 1905) con los que se enseñaba a leer inspirando amor por la lectura.
En él, en la página 66 (70 del pdf), me encontré este poemita infantil de Gabriela Mistral que hace una excelente compañía a la creciente luna de ayer.
LA LUNA
— ¡Madre, esta luna tan blanca,
¿es lirio o vellón sedoso?
— Puede ser vellón o lirio,
puede ser rostro curioso.
— Madre, la luna menguante,
¿por qué decreciendo está?
— Porque se gasta, vertiendo,
cual leche, su claridad.
— Madre, esta luna, ¿qué se hace
cuando deja de salir?
— Puede estar viendo a otros niños,
asomada a otro país.
—Madre, ¿por qué su luz cae
con callada suavidad?
—Porque es la luna una madre,
de divino acariciar.
—Madre, ¿por qué ha de llegar
cuando la noche ha caído?
—Porque la mandan velar
sobre los niños dormidos.
jueves, 28 de noviembre de 2024
REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 16
jueves, 22 de agosto de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 15
Es sorprendente la gigantesca diversidad de la belleza que nos sale al paso un día cualquiera en cualquier lugar. No es necesario que salga un día con una luz espléndida ni que estemos en un paraje extraordinario ni que el momento sea el más adecuado para apreciarla, aunque esas circunstancias, claro, pueden ayudar a que seamos más receptivos o conscientes.
Las flores, por supuesto, ayudan, pues ellas mismas son objetos bellos en sí mismas y disponen de numerosas cualidades para atraernos: forma, color, aroma. Raro es encontrar una persona a la que no le guste ninguna flor. Pero el regalo del día no viene dado por ninguna de las cualidades intrínsecas de, en este caso, esas blanquísimas correhuelas, sino por la manchita que descubrí en la primera de ellas cuando la vi en la pantalla del ordenador.
La correhuela, según dicen, es una mala hierba que aparece de manera silvestre en los sitios más insospechados. En este caso debajo de la monumental estructura de cemento de la autopista. En un no-lugar donde crecen otras plantas silvestres que se van cediendo el protagonismo a medida que pasa el tiempo y vamos cambiando de estación.
Me gusta que en sitios como esos, abandonados a su propia suerte y aparentemente muy inhóspitos, esté presente la vida y, además, se prodigue en formas muy diversas. Entendámonos, no es la selva tropical ni existe una biodiversidad que pueda constituirse en reserva biológica del planeta.
Por supuesto que no, pero me resulta conmovedor y fascinante que entre montañas de hormigón y asfalto se levanten unas hermosas flores blancas con todas sus funciones biológicas a pleno rendimiento y que, además, sirvan de casa, de territorio a explorar, o de lo que sea, a esa diminuta araña roja, que es la que pude ver cuando pasé la imagen a la pantalla grande del ordenador.
Y es que la vida, y ese es el regalo, se abre paso por encima y a pesar de todas las condiciones adversas. Aceptarlo, apreciarlo y disfrutarlo es ya cosa nuestra.Más regalos sin palabras:
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jueves, 30 de mayo de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 14
jueves, 25 de abril de 2024
REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 13
viernes, 29 de marzo de 2024
REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 12
lunes, 12 de febrero de 2024
REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 11
Después de un sábado con viento y lluvia, ayer por la tarde salió un día luminoso, de esos que embellecen cuanto tocan. El día perfecto para que las distintas clases de magnolias que florecen en invierno brillaran con sus más hermosos colores. La contundencia y belleza de sus flores es tal que les da lo mismo aisladas, en grupo, contra el cielo azul de fondo, a contraluz o como sea. Ellas están hermosas siempre.
El invierno no tendrá la exuberancia colorista de la primavera, pero lo que ofrece es magnífico y se aprecia mejor, porque nos lo da de forma más singularizada, como estas delicadas y diminutas campanillas de invierno, que son mis preferidas, y a las que cada año espero como si fueran la señal de que, efectivamente, un nuevo año ha comenzado y todo está en orden y en su sitio.