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miércoles, 5 de noviembre de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Fray Luis de León)

#unlibrounpoema

Por extraño y  miserable que pueda  parecer este es el único libro —si es que a este cuadernillo mal encuadernado y con un papel de muy baja calidad puede atribuirse el nombre de libro— que yo poseo de Fray Luis de León (1527-1591). Ni la magnífica edición de Castro, ni la que editó Cátedra de la mano de Alcina, ni la de Planeta, que corrió a cargo de Ángel Custodio Vega. Tengo este que un diario sacó para acompañar seguramente al ejemplar de algún fin de semana, hace ya más de treinta años —esto lo sé porque en los créditos aparece el año de publicación, 1991, es decir, para conmemorar el cuatrocientos aniversario de la muerte del poeta—.

Como decían los manuales de bachillerato de mi época de estudiante, fray Luis de León perteneció a la escuela salmantina, siempre de expresión más sobria y próxima a los clásicos que la escuela sevillana, cuyo representante más alto fue Fernando de Herrera

A mí lo que más me gusta de su poesía es la extraordinaria sencillez y limpieza del lenguaje con que compone. Todo es claro y llega de forma inmediata. Formas simples y muy depuradas. 

Hoy dejo aquí las magníficas liras cantando las bondades de la vida retirada:
 

¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.

Del monte en la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.

Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.

Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo.

El aire el huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea
con un manso ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido.

Téngase su tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.

A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien abastada
me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.

Y mientras miserable-
mente se están los otros abrazando
con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.

A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.

Y si estás por Madrid, tal vez te pueda interesar esto.
***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

martes, 4 de noviembre de 2025

TALLER DE ESCRITURA POÉTICA, 2



Aquí dejo algunos títulos que pueden ayudarnos a entender mejor qué es eso a lo que llamamos poesía, cuáles sus recursos y cómo utilizarlos para no caer en el prosaismo ni en el lugar común. No todos son fáciles de localizar, algunos están descatalogados, pero siempre están las bibliotecas y las librerías de segunda mano. 

Los comento muy brevemente:

En mi opinión, este es el método más creativo, el que ofrece mayor cantidad de información para sentarse serenamente y reflexionar sobre ella. Aborda muchísimos puntos de vista y ofrece en forma de "Notas" una ingente cantidad de máximas que podrían dar escribir numerosos libros sobre la poesía. 

El buen humor y la ironía están presentes desde el título. El método no es lo que se podría entender precisamente por fácil ni rápido. La advertencia inicial incide en lo del humor y la ironía: 

ADVERTENCIA
Todos los libros de teoría literaria resultan aburridos, porque son falsos y pedantes.
Espero que éste también lo sea.

Como se puede deducir del tomo I, existe un tomo II. Está publicado en Pre-Textos, en Luna Libros. El autor, Jaime Jaramillo, tiene subido el tomo I en su página web.



Introducción básica a la poesía (en el enlace está el texto completo) es exactamente eso, un magnífico libro que aborda todos los aspectos básicos (y no tan básicos) de la poesía. Es lo que podemos entender como un manual de nivel universitario, tal vez más práctico para un estudiante de Filología Hispánica, pero extraordinariamente útil para quien practique la escritura poética, ya que el conocimiento sobre el género le va a aportar seguridad y una amplia cultura del territorio por el que se mueve o quiere moverse. De los libros que aquí aparecen, este sería el que tiene un estilo y un contenido más académico.

Todas sus páginas, muy bien escritas, nos recuerdan que la poesía no es otra cosa que la respuesta emocionada de nuestro ser —cuerpo y espíritu, mente y corazón— a los estímulos de la bondad, la verdad y la belleza del mundo.

Publicado en 2019, es muy fácil de conseguir.


De los seis títulos que hay aquí, este es el que podría responder mejor a la idea de un libro práctico o manual sobre la escritura poética —el subtítulo así lo indica—. Cada capítulo ha sido redactado por una persona especialista en el tema y todas ellas han impartido o imparten talleres de escritura. 

Aunque los capítulos puedan resultar de diferente interés para alguien que se inicie, tiene de bueno la gran variedad de puntos de vista y, especialmente, la intensa actualidad desde la que está escrito, tanto en ejemplos, como en modelos y tendencias dentro de este mundillo.

Es una auténtica novedad —septiembre, 2025—, lo que hace de él un libro perfectamente encontrable.


De la media docena de textos expuestos aquí, este es el más informal y creativo. 52 maneras distintas de explicar como se hace un poema. Pero recordad que el poeta es un fingidor, lo que quiere decir que no siempre dice lo que estamos esperando que diga o lo dice de tal forma que , en un principio, puede descolocarnos un poco... o un mucho. 

Casi todos utilizan un poema propio para contar aquello que desean contar, que puede ir desde los alrededores previos al poema hasta el juego de elementos reales e imaginarios que concurren en él. 

Posiblemente, tenga más valor para iniciados que para neófitos, pero tiene el encanto de que son los creadores quienes abordan el tema, lo hacen desde su propia manera de trabajar y en un solo texto tenemos 52 estilos diferentes.   
 

Este es un auténtico clásico (1936), de la escuela alemana. Johannes Pfeiffer (1902-1970) fue un filósofo y un gran conocedor de los estudios literarios, eso le hizo alternar trabajos sobre literatura y trabajos sobre filosofía.

El libro tien tres capítulos. En el primero, Captación,  se ocupa de las herramientas típicas del lenguaje poético: metáfora, el ritmo, la melodía... En el segundo, Valoración, se dedica a desentrañar lo que, desde su punto de vista, es poesía y lo que no es poesía. También tiene interesantes reflexiones sobre el lenguaje y el quehacer poético. La tercera, Interpretación, está dedicada a reflejar lo que la poesía nos da, que no es una cuestión baladí. Todo ello sazonado con multitud de ejemplos y muy bellamente escrito. Sabiamente, la traductora, Margit Frenk Alatorre, ha recurrido en numerosas ocasiones a registrar ejemplos sacados de la historia de la literatura escrita en castelllano.

Aunque en el libro haya opiniones muy discutibles sobre la poesía, yo no dudaría en buscarlo y leerlo con atención. Las 150 páginas escasas que tiene pueden resultar tremendamente atractivas.


Benjamín Prado dedica este título a lo que él, como poeta, entiende que es la creación poética. Comienza definiendo la poesía desde lo que no es poesía. Continúa con el tema, el estilo, el ritmo, la metáfora, el silencio (el propio de las pausas en un poema) y lo que popdemos entender como poesía del silencio o cómo decir lo indecible. El ojo en la diana, último capítulo, como se puede imaginar por la imagen que ilustra la cubierta, se dedica a reflexionar sobre la capacidad de dar en la diana:  Escribir un poema es un acto de precisión, un ejercicio d etiro. Para llevarlo a cabo, se necesita un blanco y alguien que le dispare. La poesía es todo lo que hay entre sus ojos y la diana. 

El título viene de una frase de Rainer María Rilke: atreveos a decir lo que llamáis manzana. Se supone que antes de ponernos a escribir es necesario tomar una cuantas decisiones, decisiones que van convertir el poema en un éxito o en un fracaso. Esas decisiones son las que van a sustentar el poema, las siete maneras de nombrar una manzana para que deje de significar una simple manzana. El punto de vista es esencial en literatura. Buscar el propio es nuestra tarea.

***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

sábado, 1 de noviembre de 2025

THOMAS HARDY (una breve selección)



DEJADME QUE DISFRUTE DE LA TIERRA

I

Dejadme que disfrute de la tierra, aun consciente
de que aquella gran Fuerza, creadora de todo,
cuando hizo con sus manos su atractiva belleza,
no tuvo entre sus fines pensar en mi placer.

II

Se cruza en mi camino una mujer hermosa,
que para mí no tiene ni palabras ni gestos;
mas yo me haré un embrujo de su aire despectivo
y ensalzaré los labios que míos no habrán de ser.

III

De viejos manuscritos con sentidas canciones
que brotaron de escenas y ensueños ignorados
yo extraeré arrebatos, como si fueran míos,
pese a estar bien consciente de que son obra de otros

IV

Y algún día en el futuro, al mismo Paraíso
y hacia todos sus santos —suponiendo que existan—
alzaré desde lejos unos ojos alegres
aun sabiendo que allí no hay sitio para mí.






EL GAMO ANTE LA CASA SOLITARIA

Afuera, en las tinieblas, alguien mira
a través del cristal de la ventana
desde la blanca sábana aterida.
Afuera, en las tinieblas, alguien mira
cómo, en vela, aguardamos la mañana
junto a la lumbre de la chimenea.
No alcanzamos a ver esos dos ojos
que nos contemplan desde la intemperie
y reproducen los destellos rojos
del fuego. No advertimos esos ojos,
ojos maravillados, rutilantes,
y sus pasos furtivos, vacilantes.





EL ACANTILADO DE BENNY


    I
Oh, el zafiro y el ópalo de este errante mar de occidente,
y una mujer en lo alto con el cabello al viento cabalga sonriente,
la mujer que amé tanto y que me amó fielmente.


    II
A nuestros pies el rugido continuo y las lejanas olas de la mar
semejaban un cielo inferior, engolfado en su propio palpitar,
mientras reíamos alegres en aquel mes de marzo que no podré olvidar.




    III
Una pequeña nube nos ocultó, y brotó una lluvia irisada,
y se tiñó el Atlántico de una imprecisa y leve pincelada,
luego salió de nuevo el sol y de un tono purpúreo quedó la mar bañada.


    IV
En su profunda y abisal belleza aún el viejo Beeny ocupa bajo el cielo su lugar,
pero ella y yo el próximo mes de marzo no volveremos allí de nuevo a pasear,
ni las dulces palabras que dijimos se volverán a escuchar.


    V
Pues aunque todavía la abisal belleza se alza en aquella agreste ribera de occidente,
la mujer, a la que el pony llevaba a paso de andadura está ahora ausente,
ya no sabe de Beeny ni le importa y no volverá a reír jamás alegremente.





DESPUÉS


Cuando el Presente cierre sus puertas tras mi paso
y, cual recién hilada seda, las tiernas rosas
de mayo acune el viento, ¿dirá el vecino acaso:
“Era de los que suelen apreciar estas cosas”?


Si es al ocaso y cruza sobre el denso follaje,
como en un parpadeo, un halcón por la umbría
y se posa en la zarza que el oraje,
pensará quien lo vea: “También él lo vería”


Si fuera en noche cálida y de falenas clara,
cuando el erizo corre furtivo por el prado,
tal vez alguien dijera: “Porque nadie dañara
a estas pobres criaturas veló, y poco ha logrado”


Si al oir que he partido, junto al umbral se quedan
contemplando los astros en el cielo de invierno,
¿pensarán los que ver mi rostro ya no puedan:
"Fue alguien que meditó sobre el misterio eterno"?

Y cuando por mí doble la campana al ocaso
y a su repicar se una de la brisa la charla,
cual de un nuevo tañido, ¿oirán decir acaso:
"No la puede oír ya, mas solía escucharla"?

 



        HAP * 

Si al menos algún dios vengador me llamase 
y desde el cielo, riéndose, me hablara: 
«¡Sabrás, cosa sufriente, que tu pena es mi éxtasis, 
tu pérdida de amor mi renta de odio». 

Entonces, retorciéndome, resistiría, 
y moriría endurecido 
por esta sensación de ira inmerecida, 
y en calma, puesto que alguien con más poder que yo 
me impone su deseo de hacer verter mis lágrimas. 

Pero no. ¿Por qué muere la alegría, 
por qué nunca florece la mejor 
esperanza sembrada? Hasta al sol y a la lluvia 
obstaculiza este grosero azar, 
y el Tiempo jugador echa a los dados 
lamentos y alegrías... En mi peregrinaje 
este Hado ciego pronto hubo arrojado 
tanta felicidad como dolor. 

1866 

* Hap es un nombre masculino y a la vez significa azar. Además posee la raíz de happy —feliz—. Todas estas connotaciones están en el nombre del hombre que habla en el poema.



        ELLA EN SU FUNERAL 

Le llevan al lugar de su reposo, 
en lenta procesión, con suavidad. 
Lo sigo desde atrás como una extraña: 
ellos son su familia, yo su amante. 

Sin cambiarme el vestido de colores 
y en compañía de tan tristes lutos. 
Pero los ojos de ellos lo rodean 
sin mostrar pena alguna, en tanto a mí 
el pesar me consume como un fuego. 

1867



        A UNA DAMA 
Ofendida por un libro del escritor 


ESTA página mía está exiliada, 
—condenada quizá a no rozar nunca 
tu cómoda almohada, 
ni a despertar tu Sí tan bien dispuesto 
como antes, ni a lograr 
tu amable voto de confianza en mí. 

Siendo de natural tan receptiva, 
imagino que, tal como a las llamas 
las destierra el crepúsculo, mi imagen 
sombría, deformada por otros menos francos, 
pierde por fuerza su lugar en ti. 

Sea. Ya soporté cosas así. 
Permite que los sueños 
—de mí los tuyos y de ti los míos— 
a diario disminuyan, que su espacio 
lo ocupen pretenciosas claridades: 
hasta que forme parte de ti sólo en destellos, 
y después en lejanas y débiles visitas, 
y después todo cese. 
La Verdad será siempre la Verdad.


        
        ME MIRO EN EL ESPEJO 

Me miro en el espejo 
inspeccionando mi menguante piel 
y digo: “Quiera Dios 
que hasta tal delgadez 
mi corazón se hubiese reducido”. 

Entonces, 
sin pena alguna por los corazones 
que crecieron distantes para mí, 
podría esperar solo, resignado, 
mi infinito descanso. 

No obstante, el Tiempo, para mi aflicción, 
me quita y, a la vez, me deja resistir 
y sacude al crepúsculo este frágil andamiaje 
con pulsaciones propias de los mediodías.



        UNA-ESPOSA EN LONDRES 
                (Diciembre 1899)  

        
ESTÁ sentada entre la niebla sucia 
que sube de la calle junto al Támesis, 
donde un farol, igual que un cirio o moribundo, 
de una tenue luz fría.

        II 
Un crujido de pronto, un mensajero 
que golpea la puerta, 
las últimas noticias en su mano. 
Aturde comprenderlas, de tan breves
él ha caído en las lejanas 
Tierras del Sur 

        III
Es el día siguiente: con niebla aún más densa
llega y se va el cartero: hay una carta 
cuyas lineas revelan, a la luz 
parpadeante del fuego, 
el trazo de su mano, la que ahora
ya conoce el gusano.

        IV
Escrita con firmeza, rebosante
de esperanza ante el próximo retorno,
de paseos domésticos para ir
al lago, a las colinas en verano
y, paseando, aprender un nuevo amor.




        SU INMORTALIDAD 

     I 
LA parte más sutil de alguien que ha muerto 
la he visto relucir en fieles corazones 
privados de su vida. Entonces yo me digo: 
«Esto debe de ser su inmortalidad». 

     II 
Las estaciones iban desgastándose 
y su alma no cesaba de vivir en sus vidas. 
Pero su claridad ya no era tanta 
como cuando le ví por vez primera. 

     III 
Sus compañeros de generación 
murieron todos, y yo busqué entonces 
la persona en los nuevos corazones. 
La encontré, por desgracia, convertida 
en un maniquí flaco y espectral. 

     IV 
Últimamente, ahora viejo y frío, 
me pregunto si aún queda algo suyo 
que no se haya perdido; y hallo en mí 
sólo una chispa débil que agoniza 
en medio de una gran oscuridad.
 
Febrero 1899



        IN TENEBRIS I
'Percussus sum sicut foenum, et aruit cor meum' - Ps. CI


El invierno se acerca.
Pero no me es posible soportar
de nuevo mi dolor por una pérdida:
uno no muere por segunda vez.

Huyen los pétalos.
Ya que esto sucedió en otra ocasión, 
esta aislada escena 
no puede ya angustiarme.

Se desmayan los pájaros de espanto: 
no habría de perder la vieja fuerza 
en la negra extensión, solitaria y helada. 
¡La fuerza que ya huyó hace tanto tiempo!

Pardas y grises se hielan las hojas,
pero en esta estación los amigos no pueden, 
como antaño, cambiar por nada el frío.

Las tempestades pueden hacer daño, 
pero amar no podría hacer sufrir 
de nuevo en este año al corazón 
de quien ya no tenía corazón.

Negra es la toga de la noche.
Pero la muerte nunca asustará 
a quién, ya más allá de toda duda, 
sin esperanza espera.



        EN EL OJO DE LA MENTE

ESTO una vez fue su ventana
y, junto a ella, la brillante luz
de una vela llamándome con señas,
diciéndome «aquí estoy» desde allí dentro.

Ahora como entonces yo la veo 
moverse en el cristal, pero es tan sólo 
su fantasma guardado en mi cerebro.

Centro de mi visión, ella va a todas partes: 
los cambios desvanecen los paisajes 
pero ella sigue en mí.

Forma tan dulce y tímida, querida, 
¿quién podría negarte?
No deseé jamás, ni una vez sola, 
arrojar lejos tu fantasma, amada.


        EN EL ALUMBRAMIENTO

EN medio de la noche,
para comunicarme malas nuevas, 
vino a hablarme el espíritu 
pálido y desgastado de mi madre.

"Hija mía, estás llena de alegría
por este inoportuno niño que tú amamantas. 
Los hombres, a través del ancho mundo, 
pueden buscar sin hallar nunca —piensas— 
ningún otro tan rubio".

"Esta medianoche, querida, el tiempo alumbra 
miles de niños rubios, también raros y hermosos, 
miles que el Alto Cielo
condena de antemano a fracasar,
aun siendo igual de claros, de buenos, de sumisos.

"Tu cariñosa hazaña es una fuente 
de extasiados temores y esperanzas, 
de un inocente orgullo maternal 
que prepara en la triste humanidad 
más caminos, aún, para las lágrimas.

"Como tú soñé yo cuando extendía 
la vida para mí su rayo matinal. 
Más tarde el panorama fue distinto..." 
Tales son los extraños pensamientos 
que me comunicó mi madre muerta.



        EL HOMBRE QUE MATÉ

"AMBOS seguramente coincidimos
en antiguas posadas.
Debimos de sentarnos a regar 
con generosidad unos bocados.

"Pero en las filas de la infantería, 
frente a frente mirándonos, 
le disparé, como él también a mí, 
y le maté en su puesto.

"Disparé a muerte
tan sólo porque era mi enemigo. 
Un enemigo malo, desde luego:
esto está claro, aunque de todos modos

"también pensaba que, probablemente, 
se alistó sin pensarlo, como yo.
Que estaba sin trabajo, y que había vendido 
las ropas. Y no había más por qué.

"Curiosa, extraña guerra: tú derribas
a un compañero al cual hubieses invitado 
si hubiera habido un bar,
o con media corona le hubieses ayudado".

***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

miércoles, 29 de octubre de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Sesquicentenario A. Machado, 6)




Editorial
Aprovecho el número mil de la colección para fundir las dos secciones, la del sesquicentenario de A. Machado y la de Un libro, un poema. Este número fue un homenaje al poeta sevillado a través de la colaboración de 83 plumas destacadas de la nómina de la editorial. Se les pidió que escribieran un poema de homenaje a partir del verso encontrado en el bolsillo de la chaqueta de Machado, el famoso Estos días azules y este sol de la infancia

Yo no puedo recoger aquí todos. Como no son muy largos, he cogido tres de tres generaciones distintas: 

(1923) 


PLAZOS

Ha pocas horas que pasaron
los minutos -inútiles- de paz.

Hace una vida que empecé
a ser, por puro azar, un río
que abrazó con sus aguas
otro entretejido cauce.

Siempre fue poco el tiempo que duró
aquel gentil rebatir tiempos.

Hace ya más de un año infinito
que empezó la insondable
soledad con cenizas.

Ahora, pasa "estos días azules
y este sol de la infancia",
la muerte sembró sombras
donde para aparezca.


***


(1959)

EL ÚLTIMO VERSO DE ANTONIO MACHADO


No parece gran cosa,

no deslumbra,

                    apenas

unas pocas palabras gastadas por el uso:


Estos días azules y este sol de la infancia.


Pero todo cabe en ellas,

no se terminan nunca.


                                Quizás por eso

yo las evoco ahora frente al mar.


***


(1980)


ANTONIO MACHADO ESCUCHA LAS SOMBRAS 
DEL ATARDECER EN LONG ISLAND

Te llaman Nuevo Mundo
pero cierro los ojos y el frío es una nube
que contiene la historia.

La tristeza es antigua.

Llueve,
llueve en cada palabra
y en los versos que escribo.

Estos días azules y este sol de la infancia son la lluvia
empapando una casa derruida.

La patria del solor es el océano.

Puedo escuchar tambores victoriosos
que ensordecen la noche de los desterrados.

Puedo escuchar las nubes deslizándose,
                                                    las corrientes marinas
y el paso d elos jóvenes trepando sobre el llanto de los embarcaderos.

Es este eel porvenir,
contemplar cómo avanzan los ejércitos,
cómo el fuego devora los labios y las nubes
en este atardecer de púlpitos y sangre de inocentes,
sangre limpia y diáfana
que un día fue el amor y fue el relámpago.

Puedo escuchar, pero de nada sirve,
no sostiene mi voz el canto de los niños ni la aurora
sobre la patria ajena d ela felicidad.

Es este el porvenir,
una tarde de lluvia volcada en el océano,
una sombra que acecha los nombres y los cantos,
el rostro d emi madre bajo la tierra estéril.


***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).

martes, 28 de octubre de 2025

TALLER DE ESCRITURA POÉTICA: LAS PALABRAS


1. Antes de comenzar cada sesión, comentaré un libro (o dos) dedicado a la escritura poética, por eso de ofrecer materiales que puedan, tal vez, ser de interés para alguien del grupo. Estos serán los primeros. Cómo se hace un poema está agotado, pero siempre están las bibliotecas y los libros de segunda mano. Escribir poesía, en cambio, ha salido al comenzar el curso, en septiembre, y se puede conseguir con absoluta facilidad. 



2. Excepto la visual, la poesía se hace con palabras. Las palabras sirven para expresar, además de tener su propio sonido, con el que muchas veces jugamos, sobre todo durante la infancia. Luego está la intención que cada cual da al utilizarlas. Comentaré brevemente este esquema.


3. ¡A trabajar! 

De este poemita de Lorca he seleccionado los dos primero versos para ir practicando y entrando en calor... creativo. No es nada más que un pasatiempo, poético, eso sí, que vamos a practicar con palabras encontradas... o con ready made.


4. Puede que en  lugar de tropezar con unos versos sugerentes de un famoso poeta nos encontremos con un objeto que estaba ahí todo los días y al que hoy vamos a darle la importancia que nos ha estado reclamando en silencio durante tanto tiempo. El objeto como estímulo para ir más allá. O no. A ver qué sale. 

Dos ejemplos: 

BEATO SILLÓN

¡Beato sillón! La casa
corrobora su presencia
con la vaga intermitencia
de su invocación en masa
a la memoria. No pasa
nada. Los ojos no ven,
saben. El mundo está bien
hecho. El instante lo exalta
a marea, de tan alta,
de tan alta, sin vaivén.

J. Guillén


***


COLUMPIO



A caballo en el quicio del mundo
un soñador jugaba al sí y al no

Las lluvias de colores
emigraban al país de los amores

            Bandadas de flores

Flores de sí                             Flores de no

            Cuchillos en el aire
            que le rasgan las carnes
            forman un puente

Sí                                             No

            Cabalgaba el soñador
            Pájaros arlequines

cantan el sí                             cantan el no


G. Diego


Me trajo Mara Mori
un par 
de calcetines,
que tejió con sus manos 
de pastora,
dos calcetines suaves 
como liebres.
En ellos 
metí los pies
como en 
dos 
estuches
tejidos 
con hebras del
crepúsculo 
y pellejos de ovejas.

Violentos calcetines,
mis pies fueron 
dos pescados 
de lana,
dos largos tiburones
de azul ultramarino
atravesados 
por una trenza de oro,
dos gigantescos mirlos,
(...)
Y es esta 
la moral de mi oda:
Dos veces es belleza 
la belleza,
y lo que es bueno es doblemente 
bueno,
cuando se trata de dos calcetines
de lana 
en el invierno.


5. Una reflexión. 

Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan… Me prosterno ante ellas… Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito… Amo tanto las palabras… Las inesperadas… Las que glotonamente se esperan, se escuchan, hasta que de pronto caen… Vocablos amados… Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo, metal, rocío… Persigo algunas palabras… Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema… Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me preparo frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas… Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto… Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola… Todo está en la palabra… Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció…
 

  • Otro de HierroCuanto sé de mí, pp. 238-9—:

Y yo voy arrojando
ceniza, sombra, olvido.
Palabras polvorientas
que entristecen lo limpio:
        Funcionario,
        tintero,
        30 días vista,
        diferencial,
        racionamiento,
        factura,
        contribución,
        garantías…

Subo más alto. Aquí
todo es perfecto y rítmico.
Las escalas de plata
llevan de los sentidos
al silencio. El silencio
nos torna a los sentidos.
Ahora son las palabras
de diamante purísimo:
        Roca,
        águila,
        playa,
        palmera,
        manzana,
        caminante,
        verano,
        hoguera,
        cántico…

No hay tiempo que perder
Ya viene la golondrina monotémpora
Trae un acento antípoda de lejanías que se acercan
Viene golondeando la golondrina

Al horitaña de la montazonte
La violondrina y el goloncelo
Descolgada esta mañana de la lunala
Se acerca a todo galope
Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene la goloncima
Viene la golonchina
Viene la golonclima
Ya viene la golonrima
Ya viene la golonrisa
La golonniña
La golongira
La goionlira
La golonbrisa
La golonchilla
Ya viene la golondía
Y la noche encoge sus uñas como el leopardo
Ya viene la golontrina
Que tiene un nido en cada uno de los dos calores
Como yo lo tengo en los cuatro horizontes
Viene la golonrisa
Y las olas se levantan en la punta de los pies
Viene la golonniña
Y siente un vahído la cabeza de la montaña
Viene la golongira
Y el viento se hace parábola de sílfides en orgía
Se llenan de notas los hilos telefónicos
Se duerme el ocaso con la cabeza escondida
Y el árbol con el pulso afiebrado

Pero el cielo prefiere el rodoñol
Su niño querido el rorreñol
Su flor de alegría el romiñol
Su piel de lágrima el rofañol
Su garganta nocturna el rosolñol
El rolañol
El rosiñol

A partir de ahí empezaremos a jugar con las palabras. 


***
Si quieres la paz, no hables con tus amigos; habla con tus enemigos.  

Moshe Dayan  



Fuente: Wikipedia
Mapa de los conflictos armados en curso (número de muertes violentas en el año actual o anterior):      Guerras mayores (10 000 o más). Palestina, Ucrania, Sudán, Etiopía, Myanmar (Birmania).      Guerras menores (1 000–9 999).      Conflictos (100–999).     Escaramuzas y enfrentamientos (1–99).