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viernes, 23 de agosto de 2019

EDGAR LEE MASTERS

23 de agosto de 1868,

nace Edgar Lee Masters.




LA COLINA


¿Dónde están Elmer, Herman, Bert, Tom y Charley,
El flojeras, el cachas, el comediante, el borracho, el broncas?
Duermen, están durmiendo todos en la colina.

A uno se lo llevó la fiebre,
otro se chamuscó en la mina,
a otro lo mataron en una pendencia,
otro murió en la cárcel,
y el otro se cayó del puente en el que curraba para mantener a su familia.
Duermen, duermen, están durmiendo todos en la colina.

¿Dónde están Ella, Kate, Mag, Lizzie y Edith,
la sensible, la ingenua, la voceras, la orgullosa, la viva la vida?
Duermen, están durmiendo todas en la colina.

Una murió al alborotar,
otra de mal de amores,
otra a manos de un bestia en un burdel,
otra con depresión aguda, por hacerle caso al corazón,
y la otra, tras una vida díscola en Londres y París,
la trajeron de vuelta a su agujero de tierra Ella y Kate y Mag-
Duermen, duermen, están durmiendo todas en la colina.

¿Dónde están tío Isaac y tía Emily,
el viejo Towny Kincaid y Sevigne Houghton,
Y Walker, el alcalde, que trató
a los venerables hombres de la revolución?
Duermen, están durmiendo todos en la colina.

Les habían devuelo muertos a sus hijos de la guerra,
a sus hijas aplastadas por la vida,
con hijos sin padre, llorando...
Duermen, duermen, están durmiendo todas en la colina.

¿Dónde están Jones, el viejo músico,
que se divirtió de lo lindo durante sus noventa años,
a pecho descubierto en plena ventisca,
bebiendo, declamando a voces, sin pensar nunca en su familia,
ni en el dinero, ni en el amor, ni en el cielo?
Aquí lo tienes, contando batallitas de antaño,
las carreras de caballos de los buenos tiempos en Clary`s Grove,
o lo que dijo Abe Lincoln
una vez en Springfield...


                                    Traducción: Jaime Priede. Antología Spoon River.

miércoles, 9 de octubre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Edgar Lee Masters)

Editorial
 #unlibrounpoema

Dicen que E. L. Masters (1868-1950) es autor de un solo título, la Spoon River Anthologhy (1915), ¡pero que título! Por supuesto, escribió más. Ocurre que el éxito —vendió 80.000 copias en cuatro años y en 1940 iba por las 70 ediciones— de esta galería de difuntos fue de tal magnitud y tal reconocimiento que todo lo demás quedó siempre a la sombra de este estupendo y divertidísimo libro de poemas.

La Antología de Spoon River es un deliciosa creación en la que los muertos (inventados, pero no tanto) establecen una amena relación a través de sus epitafios-monólogos, y nos ofrecen una caricaturesca y satírica visión de los EEUU de principios del siglo XX. 

Masters era abogado laboralista y conocía bien los problemas que aquejaban a la gente humilde de su país. Esto, más sus estudios de griego clásico y una lectura atenta y minuciosa de la Antología Palatina le servirán para componer uno de los mejores retratos de la sociedad americana que conozco. 

Como ya publiqué el poema que abre la colección, "La colina", en euskera y en castellano, hoy coloco aquí los tres siguientes:


HOD PUTT


Aquí mi tumba, junto a
la del viejo Bill Piersol,
que se hizo rico traficando con los indios y que
acogiéndose luego a la suspensión de pagos
logró salir más rico que antes.
Harto yo de miseria y mucho curro,
viendo cómo crecían Bill Piersol y otros en opulencia,
una noche atraqué a un viajero cerca del Proctor`s Grove
y lo maté sin querer,
por lo que me juzgaron y colgaron.
Así me acogí yo a la suspensión de pagos.
Ahora, todos los que nos acogimos a ella, cada uno a su manera,
dormimos juntos, codo con codo.




OLLIE MCGEE


¿Os habéis fijado en un hombre mustio y cabizbajo
que deambula por el pueblo?
Es mi marido, que con secreta crueldad,
nunca confesada, me robó juventud y belleza.
Hasta que, llena de arrugas y con los dientes amarillos,
perdida la dignidad y de vergüenza humillada,
me bajaron a esta tumba.
¿Y qué creéis que le roe a mi marido por dentro?
¡La cara de la que fui y la otra que hizo de mí!
Las dos le están llevando al sitio donde yazgo.
Logro mi venganza después de muerta.




FLETCHER 
MCGEE


Fue ella quien me robaba la fuerza a cada instante,
quien me robaba la vida hora tras hora,
quien me dejó seco como una luna enfebrecida
que va debilitando al mundo sobre el que gira.
Pasaban los días como sombras,
rodaban los minutos como estrellas.
Fue ella quien transformó la pena de mi corazón en sonrisas.
Era un trozo de arcilla por esculpir.
Mis secretos pensamientos se convirtieron en dedos:
se alzaron hasta su frente pensativa
y la marcaron con la arruga del dolor.
Dieron forma a los labios, le hincharon las mejillas
y le hundieron los ojos en cuencas de dolor.
Mi alma penetró la arcilla
luchando como el mismo diablo.
No era mía, no era suya,
tenía otra distinta, pero su resistencia
le modeló un rostro que odiaba,
un rostro que me daba miedo mirar.
Cegué las ventanas, eché los cerrojos,
me acuclillé en un rincón…
Pero entonces se murió y me dio caza.
Me dio caza para los restos.

(Traducción: Jaime Priede).

Ya véis, son un poco deslenguados y locuelos, pero muy atractivos y cariñosos si les ofrecéis atención. No se la neguéis, os recompensarán con su maravillosa gracia.

***

lunes, 7 de diciembre de 2020

UNA VIDA DE PUEBLO, Louise Glück

Editorial
Se dice que solamente las grandes figuras son capaces de realizar verdaderos cambios de estilo sin perder la calidad de su expresión y su escritura. En castellano podemos recordar a Neruda, Lorca o Alberti. Los tres realizaron grandes giros estilísticos en su producción literaria sin que esta se resintiese. Louise Glück también ha producido un notable cambio en su expresión con respecto a títulos anteriores, aunque no tan radical como los de Lorca (Romancero-Poeta en Nueva York), Neruda (Veinte poemas-Residencia en la tierra-Canto general) o Alberti (Marinero en tierra-Sobre los ángeles-A la pintura).

Sea como fuere, Una vida de pueblo supone un salto importante desde la escritura más descarnada anterior a esta forma mucho más pausada, rítmica y narrativa. Sí, el libro está compuesto de pequeñas historias escritas mayoritariamente en verso largo y cuyos poemas pueden ocupar más de dos páginas. Es como el fluir mismo de la vida en un pequeño pueblo, lento y contenido.

Pero no confundamos la lentitud y la contención con la apacibilidad. Hay cicatrices por todas partes en este pueblo mediterráneo: la infancia (poca) está llena de secretos, la gente mayor parece al borde del engaño y el resentimiento, hay rabia reprimida y una mirada un tanto lánguida ante la ausencia de pasión. La vida en el pueblo parece que se va a extinguir en cualquier momento. Hay algo del Spoon River de Lee MastersLo podemos ver en "Un día cálido", uno de los poemas más acogedores de toda la colección, poema espléndido que se inicia con una voz suave y refrescante, gentil. Todo es camaradería y complicidad. El uso de la primera persona del plural en la quinta estrofa nos aproxima y envuelve. Todo está bien, pero a medida que vamos avanzando hacia el final...


UN DÍA CÁLIDO


Hoy el sol resplandecía,

así que mi vecina lavó sus camisones en el río;

vuelve a casa con todo doblado en una cesta,

brillando como si su vida recién se hubiera

alargado una década. La limpieza la hace feliz,

dice, puedes empezar de nuevo,

no tienen por qué retenerte los viejos errores.


Buena vecina, cada una deja en paz

la privacidad de la otra. Justo ahora

canta para sí misma, colgando la colada en un cordón.


Poco a poco, días así

parecerán normales. Pero el invierno fue duro:

las noches venían temprano, los amaneceres eran oscuros,

con una lluvia gris, persistente —meses de esto—,

y luego la nieve, como silencio cayendo del cielo,

aniquilando árboles y jardines.


Todo eso ya está en el pasado.

Regresaron los pájaros, charlando entre semillas. 

Se derritió toda la nieve; los árboles frutales están cubiertos de suaves brotes nuevos.

Algunas parejas caminan incluso por la pradera, prometiendo lo que sea que prometan.


Nos paramos bajo el sol y el sol nos sana.

No huye. Cuelga sobre nosotros, inmóvil,

como un actor complacido con su recibimiento. 


Mi vecina calla por un momento, ¿de dónde vinieron?

Y mi vecina sigue allí,

enganchándolas al cordón, como si la cesta no se pudiera vaciar.


Todavía está llena, nada se ha terminado,

aunque el sol empieza a descender en el cielo;

recuerda, aún no es verano, solo el inicio de la primavera;

el calor no se ha afincado todavía, y el frío retorna.


Ella lo siente, como si el último trozo de lino se le hubiera congelado en las manos.

Las observa, lo viejas que son. No es el principio, es el final.

Y ahora los adultos están todos muertos.

Nada más quedan los niños, solos, envejeciendo.


Traducción de Adalber Salas Hernández.

martes, 4 de abril de 2023

SPOON RIVER

Editorial
Tuve la ocasión de saludar a Alain Lopez de la Calle hace más o menos un mes. Poco después me regalaron esta traducción suya al euskera de Spoon River Antologia, Balea Zuria, 2023. Curiosamente, hace once años me regalaron la misma obra, pero en traducción al castellano. Celebremos, pues, la poesía y este peculiar ubi sunt al que Lee Masters nos convoca.

MUINOA

Non dira Elmer, Herman, Bert, Tom eta Charley,
non dira bihotz-eroria
beso-indartsua, pailkazoa, edalea, liskarzalea?
Denak lo daude, denak muinoan.


Bat sukarrak jota zendu zen,
bat meategian erreta,
bat liskar erdian jota hil zuten,
bat kartzelan geratu zitzaigun betiko,
bat zubi batetik erorita,
emazte eta seme-alabentzako lanean.
Denak lo daude, denak muinoan lo eta lo, muinoan lo.

Non dira Ella, Kate, Mag, Lizzie eta Edith,
non dira bihozbera, xaloa, builosoa,handiustea, dohatsua?
Denak lo daude, denak muinoan.

Bat lotsagarrizkon erditzean hil zen,
bat ez nahitako amodiogatik,
bat putetxean, astakirten baten eskuetan,
bat harrotasuna galduta bihotzari men eginagatik,
bat, Parisen eta Londonen bizi ondoren
sorterrira ekarri zuten, Ella eta Kate eta Mag-en ondotxora...
Denak lo daude, denak muinoan lo eta lo, muinoan lo.

Non dira osaba Isaac eta izeba Emily,
eta Towny Kincaid xaharra eta Sevigne Houghton,
eta Walker alkatea, iraultza garaiko gizon agurgarriekin
hitz egiten zuena...?
Denak lo daude, denak muinoan.

Gerran hildako semeak etxeratu zizkieten
eta bizitzak zapuztutako alabak,
haien neska-mutilak, aitazurtz, negarrez...
Denak lo daude, denak muinoan lo eta lo, muinoan lo.

Non da jones arrabitari xaharra
bizitza jokoan jarri zuena laurogeita hamar urtez
paparra bistan bisutsari erronka-joka,
zurrutean, sesioan, inoiz pentsatzeke emazte edo familian,
ezta urre, maitasun edo zeruan?
Hona hemen, hitz eta pitz aspaldiko parrandez,
Clary’s Grove-ko garai bateko zaldi lasterketez,
Abe Lincolnek aspaldi
Springfielden esan zuenaz.
***


LA COLINA


¿Dónde están Elmer, Herman, Bert, Tom y Charley,
El flojeras, el cachas, el comediante, el borracho, el broncas?
Duermen, están durmiendo todos en la colina.

A uno se lo llevó la fiebre,
otro se chamuscó en la mina,
a otro lo mataron en una pendencia,
otro murió en la cárcel,
y el otro se cayó del puente en el que curraba para mantener a su familia.
Duermen, duermen, están durmiendo todos en la colina.

¿Dónde están Ella, Kate, Mag, Lizzie y Edith,
la sensible, la ingenua, la voceras, la orgullosa, la viva la vida?
Duermen, están durmiendo todas en la colina.

Una murió al alborotar,
otra de mal de amores,
otra a manos de un bestia en un burdel,
otra con depresión aguda, por hacerle caso al corazón,
y la otra, tras una vida díscola en Londres y París,
la trajeron de vuelta a su agujero de tierra Ella y Kate y Mag...
Duermen, duermen, están durmiendo todas en la colina.

¿Dónde están tío Isaac y tía Emily,
el viejo Towny Kincaid y Sevigne Houghton,
Y Walker, el alcalde, que trató
a los venerables hombres de la revolución?
Duermen, están durmiendo todos en la colina.

Les habían devuelo muertos a sus hijos de la guerra,
a sus hijas aplastadas por la vida,
con hijos sin padre, llorando...
Duermen, duermen, están durmiendo todas en la colina.

¿Dónde están Jones, el viejo músico,
que se divirtió de lo lindo durante sus noventa años,
a pecho descubierto en plena ventisca,
bebiendo, declamando a voces, sin pensar nunca en su familia,
ni en el dinero, ni en el amor, ni en el cielo?
Ahí lo tienes, contando batallitas de antaño,
las carreras de caballos de los buenos tiempos en Clary`s Grove,
o lo que dijo Abe Lincoln
una vez en Springfield
.


(Traducción: Jaime Priede).

***