Era una persona de principios
y muy eficaz.
Nunca perdía el tiempo
con situaciones embarazosas,
nunca lo desperdiciaba
hablando
con aquellos que pensaban
de forma diferente.
II
La situación era insoportable,
los derechos civiles estaban en peligro,
la corrupción política parecía no tener techo,
la economía era un campo abonado
para que los grandes truhanes
siguieran cosechando beneficios
a costa del trabajo de personas honestas,
los derechos humanos
se encontraban al borde de la anemia.
Era necesario despertar a todas las conciencias,
solo la actuación conjunta y solidaria
podría sacar de la crisis a la sociedad.
Se hacía urgente la convocatoria
de todo tipo de manifestaciones
y actos reivindicativos.
Por eso,
cuando su hija le pidió
que jugara un ratito
con ella,
le contestó que no tenía
tiempo
para perderlo
en tonterías.
III
Estaba indignado.
Sin duda aquél no había sido un buen día
para el género humano.
Una guerra —otra más—
había dado comienzo al borde mismo
de nuestras conciencias
y nadie asaltaría el palacio de invierno,
ni se quemaría en la Plaza Mayor
para dar testimonio
de la gravedad del momento.
Salió a la calle
y, como estaba indignado,
cuando se cruzó en el portal
Sin duda aquél no había sido un buen día
para el género humano.
Una guerra —otra más—
había dado comienzo al borde mismo
de nuestras conciencias
y nadie asaltaría el palacio de invierno,
ni se quemaría en la Plaza Mayor
para dar testimonio
de la gravedad del momento.
Salió a la calle
y, como estaba indignado,
cuando se cruzó en el portal
con su vecino
no se molestó en saludarlo.
Es el pan nuestro de cada día, un abrazo
ResponderEliminar¡Hola, Sergio!
EliminarOtro abrazo para ti.