Pero que nadie se asuste pensando que este es uno de los muchos textos científicos del autor. Ni tan siquiera se trata de divulgación científica. Este estupendo título ha sido organizado por su hija, Michelle Feynman, escarbando en entrevistas, conferencias, cartas, artículos y libros, para ofrecernos el lado más humano del gran físico del siglo XX que fue su padre.
Está organizado en 26 capítulos, cada uno de los cuales se dedica a un tema distinto y abarca materias tan diferentes como el humor, las matemáticas, la guerra, la naturaleza, la filosofía, el arte o la educación. Es, pues, uno de esos libros para leer a saltos, si se quiere, y disfrutar de la proximidad e inteligencia de uno de esos grandes científicos de la historia. Os dejo algunos ejemplos para que juzguéis por vosotros mismos:
- Juventud: No conseguía hacer todo lo que quería, porque mi madre me hacía salir continuamente a jugar.
- Autobiografía: Algunas personas dicen: "¿Cómo puedes vivir sin saber?". No sé qué quieren decir. Yo siempre vivo sin saber. Esto es fácil. Cómo consigues saber es lo que quiero saber.
- Naturaleza: Los poetas dicen que la ciencia hurta la belleza de las estrellas, meros pegotes de átomos d egas. También yo puedo ver las estrellas en una noche en el desierto, y sentirlas. Pero ¿veo menos o más? La vastedad de los cielos despliega mi imaginación: fijo en este tiovivo, mi pequeño ojo puede captar la luz de un millón de años de antigüedad. Un patrón enorme del que yo formo parte... ¿Cuál es el patrón, o el significado, o el porqué? No hace ningún daño al misterio saber un poco más sobre este.
- Imaginación: No sé por qué hay personas que encuentran que la ciencia es aburrida y difícil, y otras personas que la encuentran divertida y fácil, pero hay una característica que me produce un gran efecto, y es que hace falta mucha imaginación para intentar llegar a comprender cómo es realmente el mundo.
- Humor: Una de las herramientas mayores y más importantes de la física teórica es la papelera.
- Filosofía y religión: La ciencia crea un poder mediante su conocimiento, un poder para hacer cosas. Uno es capaz de hacer cosas una vez que algo se conoce desde el punto de vista científico. Pero la ciencia no da instrucciones con este poder acerca de cómo hacer algún bien o algún mal.
- Ciencia y sociedad: La publicidad es una mala cosa: una vez ha empezado a funcionar, sus practicantes no saben cuándo detenerse y se hace cada vez mayor.
- Matemáticas: Desearía que ustedes, señoras y señores que se hallan ahí fuera, conocieran algo de estas matemáticas. No es solo su lógica y su precisión lo que se pierden: también es la poesía.
- Duda e incertidumbre: Puedo vivir con la duda, y la incertidumbre, y no sabiendo. Pienso que es mucho más interesante vivir no sabiendo algo que tener respuestas que podrían ser equivocadas. Tengo respuestas aproximadas, y creencias posibles, y diferentes grados de certidumbre acerca de cosas diferentes, pero no estoy absolutamente seguro de nada.