domingo, 28 de febrero de 2016

LA BELLEZA DE LOS NÚMEROS

No hay modo de entender bien al hombre si no se repara en que la matemática brota de la misma raíz que la poesía, del don imaginativo.
ORTEGA Y GASSET. Ideas y creencias

El programa tres14 ya no está en antena, pero entre descargas ilegales, subidas a YouTube y lo que la propia casa mantiene accesible, podemos volver a ver casi todos. 

Este que lleva por título Los números son bellos, se emitió en diciembre de 2011. Sigue siendo uno de los que más me gustan, porque enlaza con gran sencillez y eficacia la idea de belleza con la del pensamiento abstracto, porque nos hace ver la necesidad de la colaboración entre el pensamiento intuitivo y el examen profundo y detenido; en definitiva, porque no fracciona el saber.

Los que no somos matemáticos nunca llegaremos a disfrutar de la belleza intrínseca de ecuaciones como la Euler, Maxwell, Schrödinger o Pitágoras, pero sí podemos deleitarnos con la inteligencia expositiva de las personas que hacen el programa.


sábado, 27 de febrero de 2016

EL GRATO SILENCIO DE LA CIVILIZACIÓN

 27 de febrero. Ha llovido durante toda la noche. Sigue lloviendo por la tarde. Miro por la ventana y no veo a nadie andando por la calle. Las 16:15 de un sábado de invierno lluvioso. Acaso la gente estará en sus casas disfrutando de la siesta, o de la grata placidez de la calefacción, o de la somnolencia que sobreviene con alguna película en la televisión.

Me calzo las botas bien engrasadas, me pongo los pantalones de monte, una chaqueta ligera de plástico y cojo el paraguas. 

La lluvia lo llena todo: las calles, los arroyos, los prados, la atmósfera. Aligero el paso y me dejo llevar por la plenitud de lo húmedo y esa sensación de frescura y vitalidad que todo lo impregna. Solamente me acompañan el alboroto de la lluvia, el ulular del viento y el estruendo de los riachuelos que bajan crecidos y hermosos como seres a los que acabaran de darles la libertad.

Lo empinado de la subida frena mi impulso inicial. Me adentro en el bosque de hayas. Parece que en cualquier momento pudiera surgir de entre las piedras o desde detrás de los troncos algún ser mágico para protestar por la invasión de su territorio. Ningún intxixu, ninguna Mari, ningún elfo, ningún hada me impide seguir caminando.

La cascada se me ofrece al fondo. Un poco más arriba, muy poco, una densa niebla, la nube fértil y liberal que está descargando todo su contenido sobre este campo desierto de seres humanos.

Me paro en medio de esta soledad poblada de miles de seres no humanos. Escucho la lluvia, el viento, el estrépito de la cascada, los tordos, que ajenos a mi presencia continúan con sus vuelos y sus cantos. 

Es grato el silencio de la civilización, aunque solo sea por un par de horas.

MARIO BUNGE, UN PENSADOR SISTÉMICO


Poner orden y racionalidad en el conocimiento es tarea difícil pero necesaria. No siempre lo que creemos saber, lo que damos por objetivo, exacto y real es así. Unas veces, porque hemos realizado mediciones incorrectas, porque hemos utilizado un método inadecuado, porque partimos de hipótesis falsas, porque mezclamos datos que pertenecen a ámbitos incompatibles... Otras veces, y esto suele ser lo que ocurre más a menudo, porque la investigación que llevamos adelante está impregnada de nuestras propias emociones, creencias y opiniones.

Mario Bunge (Argentina, 1919) es uno de esos investigadores sociales que trata de poner orden en el conocimiento para que este sea lo más racional posible y no llegue a conclusiones erróneas. En esta tarea ha empeñado sus mejores esfuerzos y toda su vida como ensayista, desde que publicó en 1960 La ciencia, su método y su filosofía.

Tal vez porque se maneja muy bien tanto en el ámbito estrictamente científico como en el humanístico —se doctoró en ciencias físico-matemáticas y estudio ciencias sociales y filosofía por su cuenta— sea por lo que preconice el sistemismo, con el que intenta evitar la fragmentación del conocimiento y busca la colaboración de todas las especialidades para poder ofrecer una mejor respuesta ante cualquier problema planteado.

Como investigador racionalista que es, Bunge se ha ocupado durante mucho tiempo de limpiar los aledaños de la ciencia de lo que en muchas ocasiones pasa por tal, pero no lo es, y ha criticado con denuedo las malas prácticas pseudocientíficas.
Esto, sin embargo, no quiere decir que sea un pensador que solamente tiene en cuenta la materia o algo por el estilo. Quiere decir, simplemente, que intenta tener en cuenta todos los aspectos posibles que intervienen en el problema, pero sin caer en el subjetivismo verborréico. Tomo un ejemplo de su libro Mitos, hechos y razones (p 121-122).

Nuestro segundo problema es de actualidad política: ¿qué hacer para aumentar la demanda en tiempos de recesión? Ya conocen las recetas mágicas: rebajar precios, impuestos o tasas de interés; o incrementar la publicidad, hacer obras públicas, o incluso recurrir a un milagrero. Cada cual preconiza alguna de estas medidas. Los keynesianos favorecen las obras públicas; los monetaristas, el control circulante, y los neoliberales (o paleoconservadores), la rebaja del impuesto a los réditos (...).

Algunas de estas medidas pueden dar resultados parciales y transitorios. Pero ninguna de ellas puede resolver por sí sola el problema a largo plazo. Este tipo de solución sólo se alcanza implementando todo un paquete o sistemas de medidas, unas micro y otras macroeconómicas, y otras políticas. Entre ellas pueden figurar el abaratamiento de los bienes de consumo y el aumento del poder adquisitivo de los consumidores, lo que a su vez se logra creando puestos de trabajo, disminuyendo la jornada laboral y subiendo el salario mínimo.

En todo caso, los problemas sistémicos, como son las crisis llamadas estructurales, requieren soluciones sistémicas. Más aún, exigen planes que cuenten con apoyo popular, para lo cual se debe empezar por debatirlas en foros populares. Las improvisaciones y las órdenes de arriba están condenadas a fracasar.

Para por si acaso, debo advertir que este texto se publicó en 2004. Es anterior a la crisis económica en la que estamos inmersos.

Más que recomendable es, por ejemplo, el capítulo dedicado a Ciencia e ideología, en el título de 1980 Ciencia y desarrollo, reeditado, ampliado y corregido en 2014 con el título de Ciencia, técnica y desarrollo.

Un autor para aclarar las ideas.

viernes, 26 de febrero de 2016

LA TOUR EN EL MUSEO DEL PRADO HASTA EL 12 DE JUNIO


Hace relativamente poco tiempo dejé un breve comentario sobre esta obra de La Tour y hoy recibo un correo del Museo del Prado, al que estoy suscrito, en el que me dan noticia de la exposición que abrieron el 23 de febrero. Casualmente utilizan esta obra como cartel de presentación.

La exposición permanecerá abierta hasta el 12 de junio y recoge nada menos que 31 pinturas del artista, lo que es una cantidad sobresaliente, ya que de George La Tour se conservan poco más de cuatro decenas de óleos.

Os dejo el vídeo oficial de la exposición en el que Andrés Úbeda, comisario de la misma, nos hace una breve pero eficaz presentación del pintor y de la exposición que ya está en marcha.

jueves, 25 de febrero de 2016

LA CASCADA DE FUEGO DE YOSEMITE

He aquí otro estupendo espectáculo de la naturaleza. Se trata de la famosa Cascada de la Cola de Caballo (Horsetail Fall) en el Parque Nacional de Yosemite, EEUU.

En febrero, con el sol poniente y solamente durante unos pocos días, el agua de esta hermosa cascada se transforma, por efecto de la luz, en una ondulante lengua de fuego. 

El hecho de que solo acontezca unos días al año se debe a que los rayos de luz tienen que incidir con un ángulo preciso el chorro del agua y eso precisamente es lo que ha ocurrido durante estos días pasados.

Otros milagros de la luz también famosos son los que acontecen, por ejemplo, en San Juan de Ortega durante los equinoccios; en Aquisgrán, durante el solsticio de verano con el trono de Carlomagno; o en Elm, cuando la luz atraviesa el agujero del Tschingelhorner en fechas próximas a los equinoccios.

Disfrutadlo.


Podéis ver muchas fotos más haciendo clic aquí.

miércoles, 24 de febrero de 2016

¿NO TIENE LA PRENSA REDACTORES DE DIVULGACIÓN CIENTÍFICA?

Vídeo de la NASA realizado con imágenes del telescopio Hubble. Octubre de 2015.

Leo en El País digitalJúpiter, el mayor planeta del Sistema Solar y quinto desde la posición del Sol, será visto desde cualquier punto de la Tierra el 8 de marzo sin utilizar telescopio ni binoculares (La negrita es mía). Perplejo por la noticia, acudo a otros medios y mi perplejidad aumenta al ver que ese par de líneas las reproducen con obsesiva insistencia. 

Yo pensaba que cuando se hacía divulgación científica desde un periódico medianamente serio la noticia era redactada por alguna persona que entendía de lo que estaba escribiendo, aunque no fuera un especialista. Pero, en este caso, es evidente que no es así.

Cualquier persona aficionada a mirar el cielo nocturno —y no es necesario que ni tan siquiera sea aficionada a la astronomía— sabe que Júpiter se ve sin necesidad de usar telescopio, ni binoculares, ni nada de nada. También lo sabían en la antigüedad, antes de que Galileo utilizara un telescopio por primera vez.

Y es que no solo Júpiter se ve a simple vista, también se ven Mercurio, Venus, Marte y Saturno. ¿Cómo, si no, iban a estar catalogados y descritos por griegos, egipcios, sumerios o caldeos —por citar algún pueblo de antes del invento del telescopio—, si no tenían nada más que sus ojos para verlos?

Sí es cierto que el 8 de marzo se encontrará en oposición, es decir, en el punto más próximo a la Tierra, a tan solo 664 millones de kilómetros. Esto significa que la magnitud aparente de su brillo será de -2,5, el máximo anual. 

La magnitud aparente es la medida de la cantidad de luz que recibimos de un objeto desde la Tierra. En la actualidad se utilizan fotómetros para medirla; pero ya Ptolomeo, ¡en el siglo II!, había realizado una clasificación a partir de la comparación de unos objetos celestes con otros. Y no tenía ni fotómetros ni telescopios. 

Para entender qué significa ese -2,5, es conveniente recordar que el Sol, el objeto más brillante de nuestro cielo, tiene una magnitude de -26,8. Las estrellas menos brillantes que podemos ver a simple vista alcanzan un brillo de +6. Sirio, la estrella más brillante para nosotros, -1,5, y por eso se puede ver incluso desde una ciudad.

Tal y como están redactadas esas líneas pueden hacer creer que ese día, 8 de marzo, va a verse efectivamente desde cualquier punto de la Tierra, sea de día o de noche. Que quede claro, cuando es de día la luz que emite el Sol anula cualquier otro brillo, excepto el de la Luna. Los demás astros solamente pueden verse por la noche.

Tampoco queda claro al leer la noticia si Júpiter solamente puede verse ese día o todos los días del año, en caso de que utilizáramos aparatos ópticos cuando se encuentra más lejos. 

Los cinco planetas observables a simple vista —Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno— se pueden ver siempre y cuando se encuentren en la posición adecuada, no todo el año. Esto ocurre cuando la Tierra está situada entre el planeta correspondiente y el Sol. 

Lógicamente, como todo se mueve, no solo la Tierra, a veces los podemos apreciar en el cielo nocturno, pero no son visibles cuando su posición se halla en algún punto de su órbita localizado entre nuestro planeta y el Sol. Utilizando una metáfora: el objeto tiene que estar por la noche frente a nosotros y el Sol a espaldas de la Tierra.

Una observación constante nos puede servir para determinar con bastante precisión si en un período de tiempo determinado podremos verlo o no. En todo caso, es tan sencillo como consultar cualquier guía del cielo (se publican para todo el año) o cualquier página de internet dedicada a estos menesteres. En este mismo blog doy noticia cada mes de las efemérides nocturnas.

TE DOY MI CORAZÓN PARA QUE LO EXAMINES

—¿Quién leerá esto?
¿A mí me lo dices? Nadie, por Hércules.
—"¿Nadie?"
Puede que dos o... quizás nadie.
—"Vergonzoso y deplorable".

                             Traducción de Rosario Cortés Tobar

Así comienza la Sátira Primera de Persio, la que dirigió contra los malos escritores. ¿Augurio de su propia obra? No, por cierto, ya que fue un autor muy apreciado en otras épocas, aunque hoy sea prácticamente desconocido, como lo es, tristemente, cualquier otro clásico, ya estemos hablando de escritores tan grandes como Virgilio, Lucrecio o el mismísimo Homero, o bien de otros menores como el mismo Persio.

No pretendo lamentarme sobre los caprichos de la cambiante moda de los gustos literarios —que cada cual mantenga los suyos—, ni sobre el abandono de los estudios clásicos en la actualidad. Tan solo traigo hasta aquí un verso magnífico de Persio para darle hoy publicidad y sacarlo de paseo a la plaza, no sea que se nos pierda en el armario insondable de los eruditos.

El conocimiento, la cultura, cualquier manifestación artística de calidad debería ser siempre patrimonio de toda la humanidad. A veces, por desidia, por olvido, por moda o por impotencia, se nos van perdiendo cachitos de ese patrimonio común y nos vamos quedando un poquito más pobres de espíritu. Que no se nos pierda Persio ni su glorioso


Te doy mi corazón para que lo examines




martes, 23 de febrero de 2016

RÉQUIEM de Fauré

Llego relativamente cansado a casa. Busco algo que amortigue mis ligeras cuitas, cuitas al fin y al cabo, y dulcifique mis tareas. Dudo entre abrir un libro o escuchar música. En una décima de segundo me viene Fauré a la memoria. Nada más dulce y suave que su bellísimo Réquiem, pleno de finura y sutileza, para aligerar el pensamiento y apaciguar cualquier preocupación. También contra la muerte.

Fauré nos envuelve con su música como un fular de seda nos acaricia las mejillas.

lunes, 22 de febrero de 2016

LUIS GARÍN, UN POSADERO EJEMPLAR

Ocurre en ocasiones que vamos a un sitio con un plan más o menos preconcebido y el lugar o los lugareños te ofrecen tantas sorpresas que la visita se convierte en un festín para los sentidos.

He pasado este fin de semana en Acedo (Navarra). Allí, la primera y agradable sorpresa fue el dueño del alojamiento donde me hospedé. Tipo amable, comunicativo, que me hizo sentir como en casa y que, además, escribe, lo que ya era otro aliciente para seguir dándole a la lengua.

Bueno, tal vez sea más aficionado a viajar y a pescar que a escribir, pero lo cierto es que tiene un blog y que ha publicado un libro donde relata su experiencia viajera por América Latina. Libro de viajes, escrito a manera de diario. Fácil y ameno.


 Este viajero solitario, ahora anclado en su Navarra natal —¿por cuánto tiempo, Luis?— me indicó que a una hora de paseo había una encina milenaria a la que los lugareños, con esa gracia que tiene todo lugareño para bautizar objetos y sucesos, le dieron el nombre de Encina de las Tres Patas

Efectivamente, allí está ese maravilloso ejemplar. ¡1200 años ofreciendo bellotas a los cutos de la zona y sombra a todos cuantos se acerquen a él en verano! Pensar que es contemporáneo de Carlomagno, de Íñigo Arista y de nosotros al mismo tiempo marea. Un regalo de la naturaleza.

Todo un hallazgo que no hubiera sido posible sin el buen hacer de anfitrión de Luis Garín. Y eso sin mencionar a Tasio, a Gabriel Celaya, a Gregorio Ostiense o las historias de cangrejos y guardias civiles.

Gracias, Luis. Con anfitriones así siempre se está bien, sea el que sea el sitio al que vayamos. 


***
Poco tiempo después de redactar esta entrada, recibo por correo electrónico de este singular posadero y amigo un poema que dedicó a la maravillosa encina de las tres patas. Aquí lo tenéis:

A LA ENCINA DE LAS TRES PATAS

¡Cuéntame historias encina,
tantos años ahí clavada!
Silente, ociosa y tranquila.
Abriste tus carnes al viento
¡Cuántos te habrán visitado!

En tus ramas cobijaste
un sinfín de aves nacientes.
Y en tu base hiciste un hueco
para alojar a las gentes,
yaciendo en tu lecho amigo.

En tus siglos de existencia,
que superan la docena,
habrás soportado estoica: lluvias,
rayos, vendavales y sequías.

Tus ramas se habrán quebrado
para retoñar de nuevo con renovada energía,
tus frutos alimentado a a un sinnúmero de especies,
algunas que ya no existen.

Pastores, truhanes, amantes felices,
leñadores, rufianes y carboneros;
gentes curiosas, vagabundos sin destino.
¡Cuántas historias vulgares!
¡Cuántos secretos prohibidos!

Hasta una boda has tenido
escuchando las promesas.
Has sobrevivido a todo
al amor y a la desdicha.

Y sujeta en tus tres patas,
presentando tus heridas,
te elevas enhiesta al cielo
orgullosa de estar viva.

A pesar de tanto tiempo,
y tanta agresión sufrida,
permaneces en Mendaza
que te dio la bienvenida,
hace ya más de mil años
mil doscientos y más días.

¡Aguanta preciosa! ¡No te canses!
¡Lucha por seguir erguida!
eres símbolo de vida,
de la naturaleza que lucha
por seguir estando viva

Aunque dolida te sientas
soportando las heridas
lucha por sobrevivir,
que eres ejemplo de todos
los que quieren conservar
lo que te ofreció la vida.

                                       Luis Garín

sábado, 20 de febrero de 2016

MUSIKA/MÚSICA, BILBAO 2016.



Este año el programa musical preparado por la Fundación Bilbao 700 tiene como centro de interés la música del Romanticismo, concretamente, tal y como se ve en el cartel, serán las obras de Schubert, Mendelssohn, Wagner y Strauss las que se podrán disfrutar durante el primer fin de semana de marzo en el Palacio Euskalduna.


El programa completo, compuesto por ¡75 conciertos!, podéis consultarlo aquí.

Y por si eso fuera poco, el festival, desde hoy mismo, día 20, sale del Euskalduna y se instala en algunos barrios —Casco Viejo, Ametzola, Deusto-Universidad, Ibarrekolanda, Otxarkoaga, Basurto y Santutxo—, lo que facilitará la aproximación de la música clásica a la población, ya que estos conciertos son gratuitos.

Todo esto sin olvidar que también habrá un espectáculo didáctico y varias conferencias a cargo de diversos ponentes, entre los que cabe destacar la presencia de Mercedes Albaina.

Para cerrar musicalmente esta entrada, aquí os dejo al gran Dudamel y la Orquesta Sinfónica de Viena interpretando una de las piezas que se podrán escuchar el sábado, día 5, a las 11:00.

jueves, 18 de febrero de 2016

ANDREW MARVELL, un poeta rescatado del olvido

Andrew Marvell (1621-1678) fue en vida un poeta desconocido como tal, aunque sí era apreciado como prosista satírico. De hecho, la publicación de su obra poética fue póstuma, y hasta que T.S. Eliot la apreció y la comentó, era un poeta ignorado. En la actualidad, una vez reconocida su valía, hay tres poemas que se suelen considerar dentro del canon de la literatura inglesa: Una oda horaciana al regreso de Cromwell de Irlanda, El jardín —posiblemente el más admirado— y este que aparece aquí debajo, una versión muy reflexiva del carpe diem

A SU ESQUIVA SEÑORA

Si el mundo fuera nuestro, y el tiempo también,
no sería un delito, Señora, aplazar el placer.
Sentados pensaríamos qué camino seguir
y por dónde pasar nuestro amor perdurable.
Tú en el río Ganges hallarías rubíes
mientras yo me lamentaría a la orilla del Humber.
Yo mucho te amaría antes del Diluvio
y tú, si así te place, me dirías que no
hasta la Conversión de todos los Judíos.
Mi amor, como las plantas, más vasto
crecería que todos los imperios y más lento;
y cien años seguidos miraría tu frente
y muchas alabanzas diría de tus ojos;
y doscientos años adoraría tu pechos,
pero treinta mil lo haría con el resto.
Cien mil años al menos para conocer cada parte
y en los últimos cien mil en tu corazón entraría.
Pues mereces, señora, este trato elevado
y yo no te amaría con más bajas maneras.
Pero siempre tras de mí oigo que se acercan
los alados carros muy veloces del Tiempo
y podemos ver extenderse a lo lejos
los vastos desiertos de toda la eternidad.
Tu belleza entonces ya nunca será vista
ni en tu cripta de mármol sonará
mi canción y su eco; probarán los gusanos
esa virginidad que tanto preservaste
y tu honor riguroso no será más que polvo
y toda mi lujuria será de las cenizas.
Y un privado lugar muy bueno es nuestra tumba
pero nadie, que yo sepa, allí puede abrazarse.
Por eso ahora, mientras colores juveniles
afloran a tu piel como al alba el rocío
y tu alma deseosa por cada poro
transpira fuegos instantáneos,
pasémoslo bien mientras podamos
y, como aves de presa entregadas a amarse,
antes devoremos nuestro tiempo con prisa
en vez de languidecer ante su lenta caza.
Echemos a rodar toda nuestra fuerza
y toda la dulzura en una misma bola
y con áspera lucha rasguemos los placeres
por todas las puertas de hierro de la vida.
Así, aunque no podamos hacer que nuestro sol
se detenga, sí al menos podremos gobernar su carrera.

              Traducción de Ángel Rupérez (Antología esencial de la poesía inglesa).



Si no estoy equivocado, la de Pre-Textos es la última traducción que se ha publicado de sus poemas.

miércoles, 17 de febrero de 2016

MICHEL de MONTAIGNE

¿Filósofo, escritor, intelectual, psicólogo, antropólogo...? 

Montaigne es el primer ensayista de la historia, porque es él quien inventa el género, el término y lo pone en práctica por primera vez. De hecho, los manuales de filosofía se ocupan, en general, muy poco de él. Mucho más espacio le dedican, en cambio, los de literatura. Sin duda, es un ecritor genial que reflexiona sobre el ser humano a partir de sí mismo —Yo mismo soy la materia de mi libro—.

Emerson dijo que era el más franco y el más honrado de los escritores. Lo que no es mal piropo. Harold Bloom, que sigue siendo con mucho el mejor ensayista personal. Tampoco está mal. Störig añade: En Montaigne encontramos esa rara y dichosa consonancia de profundidad del pensamiento, perspicacia de la observación y elegancia de la expresión. Esto puede parecer un poco escaso al lado de los anteriores, pero ya les gustaría a otros muchos pensadores ser objeto de tal apreciación.

Sea como fuere, tampoco tenemos por qué fiarnos de lo que digan los expertos. Lo mejor es leerlo por nosotros mismos, disfrutar con sus palabras si nos gustan, o dejar el libro a un lado si es que no nos complace. Lo bueno que tiene el genial francés es que podemos leerlo a saltos y a cachos sin que sufra lo más mínimo su obra, porque está compuesta por 107 breves ensayos independientes, algunos tan breves como un artículo de opinión. 

En cualquier caso, sí creo que es una lectura para personas de una cierta edad más que para jóvenes. También creo que puede resultar una lectura muy grata porque Montaigne tiene siempre un tono de proximidad que hace que lo sintamos como alguien conocido con quien estamos conversando. Nunca nos sentimos rechazos, tal y como ocurre con otros pensadores cuyo saber nos apabulla o su oscuridad nos pone límites. Y, además, es un tipo más bien optimista, engalanado de la alegría de vivir.

Otro aliciente para acercarse a su obra es que está plagada de frases brillantes, sentencias y aforismos, de esas que decidimos copiar en algún cuaderno para que no se nos olviden, aunque luego siempre las olvidemos. Podéis hacer la prueba tecleando en Google y veréis cuántas aparecen. Pero lo mejor es irlas descubriendo uno mismo e ir comprobando que tampoco están todas, ni mucho menos, regogidas el memorión de san google.

Y si mis palabras no os animan a engacharos con el filósofo más doméstico y amable que conozco, aquí tenéis el vídeo que elaboró Botton después de escribir su exitoso libro Las consolaciones de la filosofía, donde nos recuerda cómo la lectura de Montaigne puede valernos, incluso, para trabajar la autoestetima si es que la tenemos algo baja.


En este enlace os dejo una traducción colocada en el cervantesvirtual.com libre de derechos, por eso de si queréis echar un vistazo antes de animaros a leerlo. 

martes, 16 de febrero de 2016

ALFONSO VALLEJO

VEN AL TIEMPO VENDAVAL

Ven por aquí.
Pasa y cierra.
Entra.
No hagas ruido con los goznes.
Que no suenen las tachuelas.
Deja fuera los clavos,
los ecos de las alcayatas
y las penas negras.

Ven por aquí.
Pasa y cierra.
Entra.

Y si tropiezas con sombra dura,
con algo oculto que duele y quema,
que te arrastra hacia lo hondo
y espanta
y atormenta,

no te importa.

Entra.
Pasa y cierra.
Ven al tiempo vendaval,
al vuelo de la blanca mente
y a la esperanza abierta.
No temas.
Sigue la raya de la luz
hasta el mismo borde la esencia,
de tu instinto y tu razón
hasta encontrar tu certeza.

No te importe.
Los espías del silencio y la maldad
no lo pueden evitar.
Ven por aquí.
No hagas ruido con los goznes.
Pasa y cierra.

Entra.


                          De Blanca ocuridad.

Alfonso Vallejo es el seudónimo con el que firma toda su obra literaria un importante neurólogo. Alfonso Vallejo es, además, un escritor con una más que notable obra literaria, que abarca la novela, el teatro y la poesía. Y si os paseáis por la página en la que se alojan sus obras completas, descubriréis que también pinta. Pero mejor que yo, os lo va a presentar Fernando Loygorri, que se ocupó de él en el programa dedicado a la literatura Jardines en el bolsillo.

Espacio donde se encuentran las Obras completas. Su obra de teatro también se halla en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

lunes, 15 de febrero de 2016

¡FELICIDADES, JESÚS!

Irazoki le hizo un hermoso regalo a su paisano Munárriz: una selección de 75 poemas, uno por cada año. Con todos ellos la Casa Hiperión editó este estupendo volumen

Yo me entero tarde de la celebración o, mejor dicho, me entero tarde de la aparición del libro. Hace unos días pasaba por el KM para hacerme con un par de títulos, y ahí estaba, en la estantería, esperando que yo lo cogiera.

Y ayer por la tarde, mira por dónde, me encuentro con que había sido invitado en La Estación Azul para hablar de él —a partir del minuto 8—. Luego aparece Manuel Rivas hablando de su última novela.

Que esta entrada sirva, querido Jesús, para que este año nos celebres el cumpleaños 76 con un nuevo título... con todos esos poemas que aún tienes inéditos.




MONÓLOGO DE ZIMMER (1)

No es un huésped molesto, pese a todo.
Sólo es un niño grande. Los niños, ya se sabe,
dan a veces disgustos, tabarras; también él.
Pero si está tranquilo es agradable:
charla, improvisa versos, se vuelve muy locuaz
o disfruta de la naturaleza, sonriente.

En el buen tiempo me acompaña al huerto
o a la viña y mientras yo trabajo él coge flores,
que luego olvida. El sol le hace feliz
y se abandona a su calor, sobre la hierba,
y se le va ese frío que le atrista por dentro.

Es un hombre tranquilo si se le deja en paz,
pero los críos, a veces, le importunan
y vuelve a casa de mal genio, y no hay quién pare
pasea por su cuarto como fiera enjaulada
o nos saca de quicio con el piano,
machacando las mismas teclas siempre.

Le ocurre, sobre todo, en el mal tiempo,
con el frío, la lluvia, el cielo gris,
días y días sin salir de la buhardilla,
sin cortarse las uñas ni el pelo, ni la barba,
sin asearse,
asomado al cristal con ojos idos,
perdidos en el Neckar,
taconeando el suelo horas y horas.

Pero por qué insistir en estas cosas:
todos tenemos días malos.
En general, se porta bien. Y me hace compañía.
Además, es muy entretenido
la gente que conoce. De otros tiempos.
A veces le visitan -no mucho, es la verdad-
y pasan por mi casa señorones, o escritores famosos,
o señoritas interesantísimas
que le contemplan con respeto
y le piden poemas dedicados.

Yo les ofrezco vino, o agua fresca,
o frutas en verano,
y ellos me hablan de él, de lo importante
que podía haber sido, de su talento
extrañamente roto, de su hermosura
y de la de sus versos.

Yo les cuento diabluras que me hace
y les divierten o les ponen tristes, depende,
y al despedirse, algunos, dejan unas monedas
para comprarle dulces, que le gustan muchísimo.

Cuando se van, a él le cambia la cara
y se queda pensando, ensimismado,
y está así varios días, como dándole vueltas,
rumiándolo, y entonces
yo lo observo sin que él se dé cuenta
y siempre pienso: no está loco,
sólo hace lo que quiere,
libre, en paz.

De pronto, cualquier cosa,
un gorrión, unos mirlos, una insignificancia
le vuelve a su mirar de niño grande
y sonríe otra vez, no se sabe, como a las musarañas,
y a mí me desconcierta porque lo veo ido
y también me lo creo.

De ella, no habla nunca. Si la nombran
en su presencia o le preguntan
por aquella señora,
finge no recordar o les responde
que le dio nueve hijos,
todos de altos destinos: papa, rey...
Luego, a solas, cuando no le ve nadie,
sube a su torre y llora. Yo le he oído
a través de la puerta. y me partía el alma.

En fin señores, ahora me parece
que he charlado de más
y les estoy cansando.
Como les dije, no es un huéped molesto
y estoy muy orgulloso de tenerlo en mi casa
de sencillo ebanista.
Así que vuelvan cuando quieran,
ya ven que ha sido muy correcto con ustedes
y que no le ha aburrido su visita.
Mucho me alegra haberles conocido.
Adiós, señores.
                           Zimmer.
                                          A sus pies.

(1) Ernst Zimmer es el ebanista que acoge en su casa al poeta Hölderlin después de que abandona la clínica en la que encontraba. Allí permanecerá hasta la muerte. Hölderlin escribió una magnífica novela bajo el título de Hiperión. Recuerdo y homenaje a esta obra es el nombre de la editorial que Jesús Munárriz puso en marcha, dedicada a publicar solamente poesía.

domingo, 14 de febrero de 2016

LA ODA DEL VIEJO MARINERO, S. T. Coleridge

Coleridge leyó por primera vez The Rime of Ancient Mariner  —La oda del viejo marinero, en 1797. Desde entonces, sus más de 600 versos, han sido leídos infinidad de veces. En algunas ocasiones, por grandes intérpretes; en otras, por esforzados aficionados. Rastros de todas ellas hay en internet. Pero tal vez, quien mejor recogió el ambiente que Coleridge nos quiso transmitir no haya sido ninguna voz, sino el fantástico dibujo de Gustave Doré

En esta edición de La Gaya Ciencia, que se editó por primera vez en 1975, en versión del poeta Eduardo Chamorro, y que todavía puede encontrarse por menos de 10€, se recogen todos las espléndidas ilustraciones que Doré preparó para la vieja balada de aquel atormentado marinero.

Coleridge, precesor de la literatura gótica y muy dado a presentarnos el pasado como algo misterioso y fantástico, nos cuenta aquí la historia de un barco en el que ocurre una trágica historia. El marino que la ha vivido está obligado a contarla una y otra vez. El relato se inicia cuando el marino, ya anciano, tropieza con los invitados a una boda, y a ellos les contará la fábula.

Es un anciano Marinero,
y detuvo a uno de los tres:
«Por tu barba gris y tus ojos que relucen,
dime, ¿por qué causa me detienes?


Las puertas del Novio están de par en par abiertas
y yo soy pariente suyo;
los Invitados ya se han reunido, la Fiesta está lista,—
oír puedes la alegría del estruendo.»


Mas aún retiene al invitado a la boda—
«Había una Nave,» le dice aquél—
«No, si contarme quieres alguna historia divertida,
¡Marinero! ven conmigo.»


Le retiene con su mano descarnada,
dice aquél: «había una Nave...»
«¡Márchate ya de aquí tú pelmazo de la barba gris!
Que en otro caso habrás de tropezar con mi Cayado.»


Le contempla con sus ojos brillantes—
el invitado a la boda hubo de quedarse quieto
y escucha como un niño de tres años;
el Marinero consiguió lo que quería.


El invitado a la boda se sentó sobre una piedra,
salvo oír nada podía:
y así siguió hablando aquel anciano,
aquel Marinero de ojos relucientes. 



Y aquí, una revisión más actual y musical de la historia:


sábado, 13 de febrero de 2016

¿QUÉ ES EL TIEMPO?

  • ¿Qué es, pues, el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé. Agustín de Hipona.
  • El tiempo es el error que se rectifica, la verdad que se aprende y que se enseña, el mal que se evita, el consuelo que se da, la aptitud que se adquiere para la plenitud de la existencia; el tiempo es virtud que se robustece, el sentimiento que se purifica, la inteligencia que se dilata; el tiempo es la perfección, la vidaConcepción Arenal.
  • La peor prodigalidad es la del tiempoC. Cantú.
  • Se dará tiempo a tiempo, que suele dar dulce salida a muchas amargas dificultadesCervantes.
  • El porvenir nos inquieta y el pasado nos retiene. He aquí porque el presente se nos escapaFlaubert.
  • El tiempo puede tener un parto difícil, pero no aborta jamásLamennais.
  • El tiempo corre, y silenciosamente envejecemos, mientras los días huyen sin que ningún freno los detengaOvidio.
  • Lo que la razón no consigue, lo alcanza a menudo el tiempoSéneca.
  • El placer y la actividad hacen que el tiempo parezca breveShakespeare.
  • El tiempo hace justicia y pone todas las cosas en su sitioVoltaire.