Ejemplar de la biblioteca de Okendo |
"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
martes, 24 de octubre de 2023
LA GRECIA ANTIGUA CONTRA LA VIOLENCIA, Jacqueline de Romilly
jueves, 19 de octubre de 2023
REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 6
Todos los días sale el sol |
Vespa velutina nigrithorax |
Y más sorpendente y admirable aun me parece que un buen día aparezca en la habitación de un piso de ciudad una mariposa colibrí y se empeñe en desentrañar el nombre escrito en japonés. Ella no creo que llegara a descifrar el significado, como yo tampoco llegué a poder fotografiarla ni regularmente bien, dado el frenético movimiento que se traía. Al cabo de una docena de intentos, por su parte y por la mía, la invité a que buscara territorios más favorables a sus propios intereses abriendo de par en par la ventana.
Macroglossum stellatarum |
martes, 27 de diciembre de 2022
MEDÚSEA, HILDA DOOLITTLE
Ejemplar del KM |
Toda Grecia odia
los ojos inmóviles en el rostro blanco,
el brillo como de olivas
donde ella se alza,
y las manos blancas.
Toda Grecia injuria
el rostro pálido cuando ella sonríe,
odiándolo más profundamente aún
cuando se vuelve más palido y blanco,
recordando pasados encantos
y pasados males.
Grecia mira impasible,
a la hija de Dios, nacida del amor,
la bella de pies fríos
las más esbeltas rodillas,
sí podría amar a la doncella
sólo si ella yaciera,
ceniza blanca entre cipreses fúnebres.
Para situar rápidamente a H. D. —esta será su firma desde que Ezra Pound envió un poema de ella con esas iniciales a Harriet Monroe para que lo publicara en la revista Poetry: A Magazine of Verse— es necesario decir que nació en Pensilvania, que allí conoció a Pound, con quien tuvo un romance que duró hasta que este se fue a Europa. Luego se volverían a encontrar en Londres, donde conoció a Richard Aldington, otro poeta imagista, con quien estuvo unida un breve tiempo. Los primeros años del siglo XX son los años en que triunfa ese movimiento literario. Claramente imagista es este poema recogido en esta edición y modelo del estilo:
Remolinea, mar—LEDA
Donde el lento río
se encuentra con la marea,
un cisne rojo eleva rojas alas
y su pico oscuro,
y bajo el color púrpura
de su pecho mullido
desenrolla sus patas de coral.
Por el púrpura intenso
del calor que agoniza
del sol y de la niebla,
el resplandor horizontal del sol
ha acariciado
el lirio del oscuro pecho,
y ha salpicado con sus rayos de oro
su penacho dorado.
Allí donde despacio
sube la marea,
y se adentra en el río
y se deja llevar
entre las cañas,
y alza banderas gualdas,
ahí flota él:
donde el río encuentra la marea.
Ah, soberano beso—
sin remordimientos
ni recuerdos antiguos
que empañen la alegría;
donde es bajo y ancho el corocillo,
la azucena dorada
se abre y descansa
bajo el suave aleteo
de las alas del cisne
del cálido temblor
del pecho del cisne rojo.
miércoles, 27 de mayo de 2015
LA GRECIA ANTIGUA CONTRA LA VIOLENCIA, de Jacqueline de Romilly
El libro está organizado en tres capítulos: La violencia y la tragedia, Violencia divina y benignidad humana y Violencias cotidianas: ¿qué recursos oponerles? Consta, además, de una larga introducción y una interesante conclusión sobre la violencia y la belleza.
La tesis central de la autora es que la violencia que aparece en la literatura clásica griega está allí para ser objeto de denuncia, ejemplo que sirva de enseñanza y reflexión sobre el mal. Es una violencia condenada. Es, pues, una idea distinta a la que mantenía Aristóteles: la tragedia como catársis, como purga de pasiones y, por tanto, de la violencia que generan dichas pasiones.
Jacqueline de Romilly se dedica con insistencia a demostrar su tesis y para ello recurre a múltiples y variados ejemplos; recorre las obras de Esquilo, de Sófocles y de Eurípides; entresaca decenas de citas que caminan en la misma dirección; pone todos sus conocimientos a trabajar —que son muchos— y consigue hacernos ver que, efectivamente, la violencia en la literatura griega no es gratuita.
Y ésa es la segunda tesis de la académica francesa: Mientras que nuestras costumbres modernas, sometidas al cine o a la televisión, nos confrontan con el espectáculo de la violencia en plena acción, la tragedia evita hacerlo. En la Antigua Grecia el espectador acudía a un teatro en donde, a través de la historia, se le ayudaba a reflexionar sobre las consecuencias de la violencia; en la actualidad, por el contrario, se nos ofrece de manera gratuita, o incluso peor: como elemento constituyente y central del mismo.
A partir de esta reflexión desencadena otras cuantas más sobre el mundo actual y nuestro comportamiento cotidiano, lo que aporta un doble atractivo al título, pues es al mismo tiempo un texto académico sobre la literatura griega clásica y una denuncia de alguno de los males que aquejan a la sociedad contemporánea.
jueves, 21 de mayo de 2015
EURÍPIDES SE MANIFIESTA EN CONTRA DE LA GUERRA
Más adelante: Miserables mortales, ¿por qué tenéis armas y os matáis mutuamente? Deteneos, que alejados de la guerra conservaréis en paz vuestras ciudades con ciudadanos pacíficos. Poca cosa es la vida y es preciso recorrerla hasta el final con la mayor tranquilidad posible y lejos de la desgracia. [v. 950 y sigs] Suplicantes, Traducción de J.L. Calvo Martínez.
La filosofía clásica nos enseñó a pensar; la literatura, además, nos mostró el camino de la racionalidad porque puso escenas y sentimientos a la abstracción. En ella seguimos viendo el nacimiento de lo humano. Independientemente del aparejo técnico, la literatura clásica lo es porque en ella sigue estando lo sustancial de nuestros deseos, nuestros miedos y nuestras aspiraciones.
sábado, 24 de mayo de 2014
DISTINTAS SON LAS NATURALEZAS DE LOS HOMBRES
distinto su carácter;
mas lo que es bueno y recto siempre es claro.
Las crianzas acompañadas de buena educación
conducen en gran medida a la virtud,
y el sentir respeto es sabiduría.
Y el observar lo debido a la luz de la razón
reporta agradecimiento como recompensa
por cuanto la buena fama
aporta una gloria inmarcesible a la existencia.
No son versos de Virgilio ni de Horacio, no lo son de una obra de Shakespeare; tampoco de algún ilustrado francés, ni de cualquier moralista decimonónico. Tienen casi 2500 años y pertenecen a la tragedia Ifigenia en Áulide, obra de Eurípides, uno de los tres grandes maestros de la dramaturgia clásica griega, junto con Esquilo y Sófocles.
Venimos expresando las mismas ideas desde que somos capaces de reflexionar y vivimos en comunidad. Eso sí, las decimos ambientadas en circunstancias distintas y las ponemos en boca de personajes diferentes, pero tenemos la misma sed y nos corroen las mismas pasiones. Los clásicos tenían la ventaja de estrenarlas y la fuerza de lo primigenio recorre sus textos.
Aquí tenéis la adaptación que Gustavo Pérez Puig hizo para Estudio 1: