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domingo, 20 de diciembre de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN (programa soviético)

Esta imagen la he obtenido a través de un telescopio reflector, por lo tanto está invertida con respecto a la imagen que vemos con unos prismáticos.

 Tal y como había anunciado el pasado mes, aquí tenéis señalados los lugares donde alunizaron las distintas sondas del programa soviético Luna. Como podéis ver son algunas más que las del programa americano Apollo y hay muchos números que faltan. Algunas de ellas no tenían como objetivo posarse en la superficie lunar; otras, no lo consiguieron. Sí he colocado en su sitio las que las que fracasaron, porque se estrellaron contra la superficie.

Os dejo el excelente cuadro que han preparado en Wikipedia y que he estado cotejando por si hubiera sido necesario introducir alguna corrección (el mapa sí está corregido), que no lo ha sido:

Luna 102-01-1959Pasó a 6.000 km de la Luna y entró en órbita solar. Primera sonda espacial en enviar y recibir comunicaciones de datos desde el espacio.
Luna 212-09-1959Primera sonda en llegar a la Luna. Se estrelló a 29,10ºN - 0,00º el 14 de septiembre de 1959.
Luna 304-10-1959Realizó el 10 de octubre de 1959 las primeras fotografías de la cara oculta de la Luna.
Luna 402-04-1963Intento de alunizaje suave que fracasó. Pasó a 8.500 km de la Luna y entró en órbita solar.
Luna 509-05-1965Intento de alunizaje suave que fracasó. Se estrelló a 31ºS - 8ºE.
Luna 608-06-1965Pasó a 161.000 km de la Luna y entró en órbita solar.
Luna 704-10-1965Intento de alunizaje suave que fracasó. Se estrelló a 9ºN - 40ºW.
Luna 803-12-1965Intento de alunizaje suave que fracasó. Se estrelló a 9,1ºN - 63,3ºW.
Luna 931-01-1966Alunizó con éxito el 3 de febrero a 7,08ºN - 64,4ºW y envió fotografías.
Luna 1031-03-1966Satélite lunar. Orbitó a una distancia de 350 km. Mantuvo el contacto durante 460 órbitas en 2 meses.
Luna 1124-08-1966Distancia mínima a la Luna de 159 km. Transmitió hasta el 1 de octubre de 1966.
Luna 1222-10-1966Transmitió hasta el 19 de enero de 1967.
Luna 1321-12-1966Alunizó el 24-12-1966 a 18,87ºN - 62ºW. Estudió el suelo. Transmitió hasta el 27-12-1966.
Luna 1407-04-1968Satélite lunar. Orbitó a una distancia mínima de 160 km.
Luna 1513-07-1969Se estrelló a 17ºN - 60ºE el 21-07-1969 tras 52 órbitas. Fue lanzada la misma semana que el Apolo 11.
Luna 1612-09-1970Alunizó a 0,68ºS - 56,30ºE el 20-09-1970. Regresó a la Tierra el 24 de septiembre con 101 gramos de basalto lunar.
Luna 1710-11-1970Alunizó el 17-11-1970 transportando el Lunojod 1 a 38,28ºN - 35ºW.
Luna 1802-09-1971Se estrelló a 3,57ºN - 50,50ºE tras 54 órbitas.
Luna 1928-09-1971Realizó 4.000 órbitas antes de enmudecer.
Luna 2014-02-1972Alunizó el 21-02-1972 a 3,57ºN - 56,50ºE. Trajo a la tierra 30 gramos de muestras del suelo lunar el 25-02-1972.
Luna 2108-01-1973Alunizó el 16-01-1973 a 25,85ºN - 30,45ºE transportando el Lunojod 2.
Luna 2202-06-1974Transmitió hasta el 06-11-1975.
Luna 2328-10-1974Alunizó en el Mare Crisium. Fracasó en la recogida de muestras. Transmitió hasta el 09-11-1975.
Luna 2409-08-1976Alunizó el 18-08-1976 a 12,25ºN - 62,20ºE. Excavó hasta los 2 metros y regresó a la Tierra el 22-08-1976 con 170 gramos de muestras del suelo lunar.

sábado, 3 de marzo de 2012

¿POR QUÉ VEMOS LO QUE VEMOS DE LA LUNA?

Para los amigos que preguntan.  
Para las personas que celebran la Semana Santa.

Todo lo que se mueve cambia de lugar, y la verdad es que en el Universo todo se está moviendo sin cesar: la Tierra, la Luna, el Sol, las galaxias... Lo que quiere decir que nuestro punto de vista cambia continuamente y lo hace de manera más rápida cuanto más cerca esté de nosotros aquello que observamos.

Del único satélite que tiene la Tierra siempre vemos la misma cara porque realiza un giro sobre su propio eje en el mismo tiempo que tarda en dar un vuelta alrededor de la Tierra. Lo podéis comprobar fácilmente poniendo atención sobre el punto rojo (Mare Crisium). Cuando la Luna ha completado una vuelta alrededor de la Tierra, el punto rojo ha atravesado todas las posiciones del giro sobre su propio eje, es decir, ha dado también un vuelta completa sobre sí misma (360º).

(Imagen tomada del libro Descubrir la Luna. Larousse, 2004)

Me valgo de este mismo dibujo para intentar explicar por qué vemos más o menos superficie lunar según el día del mes, esto es, por qué tiene fases la Luna. 

Como la Luna da vueltas alrededor de la Tierra, según en qué momento nos hallemos de ese giro, vamos a ver una parte mayor o menor de su superficie desde aquí. En el dibujo tenemos el Sol situado a la izquierda de la imagen; por consiguiente, cuando la Luna se encuentra a la izquierda de la Tierra (fase de luna nueva), no vemos nada, porque el lado que mira hacia nosotros no recibe luz, está en sombra, permanece en la oscuridad. A medida que la Luna se va desplazando alrededor de nuestro planeta, vamos viendo una sección cada vez mayor de su superficie, hasta que llega al lado contrario (derecha en el dibujo) y podemos apreciar toda la superficie completa de la cara que está situada de frente a nosotros, ya que recibe de lleno la luz solar.

Otra cosa distinta es por qué vemos de forma circular o abombada la línea que separa la superficie sombreada de la iluminada. No se trata de que la Tierra se interponga entre el Sol y la Luna (eso sólo lo hace en los eclipses de Luna) y produzca esa  zona de umbría; se debe, simplemente, a que es un cuerpo esférico y, por tanto, la zona que se vea siempre va a presentar una curvatura, excepto en la situaciones de cuarto creciente y cuarto menguante, en que vemos exactamente la mitad de esa aparente circunferencia. Si no os queda suficientemente claro con el dibujo, haced la prueba con cualquier pelota (Luna) y un foco de luz (Sol).

El porqué de la dedicación a los que celebran la Semana Santa se debe a que este acontecimiento religioso depende absolutamente en su ubicación temporal de la Luna y sus movimientos como traté de explicar aquí hace un año aproximadamente.

Feliz observación.




domingo, 6 de noviembre de 2022

LA LUNA Y LORCA


Así se veía esta tarde la luna casi llena desde el Paseo Nuevo mientras el sol de atardecer iba escondiéndose al mismo tiempo que teñía de rosa las pocas nubes que parecían puestas para adornar más que para acarrear agua. 

Cuando he llegado a casa ya era de noche y las nubes habían desaparecido. He salido al balcón, he sacado el telescopio... y así de luminosa ha quedado ella.


Pero hoy no tenía ganas de mares ni de cráteres ni de rusos ni de norteamericanos. He cogido mi antiguo Romancero gitano y me he dejado seducir por las siempre fascinantes imágenes de Lorca.


ROMANCE DE LA LUNA, LUNA

La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño, déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño, déjame, no pises
mi blancor almidonado.

El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.

Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.

Cómo canta la zumaya,
¡ay cómo canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con un niño de la mano.

Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
El aire la está velando.

¡Felices sueños!

***


Путин, немедленно останови войну!

martes, 12 de enero de 2021

POESÍA CLÁSICA CHINA


 Lu Ji (261-303)

II. EL PROCESO


El proceso. Así es el comienzo: se interioriza la visión, se adentran los sonidos. Se demora el pensamiento y todo se interroga.

El alma galopa hacia los ocho confines del espacio. El espíritu vaga errante por alturas infinitas.

Al acercarse, la emoción poco a poco se convierte en luz. Las cosas se reflejan e intercambian su claridad.

Y es que al beber la esencia de las palabras dichas y escritas, paladearás el muy dulce sabor de los Clásicos.

A la deriva entre cielos y abismos, te dejarás llevar por la gran corriente, bañándote en las aguas del manantial, internándote en su profunda hondura.

Y esas frases sumergidas que se esconden y se agitan, serán como peces inquietos que, mordiendo el anzuelo, emergerán desde el fondo más insondable.

Y las otras delicadas bellezas, vagando ingrávidas y errantes, serán como pájaros de alto vuelo que, cazados con flecha y con cuerda, caerán en picado desde las nubes más altas.

Haz acopio de palabras y de frases no usadas por más de cien generaciones.
Escoge rimas perdidas y olvidadas desde hace miles de años.

Desdeña las flores marchitas, ya abiertas, del amanecer, y quédate con los brotes tiernos, aún cerrados, de la noche.

Así, verás pasado y presente en un único instante, y abarcarás los inmensos mares en tan solo un abrir y un cerrar de ojos.


Tao Yuanming (365-427).

De niño, sin ambiciones mundanas,
sentía un gran apego a las montañas.
Más tarde, caí desgraciadamente
en el lazo de este vanidoso mundo,
que me ha retenido por tantos años.

Los pájaros enjaulados añoran
los nidos que tenían en el bosque.
Los peces de los acuarios
echan de menos el inmenso mar.
Por fin he regresado a mi finca,
y estoy aquí, como labrador,
roturando los campos y yermos del sur.

Tengo poco tierra
y unas cuantas chozas.
Olmos y sauces dan sombra a mi casa,
y veo peras y melocotones,
que crecen enfrente de la ventana.
A lo lejos se perciben
ruidos y voces de un pueblo.
De cerca veo tenues humos,
que se elevan sobre las chimeneas.
Un perro ladra al fondo de la calle.
y un gallo canta sobre una morera.
En mi casa todo es tranquilidad,
alejado de tumultos y bullicios.
He dejado para siempre
aquella vida enjaulada,
y logre volver al YO de verdad.


Anónimo (S. VI)

BALADA DE MULÁN





He Zhizhang (659-744)


DE REGRESO A MI PUEBLO NATAL 

Salí de niño y, viejo, vuelvo. 
Mi acento, el de antes, mas ya ralos mis cabellos. 
Los niños no me conocen. Sonrientes, preguntan: 
¿De dónde viene, caballero?



Zhang Ruoxou (660-720)


EL RÍO PRIMAVERAL EN UNA NOCHE DE LUNA Y FLORES 

Con las crecidas de primavera, 
se identifican el río y la mar. 
Emerge de entre las olas 
una luna esplendorosa. 
Inunda y acompaña 
a las aguas agitadas 
miles y miles de leguas. 
¿Qué río en primavera 
no goza de la luna? 

El río corre, abrazando 
la campiña perfumada 
bajo una gasa blanca. 
La luna argenta sus flores, 
que brillan como diminutas perlas. 
Se diría que la escarcha, 
suspendida del espacio, 
se funde con el blancor 
de la arena de la orilla. 
La luna y el cielo, 
plateados, 
inmaculados. 
Mas ¡qué soledad sufre ella 
en el éter cristalino! 
En las riberas del río, 
quién vio la luna primero? 
Y esta, a su vez, ¿cuándo arrojó 
sus primeros rayos al hombre? 
Generaciones humanas, 
una tras otra, 
vienen y se van. 
Año tras año, la luna del río 
parece siempre la misma. 
No se sabe a quién espera. 
Solo se ve que en el inmenso 
río las aguas pasan y pasan. 

Flota una nube blanca 
hacia la lejanía. 
En la ribera de los Verdes Arces, 
una tristeza infinita. 
¿De quién es aquella barca 
que en esta noche navega? 
¿En qué morada, bajo la luna 
se añora al ser querido ausente? 
La luna ronda la casa 
e ilumina el tocador 
de la esposa nostálgica, 
que enrolla la cortina de perlas, 
mas la luna no se aleja. 
Golpea en la piedra al lavar la ropa
Tampoco la ahuyenta. 

Ahora los amantes 
fijan sus ojos 
en el espejo celeste. 
Quieren verse, pero ni se oyen. 
¿Remontar la luna 
e ir con sus luces 
para alumbrar al amado? 
No, ni los gansos silvestres, 
legendarios mensajeros de amor, 
en su vuelo prolongado, 
pueden llevarle la luz. 
Dragones y peces, 
también mensajeros, 
solo logran levantar, 
en sus afanosos saltos, 
unos rizos en el agua. 

“Anoche soñé que las flores 
se cayeron en los estanques. 
Avanzada ya la estación, 
aún no puedo volver a casa. 
Impetuosas aguas del río 
se llevarán la primavera, 
y también la flor de mi vida.” 
Sobre la orilla agoniza la luna, 
que se atisba entre las brumas. 
Montaña Norte. Río Sur. 
Inmensurable es la distancia 
que el viajero debe salvar. 
¿Quién pudiera cabalgar la luna 
para retornar así al hogar? 
Ya se pone ella, la luna, 
y de tristeza se llenan 
el río y sus arboledas.



Wang Chanling (698-756)


CANCIÓN DE LAS DONCELLAS RECOLECTORAS DE LOTO

Rostros de flor entre flores de loto.
Verdes faldas entre el verdor de las hojas.
En la espesura no se las encuentra.
Sólo su canción delata su presencia.


Wang Wei (701-761)


EN CONTESTACIÓN AL SUBPREFECTO SEÑOR ZHANG

En mi vejez sólo aspiro al sosiego.
Ya no me interesa nada mundanal.
Sin ninguna meta, lo único que quiero
es regresar al bosque, mi antiguo hogar.

La brisa del pinar me agita la faja suelta.
La luna serrana me alumbra tañendo la cítara.
Me preguntas por la última verdad de la existencia.
Cantan los pescadores que se alejan por la orilla.


Li Bai / Li Po / Li Bo / Li Tai-Pei / Li Tai Po (701-762)



REGRESANDO SOLO DEL PASEO

Embelesado por el vino, 
no advierto el anochecer.
Los pétalos caídos cubren
los pliegues de mi vestimenta.
Ebrio, me pongo a pasear
bajo la luna del arroyo.
Se han ido gentes y aves,
dejándome muy solo.



COPA EN MANO, PREGUNTO A LA LUNA

Brilla la luna en el azul infinito.
Ceso de beber y le pregunto:
¿Desde cuándo estás allí?

Por más que lo pretenda,
el hombre no puede atrapar la luna.
Pero ella, en su curso, le acompaña.
Es un fulgido espejo que vuela
por encima de los palacios escarlata.
Sus luces puras resplandecen,
disipando los humos grises.
Se la ve sólo de noche
ascendiendo del piélago,
y al despuntar el alba,
se pierde entre las nubes.
Año tras año, la liebre elabora sus hierbas.
Solitaria, Chang E nunca tiene compañero.
Los hombres de hoy no ven la luna de antaño,
mas la luna de hoy ha alumbrado a los hombres antiguos.
Tanto los del pasado como los del presente,
vienen y se van como las aguas de un río,
y todos contemplan la misma luna.
¿Qué podría yo desear sino ver siempre,
mientras canto y bebo,
su reflejo en el fondo de mi copa de oro?


SENTADO, SOLO, EN LA MONTAÑA DE JINTING

Los pájaros han vuelto a sus nidos en bandadas.
Perezosa, la última nube se aleja.
Oh montaña, eres mi única compañera.
Ni a ti ni a mí el mirarnos nos cansa.




Du Fu/Tu Fu (712-770)



CABALLOS TÁRTAROS DE FANG BINGCHAO

Célebres son los caballos de Dayuan.
Osamenta delgada y puntiaguda.
Orejas afiladas como bambúes tallados.
Patas ligeras cual el viento,
nada ni nadie puede detenerlos.
Briosos y soberbios, te llevan a atravesar
como relámpago mil leguas.
Puedes confiarles sin recelos tu vida.



COMBATIENDO EN LA FRONTERA

              VI

Reflexiones del soldado

Si hay que tensar el arco,
ténsalo con toda fuerza.
Si hay que escoger una flecha,
escoge la más larga.
Para tumbar al jinete,
tumba primero su caballo.
Para derrotar al enemigo,
captura primero a su cabecilla.
Hay fronteras para cada país,
que deben ser respetadas,
y hay límite para matar:
Una vez que se contiene la invasión,
¿es justo causar más muerte?



Meng Jiao (751-814)




CANCIÓN DEL VIAJERO

Hilos y aguja en la mano
de la cariñosa madre.
Túnica que pondrá al hijo
que se marchará de viaje.
Da puntadas muy 
tupidas
teme que tarde en volver.
¿Podrá una pequeña hierba
pagar la benigna luz
del sol de la primavera?



Han Yu (768-824)



LAS ROCAS DE LA MONTAÑA 

Una senda abrupta serpea
por entre las rocas de la montaña.
Al caer el crepúsculo,
llego al antiguo templo silencioso,
en que revolotean murciélagos.
Me siento en las escaleras
del salón principal.
Ha cesado la lluvia,
y el aire rebosa de frescura.
Se mecen anchas hojas de plátanos.
Lucen radiantes botones de la gardenia.
El monje elogia los frescos budistas
y me aconseja que los visite.
A la débil luz de unas velas,
los contemplo. Borrosos,
apenas se distinguen.
Luego me prepara el lecho,
desenrollando una estera.
Me sirve arroz y sopa,
que, siendo magra y frugal,
es abundante y me quita el hambre.
Reposo en la noche obscura
y en un silencio absoluto:
Todos los insectos descansan.
Una clara luna surge de la sierra,
arrojando sus rayos plateados
sobre la puerta y las ventanas.
Al alba continúo solo
mi camino sin camino
La senda, velada por brumas,
ora aparece, ora se evapora;
unas veces sube, y otras desciende.
La montaña, cubierta de flores,
se viste de rojo, matizada
de verde de unas cascadas.
De trecho en trecho se yerguen
robustos pinos y robles.
He llegado a un arroyo, y lo vadeo
con los pies descalzos
por encima de las piedras.
Cantan aguas saltarinas.
La brisa me acaricia,
abriéndome la túnica.
¡Qué feliz será vivir así!
¿Por qué hemos de estar a merced de otros,
como caballos sujetos con bridas?
Quisiera decir a mis amigos:
¡Pasemos la vejez aquí,
sin hablar jamás de regreso!


Bai Juyi / Po Chuyi / Po Chüyi (772-846)



CANTO SOLITARIO EN LA MONTAÑA

Todos tienen su debilidad,
y la mía es escribir poemas.
Me sacudí de mil lazos mundanos.
Mas de esta flaqueza
aún no me he librado.
Cada vez que me deleito
con un paisaje pintoresco,
cada vez que me reúno
con un pariente o un amigo,
alzo la voz e improviso
una estrofa poética,
como si un dios acudiera
a avivar mi inteligencia. 


Desde que me establecí en la orilla,
paso horas y horas en la montaña.
Cuando termino un nuevo poema,
asciendo solo a la senda
hacia el Peñasco de Oriente.
Recostado en el Barranco de Rocas Blancas
y agarrado a una verde rama de casia,
comienzo mi canto alocado,
que asusta a los bosques y valles.
Los monos y las aves
me miran asombrados.
Temiendo convertirme
en el hazmerreír de la gente,
escojo un paraje solitario.



Su Dongpo / Su Shi (1036-1101)


AÑORANDO EL PASADO
EN EL ACANTILADO ROJO
SEGÚN LA MELODÍA NIANNUJIAO
Ci

El gigante Yangtsé se lanza al Este,
arrastrando incontables héroes
a través de los tiempos.
Al oeste, los campamentos antiguos
eran tal vez donde luchó el general Zhou Yu.
Caprichosas rocas apuñalan el cielo.
Furiosas olas rompen contra la orilla,
levantando un polvillo de nieve.
Hermosas montañas y ríos:
Una fascinante pintura, 
¡Cuántos héroes cayeron por ellos! 
Pienso en el Zhou Yu de aquel año. 
Recién casado con la bella hija de Qjjao, 
rebosa de vigor y energía en la lucha. 
Abanico de plumas en mano 
y gorra de letrado a la cabeza, 
riendo y bromeando, 
hace polvo a su poderoso enemigo. 
Tengo la mente vagando 
por estos antiguos reinos. 
¿Me creéis un loco sentimental? 
¿Atribuís mis canas a estas nostalgias? 
La vida es tan sólo un sueño. 
¿Por qué no levantamos nuestras copas 
y bebemos con la luna del río?


Guan Zhongji (mujer)
Ss XIII-XIV

CANTO DEL BARQUERO 

La cumbre del Poder 
a que aspiran los hombres 
es ser príncipe o rey, 
con fama, glorias y comodidades, 
pero sin libertad. 
Yo prefiero algo mejor: 
Tomar una barquilla, 
disfrutar de la luna y, 
cantando alto al viento, 
alejarme de este mundo.

sábado, 16 de diciembre de 2017

EDITH SÖDERGRAN

Enlace editorial
Buscabas una flor
y encontraste un fruto.
Buscabas una fuente
y encontraste un mar.
Buscabas una mujer
y encontraste un alma —
estarás decepcionado.

Seguramente el libro internacionalmente más conocido de la literatura finesa es el Kalevala, aunque solamente sea porque aparece comentado en todos los manuales de literatura. Más allá de esa referencia, poco más podemos encontrar, a no ser que nos movamos con textos de nivel universitario, estudios de expertos, divulgadores y traductores, o acudamos a la gran labor que realizan algunas editoriales, como es el caso, por ejemplo, de NØRDICA LIBROS, que dispone en su catálogo de una buena cantidad de autores de esa zona del mundo. Este año que finaliza pronto han publicado la Poesía completa de Edith Södergran (1892-1923), quien a pesar del poco tiempo vivido, ejerció una gran influencia en la poesía de su país.


Pasó su niñez en San Petersburgo y allí estudió en una escuela alemana. Pronto se interesó por el expresionismo alemán, el futurismo ruso y el simbolismo francés. Sus primeros poemas están escritos en alemán y en francés, si bien enseguida pasó a escribir en sueco, su lengua materna e idioma cooficial en Finlandia y en el que está escrita su obra.

Su poesía es emocionalmente intensa y las metáforas que utiliza tienen una gran fuerza visual.



CAUTIVERIO

Cautiva, cautiva... quiero hacer pedazos mis cadenas.
Con labios dolorosamente rabiosos paso por la vida.
Mis abismos, por qué pregunto por vosotros, vosotros no merecéis ese nombre.
El bronce se funde con el bronce y se hace hombre,
y el hombre anda con hierro en su corazón.
Pero, ¿acaso el bronce ha recibido ese brillo aterrador sobre su frente del dios 
de los rayos?
Arrojo mi corazón por el camino, que se lo repartan los buitres —
la luna llena me alumbra uno nuevo.



LA LUNA

Qué maravilloso es todo lo muerto
y qué indescriptible:
una hoja muerta y un hombre muerto
y el disco de la luna.
Y todas las flores saben un secreto
y el bosque lo guarda,
y es que la órbita de la luna en torno a la tierra
es la ruta de la muerte.
Y la luna teje su maravillosa tela,
la que aman las flores,
y la luna teje su fantástica red
en torno a todo lo que vive.
Y la hoz de la luna siega flores
en las noches de finales de otoño,
y todas las flores esperan el beso de la luna
con infinito anhelo.

               Traducción de Francisco J. Úriz. Recibió el Premio Nacional de Traducción junto con José Antonio Fernández Romero por el trabajo que realizaron para la antología de poesía nórdica.

miércoles, 6 de mayo de 2020

OBSERVAR LA LUNA DESDE CASA



Observar la Luna desde el balcón de casa es posible gracias a la enorme luminosidad de nuestro satélite, capaz de hacer frente a la enorme contaminación lumínica de las ciudades. Unos prismáticos 7x50 o 10x50 son los más apropiados —el primer número indica el aumento; el segundo, el diámetro de abertura de la lente frontal—. Si disponemos de un telescopio, mejor aún, porque nos va a permitir observar pequeños detalles. Incluso podemos llegar a realizar fotografías muy elementales, como las que aquí aparecen, sin disponer de cámara acoplada al telescopio, que es lo que hay que hacer si queremos dedicarnos a la fotografía astronómica.

Estas dos imágenes las realicé ayer desde un balcón cuya situación no es precisamente la más apropiada para observar el cielo. La calle es estrecha y tengo enfrente otros edificios a 20 metros escasos de distancia. La Luna, casi llena, estaba solamente un par de grados sobre el tejado de una de las casa vecinas. Y no dispongo de cámara para realizar fotografía astronómica que pueda acoplar al ocular del telescopio. De hecho, las realicé colocando el objetivo de un ipad sobre el ocular. Aún así no me parece que el resultado sea desastroso.

El telescopio es un dobson de 200 mm de abertura y 1200 mm de longitud focal. El ocular que utilicé es un 5 mm. Es la mayor potencia de aumento de la que dispongo, esto es, 240 aumentos. Dicho de otra manera: es como si estuviese mirando hacia la Luna situado a una distancia de 1.600 kilómetros. Esto significa que su imagen "no cabía" entera dentro del visor, solo podía ver una parte de ella. Así la zona que se ve perfectamente redondeada NO es el límite del satélite, sino el límite del tubo del telescopio. 

Borde SSE de la Luna. Fotografía del 5-05-2020.

Algunos detalles técnicos para entender correctamente las imágenes. He dicho que el telescopio es un dobson, es decir, es un reflector, un telescopio que refleja la imagen en un espejo. Por lo tanto, lo que se ve en el visor está invertido, lo de arriba está abajo y lo de la izquierda aparece a la derecha. A simple vista o con prismáticos lo que vemos es esto —las zonas señaladas corresponden, aproximadamente, a las zonas recogidas en las fotografías—:

Luna llena del pasado mes. Fotografía de Irene.

Otra cuestión importante a la hora de observar, y que conocen bien quienes hacen fotografía, es que la luz frontal aplana las imágenes. Por eso buscamos las primeras horas del día o de la tarde para fotografiar. A la superficie lunar le ocurre lo mismo, recibe la luz solar y donde esta da de forma perpendicular queda totalmente aplanada, de ahí que no sea el mejor momento para observarla cuando está llena. Lo mejor es ir buscando el borde donde se aprecia el relieve lunar, la llamada zona de terminador, la línea que separa la zona iluminada de la zona sin luz. Ahí sí podemos apreciar el relieve lunar, tal y como podéis comprobar en las dos primeras fotografías. Y como esta línea cambia según las fases, lo mejor, si la atmósfera lo permite, es ir observando cada día para poder descubrir el variado relieve que conforma la cara visible de la Luna.

viernes, 11 de agosto de 2023

A LA LUNA


 ¡Oh mi graciosa luna!, bien me acuerdo

De que, ahora hace un año, hasta esta loma

Venía lleno de angustia a contemplarte.

Y pendías entonces sobre el bosque

Como haces hoy, que todo lo iluminas.

Pero trémulo e incierto, por el llanto

Que de los ojos me surgía, tu rostro

Se mostraba a mi vista, que doliente

Era mi vida, y es, pues no ha cambiado,

¡Oh mi querida luna! Mas me place

El recordar y enumerar los días

De mi dolor. ¡Oh, qué grato resulta

En la edad juvenil, cuando aún es larga

La esperanza y es breve la memoria,

El recuerdo de cosas que pasaron,

aunque sea triste y la aflicción perdure!

                      Traducción: Eloy Sánchez Rosillo


La fascinación que la luna ha ejercido sobre poetas es larga como como la esperanza en la edad juvenil, especialmente durante la época romántica. De los muchos poemas que conozco dedicados a la luna, este es uno de los que más me gusta, tal vez por ese paralelismo entre luna y recuerdo. Ese juego espaciotemporal que se establece entre lo que se ve, se recuerda y se siente es tan delicado y efectivo poéticamente como el que Leopardi dispone entre la persistencia del dolor y el placer que origina el recuerdo. Magnífico.

Que poesía, luna y memoria os sean favorables.

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viernes, 2 de enero de 2015

OBSERVAR LA LUNA

Observar la Luna es fácil, divertido, está al alcance de todo el mundo y no exige pasar horas de sueño a la intemperie —de hecho, el mejor momento para observarla con prismáticos es el crepúsculo—, pero sí es conveniente tener en cuenta alguna recomendación si se quiere sacar provecho y disfrutar más de lo que vemos.

En primer lugar, conviene que tengamos un mapa de la misma para saber qué es lo que estamos viendo. Se puede empezar con un mapa tan sencillo como el que aparece aquí, donde sólo se reconocen los elementos más característicos de la cara visible de la Luna. Cualquier publicación para iniciarse en la observación del cielo dispone de un mapa lunar con el que podemos empezar a aprender y distinguir los elementos más sobresalientes (mares, océanos, cordilleras, golfos o grandes cráteres) de nuestro satélite.

Imagen tomada de astrocosmos.es
Atención: esta imagen de la Luna corresponde a una imagen tomada por un telescopio reflector. Con unos prismáticos la Luna se ve tal y como la vemos a simple vista, el norte está en el norte y la izquierda a la izquierda.
En este sentido, no es lo mismo ver un cráter que saber que el cráter que estamos mirando recibe el nombre de Tycho, quién fue esa persona y qué características tiene ese elemento del relieve lunar. La observación es más divertida si conocemos unos cuantos detalles de lo observado.

En segundo lugar, sin recurrir a telescopios de aficionado, unos prismáticos 7X50 son más que suficientes, pero procurad estar bien apoyados para que la observación sea buena. El 7 indica el diámetro de apertura y el 50 la cantidad de aumentos. Binoculares mayores exigen la utilización de un trípode para evitar el movimiento.

En tercer lugar, conviene observar la Luna en distintas fases y hacerlo por el borde de iluminación y sombra —línea terminador—, porque la luz rasante que llega del Sol hace que los objetos cobren relieve. Podéis comprobarlo en las dos imágenes que aparecen aquí mismo. El resto aparece "aplanado" y sin detalles.



Y si esto os sabe a poco y queréis ver y saber mucho más, aquí os dejo unas cuantas direcciones con información clara y exacta:
Feliz observación.

martes, 15 de diciembre de 2020

EL LIBRO DE LA LUNA

Editorial. Ejemplar de la Biblioteca Central.
La presentación de la autora que se puede leer en el libro dice que Fatoumata Kébé es la promesa más brillante de la astronomía francesa, y sueña con ir al espacio y ser la primera mujer en pisar la Luna. Ella corrobora esta presentación. Sus palabras finales son: Estoy segura de que algún día iré al espacio, me preparo para ello, sigo un régimen alimentario estricto, trabajo y sigo aprendiendo cada día, cada noche. Algún día iré. Y cuando vuelva, lo contaré.

La Luna es la novela de mi vida.

Con la misma pasión con que expresa su deseo, esta joven astrofísica nos cuenta de una manera extraordinariamente sencilla y atractiva las historias, creencias, mitos, errores y conocimientos sólidos y comprobados que hoy poseemos sobre la Luna. Desde Australia a Centroamérica, desde China a la Europa nórdica, no hay mito sobre nuestro satélite que no le sirva para ilustrar una idea, un conocimiento e introducirnos en ese viaje milenario que es la historia de la Luna desde su formación hasta la actualidad.

Pero repito, lo hace con una rara sencillez, lo que permite que este libro pueda ser disfrutado desde los ocho o diez años, a pesar de que por él transcurran la hipótesis de Tea, los eclipses, la cara oculta, su formación, la eclíptica, la carrera espacial o las mareas telúricas. Además, para facilitar la lectura, está redactado en capítulos muy breves, algunos de una sola página. Y hasta un tipo como yo, medianamente bien informado sobre las relaciones entre la Luna y la poesía, descubre en este libro unos versos que no conocía:

Y Rut se preguntaba,

inmóvil, abriendo a medias los ojos bajo sus velos,

qué Dios, qué segador del estío eterno

habría tirado con descuido al marcharse

aquella hoz de oro en el campo de las estrellas.

Exactamente la que hoy mismo podéis ver en el cielo, tras la puesta de sol, a pocos grados por encima del horizonte oeste, si es que no está nublado. Los versos los escribió Victor Hugo y pertenecen a La leyenda de los siglos.

En fin, el libro es todo un regalo para quienes se suelen quedar mirando la Luna, pero nunca se han lanzado a dar un paso más.

lunes, 7 de noviembre de 2016

DE LA LUNA Y SUS MISTERIOS

Imagen tomada de la NASA
Lunes viene de Luna.

La Luna tiene un poderoso atractivo y ejerce su influencia de forma casi absoluta sobre el género humano. Sin ir más lejos, ya andan circulando todo tipo de mensajes sobre la "Superluna" de noviembre, algunos de carácter informativo y otros muchos absolutamente fantasiosos. Lo que va a ocurrir unas dos horas y media antes de que el día 14 la Luna alcance su fase de llena es que nuestro satélite pasará por el perigeo y tendremos la luna llena más brillante del 2016. Lo que significa solamente eso. Ni la vamos a poder tocar con la mano, ni va a parecer otra cosa que lo que es.

Hecha esta aclaración, vamos con alguna otra, que entre creyentes de todo y negacionistas de otro tanto, habrá que dejar claro que ni en la Luna viven seres extraterrestres, ni es el lugar remoto e imposible que la especie humana jamás ha hollado. 

Desde que comenzó la carrera espacial hasta hoy ha habido 71 misiones espaciales existosas, de las que ocho de ellas han realizado alunizajes, esto es, los vehículos que se mandaron tenían personas dentro y salieron a la superficie lunar —concretamente, una docena—. Todo esto sin contar las que no alcanzaron su objetivo, que son unas cuantas, o las que hay planeadas para un futuro próximo, que también son muchas. Aquí podéis consultar cuántas y cuándo.

Otra cosa es que los honores, el ruido y la gloria se los lleve solamente el primero, como pasa, por cierto en todas las esferas de la vida. ¿Quién se acuerda de los subcampeones?, ¿quién nos cuenta el esfuerzo y los sufrimientos de todas aquellas personas que por unas décimas, por unos papeles, por un cálculo de millonésimas erróneo..., se quedaron a las puertas de la gloria deportiva, social, científica? 

Reflexiones sobre el éxito y la fama aparte, la Luna seguirá siendo igual de hermosa cada vez que aparezca sobre el horizonte y, como diría Feynman, el encanto y la fascinación aumenta si somos capaces de dar razón de algún porqué, de explicar lo que vemos, de descubrir algún dato, alguna relación, algún comportamiento que nos ayude a organizar mejor nuestro conocimiento.

¡Feliz observación!
Fotografía realizada con un teléfono móvil aplicado al ocular 
de un telescopio reflector de 200mm.

domingo, 29 de noviembre de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE CASA

Imagen obtenida ayer, 28 de noviembre de 2020, a las 21:20.


Son muchísimas las misiones que la humanidad ha dirigido a la Luna, superan ampliamente la centena, aunque solamente algunas consiguieron la notoriedad y el interés de los medios de comunicación. Algunas fueron culminadas con éxito; otras terminaron en fracaso. Lo que conocemos como carrera espacial, aquella competición entre EEUU y la URSS que duró aproximadamente desde 1955 hasta 1975, sirvió para que esta actividad acaparara buena parte de los titulares, especialmente mientras se conseguían primeros hitos: primera vuelta a la Tierra, primer vuelo tripulado, primera mujer cosmonauta, primer alunizaje... 

De entre todos ellos, el más destacado fue el de la primera vez que un ser humano pisó la superficie lunar (16 de julio de 1969, Armstrong baja del módulo lunar y dice: Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad). A partir de entonces, una vez ganada la competición, el interés general decayó y las noticias fueron relegándose a páginas interiores y a la especialidad científica.

La gente que supere los sesenta años recordará, seguramente, nombres como Pionner, Luna, Surveyor, Soyuz y, por supuesto, Apollo. Hay más, pero esos son los programas que alcanzaron mayores éxitos o, por las razones que fueran, los más conocidos. Algunos de ellos, como el programa Luna de la URSS, llegaron a tener más de una veintena de misiones. 

En algunas ocasiones, cuando miramos a nuestro satélite en noches de luna llena, mientras la vemos grande y redonda, y aunque carezcamos de intereses científicos o astronómicos, nos preguntamos por dónde andarían Armstrong y Aldrin, los del Apollo 11. 

Pues bien, ahí he dejado dónde alunizaron otros módulos del mismo programa, pero de misiones posteriores. Todos ellos son lugares identificables con prismáticos. No es necesario recurrir a un telescopio y podéis aprovechar estos días en que la luna está grande y redonda para imaginar vuestras historias. Otro día colocaré los más destacados del programa soviético, Luna.

IMPORTANTE: Yo tengo un telescopio reflector, de espejos. Esto quiere decir que yo veo los objetos invertidos. Si vosotros miráis con unos prismáticos, veréis Tycho (ese cráter del que salen brazos de estrella muy marcados) en el sur, que es donde está. O sea, así: