"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
domingo, 7 de febrero de 2016
FRANCISCA SÁNCHEZ Y RUBÉN DARÍO. La memoria recuperada
No sé si en caso de haber vivido hace cien años, me hubiese gustado su poesía. Seguramente sí, como al resto. No niego la influencia del modernismo en la poesía, ni la de Darío sobre su generación y las siguientes; sin embargo, su poesía, en general, no me gusta y me parece que ha envejecido mal. Pero que nadie se alarme, son mis gustos y ninguna influencia tienen.
El caso es que con esto del aniversario he recordado un documental que había escuchado hace ya bastante tiempo sobre Francisca Sánchez, la que fue la última compañera del poeta y la mujer que más tiempo compartió con él. Me he puesto a rebuscar y ¡ahí estaba!, esperando ser escuchado nuevamente.
Son 55 minutos de la historia del poeta, su compañera, la rapiña desalmada de algunos por hacerse con documentos y un buen puñado de datos sorprendentes y desconocidos para la mayoría de los lectores de la poesía del nicaragüense. Ahí está, por ejemplo, la escritora Rosa Villacastín, nieta de Francisca y de Rubén.
Disfrutadlo.
Y un poema que sí me gusta:
LO FATAL
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
domingo, 30 de octubre de 2016
LA MUERTE DE RUBÉN DARÍO EN LOS VERSOS DE NERUDA
Imagen de Wikipedia |
miércoles, 30 de agosto de 2023
UN LIBRO, UN POEMA (Rubén Darío)
RAE |
Para las amistades de América que tanta atención dedican a este blog.
Ya sé que Rubén Darío está bien representado en estas Tertulias. De hecho, la entrada que dediqué al célebre poema Margarita, te voy a contar un cuento es la que más visitas acumula de todas cuantas he redactado (ya está cerca de las 15.000). Sin embargo, este ejemplar tiene muchos méritos para aparecer en esta sección: en primer lugar, me sirve para dar las gracias a la gente que me lee desde Latinoamérica; en segundo lugar, es una edición especial que se hace conjuntamente entre todas las academias de la lengua, de aquí y de allí, lo que lo hace muy barato y se puede encontrar en las dos orillas del Atlántico; y en tercer lugar, es un libro comprado en Lagun, librería a la que mañana rendiremos homenaje, y eso también tiene un valor especial.
CANCIÓN DE OTOÑO EN PRIMAVERA
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción.
Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera oscura
hecha de noche y de dolor.
Yo era tímido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
La otra fue más sensitiva,
y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
cual no pensé encontrar jamás.
Pues a su continua ternura
una pasión violenta unía.
En un peplo de gasa pura
una bacante se envolvía...
En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé...
y le mató triste y pequeño,
falto de luz, falto de fe...
Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
Otra juzgó que era mi boca
el estuche de su pasión;
y que me roería, loca,
con sus dientes el corazón.
Poniendo en un amor de exceso
la mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
síntesis de eternidad;
y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.
¡Y las demás! En tantos climas,
en tantas tierras, siempre son,
si no pretextos de mis rimas,
fantasmas de mi corazón.
En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!
Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris me acerco
a los rosales del jardín...
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...
¡Mas es mía el Alba de oro!
Y con la compañía de esta adaptación del cantautor nicaragüense Gustavo Bucardo:
viernes, 30 de diciembre de 2022
FELIZ AÑO 2023 y MUCHAS GRACIAS
A punto de terminarse el año, acudo a las estadísticas de este espacio y me encuentro con algunas sorpresas. Tal vez la mayor sea la enorme cantidad de visitas que desde hace unos tres años proceden de Francia —¿gente que está aprendiendo español y encuentra cómodo practicar con textos generalmente muy breves?—. ❔❔❔
domingo, 27 de octubre de 2019
CALENDARIO DE TERTULIAS 2020 EN LA CASA DEL LIBRO
- Enero: José Hernández.
- Febrero: Miguel de Unamuno.
- Marzo: Rubén Darío.
- Abril: Gabriela Mistral.
- Mayo: Antonio Machado.
- Junio: Juan Ramón Jiménez.
- Octubre: León Felipe.
- Noviembre: César Vallejo.
- Diciembre: Vicente Huidobro.
Y para ir entrando en materia, unos fragmentos de Martín Fierro recitados por Jorge Cafrune:
domingo, 11 de octubre de 2020
BIBLIOTECAS DIGITALES
Gracias a la digitalización de todo tipo de documentos que el desarrollo de nuevas tecnologías ha permitido realizar, desde hace unos pocos años podemos tener acceso a una magnitud de recursos verdaderamente ingente.
La primera y la más importante por la cantidad y calidad de documentos que ha puesto al alcance de cualquiera es la Biblioteca Digital Mundial (World Digital Llbrary). Una simple captura de pantalla de la página de inicio puede ofrecer una idea de su magnitud:
Es este un proyecto que nació bajo el impulso de la Biblioteca del Congreso de los EEUU y que fue apoyado inmediatamente por la UNESCO.
Otro recurso de excepcional importancia es Europeana, desde donde se tiene acceso a millones de documentos que las respectivas bibliotecas nacionales de los estados que forman la Unión Europea han ido poniendo a disposición de cualquiera que esté interesado en consultarlos. Esta es la captura de pantalla:
Biblioteca Dixital de Galicia (Galiciana).
domingo, 16 de febrero de 2020
RUBÉN DARÍO EN LA CASA DEL LIBRO DONOSTIARRA
Y si alguien lo prefiere, puede acudir a cualquiera de las antologías, que hay muchísimas, o incluso a alguno de los repositorios de internet, donde encontrará abundante material de lectura. En este mismo blog tengo alojada una brevísima selección de sus poemas y unas cuantas entradas donde se da noticia de diversos aspectos del poeta que inventó el modernismo en español.
Sea como fuere, y leáis lo que queráis leer, sí os recomiendo encarecidamente el documental radiofónico sobre la historia de Francisca Sánchez y él. Un episodio muy poco conocido, pero muy interesante:
Sed tan felices como podáis.
miércoles, 22 de mayo de 2024
UN LIBRO, UN POEMA (Salvador Díaz Mirón)
Salvador Díaz Mirón (1853-1928) fue un mexicano que vivió en una época agitada social y políticamente. Armas y letras van de la mano. Lord Byron y Victor Hugo son sus ídolos, y un duelo en Orizaba le dejará la clavícula inservible y, como consecuencia, el brazo inútil. Desde 1878 llevará la mano oculta en un bolsillo de la chaqueta; en el otro, para la mano hábil, una pistola.
Rubén Darío, Julio Herrera y Reissig, Leopoldo Lugones y Francisco Villaespesa lo reconocieron como maestro. Antonio Castro Leal escribió sobre él con estas palabras: En la más alta poesía de lengua española tiene un lugar de honor, cerca de Góngora y de Quevedo (Díaz Mirón. Su vida y su obra).
En Veracruz está su casa-museo.
Un par de muestras. En el segundo, "Sursum", sorprenden las semejanzas con el Zaratustra nietzscheano que claramente no pudo haber leído en 1884 y en alemán. Fijaos: el poeta es el superhombre, el héroe de gran alma que trasciende la moral de esclavos del cristianismo.
ASONANCIAS
Sabedlo, soberanos y vasallos,
próceres y mendigos:
nadie tendrá derecho a lo superfluo
mientras alguien carezca de lo estricto.
Lo que llamamos caridad y ahora
es sólo un móvil íntimo,
será en un porvenir lejano o próximo
el resultado del deber escrito.
Y la Equidad se sentará en el trono
de que huya el Egoísmo,
y a la ley del embudo, que hoy impera,
sucederá la ley del equilibrio.
SURSUM
A Justo Sierra
¡Cuán grata es la ilusión a cuyos lampos
tienen perenne vida los amores,
inmarcesible juventud los campos
y embriagadora eternidad las flores!
¡Cuán vívido es el iris que colora,
magia oriental, la suspirada orilla
y a cuyo hermoso resplandor de aurora
radia hasta el fango que después mancilla!
La verdad, si engrandece la conciencia,
devora el corazón nunca sumiso;
es el fruto del árbol de la ciencia
y siempre hace perder el paraíso.
Mas aunque el bardo mate la quimera
y desvíe y aparte de sus ojos
el prisma encantador, y por doquiera
mire sombras y vórtices y abrojos,
ha de cantar la redentora utopía,
como otra estatua de Memnón que suena
y ser, perdida la esperanza propia,
el paladió de la esperanza ajena!
¡Cuando el mundo, ese Tántalo que aspira
en vano al ideal, se dobla al peso
de la roca de Sísifo, y expira
quemado por la túnica de Neso;
cuando al par tenebroso y centellante
imita a Barrabás y adora al Justo,
y pigmeo con ansias de gigante
se retuerce en el lecho de Procusto;
cuando gime entre horribles convulsiones
para expiar sus criminales yerros,
mordido por sus ávidas pasiones
como Acteón por sus voraces perros;
cuando sujeto a su fatal cadena
arrastra sus desdichas por los lodos,
y cada cual en su egoísta pena
vuelve la espalda a la aflicción de todos;
el vate, con palabras de consuelo,
debe elevar su acento soberano
y consagrar, con la canción del cielo,
no su dolor sino el dolor humano!
Sacro blandón que en la capilla austera
arde sin tregua como ofrenda clara
y consume su pábilo y su cera
por disipar la lobreguez del ara;
vaso glorioso en donde Dios resume
cuanto es amor, y que para alto ejemplo
gasta y pierde su llama y su perfume
por incensar en derredor el templo;
sublime Don Quijote que ambiciona
caer al fin entre el fragor del rayo,
torcida y despuntada la tizona
y abierto y rojo por delante el sayo;
ave fénix que en fúlgidas empresas
aviva el fuego de su hoguera dura,
y muere convirtiéndose en pavesas
de que renace victoriosa y pura…
¡Eso es el bardo en su fatal destierro!
Cantar a Filis por su dulce nombre
cuando grita el clarín: ¡despierta, hierro!
¡Eso no es ser poeta, ni ser hombre!
Mientras la musa de oropel y armiño
execra el polvo por amar la nube
y hace sus plumas con la fe de un niño
y hacia un azul imaginario sube;
mientras Ofelia, con el pecho herido
por Hamlet y sus trágicos empeños,
marcha a las ondas del eterno olvido
cogiendo flores y cantando sueños;
el numen varonil entra en la arena,
prefiriendo al delirio y al celaje
la ciudad con sus ruidos de colmena
y el pueblo con sus furias de oleaje,
y contempla la tierra purpurada,
y toma y alza, con piedad sencilla,
un montón de esa arcilla ensangrentada...
Y ese montón de ensangrentada arcilla
adquiere vida entre su mano estoica,
vida inmortal y fulgurantes alas,
y en él respira una belleza heroica,
como en la estatua de la antigua Palas.
Guardar silencio y poseer la trompa,
la recia trompa a cuya voz no exigua
vendría a tierra con su estéril pompa
el muro hostil de la ciudad antigua;
ser un Aquiles que a la lid prefiera
recordar a Briseida en el retiro,
aunque Patroclo batallando muera…
¡Eso es mentir a Dios! ¡Pero qué miro!
Cual la crin de un raudal que de alto arranca
tus cabellos se agitan... ¡Oh Maestro!
¿Por qué sacudes la cabeza blanca
cual si quisieras arrojar el estro?
¿Por qué no te alzas a la faz de Harmodio
y no repeles, cuando Atenas grita,
esa montaña de calumnia y odio
que sobre tu hombro de titán gravita?
¡Tu Etna será para tu fuerza flojo;
confía en ti y a tu misión no faltes,
que al hado cruel que lapidó tu arrojo
irá el volcán cuando debajo saltes!
¡Rompe en un himno que parezca un trueno!
El mal impera de la choza al solio;
todo es dolor o iniquidad o cieno:
pueblo, tropa, senado y capitolio.
¡Canta la historia al porvenir que asoma
cómo Suetonio y Tácito la escriben!
¡Cántala así mientras en esta Roma
Tiberios reinen y Seyanos priven!
¡Abre la puerta al entusiasmo ausente,
mueve de un grito el desusado gonce
y como a chorros de fusión ardiente
vierte en los mimbres el vigor del bronce!
¡Derrama el verbo cuyos soplos crean
la fe que anima y el valor que salva,
y que a tu acento nuestras almas sean
como tinieblas que atraviesa el alba!
Para el poeta de divina lengua
nada es estéril, ni la misma escoria.
¡Si cuanto bulle en derredor es mengua,
sobre la mengua esparcirás la gloria!
***
jueves, 31 de marzo de 2022
MI PASO FUGAZ Y FELIZ POR MADRID
Carlos H. Wernicke en el C.C. San Francisco La Prensa |
Como bien sabéis, el pasado lunes 21 de marzo, fue el Día Mundial de la Poesía. Con ese motivo en el Centro Bartolomé Cossío, que es un centro escolar de infantil y primaria, hicieron un llamamiento a la comunidad educativa para que mandara poemas. Con todos ellos, una vez convenientemente plastificados, cubrieron las vallas del recinto escolar.
Fuente: blog de la AMPA del centro. |
viernes, 6 de febrero de 2015
MARGARITA, TE VOY A CONTAR UN CUENTO
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: —«¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
—«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: —«¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».
Y ella dice: —«No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
—«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: —«En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
* * *
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.
domingo, 25 de agosto de 2019
FRANCISCA AGUIRRE, ENSAYO GENERAL (poesía reunida 1966-2017)
Así, pues, su poesía es clara, directa y testimonial, iluminada y recorrida por la historia vivida por la propia autora. No rehuye ni el dolor ni el peso de la existencia. Lo cotidiano, lo próximo, la materia con que se van haciendo los días es la misma materia que recogen sus palabras y tejen el poema.
También están presentes las múltiples referencias a sus admirados poetas en un juego intertextual muy nutritivo: Rubén Darío, Jorge Manrique, Miguel Hernández o los ya citados Luis Rosales y Antonio Machado.
Pero de una poeta que se explica perfectamente ella sola lo mejor es leerla y dejar que su obra hable por sí misma.
Menos mal que la noche no es eterna,
y de pronto la luz nos ilumina
y los cinco sentidos se despiertan
y comienza una historia muy antigua,
una historia que va del miedo al llanto,
pero también del llanto a la alegría,
a la absurda manía de lo humano,
de la pasta de dientes y la ducha,
de la risa en los bordes del naufragio,
del orden cotidiano del saludo,
de la fuga solar de las ventanas
y la prisa por encontrar respuestas.
Menos mal que la tarde dura mucho
y podemos hacernos a la idea
de que llegan la noche y sus secretos.
Menos mal que la muerte nos consuela,
y nos va confesando día a día
que aquí nada es eterno.
Menos mal que a pesar de los pesares
seguimos aferrados al milagro,
a la ciega esperanza del sosiego
y a la terca ambición de la unidad.
De La herida absurda (2000-2006).
Gracias a Squirrel, que ha dejado un comentario con el enlace, está este vídeo aquí. Recoge una de las sesiones del Bilbao Poesía 2019. Leen sus poemas Francisca Aguirre (minuto 4), Guadalupe Grande, hija suya y del ya fallecido Félix Grande (minuto 22:30), y Nuno Júdice (minuto 39:05).
viernes, 21 de enero de 2022
GÓNGORA
La restauración de Góngora comenzó allá en Francia (a cada cual lo suyo). Fue necesario que al Parnaso le pusiera una deliciosa, matizada sordina el simbolismo, para que, dentro de este último, un gran poeta, Paul Verlaine, que no sabía español, volviera los ojos a Góngora. Culto tan genialmente intuitivo como burdamente "snob", que Rubén Darío aprendió en los cenáculos de París y trajo a España.
¿Por qué ese súbito interés por Góngora? Es que Góngora era el poeta maldito, el artista raro, incomprensible, el escritor execrado en las historias de la literatura. Lo que se buscaba entonces en él era lo "precioso", lo "vago", lo "sugerente", lo "nebuloso". Y ahí quedaron las cosas, con unas cuantas resonancias (D. Alonso, Poesía española, Gredos, 1993).