viernes, 8 de mayo de 2020

ANTONIO Y CLEOPATRA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 25)

Se ha dicho multitud de veces que Shakespeare no es original, que toma sus historias y argumentos de otros textos que saquea, pero los engrandece de tal forma que aquello que era trivial y sin gracia pasa a ser en sus manos algo realmente interesante y lleno de vida. Creo que esta es una ocasión inmejorable para ofrecer un ejemplo de eso que tantas veces se dice.

Thomas North tradujo al inglés las Vidas paralelas de Plutarco. De ese texto se valió Shakespeare para componer sus Julio César, Coriolano y esta que ahora comento, Antonio y Cleopatra. La cita es un poco larga, pero merece la pena. En el capítulo XXVI de su vida de Marco Antonio, el Plutarco de North describe la primera aparición de Cleopatra así:

Por lo cual, cuando ella recibió diversas cartas, así del propio Antonio como de los amigos de este, hizo tan poco caso y se burló tanto de él, que no se dignó avanzar de otra manera más que tomando en el río Cidno su barca, cuya popa era de oro, las velas de púrpura y los remos de plata, manejados y movidos al son de la música de flautas, oboes, cítaras, violas y otros instrumentos parecidos que tocaban en la barca. Y en cuanto a la persona misma de ella, iba acostada bajo un dosel de tela tejida de oro, aparejada y ataviada de la manera como se pinta comúnmente en los cuadros de la diosa Venus; y junto a ella, a cada lado, unos graciosos niñitos vestidos como los pintores suelen retratar al dios Cupido, con abanicos en sus manos, con los cuales la abanicaban. Sus damas y doncellas, asimismo las más hermosas, estaban vestidas como las ninfas Nereidas (que son hadas de las aguas) y como las Gracias, gobernando unas el timón, tendiendo otras los aparejos y jarcias de la barca, de la cual salía una maravillosa emanación de perfumes que perfumaban la parte del embarcadero, atestada de innumerable multitud de personas. Algunas de ellas seguían la barca a lo largo del río; otras salían corriendo de la ciudad para verla entrar, de modo que al final corría a verla multitud de personas, unas tras otras, que Antonio se quedó solo en la plaza del mercado, en la silla imperial donde daba audiencia.

Y esto queda transformado así en el segundo acto, escena segunda: 

ENOBARBO: Desde su primer encuentro con Marco Antonio, se metió su corazón en su bolsa; fue sobre el río Cidno.
AGRIPA: Allí apareció, en efecto; o el que me lo ha referido se la imaginó felizmente.
ENOBARBO: Vaya contároslo. La galera en que iba sentada, resplandeciente como un trono, parecía arder sobre el agua. La popa era de oro batido; las velas, de púrpura, y tan perfumadas, que se dijera que los vientos languidecían de amor por ellas; los remos, que eran de plata, acordaban sus golpes al son de flautas y forzaban al agua que batían a seguir más a prisa, como enamorada de ellos. En cuanto a la persona misma de Cleopatra, hacía pobre toda descripción. Reclinada en su pabellón, hecho de brocado de oro, excedía a la pintura de esa Venus, donde vemos, sin embargo, a la imaginación sobrepujar la naturaleza. En cada uno de sus costados se hallaban lindos niños con hoyuelos, semejantes a Cupidos sonrientes, con abanicos de diversos colores. El viento parecía encenderles las delicadas mejillas, al mismo tiempo que las refrescaba, haciendo así lo que deshacía.
AGRIPA: ¡Oh, espléndido espectáculo para Antonio!
ENOBARBO: Sus mujeres, parecidas a las nereidas, como otras tantas sirenas, acechaban con sus ojos los deseos y añadían a la belleza de la escena la gracia de sus inclinaciones. En el timón, una de ellas, que podría tornar por sirena, dirige la embarcación; el velamen de seda se infla bajo la maniobra de esas manos suaves como las flores, que llevan a cabo listamente su oficio. De la embarcación se escapa invisible un perfume extraño, que embriaga los sentidos del malecón adyacente. La ciudad envía su población entera a su encuentro, y Antonio queda solo, sentado en su trono, en la plaza pública, silbando al aire qUe, si hubiera podido hacerse reemplazar, habría ido también a contemplar a Cleopatra, y creado un vacío en la Naturaleza.
AGRIPA: ¡Maravillosa egipcia!

Esta es la diferencia.

Para no alargar excesivamente esta entrada, tan solo quiero recordar que Antonio y Cleopatra es la obra que Shakespeare dedica a la pasión erótica. El personaje femenino, Cleopatra, brilla por encima de todos los demás —¿qué raro, verdad?—. Rica en matices y en acciones, se mueve siempre en el terreno del límite, de lo impreciso, de lo indeterminado; por eso, todavía hoy los especialista siguen discutiendo acerca de si es lujuria o es amor lo que mueve a los protagonistas; si son héroes trágicos o, por el contrario, se dejan arrastrar por sus defectos... Decidir estas y otras cuestiones compete a quien lee y a su capacidad de dejarse arrastrar o no por las palabras, tarea siempre grata cuando lo que tenemos delante de los ojos es un texto tan rico como este.

jueves, 7 de mayo de 2020

MALLORCA, LA PRIMERA CINTA SONORA REALIZADA POR UNA MUJER DEL CINE ESPAÑOL



Este es el misterioso corto del que hablan todos los medios de comunicación estos días. Misterioso porque no se tenía ni idea de que existiera y gracias al confinamiento, o casi, ha aparecido en la Filmoteca Nacional. Hasta ahora se creía que el primer film sonoro dirigido por una mujer era El gato montés (1935), de Rosario Pi. Sin embargo, la datación de este corto corresponde a un período de tiempo situado entre 1932 y 1934. 

Lo curioso del caso no es en sí la aparición del material, que lo es —parece que llegó a la Filmoteca con un lote con cintas de productores mallorquines de los años veinte y fue archivada como una película muda de aquella década—, sino que no haya ningún dato de la directora, María Forteza, ni en archivos cinematográficos ni en la prensa de la época. Ni de ella, ni de la cinta, ni de nada, lo que hace pensar que se produjo en un ambiente un tanto privado. Y esto también resulta extraño por tratarse de una película que utilizaba un sistema absolutamente novedoso de sonorización, estar dedicada a la promoción de un espacio regional importante y estar concebida como homenaje a Isaac Albéniz. Pero bueno, para eso está la investigación histórica, para descubrirnos elementos que todos ignorábamos antes.

Mallorca permanecerá disponible hasta mañana, 8 de mayo a través de la colección #DoréEnCasa del canal de Vimeo de Filmoteca. Aprovechad antes de que la quiten.

LA NECESARIA PRESENCIA DE LO COTIDIANO


No puedo competir
con las magníficas vidrieras del tiempo de los monjes
ni con los muros que defendieron 
las antiguas ciudades 
de los bárbaros ataques enemigos.
No poseo el impulso de la épica
ni atesoro las virtudes técnicas del arte.
Vivo en un suburbio,
alejada del esplendor de las construcciones singulares.
No soy nada más que un poco de escayola
a la que el azul del cielo dignifica su presencia.

Carezco del atractivo de lo extraordinario,

pero la luz del día
y el humilde trabajo cotidiano
han moldeado en mí 
la profunda belleza 
de estar diariamente
a vuestro lado.

miércoles, 6 de mayo de 2020

OBSERVAR LA LUNA DESDE CASA



Observar la Luna desde el balcón de casa es posible gracias a la enorme luminosidad de nuestro satélite, capaz de hacer frente a la enorme contaminación lumínica de las ciudades. Unos prismáticos 7x50 o 10x50 son los más apropiados —el primer número indica el aumento; el segundo, el diámetro de abertura de la lente frontal—. Si disponemos de un telescopio, mejor aún, porque nos va a permitir observar pequeños detalles. Incluso podemos llegar a realizar fotografías muy elementales, como las que aquí aparecen, sin disponer de cámara acoplada al telescopio, que es lo que hay que hacer si queremos dedicarnos a la fotografía astronómica.

Estas dos imágenes las realicé ayer desde un balcón cuya situación no es precisamente la más apropiada para observar el cielo. La calle es estrecha y tengo enfrente otros edificios a 20 metros escasos de distancia. La Luna, casi llena, estaba solamente un par de grados sobre el tejado de una de las casa vecinas. Y no dispongo de cámara para realizar fotografía astronómica que pueda acoplar al ocular del telescopio. De hecho, las realicé colocando el objetivo de un ipad sobre el ocular. Aún así no me parece que el resultado sea desastroso.

El telescopio es un dobson de 200 mm de abertura y 1200 mm de longitud focal. El ocular que utilicé es un 5 mm. Es la mayor potencia de aumento de la que dispongo, esto es, 240 aumentos. Dicho de otra manera: es como si estuviese mirando hacia la Luna situado a una distancia de 1.600 kilómetros. Esto significa que su imagen "no cabía" entera dentro del visor, solo podía ver una parte de ella. Así la zona que se ve perfectamente redondeada NO es el límite del satélite, sino el límite del tubo del telescopio. 

Borde SSE de la Luna. Fotografía del 5-05-2020.

Algunos detalles técnicos para entender correctamente las imágenes. He dicho que el telescopio es un dobson, es decir, es un reflector, un telescopio que refleja la imagen en un espejo. Por lo tanto, lo que se ve en el visor está invertido, lo de arriba está abajo y lo de la izquierda aparece a la derecha. A simple vista o con prismáticos lo que vemos es esto —las zonas señaladas corresponden, aproximadamente, a las zonas recogidas en las fotografías—:

Luna llena del pasado mes. Fotografía de Irene.

Otra cuestión importante a la hora de observar, y que conocen bien quienes hacen fotografía, es que la luz frontal aplana las imágenes. Por eso buscamos las primeras horas del día o de la tarde para fotografiar. A la superficie lunar le ocurre lo mismo, recibe la luz solar y donde esta da de forma perpendicular queda totalmente aplanada, de ahí que no sea el mejor momento para observarla cuando está llena. Lo mejor es ir buscando el borde donde se aprecia el relieve lunar, la llamada zona de terminador, la línea que separa la zona iluminada de la zona sin luz. Ahí sí podemos apreciar el relieve lunar, tal y como podéis comprobar en las dos primeras fotografías. Y como esta línea cambia según las fases, lo mejor, si la atmósfera lo permite, es ir observando cada día para poder descubrir el variado relieve que conforma la cara visible de la Luna.

HOMENAJE A GLADYS, XABIER LAKA

Homenaje a Gladys, Xabier Laka. Cristina enea.

Este conjunto escultórico de pequeño tamaño se encuentra en la zona más alta del Parque Cristina eneaEs obra de Xabier Laka, quien la realizó en recuerdo y homenaje a la activista ecologista Gladys del Estal, muerta por la Guardia Civil en 1979 en el transcurso de una manifestación antinuclear que tuvo lugar en Tudela el 3 de junio.

El grupo escultórico está realizado en piedra caliza gris y compuesto por tres figuras maternas de formas muy suaves y redondeadas que forman un círculo. Tanto las formas elegidas para representar las figuras como la disposición de las piezas casan muy bien con las ideas que asociamos a la maternidad: cuidado de la vida, proximidad, ternura, suavidad, protección...

Es una lástima que el vandalismo no las haya respetado. El daño más grave puede apreciarse en la fotografía: a la figura materna de la derecha le falta la cabeza. También le debía de faltar a quien se la rompió.

martes, 5 de mayo de 2020

CHARLOTTE STIEGLITZ y HEINRICH STIEGLITZ

Ch. Stieglitz. Fuente: Wikipedia.
H. Stieglitz. Fuente: pirckheimer-gesellschaft
La historia de esta pareja de poetas es tan romántica como tristemente trágica.

Ella era niña hipersensible y muy inteligente que encontraba alivio en la escritura. Él, un brillante bachiller que apuntaba un futuro extrordinario como poeta.

Charlotte tiene 16 años cuando conoce a Heinrich y queda subyugada por su personalidad. Hienrich soñaba con convertirse en el gran poeta alemán. Se enamoran. Se casan. Viven separados durante el tiempo que él tarda en terminar los estudios (A. Boeckh, von Raumer y Hegel serán sus maestros).

El feliz matrimonio comienza a tener problemas cuando la enfermedad aparece por su casa. En 1826 —ella 20, él 25— los problemas se agudizan y nada parece detenerlos. Charlotte y Heinrich se abisman en el sufrimiento. Ella estaba convencida de que solamente un shock podría salvarlo a él. Se avecina la tragedia. El 29 de diciembre de 1834 le envía a un concierto. Ella se prepara. Se acuesta y se apuñala el corazón. En su escrito de despedida decía que se mataba para producirle una conmoción tal que lo liberara de su colapso psíquico.

Heinrich siguió viviendo 15 años más, pero no llegó nunca a recuperar la brillantez de sus primeros versos.

EL OASIS

¿Cómo consigue la palmera su verde penacho?
¿Cómo gotea el silencioso arroyo?
¡Y en el exterior el sol abrasa,
El mar de arena asciende, hay marea alta!

Un colorido vestido de flores
Está esparcido en el suelo,
Y desde la flores, puro y brillante,
Salta susurrando sobre la fresca fuente. 


Muchos compositores utilizaron sus poemas para componer lieder, entre ellos Fanny Hensel, Felix Mendelssohn, Carl Loewe, Heinrich Marschner, Conradin Kreutzer, Carl Gottlieb Reissiger, Ludwig Berger y Bernhard Klein.

lunes, 4 de mayo de 2020

CIMBELINO (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 24)

La obra tiene muchos sentimientos justos, algún diálogo natural y algunas escenas agradables, pero se logran a expensas de mucha incoherencia. Señalar lo loco de la ficción, lo absurdo de la conducta, la confusión de los hombres, y los modales de diferentes tiempos y la imposibilidad de los acontecimientos en todo sistema de vida, sería desperdiciar la crítica en una imbecilidad sin consistencia, en faltas demasiado evidentes para detectarlas, y demasiado groseras para agravarlas. Así se expresaba Samuel Johnson en su The Plays of William Shakespeare con respecto a esta obra; obra que, por cierto, era muy del gusto de los románticos. Pero ya sabemos que los gustos son cambiantes y van y vienen según las modas. 

Cimbelino es, ciertamente, una propuesta bastante alocada en la que su autor, en plena madurez, diría yo que decide hacer lo que le da la gana, recoger ideas y argumentos ya utilizados en otras —los celos del Otelo, los enredos cortesanos de El rey Lear o los más de calle de La comedia de los errores— para darse el gusto de mostrarnos que la realidad puede consistir en un enriquecimiento y la verdad en un auténtico exceso, como recordó Skura en su análisis psicoanalítico sobre de algunas situaciones y problemas que en ella se presentan.

Veamos: Cimbelino, rey en la antigua Britania romana tiene dos hijos desparecidos desde que eran pequeños y una hija, Imógena, que se ha casado en secreto y sin consentimiento paterno con un simple caballero, Póstumo. Cimbelino está casado en segundas nupcias con una mala malísima, pero él no se entera. La mala malísima tiene un hijo estúpido y engreído, Cloten —que suena como rotten, podrido—. Rey y reina quieren que Imógena, que es un dechado de virtudes, se case con Cloten. Para que olvide a Póstumo, que es buena persona, pero bastante simple, lo mandan a Roma. Luego aparecen los hijos perdidos y hay una batalla entre romanos y britanos, y todos toman parte en ella, incluso cambiando de bando. La victoria es para los buenos, que son todos, aunque en el calor de la refriega se han aporreado malamente. Al final, sale a la luz la verdad. Todo se aclara y la felicidad los acoge en su seno.

Aunque, como casi siempre en este tipo de obras, el personaje más interesante es el de la chica, o sea, Imógena, mira por dónde quien tiene el parlamento más adecuado a esta especie de autoparodia shakespeariana es el de Póstumo que, después de la batalla, y mientras está en la cárcel antes de que se aclare todo, tiene un sueño —como Segismundo— en el que logra ver a su familia. Cuando despierta, encuentra un libro a su lado donde puede leer su futuro, en clave, por supuesto: 

"Cuando un leoncillo desconocido de sí propio encuentre, sin buscarla, una criatura delicada como el aire y sea abrazado por ella; cuando las ramas cortadas de un cedro real, muertas después de numerosos años, revivan, se junten al viejo tronco y reverdezcan, entonces Póstumo verá el fin de sus miserias, la Bretaña será afortunada y florecerá en la paz y la abundancia". Es todavía su sueño, o es la estofa de esos discursos de los locos, engendrados por la lengua, sin el socorro del cerebro. Es una de estas dos cosas, o no es nada. O estas palabras carecen de sentido, o tienen uno que el buen juicio no puede por sí solo descubrir. Sea lo que fuere, las peripecias de mi existencia se parecen a este libro, y quiero guardarlo, aunque sólo sea por simpatía (acto V, esc 4).

No apta para racionalistas integrales ni para fundamentalistas del realismo. En cualquier caso, bastante más divertida que la realidad circundante y menos dañina.

domingo, 3 de mayo de 2020

REGALOS DEL DÍA



HERÁCLITO - BORGES

Editorial
La oscuridad de Heráclito es famosa desde la misma antigüedad de sus contemporáneos. Que se expresara mediante frases crípticas y sentenciosas —Acoplamientos: cosas íntegras y no íntegras, convergente y divergente, consonante y disonante; de todas las cosas Uno y Uno de todas las cosas. / La armonía invisible vale más que la visible. / Ellos no entienden cómo lo que difiere está de acuerdo consigo mismo: la armonía consiste en tensiones opuestas, similares a las del arco y la lira— y que, además, solamente nos hayan llegado un puñado de ellas, no facilita el trabajo de estudio y comprensión.
Editorial

Heráclito puede ser caracterizado como el filósofo del devenir , de la contradición, de la guerra, de la dialéctica. Sea como fuere, ha ejercido una notable influencia. Hegel sacó un gran partido a la armonía de los contrarios. Nietzsche lo admiraba: Su talento es el más raro y menos natural; en un sentido excluye y amenza a todos los otros talentos (La filosofía en la época trágica de los griegos). Heidegger le dedicó un un par de seminarios. Sin embargo, es posible que nadie haya expresado mejor que Borges la esencia misma de su pensamiento.



Heráclito camina por la tarde 
de Éfeso. La tarde lo ha dejado,
sin que su voluntad lo decidiera,
en la margen de un río silencioso
cuyo destino y cuyo nombre ignora.
Hay un Jano de piedra y unos álamos.
Se mira en el espejo fugitivo
y descubre y trabaja la sentencia
que las generaciones de los hombres 
no dejarán caer. Su voz declara:
Nadie baja dos veces a las aguas
del mismo río. Se detiene. Siente
con el asombro de un horror sagrado
que él también es un río y una fuga.
Quiere recuperar esa mañana
y su noche y la víspera. No puede.
Repite la sentencia. La ve impresa
en futuros y claros caracteres
en una de las páginas de Burnet.
Heráclito no sabe griego. Jano,
dios de las puertas, es un dios latino.
Heráclito no tiene ayer ni ahora.
Es un mero artificio que ha soñado
un hombre gris a orillas del Red Cedar,
un hombre que entreteje endecasílabos
para no pensar tanto en Buenos Aires
y en los rostros queridos. Uno falta.

                  De La moneda de hierro.

sábado, 2 de mayo de 2020

TROILO Y CRÉSIDA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 23)

Troilo y Crésida tiene un punto nihilista e "intelectual" que no se suele percibir la primera vez que se lee o se ve representada. Es la primera de las "comedias problema" y, tal vez, la más enigmática de las tres. Se basa en una leyenda romántica medieval de la guerra de Troya —Crónica Troyana—, pero que nada tiene que ver con el mundo clásico griego, es decir, con la Ilíada, aunque aparezcan los personajes y la época.

Pero es que, además, como muchas veces ocurre con las obras de Shakespeare, hay posibles referencias y alusiones que no son visibles a no ser que nos hayamos informado previamente. Así, en este caso, parece que en su Aquiles debemos leer una sátira del por entonces caído en desgracia conde de Essex. También deberíamos percibir una parodia de la retórica de Chapman y de la actitud moralizante de Jonson. Pero esto es hilar muy fino; trabajo, en definitiva, de especalistas. Quedémonos en lo que sí podemos percibir hoy: la deslealtad amorosa, la falsedad del honor y la inutilidad de la guerra.

Troilo y Crésida es básicamente dos obras en una. Por un lado, la tragicomedia de la muerte de Héctor, asesinado por Aquiles. Por otro, la traición de Troilo por parte de Crésida, que se entrega a Diomedes cuando tiene que abandonar la ciudad de Troya y entrar en el campamento griego. Todo esto nos aleja mucho de la clásica historia de los héroes griegos. Troilo es un engreido y un enamorado del amor; Héctor, su hermano, un inconstante y codicioso; Agamenón, Néstor y Áyax, unos descerebrados; todos, en definitiva, son personajes poco admirables, y la guerra, la gran locura humana.

Así, pues, Shakespeare utiliza la historia de la guerra de Troya como punto de partida, pero la dota de un carácter completamente diferente, solo un poco más próximo al Troilo y Crésida de Chaucer. A Shakespeare le interesa más ahondar en las relaciones humanas. Y en este profundizar sobre lo humano toda la historia adquiere un tinte sombrío y pesimista, un carácter amargo y oscuro. Las diferencias entre su historia y las de sus predecesores son muchas, tanto en contenido como en los aspectos más "decorativos".

Las palabras meditabundas de Héctor en la escena 5 del acto IV bien pueden representar ese tono en el que se mueve la obra:

...Todo el fin lo corona
Y el viejo árbitro común, el tiempo, 
Pondrá término un día.

O estas otras de Ulises en la tercera escena del tercer acto:

Pues que ingenio, hermosura, 
Alcurnia, fuertes huesos, mérito en el servicio de valía, 
Amistad, caridad y amor, están sujetos 
Al tiempo calumnioso y envidioso.

Aquí os dejo esta valiente puesta en escena del Teatro dei Borgia (está en italiano):



viernes, 1 de mayo de 2020

EL CIELO NOCTURNO, MAYO 2020

Fuente: NASACopyright : Yuzhe Xiao

  • PLANETAS: Mercurio solo es visible la segunda quincena (21, 22 y 23 muy cerca de Venus). Venus es visible, pero a medida que avanza el mes va perdiendo altura hasta casi dejar de ser visible. Marte es visible como una hora y media antes del alba en el horizonte ESE. Júpiter es visible de madrugada al comenzar el mes, pero va adelantando la salida y a finales de mes aparece en el cielo poco después de medianoche. Saturno aparece en cielo por detrás de Júpiter a unos 5º de distancia.
  • LUNA: día 7, llena; día 22, nueva.
  • LLUVIA DE METEOROS: las Eta-Acuáridas alcanzarán su máxima actividad la noche del día 5.
  • SATÉLITES ARTIFICIALES: para saber dónde y cuándo mirar consultad aquí, o descargaos la aplicación de heavens-above y así lleváis la información siempre en el teléfono.

jueves, 30 de abril de 2020

TADEUSZ ZIELINSKI, LA PASIÓN POR COMUNICAR

Voy de una consulta a otra y termino en el apartado dedicado a la bibliografía de La tradición clásica, libro que nadie interesado en la cultura clásica debería dejar de leer. 

Allí, en el apartado bibliográfico, tropiezo con un par de párrafos absolutamente magistrales, modelo de escritura y de divulgación. Pertenecen a T. Zieliński y traducidos, supongo, por Antonio Alatorre, que es quien tradujo el libro de Highet.

De Zieliński leí con enorme placer el único libro suyo que hay en castellano, Historia de la civilización antigua. Gracias a él descubrí —esto es anecdótico— cómo multiplicaban y dividían los antiguos egipcios. Una joya de libro.

Pero vayamos con los párrafos, que son un modelo de cómo hay que escribir divulgación para hacer atractivo lo que se explica sin perder ni un ápice de todo el conocimiento que hay detrás de ese trabajo:

Quien tenga la dicha de caminar por alguna de esas grandes calzadas que desde tiempos antiquísimos han sido para la humanidad arterias vitales de intercambio —las que conducen de la planicie lombarda hacia el norte y el oeste pasando por los Alpes—, experimentará una sensación inolvidable: le parecerá haber tocado con sus dedos el pulso mismo de la historia universal. Todos los tiempos han dejado su recuerdo en esas calzadas: aquí nos encontramos con una atalaya romana que nos habla de las campañas de Marco Aurelio; allá con un castillo señorial que nos evoca la visita de algún Hohenstaufen a tierras extranjeras; este barranco recuerda a Haníbal; ese pantano, a Napoleón; aquel puente, a Suvarof; un epigrama de Catulo inmortalizó ese lago; un terceto de Dante aquel valle; una página de diario de Goethe, este panorama; en el peñasco de más allá se alberga, como pájaro extraviado, el recuerdo de los amores infelices de Tristán e Isolda.

Pero no, no nos está hablando de las calzadas romanas; el libro va de Cicerón y de su influencia a través de los siglos —Cicero im Wandel der Jahrhunderte—. Sigamos leyendo: 

Una sensación análoga experimenta quien lee a Cicerón [está hablando de leerlo en latín], si es alguien que conoce la historia; y esa experiencia bastará por sí sola para revestir a Cicerón de un valor afectivo incomparable —aun admitiendo que sus caricaturistas tengan razón en cuanto dicen sobre su valor efectivo—. Esta idea la tenía San Jerónimo encerrada en su corazón, a pesar de su juramento; con aquella se esforzó Diderot por combatir la "superstición" de la posteridad. Ese pensamiento cautivaba a Petrarca; aquel conmovió "mucho y hondamente" a Lutero en medio de sus atormentadas dudas. Esta es la perla que Bossuet engastó en el oro de su estilo; ese es el brillante acero con que fraguó su daga un jacobino. Esta frase ganó para el patriarca de Ferney una sonrisa mundana de labios de sus lindas admiradoras; aquella hizo llorar a los espantados jueces de Luis XVI. Es, ciertamente, un placer único e imborrable; pero es preciso no retroceder ante el esfuerzo que requiere, pues no se puede negar que existen senderos por los cuales se camina con más facilidad que por una vieja calzada romana.

Si es que entran ganas de aprender latín de verdad para poder sucumbir en la prosa de Cicerón, y alemán para poder leer el libro de Zieliński enteroEsta es la diferencia entre quien llena de conocimientos sus libros y quien coge todos esos conocimientos y los llena de vida.

miércoles, 29 de abril de 2020

BOECIO, CONSUELO DE LA FILOSOFÍA

A Boecio (¿480-525?) una historia de la filosofía de bachillerato no le va a dedicar más de un exiguo párrafo. Más o menos el mismo espacio que le dedica una historia universal o una historia de la literatura, y más o menos con las mismas palabras. Boecio no tiene la importancia que tuvieron en el pensamiento medieval Agustín de Hipona, Tomás de Aquino o Anselmo de Canterbury; pero, en cambio, aparece en las tres historias. Incluso aparecería en una historia de la música, si es que hubiera tal en el bachillerato. 



¿Pero qué motivos podríamos alegar hoy para leer a Boecio? ¿Qué podemos encontrar en este autor que llame nuestra antención, que merezca ser atendido en época de confinamiento? 

La primera y más poderosa razón es precisamente esa: el consuelo. Boecio escribió el texto cuando se encontraba ya en la cárcel y se sabía condenado a muerte. Si él supo hallarlo a través del diálogo ficticio con la Filosofía, más lo encontraremos nosotros, cuya situación es infinitamente más leve que la suya. Conviene recordar aquí que su texto ha sido el modelo que han seguido otros muchos para enseñarnos a encontrar belleza y calma en medio de la tormenta.

Pero hay muchas más: 

Este librito ejerció una poderosa influencia durante unos mil años, los que duró la larga Edad Media. Es una síntesis de muchos argumentos de otros filósofos que le precedieron, recogidos de manera sencilla. Está lleno de emoción, no es, como alguien podría pensar, una exposición fría y acional de argumentos —Van Doren dijo de él que era un libro que solo un corazón de hierro podría leer sin derramar una sola lágrima—. Los problemas que encara Boecio son los problemas que todos tenemos que encarar alguna (o muchas) veces en la vida. Es estupenda la comparación que hace entre el universo físico y la ley moral y que recuerda el famoso épilogo de Kant en su Crítica de la razón práctica. La conmoción que causa comprobar cómo la Filosofía "cura" a este ser humano aherrojado a la muerte inmediata y reducido al surimiento. Y, por último, y aunque sea anecdótico, por su mismo nombre, derivado del griego βοηθέω que significa ayudar, socorrer, curar.

Id rumiando: 

3.– Considero, en efecto, que más aprovecha a los hombres la fortuna cuando les es contraria que cuando les favorece; pues si se muestra propicia, engaña con sus falsas apariencias de felicidad; si es adversa, no puede menos de ser sincera, ya que sus mismas alternativas demuestran su inestabilidad.

4.– La una engaña, la otra instruye; aquélla seduce con falsos bienes para encadenar las almas de los que llegan a probarlos; ésta libera al espíritu por el conocimiento que le da acerca de la fragilidad de la dicha humana. Así, a la buena fortuna imagínala tornadiza, con sus vestiduras flotantes a merced de los vientos, siempre ignorante de sí misma; la mala fortuna, la que vosotros así llamáis, la verás recogida, discreta, con su túnica ceñida, juiciosa y prudente, aleccionada con la experiencia de la desgracia.

5.– En una palabra, la próspera fortuna aparta del bien verdadero con sus caricias seductoras; la adversa, trayendo a los hombres prendidos en su arpón, los hace volver muchas veces al camino de la verdadera felicidad (Libro 2º, Prosa 8ª). 

Y si queréis saber algo más sobre Boecio, este audio de poco más de 20 minutos os ayudará a tener una idea sobre esta persona extraordinaria que tuvo el valor de ofrecernos consuelo cuando él estaba a punto de perder la vida:


***
PS: Las dos ediciones que aparecen arriba no son las únicas, pero sí son las más fáciles de encontrar. Existe una muy barata editada por Maxtor (Valladolid) y otra para bibliófilos, que seguramente no bajará de los 50 €, editada por Cieza en 1966 y con traducción de fray Alberto de Aguayo de 1518. Por supuesto, también lo tenéis en un montón se sitios en internet. Os dejo uno. La mía era la de Austral.

martes, 28 de abril de 2020

SEÑORES POLÍTICOS, TIENEN UN MENSAJE PARA USTEDES


Claro y sencillo. 

Hagan caso, por favor.

BIEN ESTÁ LO QUE BIEN ACABA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 22)

Bien está lo que bien acaba o A buen fin no hay mal principio, según la traducción que manejéis, es otra de las "obras problema", porque se mueve simultáneamente en el terreno de la comedia, del drama e incluso de la tragedia. 

La historia que Shakespeare nos cuenta aquí es la de un joven conde bastante inoperante y malcriado del que está enamorada una joven que vale mucho más que él en todos los sentidos —como en otras muchas obras del autor—, y de cómo teniendo todas las papeletas para que Helena/Elena (según traducciones), la joven, encuentre y consiga una pareja de su talla, al final se case con él. 

Por supuesto, para llegar hasta semejante y ¿feliz? desenlace tendrán que ocurrir unas cuantas aventuras donde se demuestre la valía Helena y la apatía de Beltrán para cualquier otro asunto que no sea la milicia. No falta tampoco el engaño de ella para introducirse en la cama de Beltrán aprovechando la nocturnidad, como tampoco falta la sustracción del anillo de él, lo que servirá como prueba de la hazaña.

Transitando por toda la obra encontramos otro de los personajes característicos de este tipo de dramas: el bufón, el loco, el charlatán, en este caso Parolles —recordad que en francés paroles significa palabras—. Él será el encargado de poner las palabras y decir todo aquello que los demás personajes no pueden nombrar por inadecuado, estrafalario, fingido o sencillamente falso, según las ocasiones.

Y también como siempre nos encontramos con una sorprendente y altísima dosis de reflexiones que Shakespeare nos va regalando para que pensemos sobre ellas: La tela de nuestra vida es de una fibra mezclada; nuestras virtudes se enorgullecerían si no las fustigaran nuestros defectos, y nuestros crímenes se desesperarían si no les tuvieran cariño nuestras virtudes (Señor primero, act IV, esc 3).

Así, entre aventura y engaño, el gran maestro de lo que constituye el ser humano va dejando materia de reflexión para especialistas del consciente y del inconsciente. Y todo gracias a esa increíble habilidad para recoger de otros lo que no supieron o no se atrevieron a enunciar claramente.

lunes, 27 de abril de 2020

DÍA INTERNACIONAL DE LA DANZA 2020


Este año tan peculiar le ha correspondido al bailarín, coreógrafo y actor sudafricano Gregory Vuyani Maqoma escribir el manifiesto para el Día Internacional de la Danza:

Estamos atravesando tragedias inimaginables en un tiempo que mejor podría describir como la era post humana. Más que nunca necesitamos bailar con un propósito para recordar al mundo que la humanidad todavía existe. El propósito y la empatía deben prevalecer a lo largo de años y años de innegable paisaje virtual, de disolución que ha dado lugar a una catarsis de dolor universal que invade la tristeza, la dura realidad que sigue impregnando a los vivos y a los que se enfrentan a la muerte, el rechazo y la pobreza. Nuestra danza debe más que nunca dar una fuerte señal a los líderes mundiales, a aquellos a quienes se les confía salvaguardar y mejorar las condiciones humanas de que somos un ejército de pensadores furiosos y que nuestro propósito se esfuerza por cambiar el mundo paso a paso.

La danza es libertad y a través de ella debemos liberar a los demás de las trampas que enfrentan en diferentes rincones del mundo. La danza no es política, sino que se vuelve política porque lleva en su fibra una conexión humana y por lo tanto responde a las circunstancias en su intento de restaurar la dignidad humana.

A medida que bailamos con nuestros cuerpos cayendo en el espacio y enredando juntos nos convertimos en una fuerza de movimiento tejiendo corazones, tocando almas y proporcionando curación que es tan desesperadamente necesaria.

Y el propósito se convierte en una sola danza hidra, invencible e indivisible. Todo lo que necesitamos ahora es bailar ¡Un poco más!


Si te gusta la danza en cualquiera de sus modalidades, seguro que el miércoles vas a tener grandes espectáculos. Yo te dejo el enlace a la propuesta del English National Ballet para el día 29. 

Y si te encuentras con ánimo e inspiración siempre puedes hacer como Albert García Sauri al ir a tirar la basura:

APOYA A TU LIBRERÍA

Captura de pantalla de todostuslibros.com

Hoy es lunes de recomendación lectora, pero la situación es la que es y, como otros lunes desde que comenzó el confinamiento, no he recibido la propuesta correspondiente. Pero sí tengo una recomendación de apoyo que haceros.


Es cierto que las librerías siguen cerradas; sin embargo, hay formas de apoyarlas. Otra iniciativa que se suma a las ya existententes es la de la plataforma y buscador de libros todostuslibros.com.

Desde ella podéis ayudar a vuestra librería favorita, a vuestra librería de barrio o a la librería en la que soláis adquirir los libros. Tan solo necesitáis registraros rellenando un formulario como este: 


De paso, podéis empezar a disfrutar de una base bibliográfica extraordinaria o adquirir cheques regalo para terceros. Lógicamente, los libros "comprados" podréis tenerlos una vez reabiertas las librerías. ¿Os animáis?

domingo, 26 de abril de 2020

COLERIDGE, DESESPERACIÓN

Editorial
Decía Pujals en su magnífica Historia de la Literatura Inglesa que Coleridge (1772-1834) era el poeta enamorado de los sucesos extraordinarios. Y es cierto que toda su obra, la que dejó inacabada y la que dio por terminada, rezuma singularidad, misterio y fantasía. Lo que no sé es en qué medida su inclinación a moverse por territorios tan inestables e inseguros se debía al trastorno bipolar que dicen que padecía —en cualquier caso, sus hermanos, alegando locura, consiguieron que lo licenciaran cuando ingresó en el ejercito— , a su adicción al opio, a las características propias del romanticismo o, tal vez, a una mezcla de todo ello. Sea como fuere, lo cierto es que nos ha dejado algunos de los poemas largos, y casi siempre inconclusos —excepto La oda del viejo marinero—, más bellos escritos en inglés.

De entre los poemas cortos recojo uno que suele gustar especialmente a la adolescencia, muy dada a vivir al borde de la desesperación y a caminar por entre los extremos. Recuerdo una compañera de la época de estudiante que lo llevaba pegado en la carpeta y decía que era el poema más "importante" de su vida.

DESESPERACIÓN

He experimentado 
lo peor, lo peor que el mundo puede infligir,
eso que hace la vida indiferente,
importunando con un susurro
la oración de los moribundos.
He contemplado la totalidad, en donde
mi corazón tenía interés por la vida,
para ser desviado y arrebatadas mis esperanzas.
Nada resta ya. ¿Para qué seguir viviendo entonces?
Aquel rehén, que el mundo mantiene cautivo
otorgado por mí como promesa de vida;
aquella esperanza suya, o más bien pura fe
en su amor quieto, que celebró en mí su tregua
con la tiranía de la vida, se han ido. ¡Ah! ¿Adónde?
¿Qué puedo responder? ¡Se han ido! ¡Y ahora
puedo romper el infame pacto, este vínculo de sangre
que me ata a mí mismo! ¡Y lo romperé!

sábado, 25 de abril de 2020

MI PERDIDA PISTOLA DE PIRATA

¡Gracias, David!


Al poemario Descender hacia la luz también le ha pillado la cuarentena. Habíamos revisado ya las pruebas y estabamos con la cubierta cuando se decretó el estado de emergencia sanitaria. Así, pues, también él se ha quedado encerrado. 

Mientras esperamos a que la actividad vuelva a su rutina anterior al 14 de marzo y podamos transitar nuevamente por las calles, David me mandó una pieza a la guitarra creada ex profeso para este poema. Este es el resultado:




No todos vamos detrás de aquello que se escapa.
    ÁNGEL GUINDA                                                             

De pequeño
disfrute de la infancia y sus juguetes
como cualquier otro niño.
Corría por las calles y las plazas,
conquistaba fortalezas,
montaba un caballo inagotable,
marcaba goles imposibles.
Todos los troncos eran escondites,
todos los bancos eran caravanas
cruzando hostiles territorios.
Y tenía una pistola de pirata 
que siempre acertaba su disparo
a pesar de la niebla o la distancia.
Era regalo de un carpintero
amigo de mis padres.
Jamás salió de casa.
Allá quedó, olvidada en un traslado.

Perdí una pistola de madera,
unos indios de plástico,
los infantiles sueños de la infancia,
la magia de unos reyes poco magos,
la torpe inocencia sin futuro.


Gané lo que el tiempo nos da a todos,
gané la realidad y su infinita riqueza,
gané la posibilidad de equivocarme,
gané la libertad de ser yo mismo.

(29 de septiembre de 2016)

viernes, 24 de abril de 2020

MEDIDA POR MEDIDA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 21)


La crítica especializada ha clasificado hace mucho tiempo bajo el marbete de "obras problema" o también "comedias oscura" —problem play, dark comedy—tres que no encajaban ni como comedias, ni como tragedias, ni como dramas. Son Troilo y Crésida, Bien está lo que bien acaba y Medida por medida. Y es que Shakespeare nunca fue muy fiel a géneros ni a normas, por eso los neoclásicos veían en su obras más defectos que virtudes.

Independientemente de que en toda su obra siempre podamos comprobar esa tendencia a la mezcla de géneros, es cierto que en estas tres de final feliz la acritud y la amargura adquieren un tono muy superior a otras anteriores, la naturaleza humana se ensombrece tanto que hasta los finales, liberatorios sin duda, nos resultan extraños. 

Estos tres minutos y medio de Atención obras os darán buena cuenta del argumento:


Ya véis, Shakespeare siempre anda enredando en los entresijos del ser humano para intentar averiguar qué somos y por qué nos comportamos como lo hacemos. Y como la realidad no es simple, ni directa, nos encontramos con personajes amorales que mantienen discursos preclaros y llenos de honestidad; o tropezamos con personajes muy solventes que dicen cosas demasiado deleznables. Y si además rondan por ahí los límites del poder, las convicciones más profundas y la muerte, todo se hace más complejo y oscuro.

Un ejemplo de la parte disparatada y surrealista de la obra. Bernardino es un preso que pasa de todo, hasta de la muerte, y lo van cambiar por Claudio para engañar al regente. El Duque, que ha abandonado su labor de gobierno, está en esta escena disfrazado de monje y dispuesto a ofrecer consuelo al condenado.

Horrorez (el verdugo): ¡Hola, tunante! trae acá a Bernardino.
Pompeyo (criado de Pordemás): ¡Señor Bernardino! ¡Es menester que os levantéis para que os ahorquen, señor Bernardino!
Horr: ¡Eh! ¡hola! ¡Bernardino!
Bernardino (prisionero disoluto): (Dentro.) ¡Que un rayo os parta las gargantas! ¿Quién arma ese ruido? ¿Quién eres?
Pom: Vuestro buen amigo el verdugo, señor mio. Tendréis la amabilidad de levantaros y de dejaros ahorcar.
Bern: (Dentro.) ¡Largo, bribón, largo! Tengo sueño.
Horr: Dile que es forzoso que se despabile, y pronto.
Pom: Por Dios, señor Bernardino, sacudid el sueño hasta que os hayan  degollado, y dormid luego.
Horr: Entra y sácale.
Pom: Ya viene, señor, ya viene. Oigo crujir la paja.
Horr: ¿Está el hacha en el tajo, tunante?
Pom. Todo está listo, señor.
(Sale Bernardino.)
Bern: ¿Qué tal, Horrorez?, ¿qué hay de nuevo?
Horr: A decir verdad, quisiera que te entregaras un rato a tus rezos; pues, mira, aquí está la órden.
Bern: ¡Bellacos! He pasado la noche entera bebiendo; no estoy preparado para eso.
Pom: Tanto mejor, gentilhombre; pues si después de beber toda la noche le ahorcan a uno por la mañana tempranito, tanto mejor podrá dormir durante todo el día siguiente.
Horr: Mira, aquí viene el padre confesor. ¿Crees aún que es broma?
(Sale el Duque, disfrazado.)
Duque: Buen hombre, movido por mi caridad, y habiendo oído cuán próxima estaba la hora de tu partida, vengo a aconsejarte, a ofrecerte consuelo, y a rezar contigo.
Bern: Nada de eso, fraile. He estado bebiendo largo toda la noche, y me han de dar más tiempo para ponerme a bien con Dios, o de otro modo que me aplasten los sesos con porras. Lo cierto es que no me conformo con morir hoy.
Duque: Amigo, es fuerza, y por lo tanto, ruego que midas la jornada que te espera.
Bern: Juro que no hay persuasión en hombre capaz de hacerme morir hoy.
Duque: Pero escucha.
Bern: Ni una palabra. Si tienes algo que decirme, ven a mi calabozo; pues de allí no salgo hoy.
(Se va.)
Duque: Es tan indigno para morir como para vivir. ¡Pecho de pedernal! Seguidle, mozos. Y arrastradlo al patíbulo sin tregua
(act IV, esc 3).

jueves, 23 de abril de 2020

DE LIBROS Y DE LIBRERÍAS


Creo que nadie que me conozca o que haya leído lo que vengo publicando desde hace años en este espacio puede dudar de mi interés por divulgar actividades culturales diversas y especialmente libros, libros de todo tipo. Los libros son, incluso, uno de mis objetos preferidos y sería seguramente un poquito más feliz, solo un poquito, si pudiera tener una enorme casa en la que disponer de una biblioteca personal con miles y miles de volúmenes. Eso me facilitaría el trabajo y me ahorraría muchos paseos a las bibliotecas. Pero también me gusta pasear y las bibliotecas son mis espacios cerrados favoritos.

Me gustan los libros, me encantan los libros, pero me cansa mucho ese exceso de frases hechas, desgastadas, hiperbólicas, ñoñas, sensibleras y hasta mentirosas, que cada año se reproducen sin piedad en cuanto nos acercamos al 23 de abril. Y no me preocupan las que proceden de la gente de la calle, del vecino iletrado o de la vecina que bastante tiene con desmenuzar la cuenta de la compra. 

Me molestan las que vienen de altas instituciones culturales o del colectivo que se dedica a la escritura. Y me molestan por dos razones: primero, porque estas personas sí tienen formación suficiente para saber qué significan las palabras que están utilizando; después, porque solamente encubren publicidad, ya que ellas son las beneficiarias directas de aquello que están ensalzando, ya sea como fama o como benificio económico. Autoadulación.

Dos perlas de estos días que podéis encontrar en las redes sociales: 
  • Leer es un acto de resistencia. 
  • La libertad es una librería.

Soy el primero en defender los beneficios del conocimiento y estoy absolutamente convencido de que impulsar la creación y el desarrollo de todas las actividades que tengan que ver con la expansión y mejora del mismo hacen más fuerte y más rica (en todos los sentidos) una sociedad. Y la preparan mejor para afrontar el futuro que poseer, por ejemplo, grandes reservas de petróleo. Defenderé los beneficios de la lectura donde sea necesario, porque los he disfrutado personalmente. Es innegable que la cultura, toda la cultura, nos ayuda a resistir mejor cualquier dificultad. Pero no de esta manera engolada y autoagasajante. 

Claro que quiero ver las librerías abiertas, pero que esos comercios estén abiertos no quiere decir que gocemos de mayor libertad. Entre otras cosas porque hay libros excelentes y admirables, pero también los hay verdaderamente vulgares y que aportan menos a la colectividad que un tornillo, un tubo de pegamento, un cable eléctrico o un pastel de crema con todas sus toxinas y calorías. Quiero ver todas las librerías abiertas y todas las tiendas de mi barrio que no venden ni un solo libro y todos los talleres y todos los pequeños negocios y a toda la gente que habitualmente se movía por las calles y que, sin ninguna duda, son mucho más necesaria para la vida en común que cualquier libro, porque son personas.

Afirmar la vida contra todos los envates y quebrantos es un acto de resistencia. Ayudar a las personas a seguir vivas es un acto de resistencia. Ayudar a quien lo necesita es un acto de resistencia. Leer es, en la mayoría de los casos, un pasatiempo; en otros, un acto de formación y aprendizaje. Y aunque las muchas lecturas y los buenos libros nos ayudan a resistir mejor el confinamiento, también lo hace la ciencia, la filosofía, el arte, la música, los múltiples conocimientos, el buen carácter, las amistades y todas y cada una de las personas que nos quieren.

Y si queréis frases deslumbrantes y más certeras que esas de ahí arriba esta que Emili Teixidor escuchó a un niño en alguna de sus charlas por centros educativos me parece más apropiada: Leer es querer que el mundo no se acabe nunca. Lo mismo que disfrutar de una película, un concierto, una obra de teatro..., o cualquier otra historia que nos subyugue al calor de la amistad y la buena compañía; aunque sepamos, claro está, que nuestra vida puede acabarse en cualquier momento.