Patio del museo |
"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
martes, 2 de agosto de 2022
MUSEO FOURNIER
viernes, 9 de abril de 2021
EL HAIKU, algunos libros para orientarse
martes, 23 de marzo de 2021
LA HISTORIA DE GENJI
Editorial |
Segundo dato: cuenta Donald Keene en su Seeds in the Heart que el nobel Kawabata buscó y encontró consuelo durante los años de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra en esta obra. Así consiguió vencer la idea de la muerte para seguir viviendo al lado de aquellas tradiciones que corrían dentro de mí (p 476).
Tercer dato: cuenta Carlos Rubio que Donald Richie aconsejaba a ejecutivos empresariales de EEUU que dejaran a un lado informes y libros de economía sobre el sistema empresarial japonés y que leyeran esta obra si lo que querían era conocer realmente el alma del país (p 408).
Museo del traje, Kioto. |
De la autora, Murasaki Shikibu (hacia 978 - hacia 1014), prácticamente no sabemos nada, salvo que nos dejó una de las grandes obras de la literatura de todos los tiempos, lo cual ya es más que suficiente.
Perdido en mis pesares, no supe que los días y los meses siguen transcurriendo todavía...
¿De veras ha terminado el año y también mi tiempo en el mundo?
***
Ni que decir tiene que las versiones realizadas desde otros ámbitos artísticos son numerosas. Algunos ejemplos:
Tomita Isao escribió una sinfonía. Podéis oirla aquí.
Saeko Icinohe creó una coreografía de danza contemporánea para esta historia.
Miki Minoru, una ópera.
Un largometraje (japonés con subtítulos en inglés) y una película de animación que estuvo nominada a mejor film de animación en Sitges:
jueves, 11 de marzo de 2021
UN PRÓLOGO, LA PRINCESA NUKADA Y EL HANAMI
Librerías que lo tienen. |
Librerías que lo tienen. |
Los que vivimos en el mundo nos hallamos afectados por muchas experiencias expresando con la exuberancia de la vegetación de las palabras lo que vemos y oímos. Por ejemplo, cuando oímos el trino del ruiseñor en la floresta o el croar de la rana en el agua, comprendemos que no hay ningún ser vivo sin canción. La poesía mueve sin esfuerzo el cielo y la tierra, agita los sentimientos de los espíritus y de los dioses invisibles, suaviza las relaciones entre hombres y mujeres, y aplaca el fiero corazón de los guerreros
(Prólogo del Kokinshuu. Tsurayaki. Traducción de Carlos Rubio).
Tsurayaki fue poeta, editor del Kokinshuu —la recopilación de poesía más influyente de su época y la que se considera que muestra mejor el canon— y, por encima de todo, el crítico más destacado del período Heian. Este prefacio, redactado en torno al 922, es la primera obra en prosa que contiene un texto de crítica literaria y donde se reflexiona por primera vez de manera clara y sorprendentemente aguda sobre la esencia de la palabra poética. Breve e intenso, está recogido de manera completa en muchas antologías. El tercer párrafo de ese estudio introductorio sobre la poesía japonesa de aquel momento comienza así: De esta manera, al maravillarse ante las flores, al admirar los pájaros, al sentirse conmovido por la neblina o al sentir tristeza por el rocío, han ido surgiendo sentimientos en forma de numerosas y diversas palabras.
Este prólogo nos deja la evidencia del protagonismo que adquiere la naturaleza en la poesía de Japón. Pero sin recurrir a la elegante prosa de Tsurayaki, tenemos un ejemplo más antiguo todavía y de mayor calado. La princesa Nukata o Nukada, de la que no sabemos con certeza nada más que vivió en el siglo VII —el de la aparición del Islam, el de la dinastía Tang en China, o el de Heraclio, emperador de Bizancio— y que inaugura una larguísima y exitosa querencia de sus compatriotas por la belleza otoñal. Su verso Akiyama so ware wa —los montes de otoño yo prefiero, en traducción de Carlos Rubio—, con el correr de los años, se va a convertir en la expresión de una tendencia que compite en condiciones ventajosas con esa otra costumbre nipona, el famoso hanami.
Noche de primavera,
su oscuridad es inútil:
si bien oculta el color
de las flores de ciruelo
¿acaso esconde su perfume?
Ōshikōchi no Mitsune (traducción: Torquil Duthie).
Quisiera volver
con las mangas llenas
de hojas carmesí,
que las vieran los que dicen
que el otoño ha terminado.
Sosei (traducción: Torquil Duthie).
***
La sociedad japonesa ha enseñado en buena medida a contemplar la naturaleza al culto e hiperintelectualizado occidental. Esa devoción por ella quizás provenga del remoto sintoísmo. Puede que sea así, no lo sé, pero quien la plasmo con todo lujo de imágenes y la expresó en toda su belleza fue la poesía. Y es tanto así, que en la actualidad, en Japón, se convocan concursos poéticos populares cada vez que llega la floración primaveral o la explosión del otoño, y todos los días aparecen publicados en los periódicos poemas que escriben sus lectores.
sábado, 6 de marzo de 2021
POESÍA JAPONESA, UNA BREVE MUESTRA
Fuente: nippon.com. Vista con google maps |
- Kokinshuu. Colección de poemas japoneses antiguos y modernos. (el canon del clasicismo). Selección, traducción y notas de Carlos Rubio. Editorial Hiperión, 2005.
- Cien poetas, cien poemas (antología de poesía clásica japonesa) Hyakunin isshu. Traducción, introducción y notas, José María Bermejo y Teresa Herrero (2004) Editorial Hiperión, 2004.
lunes, 22 de febrero de 2021
LA CIUDAD Y SUS COLORES
Playa de la Concha, 22-02-2012, 18:45 |
Esta tarde estaba dudando entre realizar una invitación a la lectura de Auto de fe o comenzar una selección de poesía japonesa, cuando el ambiente lluvioso y las ganas de mover las piernas me han echado a la calle. Ya veis que no me importa nada pasear con el paraguas abierto, siempre que el viento no azote. Hasta me puede parecer elegante y un estimulante ejercicio de distensión caminar despacio bajo la lluvia fina cantábrica.
La playa —ahí tenéis la imagen— se ha ofrecido, generosa y gentil, para el paseo. Entre los restos de humedad de la arena han ido asomando los reflejos de las incipientes luces urbanas, que se dejaban querer por los tímidos rosas de la puesta del sol y la silueta sombreada del pequeño y simpático Igeldo. La estampa bien merecía el paseo. Tiene algo de espíritu zen la Concha en un atardecer de llovizna y abandono.
A medida que avanzaban los minutos, el cielo ha ido adquiriendo tonos cada vez más oscuros. Al subir por la rampa que da al Alderdi Eder, he visto la fachada del ayuntamiento iluminada. Entre curioso y diletante, he ido poco a poco hacia él, con la vaga esperanza de averiguar el motivo. El rojo, mi color favorito, me ha ganado. He olvidado totalmente lo que quería averiguar y me he dedicado a recoger lo más fielmente posible el color del cielo, ya casi nocturno, y el rojo artificial de la piedra.
¡Que bien le sienta a este antiguo casino haberse convertido en el edificio público por antonomasia!
jueves, 7 de enero de 2021
HAIKUS CLÁSICOS. La mejor poesía japonesa
Librerías que aún lo tienen |
que la belleza de las flores se marchitase.
Y yo me vi envejeciendo en el mundo
mientras caía la lluvia.
Efectivamente, el poema de Komachi no es un haiku. Y no, no es que mienta el título del libro o que Tom Lowenstein quiera engañarnos. Lo que ocurre es que este bellísimo libro tiene un trabajo introductorio en el que su autor, Lowenstein, hace un recorrido por los antecedentes del haiku y eso implica citar a Takechi no Kurohito, Ono no Komachi, Murasaki Shikibu o Kakinomoto no Hitomaro.
Por lo demás, esta antología de bolsillo guarda un maravilloso equilibrio entre la belleza de las fotografías (blanco y negro) que acompañan a los textos, la delicada y cuidadísima edición, los textos de los cuatro poetas clásicos de quienes se recogen los haikus (Basho, Buson, Issa y Shiki) y el interludio estacional, que sirve de excusa para ofrecernos haikus de otros poetas destacados y recordarnos la absoluta importancia que el ritmo de la naturaleza y la sucesión de las estaciones tiene en la producción poética japonesa.
Un placer para los sentidos.
domingo, 9 de febrero de 2020
KANEKO MISUZU, POESÍA QUE ALIVIA EL CORAZÓN
Si digo "¿Vamos a jugar?",
dices "Vamos a jugar".
Si digo "¡Tonto!",
dices "Tonto".
Si digo "¡No quiero seguir jugando!",
dices "No quiero seguir jugando".
Luego, me siento sola.
Digo "Lo siento",
dices "Lo siento".
¿Eres un eco?
No, eres todo el mundo.
Efectivamente, este es el poema que durante los días siguientes al desastre de marzo de 2011 transmitían los medios de comunicación japoneses con la intención de insuflar confianza en la población y animarla a seguir adelante. Este es el poema y esta es la autora a la que me refería el miércoles día 5.
Me impresionan tanto su absoluta sencillez expresiva y su economía de medios como la inmensa capacidad para transmitir lo más esencial, la necesidad que tenemos los seres humanos unos de otros, de comprender y de ser comprendidos. Y esto lo hace una joven con solo dos versos: "¿Eres un eco? / No, eres todo el mundo." Eso es todo, ni más ni menos.
La edición que ha publicado Satori es una auténtica joyita, como siempre. Un libro físicamente adorable. De la selección que han realizado Yumi Hoshino y Mª José Ferrada no puedo decir nada, porque los poemas que aparecen en él son todo cuanto he leído de la poeta japonesa, y que, en cualquier caso, es suficiente como para que me haga una idea clara de su importancia. Lo que no quiere decir que no quiera más.
De su desgraciada biografía no os cuento nada. Podéis hallarla en cualquier sitio. Lo que me tiene fascinado es su fuerza para celebrar la vida a través de sus poemas:
YO, EL PÁJARO Y LA CAMPANA
Por más que extienda mis brazos,
nunca podré volar por el cielo.
y el pájaro que vuela no podrá correr
rápido por la tierra, como yo.
Por más que me balancee
no se producirá un bello sonido.
Y la campana que suena,
no podrá saber tantas canciones como yo.
La campana, el pájaro y yo,
todos diferentes, todos buenos.
No dejéis de regalárosla. Es un bálsamo capaz de sanar muchos dolores.
miércoles, 5 de febrero de 2020
EL PÁJARO Y LA FLOR
Editorial |
Por suerte, el título aún está vigente y se puede conseguir en cualquier librería. En él se recogen casi doscientos poemas que van desde el siglo VII hasta el XX. Puede que parezca una muestra pequeña, pero es una muestra que permite hacernos una idea bastante cabal de la poesía japonesa a través del tiempo. A eso ayuda la contextualización literaria, histórica y cultural del estudio introductorio del antólogo, además de los comentarios breves, pero precisos, que acompañan a los poemas.