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lunes, 30 de junio de 2025

PASEO POR ANGULEMA, 1 (arte urbano).

L´archiviste




Angulema es la capital mundial del cómic y uno de los primeros lugares donde se empezó a tomar en serio el arte urbano. Algunos murales son de tamaño enorme, como El archivero, que está sobre estas líneas y que se extiende por todo el edificio con una superficie 2000 m2. Es obra de Françoise Schuiten y representa a Franz Kafka bajo una montaña de libros. Esta formado por un millar de paneles de acero perforado.

Nueva York en Charente

Este otro gigantesco mural —cada ventana es un piso— es un fresco realizado por  la asociación de muralistas "Cité Création" en 2001. Y hay está, tan fresco. New-York Sur Charente nos recuerda que el primer nombre de Nueva York fue Nouvelle-Angoulême. Está inspirado en New-York sur Loire, tercer volumen de la serie Le bibendum céleste. El autor de esos álbumes es Nicolas de Crécy, quien se graduó en la Escuela de Bellas Artes de Angulema en 1987. Ganó el premio al mejor álbum en el Festival Internacional del Cómic de Angulema en 1998 por Léon la came, junto a Sylvain Chomet.
La obra original es de Olivier Berlion y del guionista Éric Corbeyran. Se conocieron en 1992 en el Festival de Angulema. Conectaron de inmediato y decidieron colaborar. Producto de la colaboración entre ambos son las series Le cadet des Soupetard, Lie de vin y Sales mioches. Esta última se ambienta en Lyon en la década de 1960, donde se cuentan las aventuras de una pandilla de niños de la calle. Sobreviven en la ciudad gracias a su astucia y a sus trabajos ocasionales, más o menos honestos. El mural fue realizado 2003 por la asociación muralista "Cité Création".
Todos esos personajes fueron creados en 1946 por Morris (1946-2001). Para las primeras aventuras, Morris escribió los guiones él mismo, pero a partir de 1955 encargó este trabajo a René Goscinny. Trabajaron juntos hasta la muerte del gran guionista en 1977. Después de Goscinny, Morris trabajó con otros guionistas (Greg, Bob de Groot...). Tras la muerte de Morris, Achdé se hizo cargo del personaje, rodeándose de guionistas de prestigio: Laurent Gerra, Daniel Pennac, Tonino Benacquista. El mural es obra de la asociación muralista "Cité Création".

Un sábado en Malakoff

Malakoff es un suburbio de París de los años 60. Aquí aparece el famoso personaje Lucien con su motocicleta. Lucien es el roquero del plátano, el personaje favorito de Frank Margerin, dibujante francés que recibió el Gran Premio del Festival Internacional de Cómics de Angulema en 1992. Lucien tiene una característica poco común en el cómic: ¡se está haciendo mayor! Así, en el último álbum publicado en 2011 tiene 30 años más que en el primer volumen (publicado en 1982). 
El mural es obra de la asociación muralista "Cité Création".
Lucien sobre uno de los tejados de la estación.
El 1er RIMA anclado en su ciudad es una obra de Fawzi Baghdadli del Atelier du MarquisEl mural es obra de la asociación muralista "Cité Création".
Este mural en un homenajea a René Goscinny. En él aparecen, además de Goscinny, Astérix, Lucky Luke, Iznogud y el pequeño Nicolás.

El mural Viaje a través de las imágenes fue diseñado por Philippe Druillet y creado por Cité Création. Se trata de una batalla intergaláctica a la manera de las de La guerra de las galaxias.

La chica de las murallas

Los tonos azules de este trampantojo evocan el sur de Francia, concretamente Béziers, la ciudad natal de Max Cabanes, quien ganó el Gran Premio del Festival Internacional de Cómics de Angulema en 1990. En él vemos a una mujer apoyada en las murallas, de ahí el título. El mural es obra de la asociación de muralistas "Cité Création".
Uderzo en su cosmos

Albert Uderzo aparece sentado en su mesa de dibujo, de la que salen sus héroes. El homenaje se completa con la creación de un menhir en la estación. Este homenaje al padre de Astérix y Obélix es obra del dibujante François Boucq, creada en 2021 por la artista muralista Moon.


Titeuf

En cuatro paneles verticales, ZEP, ganador del Gran Premio del Festival de Cómics de 2004, representa a Titeuf frente a un orientador académico. El fresco fue creado en 2005 por la asociación muralista «Cité Création».


Angoulême, toda una historia (antes de)

Angoulême, toda una historia está basado en el dibujo original de la artista Maïté Delauge y realizado por SL MOON Art et Décoration.

El club Cap BD Angoulême 
quiso rendir homenaje a la ciudad de Angulema, capital del cómic, reconocida con el prestigioso sello de Ciudad Creativa de la UNESCO.
Maïté Delauge, ilustradora originaria de Angulema, se inspiró en sus recuerdos de infancia, paisajes del Charente, vuelos en globo aerostático y monumentos emblemáticos. Imaginó un estudio de diseño repleto de detalles: el fauve, por supuesto, mascota del festival del cómic, una mención de la UNESCO en los libros, las bodegas Magelis y una colección de tocados de héroes del cómic, expuestos en un entorno que evoca su trabajo de coleccionar máscaras.

Realidad, salida de emergencia
1

2

3

4  ¿Ves algo?

5  Sí, mira

6  Eso es lo que me temía. ¿Qué? ¿Un inframundo?

7  Peor que eso. ¡Es la realidad!

Este es uno de los pocos muros pintados de la ciudad, junto con el de Zep, que utiliza la técnica del cómic con una serie de viñetas. Marc Antoine Matthieu es el autor de la serie Julius Corentin Acquefacques, prisionero de sueños, cuyo primer volumen recibió el premio Alfa-Arte en el festival internacional del cómic de 1991. Su álbum "Dios en Persona", publicado en 2010, ha recibido numerosos premios.
El mural fue realizado en 1999 por la asociación muralista "Cité Création".

*

Existen muchos más murales. Si vais a Angulema, pasad por la oficina de turismo y solicitad el mapa con el recorrido para poder descubrirlos todos.


***


lunes, 12 de mayo de 2025

UN SILBO Y UNA FLOR

Crepis viscaria




EL SILBO DE AFIRMACIÓN EN LA ALDEA



Alto soy de mirar a las palmeras,
rudo de convivir con las montañas...
Yo me vi bajo y blando en las aceras
de una ciudad espléndida de arañas.
Difíciles barrancos de escaleras,
calladas cataratas de ascensores,
¡qué impresión de vacío!,
ocupaban el puesto de mis flores,
los aires de mis aires y mi río.

Yo vi lo más notable de lo mío
llevado del demonio, y Dios ausente.
Yo te tuve en el lejos del olvido,
aldea, huerto, fuente
en que me vi al descuido:
huerto, donde me hallé la mejor vida,
aldea, donde al aire y libremente,
en una paz meé larga y tendida.

Pero volví en seguida
mi atención a las puras existencias
de mi retiro hacia mi ausencia atento,
y todas sus ausencias
me llenaron de luz el pensamiento.

Iba mi pie sin tierra, ¡qué tormento!,
vacilando en la cera de los pisos,
con un temor continuo, un sobresalto,
que aumentaban los timbres, los avisos,
las alarmas, los hombres y el asfalto.
¡Alto!, ¡Alto!, ¡Alto!, ¡Alto!
¡Orden!, ¡Orden! ¡Qué altiva
imposición del orden una mano,
un color, un sonido!
Mi cualidad visiva,
¡ay!, perdía el sentido.

Topado por mil senos, embestido
por más de mil peligros, tentaciones,
mecánicas jaurías,
me seguían lujurias y claxones,
deseos y tranvías.

¡Cuánto labio de púrpuras teatrales,
exageradamente pecadores!
¡Cuánto vocabulario de cristales,
al frenesí llevando los colores
en una pugna, en una competencia
de originalidad y de excelencia!
¡Qué confusión! ¡Babel de las babeles!
¡Gran ciudad!: ¡gran demontre!: ¡gran puñeta!
¡el mundo sobre rieles,
y su desequilibrio en bicicleta!

Los vicios desdentados, las ancianas
echándose en las canas rosicleres,
infamia de las canas,
y aun buscando sin tuétano placeres.
Árboles, como locos, enjaulados:
Alamedas, jardines
para destuetanarse el mundo; y lados
de creación ultrajada por orines.

Huele el macho a jazmines,
y menos lo que es todo parece
la hembra oliendo a cuadra y podredumbre.

¡Ay, cómo empequeñece
andar metido en esta muchedumbre!
¡Ay!, ¿dónde está mi cumbre,
mi pureza, y el valle del sesteo
de mi ganado aquel y su pastura?

Y miro, y sólo veo
velocidad de vicio y de locura.
Todo eléctrico: todo de momento.
Nada serenidad, paz recogida.
Eléctrica la luz, la voz, el viento,
y eléctrica la vida.
Todo electricidad: todo presteza
eléctrica: la flor y la sonrisa,
el orden, la belleza,
la canción y la prisa.
Nada es por voluntad de ser, por gana,
por vocación de ser. ¿Qué hacéis las cosas
de Dios aquí: la nube, la manzana,
el borrico, las piedras y las rosas?

¡Rascacielos!: ¡qué risa!: ¡rascaleches!
¡Qué presunción los manda hasta el retiro
de Dios! ¿Cuándo será, Señor, que eches
tanta soberbia abajo de un suspiro?
¡Ascensores!: ¡qué rabia! A ver, ¿cuál sube
a la talla de un monte y sobrepasa
el perfil de una nube,
o el cardo, que de místico se abrasa
en la serrana gracia de la altura?
¡Metro!: ¡qué noche oscura
para el suicidio del que desespera!:
¡qué subterránea y vasta gusanera,
donde se cata y zumba
la labor y el secreto de la tumba!
¡Asfalto!: ¡qué impiedad para mi planta!
¡Ay, qué de menos echa
el tacto de mi pie mundos de arcilla
cuyo contacto imanta,
paisajes de cosecha,
caricias y tropiezos de semilla!

¡Ay, no encuentro, no encuentro
la plenitud del mundo en este centro!
En los naranjos dulces de mi río,
asombros de oro en estas latitudes,
oh ciudad cojitranca, desvarío,
sólo abarca mi mano plenitudes.
No concuerdo con todas estas cosas
de escaparate y de bisutería:
entre sus variedades procelosas,
es la persona mía,
como el árbol, un triste anacronismo.
Y el triste de mí mismo,
sale por su alegría,
que se quedó en el mayo de mi huerto,
de este urbano bullicio
donde no estoy de mí seguro cierto,
y es pormayor la vida como el vicio.

* * *

He medio boquiabierto
la soledad cerrada de mi huerto.
He regado las plantas:
las de mis pies impuras y otras santas,
en la sequía breve de mi ausencia
por nadie reemplazada. Se derrama,
rogándome asistencia,
el limonero al suelo, ya cansino,
de tanto agrio picudo.
En el miembro desnudo de una rama,
se le ve al ave el trino
recóndito, desnudo.

Aquí la vida es pormenor: hormiga,
muerte, cariño, pena,
piedra, horizonte, río, luz, espiga,
vidrio, surco y arena.
Aquí está la basura
en las calles, y no en los corazones.
Aquí todo se sabe y se murmura:
No puede haber oculta la criatura
mala, y menos las malas intenciones.

Nace un niño, y entera
la madre a todo el mundo del contorno.
Hay pimentón tendido en la ladera,
hay pan dentro del horno,
y el olor llena el ámbito, rebasa
los límites del marco de las puertas,
penetra en toda la casa
y panifica el aire de las huertas.

Con una paz de aceite derramado,
enciende el río un lado y otro lado
de su imposible, por eterna, huida.
Como una miel muy lenta destilada,
por la serenidad de su caída
sube la luz a las palmeras: cada
palmera se disputa
la soledad suprema de los vientos,
la delicada gloria de la fruta
y la supremacía
de la elegancia de los movimientos
en la más venturosa geografía.

Está el agua que trina de tan fría
en la pila y la alberca
donde aprendí a nadar. Están los pavos,
la Navidad se acerca,
explotando de broma en los tapiales,
con los desplantes y los gestos bravos
y las barbas con ramos de corales.
Las venas manantiales
de mi pozo serrano
me dan, en el pozal que les envío,
pureza y lustración para la mano,
para la tierra seca amor y frío.

Haciendo el hortelano,
hoy en este solaz de regadío
de mi huerto me quedo.
No quiero más ciudad, que me reduce
su visión, y su mundo me da miedo.

¡Cómo el limón reluce
encima de mi frente y la descansa!
¡Cómo apunta en el cruce
de la luz y la tierra el lilio puro!
Se combate la pita, y se remansa
el perejil en un aparte oscuro.
Hay az'har, ¡qué osadía de la nieve!
y estamos en diciembre, que hasta enero,
a oler, lucir y porfiar se atreve
en el alrededor del limonero.

Lo que haya de venir, aquí lo espero
cultivando el romero y la pobreza.
Aquí de nuevo empieza
el orden, se reanuda
el reposo, por yerros alterado,
mi vida humilde, y por humilde, muda.
Y Dios dirá, que está siempre callado.


Miguel Hernández.


No, no es que me vaya a volver a la aldea o haya encontrado un huerto donde poder cultivar mis hortalizas preferidas. Tampoco se trata de un ataque de ingenuismo primitivo, ni quiero que nadie derribe ningún rascacielos, algunos, por cierto, verdaderas obras de arte de la ingeniería y de la arquitectura.

La cosa es mucho mas simple y personal. La semana pasada descubrí que no todas las flores amarillas silvestre de pétalos alargados, como rayos de un sol infantil, que se extienden por terrenos sin cultivar son dientes de león. Estas otras que aparecen en la imagen, que se parecen muchísimo —para mi profunda ignorancia botánica, iguales hasta hace siete días— son de un género distinto —taraxacum, el diente de león; crepis, la de aquí— son, ya veis, flores silvestres que comparten espacio, pero no género ni especie, que son las dos última categorías dentro de la clasificación científica de cualquier planta.

Y para celebrar este inmenso adelanto en mi conocimiento del medio natural es por lo que he solicitado la ayuda del poeta alicantino. 


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viernes, 17 de mayo de 2024

EN MEMORIA Y RECONOCIMIENTO DE TODAS LAS VÍCTIMAS DEL TERRORISMO, Iñaki Olazabal Eceiza

Localización



Este conjunto escultórico está un poco apartado de cualquier recorrido urbano, pero el hecho de que se encuentre en un espacio abierto y sobre césped realza el conjunto, especialmente en un día despejado.

Tal vez pueda desconcertar el nivel de abstracción empleado por Olazabal, aunque nada más leer la placa con el título de la obra podemos conectar estos entes que brotan del suelo con la imagen de personas que dialogan entre ellas. 

En la página de las JJ GG dedicada a la colección de arte se puede leer lo siguiente: Estas figuras de composición abstracta, aunque asociadas a una referencia humana también en su tamaño, expresan un anhelo de justicia y de reconocimiento, y en su disposición manifiestan un encuentro y confrontación de miradas. Asimismo, la ubicación de esta obra escultórica en el jardín anexo a la entrada de la nueva sede de las Juntas, permitirá un diálogo permanente con quienes accedan a ese edificio y con quienes paseen por los alrededores.

Además, con esta intervención se pretende simbolizar, en palabras del artista, un lugar que comunica el interior y el exterior del espacio, como analogía entre la institución y la sociedad, de manera que ese reconocimiento y diálogo vaya creando una memoria pública más plural, solidaria y abierta.


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jueves, 18 de abril de 2024

THIS IS POP!, Sala de Exposiciones de las Francesas

Paolozzi

No soy un entusiasta del arte pop, e incluso alguna de sus creaciones me parecen dignas de olvido, pero me gustó mucho esta que encontré en la Sala de Exposiciones de las Francesas por lo bien organizada que estaba, porque recogía manifestaciones artísticas en toda su evolución, porque las obras expuestas eran verdaderamente obras muy significativas del movimiento y porque se hacía acompañar de unos textos realmente buenos y escritos con naturalidad, cosa que no suele ser habitual

Lichtenstein

Murakami

Koons, Blake y Haworth, Warhol


 

Texto de la portada de la exposición.

La exposición 'This is Pop!' presenta el arte pop en toda su magnitud, como un fenómeno cultural que empapó todo tipo de manifestaciones creativas.

La muestra comienza a explorar el movimiento desde sus orígenes, en la Inglaterra de los años 50 como reacción al expresionismo abstracto, representada aquí por Eduardo Paolozzi, Richard Hamilton, Allen Jones y Peter Blake. Con una concepción rupturista del arte que abría las puertas a elementos tomados de la publicidad y la cultura de masas, el pop art lograba una postura estética que implicaba una crítica a la sociedad consumista.

El segundo capítulo muestra la rápida influencia que el movimiento tuvo en los Estados Unidos, donde surgen algunas de las figuras más conocidas del género como Andy Warhol, Robert Rauschenberg o Roy Lichtenstein.

El pop art tuvo su reflejo también en España, si bien asumió un marcado carácter social y un tono político, como dan muestra Equipo Crónica, Equipo Realidad, Eduardo Arroyo y Rafael Canogar.

La muestra camina hacia los artistas que han nutrido el movimiento en décadas posteriores con el apartado ‘La posmodernidad artística y el Neopop’, con piezas del estadounidense Jeff Koons, de los británicos Damien Hirst y Julian Opie y los japoneses Takashi Murakami y Yoshitomo Nara. Influidos por las nuevas tecnologías, el exceso de información y la pluralidad de lenguajes y materiales, profundizan en la producción en masa iniciada hasta el punto de montar sus propias factorías.

El recorrido mira al entorno urbano con el foco puesto en las creaciones de algunos de los muralistas más aclamados de la actualidad, fuertemente influenciados por el pop art: Shepard Fairey (Obey), Brian Donnelly (Kaws), Dean Stockon (D*Face) y los españoles Boamistura, Dulk, Okuda y Ricardo Cavolo.

Por último, ‘This is Pop!’ recuerda la estrecha relación entre el movimiento plástico y la música con la exposición de portadas de álbumes realizadas por algunos artistas presentes en el recorrido y otros como Bansky o Peter Blake para grupos como The Beatles, Rolling Stones, Blur o Lady Gaga; acompañadas por códigos QR que enlazan a temas de estos míticos discos de vinilo.



Horario de 09:00 a 15:00 de lunes a viernes

Entrada libre

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lunes, 15 de abril de 2024

VALLADOLID, ARTE EN LA CALLE

Lo profundo es el aire

 Cada vez aprecio más la escultura urbana y me gusta ver cómo las ciudades, en general, van ampliando la oferta e incorporando obra de todos los estilos, no solamente la de corte realista y reproducción de figura en homenaje a tal o cual personalidad destacada. En este sentido, no es lo mismo pasear por una de las grandes capitales del mundo que por una ciudad de provincias, pero en cualquiera de ellas podemos encontrar siempre algo que nos sorprenda y agrade. 

Prácticamente nada más llegar a Valladolid, lo primero que hice fue acercarme a la obra de Chillida. Las conexiones de todo tipo que tenemos en casa con ella son especiales y era una visita obligada. Por desgracia, cuanto se ve en la fotografía que abre este comentario es lo que se podía ver. Las obras de limpieza y rehabilitación en el exterior de la iglesia de san Pablo han obligado a protegerla.

Pero si ya sabéis de dónde procede el título de la obra del exportero de la Real Sociedad, que esa es la conexión fundamental en este caso —no la personal—, se me hacía obligatorio acercarme hasta el pequeño estanque donde Jorge Guillén se divierte jugando a los barquitos con la infancia.  

Jorge Guillén y la infancia

Claro, si empezamos a tocar el mundo literario, Valladolid es algo así como sinónimo de Zorrilla. Y este monumento, por representar lo que representa, el autor del don Juan más famoso de la literatura española, por estar situado donde está y porque será uno de las más antiguos de la ciudad, es, posiblemente, el monumento homenaje a una persona real más conocido por la ciudadanía propia y por la ajena.


La conexión literaria, de fuerte raigambre en la ciudad del Pisuerga, nos lleva inmediatamente a otras dos esculturas mucho más recientes, la de Miguel Delibes, a pocos metros de la anterior, justo a la entrada del parque Campo Grande


y la de Rosa Chacel, en la Plaza del Puente, muy cerca de donde se encuentra la de su compañero de generación, la de Jorge Guillén (también hay un busto de la escritora en el Campo Grande).


Exactamente cien años —conexión temporal—después de que naciera Rosa Chacel, Faustino Aizkorbe —conexión vasco-navarra— dejó está abstracción en acero corten A la amistad, Stella III. Se encuentra al final de la calle Héroes de Alcántara.

La conexión vasco-abstracta nos puede llevar unas pocas calles hacia el este, hasta la entrada a la Fundación Segundo y Santiago Montes, en la calle Núñez de Arce, donde nos encontramos con este Retrato de un gudari llamado Odiseo obra de Oteiza, que, por cierto, no es la única que existe en las calles de la ciudad.


Y el capricho del azar quiso que mientras me encontraba por allí, en el Museo Patio Herreriano estuviera la exposición temporal "Vanguardia y destino" donde se puede ver otro Retrato de un gudari llamado Odiseo. Conexión absoluta.


Pero no quedan ahí los caprichos conectivos del azar. En la misma exposición, dos salas más allá de la anterior, asomaba la cola de la ballena más famosa de la historia de la literatura, Moby Dick, de Adolf o Adolfo Schlosser, que toda la vecindad de la plaza José Mª Sert de Donosti ve diariamente cada vez que se asoma desde su casa. 


Y continuando dentro del ambiente de la abstracción, en la otra orilla del Pisuerga se encuentra, junto al parlamento de Castilla y León, esta obra mucho más colorista y de tendencia vertical, Metamorfosis, del murciano Cristóbal Gabarrón


Entre la abstracción y el figurativismo nos podemos dejar encantar por esta pareja con la que casualmente me encontré cuando iba de camino hacia la Museo Casa de Cervantes. Se titula, precisamente, Encuentro, y es obra de Feliciano Álvarez Buenaposada.


Muy cerquita de este gozoso Encuentro se produjeron estos otros tres, de estilos muy diferentes, pero los tres llenos de encanto, todos ellos en la plaza de España:

Escenas del mercado, de Gonzalo Coello Campos

Homenaje al voluntariado social, de Eduardo Cuadrado

La bola del mundo, de Ana Jiménez

Hubo más encuentros, resultado de todo tipo de conexiones, pero no quiero abusar de vuestra paciencia. Eso sí, si el arte urbano os interesa y tenéis intención de pasar por Valladolid, podéis utilizar la página de Arte en la calle o la de Arte en ValladolidCualquiera de las dos puede realizar el servicio de guía para indicaros qué ver y dónde. 

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