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martes, 4 de diciembre de 2018

EL OFICIO DE VIVIR

Para algunas personas vivir puede resultar un oficio tan duro que terminan poniéndole fin antes de que la edad acabe con él.

Cesare Pavese es un clásico contemporáneo que no está de moda y quien hoy se atreva con su diario, El oficio de vivir, puede extrañarse de encontrar en él expresiones misóginas que empañan aquí y allá el texto, pero disfrutará de una prosa vibrante, dura en ocasiones, y de una lucidez sobre el arte y la literatura que hacen las delicias de cualquiera.

Gran conocedor de la literatura angloamericana, contribuyó, como nos recuerda Giuseppe Petronio en su Historia de la literatura italiana, a darla a conocer y a crear el "mito de América" (...) cuya literatura se nutría de un "amor desenfrenado por la vida en cuanto tal". Y sobre todo conocía a Shakespeare con todo detalle. Los comentarios que va dejando por uno y otro párrafo a lo largo del diario son estupendos.

Pero El oficio de vivir es el diario de un hombre abocado a la muerte que intenta conocerse a sí mismo a través de la reflexión sobre la creación artística. Ahí es donde alcanza, en mi opinión, su mejor y más alta versión.

Lo que da tensión a la poesía en sus comienzos es el ansia de realidades espirituales ignotas, presentidas como posibles.

Todo poeta se ha angustiado, maravillado y gozado.

Solo una cosa me parece insoportable para el artista: no sentirse ya en los comienzos.

El único modo de salvarse del abismo es mirarlo y medirlo y sondarlo y bajar a él.

Vivimos en el mundo de las cosas, de los hechos, de los gestos, que es el mundo del tiempo. Nuestro esfuerzo incesante e inconsciente consiste en que tendemos a alcanzar, más allá del tiempo, fuera del tiempo, el momento extático (de éxtasis, no de estado) que realiza nuestra libertad.

La literatura es una defensa contra las ofensas de la vida.

El dolor es una cosa bestial y feroz, trivial y gratuita, natural como el aire.

Mis relatos son —en la medida en que están logrados— historias de un contemplador que observa cómo ocurren cosas más grandes que él.

La poesía nace (...) de los instantes en que levantamos la cabeza y descubrimos con estupor la vida.

Deseamos escribir una obra que, antes que a nadie, nos pasme a nosotros mismos.

Acercarse al arte es descender a la tiniebla fecunda de los orígenes donde nos acoge lo universal humano (...) respirar por un instante esa atmósfera rarefacta y vital, y consolarnos con la magnífica certeza de que nada la distingue de la que se estanca en nuestra alma o en la del campesino más humilde.

Su última anotación, antes del suicidio, fue esta: 
Todo esto da asco. 
Basta de palabras. Un gesto. No escribiré más.

En esas páginas yace un hombre que a pesar de su profunda infelicidad nos ofreció algunos momentos felices a quienes le leemos. Sin duda, el oficio de vivir puede ser muy duro para algunas personas. 

Al año siguiente del suicidio apareció publicado el libro de poemas Verrá la morte e avrá i tuoi occhi. El poema más famoso de todos es el que prestó el título al libro.


VENDRÁ LA MUERTE Y TENDRÁ TUS OJOS

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo. Tus ojos
serán una palabra hueca,
un grito ahogado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando a solas te inclinas
hacia el espejo. Oh querida esperanza,
ese día también sabremos
que eres la vida y la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como mirar en el espejo
asomarse un rostro muerto,
como escuchar un labio cerrado.
Nos hundiremos en el remolino, mudos.

miércoles, 15 de mayo de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Emily Dickinson)

#unlibrounpoema

No soy una de esas personas que andan pendientes de aniversarios, días y celebraciones varias, pero la coincidencia de mi cumpleaños, el de su fallecimiento y el que este poema lo escribiera en el aniversario de la muerte de una escritora a la que admiraba, me ha llevado a seleccionarlo para esta sección de los miércoles.

Este es el poema en su idioma original (dos versiones):

Franklin 146A

All overgrown by cunning moss,
All interspersed with weed,
The little cage of "Currer Bell"
In quiet "Haworth" laid.


Gathered from many wanderings -
Gethsemane can tell
Thro' what transporting anguish
She reached the Asphodel!


Soft fall the sounds of Eden
Opon her puzzled ear -
Oh what an afternoon for Heaven,
When "Bronte" entered there!


Johnson 148

All overgrown by cunning moss,
All interspersed with weed,
The little cage of "Currer Bell"
In quiet "Haworth" laid.


This Bird -- observing others
When frosts too sharp became
Retire to other latitudes --
Quietly did the same --


But differed in returning --
Since Yorkshire hills are green --
Yet not in all the nests I meet --
Can Nightingale be seen --


Or --


Gathered from many wanderings --
Gethsemane can tell
Thro' what transporting anguish
She reached the Asphodel!


Soft fall the sounds of Eden
Upon her puzzled ear --
Oh what an afternoon for Heaven,
When "Bronte" entered there!


Y esta es la traducción de Enrique Goicolea para Amargord:

Toda cubierta de hermoso musgo,
toda llena de hierbajos,
Asfódelo. En la mitología griega,
los 
Prados Asfódelos eran el lugar del inframundo
al que iban a parar las almas.
la pequeña tumba de "Currer Bell"
en el tranquilo "Haworth".

Este Pajarillo viendo que los demás
se retiraban a otros cielos,
discretamente hizo lo mismo
al llegar los rigurosos hielos.

Mas no regresaron todos,
pues las colinas de Yorkshire muestran ya su verdor
y aún no he podido encontrar en los nidos
a este Ruiseñor.

Reposando tras muchos afanes
—Getsemaní nos puede dar cuenta de ello—
¡a través de qué dolorosa angustia
pudo ella alcanzar el Asfódelo!

Dulces llegan los sonidos del Edén
hasta sus azorados oídos.
¡Oh, qué tarde aquella en el cielo
cuando "Brontë" entró en sus dominios!

Es evidente a quién está celebrando, pues aparece citado su nombre en el último verso, además de las alusiones de la primera estrofa: Currer Bell era el seudónimo de Charlotte Brontë y Haworth el pequeño pueblo donde vivió y murió. Dicho esto, que es lo sustancial, conviene señalar que la versión recogida por Franklin incluye solamente tres estrofas, mientras que la de Johnson utiliza dos más.

Casa-museo de la familia Brontë en Haworth

Quiero suponer, pero no lo sé, que detrás de la alusión al ruiseñor está la utilización de la imagen del ruiseñor como "espíritu creativo" de los primeros románticos (Wordsworth, Coleridge) y, por supuesto, el recuerdo de Una defensa de la poesía, donde Shelley escribía que un poeta es un ruiseñor que se sienta en la oscuridad y canta para alegrar su propia soledad con dulces sonidos; sus oyentes son como hombres fascinados por la melodía de un músico invisible, que se sienten conmovidos y suavizados, pero no saben de dónde ni por qué. Ambas eran lectoras entusiastas de Shelley y la imagen de la poeta-ruiseñor funciona muy bien en el poema: el canto (la obra) sigue resonando en nuestros oídos.
 
Más discutible sería la traducción de cunning moss como hermoso musgo, pero entiendo perfectamente que Goicolea opte por una interpretación suave y amable de la naturaleza, porque traducir como sagaz o astuto musgo lleva a una visión mucho más exacta, pero desconcertante para una persona no prevenida sobre el universo dickinson, aunque tal vez en lo del astuto musgo resida buena parte del encanto y el contenido del poema. Hay más libertades que se ha tomado el traductor, todas encaminadas a dulcificar el mensaje. Pero esa es otra historia.

Por si acaso, dejo la traducción de Ana Mañeru Méndez y María-Milagros Rivera Garretas, más objetiva:

Toda cubierta de sagaz musgo,
Toda mezclada de malezas,
Estaba la jaulita de "Currer Bell"
En la tranquila "Haworth".

Esta Ave - observando que otras
Cuando las heladas se volvían muy severas
Se retiraban a otras latitudes -
Calladamente hizo lo mismo -

Pero difirió en el regresar -
Pues las colinas de Yorkshire son verdes -
Pero no en todos los nidos que encuentro -
Puede ser visto el Ruiseñor -

Acopiada en muchas errancias -
Getsemaní puede decir
A través de qué extática angustia
¡Ella alcanzó el Asfódelo!

Suaves caen los sonidos del Edén
En su oído intrigado -
¡Oh, qué atardecer para el Cielo,
Cuando "Bronte" entró allí!

¡Feliz lectura y feliz miércoles!

***

lunes, 24 de septiembre de 2018

EL ODIO A LA POESÍA

Alpha Decay
Ben Lerner es un poeta norteamericano del que todavía no han traducido ninguno de sus poemarios al castellano, aunque se puede encontrar alguno en internet. Por ejemplo, este soneto:

Voy a matar al presidente.
Lo prometo. Me rindo. Lo siento.
Soy gay. Estoy embarazado. Estoy muriendo.
No soy tu padre. Estás despedido.


Pedido. Olvidé tu cumpleaños.
Tendrás que perder una pierna.
Ella se lo estaba buscando.
Se tiró debajo del coche.


Parecía una pistola. Es contagioso.
Ahora ella está con Dios.
Ayudame. No tengo un problema.


Me tragué un frasco de pastillas.
Soy doctor. Te estoy abandonando.
Te amo. Vete a la mierda. Cambiaré. 


               De The Lichtenberg Figures. El original, aquí.

Pero sí está traducida esta original defensa de la poesía en la que tal vez no terminemos de ver claro por qué aparece la palabra odio en el título, siempre excesiva, y en cambio, sí percibimos claramente la gran capacidad de Lerner para convencernos de, al menos, dos cosas: la intrínseca dificultad para identificar qué es lo que hace que un puñado de palabras se convierta en poema —tema quizás muy manido, pero él lo hace con mucha originalidad—, y las virtudes de aplicar el desdén —no odio— al poema mismo, porque así ganará en profundidad, y porque allí, al crear un espacio para lo posible, un lugar donde la ausencia se transforma en presencia (como la irrupción de una melodía que jamás ha sido escuchada), esto de lo que hablamos [es decir, la poesía] podría llegar a parecerse al amor (p 85).

Digamos que Lerner indaga en las razones por las que la poesía es percibida de forma una tanto contradictoria. Por un lado, tiene el prestigio del quehacer más alto al que la palabra puede dedicarse; por otro, se hace insufrible para una parte importante de la población que no va dedicarse nunca a su lectura. Pero es que además de sufrir el rechazo de quienes la consideran inútil o incluso desagradable, debe soportar los ataques de quienes pretenden acabar con ella practicando "otro tipo de poesía" (léase vanguardias diversas).

En el fondo lo que nos quiere contar, y nos lo cuenta muy bien, es eso mismo que Marianne Moore nos dejó dicho en ese breve poema con el que se abre el libro y la exquisita anécdota que desencadena todo el texto:

A mí también me desagrada.
      Al leerla, sin embargo, con el más completo desdén hacia ella,
      uno descubre que, a fin de cuentas, en ella hay un espacio para lo genuino.

Original en su última versión, aquí.

lunes, 17 de noviembre de 2014

APOLOGÍA DE UN MATEMÁTICO, de G. H. Hardy

Desconocía la existencia de este libro y llegué a él a través del buscador google. Como el buscador es más rápido sugiriendo que yo escribiendo, no había terminado de teclear Apología de Sócrates cuando ya estaban en la pantalla el título del clásico diálogo de Platón y el del célebre matemático. La curiosidad me llevó a Wikipedia. Después, busqué dónde podía encontrarlo. En las librería es prácticamente imposible, pero, por fortuna, aún nos quedan bibliotecas.

Apología de un matemático es, básicamente, tres cosas: la defensa hermosa y pasional de la matemática pura (por oposición a la matemática aplicada), la concepción de la matemática como un como una actividad intelectual profundamente creativa, similar en el aspecto creativo a la poesía, y un largo lamento por la pérdida de la capacidad de creación en esta rama del saber cuando se ha superado determinada edad.

Este último aspecto queda clara y bellamente expuesto desde las mismas palabras de apertura: Es una experiencia melancólica para un matemático profesional encontrarse a sí mismo escribiendo sobre matemáticas. La función de un matemático es hacer algo, es probar nuevos teoremas, es contribuir a las matemáticas y no hablar sobre lo que él u otros matemáticos han hecho (...) La exposición, la crítica y la apreciación son tareas para mentes de segunda clase (p 67). Hardy redactó esta pasional apología cuando ya tenía 62 años y después de haber sufrido un infarto. 

Sobre su defensa de la matemática pura y su continua reivindicación de que ésta nunca ha contribuido a la violencia (máquinas de guerra), no puedo decir nada, pues mi desconocimiento del tema y la absoluta falta de formación en la materia me lo impiden. En cualquier caso, tanto el prólogo de Miguel de Guzmán, el del célebre Snow y la misma Wikipedia, nos aclaran algunos aspectos. El tiempo, claro, también juega aquí en contra de Hardy, pues han transcurrido más de 70 años de investigación y desarrollo matemático y tecnológico desde la publicación del libro.

Como exaltación del trabajo creativo y entrega apasionada a una actividad que se vive como gozo, el libro me parece uno de los más eficaces textos que he leído. Escrito con un estilo claro, por él transitan ejemplos luminosos de la "inútil" belleza de los números e ilustrativas comparaciones con el paradójicamente próximo y alejado quehacer poético. Además de anécdotas múltiples que sazonan sabrosamente todo el libro.

martes, 27 de junio de 2017

BLANCA VARELA

SUPUESTOS

el deseo es un lugar que se abandona
la verdad desaparece con la luz
corre-ve-y-dile

es tan aguda la voz del deseo
que es imposible oírla
es tan callada la voz de la verdad
que es imposible oírla

calor de fuego ido
seno de estuco
vientre de piedra
ojos de agua estancada
eso eres

me arrodillo y en tu nombre
cuento los dedos de mi mano derecha
que te escribe

me aferro a ti
me desgarra tu garfio carnicero
de arriba abajo me abre como a una res
y estos dedos recién contados
te atraviesan en el aire y te tocan

y suenas suenas suenas
gran badajo
en el sagrado vacío de mi cráneo.


                         De Ejercicios materiales, 1993.

Vuelvo a la lectura de Blanca Varela (1926-2009). Un programa de radio en el que citan unos versos suyos me empuja a ello. 

La poesía de Blanca Varela tiene la rara cualidad de convertirse, como decía Octavio Paz, en conjuro frente, contra y hacia el mundo. Es algo así como una defensa insumisa de la vida. No un argumento, porque la poesía de Varela no pretende explicar nada. Tampoco nos hace confidencias, nada más lejos de la intención de la poeta. Es una poesía seca, dura, intelectual, pero que mantiene el hálito de lo trascendente —de lo que va más allá, de lo que traspasa— y quiere revelar la realidad.

Este programa de TV Perú le rinde homenaje en lo que hubiera sido su noventa cumpleaños en 2016.


lunes, 21 de septiembre de 2015

POESÍA COMPLETA de José Saramago

José Saramago, Nobel de Literatura en 1998, es mundialmente conocido por sus novelas y mucho menos por su obra poética. Excelente narrador, seguramente su obra como tal seguirá presente en la historia de la literatura cuando pasen cien, doscientos o trescientos años. Sin embargo, estoy convencido de que, en general, un autor —independientemente de la calidad artística— es mucho más él cuando escribe poesía. Quiero decir que podemos acercarnos más a la persona íntima, conocerlo mejor, a través de sus poemas que de sus novelas. Es, claro está, una opinión y no un aserto científico.

Publicó su primer libro de poesía en 1966, Os poemas possíveis. Cuatro años después, Provavelmente alegria. En 1975, O anno de 1993. Finalmente, en 2005, apareció su Poesía completa. Es cuando yo lo conocí como poeta, gracias al regalo que unos amigos me hicieron en mi cumpleaños. Desde entonces lo he cogido y lo he dejado en numerosas ocasiones. He ido adentrándome paulatinamente en su mundo. Diez años después de ir leyendo ocasionalmente sus poemas el Saramago poeta me gusta tanto o más que el novelista al que un día le dieron el Nobel de Literatura.

BARAJA

Sobre las mesas echo las cartas de la baraja:
Los amores de cartón y las espadas,
Los diamantes rojos de oro falso,
El trébol que amenaza.
Junto y separo damas y caballos.
Mientras los reyes andan pasmados en la farsa.
Y cuando cuento los puntos de la derrota,
Me sale de allí riendo, como perdido,
En la figura del bufón mi retrato.



"ES TAN HONDO EL SILENCIO"

Es tan hondo el silencio entre las estrellas.
Ni el son de la palabra se propaga,
Ni el canto de mlas aves milagrosas.
Pero allá, entre las estrellas, donde somos
Un astro recreado, es donde se oye
El íntimo rumor que abre las rosas.

                       Traducción de Ángel Campos Pámpano.

***

Hay un poema dando vueltas por internet atribuido a Saramago, ¿Que cuántos años tengo?, que se reproduce como las setas. Es uno de esos textos que alguien atribuye a un autor de reconocido prestigio (Neruda, Borges, García Márquez, Saramago...) y del que nunca se ofrece la referencia del libro o de la página original del autor. Suelen tener como elemento común la defensa de la vida, la ilusión y el buenismo. En cualquier caso, estaría bien que todas estos "autores" frenaran sus impulsos atributivos y dejaran de sembrar confusión. 

jueves, 16 de septiembre de 2021

KARMELO C. IRIBARREN, EL ESCENARIO

Editorial
EL ÚLTIMO VERSO DE ANTONIO MACHADO


No parece gran cosa,

no deslumbra,

                     apenas

unas pocas palabras gastadas por el uso:


Estos días azules y este sol de la infancia.


Pero todo cabe en ellas,

no se terminan nunca.


                                  Quizás por eso

yo las evoco ahora frente al mar.


Este es el poema que cierra El escenario. Un breve poema marca de la casa: fraseo corto, quebrado, saltos semánticos, silencios, final inesperado y redondo. 

No recuerdo en qué red social Iribarren anunciaba la pronta salida de su último poemario con estas palabras: Más de lo mismo. Sí y no. Es cierto que permanece el estilo propio tan característico del poeta donostiarra, que ya va creando escuela. Es cierto que continúa la mirada distanciada y descreída. También está presente en esta última entrega el suave pesimismo barojiano, los paraguas rotos como símbolo de lealtad, la ciudad, el paseante que comprueba el paso de las estaciones, la defensa incondicional de su forma de hacer poesía y otros muchos elementos que nos vienen acompañando desde su primer título. Pero van apareciendo así mismo, otros rasgos, acaso unidos a la edad.

El verso se ha alargado un poco. No es que sea un elemento diferencial, pero ya no está tan presente ese poema cuyos versos son tan solo una palabra. Ha desaparecido el tono más callejero, más crudo. Tenía la cara/grasienta/y el dedo/en el gatillo,/me apuntaba/a la polla/y se reía (El torturador, Serie B). Y, especialmente, han ido adquiriendo mayor presencia el tono elegíaco, reflexivo; la absoluta personalización de la naturaleza en sus distintas manifestaciones; los poemas de amor, a pesar de que se queje en el poema que lleva por título esas palabras; los mínimos acontecimientos cotidianos, e, incluso, la familia.

LA ALEGRÍA


No sabemos 

de dónde viene

                       ni por qué

lo hace en ese momento

y no en otro.


                   Se alimenta del sol

y de las miradas limpias.


Vive en el lado opuesto de la sombra.


Es una ola repentina

llena de luz

que lo inunda todo

y nos arrastra y nos deja en la orilla

como después de un buen día

de verano.


                Neruda

le dedicó una oda.


                            A mí

donde más me gusta verla

es en los ojos de mi hija.


Otro título más que agradecerle.

jueves, 2 de febrero de 2023

FRAGMENTOS, NOVALIS

Cuando en 1798 los hermanos Schlegel pusieron en marcha la revista Athenaeum, pidieron a los colaboradores que no firmaran los trabajos o que lo hicieran con pseudónimo, así se podría dar la imagen de que quienes participaban en ella formaban un grupo que compartía la misma estética. Nació Novalis (latín: barbecho, terreno que se deja para ser productivo más adelante). El dístico que introduce los primeros fragmentos nos lo comunica:
Amigos, está pobre el suelo, semillas en abundancia debemos

arrojar, para que se nos den cosechas siquiera modestas.

Novalis tomó el modelo de sus predecesores Herder y Lessing. Friedrick Schlegel, además, hacía la defensa ese mismo año del género. 

Los textos breves, las frases cortas, las máximas, los aforismos tienen la ventaja de poseer una gran expresividad y una capacidad de sugerir que nunca puede alcanzar el texto especulativo, la argumentación reflexiva teórica. En su contra, en cambio, tienen que si no son capaces de recoger bien aquello que quieren expresar pueden quedar nebulosos, herméticos, oscuros. Por otra parte, nunca un conjunto de frases sueltas, por muy ingeniosas que sean, podrán formar un sistema de pensamiento bien estructurado.

Sea como fuere, Novalis demostró estar bien dotado para la práctica de este género e, incluso, podemos rastrear muy bien lo que pensaba a través de su lectura, igual o mejor que con sus novelas o su poesía. Acceder a ellos resulta sencillo, hay varias ediciones y Pou recoge bastantes en la biografía sobre el poeta. De ella tomo estos pocos:

Todo hombre debería ser un artista. Porque todo puede llegar a ser un arte bello.

Aprender algo produce un disfrute muy bello. Llegar a dominar algo a fondo es una fuente de bienestar.

La muerte es una victoria sobre sí mismo, que como toda superación de sí, procura una nueva y más leve existencia.

Cada cosa que amamos es el centro de un paraíso.

Soñamos con viajes por el universo. ¿Es que no está el universo en nosotros?

Buscamos por todas partes lo absoluto, y siempre y solo encontramos cosas.

El mundo depende de la creencia. Tal como crea que es una cosa, así será para mí.

El poeta entiende la naturaleza mejor que el científico.

Estamos más cerca de lo invisible que unidos a lo visible.

Dios somos nosotros.

Todo me conduce hacia mí.

***


sábado, 4 de abril de 2015

JOAN MARGARIT, TODOS LOS POEMAS (1975-2012)

Se acaba de publicar en la colección Austral la obra poética de Margarit —muy buena página la suya— traducida al castellano. Una buena ocasión para leer a este arquitecto de profesión, que resulta ser uno de los poetas catalanes más leídos en su tierra.

Su estilo claro y sustancioso, su dominio de la técnica, sus imágenes próximas, su defensa de lo humano, su manera de afrontar el dolor de la pérdida filial, su conocimiento del mundo de la técnica y mil cosas más hacen de Joan Margarit uno de los poetas vivos más interesantes y personales.


LEER POESÍA

Al terminar el libro de poemas
de Paul Celan, no sé ni qué me ha dicho
ni qué quiso decirme.
Ni si era a mí a quien quiso decir algo.
Hay tanto miedo en un poema hermético.
Pongo la mano encima del libro ya cerrado 
y juro rechazar para siempre este miedo.
Porque la poesía, que al principio 
puede ser paisaje
al que a veces llegamos ya de noche,
ha de acabar siendo el espejo
donde uno ha de leer sus propios labios.
¿Y qué razón de ser tiene el contenedor 
si esta vacío?
Vacíos y silencios se hicieron para el ángel.
Y también para el miedo a la basura.
Y para la basura de ese miedo.

                          De Misteriosamente feliz


lunes, 11 de octubre de 2021

LA RECOMENDACIÓN DE LOS LUNES


         

Como la semana pasada no recibí ninguna recomendación lectora, hoy me permito hacer yo mismo la recomendación de los lunes para que no se eche en falta. En este caso son dos títulos del género que mejor conozco, poesía.

Son dos novedades muy distintas. Yeats es ya un clásico del siglo XX, con un extraordinario poder imaginativo que fue galardonado en su momento con el Nobel de Literatura. Su Poesía reunida ya había sido publicada en 2010 por Pre-Textos, y muy bien, por cierto. La novedad, en este caso, viene dada por ser la primera vez que aparece editado en Cátedra, en su colección de Letras Universales, lo que significa disponer de un aparato crítico importante. Tanto la  edición como la traducción han corrido a cargo de José Francisco Ruiz Casanova.

La de Iribarren es una novedad absoluta, puesto que se trata del último poemario que ha publicado en Visor hace tan solo unas semanas. Remito al comentario que dejé en su momento.  
                                           
LOS VIEJOS TIEMPOS

                            A Antonio Lafarque

En la mayoría de los casos
la épica de los viejos tiempos
se reduce a que éramos más jóvenes.

Solo es un mecanismo de defensa,
una mentira piadiosa.

                                 No es fácil asumir.
que ni siquiera entonces
estuvimos a la altura de la vida.

Como no hay que aportar pruebas
le echamos un poco de imaginación.

                         Karmelo C. Iribarren, El escenario.




CUANDO SEAS VIEJA



Cuando seas vieja y cana, el sueño te venza
y cabecees junto al fuego, toma este libro
lee con demora y sueña con la mirada serena
que 
tus ojos tuvieron, y con sus oscuridades, profundas;

y cuántos 
amaron los instantes de tu esplendor,
y tu belleza 
amaron, falsos o sinceros,
pero solo un hombre amó tu alma peregrina,
y amó los infortunios de tu mudable rostro;

pues  encorvada sobre brasas inflamadas,
susurras, con algo de tristeza, cómo huyo el Amor,
cómo recorrió las montañas elevadas
y cubrió su rostro entre confusión de estrellas.

                  W. B. Yeats. 89 poemas. Traducción: J. Fco. Ruiz Casanova.