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miércoles, 25 de octubre de 2023

UN LIBRO UN POEMA, Victor Hugo

Editorial
 #unlibrounpoema

Para quien se sorprenda al descubrir que Victor Hugo también escribió poesía, he aquí la "breve" relación de poemarios que escribió ordenados por año de publicación:  

1822 : Odes et poésies diverses
1824 : Nouvelles Odes
1828 : Odes et Ballades (incluía las dos anteriores)
1829 : Les Orientales
1831 : Les Feuilles d'automne
1835 : Les Chants du crépuscule
1837 : Les Voix intérieures
1840 : Les Rayons et les Ombres
1853 : Les Châtiments
1856 : Les Contemplations
1859 : Première série de La Légende des siècles
1865 : Les Chansons des rues et des bois
1872 : L'Année terrible
1877 : L'Art d'être grand-père
1877 : Nouvelle série de La Légende des siècles
1878 : Le Pape
1879 : La Pitié suprême
1880 : Religions et religion
1880 : L'Âne
1881 : Les Quatre Vents de l'esprit
1883 : Série complémentaire de La Légende des siècles

Publicados póstumamente:
1886 : La Fin de Satan
1891 : Dieu.



ESTUPIDEZ DE LA GUERRA


Obrera sin pestañas, estúpida Penélope,

Nodriza del desorden donde oscila la nada,

Guerra, oh guerra ocupada en choques de escuadrones,

Invadida del toque furioso del clarín,

Bebedora de sangre que, feroz y marchita,

Odiosa, al hombre arrastras a borrachera tal;

Nube donde el destino se deforma y Dios huye,

Donde flota un fulgor más negro que la noche,

Boca inmensa, de viento y de rayos armada,

¿A quién sirves, giganta, a quién sirves, humazo,

Si tus derrumbamientos reconstruyen el mal,

Si en nombre de la bestia deshechas lo animal,

Si en esa sombra donde tus azares se ocultan

Sólo para alzar a otro, a un tirano destruyes?



(Traducción: Martínez Sarrión).

***


miércoles, 18 de octubre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Walt Whitman)


#unlibrounpoema

Así aparece en la página 449 de mi edición de 1980 este hermoso poema de Walt Whitman, que sabía de qué hablaba porque durante la Guerra de Secesión estuvo atendiendo heridos durante cuatro años.

Traducción: Francisco Alexander. El texto original lo tenéis aquí.

 Pero el poema de hoy viene con regalo. Vaughan Williams compuso en 1936 la cantata Dona nobis pacem (danos la paz). En su tercer movimiento tomó el texto de Whitman, hizo que el barítono entonara la primera parte y luego fuera el coro quien la repitiera. A la segunda mitad le sigue una variación de la primera a cargo del coro. Para terminar, la soprano repite una variación del Dona nobis pacem del primer movimiento.

RECONCILIATION

Word over all, beautiful as the sky!
Beautiful that war, and all its deeds of carnage, must in
time be utterly lost;
That the hands of the sisters Death and Night, incessantly
softly wash again, and ever again, this soil'd world:
…For my enemy is dead—a man divine as myself is dead;
I look where he lies, white-faced and still, in the coffin—I
draw near;
I bend down and touch lightly with my lips the white face
in the coffin.


¿Alguien, alguna vez, en alguna parte, atenderá nuestros deseos de paz y reconciliación?

***

miércoles, 11 de octubre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Griselda Álvarez)

Editorial

#unlibrounpoema

Griselda Álvarez Ponce de León (Jalisco, 1913-Ciudad de México, 2009​)


LETANÍA ERÓTICA PARA LA PAZ



Amado, ven, asómate al principio del mundo.
Somos los mismos, mismos de hace cincuenta mil años.
Somos aquellos, estos, los de allá, los de siempre
y los que han de seguirnos y los que vendrán luego.

Eras solo. Eras entonces solo.
En el pecho llevabas un hueco.
Las auroras eran amargas
como niños ciegos que quieren saber de qué color es el viento.
Eras entonces solo.
A veces la arena te subía hasta los ojos.
En cambio el agua te daba en los pies imágenes truncas.
Corrías por las orillas de todos los horizontes
y sobre el filo de las tardes
le gritabas al abismo.
Él recogía tu voz, la adornaba con matices raros
y la maduraba en ecos para que no te sintieras solo.
El abismo era tu amigo.


Pero eras entonces solo.

Otras veces llevabas tu soledad hasta el crepúsculo
y aquel incendio mudo se te iba para adentro.
Después te barnizaba un malestar luminoso.

La noche era tu enemiga.
Inacabable, sabía estirarse en dimensiones inauditas, adelgazarse
hasta ser como un hilo cortante y molesto,
con rumores de sordos quejidos.
A veces te golpeaba en monorritmos
con un nombre que no conocías, como si fuera hecho de lluvia.


Es que la noche vivía sola.

El lecho era también tu enemigo. Sin ojos te miraba con fijeza.
te escarbaba con sombras.
Te enardecía con desprendimientos.
Tejía brazos como trenzas para sofocarte.
Inventaba respiraciones cálidas,
tactos imposibles.

Había más: tu pensamiento no te dejaba descansar.
No podías separarte de él. Con su maleza de preguntas
te enredaba el día.
Tu pensamiento sin palabras, incomunicado
en la cárcel de tu cabeza.
Tu pensamiento absorto ante la carcajada del trueno.
Tu pensamiento sorprendido ante lo inútil del relámpago,
ante el por qué de la tormenta o de la tranquilidad.
Tu pensamiento girando azotado por un tema idéntico.
Tu pensamiento construido de insatisfacción.
Tu pensamiento que presentía la renuncia forzada de lo que no poseías.

Tu pensamiento recorriendo la montaña
hasta la punta de su ávido pezón.
Tu pensamiento dando tumbos por la llanura y buscando nada.
Tu pensamiento.
Tu pensamiento siempre.


Pero un día enfebrecido, te me abriste del pecho.
Te nací desde un grito.
O tal vez desde un largo silencio.

Mansa, como una cuerda que se arrastra,
torpe, como una virgen,
como un larga cifra enredada en tus huesos,
como un llanto continuo que goteara en lo oscuro,
como ronda el aullido al tope del silencio,
como el agua primera,
definitiva como amante muerta,
pero viva y levantada desde el polvo para tu compañía,
simple mitad y complicada fuente,
vine a tu encuentro.

Vengo de donde quiera, del aire o del espanto
soy la siemprellamada en tus noches sin tregua,
soy horda primitiva arrasando tu calma,
soy ya la mejor bestia mientras mi vientre gime,
la del pecho callado,
perdida en un ovillo de humildad y de cielo.
Para cuando me quieras tendré en los ojos luna
y en los brazos tendidos un racimo de cantos.


Aquí estoy, bienamado,
aquí estoy, compañero.

Soy sola en mi naufragio y vengo a tu ribera.
Soy la medida exacta salida de tu barro,
el sabor de la brisa, la lucha de tu cuerpo,
la fragancia inasible para tus fuertes dedos,
pero el trayecto corto para tu beso largo.
No sé hasta donde siento que mi ansiedad te alcanza,
ni hasta donde, cautiva, tu inmensidad me toca.
¡Qué simple nuestro encuentro y qué definitivo!
¡Oh tú, vaso riente, ganador de la espuma!
Rostro deshabitado que instala su sonrisa.
La mañana comienza a subir alegría
mientras maduro el mundo palpita su trabajo.

Vamos hacia el principio.
Asómate al abismo
y mírate en los siglos:
tus iniciales viven desde antes que existieras.
Mi cuerpo te recibe desde el fondo del caos.
Bebo en tus ojos y en tus manos bebo,
hueles a intensidad como la noche,
y en este olfato ciego sé que te pertenezco.


Acoge mi esplendor y conviértelo en ruina,
porque me doy entera como un día de sol,
porque soy la constante,
porque soy la distinta,
porque me llenas de amor hasta las lágrimas,
porque estamos en este mundo construido para nosotros
por nosotros,
porque en el lecho edificamos la muerte
al dar vida.

Este animal que dormía en mí en su bosque de ternura,
este albor que me brilla por los poros,
estos conos truncados de las frases,
esta tu soledad urgida que se prendió en el desierto
esperando el sonido de bocas silenciosas,
la caricia colgada de las manos dormidas,
el cabello hacia el viento,
esta antorcha de tactos que nos quema los huesos,
es el mundo de siempre
en que estamos viviendo.

No podemos borrar la palabra que escribieron los abuelos,
porque hemos borrado la palabra asco,
porque hemos borrado la palabra miedo,
porque hemos borrado la palabra olvido
y hemos colmado los porqués del orbe.


Húmeda compañía engendradora,
hombre desde el principio
y mujer de la esencia.


Somos los dos y estamos llenando el mundo.


Afuera dicen que la muerte llueve.
Caminamos y de trecho en trecho la sangre se agolpa.
El viento trae el rumor de todas las angustias.
Innumerables hocicos anuncian sus colmillos.


Alguien pregona la destrucción,
alguien quiere tragarse la palabra humanidad,
porque los cerebros fríos se están calentando con odio.
Dicen que la muerte llueve
y en alambres de púas se clavan las preguntas.
Piensan hoy que comemos muerto a diario
y en esta muerte transformada somos.
Una noche animal da al horizonte
y en él
arden los niños y los hombres arden.
El desaliento curva las espaldas
las frentes miran hacia abajo,
sobre la piel se unta el miedo,
los ojos se llenan de vidrios
y el corazón, caracol de pánico, ensancha su locura.
Empequeñecidas,
las madres son gusanos que piden misericordia
en este breve infierno,
mientras el aniquimilamiento silba como víbora.
Porque la inconciencia ha pedido nuestro uniforme final.

Dicen que la muerte llueve y estamos ya pisando polvo de hombre,
que nos hundimos en inmensa herida
y que hace mucho Dios está cansado.

No podemos sentarnos y ver como crece la angustia
donde antes crecía la hierba.
No vamos a reconstruir el llanto.
No aceptamos la tarea de morir.
Tenemos que decir algo.
El relato sencillo de las mujeres que seguirán poblando el universo.
El canto de los hombres de cuyo vigor saldrán las demás generaciones.

Porque es mentira esta isla de muerte
que nos vamos haciendo,
donde no hay un "te acuerdas"
que no hayan mutilado.
Porque no ha de romperse el mundo. Hemos de seguir siendo.
Porque estamos aquí. No hay todavía.
Somos los dos.
Quemados por la misma llama,
ungidos con el mismo aceite,
sucios por la misma ceniza,
doblados por la misma lluvia,
amados por el mismo viento.



Los mismos desde el principio,
los de siempre,
los de después.
Somos la pareja que aquella tarde doblegó a la hierba.
Somos la que hizo sangrar olor a la tierra,
la que finge pescados al amarse bajo el agua,
la que inventa pájaros al sentirse las alas,
la que siente el río del tamaño de su sed.
Somos la que aquella mañana defendiera su adiós con lágrimas.
La que se ama sin saciedad.
La que no cree en la costumbre o el desamor.


Somos la que no se explica cómo puede haber tanta felicidad en tan corto tiempo.

El soplo igual de una sola llama.

Los dos ojos de un solo rostro.


La que una noche contaba inútilmente las estrellas.


Somos la que conjugó todos los verbos
hasta caer vencida en su victoria.
Somos la que no padece el vacío del vocablo soledad.
La que piensa que un hijo es la propia dimensión.
La que comprende que el amor es una conversación sostenida,
la que mezcla también su propio silencio,
la que piensa que un brazo será siempre la mejor almohada,
la que goza con su maligna ingenuidad.
La que también sabe vivir sin hijos.
La del simple derecho.
Somos la pareja que no puede acabarse con el griterío de la calle,
la que protege a cada momento su dicha,
la que muerde su angustia frente al hijo muerto.
La que puede hundirse en la pobreza
porque ha tasado su oro.
La que se estrecha en el bosque hasta adelgazar
las sombras haciéndolas una,
la que pesa la importancia de haberse conocido.
La pareja precursora de toda civilización.
Somos la que contuvo su adolescencia abundante,
la pareja que alargó su ancianidad en compañerismo,
la que derramó su fértil madurez,
la que no mira el color diferente de la piel,
somos la que llevó su unión hasta lo Desconocido,
porque piensa que la muerte
sólo es un cambio en el tiempo de los verbos,
somos la misma generación repetida
tantas veces como el "yo te amo",
porque somos dos mil generaciones pero también un solo ser.
La pareja que camina a tientas para encontrarse siempre,
porque ciñe en su abrazo universal
el límite del tiempo.


Somos la misma, la misma de hace cincuenta mil años,
la de allá, la de siempre, la que ha de seguirnos
y la que vendrá luego.




***


miércoles, 4 de octubre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Pier Paolo Pasolini)

Ejemplar del KM
#unlibrounpoema

BALADAS DE LA VIOLENCIA


I

Yo soy un débil, pero 
nadie lo sabe.

Hay una Fuerza, y yo la elevo a única

fuerza del mundo: Dios. Mi historia,

nuestra historia, es tan sólo humo.

No puedo sentir amor por el enemigo.

Demócrata, eres un 
hombre débil,

serás vencido por mi mano:

deberá callar en ti el atroz instinto

de libertad. Tal vez alcances el perdón de Dios,

pero no el mío: yo asesino, no convenzo.



II

Yo soy un enano, y prefiero ignorarlo.

Hay una grandeza con la cual me identifico.

La grandeza es la patria. Me magnifico

en ella, lápida sobre mi infierno.

Yo no odio al enemigo: me da asco.

¡Eres un enano, demócrata! Yo, yo,

yo sé, yo porto la luz; tú no.

Por eso te ahorcaré,

sacrílega conciencia de mi

amor por la grandeza que no tengo.



III

Yo soy un mediocre; pero no hay pruebas.

Por eso es sublime mi idea

de la Familia, la humilde epopeya

del rumbo increpado que me beneficia

cada día. Siento desprecio por quien crea.

¡Eres un mediocre, demócrata!

Por eso, si recibo la orden, te asesino.

¡Por supuesto! ¡Uno del pelotón, uno de la baraja!

¡Dejarás de hacer el fanático

idealista, te largarás cagando h….!



IV

Yo soy un fracasado: ¿puedo admitirlo?

¡Claro que no! Por eso, con el sombrero de paja

oblicuo, cumplo la venganza

con humor, con humildad dialéctica:

conozco al Ideal, y detesto a quien lo infecta.

En cuanto a ti, demócrata fracasado,

mira que yo, en broma, sé disparar:

recién llegado del frente de Ultramar,

allí donde tú, bellaco, nos traicionaste,

también puedo matar al Anti–ideal.



V

Yo soy un anormal, y no debería ser consciente de ello.

Histérico y chantajista, me amparo

en la Norma. Cuanto más me alejo

de mí mismo, en un cursus honorum que es un alivio

trágico, más repudio aquello que amo.

Tu diversidad, demócrata, es anormal:

yo te condeno a las zonas oscuras

de la esquizofrenia, en mi función

de Magistrado u 
Hombre de Orden: ¡tiembla,

debes temblar! Tú, escándalo y pasión.



VI

Yo soy un siervo: pero llamármelo es delito.

¿Y quién puede penetrar en mi conciencia?

Un siervo es un misterio: vive sin

vida, desde niño: hijo dedicado

a la Autoridad por antigua obediencia.

Sé que eres, demócrata, un siervo,

un siervo de otros ídolos o naciones.

¡No esperarás que te perdone por ello!

Un siervo humilde asesina al soberbio:

tan sólo espera una gesto de sus amos.



VII

Yo soy un decadente, y lo rechazo.

Hay un nivel maravilloso, donde canta

el soldado y el ama de casa es santa:

el nivel donde
 la salud resplandece.

Quien no está sano arruina la planta.

Demócrata podrido, con el bisturí

te  la salud como gangrena:

dulce es la planta de la vida serena

y tú con tu negación la entristeces.

Sí, te 
 la salud: es la lección de D’ Annunzio.



VIII

Yo soy un manso: pero tengo pudor.

Desde muchacho, en mi ciudad de provincias,

la mía ha sido una vida bizantina.

Lo sigue siendo ahora que soy profesor.

El Conformismo es mi medicina.

Demócrata, iluso conformista

de otras ideas, eres un yo mismo

derrocado, pero igualmente obsesionado.

Por eso te asesinaré: ¡casi por mística

elección, Píndaro bufón del progreso!



IX

Yo soy un inmoral, y lo oculto.

Con este vicio, aunque bien nacido

—abuelos ex leones y abuelas ex hienas,

ergo padre rico—, vine al mundo.

Es la Moral, por tanto, la que me sostiene.

Demócrata, me parece obvio que eres 

un inmoral, ya que criticas

mi moral. Es necesario callarte,

condenarte a una celda de por vida:

quizás allí te vuelvas inmortal.



X

Yo soy un cerdo; pero sólo en privado.

Pequeño burgués, una posición

discreta, ¡desde luego! Digamos un 
burgués

de baja estofa, con tienda en Tritone… Para 

frenar a la gente a la gente son necesarias Buenas costumbres: 

esa es mi convicción. Cerdo demócrata, atento!

Una puñalada en la panza poco cuesta

dártela, tacaño; 
no se juega

con el fuego, no es asunto

de pequeños burgueses: el juego es el juego.



XI

Yo soy un pobre, y me han humillado.

Odio la pobreza, y oculto, traidor,

la religión de la Posesión en mi corazón.

Aguardo el día en que seré respetado,

aparte de los otros, aparte de la historia.

También tú, demócrata, eres pobre:

¿por qué me arrancas la interior esperanza?

Pero el pueblo conoce el peligro que avanza:

debes ser liquidado junto con tus nuevas

filosofías; nosotros nos quedamos con la ignorancia.



XII

Yo soy un capitalista, y lo sé.

Débiles, enanos, mediocres, fracasados,

anormales, siervos, decadentes, mansos,

inmorales, cerdos, míseros: le otorgo

a tu Brecht nuevas máscaras políticas.

Demócrata clasista, tú que sabes

que no saben lo que soy, y soy

lo que no saben, no serás perdonado:

morirás en algún nuevo Buchenwald,

huesos fétidos sin luz y sin nombre.

(Traducción: Martín López-Vega. Galaxia Gutenberg, 2022)

***

miércoles, 27 de septiembre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Emily Dickinson)

Editorial


There is no Frigate like a Book
To take us Lands away
Nor any Coursers like a Page
Of prancing Poetry –
This Traverse may the poorest take
Without oppress of Toll –
How frugal is the Chariot
That bears the Human Soul –


Ez dago fragatarik liburu bat bezala
Gu urrutiko munduetara eramateko
Ezta lazterketa-zaldirik ere
Poesia amorratuko orrialde bat bezala
Bidaia hau pobreenak egin dezake
Bidesariaren zapalkuntzarik gabe
Zein arina den giza arima
Garraiatzen duen karroza!


(Nire itzulpena)


No hay fragata como un Libro
Para llevarnos por esos Mundos,
Ni Corceles como una Página
De encabritada Poesía —
Esta Travesía la puede realizar el más pobre
Sin la presión del Peaje —
Qué frugal es la Carroza
Que transporta al Alma Humana.


(Traducción: José Luis Rey)

***


miércoles, 20 de septiembre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Raquel Lanseros)

 #unlibrounpoema

Podría contar alguna anécdota de cuando conocí a Raquel Lanseros hace unos pocos años, pero esta sección no va de eso y va a ser mucho más útil para quienes la frecuentáis ofrecer los títulos de los poemarios que ha publicado hasta ahora:

Matria, Visor.
Las pequeñas espinas son pequeñas, Hiperión.
Croniria, Hiperión.
Los ojos de la niebla, Visor.
Diario de un destello, Rialp.
Leyendas del promontorio, Ayto. Villanueva de la Cañada.



PROMESAS QUE CUMPLIR

The woods are lovely, dark and deep,
But I have promises to keep,
And miles to go before I sleep,
And miles to go before I sleep.
                   ROBERT FROST


Nací en el sur de Europa, donde todos los pueblos se quedaron.
Soy hija del camino, el azar y la distancia.
Amo el decir callado de los que piensan hondo
y el tintineo feliz de quienes sueñan.
En cada surco encuentro una nueva llanura
en cada madrugada semillas del crepúsculo.

Defiendo la memoria como la patria íntima
el único dominio con vino de justicia.
Reniego del rugido de expertos bien pagados
al servicio de réditos que nunca son el nuestro.
No tengo fe en la cháchara de este tiempo de máscaras
me ocasiona urticaria la versión oficial.

Soy partidaria
del fuego que consume, pero también calienta.
He aprendido que todo en la vida tiene un precio
con dinero se paga el de la bisutería.
Me gustan las palabras cansadas del camino
ésas que a vida o muerte se empeñan en decir.

¿Soy épica o hermética?
¿Versicular o clara?
¿2.0 o mística?

Quién sabe. Nadie es buen sastre propio.
Escribo porque intuyo que mi ambición mayor
es volver a nacer.

A veces me he atrevido a asomarme a la sima
la oscura, la lejana, la misteriosa: yo
y ha llenado mi ánimo una certeza insólita
yo no existo —es verdad— pero el tiempo tampoco
sólo es ausencia limpia en un cielo de arena
indiferente a mí que día a día se ilumina.

Allí quiero que mires cuando yo ya esté lejos
para gritar con fuerza todo vuelve a empezar.

***


jueves, 14 de septiembre de 2023

DESAJUSTE EMOCIONAL ANTE LA MADRE PATRIA

Estatua de la madre patria. Volgogrado.
#unlibrounpoema
#elespesordelaherida
¿Hacia qué brutal hazaña nos conduces?
¿Qué pretendes enseñarnos?
¿Cómo quieres que nos deshagamos del miedo,
si tu presencia asusta
y tu gesto intimida?

¿Cuál es el precio necesario para conseguir tu afecto?
A tu lado Shylock parece, ciertamente, generoso.

¿Dónde guardas el anhelo de vida,
el impulso hacia la ternura,
el reparto, la comprensión, el abrazo,
el gesto amable y afectivo?

Yo tampoco he de callar
por más que con la espada o con la boca
anuncies guerra o amenaces miedo.

De ti me alejo cuanto puedo,
elijo la orfandad y el desamparo,
rechazo tanto tu calor como tu pecho
y me declaro, con amor, apátrida.



***


miércoles, 13 de septiembre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Eva Kalo)

#unlibrounpoema

Tuve la suerte de conocer hace poco tiempo a Eva Kalo, finalista con este poemario del Premio de Poesía Emergente 2023, convocado por la Editorial Cuadranta. Ella me obsequió el ejemplar que he leído con gran placer. Poco después, muy generosamente, me envió el poema y el audio con la lectura que ella misma realiza; así que, me ha dado la entrada para esta sección prácticamente hecha.

Yo, por eso de que no se me acuse de vagancia extrema, incluyo este otro:

A mi verso le gusta el barro,
el manglar, la contienda
lo que tiene de materia el mar
donde las luchas suceden;
jonases y ballenas
arrastran al hombre hacia nunca
arranca la luna
la esconde, la tritura
la arroja por la ventana y escribe una lluvia amarga
para mantener a la gente quieta;
pasea las veredas de la insania
me extirpa a la mujer,
la magrea
vende mi alma a la letra
compra nada
se saca la muerte de entre las piernas,
grande, dura y larga...
Y me mata y me mata
y me mata.


 

Por cierto, este viernes 15 de septiembre, en la sala San Jerónimo, a las 19:00, podréis verla en vivo y en directo presentar su poemario y oír de su propia voz un buen ramillete de poemas.

***


miércoles, 6 de septiembre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Concha Méndez)

Editorial
#unlibrounpoema

Esta sección de los miércoles es hoy casi una excusa para que podáis ver el vídeo de la sesión de homenaje que organizó el Instituto Cervantes a la poeta madrileña de la generación del 27. Es un auténtico placer oír las mil anécdotas que su nieta Paloma Ulacia Altolaguirre va desgranando a lo largo de la entrevista, y toda una lección antitópicos, de verdad y de elegancia. Incluso cuando Manuel Aznar Soler quiere que diga lo que nunca fue. Un auténtico placer.  

Y ahora sí, un poema. Es el poema que cierra la colección y del que la nieta cuenta el llanto de Cernuda cuando Concha Méndez lo lee:



A MANOLO EN SU IRREMEDIABLE AUSENCIA


1


Fue tan inesperado…

Por camino de luces

te vi marchar un día.

Ibas, sin yo saberlo,

a internarte en las sombras

donde tenue esperanza

me queda de encontrarte.

Pero será aquel niño

que perdimos, tan nuestro,

el que ya de tu mano

llevarás por la gloria.


Os veo a los dos juntos

–él, sus cabellos rubios,

tú, los cabellos canos–

andando por los cielos

como niños perdidos.

Mientras aquí el silencio

en torno, se ha agrandado

y sólo son mis ojos

los que riegan la ausencia.




2. Recuerdo


Te veo tan tranquilo

tú que eras como vértigo;

y los pies en reposo,

que tanto se movieron,

tanto dolor pisaron

por difícil camino.


Tan fuertes vendavales

llevabas en tu pecho

que apenas si podías

sostener tu persona.

Amapolas de sangre

crecían en tu frente

fundiéndose en tus ojos

cuando el llanto asomaba

descubriendo tu vida.

Contra ti te batías

en duelo permanente,

esa lucha contigo

se extendía en tus campos.

Y era un viento de fuera,

también huracanado,

el que te fue envolviendo

como manto de fuego.

Solamente tus manos

trataban de alargarse

para sentir apoyo

en tu cielo estrellado.




3


Él era como niño.

Yo solía decirle:

«No juegues con la muerte».

No escuchaba consejos

y seguía jugando.

Le advertía a menudo:

«Mira por dónde pisas»,

y sus pies se enredaban

mientras miraba el cielo.


En algunos momentos

él se sentía ángel,

se apoyaba en sus alas

y se venía al suelo.

Yo le vi levantarse

malherido mil veces.

Hasta que llegó el día

de caer sin remedio;

ya no pudo su cuerpo

sostenerse en la vida.

Fue el último juego

donde cayó vencido

y tal vez fueron alas

quienes se lo llevaron.




4. Era de noche


¿Será noche sin luna,

o habría una luna clara,

cuando cayó sobre el trigo

como amapola morada?


¿Sería un viento suave

el que acarició su cara,

cuando solo, sin remedio,

tirado y herido estaba?


El campo debió asustarse

Como él asustado estaba

con tanto dolor encima

viendo lo que le pasaba.


¿Cuál fue la primera mano?

¿Cuál la primera mirada

que se le acercó a ayudarle

en aquella hora amarga?




5


Andaremos por siglos

siempre juntos

en el camino de la poesía,

que fue quien nos unió

sin darnos cuenta

un ya lejano

y luminoso día.
 


De esta hermosa antología se encargó de James Valender.



***


miércoles, 30 de agosto de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Rubén Darío)

RAE
 #unlibrounpoema


Para las amistades de América que tanta atención dedican a este blog.


Ya sé que Rubén Darío está bien representado en estas Tertulias. De hecho, la entrada que dediqué al célebre poema Margarita, te voy a contar un cuento es la que más visitas acumula de todas cuantas he redactado (ya está cerca de las 15.000). Sin embargo, este ejemplar tiene muchos méritos para aparecer en esta sección: en primer lugar, me sirve para dar las gracias a la gente que me lee desde Latinoamérica; en segundo lugar, es una edición especial que se hace conjuntamente entre todas las academias de la lengua, de aquí y de allí, lo que lo hace muy barato y se puede encontrar en las dos orillas del Atlántico; y en tercer lugar, es un libro comprado en Lagun, librería a la que mañana rendiremos homenaje, y eso también tiene un valor especial.


CANCIÓN DE OTOÑO EN PRIMAVERA

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción.

Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera oscura
hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

La otra fue más sensitiva,
y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
cual no pensé encontrar jamás.

Pues a su continua ternura
una pasión violenta unía.
En un peplo de gasa pura
una bacante se envolvía...

En sus brazos tomó mi ensueño
y lo arrulló como a un bebé...
y le mató triste y pequeño,
falto de luz, falto de fe...

Juventud, divino tesoro,
¡te fuiste para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Otra juzgó que era mi boca
el estuche de su pasión;
y que me roería, loca,
con sus dientes el corazón.

Poniendo en un amor de exceso
la mira de su voluntad,
mientras eran abrazo y beso
síntesis de eternidad;

y de nuestra carne ligera
imaginar siempre un Edén,
sin pensar que la Primavera
y la carne acaban también...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.

¡Y las demás! En tantos climas,
en tantas tierras, siempre son,
si no pretextos de mis rimas,
fantasmas de mi corazón.

En vano busqué a la princesa
que estaba triste de esperar.
La vida es dura. Amarga y pesa.
¡Ya no hay princesa que cantar!

Mas a pesar del tiempo terco,
mi sed de amor no tiene fin;
con el cabello gris me acerco
a los rosales del jardín...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

¡Mas es mía el Alba de oro!


Y con la compañía de esta adaptación del cantautor nicaragüense Gustavo Bucardo:


***


miércoles, 23 de agosto de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Paul Verlaine)

Librerías con ejemplares.
 #unlibrounpoema

De las diferentes ediciones que tengo con la poesía de Verlaine esta es la que más unido estoy afectivamente, no porque sea la más completa ni la mejor traducida, sino porque fue la primera que compré cuando era estudiante y el dinero no abundaba. hoy tengo ediciones bilingües, ediciones comentadas, pero ninguna tiene el valor sentimental de esta.

De esta edición, cuya traducción corrió a cargo de Enrique Azcoaga, recojo dos poemas archiconocidos del poeta francés:

CANCIÓN DE OTOÑO


La queja infinita

de los violines

del otoño

hiere el corazón 

de un tierno son

       monótono.


Todo transido

y febril, cuando

suena la hora,

mi alma revive

días muertos

       y llora.


Arrebatada dejo

por el mal viento

a mi alma, perpleja,

aquí y allá

igual que la 

       hoja muerta.


Y esta es la interpretación que Léo Ferré, uno de los grandes de la chanson



III

          Llueve dulcemente sobre la ciudad...

                            A. Rimbaud


Llueve en mi corazón

cuando en la ciudad llueve...

¿Qué lánguida emoción

penetra el corazón?...


Lluevo —¡oh dulce ruído!—

por tierras y tejados.

Para un dolor que angustia,

¡oh el canto de la lluvia!


¿Qué motiva el llorar

del corazón hastiado?...

¿Por qué si no hay traición

se duele sin razón?...


¡El más grave dolor,

es no saber por qué,

sin odio y sin amor,

siento tanto dolor!


Así de bien suena en francés y en la voz de Laura Dussard:

***

              

miércoles, 16 de agosto de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (William Carlos Williams)

Editorial
Traducción: Margarita Ardanaz
#unlibrounpoema

William Carlos Williams creó con Paterson uno de esos poemas-libro indispensables en la poesía del siglo XX. Pero su lectura no es sencilla. Menos aún seleccionar un fragmento que pueda ofrecer por sí mismo una idea de su escritura y su importancia. Es necesario entrar en él y leerlo completo para comenzar a percibir la energía de sus símbolos. Como escribe Margarita Ardanaz en su estudio introductorio, Paterson parte de una idea soberbia, equiparable a la de los más importantes poemas modernos que se basan en una estructura mítica. Pero, esta idea general, igual que en otros casos de la épica moderna y de todos los tiempo, es harto abstracta y sólo constituye el esquema general del poema.

Dejo aquí el comienzo, el prefacio, en la esperanza de que pueda servirle a alguien para animarse a leerlo. Leerlo es una aventura que tiene recompensa. En buena medida Paterson es una respuesta a La tierra baldía de  Elliot y a los Cantos de Pound, pero en modo estadounidense.


LIBRO UNO

PREFACIO


 "El rigor de la belleza es la búsqueda. ¿Pero cómo encontrarás la belleza cuando está encerrada en la mente, más allá de toda queja?"
  


          Empezar
          por los detalles
          luego generalizarlos, acumulándose
          en la suma, por medios defectuosos—
          Olisqueando los árboles,
          simplemente otro perro
          entre un montón de perros. ¿Qué
          más hay? ¿y qué hacer?
          El resto ha salido corriendo—
          tras los conejos.
          Sólo es cojo se —queda a—
          tres patas. Escarba delante y detrás.
          Engaña y come. Desentierra
          un hueso rancio.


Y es que el comienzo es con seguridad
el final—ya que no  conocemos nada, puro
y simple, más allá
de nuestras propias complejidades.

                                                   Mas no hay
retorno: surgiendo de entre el caos,
una maravilla de nueve meses, la ciudad,
el hombre, una identidad—no puede ser
de otra manera—una
interpenetración en ambos sentidos. Levantándose
de frente, para atrás;
el borracho, el sobrio; el ilustre
el vulgar, uno. En la ignorancia
un cierto conocimiento
compacto, su propia destrucción.

                                    (La múltiple semilla,
como empaquetada con detalle, amarga,
se pierde en el flujo y en la mente,
apartada, flota en la misma
nata)

Surgiendo, surgiendo pesado con
números.

               Es el sol ignorante
saliendo en la hendidura de
huecos soles salidos, de modo que nunca en este
mundo vivirá un hombre a gusto dentro de su cuerpo
excepto al morir—y no saber que él mismo
de ese modo, en suma y resta,
andando arriba y abajo.

             y la habilidad
subvertida por el pensamiento, surgiendo, déjale
que esté atento para que sólo se dedique
a la escritura de poemas rancios ... 
Las mentes como camas siempre hechas,
                               (más pedregosas que una costa)
reacias o incapaces.

                                Enrollándose hacia arriba,
debajo, empuja y retrocede, un gran palmoteo:
levantando como el aire, navegado, multicolor, un
lavado de mares—
de las matemáticas de los detalles—

                                 dividido como el rocío,
brumas flotantes para ser llovidas y
recogidas en un río que fluye
y rodea:

                               conchas y microorganismos
generalmente y así hasta el hombre,

                               hasta Paterson.

***


miércoles, 9 de agosto de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (María Laura Decésare)

Editorial
#unlibrounpoema
#MujerespoetassiglosXXyXXI

Ni el título de esta sección de los miércoles dice exactamente la verdad —ya sabéis, el poeta es un fingidor, ni soy yo siempre quien decide sobre ella. 

Gracias a un cúmulo de casualidades he tenido conocimiento de esta poeta argentina y ella misma me ha enviado estos cuatro poemas pertenecientes al último título que ha publicado, El espejo del mundo.

Como mantiene un blog, La letra mudadonde podéis leer a qué se dedica, cuáles son los títulos que ha publicado y otras muchas noticias más, a él remito y me ahorro el trabajo de colocar aquí información que ella os ofrece mejor que yo.

Me he permitido la libertad de grabar el último poema que aparece aquí porque me parece un hermoso poema —todos lo son— y porque no la tenía fichada en el apartado de audios Mujeres poetas de los siglos XX y XXI (en castellano), al que últimamente no he prestado mucha, atención.

Gracias, María Laura.




EL ARTE DE AMAR

Enfrentarse al espejo

y ver a un otro distinto

ante los ojos que perdieron

el entusiasmo.

Pasar en un instante

de lo nuestro a lo mío.

¿Quién gana, quién pierde?

No es un juego.

Aunque pienso que se salvan

los cobardes.





EN LA TARDE

Vi una flor llorar, qué cosa rara

pensé mientras el colibrí con su aleteo

intentaba animarla.

De pronto el cielo se abrió

y unas gotas comenzaron a caer

suaves sobre mí.

En lo simple me detengo y me levanto

para ver los colores del arcoíris

belleza pura en la tarde de domingo.





PREGUNTAS SIN RESPUESTA

Extraño nuestra casa,

moverme como un gato.

Perder el tiempo

observando la noche.

Echo de menos el silencio

que nos habitaba,

el tictac del reloj

que nunca tuve, el aroma

a café de madrugada, la pila

de libros sobre la mesa

pero sobre todo extraño

las preguntas sin respuesta.





DÉJAME SER

Dicen que un pájaro

vuela porque es lo único

que sabe hacer

y hoy quisiera ser como él

volar hasta la copa del árbol

para observar desde lo alto

la belleza

que hemos perdido.


***