Acabo de recibir el número 9 de la revista Ex Libris que dirigen Luis Bagué, Luis Martín y Joaquín Penalva. Es una revista de poesía que edita la Universidad de Alicante y en la que se recogen poemas, en su mayoría inéditos, de 23 poetas -los que aparecen en la portada-, más nueve reseñas de libros y una entrevista con el poeta Roger Wolfe. Entre los poemas aparecen tres de Karmelo Iribarren, colaborador casi habitual de esta revista. He aquí el primero de ellos:
LOS DÍAS NORMALES
Llegan
y se van sin hacer ruido
-como
buenos clientes-,
luego el tiempo
los confunde en la memoria,
y ya ni sabes si aquel lunes era jueves,
o al revés.
Que no te engañen:
no son tan poca cosa
como parecen:
suelen poder
con el amor.
Cada vez que me acerco a la poesía de Karmelo Iribarren me gusta más. En sus poemas descubro una inmensa capacidad para acercarnos a las fracturas de la cotidianeidad, para mostrarnos que el transcurrir de la vida en sus más mínimos momentos siempre guarda una sorpresa.
La habilidad que tiene para singularizar lo general, para destacar lo que se oculta en lo cotidiano, sin duda, la tienen otros cuantos poetas, pero pocos como él son capaces de hacerlo con tan reducidos elementos, prácticamente renunciando al uso de elementos retóricos. Iribarren es, en este sentido, uno de los poetas más humildes que conozco. Esa humildad con que utiliza las palabras es la que le dota de una grandeza única.
Si aún no conocéis su poesía, podéis encontrarla en la editorial Renacimiento. Su última antología La ciudad, se publicó hace medio año y todavía es fácil encontrarla en las librerías. No os la perdáis.
Feliz lectura
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