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domingo, 10 de febrero de 2019

GIACOMO LEOPARDI, LA SOLEDAD DE LA CONDICIÓN HUMANA

Editorial
Tiene Rafael Argullol dos breves, pero extraordinariamente clarificadores trabajos sobre el poeta italiano que pueden resultar muy estimulantes para quien desee introducirse en la obra y el pensamiento de este paradigmático romántico. El primero es de 1994 y apareció en el ejemplar homónimo al ensayo sobre Leopardi, Sabiduría de la ilusión. El segundo está integrado en La literatura admirable, obra dirigida y coordinada por Jordi Llovet  y de la que nunca me cansaré de resaltar su excelencia. Del primero de ellos he tomado el sintagma para el título de la entrada.

El camino que traza el joven Leopardi hacia la soledad más radical pasa por el descubrimiento de la belleza, esto es, de la poesía o, como él mismo señaló más concretamente, por el paso de la erudicción a la belleza. Estamos en 1816. Tres años más tarde sobrevino una nueva vuelta de tuerca que supuso el paso de la belleza a la verdad. Surge lo que entonces se llamaba una poesía de sentimientos. Se consolida el pesimismo histórico, que con el paso del tiempo terminará transformándose en pesimismo cósmico. 

Giuseppe Petronio lo resume muy bien:(Leopardi), educado dentro del sensualismo ilustrado, había considerado como fin del hombre el placer, alcanzable en estado natural y perdido luego por culpa de un proceso histórico deformado. Pero, con el tiempo, advirtió que si el fin del hombre es el placer, y este le está vedado, hay una contradicción trágica entre las aspiraciones del hombre y su real condición humana, y llegó a la conclusión de que un ser que no puede alcanzar el fin para el que fue creado, es "naturalmente", es decir, necesariamente, desdichado (Historia de la literatura italiana, p 679).

He aquí expuesta, de manera tan breve como contundente, una parte esencial del pensamiento trágico-romántico del siglo XIX y que el autor de los Cantos plasmó en su descomunal diario filosófico, ZibaldoneAhora bien, siempre tendremos el consuelo de la literatura que nos ofrece un mensaje de solidaridad surgida de la conciencia misma del dolor y del mal. Ante la hostil madrastra que es la naturaleza, la humilde retama, símbolo de la dignidad y la solidaridad, osa mirar cara a cara al destino:

Aquí, en la árida falda 
del formidable monte,
desolador Vesubio,
a quien ni árbol ni flor alguna alegran
tu césped solitario en torno esparces
olorosa retama
contenta en los desiertos.

                 Comienzo del poema "La retama". Traducción de Unamuno.


***

Y para quien quiera una breve y agradable introducción al pensamiento de Leopardi, o aún no haya decidido si quiere adentrarse en la lectura del Zibaldone, nada mejor que el programa de Música y pensamiento, que Mercedes Menchero dedicó a la obra del romántico italiano.


lunes, 17 de abril de 2017

LA MIRADA DE DALI Y EL INFINITO DE LEOPARDI

Figura en una ventana, S. Dalí. Museo Reina Sofía
Tuve esta lámina de joven colocada en alguna pared. Me gustaba esa invitación a mirar más allá. Luego se añadieron más elementos al disfrute de la obra y una curiosidad:la no existencia del tema antes del siglo XVII. Pero lo que realmente me fascina es mi asociación con un famoso poema de Leopardi. Cada vez que lo leo, recuerdo la obra de Dalí; cada vez que me encuentro con el lienzo, me vienen a la memoria los versos de Leopardi.

EL INFINITO

Siempre caro me fue este yermo collado,
y este seto que priva a la mirada
de tanto espacio del último horizonte.
Mas sentado, contemplando, imagino
más allá de él espacios sin fin,
y sobrehumanos silencios; y una quietud hondísima
me oculta el pensamiento.
Tanta que casi el corazón se espanta.
Y como oigo expirar el viento en la espesura
voy comparando ese infinito silencio
con esta voz y pienso en lo eterno,
y en las estaciones muertas, y en la presente viva,
y en su música. Así que en esta
inmensidad se anega el pensamiento:
y naufragar es dulce en este mar.

                 Traducción de Antonio Colinas

lunes, 18 de septiembre de 2023

ÚLTIMAS CARTAS DE JACOPO ORTIS

Ejemplar de la biblioteca de Durango
Lo mismo que una idea te lleva a otra, un autor te lleva a otro en ese afán por entender mejor textos, comportamientos, influencias. Sabido es que el Jacopo Ortis de Foscolo tuvo una gran influencia en el desarrollo del romanticismos italiano en general y en el de Leopardi en particular. Como no lo había leído, lo solicité a través de ese magnífico servicio interbibliotecario que nos pone al alcance títulos de otras bibliotecas del País Vasco.

No sé si es necesaria esta advertencia, pero yo la hago por si acaso: los textos de los que aquí doy noticia no van dirigidos a quienes tienen por lecturas habituales la novela de distracción. Puede que sean una parte importante del mercado del libro, pero no forman parte de la historia de la literatura. Conozco muchas personas que leen habitualmente ese tipo de historias, pero que nunca leerán el Quijote porque están convencidas de que leerlo es un solemne aburrimiento y una pérdida de tiempo. La obra de Foscolo, como la de Goethe, la de Flaubert o la de Virgilio no es para esas personas. Hecha esta advertencia, voy con el asunto.

Las Últimas cartas de Jacopo Ortis tienen cuatro grandes pilares temáticos en torno a los cuales se articula toda la novela. En primer lugar, nos encontramos con una narración de carácter epistolar, tal y como realizó Goethe en su Werther. En este caso es el joven Jacopo/Ugo quien escribe cartas a su amigo Lorenzo, y lo que le va contando —sus cambios anímicos, sus ideas políticas, lo que le acontece con las personas a las que conoce— es lo que constituye el contenido de la narración.

En segundo lugar, es un obra de carácter militante, políticamente militante, pues su autor es un comprometido defensor de la unidad italiana antes de que aparezca ese movimiento que se llamó Risorgimento y sobre el que esta obra tendrá una influencia innegable. De hecho, la primera carta con la que se abre el texto comienza así: El sacrificio de nuestra patria se ha consumado: todo está perdido; y la vida, si se nos concede, no nos quedará sino para llorar nuestra desdicha y nuestra infamia. (En 1797 Napoleón firmó con Austria el Tratado de Campo Formio mediante el cual la República de Venecia pasaba a formar parte del territorio austríaco).

En tercer lugar, y ahí sí coincide con el Werther, es la historia de una pasión amorosa, del amor que el protagonista siente por una mujer, Teresa/Isabella Ronconi. Un sentimiento amoroso cuyo objetivo nunca podrá ser alcanzado, lo que llevará al suicidio, y en esto también se cumple con el ritual romántico de la época.

Por último, nos encontramos con un pensamiento existencial claramente pesimista que impregna el ser y el padecer del personaje, que recorre toda la historia y que puede sintetizarse en frases como tú serás siempre infeliz (carta del 8 de febrero), o el género humano es esta cohorte de ciegos que tú ves chocar, pelearse, batirse y encontrar al fin el sumergirse dentro de la inexorable fatalidad. ¿A qué, pues, seguir, o temer lo que te debe suceder? (carta del 3 de enero). De este pesimismo ontológico beberá Leopardi.

La traducción es de Andrés González-Blanco.

***



miércoles, 26 de julio de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Eloy Sánchez Rosillo)

Editorial
#unlibrounpoema

Escribía Leopardi en su ZibaldoneEl mismo conocer la irreparable vanidad y falsedad de todo lo bello y grande es un cierta belleza y grandeza que realimenta el alma, cuando este conocimiento se halla en las obras de genio. Y el mismo espectáculo de la nada, en estas obras, es algo que engrandece el alma del lector, la eleva y satisface de sí misma.
 

Sánchez Rosillo, magnífico traductor por cierto del poeta italiano, acaso no comparta la idea expresada en el párrafo anterior, pero quizás sea el poeta vivo en castellano que nos ha dado una poesía más luminosa y transparente, la que más cerca está de esa belleza que eleva y satisface. Cualquiera de sus poemarios es un bellísimo canto del lado más limpio de la naturaleza y de nosotros mismos.



HILO DE ORO




Une entre sí la luz todas las cosas

con un hilo de oro.

Y a mí mismo me incluye;

me toma alegremente cada día

y me hilvana con ellas.

Lo puede ver cualquiera que se quede

de vez en cuando a solas

y con sosiego mire:

no es el aire, es la luz la que nos suma

a todos con el todo.

El árbol me conoce,

saben de mí la nube y la montaña,

el gorrión, septiembre.

Y yo los reconozco emocionado,

y los dice mi boca.

Formo parte del mundo y estoy vivo.

Soy uno más, por suerte,

en la gran cofradía de la luz.



***


viernes, 11 de agosto de 2023

A LA LUNA


 ¡Oh mi graciosa luna!, bien me acuerdo

De que, ahora hace un año, hasta esta loma

Venía lleno de angustia a contemplarte.

Y pendías entonces sobre el bosque

Como haces hoy, que todo lo iluminas.

Pero trémulo e incierto, por el llanto

Que de los ojos me surgía, tu rostro

Se mostraba a mi vista, que doliente

Era mi vida, y es, pues no ha cambiado,

¡Oh mi querida luna! Mas me place

El recordar y enumerar los días

De mi dolor. ¡Oh, qué grato resulta

En la edad juvenil, cuando aún es larga

La esperanza y es breve la memoria,

El recuerdo de cosas que pasaron,

aunque sea triste y la aflicción perdure!

                      Traducción: Eloy Sánchez Rosillo


La fascinación que la luna ha ejercido sobre poetas es larga como como la esperanza en la edad juvenil, especialmente durante la época romántica. De los muchos poemas que conozco dedicados a la luna, este es uno de los que más me gusta, tal vez por ese paralelismo entre luna y recuerdo. Ese juego espaciotemporal que se establece entre lo que se ve, se recuerda y se siente es tan delicado y efectivo poéticamente como el que Leopardi dispone entre la persistencia del dolor y el placer que origina el recuerdo. Magnífico.

Que poesía, luna y memoria os sean favorables.

***


martes, 13 de junio de 2023

CALENDARIO DE TERTULIAS, PRÓXIMA TEMPORADA

 


Ayer mismo recibí la tabla para que la rellenara con los nombres. Como ya está hecha y enviada, aprovecho para dejarla aquí y así, quien lo desee, puede ir acercándose a las lecturas durante el verano.  

FECHA

TÍTULO

3

OCTUBRE

Leopardi (1798-1837)

7

NOVIEMBRE

Pushkin (1799-1837)

12

DICIEMBRE

V. Hugo (1802-1885)




9

ENERO

Nerval (1808-1855)

6

FEBRERO

Elizabeth Barret (1806-1861)
Robert Browning (1812-1889)

5

MARZO

Whitman (1819-1892)

2

ABRIL

Baudelaire (1821-1867)

7

MAYO

C. Coronado (1820-1911)

4

JUNIO

E. Dickinson (1830-1886)


***


jueves, 13 de julio de 2017

LA SOLEDAD DE UN CUERPO ACOSTUMBRADO A LA HERIDA

Hay quien opina que la poesía debe expresar solo el dolor, la pérdida. Conozco incluso algunas personas que solamente leen poesía si saben que van a estar sumergidas en el llanto. La poesía, ciertamente, es un género singular que tiene el don de los afectos y se hace minoritaria cuando trastea con las notas de la racionalidad, por más leña que eche al fuego carnal de las palabras. Eso explica que en el imaginario colectivo popular romanticismo y poesía sean términos equivalentes. 

La edad también tiene algo que ver. No es extraño que comencemos a leer poesía de la mano de Bécquer, de Keats, de Hölderlin o de Leopardi. Lo raro sería que nuestras primeras lecturas fueran Horacio, Li Bai, Mallarmé o Eliot. Por eso mismo, tampoco es rara la hipérbole La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida en una persona tan joven. Lo extraño, tal vez, es la belleza del alejandrino. 

No voy a descubrir nada de las bondades de la escritura de Elvira Sastre, porque a pesar de su juventud es una poeta con cinco títulos publicados, que además cuenta con el apadrinaje de pesos pesados de la poesía española como Benjamín Prado y García Montero, y un hermosísimo prólogo sin hipérboles de Joan Margarit.

Sí diré que este es un poemario que gustará mucho a quienes anden abismados en los confines de la pérdida, a quienes gusten de la palabra limpia y a quienes aspiren a la ternura del desamor. 

EL DESIERTO DE MI ISLA

Soy una isla.

Todos quieren llegar,
traerse un libro,
algo de comida
y un amor.

Imaginan los árboles,
piensan en el mar que no se vacía,
son capaces de tumbarse sobre
mi arena
y dejarse ser por completo
porque es terriblemente sencillo:
en mí no existen los espejos,
cuido con esmero la contracción del paisaje,
acaricio el pasado y los errores ajenos,
marco el camino y no el tesoro
y me mantengo siempre estática,
sin hacer ruido, sin causar peligro,
esperando el golpe con las palmas abiertas.

Es fácil querer llegar.
Querer quedarse es igual de fácil
que ahogarse en una gota
de agua.

Es así: todos quieren llegar
y, sin embargo,
todos quieren irse
en el momento en el que llegan.

Quizá sea por el olor a polvo que me cubre,
por el viento que va dejando partes de mí
en cada trozo de tierra que piso
y me devuelve incompleta a la orilla,
por el cansancio de mis ojos
que siempre están en otra parte
o, quizá, porque nadie quiere vivir
en un lugar deshabitado.

Nadie quiere estar en una isla desierta
cuando se hace de noche.

Podéis escucharla recitando sus poemas en su canal de YouTube.

lunes, 25 de junio de 2018

DE MIRADAS Y HORIZONTES

Figura en una ventana, Dalí. Museo Reina Sofía.
Cuando Dalí pintó a su hermana en la ventana mirando el horizonte hace casi un siglo, Leopardi había escrito otros cien años antes uno de sus poemas más hermosos, "El infinito". No sabemos si el pintor había leído al poeta italiano, sí sabemos que el tema de la "muchacha mirando a través de la ventana", era ya un tema de prestigio en el ámbito de la la pintura.

Lo que me llama la atención es la idea que óleo y poema recogen casi de forma idéntica: el ser humano abstraído ante la realidad, preguntándose por el mundo, fascinado ante la infinitud, intentando calmar la íntima y profunda necesidad de conocer. Imagen y palabra convergen en el mismo deseo. El arte evoca, envuelto en añoranza, la seducción del conocimiento.

Siempre amé esta colina solitaria,
y esta espesura que me oculta en parte
esa línea final del horizonte.
Mas, mirando a lo lejos, imagino,
más allá de estas frondas,
espacios insondables, sobrehumanos silencios,
y una quietud tan honda
que calma y estremece.
Y al oír, dentro de este silencio infinito,
el susurro del viento entre las plantas,
pienso en la eternidad y en los tiempos que han muerto,
y en el presente vivo, que hoy me deja su música.
Y en esta inmensidad se abisma el pensamiento,
y naufragar en este mar me es dulce.


                         El poema extranjero. Juan Peña. La isla de Siltolá, 2018.

El poema original en la voz de Vittorio Gassman:


sábado, 12 de junio de 2021

LA BELLEZA, LA POESÍA ITALIANA Y EL PASEO NUEVO

10-06-2021. Atardecer desde el Paseo Nuevo.




11-06-2021. Barca dirigiéndose hacia la bahía.

En ocasiones, la luz se muestra generosa y nos alcanza con una cámara en la mano —gracias, Irene— para poder retener una pizca de la belleza que nos ofrece. A esta fiesta tan etérea como inmensa acudieron también algunas palabras de la mano de Leopardi y de Ungaretti.

El primer texto es el final del poema "El infinito". El segundo es uno de los más famosos y, tal vez, el más breve e intenso poema de Ungaretti, "Mañana". Lo que está ahí es el poema completo: me ilumino de inmensidad.

Hay días en que todo parece concurrir hacia la perfección y las palabras se hacen verdaderas.

lunes, 10 de diciembre de 2018

PROGRAMACIÓN DE TERTULIAS POÉTICAS EN IRÚN PARA EL AÑO 2019

El 10 de diciembre es una fecha señalada en mi calendario particular porque es el aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y fiesta de los Premios Nobel —aunque este año la fiesta sea un poco más reducida y esté un poco empañada—. Cada cual tiene sus gustos e inclinaciones. A mí el 10 de diciembre me gusta y lo celebro haciendo pública la programación de las tertulias del próximo año en la Bibioteca Carlos Blanco Aguinaga

Como fácilmente se puede apreciar, durante el 2019 vamos a dedicar una atención especial a la poesía italiana, esos vecinos a los que quisimos tanto hace unas décadas y que hoy parecen un poco olvidados entre nosotros. Si alguien se pregunta por qué no está Dante en la programación, la respuesta es porque ya estuvo en las tertulias de 2014 y hay un buen rastro de entradas en este espacio dedicadas a su obra maestra. Así pues, mientras leéis la obra poética de Itziar Mínguez, no estaría mal que os hicierais con un manual de historia de la literatura italiana para refrescar conocimientos olvidados.



jueves, 17 de agosto de 2023

UN POEMA, TRES IDIOMAS

A veces recordamos un nombre no por la obra que ha realizado, sino por una sola sola composición. Eso se da con alguna frecuencia en el mundo de la música —Las Ketchup y Aserejé, Los del Río y Macarena, The Proclaimers y I'm Gonna Be (500 Miles)...—. Una canción, un cuadro, un cuento, una escultura, un simple y breve poema pueden salvar el nombre del olvido, aunque lo que suele ocurrir con mayor frecuencia es que se salve esa pequeña obra y seamos incapaces de recordar quién la hizo. 

Este es el caso de Antoine-Vicent Arnault, de quien La feuille, como decía Teodoro Llorente en esta magnífica antología de poesía francesa de 1906, ha conservado el nombre de este escritor. De hecho, yo tuve conocimiento de su existencia por este ya abarquillado ejemplar que ha sido capaz de superar todo tipo de adversidades antes de llegar a mis manos, incluso salió con vida de la cárcel franquista de Carabanchel.

En fin, este es el poema:  


LA FEUILLE


De ta tige détachée,
Pauvre feuille desséchée,
Où vas-tu ? - Je n'en sais rien.
L'orage a brisé le chêne
Qui seul était mon soutien.
De son inconstante haleine
Le zéphyr ou l'aquilon
Depuis ce jour me promène
De la forêt à la plaine,
De la montagne au vallon.
Je vais ou le vent me mène,
Sans me plaindre ou m'effrayer:
Je vais où va toute chose,
Où va la feuille de rose
Et la feuille de laurier.


Era muy famoso en su tiempo y traspasó la frontera gala. A Leopardi le encantó e hizo su propia versión con él. En realidad, esos pocos versos que el italiano traduce/transforma vienen a ser algo así como una síntesis de su propia visión poética, de su modo de entender el mundo.



IMITAZIONE

Lungi dal proprio ramo,
povera foglia frale,
dove vai tu? — Dal faggio
lá dov’io nacqui, mi divise il vento.
Esso, tornando, a volo
dal bosco alla campagna,
dalla valle mi porta alla montagna.
Seco perpetuamente
vo pellegrina, e tutto l’altro ignoro.
Vo dove ogni altra cosa,
dove naturalmente
va la foglia di rosa,
e la foglia d’alloro


Y esta es la traducción que Llorente realizó. Quien sepa francés se dará cuenta de que el contenido sustancial es el mismo, pero Llorente, para mantener música y ritmo ha tenido que recurrir a una serie de recursos expresivos que lo han alargado sensiblemente. Sin embargo, y eso es lo que importa, el resultado es muy bello.  



LA HOJA



De la materna rama desprendida,
¿adónde vas perdida,
hoja marchita y seca? -No lo sé:
el fuerte roble que me dio la vida
murió, y suelta quedé.


Voy, desde aquel momento,
adonde quiera conducirme el viento,
blanda brisa o indómito aquilón;
juguetes de su aliento
todos mis vuelos son.


Voy en fugaz carrera
del bosque a la pradera,
subo al monte empinado, y sin cesar
desciendo la rápida ladera,
por el llano otra vez vuelvo a rodar.


Sin quejas enojosas
a mi destino fiel,
yo voy adonde van todas las cosas,
adonde van las hojas de las rosas,
adonde van las hojas del laurel.

***


viernes, 18 de agosto de 2023

EL CIELO DE PAOLO ARPÓN

Muchas gracias, Paolo.

#elcielonocturno



Abro por la noche la escotilla y contemplo las constelaciones esparcidas,

Y las que veo multiplicadas hasta donde puedo descifrarlas, no hacen otra cosa que tocar el borde de las constelaciones más lejanas.

Se extienden más y más, se expanden, se expanden siempre,

Hacia afuera, hacia afuera, siempre hacia afuera.

Walt Whitman, Canto a mí mismo. Traducción:Francisco Alexander.

Si hace unos pocos días la excusa era un poema de Leopardi, hoy es el material de Paolo Arpón. La atracción que sobre mí ejerce el cielo nocturno es poderosa y no puedo dejar de publicar un material visual de tan alta calidad cuando algún amigo me lo envía. Belleza aparte, conseguir esas imágenes requiere tiempo, paciencia y preparación. Quien se dedica a ello sabe que no consiste en sacar un cámara por la noche y apretar un botón.

Me gustan muchos los dos time lapse que encabezan esta entrada, pero la imagen que verdaderamente me emociona es la circumpolar que está debajo de estas líneas. Al encanto de la belleza que tiene la imagen en sí misma, hay que añadir que una circumpolar es la demostración del giro aparente de todo cuanto vemos en el cielo nocturno en torno a la estrella polar. Aún más: resulta sencillo incluso reconocer las estrellas que han dejado esas estelas, ya que lo único que tenemos que hacer es ir identificando cada una según la proximidad a la Polaris, que es la que está en el centro de todos esos círculos y que siempre que miremos hacia el norte, cualquiera que sea el día del año y a cualquier hora nocturna, va a estar ahí, indicándonos esa dirección. ¡Fascinante!

Fuente: Paolo Arpón

 ***


sábado, 8 de diciembre de 2018

EUGENIO MONTALE, DOS POEMAS


Editorial

El tema central de mi poesía es la condición humana considerada en sí misma, no un determinado acontecimiento histórico. Eso no significa sentirse ajeno a lo que ocurre en el mundo; significa solo conciencia y voluntad de no confundir lo esencial con lo transitorio... habiendo sentido desde mi nacimiento una total falta de armonía con la realidad que me rodeaba, la materia de mi inspiración no podía ser otra que esa falta de armonía.

Así respondía Eugenio Montale, uno de los tres o cuatro auténticamente grandes de la poesía italiana del XX, en una entrevista allá por 1951. Tal vez porque hoy me siento un poco montale es por lo que he acudido a su poesía. Los estados de ánimo,ya sabéis, son en muchas ocasiones un tanto caprichosos. Yo preferiría sentirme tipo mozart o kandinsky o fidias o incluso safo; pero no me sale, estoy en modo montale. Así que he ido a por el tocho de su Poesía completa.

Del primer poemario, Huesos se sepia, os dejo el celebérrimo poema "Los limones"; de Diario del 71 y el 72, el poema que lleva por título "Para acabar".


LOS LIMONES

Óyeme, los poetas laureados
solo se mueven entre plantas
de nombres inusuales: boj, ligustro o acanto.
Yo prefiero los caminos que conducen
a herbosas zanjas donde en charcas medio secas
capturan los muchachos
una pequeña anguila:
los senderos que bordean las hondonadas
descienden entre las matas de las cañas
y llevan a las huertas, entre los limoneros.


Mejor si la algazara de las aves
muere engullida por el cielo:
más claro se oye el susurrar
de las ramas amigas en el aire
casi inmóvil, y el fondo de este olor
que no sabe desprenderse de la tierra
e inunda el pecho de dulzura inquieta.
Aquí de las desviadas pasiones
la guerra calla por milagro,
aquí también nos toca a los pobres
nuestra parte de riqueza,
y es el olor de los limones.


Mira, en estos silencios en que las cosas
se abandonan y parecen
cercanas a mostrarnos su último secreto,
hay veces que uno cree que está por descubrir
una omisión de la Naturaleza,
el punto muerto del mundo, el eslabón faltante,
el hilo que, desenrollado, nos entregue
al fin una verdad. Los ojos escudriñan,
la mente indaga, asocia, descompone
en medio de una avalancha de perfume
que avanza mientras languidece el día.
Son los silencios donde puede verse
en cada sombra humana que se aleja
alguna perturbada Divinidad.


Mas la ilusión no dura: el tiempo nos devuelve
a la ciudad ruidosa donde el azul se muestra
por retazos, arriba, entre cornisas y molduras.
La lluvia, luego, cansa la tierra;
se espesa arriba de las casas el tedio del invierno,
la luz se vuelve avara, amarga el alma.
Hasta que un día, de algún portón dejado
sin cerrar, entre los árboles de un patio,
vemos el amarillo de los limones
y el oprimente hielo se deshace
y a nuestros corazones bajan
las notas fragorosas
de los clarines de oro del esplendor solar.





PARA ACABAR


Recomiendo a mis sucesores
(si los hubiere) en materia literaria,
lo que es poco probable, que enciendan
una bonita hoguera con todo lo que tiene
que ver conmigo, lo que hice, lo que no hice.
No soy un Leopardi; dejo poco por quemar
y ya es mucho vivir en porcentaje.
Viví al cinco por ciento, no aumentéis
la dosis. Muy a menudo, en cambio, llueve
sobre mojado.

lunes, 30 de enero de 2023

SUBIR AL ORIGEN. Antología comentada de poesía occidental no hispánica (1800-1941)

Editorial
El profesor de la universidad de Oviedo, José María Castrillón, ha publicado hasta ahora los siguientes títulos de creación:
-La sonrisa de un delfín (Heracles y Nosotros, 1991), 
-Animal de compañía (Nómadas, 1998), 
-Aún por recorrer (Magua, 2004), 
-La vieja munición (Idea, 2005), 
-el círculo y la piedra (Trea, 2006), 
-gramos (Trea, 2010).

Todos ellos son poemarios. Este último, en cambio, es una antología que tiene un fuerte carácter didáctico (o si lo preferís, divulgativo), pues al mismo tiempo que ofrece una selección de textos de la época de la que se ocupa, realiza una introducción de carácter general sobre las características más sobresalientes de ese período histórico, así como otra individual para que ayudar a colocar los textos personales dentro del paorama de la época o de la tendencia en la que se inscriben y a la que aportan nuevos elementos estilísticos y poéticos. Sabido es que toda expresión creativa de alguna relevancia tiene su origen en una tradición sobre la que se construye y a la que, a su vez, modifica. 

Además del recorrido que hace —Wordsworth, Novalis, Leopardi, Keats, Baudelaire, Verlaine, Rimbaud, Whitman, Dickinson, Mallarmé, Rilke, Yeats, Cavafis, Apollinaire, Pessoa, Eliot, Saint-John Perse, Stevens, Eluard, Montale, Benn, Ajmátova— y que no tiene ninguna intención de convertirlo en canónico, ofrece otro itinerario posible para recorrer lo que fue la poesía occidental no hispánica durante ese crucial siglo y medio. En este caso sin selección de textos, pero sí con comentarios precisos y relevantes que ayudan a quien se quiera iniciar en la otra lectura de esa misma tradición occidental y tener así una panorámica más completa —Hölderlin, Heine, Coleridge, Byron, Shelley, Blake, Nerval, Hopkins, Laforgue, Poe, Pound, W. C. Williams, Moore, Frost, Crane, Valéry, Ungaretti, Trakl, Mayakovski, Breton, Tzara, Tsvetáieva—.

Y por si todo esto resultara poco, cada poeta antologado se cierra con un apartado que Castrillón titula como Homenaje en la poesía hispánica. Aquí se recoge un brevísimo comentario sobre la incidencia que ha tenido en la poesía escrita en castellano más un poema que algún poeta ha escrito a manera de homenaje o que ha surgido por la influencia que el poeta antologado ha ejercido en el autor de escritura hispana.

Una antología especialmente recomendable para quienes deseen tener una visión panorámica inicial acerca de la poesía que se practicaba durante ese período.

PS: No transcribo ningún texto porque en este mismo blog podéis encontrar muchos poemas de la casi totalidad de los autores recogidos o citados en la antología.

***


martes, 25 de julio de 2023

GIACOMO LEOPARDI

XXXVI

SCHERZO
Editorial




Cuando muchacho vine

a aprender de las Musas la doctrina

me tomó por la mano una de aquéllas

y luego todo el día

en torno me condujo

a admirar su oficina.

Me mostró uno por uno

del arte los enseres,

y los fines diversos

a que cada uno de ellos

Librerías
se emplea en los deberes

de la prosa y del verso.

Yo miraba, y decía:

Musa, ¿y la lima, dónde? Dijo la diosa:

la lima se ha gastado; ya no se usa.

Y yo, ¿mas rehacerla

no queréis, añadí, si está gastada?

Ha de hacerse, ella dijo; el tiempo falta.


                Traducción: Mª de las Nieves Muñiz Muñiz.

Creo que con el material que ya había colocado en 2019 para la tertulia de aquel año, los dos títulos que aquí aparecen, más alguna entrada anterior, las dos conferencias del profesor José Muñoz Millanes y este programa de Continum en el que participan Vincenzo Guarracino, Cristina Coriasso y Ana María Pinedo, es suficiente para tener con qué alimentarse hasta la tertulia con la que abriremos el próximo curso.


Mientras tanto, leed cuanto podáis y disfrutad de la poesía y del verano.

***