martes, 31 de diciembre de 2024

FELIZ AÑO Y MUCHAS GRACIAS


España: 36,7 mil

Singapur: 23,4 mil

Hong Kong: 17,9 mil

Estados Unidos: 11,5 mil

México: 8,17 mil

Canadá: 7,29 mil

Argentina: 6,4 mil

Colombia: 4,19 mil

Chile: 2,24 mil

Venezuela: 2,06 mil

Alemania: 1,71 mil

Perú: 1,35 mil

Francia: 1,33 mil

Rusia: 370

Países Bajos: 283

Austria: 202

Reino Unido: 172

Finlandia: 154

Ecuador: 74

Otros: 57 mil

Esta es la información del origen de las visitas que Blogger me da del año 2024 a las 14:00 horas. Me resulta sorprendente que dos territorios tan pequeños como Singapur y Hong Kong, y con un idioma tan distinto, hayan sido el origen de tantas visitas, muchas más que las realizadas desde territorios con el mismo idioma en el que yo escribo y con mucha menos población. En cualquier caso, bienvenida sea la sorpresa.

Muchas gracias a todas las personas que soléis leer cuanto publico, que tengáis un felicísimo año y ojalá que los conflictos armados que permanecen activos se desactiven este próximo 2025

EL CIELO NOCTURNO, ENERO 2025

La Luna y Venus a un par de lunas de distancia el 3 de enero. Fuente: Stellarium

 PLANETAS: Mercurio puede verse los primeros días del mes muy cerca del horizonte ESE antes de que salga el sol. Venus es visible durante todo el mes como lucero vespertino por encima del OSO (los días 16, 17, 18, 19 y 20 estará aparentemente muy próximo de Saturno). Marte asoma sobre el horizonte ENE poco después de las 19:00 el día 1 es visible durante toda la noche en su recorrido por el cielo (cada día adelante su salida unos 3 minutos). Júpiter se eleva más de 20º sobre el E cuando se ha puesto el sol y es visible el resto de la noche. Saturno va por detrás de Venus en su recorrido hasta que el día 18 toma la delantera y el día 31 se oculta por el horizonte O a eso de las 21:00.

LUNA: 13 de enero, luna llena; nueva, 29 de enero.

ESTRELLAS FUGACES: Las Cuadrántidas alcanzarán el pico más alto de actividad en la madrugada del 4 de enero.

SATÉLITES ARTIFICIALES: Para saber dónde y cuándo mirar, consultad aquí.

Feliz año y feliz observación

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lunes, 30 de diciembre de 2024

REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 19






En esta ocasión los regalos han venido del agua, origen de la vida y líquido vital por excelencia. 

En realidad, el regalo del agua está siempre ahí, día tras día, y cada día que acompaño al río en su manso transcurrir o acudo a cualquiera de los paseos que se asoman al mar, el agua se ofrece como regalo de color y brillos varios, como movimiento tumultuoso, sosegado o primigenio, como elemento donde aves, peces y personas se divierten, se nutren, se refugian. La única diferencia es que el otro día yo tenía una cámara fotográfica en la mano y pude entretenerme mientras intentaba recoger el espectáculo que me ofrecía. 

Desde que vi por primera vez el mar y las olas peinadas por el viento siempre me ha fascinado esa delicada estela de microgotas que la cresta de una ola deja tras de sí, como fular tendido al viento. Ya sé que es una simpleza, pero me cuesta dejar de mirar. Algún día conseguiré hacer la foto perfecta.

Anteriormente, cuando el sol de la mañana había acabado de asomarse por encima de lo tejados, un grupo de gaviotas andaba jugando en el río a levantar el vuelo y posarse nuevamente sobre el agua uno o dos metros más adelante. Parecía que las rezagadas quisieran adelantar a las que se encontraban en los puestos delanteros y estas no quisieran consentir el adelanto. Eran vuelos de un par de segundos. Después de unos cuantos disparos, conseguí una en el aire con sus hermosas patas amarillas destacándose, como si fueran los disparos de color de Turner.

Regalos que el día ofrece para que nos deleitemos con ellos.

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domingo, 29 de diciembre de 2024

SONATA PARA PIANO, HOB XVI Nº 50, Haydn


Si alguien necesita un toque estimulante y vivaracho que le saque de la melancolía navideña (que ya sé que alguno hay) este allegro con brio de la sonata nº 50 de Haydn creo que le puede ir muy bien. 

Claro que también puede servir para acompañar al cava, champán o lo que uno quiera tomarse para despedir el año y saludar al nuevo 2025 el próximo día 31/1. De hecho, entre otras múltiples cosas, todas ellas alegres, a mí me recuerda a la burbujeante copa recién servida y fresca de una copa de champán... o cava, si nos movemos al sur de los Pirineos. 

Detalles festivos a un lado, esta sonata me recuerda la gran deuda que tanto Beethoven como Listz tenían con el gran compositor austríaco. Las sonatas de Haydn son el preludio necesario para las que van a venir después de la mano de esos dos maravillosos monstruos.

Interpreta: Olga Scheps.

Que la música y el año que está a punto de llegar os sean favorables.

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sábado, 28 de diciembre de 2024

EULOGY


Como 2024 está siendo el año dedicado a la celebración del centenario del nacimiento de Eduardo Chillida, esta exposición recoge trabajos de treinta y dos artistas que se han inspirado en la obra del donostiarra, o han utilizado elementos presentes en su obra, para componer cuanto aquí se puede ver. Cada uno de ellos ha realizado un póster en honor a Chillida. Eulogy es, por tanto, un elogio, un homenaje a la actividad creadora de Chillida.




Por si los reflejos impiden leer el texto: No vi el viento, vi moverse las nubes. No vi el tiempo, vi caerse las hojas. Pertenece al discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes (p 25).


Hasta el 8 de enero

De lunes a viernes: 10:00 - 14:00 / 16:00 - 20:30
Sábados y puentes: 10:00 - 14:00 / 16:30 – 20:00
5 de enero: 10:00 - 14:00

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viernes, 27 de diciembre de 2024

LEER CONTRA LA NADA, Antonio Basanta

Editorial
No sé por qué he tardado tanto tiempo en dar noticia de esta joyita, pues es un libro que me encanta tener entre las manos y al que acudo con frecuencia, tal y como si fuera uno de esos libros de poesía que no queremos leer de una vez y vamos degustando poco a poco, para que el placer y la sorpresa se alarguen durante más tiempo. Absolutamente delicioso y recomendable para quienes gusten de los libros que hablan de la lectura. 

Para que os hagáis una idea de la muy atractiva y entrañable escritura de Antonio Basanta, transcribo el Incipit, que es, en sí mismo, una invitación a la lectura : 

¡¡¡Medalla de penúltimo en lectura!!! 
Jamás lo olvidaré. 
Estaba a punto de cumplir siete años. Por no sé qué arrebato de insólita magnanimidad, aquella tarde el hermano Apolinar, nuestro profesor de preparatorio, decidió premiarnos a todos los alumnos; eso sí, no sin antes clasificarnos del primero al último… 
No cabía en mí de emoción. Deseaba llegar a casa y hacer partícipe a los míos de aquel emblema minúsculo, algo roñoso, pero que yo sentía como mi primera gran victoria sobre la dislexia que me atormentaba, felizmente superada —prefiero no detallar cómo— pocos años después. 
Paradojas de la vida, después, todo mi discurrir profesional —y personal— ha girado en torno a la lectura: como docente, como coautor de libros escolares, como editor, como conferenciante, como articulista, como gestor de proyectos culturales… Y, sobre todo, como lector. 

Nada encuentro en mi vida más decisivo que leer. Ni experiencia más grata que pueda compartir con cuantos lo deseen. Ese es el propósito de este libro, nacido a petición de alguien a quien admiro tanto como quiero. 
Me declaro lector enamorado de las palabras. Tal vez porque amar es la condición que más se asemeja al leer, también él, como el amor, pura emoción. Descubrimiento. Diálogo permanente. Mutua entrega. 
Lo que la lectura concede solo la lectura nos lo puede otorgar. Esa es su genuina exclusividad. Y semejante particularidad cobra ahora, en nuestra turbulenta, cambiante y esperanzadora contemporaneidad, un valor extraordinario. 
Tal vez, desde la propia invención de la escritura, no haya vivido nuestra sociedad un proceso de mutación similar al que experimentamos en el momento presente. No hay aspecto de nuestras vidas que no haya sido sometido a un proceso de cambio extraordinario. Y la lectura no podía quedar ajena a semejante transformación. 
Leer, a lo largo de la historia, ha ido construyendo su sentido a través de capas que, superpuestas, ampliaron de continuo su valor y su pertinencia. Escribe Emilia Ferreiro, siempre magistral: 

Los verbos leer y escribir no tienen una definición unívoca. Son verbos que remiten a construcciones sociales, a actividades socialmente definidas. La relación de los hombres y mujeres con lo escrito (y lo leído) no está dada de una vez por todas ni ha sido siempre igual: se fue construyendo en la historia. 
         (…) Cada época y cada circunstancia dan nuevos sentidos a esos verbos.                                                                             EMILIA FERREIRO
                                Pasado y presente de los verbos leer y escribir 

La irrupción de la electrónica en nuestras vidas, la extensión de las redes comunicativas, los nuevos soportes en los que la información se traslada aportan sus propios códigos, sus propias prácticas y estrategias, que es necesario conocer para —como ya ocurriera en etapas anteriores—, a su vez, gobernar y usar en la mejor de las formas, con el máximo aprovechamiento. 
La cuestión capital no es el enfrentamiento entre lo ya conocido y lo que, por obedecer a reglas distintas, se presenta para algunos como el nuevo apocalipsis. Todo lo contrario. Lo realmente importante es saber que a la lectura se le pueden sumar nuevas funciones y formas de expresión. 
Y que nuestro deber, antes de denostarlas —muchas veces movidos tan solo por la comodidad, el mantenimiento de lo establecido o simplemente por una no confesada ignorancia—, es tratar de entender sus normas, su formulación, conocer sus fortalezas y debilidades, desde la certeza de que lo que ahora se nos presenta no es un ligero matiz con el que colorear el cuadro ya pintado con anterioridad, sino una nueva concepción de la pintura, que no acaba con lo anterior, pero que sin duda lo transformará. Perdón: que ya lo está transformando. 
Este pequeño libro nace de esa convicción, de ese esperanzado deseo. Y de un compromiso que es también moral: el de hacer de la lectura un "arma cargada de futuro", como Gabriel Celaya definía la poesía. 
Escrito desde la mayor humildad, muy consciente de lo modesto de mi reflexión, Leer contra la nada bebe de la sabiduría de tantos otros que me han iluminado en el camino. Felizmente no son pocos, de entre ellos, los que han accedido a mi invitación y aquí se hacen presentes, bien en las citas textuales, bien en la selección de textos que ofrezco al final de cada apartado de esta obra, o en la bibliografía que cierra este breve volumen. 
De muchos de ellos he recibido historias, geniales pensamientos, anécdotas pletóricas del palpitar de la vida. Y, sobre todo, palabras, palabras, siempre palabras, llegadas tantas veces de los poetas, que, como inagotable manantial, siguen dando alma a cada uno de mis sueños. 

Si he perdido la vida, el tiempo, todo 
lo que tiré, como un anillo, al agua, 
si he perdido la voz en la maleza, 
me queda la palabra. 

Si he sufrido la sed, el hambre, todo 
lo que era mío y resultó ser nada, 
si he segado las sombras en silencio, 
me queda la palabra

Si abrí los labios para ver el rostro 
puro y terrible de mi patria, 
si abrí los labios hasta desgarrármelos, 
me queda la palabra. 

                   BLAS DE OTERO, "En el principio" 

A todos, mi gratitud y reconocimiento. También a cuantos pueblan el universo lector: escritores, ilustradores, traductores, críticos, periodistas, comunicadores, diseñadores, madres y padres de familia, docentes, bibliotecarios, archiveros, documentalistas, editores, libreros, impresores, distribuidores, mediadores, lectores en general… Y a quienes, como heraldos de un mañana que ya es hoy, diariamente se suman a este territorio lector, más rico y más radiante, por más renovado y más diverso. 
"Leer es siempre una expedición a la verdad", escribió Franz Kafka
Con todo afecto, les invito a tan feliz travesía.

En este libro aprendí que de las 59 áreas del cerebro que tienen que ver con la actividad intelectual, 5 se activan cuando vemos un programa de televisión, 42 cuando escuchamos música, y todas ellas, las 59, cuando ejercitamos la lectura. Fascinante. Otro motivo más para seguir leyendo. Regaláoslo. 


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jueves, 26 de diciembre de 2024

ROSALÍA DE CASTRO, Marina Mayoral

  Marina Mayoral es en estos momentos la mayor especialista sobre Rosalía de Castro, es quien se ha ocupado de la edición revisada de toda su obra para la prestigiosa Biblioteca Castro y la que impartió un curso en cuatro conferencias en 1985, cuando se celebraba el centenario de su muerte. Tiene, asimismo, publicados los siguientes ensayos sobre la vida y la obra de Rosalía: La poesía de Rosalía de Castro, 1974; Rosalía de Castro y sus sombras, 1976; Rosalía de Castro, 1986.

Las cuatro conferencias están enmarcadas dentro del centenario de la muerte de la escritora gallega organizadas por la Fundación Juan March





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miércoles, 25 de diciembre de 2024

CANTO XXVI, INFIERNO, DIVINA COMEDIA

Editorial
#unlibrounpoema

En su viaje por el infierno, el purgatorio y el cielo, Dante es acompañado por Virgilio en los dos primeros y por Beatriz en el último. En el primero de esos espacios nos vamos a encontrar multitud de personajes contemporáneos del poeta (podríamos entender esto como una venganza poética) y otra multitud de personajes de la antigüedad. 

La primera vez que leí este clásico, hace ya muchos años, me sorprendió tanto como me entristeció encontrármelos allí, condenados por el florentino al sufrimiento eterno. Mi ser adolescente se rebelaba contra esa condena. Más adelante, cuando empecé a saber de la formación teológica y filosófica del poeta, también comencé a entender que la edad media y la Suma Teológica del de Aquino no podían salvarlos del sitio donde se encontraban. La época y las creencias eran las que eran. Esto ya ni me preocupa ni me ocupa el pensamiento. Pero sí hay un par de tercetos que me siguen pareciendo fundamentales. Son los que he destacado en destacado en rojita (permítaseme decirlo así).

El Canto XXVI es ese en el que aparece Ulises, quien interrogado por Virgilio nos ofrece su explicación y nos recuerda qué es lo que verdaderamente nos empuja a iniciar una nueva empresa: la pasión de conocer. Lo que movió a Ulises es lo mismo que sigue moviendo a cuantas personas en la historia de la humanidad se han aventurado a descubrir nuevos senderos por donde pueda transitar el conocimiento y, acaso, con ello, mejorar un poquito las condiciones vitales de la sociedad. 

[Me he permitido cambiar un par de palabras por eso de favorecer el más fácil entendimiento de lo expresado y he enlazado los nombres propios por la misma razón].

¡Goza, Florencia, ya que eres tan grande,
que por mar y por tierra bate alas,
y en el infierno se expande tu nombre! 

Cinco nobles hallé entre los ladrones
de tus vecinos, de donde me vino
vergüenza, y para ti no mucha honra. 

Mas si el soñar al alba es verdadero, 
conocerás, de aquí a no mucho tiempo,
lo que Prato, no ya otras, te aborrece. 

No fuera prematuro, si ya fuese:
¡Ojalá fuera ya, lo que ser debe!
que más me pesará, cuanto envejezco. 

Nos marchamos de allí, y por los peldaños
que en la bajada nos sirvieron antes,
subió mi guía y tiraba de mí. 

Y siguiendo el camino solitario,
por los picos y rocas del escollo,
sin las manos, el pie no se valía. 

Entonces me dolió, y me duele ahora,
cuando, el recuerdo a lo que vi dirijo,
y el ingenio refreno más que nunca, 

porque sin guía de virtud no corra;
tal que, si buena estrella, o mejor cosa,
me ha dado el bien, yo mismo no lo enturbie. 

Cuantas el campesino que descansa
en la colina, cuando aquel que alumbra
el mundo, oculto menos tiene el rostro,

cuando a las moscas siguen los mosquitos,
luciérnagas contempla allá en el valle,
en el lugar tal vez que ara y vendimia;

toda resplandecía en llamaradas
la bolsa octava, tal como advirtiera
desde el sitio en que el fondo se veía. 

Y como aquel que se vengó con osos, 
vio de Elías el carro al remontarse,
y erguidos los caballos a los cielos,

que con los ojos seguir no podía,
ni alguna cosa ver salvo la llama,
como una nubecilla que subiese; 

tal se mueven aquéllas por la boca
del foso, mas ninguna enseña el hurto,
y encierra un pecador cada centella. 

Yo estaba tan absorto sobre el puente,
que si una roca no hubiese agarrado,
sin empujarme hubiérame caído. 

Y viéndome mi guía tan atento
dijo: "Dentro del fuego están las almas,
todas se ocultan en donde se queman."

"Maestro —le repuse—, al escucharte
estoy más cierto, pero ya he notado
que así fuese, y decírtelo quería: 

¿quién viene en aquel fuego dividido,
que parece surgido de la pira
donde Eteocles fue puesto con su hermano?"

Me respondió: "Allí dentro se tortura
a Ulises y a Diomedes, y así juntos 
en la venganza van como en la ira;

y dentro de su llama se lamenta
del caballo el ardid, que abrió la puerta
que fue gentil semilla a los romanos.

Se llora la traición por la que, muerta,
aún Daidamia se duele por Aquiles,
y por el Paladión se halla el castigo".

"Si pueden dentro de aquellas antorchas
hablar —le dije— pídote, maestro,
y te suplico, y valga mil mi súplica, 

que no me impidas que aguardar yo pueda
a que la llama cornuda aquí llegue;
mira cómo a ellos lleva mi deseo". 

Y él me repuso: "Es digno lo que pides
de mucha loa, y yo te lo concedo;
pero procura reprimir tu lengua.

Déjame hablar a mí, pues que comprendo
lo que quieres; ya que serán esquivos
por ser griegos, tal vez, a tus palabras".

Cuando la llama hubo llegado a donde
lugar y tiempo pareció a mi guía,
yo le escuché decir de esta manera: 

"¡Oh vosotros que sois dos en un fuego,
si os merecí, mientras que estaba vivo,
si os merecí, bien fuera poco o mucho, 

cuando altos versos escribí en el mundo,
no os alejéis; mas que alguno me diga
dónde, por él perdido, halló la muerte".

El mayor cuerno de la antigua llama
empezó a retorcerse murmurando,
tal como aquella que el viento fatiga; 

luego la punta aquí y acá moviendo,
cual si fuese una lengua la que hablara,
fuera sacó la voz, y dijo: "Cuando 

me separé de Circe, que me sustrajo
más de un año allí junto a Gaeta,
antes de que así Eneas la llamase,

ni la filial dulzura, ni el cariño
del viejo padre, ni el amor debido,
que debiera alegrar a Penélope,

vencer pudieron el ardor interno
que tuve yo de conocer el mundo,
y el vicio y la virtud de los humanos

mas me arrojé al profundo mar abierto, 
con un leño tan sólo, y la pequeña
tripulación que nunca me dejaba. 

Un litoral y el otro vi hasta España,
y Marruecos, y la isla de los sardos,
y las otras que aquel mar baña en torno.

Viejos y tardos ya nos encontrábamos,
al arribar a aquella boca estrecha
donde Hércules plantara sus columnas, 

para que el hombre más allá no fuera:
a mano diestra ya dejé Sevilla,
y la otra mano se quedaba Ceuta".

"Oh hermanos —dije—, que tras de cien mil
peligros a occidente habéis llegado,
ahora que ya es tan breve la vigilia 

de los pocos sentidos que aún nos quedan,
negaros no queráis a la experiencia,
siguiendo al sol, del mundo inhabitado. 

Considerad cuál es vuestra progenie:
hechos no estáis a vivir como brutos,
sino para conseguir virtud y ciencia
". 

A mis hombres les hice tan ansiosos
del camino con esta breve arenga,
que no hubiera podido detenerlos; 

y vuelta nuestra proa a la mañana,
alas locas hicimos de los remos,
inclinándose siempre hacia la izquierda. 

Del otro polo todas las estrellas
vio ya la noche, y el nuestro tan bajo
que del suelo marino no surgía. 

Cinco veces ardiendo y apagada
era la luz debajo de la luna,
desde que al alto paso penetramos, 

cuando vimos una montaña, oscura
por la distancia, y pareció tan alta
cual nunca hubiera visto monte alguno.

Nos alegramos, mas se volvió llanto:
pues de la nueva tierra un torbellino
nació, y le golpeó la proa al leño. 

Le hizo girar tres veces en las aguas;
a la cuarta la popa alzó a lo alto,
bajó la proa —como Aquél lo quiso— 
hasta que el mar cerró sobre nosotros.


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lunes, 23 de diciembre de 2024

DESDE MI VENTANA, Pétalos de camelia

Los pétalos caídos se hacen solidarios con el agua que corre.



Mientras que el hombre es una mota en el universo pensante, las hojas —el helecho y las agujas del pino y la frondosa palma y la cinta del sargazo— perciben la luz de una forma esencial y constructiva. Las flores que miran mi ventana desde el jardín cercado ciertamente no me ven, pero sus hojas ven la luz de un modo que mis ojos son incapaces de captar. La toman, cuando se expande radiante en el espacio como una disipación dorada, con una finalidad primordial. Aferran su energía estelar y con esa fuerza crean la vida de los elementos. Respiran en el polvo, y es una rosa.
DONALD   CULROSS   PEATTIE. Flowering Earth.


PÉTALOS DE CAMELIA
Ahí están:
caídos,
a la espera 
de ser pisados
volteados,
esparcidos,
disueltos.

No son nada,
tan sólo pétalos
abatidos
por el viento,

luz,
color,
belleza que se ofrece,

regalo que el día deja
a nuestros pies
para ver si somos
capaces de igualarlo.



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domingo, 22 de diciembre de 2024

SINFONÍA Nº 4, Franz Schmidt


La casualidad ha querido que hoy, 22 de diciembre, se cumpla el 150º aniversario del nacimiento de este músico austrohúngaro, lo que merece una obra de entidad y longitud importante como es esta 4ª sinfonía, que termina dedicándosela a la memoria de su hija, quien desgraciadamente había fallecido cuatro años antes. Es por eso que fue inscrita como Requiem por mi hija.

La crítica suele decir que esta es la sinfonía de mayor calidad de las cuatro que escribió. Se suele interpretar de manera continua como si tuviera un solo movimiento, aunque se pueden identificar fácilmente los cuatro movimientos de la sinfonía clásica.

El primer movimiento, allegro molto moderato, empieza con un solo de trompeta y termina con los violines. El segundo movimiento, adagio, está formado por una intensa marcha fúnebre. El tema principal consiste en una hermosa y profunda melodía, expresada por el violonchelo y luego tomada por la orquesta. El tercer movimiento, molto vivace, forma el scherzo de la obra. Representa los avatares de la vida, con sus alegrías y amores, acabando sometida a un terrible golpe del destino que la aniquila. El cuarto movimiento es un allegro molto moderato. Es la conclusión de la obra en forma de coda. Continúa con el tema anterior al que conduce a un climax, luego la trompeta interpreta el tema principal de la sinfonía con armonía acompañante, que va desapareciendo hasta dejar desnudo el do final de la trompeta.


Que la música y la nueva estación os sean favorables.

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sábado, 21 de diciembre de 2024

JUEGOS COOPERATIVOS DE CANICAS


 No sé si quienes pasáis por aquí podéis estar interesados en una publicación como esta, que va dirigida a dinamizar grupos infantiles de actividad al aire libre, recreos en una escuela, chavalada aburrida en un cumpleaños..., en definitiva, a quienes quieran organizar actividades que no sean competitivas, donde se favorezca el ambiente colaborativo y no se necesiten tecnologías modernas ni pantallas para divertirse en grupo.

El autor, Jim Deacove, nos dice esto en la introducción: 

En estos días de muñecas parlantes, videojuegos y programas de televisión sin fin, ante los que sentarte, ¿serán los juegos de canicas solamente, algo del pasado? 
Tal vez. Pero si es así, es una locura, porque las canicas dan una experiencia activa del juego y no pasiva. Quienes juegan, encuentran los juegos de canicas absolutamente divertidos y desafiantes. 
Este folleto tendrá un encanto añadido para las personas mayores que de pequeñas jugaban a las canicas: el placer de la nostalgia. 
Para los niños y las niñas que estén aprendiendo a jugar a las canicas este folleto será una fuente de nuevos juegos. 
¡ATENCIÓN! Estos juegos de canicas son especiales. Todos son cooperativos, no competitivos. Normalmente los juegos de canicas se juegan para quedarse con las canicas de los demás. Ello conduce a un montón de canicas guerreando sobre el suelo. Estos juegos se juegan para divertirse, para ser cada vez más diestros/as y para gozar con el verdadero espíritu de la amistad. 
Digo esto porque tener amigas/os a quienes mostrarles tus tesoros es una suerte. Les puedes enseñar tus cromos, colecciones de cartas, llaveros, cintas de música, pegatinas, joyas o lo que sea. Tus amigos/as disfrutan viendo, tocando y hablando de tus tesoros. 
No tendría sentido que tus amigos/as estuvieran todo el tiempo intentando quitarte o romperte estos tesoros. Esto es lo que ocurre en los juegos competitivos. Una colección de canicas es un importante tesoro. Y en la mayoría de los juegos de canicas todo el mundo está pendiente de conseguir los tesoros de los demás. ¡Una auténtica locura! 
En los juegos cooperativos somos amigos/as, jugando juntos, no enemigos para despeluzarnos unos/as a otros/as. De este modo, para conseguir que un juego funcione, muchas veces un jugador/a deberá prestar todas sus canicas, dejando que los amigos/as elijan canicas de unos determinados colores o características. O puede que dos jugadores/as pongan en un montón todas sus canicas para jugar al juego. Luego, cuando el juego acabe, cada uno recupera sus «tesoros» y nos vamos en paz. 
Pasea tranquilamente por la tierra y lleva una gran bolsa de canicas.

Si queréis ver cuáles son los juegos, las normas y cómo se juega, en este enlace podéis ver todo el contenido. Yo lo usé en otro tiempo, ahora ya no. Ahora que estamos en período de regalos y cosas así, yo se lo regalo a quien le pueda interesar (para poneros en contacto conmigo, el correo figura en la columna de la derecha).

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viernes, 20 de diciembre de 2024

EL BIOTOPO DEL FLYSCH, un lugar mágico

 

Uno de los acontecimiento más extraordinarios de la vida de la Tierra tuvo lugar hace aproximadamente 66 millones de años cuando nuestro planeta fue golpeado por un meteorito. Esto originó una catástrofe de tales dimensiones que se produjo una extinción masiva de especies. Como consecuencia de ese gigantesco impacto y subsiguiente explosión, el iridio que contenía el meteorito se fue depositando lentamente en los fondos marinos y en la superficie de la tierra. Con el paso del tiempo, los movimientos orogénicos hicieron que lo que era mar se transformase en superficie terrestre y las capas de sedimentos que permanecían horizontales fueron volteadas y colocadas de manera más o menos vertical. 

En la costa vasca, entre Algorri e Itzurun, se pueden ver, como si fueran las gruesas páginas de un libro, todas las páginas —todos los estratos— que forman el capítulo del Paleoceno. Además, cuenta la zona con dos Golden Spike, dos clavos dorados que marcan los límites entre el Thanetiense y Selandiense, y entre el Selandiense y el Daniense. Es decir, son referencia mundial para marcar y definir estratotipos. Los clavos se pueden ver, lo mismo que la placa conmemorativa (para colocar los clavos vino Stanley Finney, entonces presidente de la ICS (Comisión Internacional de Estratigrafía).

Un panel del Centro de Interpretación de Algorri

A mí, en cualquier caso, lo que mayor emoción me causa cada vez que me acerco allí es volver a ver esa línea de color oscuro, la que señala el límite entre el Paleoceno y el Cretácico, y nos recuerda que hace muchos, muchos años, la Tierra era muy distinta de la que hoy habitamos y en ella vivían muchas especies que hoy no conocemos nada más que por sus restos fósiles y otras no llegaremos a saber de ellas nunca.

En este programa de A hombros de gigantes, a partir del minuto 47' 24'', en el apartado "Lugares con ciencia", nos hablan del geoparque y nos invitan a visitarlo.


Por mi parte, yo me permito recomendaros que os hagáis con un ejemplar de El biotopo del Flysch, una estupenda publicación de Asier Hilario donde podréis encontrar pormenorizadas explicaciones de todo tipo sobre la zona, asequibles a todo el mundo, además de cinco recorridos a pie para ver y disfrutar de la geología, la flora y la fauna de la zona. Una maravilla. Podéis encontrarla en la Oficina de Turismo. Ah, y cuando vayáis de visita por allí, llevad cámara, no os arrepentiréis.


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jueves, 19 de diciembre de 2024

LOS OJOS DE MONA, Thomas Schlesser

Ejemplar del KM
Los ojos de Mona tiene mucho más de divulgación que de literatura, lo que está muy bien para quienes busquen iniciarse en el conocimiento de unas cuantas obras de arte y adentrarse en algunos de sus secretos, pero no tan bien para quienes busquen más una novela y les interese menos el recorrido por el Louvre, el Orsay y el Beaubourg

En la contraportada se cita una frase propagandística de Livres Hebdo que compara la obra de Schlesser con la de Jostein Gaarder, El mundo de Sofía. Ciertamente el espíritu que las anima es el mismo: dar a conocer y hacer surgir el gusto por la disciplina de la que se ocupan —arte en una, filosofía en la otra—; ambas están escritas pensando en un público adolescente, aunque pueden ser leídas por cualquier persona de cualquier edad; las protagonistas son dos niñas...

Ahora bien, en la de Gaarder el montaje narrativo estaba bien trabado e independientemente de que no descuidara la aproximación al mundillo filosófico, era la historia que se contaba y cómo se hacía la que tenía fuerza e interés. En el caso de Los ojos de Mona, el elemento narrativo resulta bastante flojito, a veces incluso inverosímil. Más parece una excusa para introducir el recorrido por los 52 capítulos (el año tiene 52 semanas), para que Mona y su abuelo se adentren en la aventura de recorrer 52 obras de arte que podríamos entender como un esquemático recorrido por la historia del arte... que hay en París, pues ese recorrido comienza con Botticelli y termina con Pierre Soulages.

Es cierto que Schlesser, profesor de la Escuela Politécnica de París e historiador del arte, realiza un intento por trascender la mera descripción técnico-anecdótica de cada obra para sacar una enseñanza de tipo vital asociada a cada una de ellas, de ahí que se promocione como una novela filosófica. Desde mi punto de vista creo que se queda en intento y que le sobra un exceso de didactismos. Pero son estos pecadillos disculpables y bienintencionados. 

El argumento es muy sencillo: Mona, una niña de 10 años, sufre una ataque de ceguera momentáneo, lo que parece ser un accidente isquémico transitorio. Se teme que en un plazo más o menos largo pueda quedarse ciega. Su abuelo, amante del arte, quiere que si eso llega a pasar, Mona pueda retener en la memoria toda la belleza del mundo que se recoge en esas 52 obras maestras y la llevará cada miércoles de cada semana, sin que los padres lo sepan (?!), a visitar y aprehender la belleza que hay en ellas.

Sí me parece que puede funcionar muy bien como lectura paralela a un primer curso de historia del arte en un instituto y, especialmente, como guía divertida y original para visitar esos tres fascinantes museos de la capital francesa, como debe ser visitado un museo, deteniéndonos en dos o tres obras nada más, sin pretender la ridícula borrachera de formas, materiales, técnicas y colores que es pasar por toda las salas mirándolo todo... sin ver nada.

Página Dos entrevistó al autor (minuto 15:00) en el mes de marzo.

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miércoles, 18 de diciembre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Victor Hugo)

 #unlibrounpoema

Sobre este poema José Zorrilla, el autor del famoso Don Juan, escribió: Eran (...) una manía los alardes de versificación, y desde que Victor Hugo escribió sus Djinns, no pudimos creernos poetas sin hacer un rombo o escala métrica (Métrica española, de Navarro Tomás). 

El poema es un alarde de virtuosismo métrico a lo largo de sus 15 estrofas. Comienza creciendo desde las dos sílabas (1ª estrofa) hasta las diez (8ª estrofa) para, una vez alcanzada la máxima extensión silábica, volver a decrecer ( 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10, 8, 7, 6, 5. 4, 3 y 2 ). 

En la traducción se pierde la medida, pero podéis comprobarla en el original.

En la actualidad, este tipo de habilidades métricas no se practican en absoluto, pero durante buena parte del XIX tuvieron un gran predicamento y fueron muy admiradas por el público lector.

LOS DJINNS 

Muros, ciudad 
y puerto, 
refugio 
de muerte, 
mar gris, 
donde rompe 
la brisa, 
todo duerme. 

En la llanura 
nace un ruido. 
Es el aliento 
de la noche. 
Ella brama 
como un alma 
que a una llama 
siempre sigue. 

La voz más alta 
parece un cascabel. 
De un enano que salta 
es el galope. 
Huye, se lanza, 
luego en cadencia 
sobre un pie baila 
en la cresta de una ola. 

El rumor se acerca, 
el eco lo repite. 
Es como la campana 
de un convento maldito; 
como un ruido de gentío, 
que truena y que rueda, 
y que tan pronto se derrumba, 
como se hace mayor. 

¡Dios! ¡La voz sepulcral 
de los Djinns! ... —¡Qué ruido hacen! 
Huyamos bajo la espiral 
de la profunda escalera. 
Ya se apaga mi lámpara, 
y la sombra de la barandilla, 
que repta por la pared, 
se eleva hasta el techo. 

¡Es el enjambre de Djinns que pasa, 
y se arremolina silbando! 
Los tejos, que su vuelo hace trizas, 
crujen como un pino ardiendo, 
su manada, compacta y veloz, 
volando en el espacio vacío, 
parece una nube lívida 
con un relámpago en su flanco.

¡Están muy cerca! – Mantengamos cerrada 
esta habitación, donde les burlaremos. 
¡Qué ruido afuera! ¡Espantoso ejército 
de vampiros y dragones! 
La viga del techo descuajada 
se arquea como la hierba mojada, 
y la vieja puerta oxidada tiembla, 
hasta arrancar sus goznes. 

¡Gritos del infierno! ¡Voz que aúlla y que llora! 
El horrible enjambre, empujado por el aquilón, 
sin duda, oh cielos! se abate sobre mi morada. 
Los muros ceden bajo el negro batallón. 
La casa grita y vacila inclinándose, 
y se diría que, arrancada del suelo, 
como si persiguiera una hoja seca, 
el viento la hiciera rodar con su torbellino! 

¡Profeta! ¡Si tu mano me salva 
de estos impuros demonios de las noches, 
iré a postrar mi frente calva 
ante tus sagrados incensarios! 
¡Haz que sobre estas puertas fieles 
muera su aliento de chispas, 
y que en vano la uña de sus alas 
chirríe y grite sobre estos negros vitrales! 

¡Han pasado! - Su cohorte 
vuela, y huye, y sus pies 
dejan de golpear mi puerta 
con sus multiplicados golpes. 
El aire está lleno de un ruido de cadenas, 
y en los bosques cercanos 
tiemblan todos los grandes robles, 
doblados bajo su vuelo de fuego. 

De sus alas lejanas 
el batir amaina. 
Tan confuso en las llanuras, 
tan débil, que uno cree 
oír los saltamontes 
gritar con voz aguda 
o burbujear la granizada 
sobre el plomo de un viejo tejado. 

Extrañas sílabas 
nos siguen llegando; 
así, los árabes 
cuando suena el cuerno, 
un canto en la orilla 
por momentos se alza, 
y el niño que sueña 
tiene sueños de oro. 

Los Djinns fúnebres, 
hijos de la muerte, 
en las tinieblas 
apresuran su paso; 
su enjambre ruge; 
así, profunda, 
murmura una ola 
que no se ve. 

Este ruido vago 
que se duerme, 
es la ola en la orilla; 
es el lamento, 
casi apagado, 
de una santa 
por un muerto. 

Dudamos 
de noche... 
escucho: —
Todo huye, 
todo pasa; 
el espacio 
borra 
el ruido.

Especialmente gratificante resulta seguir al Coro de Radio Francia mientras canta el texto con la música de Fauré (intentadlo aunque no sepáis francés).


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