"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
jueves, 26 de noviembre de 2020
REIVINDICACIÓN DE JOSEP COMAS SOLÁ
OVIDIO, UN ALEMÁN Y UN CANÓNIGO DE LA CATEDRAL DE SULMONA
Escudo de Sulmona. Fuente: Wikipedia. |
Sabido es que el SPQR —Senātus Populusque Rōmānus (El Senado y el Pueblo Romano)—, referencia del gobierno de la antigua República romana, es en la actualidad un emblema oficial de la capital de Italia, Roma, y hasta un recuerdo turístico que puede tomar las formas más variopintas.
Sulmona (la Sulmo latina), pequeña localidad italiana, más o menos en la misma latitud que Roma, pero situada en el otro lado de la bota, al lado del Adriático, también tiene sus siglas identificativas —SMPE— y hasta su divertida anécdota latina.
Si la ciudad eterna lleva con orgullo en sus genes y en todo el aparato turístico las siglas que identificaban su forma de gobierno; Sulmona, más literaria y orgullosa de sus insigne hijo, ha recogido el primer hemistiquio del tercer verso de la décima elegía del cuarto libro de Tristia:
Ille ego qui fuerim, tenerorum lusor amorum,miércoles, 25 de noviembre de 2020
POETIKA 2020: ADRIANA BAÑARES
Fuente: Poetika. |
La poeta invitada es Adriana Bañares. De la introducción a su obra se encargará Esther Ramón. El acompañamiento musical lo pondrá Eduardo Villarroel (clarinete). Como siempre, la presentación del acto será tarea de José Luis Padrón.
Adriana Bañares ha publicado los siguientes poemarios:La involución cítrica, 2011.
Engaño progresivo, 2012.
Ánima esquiva, 2013.
Ave que no vuela muere, 2015.
Recaya, 2019.
Si pudiera hablar esta noche
si pudiera
escribir esta noche
escribiría sobre una vida que se me ha terminado sin apenas darme cuenta.
Hablaría del lugar en el que estoy
del lugar del que me fui
y en el que no se me recuerda.
Hablaría
de lo poco que se espera de mí
y de lo que debería estar haciendo.
Tal vez:
no escribir
tener un hijo
limpiar la casa
y mantenerla siempre así
ordenada,
como yo,
que también debería estar en orden
con el pelo recogido
o bien dispuesto sobre la cabeza
bien dispuesta
la cabeza.
Y debería comprar ropa nueva
ropa de mujer de treinta años
ropa seria
ropa elegante ropa de señora.
Hacerme respetar y respetar la edad en la que vivo.
Si pudiera escribir esta noche, escribiría
sobre un lugar donde escribir
sobre un lugar donde quedarme.
Si pudiera escribir esta noche,
escribiría
todas las noches, escribiría.
martes, 24 de noviembre de 2020
CHARLANDO CON LUIS GONZÁLEZ FUSTER
—La última vez que hablamos, Luis, lo hicimos tranquilamente y sin imaginar la situación que se nos venía encima. La pandemia ha puesto patas arriba el mundo en el que vivíamos y ha golpeado especialmente a la cultura. ¿Qué tal está funcionando El origen de las ideas en estas circunstancias?
Está claro que la pandemia nos está afectando a nivel económico, sobre todo a los más desfavorecidos ya que nuestra organización socioeconómica es claramente neoliberal. Pero hay un factor más interesante aún que es el psicológico, sobre todo en esta segunda ola que a diferencia de la primera, donde teníamos unas fechas programadas —confinamiento, desescalada, nueva normalidad, etc.—, en esta oleada no vemos el final y esto nos desorienta.
En cuanto a la cultura, creo que a pesar de la continua y bienintencionada aparición en los medios de comunicación de algunos personajes destacados en los medios de comunicación —escritores, intelectuales, artistas, etc.—, a los que hemos podido escuchar más de lo habitual, no se ha podido evitar, por desgracia, el cierre de muchas librerías ni tampoco el mal momento por el que pasan el teatro, el cine, etc., con todas estas restricciones actuales.
Con respecto a El origen de las ideas, ha funcionado según lo esperado. Se ha distribuido sobre todo en el entorno cercano y, en general, ha tenido buenas críticas. Hay que tener en cuenta que para una primera obra de un desconocido es muy difícil salir del círculo de amistades y conocidos, pero estoy contento.
—Como tú dices, es tu primera obra publicada y, por lo tanto, no tenemos referencias tuyas, no conocemos al autor. ¿Quién es Luis González Fuster, qué hace, qué quiere, qué piensa?
Bueno, esto es muy complejo, no sé si es fácil que alguien tenga claro siempre lo que quiere o lo que piensa, la duda forma parte de la condición humana. Se quién he sido y soy, conozco de dónde vengo y cuáles son mis ideas, que siempre serán las mismas, y por supuesto, como casi todos y todas, “hago lo que puedo”.
—El origen de las ideas sitúa el comienzo de la acción durante la Guerra civil. ¿Quiere ser tu novela una reflexión sobre la historia próxima, sobre la memoria, sobre la pérdida y el reencuentro?
La obra surge de la necesidad que yo tenía en un momento concreto de mi vida de contar esta historia familiar. La reflexión sobre la historia y su camino creo que la deben marcar los lectores. Resulta curioso la cantidad de comentarios sobre distintos pasajes del libro, y la diferencia que existe entre lo que les llama la atención a unos o a otros. Muchos lectores se han emocionado —algunos me han confesado cierta activación de la glándula lagrimal—, e incluso han encontrado paralelismos con algunos miembros de su familia a pesar de ser una historia tan personal, y esto me emociona a mí también.
—La narración se nutre, efectivamente, de elementos familiares, más concretamente de anécdotas, hechos y recuerdos de la familia González Gil. Hay, sin duda, una labor de investigación. ¿Cuánto hay de proceso creativo en la novela, de elaboración literaria, y cuánto de concreción objetiva, de indagación y búsqueda?
Sin duda existe un boca a boca familiar y una indagación popular en el entorno, ya que algunos vecinos del barrio conocían a los protagonistas desde pequeños —la familia vivió durante la época de la narración salvo el éxodo a Francia siempre en la misma casa—. El hilo conductor de la historia es objetivo y muy verdadero, pero también existe un proceso creativo bastante fuerte.
—Y unido a la anterior pregunta, ¿te costó mucho separar lo personal de lo narrativo, transformar unos datos y unas vivencias de interés familiar en una narración que pudiera tener interés universal?
La verdad es que no. Empecé el proyecto como si fuera un cuento, sin pensar en el final. Todo fue creciendo poco a poco, aunque en algún momento, sobre todo cuando el libro era una realidad a nivel sentimental me he sentido un poco expuesto. Y por supuesto el clásico: ¡qué dirán!, ¡donde va este!, incluso en alguna ocasión me han llamado presuntuoso, engreído, etc. -¡solo por escribir una historia!-, en fin… así nos va. La verdad es que estos comentarios se pueden contar con los dedos de una mano.
—En tu opinión, ¿qué es lo que más te gustaría que recordáramos de esta novela?
La unión de los miembros familiares entroncados alrededor de la figura de Natacha como un modelo posible, y que debemos ser críticos y pensadores libres. Nuestras ideas son muy importantes y no debemos olvidarlas.
—Véndenos la novela: ¿por qué deberíamos leerla?
Porque está escrita con sentimiento y eso es importante; además, se puede leer fácilmente, ya que no he querido alargarla mucho, y, por supuesto, es un pequeño alegato de bolsillo a favor de la cultura y la libertad que nos puede hacer recordar cosas que les sucedieron en aquella época a muchas familias. Por desgracia, los de nuestra generación ya no tenemos abuelos que nos puedan contar cómo vivieron.
—¿Qué proyectos tienes entre manos? ¿Qué nuevos textos andas preparando? ¿Puedes adelantarnos algo?
Los estudios universitarios me llevan mucho tiempo —las neuronas ya no están para tirar cohetes y la memorización cada vez es más difícil—, pero siempre se busca algún momento para plasmar en un cuaderno algunas ideas. Estoy preparando algunos relatos que voy a intentar unir a través de un nexo común en el tiempo, tratan de la influencia de algunas personas en la vida de otras con el paso del tiempo. ¿Su vida habría sido igual si estas personas no se hubieran conocido? Pero me temo que este segundo proyecto literario va para largo.
Muchas gracias, Luis, por tu tiempo y por tu amabilidad. Y que se vendan muchos ejemplares.
lunes, 23 de noviembre de 2020
EMOCIONARTE. LA DOBLE VIDA DE LOS CUADROS
El libro es un recorrido anecdótico-biográfico por treinta y cinco obras de épocas y movimientos muy variados, cuyo nexo de unión, supongo, es el gusto personal del autor y el aprecio que tiene hacia algunos temas con los que se siente más cómodo para escribir: reivindicación de la igualdad entre mujeres y hombres, denuncia de la injusticia social y del dolor que esta provoca, la belleza como territorio del arte, búsqueda de lo emotivo, intersección entre el lenguaje poético y el narrativo...
El libro no es ni pretende ser un ensayo de divulgación artística a la manera en que lo son, por ejemplo, las explicaciones que ofrece el personal especializado del Museo del Prado sobre las obras que periódicamente va presentando. Ni tampoco al estilo de Los secretos de las obras de arte. Es decir, Carlos del Amor se mueve por los alrededores de la obra artística y no por su interior. Esto, sin duda, aporta un atractivo mayor para una gran parte de la población, porque permite contar con mayor facilidad. De hecho, es lo que hace al inicio de cada capítulo, imaginar a manera de brevísimo relato alguna circunstancia en torno a la obra o a quien la creó.
Sorprendente, en cambio, me parece que un libro impreso, que va por la tercera edición, que ha recibido un premio importante y que se ha publicado en una casa de prestigio, no haya sido leído con mayor atención antes de salir a la calle. Las erratas son pocas, cierto, pero no tendría que haber ninguna en una publicación de este nivel. Y menos la horrenda construcción de infinitivo con omisión del verbo personal, que hasta el propio manual de estilo de la entidad en la que trabaja recuerda que se debe evitar. Espero que la cuarta edición salga revisada.
domingo, 22 de noviembre de 2020
¿ESTAMOS SOLOS? EN BUSCA DE OTRAS VIDAS EN EL COSMOS
No creo que me equivoque si digo que esta es la obra de un científico, de un investigador, apasionado con su trabajo y entusiasmado con la divulgación, que pone al alcance de cualquiera cuál es el estado de la cuestión, qué podemos suponer, qué nos es dado imaginar y qué es lo que efectivamente sabemos sobre la vida más allá de nuestro diminuto planeta. Y es que Carlos Briones, a quien he tenido el placer de escuchar en directo en varias ocasiones, parece que lo sabe todo sobre el tema. Y cuando digo todo quiero decir todo, no solamente cuanto tiene que ver con su especialidad como bioquímico y biólogo molecular entregado a la investigación astrobiológica.
Por el texto van desfilando referencias y citas del mundo del cine, de la literatura, de la música, la ecuación de Drake, el programa SETI, la señal Wow!, la estrella Tabby, cuanto tiene que ver con la ciencia ficción, y con la ficción a secas. Desde Lucrecio a Saint-Exupéry, Sagan o el mismísimo Winston Churchill. Deliciosa la cita del primer ministro británico, no os la perdáis (p 474), o la de Brian May, guitarrista de Queen y ¡doctor en astrofísica!
Y qué decir de esas conversaciones de café que se trae con especialistas al acabar cada uno de los capítulos. Broche de oro a sus palabras. Mirad qué pedazo nómina: Muriel Gargaud, Emmanuelle Javaux, Ricardo Amils, Víctor Parro, Michel Viso, J. A. Rodríguez Manfredi, Olga Prieto Ballesteros, Jonathan I. Lunine, Joseph A. Nuth, Luisa Lara, Aki Roberge y David Dunér.
Hacer divulgación requiere claridad y sencillez, además de hacerlo de manera atractiva para que quien lee se sienta a gusto con el texto. En este sentido, e independientemente de que los descubrimientos avancen de manera significativa en este terreno, yo creo que la belleza y la verdad —Keats al fondo— que nutren las páginas del libro van a permanecer inalterables durante mucho tiempo. Es un regalo tanto para nuestro deseo de conocimiento como para nuestro sentido estético.
Dicho esto, conviene advertir que para poder acceder al estudio de la vida extraterrestre ha sido necesario pasar por muchas etapas previas para que la cuestión quede bien delimitada y se entienda. Etapas como intentar responder a la difícil cuestión de qué es la vida, cuál es su origen, qué es eso de la química prebiótica, quién es ese tan importante llamado LUCA, cuánto hay de azar y de necesidad en todo ello o por qué es tan esencial el agua y el carbono para estar donde estamos. Y el autor se abre camino por tan graves cuestiones con absoluta soltura y nos va seduciendo con su prosa ágil.
***
Nota para despistados: este es un libro de divulgación científica. Todavía no tenemos ninguna evidencia de vida más allá de nuestro planeta. Es muy probable que haya incluso vida inteligente en alguna parte del universo. El único problema es que el universo es muy, muy, pero que muy grande. Así, pues, desengañémonos. Podremos observar los planetas extrasolares desde la superficie o la órbita de la Tierra, aprenderemos cada vez más sobre ellos e incluso quizá encontremos señales moleculares de vida en algunas atmósferas. Esa es la ciencia real. Pero están a tantísima distancia de nosotros, incluso los más cercanos, que es una fantasía pensar que en algún momento vamos a poder viajar hasta allí. Por tanto, limitemos nuestro entusiasmo (p 427, palabras recogidas de Michel Mayor).
O dicho a la manera de James Miller, en A small fiction:
sábado, 21 de noviembre de 2020
PLENITUD
PLENITUD
...el pie caminante siente
la integridad del planeta.
JORGE GUILLÉN
y una perfección sin fisura
que deja sosegado el pensamiento.
Reposa el tiempo sobre sí mismo,
detiene un instante su impulso
y nos ofrece una caricia en azul.
Prodigio del momento
que en su fugacidad nos colma
y es capaz de fundir lo que se va
con lo imposible eterno.
Aquí puedes encontrar la librería más próxima a tu casa que dispone de ejemplares. |
MIREN ASIAIN LORA en El rincón de la ilustración
El horario de la exposición, lógicamente, es el del centro cultural:
De martes a viernes: 16:00-20:30
Sábados: 10:00-14:00, 16:30-20:00
Domingos: 10:00-14:00
Lunes y festivos : cerrado.
viernes, 20 de noviembre de 2020
LOS VIAJES DE LOLA FLORES
Captura de pantalla del blog Los viajes de Lola Flores |
No sé si has llegado hasta aquí buscando información sobre los viajes que hizo o no hizo la peculiar cantaora, si lo que te interesa es el flamenco, la vida privada de Lola Flores o ir algún día a Islandia para comprobar si puedes ver una aurora boreal. A lo mejor te desilusiona saber que lo que estoy haciendo es recomendarte un blog en el que se habla de unos tipos que se pegaron un viaje hasta el país de los géiseres. Pero no es tampoco un blog de viajes. O, para ser más preciso, no es un blog al uso sobre viajes.
En Los viajes de Lola Flores no vas a encontrar recomendaciones sobre dónde alojarte, qué época del año es la mejor para viajar, cuál es el medio de transporte más adecuado para moverte por la isla, qué equipaje te conviene llevar y ese tipo de indicaciones prácticas que aparecen en las páginas llenas de publicidad de las agencias de viaje y de guías turísticos. No, no vas a encontrar nada de eso.
—Entonces, ¿por qué rayos lo estás recomendando?
Pues porque es muy original, juega mucho con el humor, los tópicos y los estereotipos; tiene una escritura llena de chispa e incluso descarada, y no pretende venderte ni convencerte de nada. Por eso. Y, además, no sé quién es su autor, pero sí quiénes son los fotógrafos que el autor se llevó con él hasta la isla vikinga: Paolo (en su Instagram podéis ver más fotografías) y Aitor (en este caso, Flickr).
Disfrutad del texto y las imágenes: Los viajes de Lola Flores.
EN DEFENSA DEL VIAJE
Tony Wheeler es uno de los socios cofundadores de Lonely Planet. O sea, que se le da muy bien viajar, aunque un poco menos bien lo de escribir. De hecho, la frase más interesante de cuantas ha escrito en este librito (94 páginas) para explicarnos por qué seguiremos viajando después de la COVID-19 y por qué lo haremos de otra manera, es esta: Viajar nunca es inocuo. Comparto la afirmación, aunque podría matizarla diciendo que no debería serlo. Casos hay. Con ella se inicia el último apartado, el que lleva por título A modo de conclusión.
Lo mejor del libro es una cita que incluye en la página 88. Pertenece a Ana Briongos y está tomada de Negro sobre negro: Irán, cuadernos de viaje:
Tenía 20 años, viajaba sola, y no tuve nunca ningún problema. Había dejado atrás, por una temporada, la facultad de Física de Barcelona con sus clases, sus prácticas y sus exámenes, para sumergirme en esa universidad permanente que es el recorrer países y conocer a sus gentes. No son solo los bosques, los mares, los ríos, los desiertos, los caminos y los amaneceres; como tampoco son los monumentos ni los museos: son los hombres y las mujeres y los niños que en esos caminos y desiertos viven, de los que se aprende. Viajar de joven es importante, se viaja ligero de equipaje y ligero de bolsillo y se tiene el corazón como una esponja. Los caminos del mundo son una escuela donde se templa el espíritu y se afianzan la tolerancia y la solidaridad. Se aprende a dar y a recibir, a mantener las puertas abiertas de la casa y del espíritu y sobre todo a compartir. Se aprende a disfrutar de lo poco, a valorar lo que se tiene, a ser feliz en la austeridad y a festejar la abundancia. Se aprende a escuchar y a mirar y se aprende también a querer. Los jóvenes de los países de la abundancia tendrían que dedicar un año de su vida, antes de que las obligaciones familiares o profesionales los dejen atados para siempre, a viajar por los caminos del mundo, de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, con la mochila a la espalda. Perderían un año en la carrera del éxito —¡qué es un año!—, pero ganarían como personas porque se les ensancharía el horizonte, muchas veces reducido a conseguir una décima más en un examen, y el mundo entero saldría ganando.jueves, 19 de noviembre de 2020
OVIDIO Y LA PINTURA (segunda entrega, libros VII al XIII)
Cefalo y Procris. 1636-7. Rubens. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VII, Cefalo y Procris.
La caída de Ícaro. 1636-8. Jacob Peeter Gowy. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VIII, Dédalo e Ícaro.
Atalanta y Meleagro cazando el jabalí de Calidón. 1635-40. Rubens. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VIII, El jabalí de Calidón.
Muerte del centauro Neso. 1696-7. Luca Giordano. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IX, Neso y Deyanira.
Orfeo y Eurídice. 1636-8. Rubens. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro X, Orfeo y Eurídice.
Hipómenes y Atalanta. 1618-9. Guido Reni. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro X, Atalanta e Hipómenes.
Apolo vencedor de Pan. 1636-8. Jacques Jordaens. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XI, Midas.
Batalla de lapitas y centauros. 1835. Rafael Tegeo Díaz. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XII, Lápitas y Centauros.
Acis y Galatea. 1699-1704. Charles de la Fosse. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XIII, Acis, Galatea y Polifemo.
miércoles, 18 de noviembre de 2020
OVIDIO Y LA PINTURA (primera entrega, libros I al VI)
Ovidio y su Metamorfosis ha servido de inspiración y estímulo multitud de veces a multitud de artistas. Aquí solamente recojo algunas obras, a manera de
ejemplo, de homenaje y, cómo no, de acicate para la lectura del capítulo o pasaje de referencia.
De los quince libros que componen la obra, recorro hoy, de forma somera, los seis primeros. Mañana, los siguientes. Y de cuantos museos contienen pinturas que nacieron de la lectura de la Metamorfosis, tan solo acudo al Museo del Prado, excepto la primera ilustración, que he tomado de una edición francesa de la obra de Ovidio.
La anotación que hago debajo de la imagen recoge el título de la obra correspondiente, el autor y el apartado o capítulo del libro correspondiente a la Metamorfosis, que tenéis convenientemente enlazada para que podáis leer el pasaje de referencia.
¡Que mitología, pintura y literatura os acompañen!
Dibujo para una edición francesa de las Metamorfosis. 1808. La obra fue ilustrada por Jean-Michel Moreau y otros (la edición no especifica quién más). Metamorfosis, Libro I, Orígenes del mundo.
Júpiter y Licaón. 1638. Jan Cossiers. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Licaón.
Deucalión y Pirra después del diluvio. 1636-37. Juan Bautista Martínez del Mazo (copia de Cossiers). Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Deucalión y Pirra.
Apolo y la serpiente Pitón. 1636-7. Rubens. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, La serpiente Pitón.
Apolo persiguiendo a Dafne. 1636-8. Theodoor van Thulden. Copyright de la imagen: Museo del Prado. [La obra más famosa sobre el tema es la magistral escultura de Bernini, Apolo y Dafne]. Metamorfosis, Libro I, Dafne.
Mercurio y Argos. Hacia 1659. Velázquez. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Argos-Io y Siringe.
La caída de Faetón. 1636-8. Jan Carel van Eyck. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro II, Faetón.
Diana y Calisto.1635. Rubens. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro II, Calisto y Arcas-Calisto.
Cadmo y Minerva. 1636-8. Jacques Jordaens. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Cadmo.
Paisaje con Diana y Acteón. 1608. Hendrick de Clerck. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Acteón.
Narciso. 1636-8. Jan Cossiers. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Narciso-Eco.
Píramo y Tisbe. Siglo XVIII. Anónimo. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Píramo y Tisbe.
La fragua de Vulcano. 1630. Velázquez. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Marte, Venus y Vulcano.
Sísifo. 1548-9. Tiziano. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Los lugares infernales.
Perseo y Andrómeda. 1699-1702. Giordano Luca. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Perseo y Andrómeda.
El rapto de Proserpina. 1636-7. Rubens. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro V, Ceres-Rapto de Prosérpina.
Las hilanderas o la fábula de Aracne. 1655-60. Velázquez. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VI, Aracne.