"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
miércoles, 16 de julio de 2025
UN LIBRO, UN POEMA (Matsuo Bashō)
sábado, 19 de agosto de 2023
SAN SEBASTIÁN Y SUS FUEGOS
Supongo que la fascinación por los fuegos artificiales tiene algo que ver con la atracción por la sorpresa, con las emociones más primitivas, con algún estadio de regresión infantil cuando nos dejábamos arrastrar por cualquier novedad y todo nos parecía nuevo y distinto, con todo eso que se recoge en la expresión de admiración y sorpresa por antonomasia: ¡Ooooh!
A veces, incluso, me ofrecen una pequeña antología de la métrica con la que dejar constancia de la luz y sus proezas.
Pareado |
Silva eneasílaba |
Estrofa sáfica con nota al pie |
Composición en verso libre |
Boceto para haiku |
Bordón |
Pie anfíbraco |
Poema dadaísta |
Ovillejo |
Glosa |
Soneto con cola o estrambote |
Romance heroico |
lunes, 17 de abril de 2023
1as. JORNADAS DE POESÍA, AFORISMOS Y HAIKU
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El sitio |
Como el cartel lo dice todo, yo solo voy a añadir un ejemplo, clásico, de cada género por si eso sirviera para animar al personal a que se apunte.
Hierba de verano,
lo que resta
de la gloria del guerrero.
martes, 23 de agosto de 2022
LA CASA DEL POETA
¡Uf!, con tanta fiesta, creo que me estoy haciendo un lío. Lo mejor será que os deje tres breves ejemplos. Los hay largos y muy largos, pero tengo una especial querencia por los cortos.
HAIKU DE LA COCINA
Tú, lo importante.
Monda de la patata.
El resto, nieve.
CASA DENTRO DEL MAR
Un cuarto donde hubiera
olas,
donde la espuma y el fragor llegaran
hasta la cama. Un cuarto con mareas.
Con peces.
Con medusas.
Húmedo y exquisito.
Con sal y escalofrío.
Eso soñé.
Mis pies pisan arena
y tengo miedo de que sea mentira:
no abro los ojos y te toco a ciegas.
MOMENTOS QUE NO TIENEN PRECIO
Llegar al fin
hasta la puerta
de tu casa,
entrar,
echar todas las cerraduras,
y, como quien saborea
el sabor de la venganza,
decirlo:
"ahí
os quedáis,
hijosdeputa".
¿Cómo? ¿Que no os he dicho quienes eran los invitados? ¡Uy, es verdad, qué despistado! Aquí los tenéis:
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De la contraportada del libro. |
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sábado, 30 de julio de 2022
UN HAIKU, EL SIRIMIRI Y MI MEMORIA
Hoy la ciudad ha amanecido apaciblemente mojada y fresca. Una llovizna benefactora ha limpiado tanto el aire que nos envuelve como el suelo que pisamos. Un auténtico regalo.
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Editorial |
El poema de Yosa Buson aparece recogido en el libro Matsuo Bashō. Sendas de Oku, traducción de lo que fue un diario de viaje y una de las mejores colecciones de poemas de Matsuo Bashō. Los trabajos introductorios corrieron a cargo de Octavio Paz y la traducción de la obra Senda de Oku la realizaron el hispanista Eikichi Hayashiya y el mismo Paz. El libro, por suerte, podéis leerlo en internet. Está recogido en numerosos sitios. Dejo el enlace a este issue porque mantine el formato libro con su portada.
Este otro, que podría acompañar a la fotografía de la Concha, sí es de Bashō:
Es primavera:
la colina sin nombre
entre la niebla.
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sábado, 7 de mayo de 2022
JUAN F. TRILLO NOS HABLA DE "Con la barba sobre el hombro"
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Editorial |
Juan F. Trillo, doctor en Estudios Literarios por la U.C.M. y en Lingüística por la U.A.M, ha publicado Tom Wolfe, cronista de la Norteamérica sin Dios (PUV, 2016) y La flor del Cerezo. Haikus clásicos elegidos y comentados (La Taza vacía, 2020). Ahora nos habla de su último trabajo, una interesantísima novela que tiene como personaje central a Bernal Díaz del Castillo y que lleva por título un antiguo refrán cuyo significado dejo al albur de vuestra curiosidad.
—Has practicado el haiku y tienes publicada una estimable antología comentada sobre el mismo. ¿Qué te ha llevado a dar el salto a la novela histórica?
Lo cierto es que ha sido algo casual. Estaba buscando referencias sobre el uso del español de los siglos XV y XVI y me topé con Historia Verdadera de la Conquista de Nueva España de manera inesperada. Cuando lo leí, me sorprendieron tanto las peripecias que Bernal Díaz relataba, que me dije que era una pena que fuesen relativamente desconocidas entre el gran público y eso me llevó a contarlas en un lenguaje actual, que le resultase más familiar al lector de hoy en día y que le permitiese disfrutar de esta historia.
—Si algo exige de manera concienzuda este género es la búsqueda de información. Flaubert, para escribir Salambó llegó incluso a viajar a Cartago para conocer in situ los escenarios reales de las guerras púnicas. ¿Cuáles han sido tus fuentes y con qué problemas te has encontrado en tu investigación?
Me temo que mis metas han sido mucho menos ambiciosas. Como explico al inicio, Con la barba sobre el hombro, no es “un libro de historia”, es “un libro que cuenta una historia”, la misma que cuenta Bernal Díaz en su crónica, pero adaptada a una narrativa que le resultará más accesible al lector, tal vez no demasiado habituado al lenguaje arcaico que utiliza el autor de Historia Verdadera. Por otro lado, existen ya excelentes estudios históricos, tanto sobre Bernal Díaz, como sobre Hernán Cortés que me han sido de gran ayuda a la hora de contrastar y poner en contexto los hechos relatados. Es un periodo sobre el que existe una extensa documentación, disponible en la Real Academia de Historia y en el Instituto Cervantes, documentación digitalizada y de libre acceso, en su mayor parte, y de la que he hecho uso a menudo.
—Borges decía algo así como que por mucho que nos ocupemos del pasado la narración que hacemos de él en realidad está atendiendo más al presente que a los acontecimientos históricos. ¿Con la barba sobre el hombro alude también a la actualidad?
En este sentido, resulta a la vez fascinante y un poco deprimente comprobar lo poco que hemos evolucionado en cuestiones sociales y éticas, pues los vicios de entonces siguen muy presentes en la sociedad en que vivimos actualmente: la corrupción, la codicia, el deseo de aparentar… No queda sino concluir que son aspectos tan arraigados en nuestra cultura que es dificilísimo librarse de ellos. Leyéndolo uno reconoce personajes a los que podría poner el nombre de figuras de la actualidad.
—¿Qué es lo que te ha atraído del personaje Díaz del Castillo como para que le dediques una trilogía?
Las apasionantes aventuras que viven él y sus compañeros, que no tienen nada que envidiar a las que aparecen en las novelas históricas tan populares hoy en día. Solo que en este caso son, además, ciertas. En cuanto a la razón de dedicarle tres libros no es otra que lo extenso de la narración original. El protagonista es minucioso en el desarrollo de los acontecimientos, pues donde los libros de historia, a la hora de mencionar una batalla, por ejemplo, se centran en los datos mensurables (número de efectivos, resultado del conflicto, consecuencias inmediatas), Bernal cuenta el desarrollo de la misma con pelos y señales. Son estos pequeños detalles del día a día, que para el historiador pueden resultar poco relevantes, los que hacen atractiva la lectura para el gran público, pues muestran con claridad el carácter, la forma de pensar, e incluso los hábitos cotidianos de los protagonistas.
—¿Hasta qué punto es verdadera la Historia verdadera del conquistador castellano?
Esa es, como suele decirse, la pregunta del millón. En principio, los historiadores la dan por cierta en su mayor parte, hasta tal punto que a menudo la toman como referencia para sustentar esta o aquella reconstrucción de lo sucedido. Desde luego, su precisión en los detalles, nos remite al relato visual de un testigo ocular y la hace muy convincente, salvo en algunas pocas ocasiones, por ejemplo, cuando habla de las cifras de guerreros a los que se enfrentan los conquistadores españoles, algo que, en mi opinión, debe ser tomado como un recurso narrativo, para expresar la enorme superioridad numérica del enemigo. Por otro lado, está la cuestión de quién fue realmente este tal “Bernal Díaz del Castillo” y la de si fue él quien escribió la Historia Verdadera. El francés Christian Duverger, en su Crónica de la eternidad, argumenta, y lo hace muy bien, que quien se hacía llamar Bernal Díaz se apropió de una historia que escribió otra persona, alguien que, además, fingía ser casi iletrado, cuando en realidad disponía de una extensa cultura. Hay aquí varios misterios que yo dejo a los especialistas. Personalmente, no me interesa tanto la veracidad de lo narrado, como el aspecto literario, es decir, el relato que se cuenta y el modo en que está contado. Como he dicho antes, la historia y su estructura son, en sí mismas, excelentes, y espero haber aportado una forma de contarla lo suficientemente atractiva como para hacer que el lector se lo pase bien.
—Tal vez una de las mayores dificultades con que se encuentra el autor al escribir una novela histórica sea la de hallar el estilo adecuado para narrar los hechos que se quieren contar. ¿Cómo has resuelto este problema?
Esta es una pregunta muy interesante. Por un lado, debo decir que no me importa presentarla como “novela histórica” a pesar de que, en rigor, no lo es, pero dado que puede leerse como tal, creo que es una categorización que no le sienta mal. Por otra parte, he elegido el presente de indicativo para narrar la acción porque proporciona mayor inmediatez y porque establece una conveniente distancia con aquellos otros libros que son auténticos estudios históricos. Antes de empezar me plantee escribir una narración en primera persona, adoptando la voz de Bernal Díaz, pero esto me hubiese impedido introducir mis propias reflexiones y valoraciones de algunos acontecimientos, que me parecía interesante incluir. Digamos que el resultado ha sido una especie de compromiso entre distintos géneros que, espero, haya dado como resultado un texto con el que el lector disfrute.
—¿Cuál crees que es tu aportación con esta novela al conocimiento de la conquista de México?
La conquista de México es un tema sumamente sensible, que a menudo se aborda de manera emocional. Hay quien toma posiciones antes de examinar los hechos, hechos que, además, a menudo se han dado por sentado, pero que en ocasiones no resisten una revisión realizada con un mínimo de lógica. Por suerte, el “revisionismo histórico” de esta etapa es cada vez más abundante, por lo que poco a poco las cosas van entendiéndose como deben ser entendidas, esto es, en un contexto en el que abundan los matices grises, tanto por la parte española, como por la mexicana. Dicho esto, debo añadir que mi aportación al conocimiento de la conquista de México es realmente modesta y no va más allá de mover a la reflexión sobre algunas cuestiones que, a poco que nos paremos a pensar en ellas, caen por su propio peso.
—¿Crees que se leerá con igual disfrute a los dos lados del Atlántico?
Pues creo que sí, porque en ambas orillas es cada vez más abundante la autocrítica, pero una autocrítica razonada que toma en cuenta cuáles eran las reglas del juego en las que se movían los actores que intervinieron en este apasionante capítulo histórico. Eran años difíciles, en los que las relaciones entre los estados se regían exclusivamente por el poder de que disponía cada uno de estos actores. Si había algo valioso a su alcance, nadie se planteaba si era lícito —o mejor dicho, ético— tomarlo; la cuestión era: “¿Tengo la fuerza suficiente para cogerlo?”. Si la respuesta era “sí”, lo cogían, sin más. Y esto lo hacían todos.
—¿Podemos interpretar Con la barba sobre el hombro como un alegato contra la guerra?
Desde luego, sin ninguna duda. Aunque no fuese esa la intención del autor, es un mensaje que llega al lector de manera inequívoca y me hubiese gustado encontrar la oportunidad de citar a Benjamín Franklin cuando dijo que “no hay una guerra buena, ni una paz mala”. Curiosamente, Cortés aplicaba esta filosofía hasta las últimas consecuencias, pues era muy reticente a la hora de utilizar la violencia, a la que recurría solo cuando no le quedaba más remedio, si bien a él le movían motivos prácticos antes que éticos. Hobbes también insistió en esta idea y ojalá hubiese hoy en día más gente que se diera cuenta de lo sabia que es esta máxima.
—Da la impresión de que te has divertido mucho al redactar los títulos de cada capítulo; además, demuestras un gran talento para el dicho y la sentencia. ¿Me equivoco?
Bueno, lo cierto es que todo el texto da juego para ello. A veces, hay escenas que parecen casi de sainete y que permiten extraer conclusiones morales o simplemente prácticas, que en aquellos años solían transmitirse en forma de dichos o refranes. Recordemos que todo ello transcurre en una época en la que surge la literatura picaresca, lo que ya da una buena idea de en qué tipo de sociedad nos estamos moviendo. Así que, sí, personalmente disfruté redactando los títulos, solo espero que los lectores disfruten igualmente leyéndolos.
miércoles, 28 de abril de 2021
HAIKUS EN IMAGEN
En el libro Haikus japoneses de vuelo mágico, José Manuel Martín Portales escribe un hermoso comentario sobre este haiku. A él remito. Yo solamente he colocado la foto, capturada hace años al borde de una pequeña cascada en el norte de Burgos.
En los santuarios sintoístas y en los templos budistas de Japón, cuando alguien realiza una pequeña ofrenda, toma al azar una predicción escrita en un papelito (omikuji). Si lo que se expresa en el papel no es un buen augurio, sino todo lo contrario, la costumbre es dejarlo atado en la ramita de un árbol para que la predicción no se "vaya" con quien la obtuvo.
Feliz miércoles.
viernes, 9 de abril de 2021
EL HAIKU, algunos libros para orientarse
jueves, 7 de enero de 2021
HAIKUS CLÁSICOS. La mejor poesía japonesa
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Librerías que aún lo tienen |
que la belleza de las flores se marchitase.
Y yo me vi envejeciendo en el mundo
mientras caía la lluvia.
Efectivamente, el poema de Komachi no es un haiku. Y no, no es que mienta el título del libro o que Tom Lowenstein quiera engañarnos. Lo que ocurre es que este bellísimo libro tiene un trabajo introductorio en el que su autor, Lowenstein, hace un recorrido por los antecedentes del haiku y eso implica citar a Takechi no Kurohito, Ono no Komachi, Murasaki Shikibu o Kakinomoto no Hitomaro.
Por lo demás, esta antología de bolsillo guarda un maravilloso equilibrio entre la belleza de las fotografías (blanco y negro) que acompañan a los textos, la delicada y cuidadísima edición, los textos de los cuatro poetas clásicos de quienes se recogen los haikus (Basho, Buson, Issa y Shiki) y el interludio estacional, que sirve de excusa para ofrecernos haikus de otros poetas destacados y recordarnos la absoluta importancia que el ritmo de la naturaleza y la sucesión de las estaciones tiene en la producción poética japonesa.
Un placer para los sentidos.
miércoles, 6 de enero de 2021
miércoles, 8 de abril de 2020
HIROSHIMA (impresiones de un turista accidental, 5)
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Cúpula de la Bomba Atómica. |


En este sentido, las oficinas de turismo de la ciudad disponen de unos estupendos mapas en muchos idiomas con un recorrido de 62 puntos en los que se detalla qué nos vamos a encontrar en cada uno de ellos. Práctico y sugerente, me dejé guiar por él y al llegar al número 52 me encontré con este haiku:
Monumento al poema Haiku "Oración por la paz". |
Ni Google, ni la aplicación para traducir textos japoneses ofrecían ningún resultado. Nada de nada. El rastreo por internet aquel mismo día me dejó tan ignorante como estaba. Una vez en casa, me puse en contacto con varias instituciones para intentar conseguir la traducción y la autoría. De cuantos correos mandé, solo recibí respuesta de Casa Asia. Me ofrecieron la posiblidad de dirigirme al Secretario del Consul General del Consulado Japonés de Barcelona. Después de un largo mes de búsqueda, cuando ya había perdido la esperanza de encontrar respuestas, la mañana del lunes se iluminó:
Buenos días,
El haiku que nos envía reza:
悲しみの Kanashimi no Tristeza – de Hacia la triste
夏雲むけ natsugumo muke nube de verano – hacia nube de verano,
鳩放つ hato hanatsu paloma – soltar suelto una paloma.
康弘 Yasuhiro Paz-amplio Yasuhiro
Yo solté una gran sonrisa de alegría hacia el día que se me alumbraba.
Para que se entienda la respuesta debo aclarar que la primera columna recoge el haiku y la firma; la segunda, cómo suena; la tercera, las equivalencias de los idiomas; la cuarta, la traducción.
Pero la respuesta era mucho más generosa todavía: "Nube de verano" es el "kigo" o palabra estacional obligatoria. Entiendo que tiene el doble sentido de las nubes reales por un lado y la nube de hongo de la bomba atómica por otro. El autor libera en esa triste dirección la paloma de la paz. La ambivalencia de las palabras estacionales es un recurso clásico del haiku y otras formas de poesía nipona.
Y continuaba: Los autores de haiku usualmente no firmaban con su nombre real, sino nombres artísticos, a menudo de naturaleza humilde y simbólica. "Yasuhiro" se escribe con caracteres que significan paz y amplio, extenso o grande (hiro, sin ser exactamente el mismo hiro de Hiroshima, se lee igual y significa lo mismo). El firmante "Yasuhiro", sin embargo, no es una persona anónima, sino el exprimer ministro Yasuhiro Nakasone, que gobernó en los 80 y falleció hace unos meses a los 101 años de edad. Si no me equivoco, el monumento se inauguró en octubre de 1987 (año 62 de la era Showa).
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Pulsa aquí para ver con detalle el plano (número 52). |
miércoles, 5 de febrero de 2020
EL PÁJARO Y LA FLOR
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Editorial |
Por suerte, el título aún está vigente y se puede conseguir en cualquier librería. En él se recogen casi doscientos poemas que van desde el siglo VII hasta el XX. Puede que parezca una muestra pequeña, pero es una muestra que permite hacernos una idea bastante cabal de la poesía japonesa a través del tiempo. A eso ayuda la contextualización literaria, histórica y cultural del estudio introductorio del antólogo, además de los comentarios breves, pero precisos, que acompañan a los poemas.