"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
Ignoro si Fernando Mircala adquirió la pasión por el recorte y la destreza en el mismo mientras veía la película de Eduardo Manostijeras, o fue el amor por el séptimo arte el que le llevó a esculpir algunas de las imágenes más icónicas de la historia del cine. El caso es que recorrer la pequeña sala de exposiciones del Centro Cultural Okendo es entrar en un juego visual que nos lleva al mismo tiempo a la infancia, al cine y al placer artístico de la miniatura.
En la exposición se recogen dioramas sobre películas de todas las épocas, pero hay una diferencia notable entre los trabajos dedicados a representar las películas extranjeras y las películas españolas. Como el mismo Mircala explica en el vídeo, estos últimos son más un homenaje a los grandes cartelistas que una recreación original.
Seguramente la exposición gustará más a quien sea aficionado al cine y tenga ya unos cuantos años, porque la memoria de lo visto añadirá encanto y detalles a cuanto ahí se recoge; sin embargo, el placer que produce el objeto visual en sí y el aporte lúdico del diorama hará que disfruten de la muestra todas las edades, aunque tal vez los más pequeños sufran un poco al no poder echar mano a las piezas y moverlas a su antojo.
Ver la exposición acompañado y recrearse después charlando con la compañía de las películas que en la exposición se representan puede ser uno de esos pequeños placeres que hacen el día más suave y entrañable. Aquí os dejo con Fernando Mircala.
—Oye, me voy a nadar. ¿No te gustaría venir? Pero, claro, te gustará más trabajar. Claro que te gustará.
Tom se le quedó mirando un instante y dijo:
—¿A qué llamas tú trabajo?
—¡Qué! ¿No es eso trabajo?
Tom reanudó su blanqueo y le contestó, distraídamente:
—Bueno; puede ser que lo sea y puede que no. Lo único que sé es que le gusta a Tom Sawyer.
—¡Vamos! ¿Me vas a hacer creer que a ti te gusta? La brocha continuó moviéndose.
—¿Gustar? No sé por qué no va a gustarme. ¿Es que le dejan a un chico blanquear una cerca todos los días?
Aquello puso la cosa bajo una nueva luz. Ben dejó de mordisquear la manzana. Tom, movió la brocha, coquetonamente, atrás y adelante; se retiró dos pasos para ver el efecto; añadió un toque allí y otro allá; juzgó otra vez el resultado. Y en tanto Ben no perdía de vista un solo movimiento, cada vez más y más interesado y absorto. Al fin dijo:
—Oye, Tom: déjame encalar un poco.
Tom reflexionó. Estaba a punto de acceder; pero cambió de propósito: —No, no; eso no podría ser, Ben. Ya ves..., mi tía Polly es muy exigente para esta cerca porque está aquí, en mitad de la calle, ¿sabes? Pero si fuera la cerca trasera no me importaría, ni a ella tampoco. No sabes tú lo que le preocupa esta cerca; hay que hacerlo con la mar de cuidado; puede ser que no haya un chico entre mil, ni aun entre dos mil que pueda encalarla de la manera que hay que hacerlo.
—¡Quiá!... ¿Lo dices de veras? Vamos, déjame que pruebe un poco; nada más que una miaja. Si tú fueras yo, te dejaría, Tom.
—De veras que quisiera dejarte, Ben; pero la tía Polly... Mira: Jim también quiso, y ella no le dejó. Sid también quiso, y no lo consintió. ¿Ves por qué no puedo dejarte? ¡Si tú fueras a encargarte de esta cerca y ocurriese algo!...
—Anda..., ya lo haré con cuidado. Déjame probar. Mira, te doy el corazón de la manzana.
—No puede ser. No, Ben; no me lo pidas; tengo miedo...
—¡Te la doy toda!
Tom le entregó la brocha, con desgana en el semblante y con entusiasmo en el corazón. Y mientras el exvapor Gran Missouri trabajaba y sudaba al sol, el artista retirado se sentó allí, cerca, en una barrica, a la sombra, balanceando las piernas, se comió la manzana y planeó el degüello de los más inocentes. No escaseó el material: a cada momento aparecían muchachos; venían a burlarse, pero se quedaban a encalar. Para cuando Ben se rindió de cansancio, Tom había ya vendido el turno siguiente a Billy Fisher por una cometa en buen estado; cuando éste se quedó aniquilado, Johnny Miller compró el derecho por una rata muerta, con un bramante para hacerla girar; así siguió y siguió hora tras hora. Y cuando avanzó la tarde, Tom, que por la mañana había sido un chico en la miseria, nadaba materialmente en riquezas. Tenía, además de las cosas que he mencionado, doce tabas, parte de un cornetín, un trozo de vidrio azul de botella para mirar las cosas a través de él, un carrete, una llave incapaz de abrir nada, un pedazo de tiza, un tapón de cristal, un soldado de plomo, un par de renacuajos, seis cohetillos, un gatito tuerto, un tirador de puerta, un collar de perro (pero sin perro), el mango de un cuchillo y una falleba destrozada. Había, entretanto, pasado una tarde deliciosa, en la holganza, con abundante y grata compañía, y la cerca ¡tenía tres manos de cal! De no habérsele agotado la existencia de lechada, habría hecho declararse en quiebra a todos los chicos del lugar.
Tom se decía que, después de todo, el mundo no era un páramo. Había descubierto, sin darse cuenta, uno de los principios fundamentales de la conducta humana, a saber: que para que alguien, hombre o muchacho, anhele alguna cosa, sólo es necesario hacerla difícil de conseguir.
Este es uno de los pasajes más conocidos de la obra de Mark Twain y con el que se nos presenta claramente qué tipo de muchacho es su protagonista: travieso, inquieto, de inteligencia viva, imaginativo, divertido y sincero.
El libro se nos presenta como una novela de aventuras para jóvenes en el que un chico que quiere hacerse un lugar en la vida, pero como toda obra maestra es eso y mucho más. En esta novela encontramos una muy amena crítica social de las costumbres, los estereotipos y la hipocresía de la época, lo que la convierte en una obra de la que también una persona adulta puede disfrutar, y mucho. Además, cómo no, es una novela de formación o aprendizaje, donde podemos comprobar el cambio que se opera en las personas a través de las experiencias vividas, comienzan siendo niños y terminan siendo adultos.
Un canto a la amistad y una entretenidísima historia para un par de tardes, se tenga la edad que se tenga. Con razón Faulkner dijo de Twain que "era el padre de la literatura americana".
Y para los que sois un poco más perezosos, el Audio completo (no adaptado) de la novela:
o la adaptación (esta sí) cinematográfica del director Norman Taurog:
Al borde mismo del leve anochecer, cuando la luna pinta grande y redonda y sólo Venus es capaz de competir en sutileza con el horizonte, el paseante se acodó en el pretil del puente y observó lo que el momento le ofrecía: la luz y sus magníficos reflejos sobre el agua, la mansedumbre de la ciudad, el aire transparente de una jornada a finales de abril, los últimos juegos de los niños en un parque. Después revoloteó en torno suyo algo que ignoramos y se lanzó al vacío en silencio.
Se dice que la historia de la Iglesia de Saint-Sulpice es la más rara de entre todas las de los edificios de París. Construida sobre las ruinas de un antiguo templo dedicado a Isis, la antigua diosa egipcia, la iglesia posee una planta prácticamente idéntica a la de Notre Dame. En esa basílica recibieron las aguas bautismales figuras como el marqués de Sade o Baudelaire, y en ella se casó Victor Hugo. El seminario anexo cuenta con una historia bien documentada de heterodoxia, y en otros tiempos fue punto de encuentro clandestino de numerosas sociedades secretas (cap. 19, p 114).
Y en el capítulo 22, página 134, esto otro: Encajada en el pavimento de granito gris, una delgada franja de metal pulido brillaba en la piedra... una línea dorada que cortaba la uniformidad del suelo de la iglesia. Aquella forma alargada tenía grabadas unas marcas graduadas, como si fuera una regla. Era un gnomon, según le habían dicho, un instrumento astronómico pagano parecido a los indicadores de las horas en los relojes de sol. De todo el mundo acudían a Saint-Sulpice turistas, científicos, historiadores y no creyentes para admirar la famosa línea. (...) Era una especie de gnomon, un vestigio del templo pagano que antiguamente había sido erigido en aquel lugar.
A Brown, lógicamente, no le interesaban la exactitud de sus afirmaciones ni la cantidad de verdad o mentira de las mismas. En una historia de suspense y aventuras donde se mezclan hábilmente una teoría de la conspiración, el esoterismo y personajes bíblicos archiconocidos, lo que se busca es que la lectura nos atrape como sea. Pero, además del ejercicio de la lectura en sí, ha tenido otros efectos beneficiosos colaterales, como el turismo cultural que busca explicaciones racionales.
Y no es solamente la Iglesia de Saint Sulpice la que contiene una meridiana. Viajar por Europa y poner atención al suelo de las iglesias puede depararnos muchas sorpresas, algunas relacionadas con la cultura clásica, otras con la historia local o regional y otras más con la investigación científica como es el caso. Pero vayamos a lo que nos ocupa: las meridianas.
No es que la Iglesia como institución estuviese interesada en los movimientos solares per se. Lo que buscaba era determinar con la mayor exactitud posible la fecha pascual. Si el Concilio de Nicea había establecido que el día de la Resurrección era el primer domingo después de la primera luna llena del equinoccio de primavera, fijar con exactitud las fechas equinocciales era fundamental para el culto.
Sin embargo, este empeño investigador no se ciñó de forma exclusiva a la determinación de las fechas equinocciales. En otras ocasiones sirvió para determinar la duración del año solar o la exactitud de la hora. En este trabajo investigador podemos encontrarnos con destacados matemáticos, ingenieros y científicos de cada uno de los momentos correspondientes.
La primera fue la que instaló Paolo dal Pozzo Toscanelli en la catedral de Florencia en 1467. La mayor del mundo, con casi 67 metros de longitud es la San Petronio, de Bolonia, realizada por Giovanni Domenico Cassini. En España, que yo sepa, hay dos en el Monasterio del Escorial construidas por Juan Wendlingen, otra en el Palacio de Aranjuez, y otra más en la iglesia de San Pedro —en la actualidad aula de astronomía— de Becerril de Campos, visita obligada para cualquier aficionado a esta disciplina.
Lou Andreas-Salomé veía así a su amigo Nietzsche: Yo diría que Nietzsche fascinaba por ese aire secreto que hacía presentir en él una soledad no confesada —y esto producía una fuerte impresión desde el primer golpe de vista— Un observador superficial no hubiera podido encontrar en él nada notable; de talla media, vestido muy sencillamente, aunque con sumo cuidado; de expresión pacífica y con el cabello castaño peinado hacia atrás, podía pasar fácilmente desapercibido. Fáuston da Silva, director y guionista, lo ve de manera más positiva y nos cuenta una historia de superación encarnada en un alumno de escuela que un día se pone a leer Así habló Zaratustra. La metáfora del cambio a través de la lectura, a pesar de la enorme hipérbole del tiempo y de la comprensión, es seductora y hermosa, pero no siempre funciona. En este caso, el corto nos ofrece una historia bienintencionada, pero el hecho de que utilice un lenguaje cinematográfico realista no favorece la credibilidad del mismo. Del final, mejor no hago ningún comentario. A pesar de todo, me quedo con ese mensaje tan sencillo como evidente y universal: la educación es la mejor herramienta para el desarrollo de una comunidad y de una persona. Y también es cierto que la idea nietzscheana de superhombre es una hermosa idea de aceptación de la vida y superación, válida incluso para encontrar consuelo; si no lo creéis, preguntadle a Botton.
Tal y como se puede ver en el apartado tertulias, el próximo 10 de noviembre tendremos para disfrutar y debatir la poesía de Fernández Mallo, uno de los poetas más renovadores y vanguardistas del panorama poético actual. Si siempre es conveniente leer la obra completa para poder disponer de cierto criterio y hacernos una idea más o menos clara de los parámetros, intereses, poética, contenido, etc., de lo que allí aparece, en el caso del poeta gallego es casi un obligación. Acudir a una docena de textos entresacados de sus títulos puede dejarnos tal y como estábamos antes de haberlos leído. Pero más allá de su obra poética quiero recomendar la lectura de lo que podríamos entender como su poética, además de ser un ensayo general sobre poesía y texto fundacional del movimiento postpoético. Texto casi imprescindible para entender qué es lo que el autor quiere hacer con la poesía. Vaya como aperitivo de reflexión, el comienzo del mismo: Empecemos diciendo que la Poesía Postpoética actúa por experimentación; es, en esencia, un laboratorio. Mejor dicho, dado que es una actitud, aspira a ser un laboratorio. De la misma manera que, como decía Deleuze, la filosofía debe encargarse de construir conceptos, o de la misma manera que el ingeniero debe construir puentes, el político bienestar, el científico representaciones plausibles, el banquero superávit, el caminante mapas y el juguetero ingenuos monstruos, el postpoeta lo que debe construir son artefactos poéticos que fluyan desde ya para la sociedad contemporánea (la negrita es mía). Sin ningún género de dudas, la obra de Fernández Mallo va a sorprender a quien no esté habituado al experimentalismo y los juegos vanguardistas, o a quien esté acostumbrado a pensar en poesía desde los parámetros exclusivos de la poesía como género literario clásico. Para una primera aproximación al pensamiento del poeta, esta conversación entre Federico Soriano y él puede valer. También la entrevista que le hizo Mª Elena Vallés y que aparece al final de la selección de textos preparados para la tertulia.
Dicen que cuando aún estamos en el cristal de la placenta vemos toda nuestra vida pasar en fragmentos desordenados y rotos, acúmulo que olvidamos en el instante de nacer. Camino entre la espuma cristalizada de una civilización, seca desde hace tres mil quinientos años. Primer destino viajero del feto. Quién pidiera sacar ya un ojo y contar sesenta y una estrellas en el cielo. Se acerca noviembre, los turistas van desapareciendo, el vigilante, que a falta de leña solía pasar el invierno quemando mapas y postales, este año se las escribe antes a sí mismo porque le han dicho que usadas queman mejor. Desciendo las escaleras que conducen a los aposentos reales, siento la compresión del aire. Enciendo el mechero. En la pintura un laberinto, lo ilumina un hilo de seda, y un joven que de nada se entera, paciente de cuarenta y tres años, tabaquismo, sin antecedentes familiares. enfisema pulmonar con disnea tras moderados esfuerzos. En agosto de este año inicia cuadro con edema en extremidades y dolor. Nódulo espiculado en LSD. No inclusive en Protocolo de QT adyuvante + Radioterapia. Reprimo una lágrima. Clac. La enfermera me corta el cordón umbilical. A partir de ahí no recuerdo nada. [0]
Por fin y cuando ya casi está demediado el mes, puedo ocuparme del cielo nocturno, que este mes nos obsequia con un par de lluvia de estrellas y un cambio de hora, al menos para los que vivimos en Europa y en unos cuantos sitios más.
Planetas: Mercurio no es visible. Venus es visible en el horizonte E antes de la salida del sol. Marte es visible al final de la noche y al alba en el horizonte E, por delante de Venus. Júpiter se encontrará en conjunción con el Sol el 26 de octubre, por lo que no es visible. Saturno se encuentra en Ofiuco y es visible durante la primera parte de la noch
Fuente: Stellarium
Luna: llena, el 5; nueva, el 27.
Lluvia de estrellas: Las Dracónidas alcanzaron su apogeo la noche del 8 al 9 de octubre. Las Oriónidas, aunque son visibles durante todo el mes, alcanzarán su mejor momento la noche del 21.
Cambio de hora: el día 26 se retrasa una hora el reloj. A las 03:00 serán las 02:00.
EEI: para saber cuándo es visible desde tu lugar la Estación Espacial Internacional, introduce el nombre del país y la ciudad más próximos a tu lugar de observación en este enlace.
Al comenzar el año, en enero, Blakie Books sacaba El libro de Gloria Fuertespara conmemorar el centenario del nacimiento de la madrileña Gloria Fuertes. Del libro se puede decir lo mismo que de la poeta, que es un encanto: poemas, fotografías, dibujos, anécdotas, recuerdos personales, cartas, un texto sucinto y equilibrado... Ni la propia obra de la autora nos aproximan tanto y tan bien a la mujer que conocimos como Gloria Fuertes. Si alguien quiere acercarse a ella sin tener que recurrir al trabajo de investigación y archivo, este es el libro adecuado. Y todo ello con la amabilidad, la sencillez, el calor y la buena presencia que la propia autora desprendía, pero sin el halago y la zalamería que suponen los centenarios. Sin duda, la imagen más conocida de Gloria Fuertes es la de escritora para niños. La fama que adquirió fue notable. Sobre este asunto hay unas cuantas anécdotas y textos deliciosos. No me resisto a copiar aquí dos de ellos, con sentidos totalmente opuestos: En una gala del Premio Gloria Fuertes de Poesía Escrita por Niños, un niño de Ávila sube temblando a recoger su premio y se pone a llorar como una magdalena a medio camino, muerto de nervios. Gloria baja hasta donde está. "¿Me das una lágrima?", le dice. El niño, contrariado, asiente, y Gloria le agarra una lágrima de la mejilla con dos dedos. "¿Me la puedo beber?", le dice. El niño sonríe y responde que sí. Gloria se bebe la lágrima y al niño le da un ataque de risa. Todo el mundo aplaude. Una noche, a las cinco de la madrugada, Gloria está en un chalé de Calpe, (Alicante) al que ha ido a celebrar el cumpleaños de una amiga. Sale a fumar y a que le dé el aire, y de detrás de unos matorrales, en mitad de la nada, sin más casas en kilómetros a la redonda, emergen dos niños que llevan horas esperando allí agazapados para pedirle un autógrafo. Gloria se pone a gritarles de todo hasta que salen huyendo. El buen trabajo de Jorge de Cascante permite que podamos utilizar el famoso verso de la autora, Esto no es un libro, es una mujer, para referirnos a esta antología de poemas y vida que ha sabido redactar y organizar con el ánimo y el estilo de Gloria Fuertes, quien tenía la mejor poética de la que se puede disponer:
La poesía no debe ser un arma, debe ser un abrazo, un invento, un descubrir a los demás lo que les pasa por dentro, eso, un descubrimiento, un aliento, un aditamento, un estremecimiento. La poesía debe ser obligatoria.
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Cuando esté a punto de finalizar el año, el 13 de diciembre, el grupo de personas que formamos parte de las tertulias poéticas irunesas de la biblioteca realizaremos una lectura en recuerdo de esta singular mujer que nunca dejó de animar a los demás, pero no pudo animarse a sí misma cuando la soledad empezó a ocupar su casa. Los poemas que vamos a utilizar podéis leerlos aquí.
Después de un tiempo alejado del blog y del ordenador por razones técnicas que no vienen al caso, vuelvo a publicar. Tengo pendientes algunas entradas, pero por si alguien se anima y porque eso requiere tal vez desplazamiento, quiero dar noticia del FIPMAD 2017 que se desarrollará durante los días 24 y 25 de este mes y del que aquí tenéis su programa:
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EL Festival, a través de la Editorial Verbum, publica la antología Ahora que calienta el corazón, en la que se recogen poemas sobre las cuatro estaciones escritos por las personas que participan en el mismo, además de otros cuantos pertenecientes a poetas clásicos o consagrados. Como participante en el evento, en la antología se recoge el poema que dediqué al verano hace ya un tiempo, y que podéis leer aquí en castellano o en euskera en este otro espacio. Y como ya estamos en otoño, os dejo uno de los poemas que aparecen en la antología. Es del maestro Benedetti, es decir, uno de esos poemas de autores consagrados que abren cada una de las secciones —mejor, estaciones—en que está dividida la publicación. Pertenece al poemario Insomnio y duermevelas.
OTOÑO
Aprovechemos el otoño antes de que el invierno nos escombre entremos a codazos en la franja del sol y admiremos a los pájaros que emigran
ahora que calienta el corazón aunque sea de a ratos y de a poco pensemos y sintamos todavía con el viejo cariño que nos queda
aprovechemos el otoño antes de que el futuro se congele y no haya sitio para la belleza porque el futuro se nos vuelve escarcha
En el discurso del acto de entrega del Premio Reina Sofía, Salamanca 1996, Ángel González citaba una significativa anécdota sobre Mallarmé y su manera de entender la poesía. Recojo el párrafo completo a través del libro La poesía y sus circunstancias, editado en 2005. Lo quiera o no, el poeta, cuando junta palabras, está configurando una idea del mundo. Insisto: lo quiera o no. Incluso los versos sonoros y pretendidamente inanes de Mallarmé son a su manera elocuentes, dicen algo, aunque no sepamos qué. "Cuando escribí ese poema —cuentan que respondió Mallarmé a quien le preguntaba por el sentido de una de sus composiciones—, Dios y yo sabíamos lo que quería decir; ahora, sólo Dios"(p 274). La poesía, como todas las cosas del mundo, puede ser clasificada en dos apartados. No otra cosa hacen los manuales cuando para explicar el desarrollo de la literatura, recurren a etiquetas como barroco, clasicismo, romanticismo, simbolismo, naturalismo, modernismo... Siempre es por oposición al anterior movimiento, al que se pretende superar. En este sentido es en el que recojo la referencia al poeta francés para señalar que la poesía se puede dividir en dos: la clara y la hermética. La poesía en la que alusiones, significados e imágenes son más o menos inteligibles desde un primer momento por un gran público, y la poesía cuyo significado exige un gran esfuerzo por parte del lector para adentrarse en ella. No es una mejor que la otra. La calidad, por desgracia, suele asociarse a la cantidad de estudios críticos, tesis y demás publicaciones que se realizan sobre una obra determinada. Es una cuestión de gustos, de momentos y de preferencias. ¿Quién podría demostrar que la poesía de Lorca es mejor o peor que la de Machado, que la de Pessoa, que la de Verlaine, que la de Keats o que la de Góngora? Sin embargo, de tanto en tanto, como si quien escribe tuviera que justificar la opción personal por la que se inclina y menospreciar el resto de las opciones, se puede oír el ruido de batallas dialécticas, peleas de bar literarias y ajustes de cuentas poco honrosos para la comunidad. Los navajazos aquí, afortunadamente, no son literales sino metafóricos. Y es que, como ya nos advirtió Cipolla, la estupidez está democráticamente repartida entre todas las capas y colectivos sociales.
Zurbarán es archiconocido en el mundo de la pintura por sus lienzos de carácter religioso: frailes, conventos, cristos, vírgenes... Sin embargo, tal vez sean sus bodegones los trabajos más admirados en la actualidad. Y es que a la originalidad del enfoque y la representación hay que añadir una técnica absolutamente precisa. Elena Cenalmor Bruquetas, directora adjunta de Conservación del Museo del Prado, nos comenta el famoso Bodegón con cacharros. Además de lo mucho que podemos aprender con "guías" de su categoría, en este caso debemos añadir la utilización de un vocabulario prácticamente ya perdido. Atención a estas palabras: bernegal, salvilla de peltre, alcarraza, (no alcazarra) y búcaro, de todas ellas, seguramente la menos perdida.
Copio el programa que ayer se hizo público del evento Naukas Valladolid:
El planteamiento del evento es sencillo, pero os aseguramos que resultará apasionante. Los participantes serán investigadores y expertos en diferentes campos de la ciencia y la tecnología. Cada ponente tendrá 25 minutos divididos de la siguiente manera: -5 minutos para explicar brevemente en qué consiste su trabajo, su campo de investigación. -20 minutos para hablar sobre lo que puede suceder en ese campo en los próximos 20 años: descubrimientos que podrían revolucionar esa área científica, lo que esperan que ocurra en las próximas dos décadas (o incluso lo que les gustaría que ocurriese), etc.
José Ramón Alonso es Doctor por la Universidad de Salamanca. Catedrático de Biología Celular y Director del Laboratorio de Plasticidad neuronal y Neurorreparación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León.
Diego R. Llanos es Doctor en Informática y profesor del Departamento de Informática de la Universidad de Valladolid. Tras veinte años de investigar en temas relacionados con supercomputación y sistemas empotrados, y cansado de exportar sus mejores estudiantes al extranjero, se decidió a fundar RDNest.com, una start-up universitaria especializada en soluciones de ingeniería en el campo del Internet de las Cosas, fabricación inteligente y sistemas de localización sin GPS.
Mónica Lalanda es médico de Urgencias, Máster en Etica Médica y en Bioética y Bioderecho, ilustradora y autora del cómic Con-ciencia Médica. Es promotora del grupo de innovación Medicina Gráfica y ha pasado años escribiendo para medios de comunicación ingleses y españoles como Casebook, Hospital Doctor o El Mundo. Realiza divulgación a través de sus blogs Medicoacuadros y MonicaLalanda.
Raquel Blasco Redondo es Médico especialista en Medicina Interna, responsable de la Unidad de Medicina Interna del Centro Regional de Medicina Deportiva de la Junta de Castilla y León. Doctora en Ciencias de la Salud por la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid. Profesora asociada en Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de Valladolid. Área de conocimiento Nutrición y Bromatología. Profesora colaboradora honorífica universitaria en numerosos másters y títulos propios de las Universidades Católica San Antonio de Murcia, Alcalá de Henares, Salamanca y País Vasco (Vitoria)
Miguel Ángel Rodríguez es Catedrático de Física de la Materia Condensada en la Universidad de Valladolid. Sus líneas de investigación han estado siempre relacionadas con los materiales celulares (también conocidos como materiales porosos o espumas) materiales de gran interés industrial y en el que existe todavía un amplio margen para generar nuevos conocimientos científicos. En el año 1999 fundó junto con el profesor José Antonio de Saja el Laboratorio de Materiales Celulares de la Universidad de Valladolid (CellMat), del que es actualmente director.
Miguel Santander es astrofísico y escritor. Como doctor en Astrofísica realiza su investigación en el Observatorio Astronómico Nacional (IGN). Es miembro de NANOCOSMOS, proyecto liderado por el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC). Como escritor ha publicado diferentes novelas futuristas como El legado de Prometeo, La costilla de Dios o La epopeya de los amantes.
SÁBADO 30 DE SEPTIEMBRE – SESIÓN DE TARDE
17.00-17.05 Presentación del evento por Antonio Martínez Ron
17.05-17.30 Carlos Briones – La ASTROBIOLOGÍA del futuro
Carlos Briones Doctor en Ciencias Químicas (Bioquímica y Biología Molecular) por la Universidad Autónoma de Madrid. Es Científico Titular del CSIC en el Dpto. de Evolución Molecular del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA, asociado al NASA Astrobiology Institute), donde dirige un grupo que trabaja en los campos del origen de la vida, los virus con genoma de RNA y la bionanotecnología. Posee una dilatada experiencia en divulgación científica. Entre otros libros publicados, recientemente ha sido coordinador y coautor de “Orígenes. El universo, la vida, los humanos”.
Gemma Ramón Cueto es Doctora Arquitecta por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Valladolid, especializada en el diagnóstico, conservación y restauración de Estructuras de Madera. Profesora de construcciones arquitectónicas y estructuras de madera del Departamento de Construcciones Arquitectónicas, Ingeniería del Terreno y Mecánica de los Medios Continuos y Teoría de Estructura desde el año 2001.
17.55-18.20 Rosa Porcel – La AGRICULTURA del futuro
Rosa Porcel es Licenciada en Biología y Doctora en Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad de Granada. Premio Nacional de Investigación en Relaciones Hídricas de Plantas. Especializada en tolerancia a sequía y salinidad. Actualmente es investigadora en mejora genética de plantas en el Instituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana, perteneciente a la Universidad Politécnica de Valencia.
Concepción Lillo es Doctora en Biología, obteniendo el premio extraordinario de doctorado en 2001 y fue contratada como contratado posdoctoral desde el 2002 hasta el 2006 en The Scripps Research Institute de California (EEUU). En 2006 fue investigadora Ramón y Cajal en la Universidad de Salamanca hasta el 2011 cuando obtiene la plaza de Profesora Titular en el área de Biología Celular en la misma Universidad, compatibilizando la investigación en el INCYL (Instituto de Neurociencias de Castilla Y León).
18.55-19.20 Pepe Cervera – El SER HUMANO del futuro
Pepe Cervera es Licenciado en Biología y especializado en Paleontología y miembro del equipo original de las excavaciones de yacimientos como Atapuerca. En 1995 cambia de línea de trabajo cursando el Máster de Periodismo UAM/El País; trabaja en medios de comunicación desde entonces. Mantiene desde 2004 un blog de ciencia y tecnología llamado Retiario (en El Mundo, 20 minutos y RTVE.es). Profesor Visitante en la Universidad Rey Juan Carlos entre 2008 y 2012 y en la Universidad Internacional de la Rioja, Unir.net. Es Defensor de la comunidad del lector de eldiario.es y actualmente escribe en medios (ElDiario, 20minutos, ElConfidencial) y da clase en másters de periodismo digital en el IAE y el EIC.
Jose Antonio Pérez (Mi mesa cojea) es guionista y escritor. Ha dirigido programas en televisión, escribe en diferentes medios de comunicación y colabora en diversas cadenas de radio. También ha escrito una novela, “Esto no es una historia de amor”, y su actual proyecto radiofónico, el gran Apagón, ha finalizado con éxito su segunda temporada en la plataforma Podium de la Cadena Ser.
19:35 – 19:50 Ángel Martín – Cierre de Naukas Valladolid
Ángel Martín es humorista, guionista, actor y presentador de televisión. Ha participado en numerosos programas de televisión, como Sé lo que hiciste o como Órbita Laika, un late night que reunía entrevistas, ciencia, tecnología, experimentos y humor.
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La entrada al evento es libre (no es necesaria reserva) y gratuita.
Me encuentro con la Poesía completa de Erri de Luca en una de las bibliotecas que frecuento. No había leído nada de este poeta autodidacta italiano, ni tampoco había leído nada sobre él. Desconocía su existencia, pero una estantería de novedades hace que me fije en él y me lo llevo.
Seix Barral publica el volumen de manera bilingüe, que es la forma más hermosa y respetuosa de publicar poesía.
Salvando las distancias que producen la geografía, el estilo, la formación y los contextos vital y político, me recuerda mucho la poesía que practicaba el ya desaparecido Ángel González. Les une la profunda preocupación por lo humano, no la circunstancia. También —y esto lo diría un amigo a quien le robo la expresión—, la cantidad de abrazos que ofrecen con sus palabras.
Recojo del poemario que da título al tomo, Sólo ida, uno de los poemas que Fernando Valverde, el traductor, destaca en el prólogo. Después, un breve poema de El huésped empedernido.
Somos los
innumerables, el doble en cada centro de expulsión,
adoquinamos de esqueletos vuestro mar para caminar sobre ellos.
No podéis contarnos, si nos contáis aumentamos,
hijos del horizonte, que nos manda de vuelta.
Hemos venido descalzos, sin suelas,
sin sentir espinas, piedras, colas de escorpiones.
Ningún policía puede despreciarnos
después de todo lo que hemos sido ya ofendidos.
Seremos los siervos, los hijos que no tenéis,
nuestras vidas serán vuestros libros de aventuras.
Traemos a Homero y a Dante, el ciego y el peregrino,
el olor que perdisteis, la igualdad que habéis sometido.
Hace ya algo más de medio año tuvo lugar el evento Naukas Coruña. La Escola de Imaxe e Son de A Coruña estuvo grabando todas las ponencias. Hoy, gracias a aquella grabación, disponemos de la charla que el profesor de la Universidad de Valladolid, Mariano Santander, ofreció en aquel momento. Se trata de una exposición de algo más de media hora en la que se hace un recorrido claro y sencillo sobre lo que en la actualidad se sabe acerca del Universo, o más precisamente, sobre el Universo conocido —el matiz es importante—. Seguro que la ponencia despierta las ganas de conocer más y de profundizar en este fascinante mundo lleno de preguntas para las que solo tenemos respuestas en un porcentaje aún muy reducido. Gracias, Naukas, por poner al alcance de todo el mundo aquella parte del saber que tan brillantemente abarcáis.
La capacidad del género humano para salir adelante es enorme y a ella tenemos que recurrir cuando todas vienen mal dadas. Y es que llevamos una temporada en la que se hace difícil abstraerse de la realidad circundante para defender la alegríay encontrar un espacio personal que nos impulse a la felicidad, aunque sea esta pequeñita y transitoria. Amanezco este lunes con la declaración nada amistosa de la embajadora de EEUU ante la ONU, Nikki Haley —Si Corea del Norte mantiene su temeraria conducta, los Estados Unidos deberán defenderse y defender a sus aliados, Corea del Norte será destruida; es algo que ninguno de nosotros quiere—. Como para echarse a temblar. Aún no se han empezado a curar las heridas dejadas en el Caribe por el huracán Irma y ya está llamando a las puertas el siguiente. María dicen que se llama. El Mediterráneo continúa siendo una auténtica fosa a donde van a parar miles de personas en busca de refugio y encuentran la muerte. Abro el correo electrónico y me encuentro con este vídeo de ACNUR pidiendo ayuda para los rohinyá:
Y es que hay días en que resulta una proeza seguir el consejo de Benedetti.
Defender la alegría como una trinchera defenderla del escándalo y la rutina de la miseria y los miserables de las ausencias transitorias y las definitivas Habrá que intentarlo.
Parece que no he tenido mucha suerte con Zadie Smith. O al menos eso es lo que borbotean las críticas especializadas. Me explico: en algún medio de comunicación había leído que la "gran novela del otoño" podía ser Tiempos de swing. Acudo al catálogo de las bibliotecas que están en mi radio de acción, pero el libro ha salido hace poco y no está en ninguna. Miro a ver qué hay libre de la autora y me encuentro que solamente está disponible El cazador de autógrafos(2003). No sé si es el más flojo de Zadie Smith tal y como dicen las críticas, pero a mí me ha gustado. Primero, ¿cuál es el argumento? La novela nos cuenta la historia de un cazador de autógrafos, Alex-Li Tandem, de origen chino y judío. Vive, y parece que no vive mal del todo, de la compraventa de cualquier papel que tenga una firma de alguien famoso plasmada en su superficie. Si es necesario falsificar, se puede hacer. Las peripecias de este personaje están circunscritas por tres ejes: el consumo de drogas —sus colocones pueden ser extraordinarios—, los altibajos de sus relaciones con novia y amigos —también pueden ser extraordinarios—, y la supervivencia, es decir, conseguir algún dinero moviéndose en el peculiar negocio de la compraventa de tan peculiar mercancia. La historia está dividida en dos partes. En la primera aparecen las cotidianas andanzas y desventuras del joven Alex-Li por Londres, ciudad en la que reside. La segunda se desencadena en su ciudad natal, Londres, pero toma forma en Nueva York, a donde acude para intentar conocer en persona a una actriz ya retirada y muy mayor, de la que él es admirador incondicional, y que le ha mandado un autógrafo personal que puede valer un dinerito. A partir de aquí comienza lo que podríamos denominar como el acontecimiento, o conjunto de acontecimientos, más importante de su vida. Segundo, ¿por qué me ha gustado? Pues me ha gustado porque Smith escribe con absoluta soltura, sin importarle nada eso que Bloom llama la angustia de las influencias. Porque me gustan las historias imaginativas que se desbordan en situaciones imprevistas —los escritores que continuamente hablan de sí mismos y no dejan de dar vueltas alrededor de sus propias anécdotas me aburren—. Porque es capaz de mezclar humor, ironía, ternura y seriedad con una facilidad pasmosa. Porque la sociedad que recoge es la de hoy mismo, con sus fantasías, sus preocupaciones y sus miserias. Porque entre sonrisa y sonrisa hay siempre una sólida escritora que tiene las ideas muy claras. Porque... Me alegro de que esta sea su novela más floja. Eso quiere decir que me están esperando sus mejores novelas. ¡Qué suerte tengo!
En ocasiones podemos encontrarnos titulares y frases de este tipo en la prensa generalista: Científicos se preparan para la tormenta solar perfecta. Insisten en que un evento muy fuerte podría corroer las cañerías, borrar la memoria de los ordenadores y socavar operaciones militares, además de dejarnos sin electricidad ni satélites. Desde luego, ante expresiones de este tipo deberíamos empezar a preocuparnos, bien por la que se nos avecina, bien por la redacción de la noticia.
Una tormenta solar, o tormenta geomagnética, como bien explica Wikipedia esuna perturbación temporal de la magnetósfera terrestre que puede ser causada por una onda de choque de viento solar y/o una eyección de masa coronal que interactúa con el campo magnético terrestre. El incremento en la presión del viento solar inicialmente comprime la magnetosfera. El campo magnético del viento solar interactúa con el campo magnético de la Tierra y transfiere la energía a la magnetosfera.
Tormentas solares hay muchas, pero quizá no tantas como leyendas urbanas, teorías de la conspiración o todo tipo de historias alarmistas. Y es cierto que serían tremendamente dañinas si la Tierra no tuviera una magnetosfera, como efectivamente tiene. Esta capa es la que nos protege, precisamente, de las radiaciones que llegan con el viento solar. La profesora e investigadora del equipo de Meteorología Espacial del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad de Alcalá, Consuelo Cid, nos explica con claridad meridiana qué son las tormentas solares y señala cuáles son las consecuencias que tienen. Desde luego, no son las causantes de los temidos ciclones que se forman en el Caribe, aunque en algún momento puedan verse afectadas las comunicaciones por radio, tan necesarias para coordinar tareas de ayuda.
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Desde aquí puedes seguir Naukas Bilbao 2017 en directo. Y el homenaje a la sonda Cassini que hicieron ayer mismo:
Ya está subida la colección correspondiente a la tertulia de octubre. Comenzamos el último trimestre del año con la obra de Julio Martínez Mesanza. Los poemarios que se pueden encontrar con relativa facilidad son los que aquí aparecen.
Estoy en un autobús que me lleva a Bilbao cuando tengo conocimiento de la "charla" que Schwarz no podrá dar este año en el evento Naukas, porque no puede asistir al mismo. Veo el vídeo. Como todos los suyos, está lleno de sentido común y de esfuerzo divulgador. Solo dispongo del teléfono para colocarla en este blog. Escribir estas palabras resulta complicado desde el punto de vista técnico. Realizar los enlaces correspondientes, imposible. Tan solo ajustar la letra es toda una odisea. Pero aquí la tenéis. Disfrutadla y difundidla.
Reconozco que no me gustan nada esos títulos un poco pretenciosos que siguen la estela de aquel que Schwanitz hizo famoso a finales del milenio pasado y que tanto éxito tuvo: La cultura. Todo lo que hay que saber. Parece que te conminan a leerlos y que si no lo haces eres un triste ignorante. Estoy seguro de que no son los autores quienes eligen los títulos. Este de Miguel Artola y J. M. Sánchez Ron, exceptuando el título, es un magnífico trabajo que se sitúa a la altura de la ya clásica Historia de la ciencia, de Gribbin, y aunque no es propiamente una historia de la ciencia, porque está organizado por temas y no temporalmente, bien puede servir como manual de historia, ya que cada vez que nos adentramos en un tema nuevo, este sí tiene un desarrollo cronológico. El índice y el primer capítulo podéis leerlos aquí. De la solvencia como escritores de divulgación hablan sus propias obras y su larga experiencia en este campo. El trabajo en común de ambos ha conseguido en este caso que nada de la eficacia individual se pierda y que gane, en cambio, la capacidad para ahondar en temas transversales, aunque al fin y a la postre todo conocimiento es transversal. Una diferencia con el de Gribbin —si olvidamos los 18 años que hay entre uno y otro— es que aquel partía del Renacimiento y este, en cambio, recoge aquellos avances y conocimientos que desde la Antigüedad han influido en nuestro progreso y saber. Por lo demás, en cuanto a capacidad explicativa y brillantez narrativa, son muy similares. Una excelente publicación para tener siempre a mano y no dejar de comprobar que el conocimiento es uno y se alimenta en todo momento del esfuerzo colectivo, aunque las genialidades sean indispensables. Así abren el prólogo: La ciencia, y su hermana, la tecnología, penetran prácticamente todos los recovecos de la vida. No es posible comprender ni nuestros propios cuerpos, que no son, en última instancia, sino química, biología y física en movimiento, ni el escenario —el Universo, y dentro de él ese pequeño planeta al que llamamos Tierra— en el que tiene lugar nuestra existencia sin recurrir al conocimiento que ofrece la ciencia, una habilidad humana que, además, nos ha ido proporcionando cada vez más instrumentos —es lo que denominamos "tecnología"— para ser algo más que indefensos y objetivos espectadores de los fenómenos naturales.