jueves, 23 de noviembre de 2023

POESÍA BONITA Y QUE SE ENTIENDE

Editorial. Ejemplar del KM.
No salía de mi asombro al leer el lomo del libro que aparecía en el estante de novedades: Poesía bonita y que se entiende. Pero si lo que leía en el lomo me dejó perplejo, más ¿atrevido, kitsch, desesperado? me pareció lo que leí en la contraportada: Hay que leer poesía. Es conveniente leer en general, pero, sobre todo, hay que leer poesía. El mundo sería mejor si todos leyéramos poesía a diario (el subrayado es mío). Y en la línea quinta del prólogo se insiste: el que sale a la calle sin leer poesía es un peligro público 🙈🙋😲. Esto sí que es ser rompedor, además de usar el hipérbaton de una forma atrevida y transgresora. Aun así, me llevé el libro a casa. La curiosidad pudo conmigo.

La verdad es que si se hace caso omiso de todas esas expresiones altisonantes y desnortadas, la idea de la antología es interesante, aunque no sea novedosa. Se recogen poemas de nueve poetas. Una breve nota nos indica quién es. Luego, uno, dos o tres poemas, y todos ellos van acompañados de un comentario de la autora o del autor, más otro, generalmente más extenso, del editor en el que explica por qué lo ha elegido. Todo eso permite disponer de una información interesante que aproxima el poema a quien lo lee. 

Se trata en definitiva de una antología para promocionar los nombres con los que viene trabajando la editorial y, especialmente, quien dirige la colección, Juan Romeu, que como es la misma persona que ha escrito el prólogo y la contraportada, utiliza el mismo tipo de expresión para hablar de sí mismo: Juan Romeu (Madrid, 1984) es un escritor casi novel que, como una exhalación poética, escribe tanto, con tanto sentido y tan maravillosamente, que ya parece un escritor consagrado. (Lo que será en muy poco tiempo, ¡qué duda cabe!). Es un mago de las ciencias y de las letras, conoce perfectamente el sentido de las palabras; es un mago del puzle tetradimensional, sin ir más lejos. Pichichi de su equipo de balonmano, es gran amigo y colaborador.

Lo mejor en estos casos es hacer abstracción de lemas publicitarios y discursos dislocados e ir directamente al contenido. Recojo aquí un poema de Pilar Roig Ferreruela:

LLUEVE

                                   Este poema lo escribí

                       tras la muerte de mi abuelo.


Llueve.

Todavía llueve.

Ayer mamá me dijo que había salido el sol,

pero yo sé que también llovía.

Si no, te hubiera visto entre los olivos,

sorteándolos con la facilidad de quien,

en lugar de pies,

tiene alas.

Llueve,

y lo noto incluso aquí, en la cama,

tapada hasta las cejas,

esas que son más tuyas que mías

y con el frío agarrotándome

las ganas de quitarme las sábanas.

Yo lo intento,

aunque hace cuatro días que pesan demasiado.

Y estoy harta.

Harta de que llueva,

de llover,

de las gotas secándome las ganas de verte

y de pensar sin descanso

todo lo que no vivimos.

Quiero echarte de menos

pero el vacío

me aterra.

***


miércoles, 22 de noviembre de 2023

"INVITACIÓN A LA NOCHE" VUELVE A ESTAR DISPONIBLE


¡Felicidades, Irene!

Invitación a la noche, el primer poemario que publiqué, y que resultó agraciado con el ya desaparecido Premio de Poesía Villa de Leganés, vuelve a estar en papel y con las ilustraciones originales.

Por cierto, ni Irene ni yo explicamos nunca el dibujo de la portada. Aprovecho ahora para hacerlo. 

Se trata de una composición que imita las representaciones de lo que antiguamente se entendía por universo, que no era otra cosa que la proyección de una esfera armilar sobre el papel. El resultado era una conjunto de círculos concéntricos. En este caso, Irene realizó 8 (7 días de la semana, para expresar el paso del tiempo) y en el círculo central, donde se solía colocar la Tierra, ella puso un gran interrogante en alusión a los dos poemas que cierran el libro y a nuestro continuo interrogarnos como especie. En el centro siempre se colocaba la Tierra porque entonces se creía que todo cuanto había en el cielo giraba alrededor de ella.


El primer círculo en torno al interrogante (de adentro hacia afuera) representa personajes mitológicos inscritos en las leyendas que podemos identificar en el cielo. El segundo, el tercero, el cuarto y el quinto recogen representaciones de varias constelaciones tanto del hemisferio norte como el sur, algunas se identifican por el objeto o ser que representan, otras por la forma como solemos unir las estrellas que las conforman. En el sexto aparecen los objetos celestes  (estrellas, cometas y planetas). El último está ocupado por las fases lunares. El dibujo original no era mayor que el que estáis viendo.

Y como hoy, miércoles, es el día dedicado a #unlibrounpoema, cierro esta entrada con uno propio y la invitación a que siempre que podáis alcéis la vista por la noche hacia el cielo estrellado y os dejéis fascinar por esas formas nocturnas, cada una de las cuales contiene no una, sino muchas historias.


                       ¿Dónde la realidad,

                       dónde el sueño?

¿Es la estrella que miro más real porque veo su luz,

porque sé desde qué distancia emite sus ondas,

porque en algún ordenador de Monte Palomar

o de Roque de los Muchachos

quedan registrados los rasgos de la luz roja de su espectro,

o es real porque alguien hace 3.000 o 5.000 años

imaginó un nombre,

una biografía,

y reprodujo en ella bajezas e ilusiones,

miedos y virtudes,

cuanto nos conforma como humanos?

                      ¿Dónde la luz,

                      dónde el reflejo?

¿Es la noche más antigua y palpable

porque puedo medir su profundidad

en años, horas y segundos,

porque sé que tiempo y espacio

son un concepto relativo y cambiante,

o porque puedo contar a los que quiero

la misma historia que conjeturó un pastor acadio

para poder orientarse en su camino de vuelta a casa

a través del desierto?

                       ¿Dónde la geografía,

                       dónde la fábula?



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martes, 21 de noviembre de 2023

LA BELLEZA

Editorial. Ejemplar del KM.
Traducción: Jordi Ainaud i Escudero
Lunes, ocho de la mañana recién pasadas. Como llueve, cojo la bicicleta estática, me coloco los cascos y busco el programa de Mercedes Menchero que emitió en directo el domingo a las 23:00, pero que yo suelo oír algún otro día gracias a que permanecen almacenados. 

No he cogido aún velocidad cuando reconozco inmediatamente las palabras que escribe en el prefacio de su libro Roger Scruton, libro que había acabado de leer justamente la noche en que la directora y locutora del programa Música y pensamiento estaría emitiéndolo en directo. 

Seguí pedaleando con una especie de sonrisa cómplice y bobalicona. 

No hallo mejor presentación para este hermoso texto que reproducir las palabras con las que el propio autor nos lo presenta en ese mencionado 


Prefacio

La belleza puede ser consoladora, turbadora, sagrada, profana; puede ser estimulante, atractiva, interesante, escalofriante. Puede afectarnos de un sinfín de formas distintas; sin embargo, nunca nos deja indiferentes: la belleza exige el reconocimiento; nos interpela directamente como la voz de un amigo íntimo. Si hay personas indiferentes a la belleza, sin duda es porque no la perciben. 

No obstante, juzgar la belleza es una cuestión de gusto, y puede que el gusto carezca de base racional. Si es así, ¿cómo explicar el lugar de honor que ocupa la belleza en nuestras vidas y por qué nos lamentamos de la desaparición progresiva de la belleza de nuestro mundo, suponiendo que realmente se produzca? ¿Y es cierto, como mantienen tantos escritores y artistas, desde Baudelaire y Nietzsche, que la belleza y el bien son independientes, de modo que una cosa puede ser bella precisamente en cuanto que inmoral? 

Además, puesto que la discrepancia es algo propio de los gustos, ¿cómo puede utilizarse el criterio del gusto de una persona para emitir un juicio sobre el gusto de otra? Por ejemplo, ¿cómo podemos afirmar que un tipo de música es superior o inferior a otro cuando los juicios comparativos no son más que un reflejo del gusto de quienes los formulan? 

Este relativismo habitual ha llevado a algunas personas a desdeñar los juicios de belleza como algo puramente "subjetivo", con el argumento de que no pueden criticarse los gustos porque criticar un gusto no es más que dar expresión a otro; por lo tanto, no cabe aprender ni enseñar nada a lo que se pueda llamar "crítica". Esta actitud ha puesto en tela de juicio muchas de las disciplinas tradicionales de las humanidades. Los estudios de arte, música, literatura y arquitectura, libres de la disciplina del juicio estético, parecen carecer del firme arraigo en la tradición y en la técnica que permitían a nuestros predecesores considerarlos parte esencial de los planes de estudio. De aquí la actual "crisis de las humanidades": ¿tiene algún sentido estudiar nuestro acervo cultural y artístico si el juicio de su belleza carece de base racional? O, suponiendo que lo estudiemos, ¿no deberíamos mostrarnos escépticos y cuestionar su pretendida autoridad objetiva y deconstruir su pretendida trascendencia? 

Que el premio Turner, creado para conmemorar al más ilustre pintor inglés de todos los tiempos, se conceda cada año a uno u otro montón de objetos efímeros más o menos gracioso, ¿no demuestra que no existen criterios, que la moda es lo único que dicta a quién hay que premiar y a quién no, y que es inútil buscar unos principios objetivos del gusto o un concepto colectivo de belleza? Muchas personas contestan afirmativamente a estas preguntas y, en consecuencia, renuncian a cualquier tentativa de criticar tanto el gusto como los motivos del jurado del premio Turner. 

En este libro planteo que este escepticismo sobre la belleza no está justificado. Argumento que la belleza es un valor real y universal, arraigado en nuestra naturaleza racional, y que el sentido de la belleza desempeña un papel indispensable en la configuración del mundo de los humanos. No adopto una perspectiva histórica sobre el tema, ni tampoco pretendo dar una explicación psicológica y aún menos evolutiva del sentido de la belleza. Mi punto de vista es filosófico, y las fuentes principales de las que beben mis argumentos son las obras de filósofos. El propósito de este libro es desarrollar un argumento que pretende plantear una pregunta filosófica y animar al lector a contestarla (el subrayado es mío).


Como el tema me estaba resultando tan extraordinariamente apasionante, durante la lectura del libro consulté algunos textos y en internet me encontré con un para de cositas que pueden ser de alguna utilidad para otras personas que se hallen en clubes de lectura, seminarios o lo que sea en que se encuentren metidas y debatiendo en torno a las ideas que Scruton expone. Son estas: Una guía de lectura y un extenso y documentado artículo de Paula de Juana sobre lo bello y lo sagrado (con Scruton de fondo). Por supuesto, también adjunto el programa de Menchero, porque es una de las mejores maneras que conozco de invitar a la lectura del libro.



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lunes, 20 de noviembre de 2023

¿EXISTE LA REALIDAD EXTERIOR?

Editorial
El asunto puede parecer banal; sin embargo, todavía hoy quedan muchos ecos y ramificaciones de lo que normalmente se conoce en la historia de las ideas como "el velo de la percepción", cuya discusión cobró tal vez la máxima altura con la afirmación de Berkeley esse est percipi. Pero hoy no voy a poner mi atención ni mi esfuerzo en la cuestión de cómo percibimos, o en si era Berkeley o Descartes o Locke o Kant o quien sea, quien más acertadamente nos aproximó al tema. Simplemente lo menciono porque la relectura de la obrita de Turandot, o el congreso de los blanqueadores me la ha recordado gracias a este divertido e ingenioso 
pasaje:


MAESTRO: Si Fu, nombradnos las preguntas principales de la filosofía.

SI FU: ¿Existen las cosas fuera de nosotros, para sí, también sin nosotros, o existen las cosas en nosotros, para nosotros y no existen sin nosotros?

MAESTRO: ¿Cuál es la opinión correcta?

SI FU: No se ha tomado ninguna decisión.

MAESTRO: ¿Por qué opinión se inclina últimamente la mayoría de nuestros filósofos?

SI FU: Las cosas existen fuera de nosotros, para sí, también sin nosotros.

MAESTRO: ¿Por qué permanece la pregunta irresuelta?

SI FU: El congreso que debía decidir tuvo lugar, como viene ocurriendo desde hace doscientos años, en el convento de Mi Sang, el cual está a orillas del río Amarillo. La pregunta era: ¿existe realmente el río Amarillo, o existe sólo en nuestras cabezas? Pero durante el congreso, se derritió la nieve de las montañas, y el río Amarillo se desbordó por encima de sus orillas y arrastró el convento de Mi Sang con todos los participantes en el congreso. Y así, no pudo aportarse la prueba de que las cosas existen fuera de nosotros, para sí y también sin nosotros.


(Traducción, Miguel Sáenz).

No es que con este diálogo quede demostrada la existencia de una realidad independiente de nuestras representaciones, pero es, repito, muy ingenioso. Y provocar una sonrisa de vez en cuando ayuda a mitigar la, en ocasiones, pesada carga de los días.

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domingo, 19 de noviembre de 2023

GROUND AFTER THE SCOTCH HUMOUR, Nicola Matteis

 
Me encanta el fragmento del diario de John Evelyn (1620-1706) correspondiente al 19 de noviembre (pero de 1674) que recoge Clemency Burton-Hill en su Un año para maravillarse e ilustrar de esa manera la audición de este Continuo al estilo escocés:

He oído que el excelso violinista signor Nicola (con otros admirables músicos), al que ningún mortal superaba con ese instrumento, tenía un toque tan suave que era como si el instrumento hablara con voz humana; y cuando le placía, como un grupo de varios instrumentos; hacía maravillas con una melodía: y además era un compositor excelente. No había nada igual a su violín cuando lo tenía en las manos; parecía un energúmeno y tocaba cosas tan cautivadoras en un escenario que nos asombraba a todos.

Nicola Matteis (siglo XVII-primeros años del XVIII), fue un virtuoso italiano que se estableció en Londres y del que no tenemos ni idea de cómo sonaba, porque no hay registros sonoros de esa época, pero sabemos por testimonios como el de Evelyn que a la gente le gustaba mucho. Era Matteis, posiblemente, de origen napolitano, viajó por Francia y Alemania antes de asentarse en Inglaterra, donde publicó sus Ayres for the violin, una colección de piezas ordenadas con un propósito didáctico.

Interpreta el Ensemble Vintage: Ariadne Daskalakis (violín), Rainer Zipperling (cello) y Gerald Hambitzer (clavecín).

Otra interpretación muy distinta, pero tan encantadora como la anterior:


En este caso son: Laura Kießkalt (flauta), Erik Schroeder (violín barroco), Celeste Casiraghi (cello barroco) Elias Conrad ( tiorba) y Nao Nagayama (clavecín).

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sábado, 18 de noviembre de 2023

IBARROLA EN DONOSTI

😢Hasta siempre
 
Tal vez Ibarrola ostente dos récords entre los grandes artistas vascos contemporáneos con obra en las calles de la ciudad: ser el más vandalizado y tener la obra más desconocida. 

De las tres —que yo sepa— obras escultóricas que podemos ver en la ciudad, dos de ellas pueden encontrarse en lo más alto de una triste y lamentable lista de obras de arte hostigadas. El monolito del puerto, por hostigamiento ideológico (afortunadamente, desde hace unos años, disfruta de un período de tranquilidad).


La que lleva por título Las siluetas, por hostigamiento grafitero descerebrado e ignorante. Y tanto ha sido y sigue siendo, que las huellas son ya indelebles a pesar de las sucesivas limpiezas. Una obra magnífica, que por sí sola merece la pena el paseo hasta la plaza en que está instalada





La tercera, Juego de niños, además de recordarnos que Ibarrola siempre fue un creador abierto a la utilización de materiales muy diferentes y utilizar estilos compositivos muy distintos, en este caso profundamente dinámico, seguramente solo es conocida por el vecindario del barrio que en su momento incluso la calificó de "fea y poco adecuada". 



Por cierto, este Juego de niños realizado con traviesas de ferrocarril se encuentra a menos de cien metros de la anterior, en la plaza contigua, que dispone, cómo no, de juegos para niños. 

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viernes, 17 de noviembre de 2023

A VUELTAS CON LOS CLÁSICOS Y CONTRA LA VIOLENCIA

Ejemplar de la biblioteca de Aiete
Los clásicos grecolatinos son una fuente inagotable de inspiración, reflexión y enseñanza. Este título, Pensar como Ulises, de Bianca Sorrentino, es el penúltimo ejemplo de esa afirmación. 

Utiliza la autora con buen criterio y mucha habilidad el juego de citas y alusiones que la literatura y el pensamiento contemporáneo realiza amparándose en las obras clásicas de la literatura griega, y demuestra —una vez más— cómo la mayor parte de los temas sobre los que hoy seguimos dando vueltas —igualdad, justicia, política, violencia, cuerpo...— pueden encontrar socorro si acudimos a las enseñanzas que se esconden en los textos clásicos.

Me gusta especialmente el capítulo 5, En una lucha sin fin, en el que hay un apartado que lleva por título "¿Para qué sirve el canto en tiempos de violencia?" y que, aunque no lo mencione la autora, es evidente que tiene como telón de fondo el famoso dictum de Adorno sobre lo de escribir poesía después de Auschwitz como un acto de barbarie.

Copio un par de párrafos:
 
El arte contiene la realidad además de representarla; y no importa si se hace portadora de verdades parciales o de inauditas mentiras: su poder en todo caso es clamoroso porque toca cuerdas del alma de otro modo inaccesibles. Con seguridad, el relato que escucha Odiseo está plagado de omisiones, malentendidos, interpretaciones más o menos correctas, y, sin embargo, es emotivamente relevante, ya que actúa sobre los puntos clave del olvido y del recuerdo, llena un vacío, recompone los fragmentos, arroja luz sobre el sentido de la verdadera vida encuadrando bien su imagen. el canto de Demódoco, que en el conflicto encuentra su origen y del conflicto es en cierta medida celebración, es necesario para Ulises a fin de recuperar su humanidad, de reafirmar el deseo de paz que ahora motiva su viaje (se está refiriendo al libro VIII en el que Demódoco, cantor ciego, celebra la gesta de Troya. Página 103).

Y en el párrafo siguiente (p 104) dice:

La capacidad que la poesía tiene de despertar el alma de su indolente sopor y llamarla de nuevo a la vida precisamente a partir de las barbaries de la historia es evidente también en la obra del heredero latino de Homero. Según Seamus Heaney, premio Nobel de literatura en 1995, en las Bucólicas es Virgilio quien hace resonar la pregunta que acucia a todos los poetas: "¿para qué sirve el canto, para qué sirve el arte en tiempos de violencia?" (Podéis encontrar la respuesta en Seamus Heaney Virgilio nella Bann Valley).

Sea como fuere, y sin entrar en el debate, Sorrentino ha escrito un hermoso libro en el que se demuestra por enésima vez el valor y la actualidad de los clásicos, así como la impronta que han dejado en los autores contemporáneos. Por si alguien lo ponía en duda.

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jueves, 16 de noviembre de 2023

EL AFFAIRE ARNOLFINI, Jean-Philippe Postel

Ejemplar de la biblioteca de Aiete
 De cuantos libros sobre obras de arte o artistas he leído este es el que más se aproxima al género narrativo, a la novela, lo que hace de él una lectura adictiva. No, no es una novela, es un ensayo sobre lo que conocemos como El matrimonio Arnolfini o Retrato de Giovanni Arnolfini y su esposa, que se encuentra en la National Gallery de Londres. Y no lo digo por toda esa cantidad de elementos simbólicos que aparecen repartidos por la habitación, a los que era tan aficionada la representación pictórica de aquel tiempo. 

No, no es por eso, ni mucho menos. Se trata de que el trabajo de investigación lo plantea su autor como un relato de intriga en el que los hechos y las evidencias —cuando existen— se nos van presentando poco a poco, al mismo tiempo que nuestra curiosidad por el desvelamiento del caso van creciendo. Pero, ay, este no es un relato de ficción en el que quien escribe tiene todas las respuestas y nos las va a ofrecer al final del mismo. Se trata de una investigación real para intentar averiguar si quienes ahí figuran son realmente los Arnolfini o es el propio Jan van Eyck; si el espejo nos está mostrando la realidad tangible y material o en él se ven imágenes que están más relacionadas con el mundo de las creencias; si la mujer está o no embarazada, o incluso si está realmente presente o es de una aparición. 

Zuecos de uno y de otra, velas encendidas y apagadas, naranjas, pequeños adornos en forma de esculturas de los asientos, inscripciones en latín, la colocación de las manos, los colores de los ropajes, el perro que es perro o no lo es, el rosario colgado junto al espejo, la propia historia del lienzo y sus viajes por Europa hasta terminar donde ahora está... Todo, absolutamente todo tiene su porqué, aunque tal vez nunca lleguemos a conocer quiénes son esas dos personas que no se miran. La realidad no siempre nos ofrece todas las respuestas.

Absolutamente recomendable para quienes rehúyan el ensayo sobre arte porque creen que es aburrido, o demasiado serio, o difícil de entender. 

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miércoles, 15 de noviembre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (T. S. Elliot)

Editorial
Nota previa: 

Desde hace unos días, paralelamente a esta sección Un libro, un poema he iniciado en WhatsApp, en el apartado "novedades", la publicación diaria de un poema bajo el hashtag (#) un poema al día. Es, lógicamente, una fórmula absolutamente efímera, pasadas las 24 horas, desaparece, pero quienes tenéis mi número podéis ver el poema, que cada día será de un libro distinto... 

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#unlibrounpoema

Elliot ya es un clásico del siglo XX y no necesita presentación de ningún tipo. Guste o no, se haya leído o no, todo el mundo sabe que es el autor de obras tan influyentes en su época como La tierra baldía o Cuatro cuartetos.

Hoy dejo aquí, en traducción de José María Valverde

LA CANCIÓN DE AMOR DE J. ALFRED PRUFROCK


Si yo creyese que mi respuesta fuese
a persona que alguna vez volviera al mundo,
esta llama quedaría sin más sacudidas.
Pero como jamás desde este fondo
volvió nadie vivo, si es verdad lo que oigo,-+
sin temor de infamia te respondo.

DANTE, INFERNO, XXVII


Vamos entonces, tú y yo,
cuando el atardecer se extiende contra el cielo
como un paciente anestesiado sobre una mesa;
vamos, por ciertas calles medio abandonadas,
los mascullantes retiros
de noches inquietas en baratos hoteles de una noche
y restaurantes con serrín y conchas de ostras:
calles que siguen como una aburrida discusión
con intención insidiosa
de llevarnos a una pregunta abrumadora…
Ah, no preguntes "¿Qué es eso?"
Vamos a hacer nuestra visita.

En el cuarto las mujeres van y vienen
hablando de Miguel Ángel.

La niebla amarilla que se restriega el lomo en los cristales de las ventanas,
el humo amarillo que se restriega el hocico en los cristales de las ventanas,
metió la lengua lamiendo los rincones del atardecer,
se demoró en los charcos quietos sobre los sumideros,
dejó que le cayera en el lomo el hollín que cae de las chimeneas,
resbaló por la azotea, dio un brinco repentino,
y, viendo que era una suave noche de octubre,
se enroscó una vez en torno a la casa y se quedó dormido.

Y claro que habrá tiempo
para el humo amarillo que se desliza por la calle,
restregándose el lomo contra los cristales de las ventanas;
habrá tiempo, habrá tiempo
de preparar una cara para encontrar las caras que encuentras;
habrá tiempo de asesinar y de crear,
y tiempo para todos los trabajos y los días de las manos
que levantan y dejan caer una pregunta en tu bandeja;
tiempo para tí y tiempo para mí,
y tiempo aún para cien indecisiones,
y para cien visiones y revisiones,
antes de tomar té con tostadas.

En el cuarto las mujeres van y vienen
hablando de Miguel Angel.

Y claro que habrá tiempo
de preguntarse "¿Me atrevo?", y "¿Me atrevo?"
tiempo de volver atrás y bajar la escalera,
con un claro de calvicie en medio de mi pelo
(dirán: "¡Cómo le está clareando el pelo!")
mi chaquet, mi cuello duro subiendo firmemente hasta la barbilla,
mi corbata rica y modesta, pero afirmada con un sencillo alfiler-
(dirán: "Pero ¡qué delgados tiene los brazos y las piernas!")

¿Me atrevo
a molestar al universo?
En un minuto hay tiempo
de decisiones y revisiones que un minuto volverá del revés.
Pues les he conocido ya a todos, les conozco a todos—
he conocido los anocheceres, mañanas, tardes,
he medido mi vida con cucharillas de café:
conozco las voces que mueren con una caída agonizante
bajo la música de un cuarto de más allá.
Así ¿cómo podría hacerme ilusiones?

Y he conocido ya los ojos, los conozco todos—
los ojos que te miran fijos en una expresión formulada,
y cuando esté formulado, despatarrado en un alfiler,
cuando esté clavado y retorciéndome en la pared,
¿cómo empezaría entonces
a escupir todas las colillas de mis días y maneras?
Y ¿cómo podría hacerme ilusiones?

Y he conocido ya los brazos, los conozco todos—
brazos con pulseras y blancos y desnudos
(¡pero, a la luz de la lámpara, con vello parado claro!)
¿Es perfume de un traje de mujer
lo que me hace divagar así?
Brazos que se extienden en una mesa, o que se arropan en un chal.
¿Y cómo hacerme ilusiones entonces?
¿Y cómo iba a empezar?

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¿Diré que he pasado al oscurecer por estrechas calles
observando el humo que se eleva de las pipas
de hombres solitarios en mangas de camisa, asomados a la ventana?

Debería yo haber sido un par de ásperas garras
corriendo por los fondos de mares silenciosos.

.......................................................

!Y la tarde, el anochecer, duerme tan pacíficamente!
Alisada por largos dedos,
dormida… cansada… o se hace la enferma,
extendida en el suelo, aquí junto a ti y a mí.

¿Debería yo, después del té con pastas y helados,
tener la energía de forzar el momento hasta su crisis?
Aunque he visto mi cabeza (ya ligeramente calva) presentada en una bandeja,
no soy ningún profeta —y no se trata aquí de nada importante;
he visto chisporrotear apagándose el momento de mi grandeza,
y he visto al eterno Lacayo, alargándome mi abrigo y riéndose con disimulo,
y, en resumen, tuve miedo.

Y habría valido la pena, después de todo,
después de las tazas, la mermelada, el té,
entre la porcelana, entre un poco de charla tuya y mía,
habría valido la pena
descabezada de un mordisco el asunto con una sonrisa,
apretar el universo en una bola
echándolo a rodar hacia alguna pregunta abrumadora,
decir: “Soy Lázaro, venido de entre los muertos,
vuelto para decíroslo todo, os lo diré todo”-,
si alguna, poniéndose una almohada junto a la cabeza,
dijera. “No es eso lo que yo quería decir en absoluto.
No es eso, de ningún modo”.

Y habría valido la pena, después de todo,
después de las tazas, la mermelada, el té,
entre porcelana, entre un poco de charla tuya y mía,
habría valido la pena
descabezar de un mordisco el asunto con una sonrisa,
apretar el universo en una bola
echándolo a rodar hacia alguna pregunta abrumadora,
decir: "Soy Lázaro, venido de entre los muertos,
vuelto para decíroslo todo, os lo diré todo"—,
si alguna, poniéndose alguna almohada junto a la cabeza,
dijera: "No es eso lo que yo quería decir en absoluto.
No es eso, de ningún modo".

Y habría valido la pena, después de todo,
habría valido la pena, 
después de las puestas de sol y los jardincillos delante de casa, y las calles regadas,
después de las novelas, después de las tazas de té, después de las faldas que se arrastran por los suelos,
y esto, ¿y tanto más?
¡Es imposible decir precisamente lo que quiero decir!
Pero si una linterna mágica proyectara los nervios como estructuras en una pantalla:
habría valido la pena
de que alguna acomodándose una almohada o tirando a un lado un chal,
y voliéndose a la ventana, dijera:
"Eso no es en absoluto,
eso no es lo que quería decir en absoluto."

.......................................................

¡No! No soy el príncipe Hamlet, ni tenía por qué serlo;
soy un noble del séquito, uno que sirve
para hacer bulto en una comitiva, empezar alguna que otra escena,
aconsejar al príncipe: sin duda, un fácil instrumento,
respetuoso, contento de ser útil,
político, cauto y meticuloso;
lleno de elevado fraseo, pero un poco obtuso;
a veces, incluso, casi ridículo—
a veces, casi, un Bufón.

Envejezco… envejezco…
Tengo que llevar vueltas en los bajos de los pantalones.

¿Me saco raya en el pelo por detrás? ¿me atrevo a comerme un melocotón?

Me pondré pantalones blancos de franela, y pasearé por la playa.
he oído a las sirenas cantándose unas a otras.
No creo que me canten a mí.
Las he visto cabalgar en las olas mar adentro
peinando el blanco pelo de las olas echando atrás
cuando el viento sopla el agua hasta ponerla blanca y negra.

Nos hemos demorado en las cámaras del mar
junto a ondinas enguirnaldadas de algas, en rojo y pardo,
hasta que nos despierten voces humanas y nos ahoguemos.

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martes, 14 de noviembre de 2023

MARISA ITURRIZA PRESENTA "TIEMPOS DIFÍCILES"

Editorial


La novela, como bien nos cuenta la autora en el vídeo, es una historia íntimamente relacionada con la historia reciente del País Vasco. Su padre es uno de aquellos "niños de la guerra" que embarcaron en Bilbao hacia Inglaterra. De hecho, la segunda parte, que es la que se ocupa de aquel traslado y de la estancia en aquellas tierras, ha sido recogida en la página web basquechildren.org. Ahí podéis leer la segunda parte completa.

La novela podéis adquirirla en Arzu liburudenda (Hondarribia), entrando en contacto con la autora o haciendo el pedido a la editorial.

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lunes, 13 de noviembre de 2023

RUBENS

Autorretrato. Fuente: Wikipedia.

Rubens (1577-1640) fue diplomático, políglota, intelectual, erudito y el pintor más afamado y celebrado de su tiempo. Su estilo dinámico y colorista ejerció un enorme impacto en la Europa del primer tercio del siglo XVII. 

Se formó como artista en los talleres de Verhaecht, van Noort y van Veen. En Italia aprendió de la obra de Tiziano, Rafael y Leonardo. Fue pintor de la corte del archiduque Alberto de Austria y aunque su capacidad y sus deberes diplomáticos le obligaron a viajar por Italia, Francia, España y Reino Unido, pasó la mayor parte de su vida en Amberes.

Pintó paisajes, retratos, pintura histórica, escenas religiosas, mitológicas —podéis ver una nada despreciable muestra en este enlace— e infinidad de bocetos. El Museo del Prado dispone de una gran cantidad de información en forma de vídeos, textos y material gráfico.



Y ya puestos, un poemita que le  dediqué en El fecundo rumor de las miradas, título al que estoy añadiendo más poemas y que tengo la intención de reeditar.

RUBENS


La vida irrumpe generosa,
enérgica,
como si estuviera enamorada
de sí misma
y de sus formas.
Faunos, diosas y caballos,
y hasta cristos, reyes y paisajes
la celebran.
Y parece que la vida les responde
afirmativamente.


Carnalidad latente,
no hay culpa ni castigo.
Todo esfuerzo se dirige
hacia la felicidad.

Fuente y ©Museo del Prado

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domingo, 12 de noviembre de 2023

SINFONÍA Nº 6, Shostakovich

 

Después de acudir el viernes al concierto de la Orquesta Sinfónica de Euskadi —gracias mil veces, Jaime— sigo todavía en modo shostakovich y vuelvo a sumergirme en esta 6ª sinfonía que, según dicen quienes saben de estas cosas, es un poco rara por lo de los tres movimientos tan distintos: el primero de reminiscencias mahlerianas, y los siguientes mucho más breves y juguetones. Para quien hoy necesite una buena dosis de energía, que vaya directamente al tercero —31' 05''— y que se deje animar. Con eso ya tiene para echarse a la calle y comerse el domingo.

Dirige: Leonard Bernstein.

Interpreta: Filarmónica de Viena.

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viernes, 10 de noviembre de 2023

FOTOTEKA BIZILEKU, Juankar Hernandez

Sua bezain beroa (Caliente como el fuego).

La Casa de Cultura de Egia acoge en su sala de exposiciones una muestra de los trabajos del artista y bloguero Juankar Hernandez. Bajo el título de Fototeka bizileku —que es el nombre del blog donde publica—, se recogen veintiuna muestras de su quehacer artístico, en el que se combinan con la técnica del collage la fotografía, el óleo, pintura acrílica y tinta. 

Intentsitatea (Intensidad).

Iragarrezintasuna (Impermeabilidad).

Ukitu argia (Toque claro).

A la entrada de la sala disponéis de hojas a manera de guía, donde aparecen los títulos de las obras, el correo del autor y las redes sociales en las que muestra su actividad creativa.


HORARIO:

De lunes a viernes: 10:00 - 14:00 / 16:00 - 20:30


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jueves, 9 de noviembre de 2023

OCULTACIÓN DE VENUS POR LA LUNA

Hoy, 11:15.

Recojo aquí estas imágenes para todas aquellas personas que por unas u otras razones no hayan podido ver el eclipse de Venus tras la Luna que se ha producido esta misma mañana. 

En el tránsito por detrás de nuestro satélite Venus ha empleado poco más de media hora.
 
Hoy, 11:52.

Por si acaso alguien se despista con eso de la luna menguante que tenemos ya en su fase final y se extraña de que Venus no haya aparecido inmediatamente después de la escasa superficie lunar visible, debemos recordar que siempre está entera, aunque cada día se vea una porción distinta de ella. Eso se debe a que Luna, Sol y Tierra están continuamente en movimiento y desde nuestro planeta vemos cada día un sector diferente, que va en aumento hacia la luna llena, o en disminución hacia la luna nueva, en razón de la zona iluminada por nuestra estrella que podamos ver desde nuestra posición. Por esa razón he colocado esa tenue línea azul, para marcar toda la superficie del satélite.

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NOSOTROS DOS EN LA TORMENTA

Ejemplar de la biblioteca del Ernest Lluch
Dos protagonistas. Uno pertenece al Ejército Revolucionario del Pueblo; otro, a Montoneros. Pero estos dos no son los que están en la tormenta, aunque también, porque toda Argentina estaba en los años 70 sumida en una dolorosa tormenta. Amigos desde la infancia, ambos se reúnen y charlan, tal y como se recoge en la portada, sobre el tejado del galpón del montonero cuando la militancia y las organizaciones respectivas lo permiten. Y entre dudas, afirmaciones, sueños y consignas, uno de ellos suelta: Se supone que la muerte tiene que tener un significado, Alejandro. Pero cuantos más muertos hay, menos significa cada muerto (p 435). No dejéis escapar la afirmación, dadle alguna vuelta. 

Pero voy con los dos, el padre y el hijo. Sí, también están los familiares, y los vecinos, y toda esa gente con la que habitualmente nos relacionamos, porque la vida nos pone mucha gente alrededor. Los dos son Alejandro (el del ERP) y su padre. Un padre que sabe dónde está su hijo y cuyo mayor miedo es que un día deje de verlo porque le llegue la noticia de que ha caído en algún enfrentamiento. Un padre que reflexiona inútilmente: Y sí, hijo. Eso es lo que hacen los fanáticos. En lugar de ver que las cosas son múltiples, son confusas, son cambiantes, se mueven entre categorías puras de luces y oscuridades, infiernos y paraísos, pasados y porvenires. No. Me equivoco. El plural les queda grande. Una luz, un paraíso, un porvenir. Y ustedes, por supuesto, deben juzgar a todos y proceder en consecuencia. Porque son los dueños de la verdad (p 432).

Eduardo Sacheri nos cuenta las idas y venidas de dos militantes, sus convicciones, sus relaciones, sus miedos y sus alegrías desde un punto de vista muy efectivo para el relato y para quien lee, porque desaparece el narrador omnisciente y son los propios personajes quienes nos van dando a conocer sus propias vivencias y pensamientos. Al dinamismo del texto contribuye de manera muy efectiva el hecho de que cada capítulo (siempre muy breve) se centre en un personaje y una situación diferente, lo que produce una sensación de agilidad y un muestrario de perspectivas que favorecen que el interés lector se mantenga siempre vivo. 

Todo este recorrido por diversos contextos —pisos francos, domicilios familiares, lugares de atentados, universidad, transportes...—, además de aportar agilidad al relato, propicia la presentación de personajes distintos de la sociedad bonaerense de la época, lo que permite al autor ofrecer un amplio friso social de aquel momento y disponer de muchos puntos de vista, tantos como para que tal vez hoy podamos sentarnos (...) a recordar esos años lejanos y difíciles en los que no podíamos conversar diez minutos sin discutir, ni quince sin pelear (p 277). Habla de Argentina, pero se puede poner cualquier otro lugar y época. Y todo ello en deliciosa habla d'ayá, ché.

No me extrañaría nada que dentro de poco hubiese película.

Si queréis oír al propio autor ofreciendo sus explicaciones, disponéis de una gran cantidad vídeos donde poder hacerlo. 

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