sábado, 28 de octubre de 2023

viernes, 27 de octubre de 2023

34ª SEMANA DE CINE FANTÁSTICO Y DE TERROR

 Así es, último fin de semana de octubre, cambio de horario, se nos echan encima muertitos y muertitas, el frío y la oscuridad del invierno se acerca... y llega la Semana de Cine Fantástico y de Terror a Donosti. En fin, que si os va la marcha esta de los sustos a tutiplén en la pantalla, ya estáis volando para haceros con alguna entrada.

Aquí dejo la agenda para que echéis un vistazo:


Y recordad que además de las pelis tenéis OTRAS ACTIVIDADES con las que divertiros y/o aterrorizaros.

Pues nada, que lo paséis de miedo 👹👺👻💀.

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jueves, 26 de octubre de 2023

LOS PLANETAS DESDE EL BALCÓN DE CASA

Saturno. Miércoles, 11 de octubre, 20:36.

 
Venus ejerciendo de lucero del alba. Martes, 24 de octubre, 07:57.

Entre estas dos fotografías realizadas desde el mismo lugar, el balcón de mi casa, hay muy pocas diferencias: el edificio que aparece, el trozo de cielo y hasta la antena de la derecha son los mismos. Es esa parte del hemisferio celeste y un poco más la única que puedo ver desde mi balcón, pero tengo la suerte de que coincide con el plano de la eclíptica por donde pasan desfilando en su camino diario la luna y los planetas.  

Las dos imágenes están tomadas con la cámara del teléfono. Como están realizadas con ampliaciones distintas, podría parecer que el brillo de Venus y el de Saturno son similares. Nada de eso. De hecho, si fuera el planeta de los anillos el que estuviera a las 8 de la mañana en ese cielo de octubre, ni se vería. 

Sin embargo, y a pesar de todo el ruido que tiene la primera a causa de la ampliación con que está tomada, ofrece una sorpresa digna de ser apreciada en todo su valor, y es que la estrella que puede verse a la derecha de 🪐 es Deneb Algedi, la estrella más brillante de la constelación de Capricornio, una estrella que está a casi 40 años luz de nosotros, lo que no es nada en distancias siderales, pero que traducido a kilómetros son 378.429.218.903.232. Es decir, casi 400 billones de kilómetros. Y ahí está ella, saludando tan simpática.

Las siguientes dos tomas ya las había publicado anteriormente, pero las traigo hasta aquí para que se pueda apreciar la diferencia que existe entre ver lo que el cielo ofrece a simple vista y lo que se puede ver a través de un pequeño telescopio. 

El trocito de cielo es el mismo, pero con un aumento mayor. Más o menos, es el que corresponde a una pequeña parcelita sobre la antena de la derecha que aparece en la foto de Venus.

Saturno. 5 de agosto de 2020, 22:37.

Y ya puesto a ofrecer datos, aquí van algunos sobre los diámetros de cada uno:
Calisto: 4820 km.
Ganimedes: 5268 km.
Ío: 3643 km.
Europa: 3121 km.
Júpiter: 142.984 km.
Saturno: 120.536 km.
Tierra: 12.756 km (diámetro ecuatorial).
Luna: 3.474,8 km.

[Que los satélites de Júpiter se vean un poco más grandes o un poco más pequeños unos que otros no depende del tamaño, sino, sobre todo, del momento de traslación en que se encuentren con respecto a Júpiter].

Júpiter y los satélites galileanos. 5 de agosto de 2020, 22:25.

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miércoles, 25 de octubre de 2023

UN LIBRO UN POEMA, Victor Hugo

Editorial
 #unlibrounpoema

Para quien se sorprenda al descubrir que Victor Hugo también escribió poesía, he aquí la "breve" relación de poemarios que escribió ordenados por año de publicación:  

1822 : Odes et poésies diverses
1824 : Nouvelles Odes
1828 : Odes et Ballades (incluía las dos anteriores)
1829 : Les Orientales
1831 : Les Feuilles d'automne
1835 : Les Chants du crépuscule
1837 : Les Voix intérieures
1840 : Les Rayons et les Ombres
1853 : Les Châtiments
1856 : Les Contemplations
1859 : Première série de La Légende des siècles
1865 : Les Chansons des rues et des bois
1872 : L'Année terrible
1877 : L'Art d'être grand-père
1877 : Nouvelle série de La Légende des siècles
1878 : Le Pape
1879 : La Pitié suprême
1880 : Religions et religion
1880 : L'Âne
1881 : Les Quatre Vents de l'esprit
1883 : Série complémentaire de La Légende des siècles

Publicados póstumamente:
1886 : La Fin de Satan
1891 : Dieu.



ESTUPIDEZ DE LA GUERRA


Obrera sin pestañas, estúpida Penélope,

Nodriza del desorden donde oscila la nada,

Guerra, oh guerra ocupada en choques de escuadrones,

Invadida del toque furioso del clarín,

Bebedora de sangre que, feroz y marchita,

Odiosa, al hombre arrastras a borrachera tal;

Nube donde el destino se deforma y Dios huye,

Donde flota un fulgor más negro que la noche,

Boca inmensa, de viento y de rayos armada,

¿A quién sirves, giganta, a quién sirves, humazo,

Si tus derrumbamientos reconstruyen el mal,

Si en nombre de la bestia deshechas lo animal,

Si en esa sombra donde tus azares se ocultan

Sólo para alzar a otro, a un tirano destruyes?



(Traducción: Martínez Sarrión).

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martes, 24 de octubre de 2023

LA GRECIA ANTIGUA CONTRA LA VIOLENCIA, Jacqueline de Romilly

Ejemplar de la biblioteca de Okendo
He llegado a este libro gracias al programa de Mercedes Menchero, Música y pensamiento. Aunque no sabía nada de la autora, sí, en cambio, de la casi totalidad de los textos que cita y en los que se apoya para construir su tesis, que básicamente es que la antigua sociedad ateniense, la del siglo de Pericles, era, posiblemente, menos violenta que la nuestra, al menos ante ciertas circunstancias y con respecto a ciertos casos.

Echar un vistazo a las cifras produce vértigo. Vértigo y espanto. Tan solo el siglo que dejamos atrás hace unos años arroja las cifras más escalofriantes en número de muertes a causa de las guerras que se haya registrado en cualquier otra época. Y las hay francamente violentas. 

Pero la belleza del libro, en mi opinión, no está en la defensa de la racionalidad y la sensibilidad de la Grecia clásica y sus textos, ya sean de poetas, dramaturgos o filósofos. Yo creo que su mayor atractivo reside en la clara invitación a leerlos. De hecho, de Romilly es consciente de este efecto cuando escribe: Si su mensaje constituye un argumento para que la lectura de los autores griegos se difunda más en nuestras instituciones educativas, o más bien deje de estar en ellas prácticamente prohibida, no sería ya poco logro (p 28).

¿Alguien puede no sentirse atraído hacia la lectura de la Orestíada, magnífica e inolvidable trilogía de Esquilo, después de leer, por ejemplo, no podríamos imaginar, pues, una obra más completamente dominada, hasta en sus más ínfimos detalles, por este gran deseo de reemplazar la violencia por la justicia y el apaciguamiento. Ése es el verdadero tema de la trilogía, y se comprende entonces por qué esta idea maestra acarreaba, en las dos primeras obras, la presencia de un desencadenamiento excepcional de violencia. Si esta violencia está ahí es para ser condenada, para ser superada. Y la obra se despliega como una brillante demostración (p 38)?

No voy a volver a citar las palabras que ya cité de Adrasto (Las suplicantes, Eurípides), aunque ellas solas serían motivo suficiente para despertar la curiosidad de quien no haya leído la obra, pero citaré estas otras: Cuando las leyes están escritas, tanto el pobre como el rico tienen una justicia igualitaria. El débil puede contestar al poderoso con las mismas palabras si le insulta; vence el inferior al superior si tiene a su lado la justicia (vv 433-6).

Y qué decir de Tucídides y el famosísimo discurso de Pericles. Tenía yo 16 años cuando corrí a localizar una Historia de la Guerra del Peloponeso para poder saborear en todo su contexto aquellas palabras que tanto impacto me causaron. Quería saberlo todo de Pericles, de la guerra esa, del contexto en que se produjo y de los personajes que entonces vivían. 

O cómo demorar la lectura del Critón después de que el profesor de griego nos hablara de la respuesta de Sócrates a su amigo para rechazar la fuga que se le ofrecía. Imposible, era necesario devorar todas y cada una de las palabras.
 
Yo también estoy convencido, como lo está de Romilly, de que no es la literatura el primer remedio contra la violencia. Tampoco es el más eficaz. Grandes lectores y conocedores de la mejor literatura ha habido y, sin embargo, han sido grandes agresores de la humanidad y sus derechos. No obstante, y considerada en general, la gran literatura supone una gran ayuda en nuestra formación como personas mejores y más tolerantes. Y no solo puede ofrecernos ayuda en ese terreno, sino que, además, nos regala un gran placer, el placer de la buena lectura. 

Dejo el audio del programa por si acaso. 


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lunes, 23 de octubre de 2023

VICTOR HUGO, "En Villequier"

Fuente: Wikipedia

Ahora que París, sus adoquines y sus mármoles,
y su niebla y sus tejados están lejos de mis ojos;
ahora que estoy bajo las ramas de los árboles,
y que puedo pensar en la belleza de los cielos;


ahora que de la pena que oscureció mi alma
salgo, pálido y victorioso,
y siento la paz de la gran naturaleza.
que entra en mi corazón;


ahora que puedo, sentado al borde de las olas,
conmovido por este magnífico y sereno horizonte,
examinar dentro de mí las verdades profundas
y mirar las flores que hay en el césped;


ahora, Dios mío, que tengo esta calma oscura
para poder de aquí en adelante
mirar con mis propios ojos la piedra donde sé que en la sombra
ella duerme para siempre;


ahora, conmovido por estos divinos espectáculos,
llanuras, bosques, rocas, valles, río plateado,
al ver mi pequeñez y tus milagros,
recupero la razón ante la inmensidad;


y a ti acudo, Señor, padre en quien debemos creer;
yo te traigo, sosegado,
los pedazos de este corazón lleno de tu gloria
que tú has roto;


¡a ti voy, Señor, confesando que eres
bueno, clemente, indulgente y gentil, oh Dios vivo!
Reconozco que solo tú sabes lo que haces,
y que el hombre no es más que un junco que tiembla al viento;


yo digo que la tumba que sobre los muertos se cierra
abre el firmamento;
y que lo que aquí abajo tomamos como fin
es el comienzo;


Acepto de rodillas que tú solo, padre augusto,
posees lo infinito, lo real, lo absoluto;
reconozco que es bueno y que es justo
que mi corazón sangre, ya que así lo has querido.


Ya no pongo resistencia a cuanto ocurre
por tu voluntad.
El alma de duelo en duelo, el hombre de orilla a orilla,
avanza hacia la eternidad.


Nunca vemos nada más que un lado de las cosas;
el otro se sumerge en la noche de un misterio aterrador.
El hombre sufre el yugo sin conocer las causas.
Todo lo que ve es breve, inútil y fugaz.


Siempre traes de vuelta la soledad
alrededor de cada paso.
No has querido que él tuviera certeza
ni alegría aquí abajo.


Tan pronto como posee algo, el destino se lo quita.
Nada le fue dado en sus días fugaces
para que pueda hacer de él un hogar y decir:
esta es mi casa, mi campo y mis amores.


Debe ver por un corto tiempo cuanto ven sus ojos;
está envejeciendo sin apoyo.
Si estas cosas son, es porque deben ser;
lo reconozco, lo reconozco.


¡El mundo está oscuro, oh Dios! la armonía inmutable
consiste en llorar tanto como en cantar;
el hombre es sólo un átomo en esta sombra infinita,
noche donde los buenos ascienden y los malvados caen.


Sé que tienes otras cosas que hacer
que compadecerte de nosotros,
y que un niño que muere, desesperación de su madre,
no te afecta en absoluto.


Sé que el fruto cae con el viento que lo sacude,
que el pájaro pierde su pluma y la flor su perfume;
que la creación es una gran rueda.
que no puede moverse sin aplastar a alguien;


los meses, los días, las olas de los mares, los ojos que lloran,
pasan bajo el cielo azul;
la hierba debe crecer y los niños deben morir;
lo sé, ¡oh Dios mío!


En tus cielos, más allá de la esfera de las nubes,
en lo profundo de ese azul quieto y dormido,
quizás estés haciendo cosas desconocidas
donde el dolor del hombre entra como elemento.


Quizás sea útil para tus innumerables propósitos
que seres encantadores
se vayan, arrastrados por el oscuro torbellino
de negros acontecimientos.


Nuestros oscuros destinos están sujetos a leyes inmensas
que nada perturba y nada ablanda.
No puedes tener clemencias repentinas
que perturben el mundo, ¡oh Dios, espíritu tranquilo!

¡Te lo ruego, oh Dios, que mires mi alma!,
y consideres
que humilde como un niño y gentil como una mujer,
¡vengo a adorarte!


Considera que desde el amanecer,
trabajé, luché, pensé, caminé, peleé,
explicando la naturaleza al hombre que la ignora,
iluminando todo con tu claridad;


que hice frente al odio y a la ira,
hice mi tarea aquí abajo,
que no podía esperar esta recompensa,
que no podía


prever que tú también, sobre mi cabeza inclinada,
apoyarías tu brazo triunfante,
y que tú, que has visto la poca alegría que tengo,
me quitarías a mi hija tan rápidamente.


Un alma tan golpeada tiene derecho a quejarse,
podría blasfemar,
y te arrojé mi llanto como un niño que tira
una piedra al mar.


Considera que dudamos, ¡oh Dios mío!, cuando sufrimos,
que el ojo que llora demasiado acaba cegado,
que un ser cuyo luto se sumerge en el más oscuro abismo,
cuando ya no te ve, no puede contemplarte,


y es imposible que el hombre, cuando se hunde
en las aflicción,
tenga en mente la serenidad oscura
de las constelaciones.

Hoy, yo que era débil como una madre,
me postro a tus pies ante tus cielos abiertos.
Me siento iluminado en mi amargo dolor
por una mirada más noble sobre el universo.


Señor, reconozco que el hombre delira
si se atreve a murmurar;
dejo de acusar, dejo de maldecir,
¡pero déjame llorar!


¡Pobre de mí! deja que las lágrimas fluyan de mi párpado,
ya que hiciste a los hombres para esto.
Déjame apoyarme en esta fría piedra
y decirle a mi hija: ¿Sientes que estoy aquí?


Déjame hablar con ella, inclinado 
sobre sus restos,
por la noche, cuando todo está en silencio,
como si en su noche, reabriendo sus ojos celestes,
este ángel me estuviera escuchando.


¡Pobre de mí! hacia el pasado vuelvo un ojo de envidia,
sin que nada aquí abajo pueda consolarme,
siempre recuerdo este momento de mi vida
cuando la vi abrir sus alas y volar.


Veré este momento hasta que muera,
el instante, lágrimas superfluas,
cuando exclamé: La niña que tenía hace un momento
¡qué! ¡ya no lo tengo!


No te enfades porque sea así,
oh Dios mío, ¡esta herida ha sangrado durante tanto tiempo!
La angustia en mi alma es siempre la más fuerte,
y mi corazón está sumiso, pero no resignado.


¡No te irrites! frentes que exige el duelo,
mortales propensos a las lágrimas,
nos cuesta retirar el alma
de estos grandes dolores.


Verás, nuestros hijos son muy necesarios para nosotros,
Señor; cuando hemos visto en nuestra vida, una mañana,
en medio de problemas, tristezas, miserias,
y de la sombra que proyecta nuestro destino,


aparecer un niño, 
cabeza querida y sagrada,
pequeño ser alegre,
tan hermoso, que nos parece que al verlo llegar se abre
una puerta del cielo;


cuando, a los dieciséis años, de este otro yo
crecen la gracia amable y la dulce razón,
cuando reconocemos que esta niña que amamos
hace el día en nuestra alma y en nuestra casa,


que es la única alegría aquí abajo que persiste
de todo lo que soñamos,
considera que  es algo muy triste
¡verla partir!

(La traducción es mía y el original lo tenéis aquí).

Alain Delon grabó un disco bajo el título de Mon Victor Hugo, en el que recitaba poemas de La Fontaine, de Vigny y, por supuesto, de Hugo. El audio completo está en YouTube. Los poemas de V. Hugo que recita los encontraréis declamados en el minutaje que señalo.

2' 43": Trois ans après.
6' 48": Demain, dès l'aube, à l'heure où blanchit la campagne.
8' 11": A Villequier.



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domingo, 22 de octubre de 2023

O DU, MEIN HOLDER ABENDSTERN, R. Wagner

 

La ópera Tannhäuser (R. Wagner, 1845) utiliza tres leyendas para la composición del libreto. La que aquí nos interesa es la que se refiere a Venus y el Papa. De manera sucinta, la historia es esta: un caballero ha vagado por el mundo hasta llegar a Venusberg (la montaña de Venus), donde disfruta de los placeres con que la diosa le agasaja. Al cabo de un tiempo, se cansa y decide volver al mundo cotidiano. Venus intenta impedírselo. Tannhäuser evoca a la Virgen y logra escapar. Acude en peregrinación a Roma para invocar perdón por su pasado. El Papa no se lo concede y le hace saber que antes de conseguir el perdón de Jesús saldrán brotes de su bastón. Tannhäuser vuelve a Venusberg. Poco después, el bastón del Papa se llena de brotes. El sumo pontífice envía mensajeros para que localicen al caballero y lo lleven a Roma para ofrecerle el perdón. Tannhäuser ha desaparecido para siempre y es el Papa quien es condenado.

De este O du, mein holder Abendstern (oh, tú, hermosa estrella de la tarde, lucero vespertino) lo que más me gusta es la música, y prefiero la adaptación para orquesta y cello al original con voz humana, pero no quiero privar a quienes, por el contrario, prefieren oír la voz de un buen barítono, y aquí dejo la interpretación de Bryn Terfel


La letra del texto esta:


Wie Todesahnung Dämmrung deckt die Lande,
umhüllt das Tal mit schwärzlichem Gewande;
der Seele, die nach jenen Höhn verlangt,
vor ihrem Flug durch Nacht und Grausen bangt.
Da scheinest du, o lieblichster der Sterne,
dein sanftes Licht entsendest du der Ferne;
die nächt’ge Dämmrung teilt dein lieber Strahl,
und freundlich zeigst du den Weg aus dem Tal.

O du, mein holder Abendstern,
wohl grüsst’ ich immer dich so gern:
vom Herzen, das sie nie verriet,
grüsse sie, wenn sie vorbei dir zieht,
wenn sie entschwebt dem Tal der Erden,
ein sel’ger Engel dort zu werden!

[Como un presentimiento de muerte, el crepúsculo cubre la tierra,
cubre el valle con un manto negro;
el alma que anhela esas burlas,
miedo de su huida a través de la noche y el horror.
Allí brillas, oh la más hermosa de las estrellas,
envías tu suave luz a lo lejos;
Tu querido rayo divide el crepúsculo de la noche,
y usted amablemente muestra el camino para salir del valle.


Oh tú, mi hermosa estrella de la tarde,
Siempre estaré feliz de saludarte:
del corazón que nunca la traicionó,
saludala cuando pase por tu lado,
cuando ella se aleja flotando del valle de la tierra,
¡Para convertirme allí en un ángel bendito!].

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sábado, 21 de octubre de 2023

VICTOR HUGO

Editorial
 Del inmenso Victor Hugo (1802-1885), el más vigoroso y el más popular de Francia (Baudelaire dixit), si exceptuamos esta antología de Visor, no es precisamente sencillo encontrar poesía en castellano y en papel. En francés, claro, existen todo tipo de ediciones. También en internet.

Del irregular mundillo internauta posiblemente sea el nº 89 de la revista Poesía más Poesía el espacio digital que ofrezca una mayor cantidad de textos, pero hay otras muchas páginas donde poder leer traducidos unos cuantos poemas.

De entre todos ellos, si tuviera que señalar uno, me atrevo a decir que el poema que mejor ha aguantado el paso del tiempo —algunos, ciertamente, están hoy muy alejados de la sensibilidad contemporánea— es el que escribió a raíz de la muerte de su hija Leopoldine, y que no me resisto a copiar aquí:

Al despuntar el alba, cuando el campo blanquea
Partiré, pues conozco, pues sé que tú me aguardas.
Iré por la espesura, iré por las montañas.
Lejos de ti no puedo permanecer más tiempo.

Con la mirada puesta en mis cosas, iré.
Sin ver en torno mío, sin oír ruido alguno,
Solo, desconocido, las manos a la espalda,
Triste, siendo los días para mí como noches.

No miraré ni el oro de la tarde que muere,
Ni, a lo lejos, las velas dirigiéndose a Harfleur,
Y pondré a mi llegada, encima de tu tumba,
Algo de verde acebo y de brezo florido.

(Traducción: Antonio Martínez Sarrión). 

La antología está subida de forma completa a internet en anarcoteka.

Y aquí tenéis el poema interpretado musicalmente por Les Frangines:


Y para que vayáis entrando en materia, esta magnífica charla llena de conocimiento y gracia del nobel Vargas Llosa


y este audio mucho más sencillito del periodista Juan Antonio Cebrián:


Para quien sea más de cine y narración es muy recomendable la adaptación de la BBC de Los miserables (solo disponible a través de la plataforma rtve play, hasta el 19 de diciembre de 2023).

No digáis que no os dejo entretenimiento para el fin de semana.

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viernes, 20 de octubre de 2023

CARTUJA DE MIRAFLORES, Retablo de Gil de Siloé


 No sé cuántas visitas recibirá al año la Cartuja de Miraflores. Seguramente no aparecerá entre los 100 monumentos más visitados del país. Tampoco sé si existe esa lista. Pero no será por falta de méritos artísticos. La Cartuja es una deliciosa joya que atesora muchas y muy grandes virtudes. En su página web —la tenéis enlazada en la primera línea— podéis descubrir casi todos ellos. Otra página que está muy bien es la de Guías Turísticos de Burgos. Cualquiera de ellas os valdrá para comprobar lo que digo. Yo, aquí, solo quiero comentar brevemente ese prodigioso retablo que luce en su iglesia, obra de Gil de Siloé


El retablo lo encontramos al fondo, detrás de otra obra impresionante como es el sepulcro de Juan II e Isabel de Portugal, que hay que circundar despacito para poder disfrutar de la magia del alabastro en todas y cada una de sus figuras. Después del festín del alabastro, podemos levantar la mirada y pasar a la madera. Las imágenes que aquí os dejo difícilmente dan una idea aproximada del volumen y magnificencia de la talla. Pero son más que suficientes para destacar la gran creatividad del artista al concebir, por un lado, el suntuoso programa iconográfico; por otro —y eso es lo que más me gusta a mí—, la originalidad de su disposición.


Y es que poco o nada tiene que ver la organización espacial de este retablo con la disposición en pisos y calles de los retablos que se hacían en aquella época y se seguirían realizando por mucho tiempo. Como bien señalan comentarios y guías de todo tipo, su disposición recuerda más a un gigantesco tapiz que a un retablo al uso; una distribución originalísima que a mí más me recuerda a un estandarte que a un tapiz.

Y algo que no se aprecia en la fotografía, pero sí estando allí, es el magnífico juego del color que se consigue con la alternancia del dorado, el azul y los variados colores de ropajes y cuerpos de la multitud de personajes que en él se recogen. 

No todas las tallas, es cierto, tienen la misma calidad. Hay, como es lógico en una obra tan descomunal, mucho trabajo de taller. Pero la que no deslumbra por su hechura, atrae por su naturalidad.





El otoño puede ser una época perfecta para realizar una visita y disfrutar del atractivo de esta inolvidable cartuja. Si mis palabras no son suficientes para animaros, daos un paseo virtual

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jueves, 19 de octubre de 2023

REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 6

Todos los días sale el sol

A decir verdad, son muchos los regalos que tengo casi olvidados y hoy, al recibir el que figura en último lugar, me he sonrojado un poco por mi ejercicio de ingratitud 😳. Así que he cogido algunos y los he sacado a la plaza, a ver si con ello me pueden perdonar mi descastado comportamiento.

Como véis, casi siempre es la naturaleza la que se encarga de ofrecerme sus pequeñas o grandes sorpresas para recordarme que la vida es, a pesar de todos cuantos males y sufrimientos nos rodeen, admirable y maravillosa y siempre ofrece algún motivo con el que deleitarnos, aunque solamente sea un momento.

Amaryllis belladonna

Sorprendente y admirable es que una avispa, aunque sea la asiática, amanezca de visita en la baldosa del balcón y se deje fotografiar (el teléfono a tan solo dos escasos centímetros de distancia para obtener esta imagen). 

—¡Buenos días, hermana avispa!

Yo también creo que una avispa no es menos que el trabajo realizado por la estrellas y que es igualmente perfecta, y que debería ser milagro suficiente para hacer vacilar a sextillones de incrédulos

Vespa velutina nigrithorax

Y más sorpendente y admirable aun me parece que un buen día aparezca en la habitación de un piso de ciudad una mariposa colibrí y se empeñe en desentrañar el nombre escrito en japonés. Ella no creo que llegara a descifrar el significado, como yo tampoco llegué a poder fotografiarla ni regularmente bien, dado el frenético movimiento que se traía. Al cabo de una docena de intentos, por su parte y por la mía, la invité a que buscara territorios más favorables a sus propios intereses abriendo de par en par la ventana.

Creo que me lo agradeció.

Macroglossum stellatarum

Este hongo, o seta, o amanita, u hogar de gnomos, me pareció precioso en su ordenada geometría, y sorprendente porque había surgido en uno de esos micro jardincillos de una casa de vecinos. Como no soy recolector (me gusta probar, si tengo hambre, lo que la naturaleza me ofrece de manera espontánea, pero nunca recojo para llevar a casa), me agaché, hice la foto y ahí se quedó todo. Posteriormente, en el ordenador, he visto los dos individuos que paseaban por ella. Eso, desde mi punto de vista, hace más hermoso el hongo, porque a su hermosa y esencial arquitectura le ofrece un plus de vitalidad y nos recuerda que todos los seres vivos mantenemos una relación estrecha y compartimos una misma sustancia.


Pero ya se acerca la noche y aparecen nuevamente los dorados colores que a los seres humanos nos aproximan el momento del descanso y el recogimiento. El cielo se acicala de sosiego y yo vuelvo a casa con la mirada serena y agradecida. 


Ya recogido, es Eurípides el que me hace el último regalo por medio de Adrasto, quien me susurra desde una página de Las suplicantes:
Miserables mortales, ¿por qué tenéis armas y os matáis mutuamente? Deteneos, que alejados de la guerra conservaréis en paz vuestras ciudades con ciudadanos pacíficos. Poca cosa es la vida y es preciso recorrerla hasta el final con la mayor tranquilidad posible y lejos de la desgracia (verso 950 y ss).

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miércoles, 18 de octubre de 2023

UN LIBRO, UN POEMA (Walt Whitman)


#unlibrounpoema

Así aparece en la página 449 de mi edición de 1980 este hermoso poema de Walt Whitman, que sabía de qué hablaba porque durante la Guerra de Secesión estuvo atendiendo heridos durante cuatro años.

Traducción: Francisco Alexander. El texto original lo tenéis aquí.

 Pero el poema de hoy viene con regalo. Vaughan Williams compuso en 1936 la cantata Dona nobis pacem (danos la paz). En su tercer movimiento tomó el texto de Whitman, hizo que el barítono entonara la primera parte y luego fuera el coro quien la repitiera. A la segunda mitad le sigue una variación de la primera a cargo del coro. Para terminar, la soprano repite una variación del Dona nobis pacem del primer movimiento.

RECONCILIATION

Word over all, beautiful as the sky!
Beautiful that war, and all its deeds of carnage, must in
time be utterly lost;
That the hands of the sisters Death and Night, incessantly
softly wash again, and ever again, this soil'd world:
…For my enemy is dead—a man divine as myself is dead;
I look where he lies, white-faced and still, in the coffin—I
draw near;
I bend down and touch lightly with my lips the white face
in the coffin.


¿Alguien, alguna vez, en alguna parte, atenderá nuestros deseos de paz y reconciliación?

***