domingo, 22 de noviembre de 2020

¿ESTAMOS SOLOS? EN BUSCA DE OTRAS VIDAS EN EL COSMOS

Mientras existamos sobre este punto azul pálido, o en los planetas que logremos colonizar, seguiremos mirando al cielo estrellado cada noche, nos haremos grandes preguntas sobre nuestros orígenes... y buscaremos otras vidas en el Cosmos (p 506) [porque]  nuestra inquieta mente parece necesitar el contacto con otros seres equivalentes a nosotros, con pensamiento abstracto y lenguajes estructurado: criaturas racionales que utilicen símbolos y transmitan emociones. que perciban la belleza. Que construyan metáforas. Espejos en los que mirarnos, aunque la imagen reflejada sea muy diferente de la nuestra (p 474-5).

No creo que me equivoque si digo que esta es la obra de un científico, de un investigador, apasionado con su trabajo y entusiasmado con la divulgación, que pone al alcance de cualquiera cuál es el estado de la cuestión, qué podemos suponer, qué nos es dado imaginar y qué es lo que efectivamente sabemos sobre la vida más allá de nuestro diminuto planeta. Y es que Carlos Briones, a quien he tenido el placer de escuchar en directo en varias ocasiones, parece que lo sabe todo sobre el tema. Y cuando digo todo quiero decir todo, no solamente cuanto tiene que ver con su especialidad como bioquímico y biólogo molecular entregado a la investigación astrobiológica.

Por el texto van desfilando referencias y citas del mundo del cine, de la literatura, de la música, la ecuación de Drake, el programa SETI, la señal Wow!, la estrella Tabby, cuanto tiene que ver con la ciencia ficción, y con la ficción a secas. Desde Lucrecio a Saint-Exupéry, Sagan o el mismísimo Winston Churchill. Deliciosa la cita del primer ministro británico, no os la perdáis (p 474), o la de Brian May, guitarrista de Queen y ¡doctor en astrofísica!

Y qué decir de esas conversaciones de café que se trae con especialistas al acabar cada uno de los capítulos. Broche de oro a sus palabras. Mirad qué pedazo nómina: Muriel Gargaud, Emmanuelle Javaux, Ricardo Amils, Víctor Parro, Michel Viso, J. A. Rodríguez Manfredi, Olga Prieto Ballesteros, Jonathan I. Lunine, Joseph A. Nuth, Luisa Lara, Aki Roberge y David Dunér.

Hacer divulgación requiere claridad y sencillez, además de hacerlo de manera atractiva para que quien lee se sienta a gusto con el texto. En este sentido, e independientemente de que los descubrimientos avancen de manera significativa en este terreno, yo creo que la belleza y la verdad —Keats al fondo— que nutren las páginas del libro van a permanecer inalterables durante mucho tiempo. Es un regalo tanto para nuestro deseo de conocimiento como para nuestro sentido estético.

Dicho esto, conviene advertir que para poder acceder al estudio de la vida extraterrestre ha sido necesario pasar por muchas etapas previas para que la cuestión quede bien delimitada y se entienda. Etapas como intentar responder a la difícil cuestión de qué es la vida, cuál es su origen, qué es eso de la química prebiótica, quién es ese tan importante llamado LUCA, cuánto hay de azar y de necesidad en todo ello o por qué es tan esencial el agua y el carbono para estar donde estamos. Y el autor se abre camino por tan graves cuestiones con absoluta soltura y nos va seduciendo con su prosa ágil.

***

Nota para despistados: este es un libro de divulgación científica. Todavía no tenemos ninguna evidencia de vida más allá de nuestro planeta. Es muy probable que haya incluso vida inteligente en alguna parte del universo. El único problema es que el universo es muy, muy, pero que muy grande. Así, pues, desengañémonos. Podremos observar los planetas extrasolares desde la superficie o la órbita de la Tierra, aprenderemos cada vez más sobre ellos e incluso quizá encontremos señales moleculares de vida en algunas atmósferas. Esa es la ciencia real. Pero están a tantísima distancia de nosotros, incluso los más cercanos, que es una fantasía pensar que en algún momento vamos a poder viajar hasta allí. Por tanto, limitemos nuestro entusiasmo (p 427, palabras recogidas de Michel Mayor). 

O dicho a la manera de James Miller, en A small fiction

sábado, 21 de noviembre de 2020

PLENITUD



PLENITUD

                                                        ...el pie caminante siente

                                                        la integridad del planeta.


                                             JORGE GUILLÉN


Sobre la luz, más luz

y una perfección sin fisura

que deja sosegado el pensamiento.

Reposa el tiempo sobre sí mismo,

detiene un instante su impulso

y nos ofrece una caricia en azul.

Prodigio del momento

que en su fugacidad nos colma

y es capaz de fundir lo que se va

con lo imposible eterno.

MIREN ASIAIN LORA en El rincón de la ilustración

                                                                  

Cada tres meses, el Rincón de la Ilustración acoge los trabajos de un ilustrador o de una ilustradora. El espacio no es que sea enorme, pero entre las tres vitrinas se pueden apreciar bien los trabajos expuestos y, sobre todo, da color y alegría al pasillo que conduce a la entrada de la biblioteca. Esta vez es el turno de Miren Asiain Lora.


Hasta el 24 de enero de 2021.

El horario de la exposición, lógicamente, es el del centro cultural:

De martes a viernes: 16:00-20:30

Sábados: 10:00-14:00, 16:30-20:00

Domingos: 10:00-14:00

Lunes y festivos : cerrado.
***

Y de paso, si eres una persona entusiasta de las aventuras de Harry Potter o vas con gente menuda, podrás también entretenerte con esta otra voluntariosa exposición en torno al mago más famoso de nuestro tiempo: 







Y acércate sin miedo a las bibliotecas. Son espacios seguros, agradables, acogedores y llenos de magníficas sorpresas. Da tanta penita verlas tan vacías.

viernes, 20 de noviembre de 2020

LOS VIAJES DE LOLA FLORES

 

Captura de pantalla del blog Los viajes de Lola Flores

No sé si has llegado hasta aquí buscando información sobre los viajes que hizo o no hizo la peculiar cantaora, si lo que te interesa es el flamenco, la vida privada de Lola Flores o ir algún día a Islandia para comprobar si puedes ver una aurora boreal. A lo mejor te desilusiona saber que lo que estoy haciendo es recomendarte un blog en el que se habla de unos tipos que se pegaron un viaje hasta el país de los géiseres. Pero no es tampoco un blog de viajes. O, para ser más preciso, no es un blog al uso sobre viajes.

En Los viajes de Lola Flores no vas a encontrar recomendaciones sobre dónde alojarte, qué época del año es la mejor para viajar, cuál es el medio de transporte más adecuado para moverte por la isla, qué equipaje te conviene llevar y ese tipo de indicaciones prácticas que aparecen en las páginas llenas de publicidad de las agencias de viaje y de guías turísticos. No, no vas a encontrar nada de eso.

—Entonces, ¿por qué rayos lo estás recomendando?

Pues porque es muy original, juega mucho con el humor, los tópicos y los estereotipos; tiene una escritura llena de chispa e incluso descarada, y no pretende venderte ni convencerte de nada. Por eso. Y, además, no sé quién es su autor, pero sí quiénes son los fotógrafos que el autor se llevó con él hasta la isla vikinga: Paolo (en su Instagram podéis ver más fotografías) y Aitor (en este caso, Flickr). 

Disfrutad del texto y las imágenes: Los viajes de Lola Flores.

EN DEFENSA DEL VIAJE

Cogí este libro del Koldo Mitxelena porque me llamó la atención su formato, tan similar al típico cuaderno que se lleva en el bolsillo para ir anotando en él las impresiones del viaje. Ni tan siquiera lo hojeé. Los cuadernos de todo tipo me gustan casi tanto como los libros. No pude dejarlo en la estantería.

Tony Wheeler es uno de los socios cofundadores de Lonely Planet. O sea, que se le da muy bien viajar, aunque un poco menos bien lo de escribir. De hecho, la frase más interesante de cuantas ha escrito en este librito (94 páginas) para explicarnos por qué seguiremos viajando después de la COVID-19 y por qué lo haremos de otra manera, es esta: Viajar nunca es inocuo. Comparto la afirmación, aunque podría matizarla diciendo que no debería serlo. Casos hay. Con ella se inicia el último apartado, el que lleva por título A modo de conclusión.

Lo mejor del libro es una cita que incluye en la página 88. Pertenece a Ana Briongos y está tomada de Negro sobre negro: Irán, cuadernos de viaje

Tenía 20 años, viajaba sola, y no tuve nunca ningún problema. Había dejado atrás, por una temporada, la facultad de Física de Barcelona con sus clases, sus prácticas y sus exámenes, para sumergirme en esa universidad permanente que es el recorrer países y conocer a sus gentes. No son solo los bosques, los mares, los ríos, los desiertos, los caminos y los amaneceres; como tampoco son los monumentos ni los museos: son los hombres y las mujeres y los niños que en esos caminos y desiertos viven, de los que se aprende. Viajar de joven es importante, se viaja ligero de equipaje y ligero de bolsillo y se tiene el corazón como una esponja. Los caminos del mundo son una escuela donde se templa el espíritu y se afianzan la tolerancia y la solidaridad. Se aprende a dar y a recibir, a mantener las puertas abiertas de la casa y del espíritu y sobre todo a compartir. Se aprende a disfrutar de lo poco, a valorar lo que se tiene, a ser feliz en la austeridad y a festejar la abundancia. Se aprende a escuchar y a mirar y se aprende también a querer. Los jóvenes de los países de la abundancia tendrían que dedicar un año de su vida, antes de que las obligaciones familiares o profesionales los dejen atados para siempre, a viajar por los caminos del mundo, de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo, con la mochila a la espalda. Perderían un año en la carrera del éxito —¡qué es un año!—, pero ganarían como personas porque se les ensancharía el horizonte, muchas veces reducido a conseguir una décima más en un examen, y el mundo entero saldría ganando.

¡Bravo por Ana Briongos!

No sé cómo serán los viajes después de la pandemia. Me temo que, más o menos, igual que antes de ella, porque los miedos se nos van pronto y, lo que es más importante, la responsabilidad con el medio ambiente, con los pueblos y culturas que visitamos, con el cuidado del planeta y de la gente que en él vive, parece que solo depende de las prohibiciones que nos impongan. Hasta ahora, la historia de los viajes, y del turismo por extensión, se reduce a si podemos llegar hasta allí, llegaremos; si nos podemos pagar lo que cuesta, lo pagaremos.

Es cierto que hay excepciones y es cierto que en el mundo anglosajón se ha practicado con bastante asiduidad el tipo de viaje del que habla Ana Briongos. De hecho, me extraña que no lo conozca, pero el año sabático, el gap year, se hizo muy común en los 60, cuando el turismo empezó a extenderse entre las clases populares, aunque ya tenía una larga tradición secular entre la clase alta. Y así debería ser el viaje, una actividad para conocer, para relacionarnos mejor, para adquirir experiencia. Cavafis nos lo recorcaba de manera hermosa

¿Seremos capaces de poner fin a esa locura de millones de turistas del mundo rico invadiendo cualquier espacio por tierra, mar y aire, para combatir el aburrimiento y porque nos lo podemos pagar?

jueves, 19 de noviembre de 2020

OVIDIO Y LA PINTURA (segunda entrega, libros VII al XIII)

 Cefalo y Procris. 1636-7. RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VII, Cefalo y Procris.


La caída de Ícaro. 1636-8. Jacob Peeter GowyCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VIII, Dédalo e Ícaro.

Atalanta y Meleagro cazando el jabalí de Calidón. 1635-40. RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VIII, El jabalí de Calidón.

Muerte del centauro Neso. 1696-7. Luca GiordanoCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IX, Neso y Deyanira.


Orfeo y Eurídice. 1636-8Rubens
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro X, Orfeo y Eurídice.


Hipómenes y Atalanta. 1618-9. Guido Reni. 
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro X, Atalanta e Hipómenes.


Apolo vencedor de Pan. 1636-8. Jacques Jordaens
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XI, Midas.


Batalla de lapitas y centauros. 1835. Rafael Tegeo Díaz
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XII, Lápitas y Centauros.


Acis y Galatea. 1699-1704. Charles de la Fosse
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XIII, Acis, Galatea y Polifemo.

***
Se me olvidaba: ¡feliz cumpleaños!

Sí, hoy cumple el Museo del Prado 201 años.

¡Larga vida al arte!

miércoles, 18 de noviembre de 2020

OVIDIO Y LA PINTURA (primera entrega, libros I al VI)

Ovidio y su Metamorfosis ha servido de inspiración y estímulo multitud de veces a multitud de artistas. Aquí solamente recojo algunas obras, a manera de
ejemplo, de homenaje y, cómo no, de acicate para la lectura del capítulo o pasaje de referencia.

De los quince libros que componen la obra, recorro hoy, de forma somera, los seis primeros. Mañana, los siguientes. Y de cuantos museos contienen pinturas que nacieron de la lectura de la Metamorfosis, tan solo acudo al Museo del Prado, excepto la primera ilustración, que he tomado de una edición francesa de la obra de Ovidio.

La anotación que hago debajo de la imagen recoge el título de la obra correspondiente, el autor y el apartado o capítulo del libro correspondiente a la Metamorfosis, que tenéis convenientemente enlazada para que podáis leer el pasaje de referencia. 

¡Que mitología, pintura y literatura os acompañen!


Dibujo para una edición francesa de las Metamorfosis. 1808. La obra fue ilustrada por Jean-Michel Moreau y otros (la edición no especifica quién más). Metamorfosis, Libro I, Orígenes del mundo.


Júpiter y Licaón. 1638. Jan Cossiers. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Licaón.


Deucalión y Pirra después del diluvio. 1636-37. Juan Bautista Martínez del Mazo 
(copia de Cossiers)Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Deucalión y Pirra.


Apolo y la serpiente Pitón. 1636-7. RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, La serpiente Pitón.


Apolo persiguiendo a Dafne. 1636-8. Theodoor van ThuldenCopyright de la imagen: Museo del Prado. [La obra más famosa sobre el tema es la magistral escultura de Bernini, Apolo y Dafne]. Metamorfosis, Libro I, Dafne.


Mercurio y Argos. Hacia 1659. VelázquezCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Argos-Io y Siringe.


La caída de Faetón. 1636-8. Jan Carel van Eyck
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro II, Faetón.


Diana y Calisto.1635. Rubens
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro II, Calisto y Arcas-Calisto.


El rapto de Europa. 1628-9. 
RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro II, Europa.


Cadmo y Minerva. 1636-8. Jacques Jordaens
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Cadmo.


Paisaje con Diana y Acteón. 1608. Hendrick de Clerck
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Acteón.


Narciso. 1636-8. Jan Cossiers Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Narciso-Eco.


Píramo y Tisbe. Siglo XVIII. Anónimo. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Píramo y Tisbe.


La fragua de Vulcano. 1630. VelázquezCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Marte, Venus y Vulcano.


Sísifo. 1548-9. Tiziano
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Los lugares infernales.


Perseo y Andrómeda. 1699-1702. Giordano Luca
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Perseo y Andrómeda.


El rapto de Proserpina. 1636-7. RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro V, Ceres-Rapto de Prosérpina.


Las hilanderas o la fábula de Aracne. 1655-60. VelázquezCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VI, Aracne.

martes, 17 de noviembre de 2020

LAS TRISTES

Editorial
Era el año 8 de nuestra era y Ovidio estaba felizmente olvidado del mundo y sus problemas en la isla de Capri —ya en aquella época era territorio vacacional—. Recibió la llamada del emperador Augusto. Le convocaba a una reunión. Podemos suponer que no le haría mucha gracia suspender repentinamente su retiro, pero era Augusto quien le llamaba y nadie podía negarse a una convocatoria así. Fue a Roma. Cuanto allí hablaron nadie lo sabe y nunca lo sabremos, porque fue una reunión a puerta cerrada. Conocemos la consecuencia: Ovidio fue enviado al exilio, al extremo oriental del imperio, a Tomis.

Mucho se ha especulado sobre el motivo del destierro. Lo cierto es que como dice uno de los investigadores que con mayor atención se ha dedicado al tema, John C. Thibault, ninguna afirmación sobre la causa del exilio es enteramente satisfactoria. O dicho con lenguaje científico, no hay ninguna evidencia sobre cuál fue exactamente la causa. Podemos suponer a partir de la lectura de Las Tristes (2.103-4; 3.1.51-2, y 3.5.45-52) que el motivo es doble: una composición poética  —seguramente Arte de amar— y una falta que el mismo poeta califica de leve. El caso es que no hay ningún documento que nos permita afirmar nada.

Lo que sí hay es un documento que nos habla de la profunda tristeza en la que quedó sumido Ovidio en un territorio cuya lengua no hablaba —aunque la aprendió con el tiempo—, y que se pasó todo el tiempo escribiendo cartas para conseguir su redención. Las Tristes son la mejor colección de versos para saber de su desolación e incluso de su propia vida, como es la elegía 4. 10: 

Yo soy el cantor de los tiernos amores; posteridad, oye mis palabras si quieres conocer al poeta que lees. Sulmona, abundante de frescos manantiales, es mi patria, que dista noventa millas de Roma. Allí vi la luz, y para que conozcas la época, fue el año en que perecieron los dos cónsules con una muerte igual. Si ello vale algo, heredé el orden ecuestre de mis insignes abuelos, y no debo a la fortuna el título de caballero. No fui el primogénito, sino nacido después de mi hermano mayor, que vino al mundo un año antes. La misma estrella presidió el natalicio de ambos, que festejábamos el mismo día con la ofrenda de dos tortas, y era éste uno de los cinco consagrados a las fiestas de la belicosa Minerva, el primero que se dedica a los combates sangrientos. Nuestra educación comenzó pronto, gracias al celo de mi padre, y asistimos a las lecciones de los maestros insignes de Roma. Mi hermano desde joven se inclinaba a la oratoria, como si hubiese nacido para las tempestuosas luchas del foro; y a mí desde niño me seducían los sagrados misterios, y la Musa en secreto me forzaba a rendirle culto. Muchas veces me dijo mi padre: «¿Por qué pierdes el tiempo en inútiles estudios? El mismo Homero no dejo ninguna riqueza.» Sus consejos me impresionaban, y abandonando todo el Helicón, intentaba coordinar palabras no sujetas a medida, espontáneamente acudían a formar pies cabales, y cuanto intentaba decir lo decía en verso. Entretanto los años resbalaban con pasos silenciosos, y mi hermano y yo tomamos la toga viril; echamos sobre nuestros hombros la púrpura laticlavia, y cada cual siguió su primera vocación. Ya mi hermano mayor había llegado a la edad de veinte años cuando murió, y comencé a carecer de una parte de mí mismo. Entré en el ejercicio de los cargos honoríficos que se conceden a la primera juventud, y fui nombrado triunviro. Me quedaba por conquistar el senado; mas esta carga era muy superior a mis fuerzas, y me contenté con la augusticlavia. De cuerpo poco vigoroso y natural menos apto para trabajos excesivos, y extraño a los impulsos de la turbulenta ambición, las hermanas Aonias, que siempre fueron de mí bien amadas, me convidaban a sus tranquilos ocios. Cultivé y frecuenté la amistad de los poetas de aquel tiempo, y creía ver otros tantos dioses en estos inspirados mortales. Muchas veces el viejo Macer me leyó sus poemas de las Aves y las Serpientes nocivas y las Hierbas saludables; muchas veces Propercio, unido a mí por íntimo afecto, me recitó sus fogosas elegías; Póntico, insigne por sus cantos heroicos, y Baso por sus yambos, se contaban como miembros queridos de mis reuniones, y el armonioso Horacio hechizaba mis oídos al acompañar con la lira de Ausonia sus elegantes odas. A Virgilio apenas le vi, y el avaro destino me arrebató pronto la amistad de Tibulo, que fue, Galo, tu sucesor, como de éste Propercio en la serie de los tiempos. Yo aparecí detrás, el cuarto, y lo mismo que veneré a los mayores, así los más jóvenes me veneraron a mí. No tardó mi Talía en darme a conocer; cuando leí al pueblo las poesías retozonas de mi juventud, sólo me había afeitado dos o tres veces. Exaltó mi numen una mujer celebrada en toda la ciudad, a la que dediqué mis Amores bajo el seudónimo de Corina. Compuse muchas obras, pero las que juzgué defectuosas, yo mismo las castigué entregándolas a las llamas; y antes de partir al destierro, quemé algunas que debían agradar, irritado contra mis estudios poéticos.

Mi tierno corazón, no invulnerable a las flechas de Cupido, se conmovía por la causa más leve, y a pesar de mi temperamento que se encendía con poco fuego, mi reputación no cayó envuelta en ninguna anécdota escandalosa. Casi niño todavía, díéronme una esposa ni digna ni conveniente, cuya unión se rompió en breve. Sucediole la segunda, de proceder irreprochable, pero que tampoco hubo de compartir mi lecho largo tiempo, y la última, que me acompañó basta la vejez, no se avergonzó de llamarse la esposa de un desterrado. Mi hija, dos veces fecunda en su primera juventud, aunque no de un solo esposo, me hizo otras tantas abuelo. Llegó por fin mi padre al término de su existencia, habiendo cumplido noventa años de edad, y lo lloré como él hubiese llorado mi pérdida; poco después pagué el último tributo a mi madre. ¡Felices ambos, sepultados a tiempo para no ver el día de mi condenación, y feliz yo también, porque no les hice testigos de mi infortunio ni les produje la consiguiente amargura! Si detrás de la muerte queda algo más que un vano nombre, y la leve sombra escapa a las llamas de la hoguera, y el rumor de mi falta llegó hasta vosotras, sombras de mis padres, y se juzgan mis delitos en el tribunal del infierno, quiero que sepáis la causa, y es imposible engañaros, que me ocasionó el destierro: fue por imprudente y no por criminal. Esto basta a los Manes: vuelvo a vosotros, espíritus curiosos de conocer los sucesos de mi vida. Transcurridos los años mejores, había llegado la vejez y sembrado de canas mi cabeza; desde mi nacimiento, ceñido en Pisa con la corona de olivo, el vencedor en la contienda de los carros había alcanzado diez veces el premio, cuando la cólera de un príncipe ofendido me obligó a residir en Tomos, ciudad sita a la izquierda del mar Euxino.

La causa de mi sentencia, harto conocida de todos, no necesita la confirmación de mi testimonio. ¿A qué referir la deslealtad de mis amigos, las acusaciones de los siervos y tantas amarguras más crueles que el mismo destierro? Pero mi ánimo se rebeló a sucumbir a tal prueba, y recogiendo sus fuerzas salió al fin victorioso; di al olvido la paz y los ocios de la pagada edad, tomé las armas extrañas a mis hábitos, cuando lo reclamaba la ocasión, y afronté tantos peligros por mar y tierra, como estrellas lucen en el polo que conocemos y el que se niega a nuestra vista, y después de largos rodeos arribé a las playas Sarmáticas vecinas de los Getas, hábiles en lanzar flechas. Aquí, aunque aturdido por el estruendo de las armas en torno mío resuenan, endulzo con la poesía mi triste situación; y aunque no haya un solo oído dispuesto a escucharme, abrevio y engaño con ella las horas eternas del día. Si vivo aún, y conllevo la dureza de mis trabajos, y no he llegado a aborrecer mi penosa existencia, es, Musa, gracias a ti, que me consuelas, que calmas mis inquietudes y alivias mis dolores. Tú eres mi guía y compañera; tú me libras de las riberas del Ister, y me conduces a la cumbre del Helicón; tú, caso raro, me diste en vida un nombre célebre que la fama no suele conceder más que a los muertos. La envidia, detractora de lo actual, no clavó su inicuo diente en ninguna de mis obras; habiendo producido nuestro siglo excelentes poetas, la murmuración no se enconó maligna contra mi ingenio, y si bien reconozco a muchos superiores, no se me reputa inferior a ellos, y soy muy leído en todo el orbe. Si es que encierran algo de verdad los presagios de los vates, no seré, ¡oh tierra!, tu despojo, desde el instante que muera; y ya deba al favor, ya a mis poemas este renombre, benévolo lector, recibe el testimonio legítimo de mi gratitud.

Texto tomado del sitio Imperium. Desconozco quién realizó la traducción.

***

La edición que ha realizado Antonio Ramírez de Verger para Cátedra es muy recomendable, no solo por la cantidad de notas que aporta al texto y por el trabajo introductorio que lo precede, sino porque, además, ha realizado el ímprobo esfuerzo de traducir en verso.

lunes, 16 de noviembre de 2020

FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE ARQUEOLÓGICO



El Festival Internacional de Cine Arqueológico del Bidasoa (FICAB), organizado por el Museo Romano Oiasso, se celebrará del 16 al 21 de noviembre.

Las sedes del festival serán el Amaia KZ, el Museo Romano Oiasso, el Aquarium y Tabakalera

La mayor parte de las sesiones serán a las 17:00 y a las 19:00 con el Amaia KZ como sede central. En esta ocasión, las sesiones de las 17:00, bajo el título De nuestros orígenes a la actualidad, se celebrarán en la sala de conferencias del Amaia KZ en lugar del CBA para aprovechar su aforo más amplio. La primera de estas sesiones se celebrará hoy mismo, 16 de noviembre, a las 17:00.

La inauguración del festival se celebrará a partir de las 19:00 y contará con la actuación del grupo 


El público dispondrá de invitaciones numeradas para asistir a las sesiones de las 19:00 que podrán recoger en la oficina de turismo, en Amaia KZ y a través de la página web www.irun.org/entradas.

Para quien desee seguir desde su casa y de forma gratuita las proyecciones del festival podrá acceder a partir de hoy a través de la dirección https://tv.festhome.com/ff/festival-internacional-de-cine-arqueologico-del-bidasoa-ficab-online/1846/187885

Las películas de la sección educativa del festival, patrocinada por la Fundación Orona, estarán disponibles en esta plataforma para todos los centros educativos interesados. Son estas:

  • Twelve decades of discovery. Nikos Dayandas. Grecia. 2019
  • Tintin et le mystère de la momie Rascar Capac. Fréderic Cordier. Bélgica. 2019
  • First among equals. Nikos Dayandas. Grecia. 2019
  • Mächtige Männer, onhemächtige Frauen? Birgit Tanner, Carsten Gutschmidt, Alemania, 2019
  • Ercolano e Pompei. Visioni di una scoperta. Pietro Galifi. Italia, 2018
  • Vellem esse gemma. Alicia Satué. 2020

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Para más información, consultad el PROGRAMA COMPLETO.

ZUBIETA RECOMIENDA

MADRES E HIJOS

Theodor KALLIFATIDES
Editorial Galaxia Gutenberg


Theodor Kallifatides (Moloi, Laconia, Grecia, 1938) -autor de más de cuarenta libros, emigró a Suecia en 1964, y ha traducido a importantes escritores y ha sido premiado en numerosas ocasiones por su trayectoria literaria- regresa con un libro de memorias titulado Madres e hijos en el que hace un bello homenaje a su madre.

La historia arranca cuando Theodor, que lleva en Suecia cuarenta años, decide viajar a Grecia para visitar a su madre, viuda y con 92 años, consciente de que con seguridad será su último encuentro. Estará con ella una semana, siete días llenos de conversaciones, deliciosas comidas y de compartir juntos también algún secreto sin desvelar. Theodor ama Grecia y ese viaje simboliza un viaje a su patria personificada en la figura de su madre. Las conversaciones se entrelazan con la lectura de los textos autobiográficos que su padre dejó escritos. Páginas bellas pero duras ya que sufrió a manos de los nazis aunque logró sobrevivir. Estas pinceladas sobre la historia paterna que atraviesan todo el siglo XX se alternan con flashback de recuerdos infantiles, siempre en el marco de deliciosas veladas frente a típicas comidas griegas que su madre le prepara con esmero. Theodor K. resalta la importancia de la memoria, de conocer sus orígenes y los de los seres queridos para fortalecer la propia identidad y el amor a sus raíces aunque haya posos dolientes.

A través de su envolvente prosa, Kallifatides construye una sugerente obra en la que hay diálogos breves pero rebosantes de profundidad, gestos de ternura y emoción, detalles costumbristas. Todo depurado y narrado con una sobriedad que resulta grandiosa precisamente porque nace de la sinceridad. Sencillez, ausencia de sentimentalismo y amor auténtico en torno a la figura de la madre como afirma su autor: “Eso es lo que significa tener una madre. Siempre llevas dentro un principio.”

Una delicia para tiempos de reflexión, cuarentena y familias sin el contacto de la llamada "anterior normalidad".

domingo, 15 de noviembre de 2020

EL PAS0 DE LA LAGUNA ESTIGIA, PATINIR

Fuente: Museo del Prado

No, no voy a realizar ningún comentario sobre este fantástico lienzo de Patinir. En realidad es un pretexto para dar noticia —¡una vez más!— de la fantástica labor divulgadora que realiza El Museo del Prado a través de los medios más diversos. 

Por una parte está la página del propio museo, sitio oficial y puerta de entrada a cualquier otro medio o canal. Allí no solo podéis encontrar vídeos, explicaciones y materiales de toda clase e incluso referencias académicas.

Hace muchos años, el museo abrió un canal en YouTube, cuando está plataforma era el ámbito más joven e interactivo en internet. A través de la sección Obra comentada  el museo fue dando a conocer obras comentadas por auténticos especialistas. Y ahí están todas.

Además, cuando se inicia una exposición temporal, ofrecen una conferencia que explica en profundidad el tema de que se trate. Esas suelen ser exposiciones para un público más exigente y que desea profundizar más en el conocimiento. Están agrupadas bajo el término Conferencia.

  

 Más recientes son las intervenciones en Instagram, plataforma que ahora tiene mayor atractivo para la gente de menor edad y que con esa intención, la de acercar el arte a la juventud, todas las mañanas realizan una explicación en directo —la misma aplicación comunica cuándo van a empezar—.

Y por si esto fuera poco, Radio 5, a través de su programa Cuéntame un cuadro colabora en este trabajo divulgador con el museo y sirve de altavoz para dar a conocer los entresijos de las obras de arte.

Así, pues, elegid el medio con el que más a gusto os encontréis y disfrutad del arte.

sábado, 14 de noviembre de 2020

BEETHOVEN, 250º ANIVERSARIO, 6. "Para Elisa"

BTHVN 2020

No todo en Beethoven es grandioso y estilo heroico. Ni mucho menos. Ahí están sus exquisitas sonatas, por poner un ejemplo. Pero no voy a entrar en este profundo tema que nos llevaría muy lejos y que requeriría muchos más conocimientos que los míos. 

En esta celebración un tanto caprichosa y personal del 250º aniversario, hoy traigo esta sucinta y contenida bagatela, extraordinariamente popular y sobre la que cada día que pasa parece que tenemos menos certezas.

No sabemos, por ejemplo, a quién está dedicada; si fue una tal "Elise" la destinataria o una tal "Therese". Tal vez fuera Elisabeth Röckel o Anna Milder-Hauptmann o Juliane Katharine Elisabet Barensfeld o Teresa Malfatti. 

Además, Luca Chiantore afirma en su Beethoven al piano que no fue el músico de Bonn quien terminó de ajustar la pieza.

Mientras la investigación termina de aclararnos estas cuestiones, podemos seguir disfrutando de estos delicadísimos casi cuatro minutos de piano, en esta ocasión de la mano del genial Lang Lang: