viernes, 26 de enero de 2024

ENCUENTRO URZAY-BADIOLA EN KUBO KUTXA


 Ayer por la tarde, y como complemento de la exposición En una fracción [Reversible]Darío Urzay y Txomin Badiola, moderados por Mikel Onaindia, nos regalaron un más que interesante recorrido por el arte desde los años 70 del pasado siglo hasta hoy. No es que mantuvieran un diálogo sobre el último arte contemporáneo en plan exposición académica; en realidad, lo que hicieron fue un agradabilísimo itinerario por su experiencia vital y artística desde el ingreso en la Escuela Superior de Bellas Artes de Bilbao en 1977 (hoy facultad) hasta sus años de residencia en Nueva York, pero al contextualizar sus trabajos, se producían las inevitables referencias a las tendencias artísticas que se practicaban tanto en Europa como en EEUU. 

La  pena fue que nos quedáramos en Nueva York, porque la hora y media se hizo escasa y no hubo tiempo para haber seguido avanzando en el tiempo, en el arte, en el conocimiento de estos dos grandes artistas. En cualquier caso, gracias a Kubo Kutxa por haber tenido la feliz idea de organizar un encuentro como este. Un auténtico lujo.

***


UN PUNTO DE ENCUENTRO (metáforas de la física)

 Vuelve a estar disponible Un punto de encuentro

Como he dejado escrito, este poemario surgió mientras estaba leyendo sentado en un banco de un parque de Vitoria Las raíces triviales de lo fundamental, del ya fallecido Wagensberg. De hecho, me enteré de su muerte porque le había enviado un ejemplar en señal de agradecimiento (por eso de la inspiración) a la editorial en la que solía publicar. Me vino devuelto al cabo de mucho tiempo. No había ninguna nota que lo acompañara. De todas formas, tardé poco tiempo en averiguar cuál era el motivo de la devolución. 

Este librito tiene varias intenciones y mucho me gustaría que llegara a cumplir alguna de ellas. En principio quiere ser un homenaje al conocimiento; quiere también ser una propuesta lúdico-metafórica sobre algunos principios científicos, de ahí el subtítulo; y es, por último, la expresión del deseo de que las dos culturas, la humanística y la científica, sean más amables y más permeables la una con la otra. En este sentido, me gusta recordar las palabras de David Millard Locke en La ciencia como escritura: Tanto la ciencia como la literatura tienen que ver con la verdad del mundo. Y no son dos lenguajes, sino uno, el lenguaje de la humanidad.

Por lo demás, Un punto de encuentro es solamente poesía y yo un perfecto desconocido en los círculos literarios que se atreve, eso sí, a expresar en voz alta ese homenaje, esa propuesta y ese deseo. Quienes lo leáis —o lo hayáis leído ya— rápidamente os daréis cuenta de que poco o nada me interesa la poesía que se sumerge en los sustratos mágicos del pensamiento, de que no comparto esa creencia tan extendida de que solo la poesía puede alcanzar a decir las verdades más profundas. Afortunadamente disponemos de muchos medios de expresión para alcanzarlas.

Y aquí una muestra:

CONSTANTE COSMOLÓGICA

Toda lambda
sumergida en un cosmos
desconocido
tiende a crear una sensación de orden
proporcional
a la misteriosa cantidad
de energía oscura.
Otro tanto
podemos afirmar
de la constante erótica:
toda épsilon
sumergida entre dos cuerpos
que se atraen
crea un vínculo
proporcional
a la enigmática suma
del deseo.
Ambas fuerzas
suelen entrar en colisión
con el laberinto racional.

***


jueves, 25 de enero de 2024

ROBERT BROWNING, Poemas escogidos

Si dejamos aparte El anillo y el libro, la magna obra de Robert Browning —desde ahí 21.000 versos nos contemplan—, quizás la antología más asequible en castellano sea esta que publicó Endymión hace más de treinta años. De ella tomo el poema que Salustiano Masó tradujo como "Mi última duquesa" y que Mario Bojórquez lo hizo como "La duquesa muerta".

Recojo las dos traducciones porque invitan a la reflexión sobre las traducciones, sobre el monólogo dramático y la creación de atmósferas.


MI ÚLTIMA DUQUESA
          Ferrara 

Esa es mi última Duquesa pintada en la pared. 
Parece que está viva. Es un prodigio, ved,
Una obra maestra. Fra Pandolfo en su arte
Se afanó cierto día, y ahí está su obra insuperable, 
¿Queréis tomar asiento y contemplarla? He dicho 
«Fra Pandolfo» ex profeso, porque jamás desconocidos 
Como vos ese rostro pintado interpretar supieron, 
La hondura y la pasión de su mirar austero; 
Hacia mí se volvían (pues nadie más que yo 
Aparta la cortina que he descorrido para vos) 
Y era como si desearan saber por mí 
Cómo pudo llegar tal mirada hasta ahí. 
No sois pues el primero en inquirirlo. Señor, 
No sólo la presencia del cónyuge despertó 
Esa pinta de gozo en la mejilla de la Duquesa: 
Fra Pandolfo quizás por ventura dijera 
«El manto cubre la muñeca de mi señora demasiado» 
O bien «La pintura no ha de esperar reproducir ese lánguido 
Semi-rubor que muere en su garganta»: Eso era 
Galantería, pensó ella, y bastó para que le saliera 
Esa pinta de gozo. Ella tenía —¿cómo os diría yo?— 
Un corazón harto fácil de contentar, señor, 
Y demasiado impresionable: le enamoraba todo aquello 
En que ponía la mirada; y su mirar no tenía sosiego. 
¡Señor, todo era igual! Mi favor íntimo a su vera, 
El ocaso del día por poniente, el ramo de cerezas 
Que cualquier oficioso mentecato 
Cortó en el huerto para ella, el mulo blanco 
Que cabalgar solía en la explanada —no había cosa 
Que no arrancara de ella palabras elogiosas, 
O rubor, por lo menos. Agradecida con los hombres... ¡sí!, de alguna manera
Agradecida —no sé bien cómo— tal si pusiera 
Mi don de un apellido de novecientos años 
Al nivel mismo del de cualquier otro cristiano. 
Pero, señor, ¿quién se rebajaría 
A reprochar tal ligereza? Aun con la maestría 
En el hablar —(que yo no tengo)— para dejar bien clara 
La propia voluntad ante persona como ella, y decir: «Basta, 
Esto o aquello en vos me descontenta; aquí os quedáis corta 
O allí os pasáis de raya» —y aun suponiendo que de tal forma 
Se dejara ella aleccionar, y no contrapusiera francamente 
Sus argumentos a los míos, y se excusara —aun en ese 
Caso habría cierto rebajamiento; y es mi lema 
No rebajarme nunca. Oh, señor, sonreía, cuando pasaba junto a ella, 
No hay duda; mas ¿quién se le cruzaba sin ser óbice 
Para obtener análoga sonrisa? Esto fue a más. Di órdenes 
Y cesaron a un tiempo todas las sonrisas. Y ahí la tenéis ahora igual 
Que si estuviera viva. ¿Os place levantaros? Los demás 
Nos aguardan abajo, vamos pues. Y os repito de nuevo, 
La conocida generosidad del Conde, señor vuestro, 
Es caución suficiente de que ninguna justa instancia mía 
Con respecto a la dote será desatendida; 
Aunque como al principio declaré no sea otro mi objeto 
Que la persona de su bella hija. Ea, bajemos 
Juntos, señor. Pero mirad de paso ese Neptuno 
Desbravando un corcel marino: hermoso grupo, 
Obra de singular reputación en sí 
Que Claus de Innsbruck fundió en bronce para mí.



La versión de Bojórquez, en endecasílabos:


LA DUQUESA MUERTA

FERRARA


En aquella pared, ved el retrato
de mi Duquesa muerta: se diría
que vive; prodigioso lo reputo.
Aquí está como un día Fra Pandolfo
la pintó con sus manos. Para verla
¿sentaros no queréis? De intento dije
«Fra Pandolfo», que nunca vio un extraño
como sois vos, en la figura, el hondo
y apasionado y serio encanto suyo,
sin volverse hacia mí (pues la cortina
que la cubre y por vos he descorrido
nadie la toca sino yo) ganoso
de preguntar, si osaba, cómo el raro
prodigio vino aquí; ya en otros muchos
vi tal curiosidad. Señor, no sólo
de su esposo el aspecto en las mejillas
de la Duquesa tonos tan alegres
ponía. Fra Pandolfo bromeaba
con frecuencia diciendo: «La mantilla
de mi señora cae demasiado
por la fina muñeca», o bien: «El arte
pierda toda esperanza, que impotente
será para copiar ese desmayo
de suavidad que muere en su garganta.»
Galanterías de tal suerte fueron
bastantes para dar a sus mejillas
esos alegres tonos. Era el suyo
un corazón —no sé cómo decirlo—
un corazón propenso a la alegría
y a todo encanto fácil. Encontraba
gozo en todas las cosas, y sus ojos
en todo se posaban. Todo grato
para ella, señor: mis agasajos
en su pecho; las luces del poniente;
las cerezas que un necio le traía
del huerto, adulador; la mula blanca
sobre la que, de la terraza en torno,
cabalgaba; cualquiera, cualquier cosa,
su rubor o su elogio merecía.
Daba gracias a todos —¡bien, de alguna
manera! —no sé cómo— y mi regalo,
de novecientos años de nobleza
con el don de cualquiera equiparaba.
¿Quién vituperaría tan ligera
frivolidad? Si yo tuviera ingenio
—que no lo tengo—en el hablar, muy claro
le hubiera dicho: «En esto justamente
me disgustáis, y en esto; erráis en esto;
pasáis en esto de la raya» —y ella,
si al verse corregida, no mostraba
su agudeza ni excusas os pedía,
vituperio existiera; y vituperio
no admito yo. Señor, sonreiría
sin duda al verme tolerar; empero
¿quién toleró, de una sonrisa libre?
Siguió aquello. Con una orden, todas
de una vez, acabaron las sonrisas.
Vedla aquí como en vida. —¿Sois gustoso
de levantaros? Descender podemos
junto a nuestros amigos. —Os repito
que la notoria esplendidez del Conde,
vuestro señor, es buena garantía
de que todas mis justas peticiones
de dote atenderá —mas os declaro
que la sola hermosura de su hija
me aficiona.— Señor, bajemos juntos.
Ved el Neptuno aquel, que va rigiendo
un caballo de mar. Una bicoca
no del todo vulgar: obra de Claudio
de Innsbruck, en bronce para mí fundida.

Y puesto a establecer comparaciones, podéis consultar cómo traduce la inteligencia artificial de Google. Clicad aquí.

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miércoles, 24 de enero de 2024

UN LIBRO, UN POEMA ( H. D.)

Editorial
Traducción: Natalia Carbajosa.
#unlibrounpoema
 

He dudado mucho antes de traer a esta sección algún fragmento de poema de Trilogía, pues si entresacar algún poema de una colección es siempre un atrevimiento y una violencia hacia el libro del que sale —si se trata de un buen y coherente poemario es necesaria la lectura completa para que la idea que se transmite no resulte excesivamente sesgada o mutilada—, en este caso Trilogía contiene tres largos poemas: "No caen las murallas", "Tributo a los ángeles" y "La floración de vara". Cada uno de ellos, a su vez, se compone de otros muchos poemas, partes o secciones, que leídas en conjunto ofrecen una visión general y congruente.

Trilogía, por tanto, necesita ser leída sin recortes, de forma completa. Solo así podremos darnos cuenta de que es una celebración de la supervivencia contra las fuerzas de la muerte —lo empezó a escribir durante la Segunda Guerra Mundial—, es un canto al poder místico del amor como fuerza espiritual para la paz. Como escribe Natalia Carbajosa en el excelente prólogo, en medio de la guerra y la devastación, más que nunca, H.D. comprende que el poeta ha de recuperar su bastón de mando, conjurar a los dioses en sus visiones, zafarse de la cáscara vieja de la materialidad, bucear en el subconsciente, completar la metamorfosis, fundir todas las religiones en pos de una aún por inventar, devolver a la tribu la palabra que le ha sido arrebatada por la fuerza ensordecedora de las armas.

Esto que ofrezco aquí no es, en consecuencia, nada más que una ínfima muestra, muy parcial e incompleta, que espero pueda servir como invitación y preámbulo de una lectura íntegra y cabal de la obra.

                2

El Mal se afanaba en la tierra,
el Bien, abatido, se afligía;

el Mal ofrecía aventuras,
ocioso, el Bien languidecía;

el Mal-igno acechaba
disfrazado de Jehová;

el Bien era la insípida cáscara
despojada del maná-semilla, la legumbre:

estaban airados y nosotros tan faltos
de alimento, Dios;

arrancaban nuestros amuletos,
los hechizos, decían, no son la gracia;

mas los dioses siempre son bifrontes,
así que busquemos los antiguos senderos

en pos de la runa verdadera, el conjuro exacto,
los valores antiguos retomemos;

no atendamos si nos gritan:
vuestra bella Isis, Aset o Astarté

es una ramera; sois unos mojigatos,
fanáticos que añoran las ollas de Egipto;

vuestro corazón, es más,
es un cáncer muerto,

prosiguen, y vuestra salmodia
es el himno del diablo,

vuestro estilo se moja en sublimado corrosivo;
¿cómo rascaréis hasta borrar, del palimpsesto,

la tinta indeleble
de pasadas aventuras?


            33

Midamos la derrota 
en términos de pan y carne,

y los continentes 
en la extensión relativa

de los campos de trigo; ne enseñemos
lo que mal aprendimos

y no nos benefició;
no preparemos

pociones curativas a los muertos
ni inventemos

colores nuevos
para ojos ciegos.


            39

Hemos recibido demasiados dogmas
y muy pocas garantías,

demasiados: mas no se ha demostrado
lo suficiente que esto, esto, esto

es herejía: sé, y siento
el significado que ocultan las palabras;

son anagramas, criptogramas,
pequeños estuches, adecuados

para incubar mariposas...


Del primero poema, "No caen las murallas".

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martes, 23 de enero de 2024

ELIZABETH BARRET: "AURORA LEIGH" (citas varias)

Editorial
Traducción: José C. Vales.
Antes de comenzar con las citas, una recomendación: la Poetry Foundation es el mejor espacio que conozco para leer información de calidad sobre literatura escrita en inglés. Allí encontraréis buenas biografías, reseñas, vídeos, audios y una selección de textos verdaderamente encomiable. Os invito a que visitéis los artículos y antologías dedicados a Elizabeth Barret Browning y su marido Robert Browning. Es la información más completa que váis a conseguir en internet.

Y ahora sí, las citas, pero recordad que las citas no son nada más que eso, citas, pinceladas sobre las opiniones de la autora; la obra es otra cosa mucho más compleja.

Sobre escritura: 
Las buenas intenciones no siempre acaban en buenos libros.
(Los poetas son) los únicos que nos dicen la verdad esencial.
de las ideas equivocadas solo nacen malos poemas.

Cuestión social: 
Los ricos hacen a los pobres, y los pobres maldicen a los ricos,
y agonizan juntos ricos y pobres,
los de arriba y los de abajo, en espasmo social
y crisis de los siglos. ¿He aquí nuestro siglo,
que tiene su propia vocación! ¡He aquí que hemos
sobrepasado los límites del tiempo! Ya no hay nada que ver,
salvo al hombre rico y a Lázaro,
ambos torturados, con un abismo entre ellos,
y ni rastro de las bendiciones de Abraham. ¿Quién,
siendo hombre y humano, puede soportar con entereza
y ver todas estas cosas, y  no rasgar jamás su alma
en busca de alguna solución? ¿No hay un médico para este dolor
ni en la tierra ni en el cielo?

Igualdad hombre-mujer: 
¿Se me ha demostrado que soy demasiado débil
para vivir sola, y sin embargo lo suficientemente fuerte para soportar
semejantes obligaciones sobre mis hombros? Débil para pensar,
y sin embargo lo suficientemente lista para entender los pensamientos de otro.
Incapaz de cantar, como cantan hasta los mirlos,
y sin embargo competente para amar, como Él.
(...)
Tergiversas la cuestión como un hombre
que ve a la mujer como un mero complemento
de su sexo. Olvidas por completo
que todas las criaturas, femeninas y masculinas,
son únicas en sus actos y en sus pensamientos.
(...)
           puedo vivir
la vida de mi alma, sin necesidad de la limosna de los hombres.
(...)
              Yo no creo
en el honor de nadie que otro guarda,
ni de un hombre ni de una mujer. Como yo misma me ocupo de guardar
mi verdad y mi religión, no necesito autorización
de ningún padre, aunque tuve uno que ya ha muerto,
de ningún hermano, aunque tuviera veinte, y mucho menos de ti,
aunque fueras dos veces mi primo, y una vez Romney Leigh,
para mantener a salvo mi honor.

Matrimonio (siglo XIX, recuérdese que hasta finales de ese siglo la ley solo exigía fidelidad a la mujer): 
Si el matrimonio es un contrato, estúdiese bien entonces,
porque las partes contratantes deberían ser iguales, en justicia,
pero si solamente hay juramento de fidelidad por una parte,
una mera religión, lo único que queda es el derecho a entregarse.

Pesimismo y apariencias:
El mundo es un lugar peligroso (...)
              todos conocemos
a buenos críticos que han destrozado las esperanzas de un poeta,
a buenos políticos que han arruinado sus países,
a buenos patriotas que, por una teoría, minaron una causa,
a buenos reyes que destriparon a sus súbditos por un impuesto,
a buenos papas que pusieron todo lo bueno en  peligro,
a buenos cristianos que se quedaron cómodamente sentados
y maldijeron al resto del mundo por estar de pie.
¡Ay, que el buen Dios perdone a la gente buena!

Crueldad entre mujeres:
Una mujer aparta a otra de su corazón
y le clava la aguja más fina,
como si fuera una rosa, y la pincha cuidadosamente,
debajo de las uñas, debajo de los párpados, en el interior de la nariz...
Un animal rugiría si lo torturan así, pero una persona,
una criatura humana, no debe, no se estremecerá siquiera,
no. por vergüenza.
                            Lo que duele, después de todo,
es que una mujer como ella, a una mujer como yo,
sabe cómo hacerle daño.

El gobierno como expresión de la sociedad:
                     Los gobiernos auténticos
no son sino la expresión de una nación, sea buena
o menos buena, incluso de toda la sociedad,
aunque sean injustos, monstruosos, enloquecidos y malditos,
no son sino la expresión de las vidas particulares de los hombres,
la suma visible de unidades invisibles. Y entonces,
¿podríamos cambiar el conjunto y sin embargo conservar
cada figura individual? ¿A quien queremos engañar con eso?

Conducta:
                   La humildad es muy útil
cuando el orgullo es imposible.

Amor:
             El arte es mucho, pero el amor es más.

El trabajo como una acción colaborativa:
                estamos aquí para trabajar,
y las personas que trabajan solo pueden trabajar para las demás,
y para no trabajar en vano, debe trabajarse
para toda la Humanidad, y así, trabajar humanamente,
y elevar los cuerpos de los hombres elevando también los espíritus,
como hizo Dios antes que nosotros.

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lunes, 22 de enero de 2024

SINBIOTIKA, Txaro Marañon

 



Simbiosis (DRAE): 1. f. Biol. Asociación de individuos animales o vegetales de diferentes especies, sobre todo si los simbiontes sacan provecho de la vida en común.
Sin.: asociación, unión, vinculación, combinación, sincretismo, mezcla, fusión.


En los trabajos de Txaro Marañon la simbiosis que se produce entre el noble y natural barro (gres, arcilla) y el innoble y contaminante plástico recogido en diferentes playas ofrece un doble resultado: por un lado, crea una obra artística; por otro, es una llamada de atención ante la descomunal contaminación ambiental producida por ese polímero universalmente presente en nuestras vidas. 

La exposición, en cualquier caso y ante todo, es una hermosa forma de expresión que apela a nuestras conciencias desde el sentido estético...








sin descuidar el poético.




Hasta el 17 de marzo de 2024
en


***


domingo, 21 de enero de 2024

MARCHA DE SAN SEBASTIÁN



Como ayer, día 20 de enero, fue el día de San Sebastián, no creo que nadie se ofenda por que coloque aquí la Marcha de San Sebastián. Además, como este espacio se visita más desde el extranjero que desde aquí —de cada 10 visitas, casi 7 proceden del exterior—, me ha parecido muy adecuado mostrar al mundo cómo celebra la fiesta la ciudad. 

Lo que el público que abarrota la plaza a medianoche canta es esto:

Bagera!
gu (e)re bai
gu beti pozez, beti alai!


Sebastian bat bada zeruan
Donosti(a) bat bakarra munduan
hura da santua ta hau da herria
horra zer den gure Donostia!

Irutxuloko, Gaztelupeko
Joxemaritar zahar eta gazte
Joxemaritar zahar eta gazte
kalerik kale danborra joaz
umore ona zabaltzen hor dihoaz
Joxemari!

Gaurtandik gerora penak zokora
Festara! Dantzara!
Donostiarrei oihu egitera gatoz
pozaldiz!
Inauteriak datoz!

Bagera!
gu (e)re bai
gu beti pozez, beti alai!

Que traducido queda así: 

¡Somos!
¡nosotros también
nosotros siempre contentos, siempre alegres!


Hay un Sebastián en el cielo
un único Donosti(a) en el mundo
aquel es el santo y este es el pueblo
¡he ahí lo que es nuestra San Sebastián!

De Irutxulo, de Gaztelupe
Joxemaritarra viejo y joven
Joxemaritarra viejo y joven
de calle en calle tocando el tambor
allí van extendiendo el buen humor
¡Joxemari!

De hoy en adelante las penas fuera
¡A la fiesta! ¡A bailar!
Venimos a llamar a los donostiarras
¡Contentos!
¡Vienen los Carnavales!

¡Estamos!
¡nosotros también
nosotros siempre contentos, siempre alegres!

Lo que a mí más me gusta de la letra es esa magnífica afirmación de buen humor y entusiasmo con que se abre y cierra la marcha. Todo un alarde empirista de buen vivir. 

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sábado, 20 de enero de 2024

DE LA TIERRA AL UNIVERSO, Astronomía general teórica y práctica

Editorial
Comencé a mirar el cielo con alguna atención empujado por la mitología, algunos nombres inscritos en él me llevaron a otros y a querer saber algo más sobre esos puntos luminosos que podemos apreciar cuando las noches son claras. Quise saber del universo desde el momento en que empecé a preguntarme por el origen de la vida, por el comienzo de todo cuanto existe o, dicho de otra manera, por qué existe algo y no nada. Estas dos aficiones han ido confluyendo en una sola y han ido poblando mi pequeña biblioteca de títulos variados al albur del capricho, el tiempo disponible y la curiosidad del momento. Esta fue mi última adquisición y a la que siempre acudo cada vez que tropiezo con alguna noticia que no entiendo del todo o de la que desconfío, siempre y cuando no se trate de un descubrimiento, porque si alguna ciencia es capaz de producir conocimientos concretos nuevos a gran velocidad esa es la astronomía y este es un libro publicado en 2022.

Este texto, que bien podría ser un manual universitario, es una excelente obra de divulgación que abarca todo cuanto puede desear conocer un más que buen aficionado al tema —en el enlace con la editorial podéis leer la enorme amplitud del índice—. Por incluir, incluye hasta un capítulo dedicado a la astrobiología, disciplina hoy relativamente extendida, pero que surgió a finales del milenio anterior. Pero lo mejor de todo es que se trata de una obra que tiene las que considero tres características fundamentales de una buena obra de divulgación: rigor científico, claridad expositiva y estilo ameno. Es un libro que una vez que se coge resulta difícil de abandonar, un tema lleva a otro y una consulta a otra.

En el vídeo de presentación participa uno de los autores, David Galadí-Enríquez, él os ofrece todo tipo de detalles sobre la obra y más: 


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viernes, 19 de enero de 2024

LAS SÍLABAS Y EL CUERPO, Reiniel Pérez Ventura

Editorial

 Hay títulos muy bien puestos, capaces de expresar el contenido esencial de lo que dentro se nos cuenta. Este de Las sílabas y el cuerpo, es uno de ellos.

Tu cabeza, tu pelo sin ruido,

selva detenida en la redonda caricia de un pensamiento,

cantan a la luz proscrita de mis manos.

Poesía erótica. El cuerpo como texto. Erotismo y escritura se mezclan, se entremezclan. Dos formas de ver el mundo. De iluminarlo. Cuerpo y poesía, dos expresiones del mismo ser que al yo poético le ofrecen protección.

el mundo es un laberinto del que salgo / al entrar en tu cuerpo

Reiniel Pérez Ventura nos ofrece un poemario en el que entremezclan el cuerpo del poema y las palabras del cuerpo, el gozo de la escritura en unos versos brillantes, llenos de buena poesía. Un nombre que anotar para seguirle la pista. 

Si tuviera que decantarme por alguno de los poemas, me quedaría con el VIII. Me parece el más explícito de todos ellos. En cualquier caso, todos son bellísimos.


                             VIII


Macho y hembra las hice: palabras.

Vayan por este poema engendrando

el entrecruzado cuerpo de la belleza.

Tú serás árbol y pondremos en tu ser la rama

y bajará hasta tu nombre la raíz hembra llena de hijos.

Tú, pozo de donde viene 

la sed inocente de las cosas,

la noria devuelve tu cuerpo al día.

Por eso el agua es todas las aguas

y el mar se engendra sombra y cuerpo en la misma palabra.

el espacio es macho pero la nada tiene senos oscuros.

Las palabras sueñan

y en todos los sueños somos sus hijos.

Las palabras se despiertan en las lenguas

como sobre un lecho,

se entrelazan en ti enamorado

y en ti amante que callas todos los nombres.

Vayan por este poema asediando

el cuerpo virgen de las cosas,

vayan por este poema

haciéndose y deshaciéndose,

escondiéndose y volviéndose mudas al comienzo.

Pero el hombre se conformó con domar las cosas,

con detenerlas en sí mismas, 

y las palabras se prostituyeron.

Todo tenía que hablar

para ser reconocido

y lo que callaba se sentaba

al borde del hombre con ojos amenazadores.

Macho y hembra las hice,

destinadas al destierro;

siempre saliendo del paraíso de todas las bocas.


Las sílabas y el cuerpo fue el poemario ganador del XXXV Premio Loewe. Es el primer título publicado por el autor.


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jueves, 18 de enero de 2024

LA DAMA Y EL UNICORNIO



 El Museo de Cluny o Museo Nacional de la Edad Media no es uno de esos espectaculares y grandiosos museos de París, pero tiene una fantástica colección de arte medieval, y no lo digo solamente por este estupendo relicario en el que se pueden ver representados los tres Magos. Allí están, por ejemplo, tres hermosas coronas votivas del tesoro de Guarrazar, que sirven para recordar el vergonzoso asunto de la pérdida de patrimonio a causa del egoísmo y avaricia personal y de la ineficaz acción administrativa de otro tiempo. 

En él se encuentran, recuerdo de la barbarie de las turbas revolucionarias, las cabezas (y otras partes del cuerpo) de los reyes de Judea, que formaban parte de la decoración exterior de Notre-Dame.



O copas como estas, que reproducen en su interior ahumado obras de arte:

La batalla de San Romano, Paolo Uccello.

El grito, E. Munch.

Pero posiblemente la sala más emblemática del museo sea la que recoge en medio de la penumbra y siempre bajo vigilancia del personal los maravillosos tapices de la dama y el unicornio. La mucha gente y la escasa iluminación hacían que realizar alguna fotografía con cierta calidad fuera tarea casi imposible. Dejo aquí un par, pero os recomiendo que para ver los tapices con solvencia, acudáis a la página del museo o a Wikipedia, que tiene unas imágenes muy decentes.

À mon seul désir

Olfato
Los seis tapices se interpretan como una representación de los sentidos, menos el más famoso de todos, que es el primero que he colocado y el que lleva la leyenda À mon seul désir —solo a mi deseo—, que se suele explicar como una alegoría del amor o de la comprensión. 

En la actualidad son muy conocidos gracias al cine. La serie de Harry Potter tiene mucho que ver en esta historia, pero hay más películas. Tal vez la mayor responsable de que empezaran a ser apreciados por el público en general fuera la novelista George Sand, quien escribió un primer artículo en 1847 al que siguieron otros trabajos y citas. Tampoco hay que olvidar que Rilke habla de ellos con detalle en Los cuadernos de Malte Laurids Brigge.

En fin, que son una joyita del arte de transición entre los siglos XV y XVI, y que más allá de lo que puedan representar su mayor encanto se encuentra en ese delicioso equilibrio entre objeto, forma y color que hace que permanezcamos atrapados por su atractivo sin desviar la mirada.

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miércoles, 17 de enero de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Fernando Aramburu)

Ejemplar de la Biblioteca Central
#unlibrounpoema

Me enteré gracias a un tuit de Francisco Javier Irazoki en noviembre de que Tusquets había publicado la poesía de Fernando Aramburu. El fin de semana terminé su lectura. Bajo el título de Poesía reunida han recogido Ave sombra, Materiales de derrubio, Sinfonía corporal, Mateo, el tiempo en su arcángel y Bocas del litoral. Cierra la edición un bello epílogo de Irazoki. 

Del último título, Bocas del litoral, entresaco este


POEMA MUERTO


No sé mi nombre ni si acaso he  muerto

—polvo y fragos— la tarde en que Irún arde.

Es improbable haber sobrevivido

a la infernal derrota que citan los manuales.

Cuarenta años difuntos no dirán

—ni lo dirá el olvido que custodia otras cosas—

si le fue dado al cielo

de algún confín remoto en el exilio

o de mi tierra verde recobrada

seguir amaneciendo para mí.

Mas si huido al furor del requeté aquel día

por cuyo brazo sin piedad

a mi pecho y mi casa un dios dispara,

en quien acaso yo también creía,

dudo que azar tan compasivo no me haya deparado

alguna vez más tarde mi noche de agonía, mi estertor último

y en fin mi oscuridad inacabable

antes de la hora quieta y venidera de poniente

en que compongo este poema muerto.

Lo que allí no pudieron el fuego ni las armas enemigas

lo habrá podido a su manera el tiempo.

Oculto entre las ruinas y las llamas,

quiero haber sido al fin de esa refriega

que gana el invasor, el gudari sin nombre

de quien parte el disparo

último de su bando.

No cambiará el destino adverso de la guerra,

no alzará las paredes derruidas,

ni siquiera yo mismo acaso sepa

nunca que es ese rezagado

disparo el que da muerte a Beorlegui.


 La presentación del libro en la librería Alberti:


***