"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
martes, 3 de diciembre de 2024
LA PEREZA, Bécquer
miércoles, 22 de mayo de 2024
UN LIBRO, UN POEMA (Salvador Díaz Mirón)
Salvador Díaz Mirón (1853-1928) fue un mexicano que vivió en una época agitada social y políticamente. Armas y letras van de la mano. Lord Byron y Victor Hugo son sus ídolos, y un duelo en Orizaba le dejará la clavícula inservible y, como consecuencia, el brazo inútil. Desde 1878 llevará la mano oculta en un bolsillo de la chaqueta; en el otro, para la mano hábil, una pistola.
Rubén Darío, Julio Herrera y Reissig, Leopoldo Lugones y Francisco Villaespesa lo reconocieron como maestro. Antonio Castro Leal escribió sobre él con estas palabras: En la más alta poesía de lengua española tiene un lugar de honor, cerca de Góngora y de Quevedo (Díaz Mirón. Su vida y su obra).
En Veracruz está su casa-museo.
Un par de muestras. En el segundo, "Sursum", sorprenden las semejanzas con el Zaratustra nietzscheano que claramente no pudo haber leído en 1884 y en alemán. Fijaos: el poeta es el superhombre, el héroe de gran alma que trasciende la moral de esclavos del cristianismo.
ASONANCIAS
Sabedlo, soberanos y vasallos,
próceres y mendigos:
nadie tendrá derecho a lo superfluo
mientras alguien carezca de lo estricto.
Lo que llamamos caridad y ahora
es sólo un móvil íntimo,
será en un porvenir lejano o próximo
el resultado del deber escrito.
Y la Equidad se sentará en el trono
de que huya el Egoísmo,
y a la ley del embudo, que hoy impera,
sucederá la ley del equilibrio.
SURSUM
A Justo Sierra
¡Cuán grata es la ilusión a cuyos lampos
tienen perenne vida los amores,
inmarcesible juventud los campos
y embriagadora eternidad las flores!
¡Cuán vívido es el iris que colora,
magia oriental, la suspirada orilla
y a cuyo hermoso resplandor de aurora
radia hasta el fango que después mancilla!
La verdad, si engrandece la conciencia,
devora el corazón nunca sumiso;
es el fruto del árbol de la ciencia
y siempre hace perder el paraíso.
Mas aunque el bardo mate la quimera
y desvíe y aparte de sus ojos
el prisma encantador, y por doquiera
mire sombras y vórtices y abrojos,
ha de cantar la redentora utopía,
como otra estatua de Memnón que suena
y ser, perdida la esperanza propia,
el paladió de la esperanza ajena!
¡Cuando el mundo, ese Tántalo que aspira
en vano al ideal, se dobla al peso
de la roca de Sísifo, y expira
quemado por la túnica de Neso;
cuando al par tenebroso y centellante
imita a Barrabás y adora al Justo,
y pigmeo con ansias de gigante
se retuerce en el lecho de Procusto;
cuando gime entre horribles convulsiones
para expiar sus criminales yerros,
mordido por sus ávidas pasiones
como Acteón por sus voraces perros;
cuando sujeto a su fatal cadena
arrastra sus desdichas por los lodos,
y cada cual en su egoísta pena
vuelve la espalda a la aflicción de todos;
el vate, con palabras de consuelo,
debe elevar su acento soberano
y consagrar, con la canción del cielo,
no su dolor sino el dolor humano!
Sacro blandón que en la capilla austera
arde sin tregua como ofrenda clara
y consume su pábilo y su cera
por disipar la lobreguez del ara;
vaso glorioso en donde Dios resume
cuanto es amor, y que para alto ejemplo
gasta y pierde su llama y su perfume
por incensar en derredor el templo;
sublime Don Quijote que ambiciona
caer al fin entre el fragor del rayo,
torcida y despuntada la tizona
y abierto y rojo por delante el sayo;
ave fénix que en fúlgidas empresas
aviva el fuego de su hoguera dura,
y muere convirtiéndose en pavesas
de que renace victoriosa y pura…
¡Eso es el bardo en su fatal destierro!
Cantar a Filis por su dulce nombre
cuando grita el clarín: ¡despierta, hierro!
¡Eso no es ser poeta, ni ser hombre!
Mientras la musa de oropel y armiño
execra el polvo por amar la nube
y hace sus plumas con la fe de un niño
y hacia un azul imaginario sube;
mientras Ofelia, con el pecho herido
por Hamlet y sus trágicos empeños,
marcha a las ondas del eterno olvido
cogiendo flores y cantando sueños;
el numen varonil entra en la arena,
prefiriendo al delirio y al celaje
la ciudad con sus ruidos de colmena
y el pueblo con sus furias de oleaje,
y contempla la tierra purpurada,
y toma y alza, con piedad sencilla,
un montón de esa arcilla ensangrentada...
Y ese montón de ensangrentada arcilla
adquiere vida entre su mano estoica,
vida inmortal y fulgurantes alas,
y en él respira una belleza heroica,
como en la estatua de la antigua Palas.
Guardar silencio y poseer la trompa,
la recia trompa a cuya voz no exigua
vendría a tierra con su estéril pompa
el muro hostil de la ciudad antigua;
ser un Aquiles que a la lid prefiera
recordar a Briseida en el retiro,
aunque Patroclo batallando muera…
¡Eso es mentir a Dios! ¡Pero qué miro!
Cual la crin de un raudal que de alto arranca
tus cabellos se agitan... ¡Oh Maestro!
¿Por qué sacudes la cabeza blanca
cual si quisieras arrojar el estro?
¿Por qué no te alzas a la faz de Harmodio
y no repeles, cuando Atenas grita,
esa montaña de calumnia y odio
que sobre tu hombro de titán gravita?
¡Tu Etna será para tu fuerza flojo;
confía en ti y a tu misión no faltes,
que al hado cruel que lapidó tu arrojo
irá el volcán cuando debajo saltes!
¡Rompe en un himno que parezca un trueno!
El mal impera de la choza al solio;
todo es dolor o iniquidad o cieno:
pueblo, tropa, senado y capitolio.
¡Canta la historia al porvenir que asoma
cómo Suetonio y Tácito la escriben!
¡Cántala así mientras en esta Roma
Tiberios reinen y Seyanos priven!
¡Abre la puerta al entusiasmo ausente,
mueve de un grito el desusado gonce
y como a chorros de fusión ardiente
vierte en los mimbres el vigor del bronce!
¡Derrama el verbo cuyos soplos crean
la fe que anima y el valor que salva,
y que a tu acento nuestras almas sean
como tinieblas que atraviesa el alba!
Para el poeta de divina lengua
nada es estéril, ni la misma escoria.
¡Si cuanto bulle en derredor es mengua,
sobre la mengua esparcirás la gloria!
***

miércoles, 15 de noviembre de 2023
UN LIBRO, UN POEMA (T. S. Elliot)
![]() |
Editorial |
Desde hace unos días, paralelamente a esta sección Un libro, un poema he iniciado en WhatsApp, en el apartado "novedades", la publicación diaria de un poema bajo el hashtag (#) un poema al día. Es, lógicamente, una fórmula absolutamente efímera, pasadas las 24 horas, desaparece, pero quienes tenéis mi número podéis ver el poema, que cada día será de un libro distinto...
***
#unlibrounpoema
Elliot ya es un clásico del siglo XX y no necesita presentación de ningún tipo. Guste o no, se haya leído o no, todo el mundo sabe que es el autor de obras tan influyentes en su época como La tierra baldía o Cuatro cuartetos.
Hoy dejo aquí, en traducción de José María Valverde
LA CANCIÓN DE AMOR DE J. ALFRED PRUFROCK
Si yo creyese que mi respuesta fuese
a persona que alguna vez volviera al mundo,
esta llama quedaría sin más sacudidas.
Pero como jamás desde este fondo
volvió nadie vivo, si es verdad lo que oigo,-+
sin temor de infamia te respondo.
DANTE, INFERNO, XXVII
Vamos entonces, tú y yo,
cuando el atardecer se extiende contra el cielo
como un paciente anestesiado sobre una mesa;
vamos, por ciertas calles medio abandonadas,
los mascullantes retiros
de noches inquietas en baratos hoteles de una noche
y restaurantes con serrín y conchas de ostras:
calles que siguen como una aburrida discusión
con intención insidiosa
de llevarnos a una pregunta abrumadora…
Ah, no preguntes "¿Qué es eso?"
Vamos a hacer nuestra visita.
En el cuarto las mujeres van y vienen
hablando de Miguel Ángel.
La niebla amarilla que se restriega el lomo en los cristales de las ventanas,
el humo amarillo que se restriega el hocico en los cristales de las ventanas,
metió la lengua lamiendo los rincones del atardecer,
se demoró en los charcos quietos sobre los sumideros,
dejó que le cayera en el lomo el hollín que cae de las chimeneas,
resbaló por la azotea, dio un brinco repentino,
y, viendo que era una suave noche de octubre,
Y claro que habrá tiempo
para el humo amarillo que se desliza por la calle,
restregándose el lomo contra los cristales de las ventanas;
habrá tiempo, habrá tiempo
de preparar una cara para encontrar las caras que encuentras;
habrá tiempo de asesinar y de crear,
y tiempo para todos los trabajos y los días de las manos
que levantan y dejan caer una pregunta en tu bandeja;
tiempo para tí y tiempo para mí,
y tiempo aún para cien indecisiones,
y para cien visiones y revisiones,
antes de tomar té con tostadas.
En el cuarto las mujeres van y vienen
hablando de Miguel Angel.
Y claro que habrá tiempo
de preguntarse "¿Me atrevo?", y "¿Me atrevo?"
tiempo de volver atrás y bajar la escalera,
con un claro de calvicie en medio de mi pelo
(dirán: "¡Cómo le está clareando el pelo!")
mi chaquet, mi cuello duro subiendo firmemente hasta la barbilla,
mi corbata rica y modesta, pero afirmada con un sencillo alfiler-
(dirán: "Pero ¡qué delgados tiene los brazos y las piernas!")
¿Me atrevo
a molestar al universo?
En un minuto hay tiempo
de decisiones y revisiones que un minuto volverá del revés.
Pues les he conocido ya a todos, les conozco a todos—
he conocido los anocheceres, mañanas, tardes,
he medido mi vida con cucharillas de café:
conozco las voces que mueren con una caída agonizante
bajo la música de un cuarto de más allá.
Así ¿cómo podría hacerme ilusiones?
Y he conocido ya los ojos, los conozco todos—
los ojos que te miran fijos en una expresión formulada,
y cuando esté formulado, despatarrado en un alfiler,
¿cómo empezaría entonces
a escupir todas las colillas de mis días y maneras?
Y ¿cómo podría hacerme ilusiones?
Y he conocido ya los brazos, los conozco todos—
brazos con pulseras y blancos y desnudos
(¡pero, a la luz de la lámpara, con vello parado claro!)
¿Es perfume de un traje de mujer
lo que me hace divagar así?
Brazos que se extienden en una mesa, o que se arropan en un chal.
¿Y cómo hacerme ilusiones entonces?
¿Y cómo iba a empezar?
........................................................
¿Diré que he pasado al oscurecer por estrechas calles
observando el humo que se eleva de las pipas
de hombres solitarios en mangas de camisa, asomados a la ventana?
Debería yo haber sido un par de ásperas garras
corriendo por los fondos de mares silenciosos.
Alisada por largos dedos,
dormida… cansada… o se hace la enferma,
extendida en el suelo, aquí junto a ti y a mí.
¿Debería yo, después del té con pastas y helados,
Aunque he visto mi cabeza (ya ligeramente calva) presentada en una bandeja,
no soy ningún profeta —y no se trata aquí de nada importante;
he visto chisporrotear apagándose el momento de mi grandeza,
y he visto al eterno Lacayo, alargándome mi abrigo y riéndose con disimulo,
y, en resumen, tuve miedo.
Y habría valido la pena, después de todo,
después de las tazas, la mermelada, el té,
entre la porcelana, entre un poco de charla tuya y mía,
habría valido la pena
descabezada de un mordisco el asunto con una sonrisa,
apretar el universo en una bola
echándolo a rodar hacia alguna pregunta abrumadora,
decir: “Soy Lázaro, venido de entre los muertos,
vuelto para decíroslo todo, os lo diré todo”-,
si alguna, poniéndose una almohada junto a la cabeza,
dijera. “No es eso lo que yo quería decir en absoluto.
No es eso, de ningún modo”.
Y habría valido la pena, después de todo,
habría valido la pena
y esto, ¿y tanto más?
¡Es imposible decir precisamente lo que quiero decir!
Pero si una linterna mágica proyectara los nervios como estructuras en una pantalla:
habría valido la pena
de que alguna acomodándose una almohada o tirando a un lado un chal,
y voliéndose a la ventana, dijera:
"Eso no es en absoluto,
eso no es lo que quería decir en absoluto."
.......................................................
¡No! No soy el príncipe Hamlet, ni tenía por qué serlo;
soy un noble del séquito, uno que sirve
para hacer bulto en una comitiva, empezar alguna que otra escena,
aconsejar al príncipe: sin duda, un fácil instrumento,
respetuoso, contento de ser útil,
político, cauto y meticuloso;
lleno de elevado fraseo, pero un poco obtuso;
a veces, incluso, casi ridículo—
a veces, casi, un Bufón.
Envejezco… envejezco…
Tengo que llevar vueltas en los bajos de los pantalones.
¿Me saco raya en el pelo por detrás? ¿me atrevo a comerme un melocotón?
Me pondré pantalones blancos de franela, y pasearé por la playa.
he oído a las sirenas cantándose unas a otras.
No creo que me canten a mí.
Las he visto cabalgar en las olas mar adentro
peinando el blanco pelo de las olas echando atrás
cuando el viento sopla el agua hasta ponerla blanca y negra.
Nos hemos demorado en las cámaras del mar
junto a ondinas enguirnaldadas de algas, en rojo y pardo,
hasta que nos despierten voces humanas y nos ahoguemos.
jueves, 24 de septiembre de 2020
POETIKA 2020: ARITZ GORROTXATEGI
![]() |
KM KULTURUNEA |
Hoy, a las 19:30, se reanuda el ciclo de Poetika 2020 en el salón de actos del Koldo Mitxelena. Aritz Gorrotxategi es el poeta invitado. La introducción correrá a cargo de Felipe Juaristi. El acompañamiento musical lo realizará Maitane Arretxe con el acordeón.
Si bien la obra literaria de Gorrotxategi es muy amplia e incluye numerosos artículos de opinión en prensa, la obra poética está recogida en estos títulos:
Taxi bat Hamlet-entzat, 2002, Hiria.Zaldi hustuak, 2007, Erein.
Hariaz beste, 2011, Erein.
Muga (liburu kolektiboa), 2016, El Gallo de Oro.
Chillidari gorazarre (liburu kolektiboa). 2017, Balea Zuria.
Amua, 2019, Elkar.
BIHARKO HARIA
Biolinaren baitako hotsak esnaraziz,
plaza txikia katedral bihurtzen du zazpietan,
zortzietako autobusak ihes egin baino lehen,
entzuleen hotsak isilaraziz.
Hor ikusiko duzu kapela nola bete,
geldialdiak merezi duela aurrera baino lehen,
biribilduen artean Ariadna zilegiak
dituela gogo, musika harien artean itxiz
joan-etorriko zauriak.
Baina bereziki gaur
badaki hura dagoela besteen artean,
bereziki gaur
atzo bezalako egun bat da,
non nahikoa den hari bati heltzea
sorterria begirada batean zehazteko,
non nahikoa den hari bati heltzea
beste aldean Ariadna dagoela ziurtatzeko.
Emakumeak ere maite du Teseo,
baina bietako inork ez daki esaten
nola egingo dioten ihes Minotauroari,
biak bat direnean ala banaka
etxera doazenean
bakoitza bere autobusean
banakotasunean desegitera,
puskekin biharko haria
birsor daitekeela sinistera.
Urrutitik maite dute elkar,
galderarik egin gabe,
labirintuak ibiltaria maite duen moduan.
sábado, 11 de abril de 2020
COMO GUSTÉIS (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 16)
El mundo es un gran teatro,
y los hombres y mujeres son actores.
Todos hacen sus entradas y sus mutis
y diversos papeles en su vida.
Los actos, siete edades. Primero, la criatura,
hipando y vomitando en brazos de su ama.
Después, el chiquillo quejumbroso que, a desgano,
con cartera y radiante cara matinal,
cual caracol se arrastra hacia la escuela.
Después, el amante, suspirando como un horno
y componiendo baladas dolientes
a la ceja de su amada. Y el soldado,
con bigotes de felino y pasmosos juramentos,
celoso de su honra, vehemente y peleón,
buscando la burbuja de la fama
hasta en la boca del cañón. Y el juez,
que, con su oronda panza llena de capones,
ojos graves y barba recortada,
sabios aforismos y citas consabidas,
hace su papel. La sexta edad nos trae
al viejo enflaquecido en zapatillas,
lentes en las napias y bolsa al costado;
con calzas juveniles bien guardadas, anchísimas
para tan huesudas zancas; y su gran voz
varonil, que vuelve a sonar aniñada,
le pita y silba al hablar. La escena final
de tan singular y variada historia
es la segunda niñez y el olvido total,
sin dientes, sin ojos, sin gusto, sin nada.
Sin embargo, Cómo gustéis no sería practicamente nada sin la existencia de Rosalinda a la que dota de frescura, de imaginación y de vitalidad, de ahí su popularidad, aunque no estemos a finales del siglo XIX y no podamos sostener el comentario de Bernard Shaw sobre su fama: La popularidad de Rosalinda se debe a tres causas principales. Primero, solo habla en verso blanco durante unos minutos. Segundo, sólo lleva falda durante unos minutos (...). Tercero, corteja al hombre en lugar de esperar a que el hombre la corteje.
La interpretación que realiza la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid bajo la dirección de Charo Amador, aun siendo una interpretación no profesional, tiene grandes logros. Disfrutadla.
miércoles, 28 de agosto de 2019
RICARDO II (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 8)
Ricardo II es una tragedia histórica teñida de nostalgia. Es también una profunda reflexión sobre el poder, una tragedia sobre la culpa y una estupenda metáfora sobre el teatro del mundo. Y es, como nos lo recuerda Bloom, la puesta en escena de un pésimo rey que tiene, sin embargo, buenas dotes de poeta metafísico. Dejadme que os cite las palabras del estudioso neoyorquino.
Rey alocado e inadecuado, víctima tanto de su propia psique y su extraodinario lenguaje como de Bolingbroke, no es que Ricardo gane nuestra simpatía, sino nuestra renuente admiración estética por la cadencia moribunda de su música cognitiva. Es totalmente incompetente como político, y totalmente dueño d ela metáfora (Shakespeare. La invención de lo humano. p 305).
A punto de acabar, en Ricardo II también podemos leer —acto V, escena V— uno de los soliloquios más impresionantes del teatro, que sería citado muchas más veces si no fuera por que el de Hamlet oculta prácticamente cualquier otro.
Me he estado preguntando cómo puedo comparar la cárcel en que vivo con el mundo y, como el mundo es tan populoso y aquí no hay otro ser que no sea yo, no soy capaz. Con todo, voy a resolverlo. Mi mente será la hembra de mi espíritu, mi espíritu el padre, y los dos engendrarán una prole de pensamientos fecundantes que poblarán este mundo en pequeño de caracteres tan variados como el mundo, pues ningún pensamiento se contenta. Los más altos, los de asuntos divinos, se entremezclan con las dudas y ponen a las Escrituras en contradicción; primero, «Venid, niños, a mí», pero después, «Venir es tan difícil como es para un camello pasar por el ojo de una aguja». Los pensamientos ambiciosos imaginan milagros imposibles: cómo estas débiles uñas pueden abrir brecha en el pétreo costillar de este duro mundo que es mi cárcel y, como no pueden, mueren en su orgullo. Los pensamientos de paciencia se ilusionan con que no son los primeros esclavos de Fortuna, ni serán los últimos, cual los pobres mendigos metidos en el cepo, que amparan su vergüenza en los muchos que han metido y meterán y, pensando de este modo, se consuelan, llevando su infortunio a las espaldas de los que han soportado suerte igual. Así yo en uno solo hago de muchos, y ninguno satisfecho. A veces soy rey, mas la traición me hace que prefiera ser mendigo, y lo soy. Entonces la aplastante miseria me hace ver que me iba mejor cuando era rey, y vuelvo a ser rey, mas muy pronto pienso que Bolingbroke me ha desreinado, y ya no soy nada. Mas, sea uno u otro, ni a mí ni a nadie que sólo sea un hombre ya nada podrá complacernos si no es la paz de no ser nada. (Suena música). ¿Oigo música? ¡Eh, eh, lleva el ritmo! ¡Qué amarga es la música dulce cuando no se observa ritmo ni medida! Así ocurre en la música del hombre. Yo aquí tengo finura de oído para advertir discordancias en la cuerda, mas, respecto a la concordia de mi reino, no he tenido oído para oír mis disonancias. Perdí el tiempo, y ahora el tiempo me consume, ya que me he convertido en su reloj. Mis pensamientos son minutos; con suspiros marcan su andadura a la esfera de mis ojos, adonde mi dedo, semejante a un minutero, siempre apunta enjugándoles las lágrimas. Pues bien, señor, los sonidos que indican la hora son clamores que golpean mi corazón, que es la campana. Suspiros, lágrimas, clamores dan los minutos y las horas. Mas mi tiempo corre apresurado en la alegría de Bolingbroke, mientras yo tonteo aquí, muñeco de su reloj. Esa música enloquece. ¡Que no suene! Aunque ha devuelto el juicio a los locos, yo creo que va a quitárselo a los cuerdos. Sin embargo, bendito sea quien me la brinda, pues es señal de afecto, y el afecto a Ricardo es una rara joya en este mundo de odio.
martes, 18 de junio de 2019
ENRIQUE IV (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 5)
Hal, el futuro Enrique V, es su aprendiz. Del borrachín Falstaff (fall:caída / staff:bastón) aprende cuanto hay que saber para poder reinar. Las tabernas son el mejor lugar para que un príncipe conozca a su pueblo. Del cálculo y la táctica nos habló Maquiavelo en su famosa obra. Y Hal aprende bien la lección. Cuando al final de la segunda parte se convierta en el nuevo rey, su compañero de correrías será apartado de su lado. El poder no se puede permitir una imagen de borracho ni de sentimental.
Enrique IV forma parte de la tetralogía que Shakespeare escribió sobre la Historia de Inglaterra: Eduardo III, Ricardo II, Enrique IV (primera y segunda parte) y Enrique V. Todas ellas transcurren durante el convulso período de la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra (1337-1453). Un período con suficientes elementos reales como para inspirar una profunda reflexión sobre el poder y la ambición. El fabuloso ingenio del dramaturgo no perdió la ocasión.
Acto V, final de la primera escena. La batalla está próxima. Falstaff no le oculta a Hal ni su miedo ni su deseo:
—Quisiera que fuese la hora de ir a la cama y que todo marchase bien.
Hal replica desabrido:
—¡Diablo! ¡Debes a Dios una muerte! (en inglés: Why, thou owest God a death —en la traducción se pierde el juego de palabras entre "deuda" y "muerte" que en la época isabelina estaba muy presente al pronunciar la última palabra death-debt).
Falstaff queda solo y responde así al endiablado juego de palabras:
—No está debida aún, y me repugnaría pagarla antes de su fecha. ¿Qué necesidad tengo de meterme donde no me llaman? Bah, esto no es nada. El honor me aguijonea hacia adelante. Sí; pero ¿qué, si el honor me aguijonea hacia atrás cuando avance? ¿Es que el honor puede reponer una pierna? No ¿O un brazo? No. El honor ¿no tiene, pues, ninguna habilidad en cirugía? No. ¿qué es el honor? Una palabra. ¿Qué es esa palabra de honor? Aire. ¡Un adorno costoso! ¿Quién lo posee? El que murió el miércoles. ¿Lo siente? No. ¿Lo oye? No. ¿Es, pues, una cosa insensible? Sí, para los muertos. Pero, ¿no podría vivir con los vivos? No ¿Por qué? La denigración no lo sufriría; por tanto, no lo quiero. El honor es un simple escudo de armas..., y así acaba mi catecismo.
Traducción de Luis Astrana Marín.
martes, 9 de abril de 2019
HAMLET (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 1)
No existe monólogo más famoso que el de Hamlet en el tercer acto de la obra homónima; ni existe generación, cultura o moda que no haya ofrecido su propia interpretación de la misma. Sin llegar a la entrega de la juventud alemana de comienzos del XIX, que convirtió al príncipe danés en su ídolo y modelo para encontrar el sentido de la vida, es cierto que el poder de atracción de esta obra y de su personaje protagonista supera cualquier otro de la historia de la literatura y nos empuja, desde que lo descubrimos por primera vez, a indagar en las profundas cuestiones de la existencia.
Hamlet es la obra más compleja de Shakespeare, la más extensa —Bloom no cree que se llegara a representar nunca de forma completa en su época— y la que mejor representa el genio creativo de su autor, capaz siempre de ofrecer una perspectiva más rica y con más matices de una historia ya conocida, que gracias a la reescritura que realiza de ella, se transforma en un texto universal, donde cada vez que lo leemos aprendemos algo nuevo.
Posiblemente la universalidad del teatro de Shakespeare lleve consigo su mayor dificultad para acercarnos a él. Es tan familiar que tenemos la impresión de ya conocido. Es lo que ocurre con todas las obras de las que se habla en todas partes y a todas horas. Es necesario vencer esa pereza, coger el libro y adentrarse en sus páginas. Ni tan siquiera una buena representación de la misma nos va a ofrecer tantas satisfacciones como una lectura sosegada.
El resto es silencio.
jueves, 12 de julio de 2018
MÁS ALLÁ DEL HILO, Aritz Gorrotxategi
![]() |
Baile del Sol |
Su obra poética incluye los siguientes títulos: Taxi bat Hamlet-entzat, Zaldi hustuak, Hariaz beste, Muga (poemario colectivo) y Chillidari gorazarre (poemario colectivo en homenaje a Chillida).
En este poemario —en el que alterna la prosa poética y el verso y que está poblado de referencias a todo tipo de clásicos— se parte de una advertencia
EL EXTREMO DEL MUNDO
Es cierto, el mundo pende
de un único hilo;
la cuestión es dónde
se fija la atención,
bien
en la parte superior,
bien
en la inferior, en la mano
o en el extremo del hilo.
y se llega a una conclusión-deseo cargada de humanismo
EL OFICIO DE COMPRENDER
La realidad: nexo entre lo externo y lo interior. Ejercicio de abrazar pronombres. "Yo" en el lugar de "ellos"; "ellos" en el mío. Ese plural humano que nos funde a todos.
Obrar como enemigos es contrario a la naturaleza.
Comprender, no más. Creados para ello. El oficio de comprender. Sin hacer daño a nadie. Tender la mano... Dejar hacerse a la mar la conciencia-río que somos, poco a poco.
Entre el primer poema y el último un continuado esfuerzo poético por esclarecer e iluminar, un denodado empeño por alcanzar el conocimiento y qué pueda significar eso. Y es que
No hay certeza en el caminar, tan solo un río, un molino hacia el mar. Creer, quizás, sea soñar, sembrar la duda y observar desvelado el mundo, habiendo tomado asiento. Mientras germina la respuesta la medida del sueño es la belleza.
miércoles, 1 de noviembre de 2017
DOMINIO DE LA NOCHE, Gloria Díez
Durante la comida de la primera jornada estuve sentado a la izquierda de Gloria Díez. En un momento dado, y puesto que la conversación giraba en torno a la poesía, ella me enseñó este poemario y yo le pedí que me señalara cuál era el poema con el que se sentía más a gusto, aquel que si tuviera que salvar de un desastre no dudaría en hacerlo. Gloria no dudó ni un instante y me dejó abierto el libro por la página 29:
DIME, CARONTE, AMIGO
Ofelia está desnuda.
¿Hamlet loco?
Dime, Caronte, amigo:
¿Es ésta la laguna
que han de cruzar los muertos?
Pálida luz de alba
llueve en pétalos húmedos.
¡Ah la hermosa mortaja
de rosas amarillas
en las pútridas aguas!
El río ha transportado,
como rama a tu orilla,
este febril despojo:
un cuerpo de muchacha.
Palpa,
con tus dedos oscuros
como atrapan sus dientes
—inocentes marfiles—
el óbolo de plata.
Y acéptalo benévolo.
Guía, lenta, tu barca
hacia el negro horizonte
preñado de carmines.
Tus grandes ojos ciegos,
de pálidas pupilas
recuerdan los secretos
caminos de las aguas.
Mientras resuena el cuerno
y la niebla se eriza
de luciérnagas vivas,
mi cuerpo antiguo curva
su ternura d enieve
en torno a tus sandalias.
Y aterradoramente,
una canción de cuna,
(moscardón verde pálido
que oscila sobre el remo)
ululante y profunda
se eleva a nuestra espalda.
Leí en silencio. Si el aire clásico, rítmico y mesurado del poema me gustaba, la última estrofa, de una pavorosa belleza, me conmovió. En ocasiones, el dolor de lo vivido toma forma a través de las imágenes y el lenguaje poético suele ser el mejor recurso que tenemos para expresarlo. Casi antes de que pudiera realizar ningún comentario, la autora me espetó: Para ti, por haberte sentado a mi lado.
lunes, 5 de junio de 2017
UN PUNTO DE ENCUENTRO VIAJA POR LA PROVINCIA
- 14 de junio, 19:00, Casa de Cultura de Tolosa.
- 15 de junio, 19:30, Librería Lagun, Donostia.
- 30 de junio, 19:00, Garoa liburudenda, Zarautz.
- 5 de julio, 19:15, Zubieta liburudenda-Troa, Donostia.
GRAVEDAD
¿Qué masa posee el Partenón?
¿Pesaría lo mismo en la Luna?
¿Es la masa de la Novena
superior a la de Hamlet?
¿Se puede cuantificar la atracción
que ejercía Isadora Duncan
sobre sus espectadores?
¿Tienen mayor densidad
un velázquez o un rembrandt
que un lienzo de cualquier
aficionado a la pintura?
¿Es significativamente más masiva
la obra de Whitman, Quevedo o Neruda
que la de unos juegos florales?
La respuesta está en el cálculo.
Mientras que con la obra de Newton
realizamos vaticinios infalibles
—Mercurio aparte—,
con los cálculos de un crítico
difícilmente podemos llegar
a orientar la órbita.
viernes, 2 de junio de 2017
SER EN LA VIDA ROMERO
![]() |
Romero en flor |
romero sólo que cruza siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero,
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida romero, romero..., sólo romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo
digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,
decía el príncipe Hamlet, viendo
cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero.
No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos
cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero.
Un día todos sabemos
hacer justicia. Tan bien como el rey hebreo
la hizo Sancho el escudero
y el villano Pedro Crespo.
Pasar por todo una vez, una vez sólo y ligero,
ligero, siempre ligero.
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo
ni la flor de un solo huerto.
Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros.
lunes, 4 de julio de 2016
HAMLET, TAL VEZ EL PERSONAJE MÁS INTERESANTE DE TODA LA LITERATURA

Da igual la traducción que nos ofrezcan. Desde la primera oración sabemos que se trata del famoso monólogo de Hamlet. Nos lo sirvan como nos lo sirvan, sabemos que pertenece a una de las obras cumbres de la creación shakespeariana, que es lo mismo que decir universal.
Hamlet es mi preferida. Tal vez de las otras me pueda cansar o buscar un estado de ánimo propicio para releerlas. Con Hamlet me da igual. Y siempre encuentro algo nuevo, porque en ella leo el mundo y me leo a mí mismo, y tengo la impresión de que crezco perdido en sus diálogos.
La obra es desgarradora, pero no triste. Divertida, ingeniosa, compleja, inagotable. Escrita para ser representada, nunca he visto una versión que me conmueva tanto como su lectura. Hamlet tal vez sea el personaje más interesante de toda la literatura.
Aquí os lo dejo en el montaje de 1970 para Estudio 1.
viernes, 2 de agosto de 2013
VLADIMÍR HOLAN, 4
Audaz, presiente apenas dónde se encuentra.
Joven, aunque ha sufrido, no sabe lo que es el dolor.
Sabio antes de tiempo, se escapa sin haber entrado
y alega, como excusa, la inmadurez de su edad.
¡La gruta de las palabras!
Sólo el verdadero poeta, y por su cuenta y riesgo,
pierde, delirando en ella, las alas
y con ellas, la manera de someterlas, de nuevo, a la gravedad
y no menoscabar esa fuerza que atrae hacia la tierra.
¡La gruta de las palabras!
Sólo el verdadero poeta regresa con su silencio
para encontrar, ya viejo, a un niño que llora
abandonado por el mundo en su umbral.
miércoles, 12 de junio de 2013
GRAVEDAD
domingo, 2 de junio de 2013
DORMIR, TAL VEZ SOÑAR
viernes, 31 de mayo de 2013
VLADIMÍR HOLAN, 1
Por lo demás, poca cosa hay en Internet que valga la pena. Además de la reseña que aparece en Wikipedia —breve, pero correcta—, podéis leer unos cuantos poemas que os orienten sobre el tono de su poesía en la muy conocida página A media voz y en un googlesite que seguramente alguien del mundo de la enseñanza ha preparado.
Yo, por mi parte, os dejo un poema perteneciente al libro Avanzando, 1964.
La piedra y la estrella no nos imponen su música,
las flores callan, las cosas parece que oculten algo.
Los animales niegan en sí por nuestra causa,
la armonía de la inocencia y el misterio.
El viento tiene siempre el pudor de una simple señal
y lo que es el canto lo saben sólo los pájaros enmudecidos
a los que el día de Nochebuena echaste una gavilla sin trillar.
Les basta existir y eso es inexpresable. Pero nosotros,
nosotros sentimos miedo y no sólo en la oscuridad,
sino que incluso en la fecunda luz
no vemos a nuestro prójimo
y aterrados hasta un conjuro violento
gritamos: ¿Estás ahí? ¡Habla!