jueves, 19 de noviembre de 2020

OVIDIO Y LA PINTURA (segunda entrega, libros VII al XIII)

 Cefalo y Procris. 1636-7. RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VII, Cefalo y Procris.


La caída de Ícaro. 1636-8. Jacob Peeter GowyCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VIII, Dédalo e Ícaro.

Atalanta y Meleagro cazando el jabalí de Calidón. 1635-40. RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VIII, El jabalí de Calidón.

Muerte del centauro Neso. 1696-7. Luca GiordanoCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IX, Neso y Deyanira.


Orfeo y Eurídice. 1636-8Rubens
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro X, Orfeo y Eurídice.


Hipómenes y Atalanta. 1618-9. Guido Reni. 
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro X, Atalanta e Hipómenes.


Apolo vencedor de Pan. 1636-8. Jacques Jordaens
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XI, Midas.


Batalla de lapitas y centauros. 1835. Rafael Tegeo Díaz
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XII, Lápitas y Centauros.


Acis y Galatea. 1699-1704. Charles de la Fosse
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro XIII, Acis, Galatea y Polifemo.

***
Se me olvidaba: ¡feliz cumpleaños!

Sí, hoy cumple el Museo del Prado 201 años.

¡Larga vida al arte!

miércoles, 18 de noviembre de 2020

OVIDIO Y LA PINTURA (primera entrega, libros I al VI)

Ovidio y su Metamorfosis ha servido de inspiración y estímulo multitud de veces a multitud de artistas. Aquí solamente recojo algunas obras, a manera de
ejemplo, de homenaje y, cómo no, de acicate para la lectura del capítulo o pasaje de referencia.

De los quince libros que componen la obra, recorro hoy, de forma somera, los seis primeros. Mañana, los siguientes. Y de cuantos museos contienen pinturas que nacieron de la lectura de la Metamorfosis, tan solo acudo al Museo del Prado, excepto la primera ilustración, que he tomado de una edición francesa de la obra de Ovidio.

La anotación que hago debajo de la imagen recoge el título de la obra correspondiente, el autor y el apartado o capítulo del libro correspondiente a la Metamorfosis, que tenéis convenientemente enlazada para que podáis leer el pasaje de referencia. 

¡Que mitología, pintura y literatura os acompañen!


Dibujo para una edición francesa de las Metamorfosis. 1808. La obra fue ilustrada por Jean-Michel Moreau y otros (la edición no especifica quién más). Metamorfosis, Libro I, Orígenes del mundo.


Júpiter y Licaón. 1638. Jan Cossiers. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Licaón.


Deucalión y Pirra después del diluvio. 1636-37. Juan Bautista Martínez del Mazo 
(copia de Cossiers)Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Deucalión y Pirra.


Apolo y la serpiente Pitón. 1636-7. RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, La serpiente Pitón.


Apolo persiguiendo a Dafne. 1636-8. Theodoor van ThuldenCopyright de la imagen: Museo del Prado. [La obra más famosa sobre el tema es la magistral escultura de Bernini, Apolo y Dafne]. Metamorfosis, Libro I, Dafne.


Mercurio y Argos. Hacia 1659. VelázquezCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro I, Argos-Io y Siringe.


La caída de Faetón. 1636-8. Jan Carel van Eyck
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro II, Faetón.


Diana y Calisto.1635. Rubens
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro II, Calisto y Arcas-Calisto.


El rapto de Europa. 1628-9. 
RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro II, Europa.


Cadmo y Minerva. 1636-8. Jacques Jordaens
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Cadmo.


Paisaje con Diana y Acteón. 1608. Hendrick de Clerck
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Acteón.


Narciso. 1636-8. Jan Cossiers Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Narciso-Eco.


Píramo y Tisbe. Siglo XVIII. Anónimo. Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro III, Píramo y Tisbe.


La fragua de Vulcano. 1630. VelázquezCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Marte, Venus y Vulcano.


Sísifo. 1548-9. Tiziano
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Los lugares infernales.


Perseo y Andrómeda. 1699-1702. Giordano Luca
Copyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro IV, Perseo y Andrómeda.


El rapto de Proserpina. 1636-7. RubensCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro V, Ceres-Rapto de Prosérpina.


Las hilanderas o la fábula de Aracne. 1655-60. VelázquezCopyright de la imagen: Museo del Prado. Metamorfosis, Libro VI, Aracne.

martes, 17 de noviembre de 2020

LAS TRISTES

Editorial
Era el año 8 de nuestra era y Ovidio estaba felizmente olvidado del mundo y sus problemas en la isla de Capri —ya en aquella época era territorio vacacional—. Recibió la llamada del emperador Augusto. Le convocaba a una reunión. Podemos suponer que no le haría mucha gracia suspender repentinamente su retiro, pero era Augusto quien le llamaba y nadie podía negarse a una convocatoria así. Fue a Roma. Cuanto allí hablaron nadie lo sabe y nunca lo sabremos, porque fue una reunión a puerta cerrada. Conocemos la consecuencia: Ovidio fue enviado al exilio, al extremo oriental del imperio, a Tomis.

Mucho se ha especulado sobre el motivo del destierro. Lo cierto es que como dice uno de los investigadores que con mayor atención se ha dedicado al tema, John C. Thibault, ninguna afirmación sobre la causa del exilio es enteramente satisfactoria. O dicho con lenguaje científico, no hay ninguna evidencia sobre cuál fue exactamente la causa. Podemos suponer a partir de la lectura de Las Tristes (2.103-4; 3.1.51-2, y 3.5.45-52) que el motivo es doble: una composición poética  —seguramente Arte de amar— y una falta que el mismo poeta califica de leve. El caso es que no hay ningún documento que nos permita afirmar nada.

Lo que sí hay es un documento que nos habla de la profunda tristeza en la que quedó sumido Ovidio en un territorio cuya lengua no hablaba —aunque la aprendió con el tiempo—, y que se pasó todo el tiempo escribiendo cartas para conseguir su redención. Las Tristes son la mejor colección de versos para saber de su desolación e incluso de su propia vida, como es la elegía 4. 10: 

Yo soy el cantor de los tiernos amores; posteridad, oye mis palabras si quieres conocer al poeta que lees. Sulmona, abundante de frescos manantiales, es mi patria, que dista noventa millas de Roma. Allí vi la luz, y para que conozcas la época, fue el año en que perecieron los dos cónsules con una muerte igual. Si ello vale algo, heredé el orden ecuestre de mis insignes abuelos, y no debo a la fortuna el título de caballero. No fui el primogénito, sino nacido después de mi hermano mayor, que vino al mundo un año antes. La misma estrella presidió el natalicio de ambos, que festejábamos el mismo día con la ofrenda de dos tortas, y era éste uno de los cinco consagrados a las fiestas de la belicosa Minerva, el primero que se dedica a los combates sangrientos. Nuestra educación comenzó pronto, gracias al celo de mi padre, y asistimos a las lecciones de los maestros insignes de Roma. Mi hermano desde joven se inclinaba a la oratoria, como si hubiese nacido para las tempestuosas luchas del foro; y a mí desde niño me seducían los sagrados misterios, y la Musa en secreto me forzaba a rendirle culto. Muchas veces me dijo mi padre: «¿Por qué pierdes el tiempo en inútiles estudios? El mismo Homero no dejo ninguna riqueza.» Sus consejos me impresionaban, y abandonando todo el Helicón, intentaba coordinar palabras no sujetas a medida, espontáneamente acudían a formar pies cabales, y cuanto intentaba decir lo decía en verso. Entretanto los años resbalaban con pasos silenciosos, y mi hermano y yo tomamos la toga viril; echamos sobre nuestros hombros la púrpura laticlavia, y cada cual siguió su primera vocación. Ya mi hermano mayor había llegado a la edad de veinte años cuando murió, y comencé a carecer de una parte de mí mismo. Entré en el ejercicio de los cargos honoríficos que se conceden a la primera juventud, y fui nombrado triunviro. Me quedaba por conquistar el senado; mas esta carga era muy superior a mis fuerzas, y me contenté con la augusticlavia. De cuerpo poco vigoroso y natural menos apto para trabajos excesivos, y extraño a los impulsos de la turbulenta ambición, las hermanas Aonias, que siempre fueron de mí bien amadas, me convidaban a sus tranquilos ocios. Cultivé y frecuenté la amistad de los poetas de aquel tiempo, y creía ver otros tantos dioses en estos inspirados mortales. Muchas veces el viejo Macer me leyó sus poemas de las Aves y las Serpientes nocivas y las Hierbas saludables; muchas veces Propercio, unido a mí por íntimo afecto, me recitó sus fogosas elegías; Póntico, insigne por sus cantos heroicos, y Baso por sus yambos, se contaban como miembros queridos de mis reuniones, y el armonioso Horacio hechizaba mis oídos al acompañar con la lira de Ausonia sus elegantes odas. A Virgilio apenas le vi, y el avaro destino me arrebató pronto la amistad de Tibulo, que fue, Galo, tu sucesor, como de éste Propercio en la serie de los tiempos. Yo aparecí detrás, el cuarto, y lo mismo que veneré a los mayores, así los más jóvenes me veneraron a mí. No tardó mi Talía en darme a conocer; cuando leí al pueblo las poesías retozonas de mi juventud, sólo me había afeitado dos o tres veces. Exaltó mi numen una mujer celebrada en toda la ciudad, a la que dediqué mis Amores bajo el seudónimo de Corina. Compuse muchas obras, pero las que juzgué defectuosas, yo mismo las castigué entregándolas a las llamas; y antes de partir al destierro, quemé algunas que debían agradar, irritado contra mis estudios poéticos.

Mi tierno corazón, no invulnerable a las flechas de Cupido, se conmovía por la causa más leve, y a pesar de mi temperamento que se encendía con poco fuego, mi reputación no cayó envuelta en ninguna anécdota escandalosa. Casi niño todavía, díéronme una esposa ni digna ni conveniente, cuya unión se rompió en breve. Sucediole la segunda, de proceder irreprochable, pero que tampoco hubo de compartir mi lecho largo tiempo, y la última, que me acompañó basta la vejez, no se avergonzó de llamarse la esposa de un desterrado. Mi hija, dos veces fecunda en su primera juventud, aunque no de un solo esposo, me hizo otras tantas abuelo. Llegó por fin mi padre al término de su existencia, habiendo cumplido noventa años de edad, y lo lloré como él hubiese llorado mi pérdida; poco después pagué el último tributo a mi madre. ¡Felices ambos, sepultados a tiempo para no ver el día de mi condenación, y feliz yo también, porque no les hice testigos de mi infortunio ni les produje la consiguiente amargura! Si detrás de la muerte queda algo más que un vano nombre, y la leve sombra escapa a las llamas de la hoguera, y el rumor de mi falta llegó hasta vosotras, sombras de mis padres, y se juzgan mis delitos en el tribunal del infierno, quiero que sepáis la causa, y es imposible engañaros, que me ocasionó el destierro: fue por imprudente y no por criminal. Esto basta a los Manes: vuelvo a vosotros, espíritus curiosos de conocer los sucesos de mi vida. Transcurridos los años mejores, había llegado la vejez y sembrado de canas mi cabeza; desde mi nacimiento, ceñido en Pisa con la corona de olivo, el vencedor en la contienda de los carros había alcanzado diez veces el premio, cuando la cólera de un príncipe ofendido me obligó a residir en Tomos, ciudad sita a la izquierda del mar Euxino.

La causa de mi sentencia, harto conocida de todos, no necesita la confirmación de mi testimonio. ¿A qué referir la deslealtad de mis amigos, las acusaciones de los siervos y tantas amarguras más crueles que el mismo destierro? Pero mi ánimo se rebeló a sucumbir a tal prueba, y recogiendo sus fuerzas salió al fin victorioso; di al olvido la paz y los ocios de la pagada edad, tomé las armas extrañas a mis hábitos, cuando lo reclamaba la ocasión, y afronté tantos peligros por mar y tierra, como estrellas lucen en el polo que conocemos y el que se niega a nuestra vista, y después de largos rodeos arribé a las playas Sarmáticas vecinas de los Getas, hábiles en lanzar flechas. Aquí, aunque aturdido por el estruendo de las armas en torno mío resuenan, endulzo con la poesía mi triste situación; y aunque no haya un solo oído dispuesto a escucharme, abrevio y engaño con ella las horas eternas del día. Si vivo aún, y conllevo la dureza de mis trabajos, y no he llegado a aborrecer mi penosa existencia, es, Musa, gracias a ti, que me consuelas, que calmas mis inquietudes y alivias mis dolores. Tú eres mi guía y compañera; tú me libras de las riberas del Ister, y me conduces a la cumbre del Helicón; tú, caso raro, me diste en vida un nombre célebre que la fama no suele conceder más que a los muertos. La envidia, detractora de lo actual, no clavó su inicuo diente en ninguna de mis obras; habiendo producido nuestro siglo excelentes poetas, la murmuración no se enconó maligna contra mi ingenio, y si bien reconozco a muchos superiores, no se me reputa inferior a ellos, y soy muy leído en todo el orbe. Si es que encierran algo de verdad los presagios de los vates, no seré, ¡oh tierra!, tu despojo, desde el instante que muera; y ya deba al favor, ya a mis poemas este renombre, benévolo lector, recibe el testimonio legítimo de mi gratitud.

Texto tomado del sitio Imperium. Desconozco quién realizó la traducción.

***

La edición que ha realizado Antonio Ramírez de Verger para Cátedra es muy recomendable, no solo por la cantidad de notas que aporta al texto y por el trabajo introductorio que lo precede, sino porque, además, ha realizado el ímprobo esfuerzo de traducir en verso.

lunes, 16 de noviembre de 2020

FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE ARQUEOLÓGICO



El Festival Internacional de Cine Arqueológico del Bidasoa (FICAB), organizado por el Museo Romano Oiasso, se celebrará del 16 al 21 de noviembre.

Las sedes del festival serán el Amaia KZ, el Museo Romano Oiasso, el Aquarium y Tabakalera

La mayor parte de las sesiones serán a las 17:00 y a las 19:00 con el Amaia KZ como sede central. En esta ocasión, las sesiones de las 17:00, bajo el título De nuestros orígenes a la actualidad, se celebrarán en la sala de conferencias del Amaia KZ en lugar del CBA para aprovechar su aforo más amplio. La primera de estas sesiones se celebrará hoy mismo, 16 de noviembre, a las 17:00.

La inauguración del festival se celebrará a partir de las 19:00 y contará con la actuación del grupo 


El público dispondrá de invitaciones numeradas para asistir a las sesiones de las 19:00 que podrán recoger en la oficina de turismo, en Amaia KZ y a través de la página web www.irun.org/entradas.

Para quien desee seguir desde su casa y de forma gratuita las proyecciones del festival podrá acceder a partir de hoy a través de la dirección https://tv.festhome.com/ff/festival-internacional-de-cine-arqueologico-del-bidasoa-ficab-online/1846/187885

Las películas de la sección educativa del festival, patrocinada por la Fundación Orona, estarán disponibles en esta plataforma para todos los centros educativos interesados. Son estas:

  • Twelve decades of discovery. Nikos Dayandas. Grecia. 2019
  • Tintin et le mystère de la momie Rascar Capac. Fréderic Cordier. Bélgica. 2019
  • First among equals. Nikos Dayandas. Grecia. 2019
  • Mächtige Männer, onhemächtige Frauen? Birgit Tanner, Carsten Gutschmidt, Alemania, 2019
  • Ercolano e Pompei. Visioni di una scoperta. Pietro Galifi. Italia, 2018
  • Vellem esse gemma. Alicia Satué. 2020

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Para más información, consultad el PROGRAMA COMPLETO.

ZUBIETA RECOMIENDA

MADRES E HIJOS

Theodor KALLIFATIDES
Editorial Galaxia Gutenberg


Theodor Kallifatides (Moloi, Laconia, Grecia, 1938) -autor de más de cuarenta libros, emigró a Suecia en 1964, y ha traducido a importantes escritores y ha sido premiado en numerosas ocasiones por su trayectoria literaria- regresa con un libro de memorias titulado Madres e hijos en el que hace un bello homenaje a su madre.

La historia arranca cuando Theodor, que lleva en Suecia cuarenta años, decide viajar a Grecia para visitar a su madre, viuda y con 92 años, consciente de que con seguridad será su último encuentro. Estará con ella una semana, siete días llenos de conversaciones, deliciosas comidas y de compartir juntos también algún secreto sin desvelar. Theodor ama Grecia y ese viaje simboliza un viaje a su patria personificada en la figura de su madre. Las conversaciones se entrelazan con la lectura de los textos autobiográficos que su padre dejó escritos. Páginas bellas pero duras ya que sufrió a manos de los nazis aunque logró sobrevivir. Estas pinceladas sobre la historia paterna que atraviesan todo el siglo XX se alternan con flashback de recuerdos infantiles, siempre en el marco de deliciosas veladas frente a típicas comidas griegas que su madre le prepara con esmero. Theodor K. resalta la importancia de la memoria, de conocer sus orígenes y los de los seres queridos para fortalecer la propia identidad y el amor a sus raíces aunque haya posos dolientes.

A través de su envolvente prosa, Kallifatides construye una sugerente obra en la que hay diálogos breves pero rebosantes de profundidad, gestos de ternura y emoción, detalles costumbristas. Todo depurado y narrado con una sobriedad que resulta grandiosa precisamente porque nace de la sinceridad. Sencillez, ausencia de sentimentalismo y amor auténtico en torno a la figura de la madre como afirma su autor: “Eso es lo que significa tener una madre. Siempre llevas dentro un principio.”

Una delicia para tiempos de reflexión, cuarentena y familias sin el contacto de la llamada "anterior normalidad".

domingo, 15 de noviembre de 2020

EL PAS0 DE LA LAGUNA ESTIGIA, PATINIR

Fuente: Museo del Prado

No, no voy a realizar ningún comentario sobre este fantástico lienzo de Patinir. En realidad es un pretexto para dar noticia —¡una vez más!— de la fantástica labor divulgadora que realiza El Museo del Prado a través de los medios más diversos. 

Por una parte está la página del propio museo, sitio oficial y puerta de entrada a cualquier otro medio o canal. Allí no solo podéis encontrar vídeos, explicaciones y materiales de toda clase e incluso referencias académicas.

Hace muchos años, el museo abrió un canal en YouTube, cuando está plataforma era el ámbito más joven e interactivo en internet. A través de la sección Obra comentada  el museo fue dando a conocer obras comentadas por auténticos especialistas. Y ahí están todas.

Además, cuando se inicia una exposición temporal, ofrecen una conferencia que explica en profundidad el tema de que se trate. Esas suelen ser exposiciones para un público más exigente y que desea profundizar más en el conocimiento. Están agrupadas bajo el término Conferencia.

  

 Más recientes son las intervenciones en Instagram, plataforma que ahora tiene mayor atractivo para la gente de menor edad y que con esa intención, la de acercar el arte a la juventud, todas las mañanas realizan una explicación en directo —la misma aplicación comunica cuándo van a empezar—.

Y por si esto fuera poco, Radio 5, a través de su programa Cuéntame un cuadro colabora en este trabajo divulgador con el museo y sirve de altavoz para dar a conocer los entresijos de las obras de arte.

Así, pues, elegid el medio con el que más a gusto os encontréis y disfrutad del arte.

sábado, 14 de noviembre de 2020

BEETHOVEN, 250º ANIVERSARIO, 6. "Para Elisa"

BTHVN 2020

No todo en Beethoven es grandioso y estilo heroico. Ni mucho menos. Ahí están sus exquisitas sonatas, por poner un ejemplo. Pero no voy a entrar en este profundo tema que nos llevaría muy lejos y que requeriría muchos más conocimientos que los míos. 

En esta celebración un tanto caprichosa y personal del 250º aniversario, hoy traigo esta sucinta y contenida bagatela, extraordinariamente popular y sobre la que cada día que pasa parece que tenemos menos certezas.

No sabemos, por ejemplo, a quién está dedicada; si fue una tal "Elise" la destinataria o una tal "Therese". Tal vez fuera Elisabeth Röckel o Anna Milder-Hauptmann o Juliane Katharine Elisabet Barensfeld o Teresa Malfatti. 

Además, Luca Chiantore afirma en su Beethoven al piano que no fue el músico de Bonn quien terminó de ajustar la pieza.

Mientras la investigación termina de aclararnos estas cuestiones, podemos seguir disfrutando de estos delicadísimos casi cuatro minutos de piano, en esta ocasión de la mano del genial Lang Lang:

EL ÚLTIMO MUNDO, CHRISTOPH RANSMAYR

Un huracán era una bandada de pájaros muy alta en la noche; una bandada blanca que se acercaba ruidosamente y de improviso era solo la cresta de una inmensa ola que se abalanzaba sobre el barco. Un huracán era el griterío y el llanto en la oscuridad de la bodega y el ácido hedor de los vómitos. Era un perro enloquecido por el oleaje que desgarró los tendones de un marinero. La espuma de las olas cubrió la herida. Un huracán era el viaje a Tomis (Párrafo inicial).

Me enteré de la existencia de esta novela por casualidad. Estaba buscando entre la bibliografía sobre Ovidio y me saltó este título. Me llamó la atención que alguien hubiera creado una historia con los personajes de Las metamorfosis. Me puse a buscar y al final me trajeron el ejemplar que tienen en el CBA irunés.

El personaje principal es Cota, admirador de Ovidio, que viaja a Tomis (ahora Constanza) para averiguar si son ciertos los rumores de que Ovidio ha muerto. La ciudad, y aquí está el toque original de la obra, es una ciudad poblada por los personajes de la obra de Ovidio. Todo en ella resulta un tanto oscuro, opresivo y agobiante, como el invierno que dura dos años en la historia. Gracias a Eco, Cota empezará a intuir qué es lo que ocurre. Las transformaciones (metamorfosis) se suceden hasta que la propia ciudad desaparezca para ser ocupada por la naturaleza.

Esto, como comprenderéis, no es nada más que una pincelada. La novela es compleja y está muy bien trabajada. Los planos temporales, la época de Ovidio y la actual, se mezclan a menudo. Los flashbacks, las escenas retrospectivas, son utilizados para contar la vida del clásico y sus problemas, hasta recibir el castigo del destierro por parte del emperador. Los personajes son, efectivamente, los de la obra del escritor latino —un Repertorio ovidiano al final del libro sirve de guía por si alguien se pierde o requiere aclaraciones—.

La obra es, pues, literatura sobre literatura, que en buena medida expresa los miedos y ansiedades existenciales de una sociedad finisecular (se publicó en 1988, al año siguiente en España) abrumada por los desarrollos técnicos. La novela de Ransmayr es metaliteratura inteligente que traslada Las Metamorfosis a la prosa contemporánea y realiza una fusión entre lo antiguo y lo actual. 

La novela, que describe el continuo declive de la ciudad de Tomis y sus habitantes, puede leerse como un escenario apocalíptico. A medida que la naturaleza recupera la ciudad, sus habitantes se transforman en pájaros y piedras. El fin del mundo que se acerca parece ser la única salida para liberar al planeta de la corrupción humana y devolverla a la naturaleza. El mismo título del libro apunta en esa dirección, El último mundo.

Si bien en España la novela debió de pasar sin pena ni gloria, por lo menos yo no había oído hablar de ella, en Alemania fue un auténtico éxito y estuvo apadrinada por Hans Magnus Enzensberger. Buena prueba de esto es la cantidad de expresiones encomiosas que se recogen en la contraportada. Hoy podréis encontrarla en alguna librería de viejo, y en alguna biblioteca, claro. No apta para quienes aborrezcan la literatura posmoderna.

viernes, 13 de noviembre de 2020

CARPE DIEM. LECCIONES DE VIDA CON HORACIO

Editorial
Me enteré de la existencia de este libro cuando escuché por primera vez la conferencia de Vicente Cristóbal sobre Horacio en época de confinamiento total. Del libro se pueden decir muchas cosas, salvo que sea aburrido. Se podría decir, efectivamente, que es un libro sobre Horacio y su manera de entender la vida. Se podría decir que es una defensa del slow movement, de tomarse las cosas con tranquilidad y sosegar nuestras acciones y reacciones. Se podría decir que es un libro de viajes por la Italia en la que vivió el clásico latino. Se podría decir que es una rápida autobiografía del autor, Harry Eyres. Se podría decir que es una defensa de la actualización de las traducciones para que los textos clásicos no queden fosilizados y parezca que tienen más años de los que realmente tienen. Se podrían decir muchas cosas, pero el párrafo me está quedando demasiado largo.

En realidad, todo el libro es una buena demostración de que los clásicos pueden ser muy atractivos si les quitamos todo ese barniz que años y años de academicismo, de admiración vacía de contenido y de frío y sesudo trabajo gramatical los ha ido sepultando en una masa de estudios que, a veces, les impide respirar.

No podemos saber exactamente cómo era Horacio porque ya no podemos hablar con él, no podemos preguntarle ni entretenernos con sus charla y sus respuestas. No podemos ver cómo resuelve sus problemas cotidianos. No podemos observar cómo se relaciona con la gente. No podemos estar a su lado para comprobar cómo reacciona. 

No obstante, podemos leer con detenimiento su obra y disfrutar con sus propuestas, sentir la profunda viveza, la increíble proximidad de sus palabras. Eso es lo que realiza Eyres en este trabajo, que no tiene nada de académico, tal vez porque él también se aburría en la universidad traduciéndole, lo mismo que se aburrieron otros muchos, hasta que años después, leyendo por su cuenta, encontraron al ser humano Horacio y descubrieron toda su riqueza más allá de la sintaxis y de las figuras estilísticas, la rica y poderosa vida que corría por sus textos.

¿Ves como brilla la profunda nieve
en el Soracte erguido? Esta helada
carga las ramas con su blanco palio
y detiene los ríos en su marcha.

Cobijados, echa más troncos, Taliarco(1),
al fuego abrasador... y descorchemos
un vino de cuatro años, un reserva
corriente de Sabina, no de lujo.

Que aplaque el tiempo un dios, si le apetece,
en el mar las rugientes tempestades
y los viejos cipreses y los fresnos
detengan su agitado cabeceo.

(Fragmento de la Oda I, 9).

(1)Eyres, con la intención de aproximar más el texto a la época actual, cambia el nombre de Taliarco por el de Hugh, lo que tiene sentido en el ámbito anglosajón. Como no se me ha ocurrido un nombre equivalente para el ámbito hispanohablante, he vuelto al original, que quiere decir algo así como "simposiarca", "rey del vino"; es decir, experto en vinos, pero también dinamizador de la reunión y del diálogo.

jueves, 12 de noviembre de 2020

EDICIONES LILIPUTIENSES

Recibo un par de libros de Ediciones Liliputienses. Junto a ellos, José María Cumbreño, poeta y editor responsable de la casa, muy amablemente, me hace llegar tres números de una peculiar, simpática y minúscula revista de poesía que lleva por título Los poetas no son gente de fiar. Tiene formato A3 y ha sido plegada tres veces por la mitad. La misma fotografía sirve de fondo en ambas caras, sobre ella se imprimen los contenidos, es decir, los poemas. En este caso son de Mercedes Halfon, Nurit Kastztelan, Sofía de la Vega, Gabriela Luzzi, María Florencia Rua, Francisco Alatorre Vieyra, Ismael Velázquez Juárez, Diego Quintero, Laura Villar Gómez, Paula Giglio, Rocío Cerón, Santiago Vera, Juan Romero Vinuesa y Valentina Veras

Como es imposible que apreciéis nada en este tamaño, las imágenes están enlazadas con el drive en que las he alojado para que podáis ampliar y leer.

Enlace al pdf para ampliar

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Además, y esto me parecido el detalle más divertido, también venía en el mismo paquete un cartel del mismo formato A3, dirigido, con mucho humor y un punto de ironía, a los poetas en bicicleta. Que cada cual tome nota y mire a ver si es simple viandante, practica el ciclismo o está motorizado (para leer, clicad en él).


Muchas gracias, José María.

miércoles, 11 de noviembre de 2020

EL CASO MONDRIAN

 

Gran composición A en negro, rojo, gris, amarillo y azul, 1919.
Fuente: Exposición de la Fundación Juan March

Tal y como nos dice la voz en off del vídeo El caso Mondrian es una exposición digital celebrada ininterrumpidamente en esta web a partir del 30 de octubre de 2020 y hasta hoy (las negrita son mías). 

Que yo sepa, esta es la primera exposición digital que se establece en nuestro territorio. Es decir, es la primera exposición a la que se puede acceder a cualquier hora y a través de medios digitales. Podemos verla en casa, en el autobús o mientras esperamos en la consulta del dentista.

Estos son los contenidos que la Fundación March nos ofrece: 

Comisariar fantasmas y espíritus

Piet Mondrian: su vida


Piet Mondrian: su obra


Piet Mondrian: la música y el baile


¿En España? ¿Mondrian? (1903-1982)


Piet Mondrian: las vidas después de la vida


Si os interesa Mondrian, aunque sea mínimamente, no dejéis de visitarla. Es un regalo que la Fundación hace.

martes, 10 de noviembre de 2020

LA CERVEZA, LOS BARES, LA POESÍA

No deja de tener su gracia, y quizás también un matiz reivindicativo, que haya salido este año el número 1.100 de Visor a mayor gloria de bares y cervezas, ahora que media Europa y casi toda España tiene el acceso prohibido a compartir tragos y palabras en esos locales públicos.

Como se recuerda en la contraportada y en el texto que precede al prólogo, cada número que completa una centena lo ha dedicado la casa a un bloque temático. En este toca La cerveza, los bares, la poesía

Supongo, por eso de que es el nombre que encabeza la cubierta, que el encargado de la recopilación y del sustancioso y bien informado prólogo —no os lo saltéis— debe de ser Jesús García Sánchez, pero nada hay ni en los créditos ni en ninguna parte que así lo indique. ¿Será timidez del editor?

La selección consta de más de ciento sesenta textos que van desde el primer relato épico de la historia de la literatura, el Poema de Gilgamesh, hasta un poema del joven costarricense Juan Carlos Olivas. Entre esos dos, podéis encontrar textos —no todo es poesía en sentido estricto— de casi todo el mundo, procedentes de cualquier territorio y de cualquier lengua. Cuatrocientas páginas dan para mucho. Os dejo un par de muestras.

Anónimo, siglo VII a.n.e. Tomado de la Antología Palatina, XI, 56. La traducción es de Begoña Ortega

Bebe y goza. Qué pasará mañana, o qué en el futuro, nadie lo sabe. No corras, no te canses.
Cuanto puedas, disfruta, compártelo, come y piensa como mortal que entre vivir y no vivir no hay ni un paso.
Toda la vida es, así, el movimiento de una balanza: si tomas la delantera, tuyo será todo, pero si mueres, de otro será y tú nada tendrás.

Como veis, lo del carpe diem tiene muuuucha solera.

Y del remoto pasado en el Mediterráneo oriental al actual Cantábrico. No podía faltar a la cita en una buena antología que aune poesía, bares y cervezas el maestro Iribarren:

LA FELICIDAD

Te sientas en una terraza
a tomar algo.
A pocos metros de ti, 
niños y niñas patinan, saltan
a la comba, se pelean...
Enciendes un cigarro,
fumas plácidamente.
Al fin llega la cerveza:
en su punto,
espumeante, fresca.

Cierras los ojos
y "esto es la felicidad",
te dices.

Luego los abres
y ves a ese pobre viejo
hurgando en las papeleras.

Haceos con ella. Hay muchas y estupendas sorpresas, incluso para un buen conocedor de la poesía.