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jueves, 23 de febrero de 2023

MUSIKA MÚSICA 2023


MUSIKA-MÚSICA se celebrará el primer fin de semana de marzo –días 3, 4 y 5– bajo el título de Notak & Letrak. En total, más de 70 conciertos en tres días, en diferentes espacios de forma simultánea en el Palacio Euskalduna.

El Teatro Arriaga acogerá el viernes 3 de marzo, a las 19:00 horas, el concierto de apertura con El sueño de una noche de verano, de Mendelssohn, composición inspirada en la obra homónima de teatro de William Shakespeare.

Este será el primero de los distintos diálogos entre música y literatura que recorrerán el Festival a través de las obras de compositores como Beethoven, Liszt, Chaikovski, Purcell, Schubert, Schumann, Bizet, Strauss o Marais entre otros, y las obra escrita de Byron, Virgilio, Goethe, Ibsen, Ovidio, Cervantes, Shakespeare o Tolstoi.

PROGRAMA

ENTRADAS

INTÉRPRETES

***


martes, 23 de mayo de 2017

PARA LEER A GARCÍA MARRUZ

Fina García Marruz formó parte del legendario grupo Orígenes, aquel grupo de escritores e intelectuales cubanos que surgió en torno a la revista del mismo nombre y en el que estuvieron trabajando personalidades tan destacadas como Lezama Lima Gastón Baquero, Eliseo Diego, Cintio Vitier, Virgilio Piñera, Octavio Smith, Mariano Rodríguez, Wifredo Lam y René Portocarrero.

Tan importante como su obra poética, reconocida en la actualidad internacionalmente gracias a premios como el Pablo Neruda (2007), el Reina Sofía (2011) o el García Lorca (2011), es su obra ensayística, toda ella publicada en Cuba y no suficientemente bien distribuida por aquí, lo que siempre complica el acceso a la lectura.

Afortunadamente, leer la poesía de Fina García Marruz desde esta orilla del Atlántico es bastante sencillo desde hace pocos años. Cualquiera de las tres antologías que aparecen en esta entrada se encuentran fácilmente en las librerías o en las bibliotecas. Otra cosa es conseguir su Obra poética, editada en La Habana en 2008. 

Cualquiera de las tres es una buena antología. La más completa, por cantidad de obra seleccionada, es la de la editorial Pre-Textos y tiene un estupondo prólogo de Milena Rodríguez Gutiérrez. La del Fondo de Cultura, además de poesía, incluye algunos de los textos en prosa fundamentales para entender su poética y una presentación breve de Jorge Luis Arcos, el mayor especialista en su obra. ¿De qué, silencio, eres tú silencio? es la que posee el estudio introductorio más amplio, a cargo de Carmen Ruiz Barrionuevo, e incluye algunos poemas manuscritos de la autora.

Cierro el comentario con el soneto que da título a la última publicación:

¿DE QUÉ, SILENCIO, ERES TÚ SILENCIO?

¿De qué silencio eres tú silencio?
¿de qué voz, qué clamor, qué quién responde?
Abismo del azul, ¿qué hacemos en tu seno,
hijos de la palabra como somos?


¿qué tienes tú que ver, di, con nosotros?
¿cómo si eres ajeno, así nos tientas?
¿habría sed de no haber agua cierta?
¿o quién vistióme de piedad los ojos?

¿puedo poseer, pequeña, don inmenso
Que faltase a los cielos y a las aguas?
Y él ¿podría morir, sobreviviendo

Menor que él, todo el fulgor del cielo,
Quedar la tierna luz indiferente
Al fuego que, irradiando, ha suscitado?

¡Feliz lectura!

lunes, 18 de septiembre de 2023

ÚLTIMAS CARTAS DE JACOPO ORTIS

Ejemplar de la biblioteca de Durango
Lo mismo que una idea te lleva a otra, un autor te lleva a otro en ese afán por entender mejor textos, comportamientos, influencias. Sabido es que el Jacopo Ortis de Foscolo tuvo una gran influencia en el desarrollo del romanticismos italiano en general y en el de Leopardi en particular. Como no lo había leído, lo solicité a través de ese magnífico servicio interbibliotecario que nos pone al alcance títulos de otras bibliotecas del País Vasco.

No sé si es necesaria esta advertencia, pero yo la hago por si acaso: los textos de los que aquí doy noticia no van dirigidos a quienes tienen por lecturas habituales la novela de distracción. Puede que sean una parte importante del mercado del libro, pero no forman parte de la historia de la literatura. Conozco muchas personas que leen habitualmente ese tipo de historias, pero que nunca leerán el Quijote porque están convencidas de que leerlo es un solemne aburrimiento y una pérdida de tiempo. La obra de Foscolo, como la de Goethe, la de Flaubert o la de Virgilio no es para esas personas. Hecha esta advertencia, voy con el asunto.

Las Últimas cartas de Jacopo Ortis tienen cuatro grandes pilares temáticos en torno a los cuales se articula toda la novela. En primer lugar, nos encontramos con una narración de carácter epistolar, tal y como realizó Goethe en su Werther. En este caso es el joven Jacopo/Ugo quien escribe cartas a su amigo Lorenzo, y lo que le va contando —sus cambios anímicos, sus ideas políticas, lo que le acontece con las personas a las que conoce— es lo que constituye el contenido de la narración.

En segundo lugar, es un obra de carácter militante, políticamente militante, pues su autor es un comprometido defensor de la unidad italiana antes de que aparezca ese movimiento que se llamó Risorgimento y sobre el que esta obra tendrá una influencia innegable. De hecho, la primera carta con la que se abre el texto comienza así: El sacrificio de nuestra patria se ha consumado: todo está perdido; y la vida, si se nos concede, no nos quedará sino para llorar nuestra desdicha y nuestra infamia. (En 1797 Napoleón firmó con Austria el Tratado de Campo Formio mediante el cual la República de Venecia pasaba a formar parte del territorio austríaco).

En tercer lugar, y ahí sí coincide con el Werther, es la historia de una pasión amorosa, del amor que el protagonista siente por una mujer, Teresa/Isabella Ronconi. Un sentimiento amoroso cuyo objetivo nunca podrá ser alcanzado, lo que llevará al suicidio, y en esto también se cumple con el ritual romántico de la época.

Por último, nos encontramos con un pensamiento existencial claramente pesimista que impregna el ser y el padecer del personaje, que recorre toda la historia y que puede sintetizarse en frases como tú serás siempre infeliz (carta del 8 de febrero), o el género humano es esta cohorte de ciegos que tú ves chocar, pelearse, batirse y encontrar al fin el sumergirse dentro de la inexorable fatalidad. ¿A qué, pues, seguir, o temer lo que te debe suceder? (carta del 3 de enero). De este pesimismo ontológico beberá Leopardi.

La traducción es de Andrés González-Blanco.

***



domingo, 4 de octubre de 2020

HORACIO, POETA EPICÚREO

Comienzo del epodo 2 (traducción de Vicente Cristóbal):

Dichoso aquel [beatus ille] que, lejos de ocupaciones, como la primitiva raza de los mortales, labra los campos de su padre con sus propios bueyes, libre de toda usura, y no se despierta, como el soldado, al oír la sanguinaria trompeta de la guerra, ni se asusta ante las iras del mar, manteniéndose lejos del foro y de los umbrales soberbios de los ciudadanos poderosos (...).

Odas, I, 11 (traducción de Manuel Fernández-Galiano):

No investigues, pues no es lícito, Leucónoe, el fín que ni a mí
ni a ti los dioses destinen; a cálculos babilonios
no te entregues. ¡Vale más sufrir lo que haya de ser!
Te otorgue Júpiter varios inviernos o solo el de hoy,
que destroza al mar Tirreno contra las rocas, prudente
sé, filtra el vino y en nuestro breve vivir la esperanza 
contén. Mientras hablo, el tiempo celoso habrá ya escapado:
goza del día [carpe diem] y no jures que otro igual vendrá después.



Esos son los dos tópicos literarios más famosos y universalmente repetidos, citados, parafraseados y, por tanto, más conocidos de la obra poética de Horacio. Su influencia es tal que impregna todas las épocas. Desde luego, si la felicidad de cualquier creador se pudiera medir por la pervivencia de alguna de sus obras en la memoria de la gente, Horacio debería ser extraordinariamente feliz. Pero era epicúreo y eso debería darle igual.


Resulta un poco cansino oír una y otra vez cómo se reduce el pensamiento epicúreo a la búsqueda del placer; cómo se utiliza esa expresión latina, carpe diem, de una forma sesgada. 

Horacio y Virgilio eran epicúreos, lo mismo que Lucrecio, al que admiraban. Es decir, estaban convencidos de que la mejor manera de entender la vida y las relaciones que en ella trabamos con los demás era hacerlo desde el modo que había propuesto Epicuro, a quien, desde luego, no podríamos tachar de juerguista empedernido, ni de irresponsable, ni de egocéntrico.

El epicureísmo es una forma de entender el mundo, una filosofía. Como tal, tiene su propia teoría del conocimiento y defiende una ética. Es cierto que el tópico central de la ética epicúrea es el placer (hedoné, de ahí hedonismo), que entiende como la ausencia de dolor. Maximizar el placer y minimizar el dolor debía ser el objetivo prioritario. 

El placer quedaba definido por estos tres parámetros: ausencia de dolor en el cuerpo, ausencia de preocupaciones psicológicas o espirituales (miedo, angustia, preocupaciones, remordimientos, tristeza, estrés, ansiedad...), y la satisfacción de nuestros deseos, incluyendo deseos referidos al cuerpo y deseos más espirituales como la amistad, el conocimiento y el disfrute de la belleza...

Pero la cosa no queda ahí. El placer deberá ser lo más duradero posible. Tendremos que tener en cuenta que habrá muchos placeres a los que deberemos renunciar. Por ejemplo, los que traigan a la larga un dolor mayor que el placer aportado. Igualmente, habrá ciertos dolores y sufrimientos que serán buenos, como aquellos de los que se derive un placer que los compense y los supere. La persona sabia, por tanto, será aquella que sepa hacer el "cálculo" y aprenda a distinguir a qué placeres decir sí y hasta dónde, y qué sufrimientos rechazar o aceptar según convenga. 

Así, pues, Epicuro distinguía 3 tipos de deseos que deberíamos tener en cuenta para realizar bien nuestros cálculos:

- Naturales y necesarios: son necesidades primarias y biológicas (alimentarse, beber, dormir). Su satisfacción siempre hace feliz al hombre y sin ellos no podemos vivir.

- Naturales y no necesarios: satisfacer el apetito con una comida en una fantástica comida;la sed, con un vino gran reserva; dormir en la más cómoda de las camas. Estos deseos deberíamos moderarlos, no sea que de ellos obtengamos más sufrimiento que satisfacción.

- No naturales y no necesarios: el lujo, el poder, la riqueza, la fama, la gloria, el prestigio, los honores. A estos deseos deberíamos renunciar, pues no se sacian
nunca y lo único que provocan es un deseo incontenido de más y más. 

Para acabar entendiendo por qué el hedonismo no es una defensa superficial de la búsqueda de placer, quiero recordar las cuatro normas que proponía Epicuro para tener una auténtica vida buena, en realidad, cuatro elementos a eliminar:

- El miedo a los dioses. Para eso basta pensar que no se cuidan de los
asuntos humanos, y desde luego, brujos, sacerdotes y demás son solo, y como mucho, buenos psicólogos y hábiles manejadores de palabras.

- El temor a la muerte. Es absurdo temerla, mientras estamos vivos no nos afecta y cuando nos afecta, ya no estamos vivos. 

- El temor al destino. Epicuro negó el determinismo. Nada está escrito, sólo el azar y la libertad existen. Cada hombre es dueño de su propio destino.

- El temor al dolor y la infelicidad
Si seguimos las enseñanzas de Epicuro respecto a la moderación y la renuncia a falsos placeres, conseguiremos sentirnos bien con nosotros mismos y disfrutar serenamente de los placeres que la naturaleza nos ofrece.

Ese es el pensamiento que subyace en la obra de Horacio. Él, claro, no practicaba el discurso filosófico, sino el poético, lo que siempre es estéticamente más bello.

lunes, 5 de noviembre de 2018

¿REALMENTE SOMOS CADA VEZ MÁS UNIFORMES?

Herder
Hay una tendencia entre algunos pensadores e intelectuales de izquierda a demonizar las redes sociales y la cultura digital. Tendencia que se suele acompañar de otras dos características: una profunda inmersión en la nostalgia a través de la continua alabanza de rasgos del pasado, y un fraseo plagado de grandes y absolutas verdades que se dan por supuestas sin más argumentación que su propia autoridad. 

La pantalla digital no permite ningún asombro.

El arte se caracteriza por su carácter enigmático.

El arte tiene su hogar en lo inhóspito.

La poesía da testimonio de la presencia de lo ajeno que se custodia en ella.

Hoy ya no vivimos poéticamente en la tierra.

La red digital habitada por el ego ha perdido por completo todo lo ajeno, todo lo inhóspito. 

El orden digital no es poético. Dentro de él nos movemos en el espacio numérico de lo igual.

La hipercomunicación actual reprime los espacios libres de silencio y de soledad (...). Reprime el lenguaje, del que forma parte esencial el silencio.

        Todas las citas están extraídas de un solo capítulo: El lenguaje de lo distinto (pp 95-104).


Alguien puede decir que las frases están descontextualizadas, pero creedme si os digo que el contexto son ellas mismas. De hecho, la primera frase del libro es otra de esas afirmaciones absolutas: Los tiempos en los que existía el otro se han ido. Vivimos en un mundo globalizado que ha destruido lo diferente, lo distinto y con ello, al otro. La "hipercomunicación" es la responsable de esta situación y las redes sociales sus vehículos. El otro deja de existir porque todos pasamos a ser iguales.

Sin entrar en detalles sobre la globalización, yo no me atrevería a decir que todo en ella sea negativo. La posibilidad que ofrece la mundialización de la defensa de los derechos humanos ya nos ha dejado unos cuantos ejemplos muy positivos en los que llevamos de siglo. Eso sin tener en cuenta los beneficios indiscutibles del acceso al conocimiento o la posibilidad de compartir información fehaciente entre investigadores de manera inmediata. En este sentido, resulta curioso que las quejas sobre el fenómeno de la digitalización vengan siempre del lado humanístico y no del científico.

Las redes sociales no son nada más que un instrumento que amplifican y sobredimensionan las opiniones de la calle. Lo que ocurre es que antes de la existencia de internet nuestras opiniones se quedaban entre un reducido grupo de personas allegadas; hoy, en cambio, pueden llegar a una multitud, aunque casi nunca llegan. En cualquier caso, se crean círculos que repiten lo que antes se decía en una conversación a cuatro y hoy puede ser a cuatro mil. La conversación de antes no era más inteligente y perspicaz que la de ahora. Cada cual, como ha ocurrido siempre, se mueve dentro del grupo cuyas opiniones comparte. Y es ahí donde se produce la reafirmación de lo mismo, de lo igual.

[Inciso: no todo lo que se manifiesta en las redes sociales es desechable, ni falto de interés, ni malintencionado. Existen personas, grupos y entidades más que interesantes que dignifican lo que en ellas se comunica. Ocurre que lo que se magnifica y se extiende es aquello que contiene una carga más llamativa, amarillista y accesible al consumo inmediato de opinión. Las obras de Kant están en la red, pero nunca van a ser ni lo más visitado, ni lo más discutido].

Sigo. De ahí al salto en torno a lo poético, a lo creativo, a lo reflexivo, como manifestaciones de lo sublime, para luego afirmar que ya no vivimos poéticamente, que carecemos de silencio y que caminamos inexorablemente hacia la autodestrucción. Es decir, para afirmar, como venimos afirmando cada vez que ha aparecido un elemento tecnológico significativamente importante, que estamos al borde del precipicio y que ya nada es lo que era. Eso es miedo y resistencia al inevitable cambio, que es la formulación natural del discurrir del tiempo.

¿Alguien cree sinceramente que los coetáneos de Homero, de Virgilio, de Shakespeare o de Goethe estaban mejor dotados para el arte, el pensamiento y la poesía que la sociedad actual? ¿Alguien cree que la acumulación de información —mucha de ella inservible y engañosa, es cierto— me impide a mí o a cualquier otra persona dejar de consultarla? ¿Alguien cree que una sociedad donde una inmensa mayoría sabe leer y escribir está peor informada que otra constituida mayoritariamente por analfabetos? ¿Alguien cree que quienes piensan, escriben, crean... lo hacen sumidos en el ruido? ¿Alguien puede creer que la sociedad actual es más uniforme y menos mestiza que la de hace mil años?

Puestos a creer, yo creo que no existe ninguna persona, tenga o no tenga estudios universitarios, que no busque en algún momento la belleza y la verdad, el lado más noble de la vida y que se sumerja de vez en cuando en el silencio, ya sea con el simple gesto de cerrar los ojos o saboreando al margen de las prisas un café, un vaso de agua o una puesta de sol. Y eso a pesar de todas las falsas noticias, la abrumadora repetición de bulos expandidos vía whatsapp, las matraca publicitaria para hacernos desear los mismos productos, y todos los demás ruidos y resortes de poderes económicos y políticos.

Peor que el ruido es el miedo al ruido.


***

Podéis leer los dos primeros capítulos en este enlace de la editorial. 

sábado, 5 de octubre de 2019

CALENDARIO DE TERTULIAS 2020 EN LA BIBLIOTECA CBA

7 ENERO
Poesía griega arcaica: Homero y Hesíodo.
4 FEBRERO
3 MARZO
Poesía latina: Catulo.
7 ABRIL
Poesía latina: Virgilio.
5 MAYO
Poesía latina: Horacio.
2 JUNIO
Poesía latina: Propercio, Ovidio y Marcial.
6 OCTUBRE
3 NOVIEMBRE
1 DICIEMBRE


El próximo año nos vamos al origen de la poesía en todos los rincones del planeta. Bucearemos entre las raíces del sentido de la palabra poética. Intentaremos averiguar por qué el proceso de su escritura implica conciencia del tiempo y de sus límites. Procuraremos descubrir la razón de los dos sentidos que Robert Graves decía que tenía la poesía para quien la crea: La fusión inesperada, en la mente, de ideas en apariencia contradictoria, o bien como el intento, más o menos deliberado (...) de imponer una ilusión de experiencia real en las mentes ajenas (On English poetry). 

O acaso, como escribía Lu Ji tres siglos antes de nuestra era, fuera de la tradición occidental, en su "Prosopoema del arte de la escritura": 

El proceso. Así es el comienzo: se interioriza la visión, se adentran los sonidos. Se demora el pensamiento y todo se interroga.

El alma galopa hacia los ocho confines del espacio. El espíritu vaga errante por alturas infinitas.

Al acercarse, la emoción poco a poco se convierte en luz. Las cosas se reflejan e intercambian su claridad.

Y es que al beber la esencia de las palabras dichas y escritas, paladearás el muy dulce sabor de los Clásicos.


Sea como fuere, y a pesar de que estas sean unas simples tertulias, no me cabe duda de que la lectura de las obras sobre las que se ha construido la poesía de todos los tiempos nos podrá aportar una visión más amplia, un conocimiento mayor y más profundo; en definitiva, una mirada mejor y más plena sobre las palabras fundacionales de la tribu. De casi todas las tribus.


***


Cual la generación de las hojas, así la de los hombres. Esparce el viento las hojas por el suelo, y la selva, reverdeciendo, produce otras al llegar la primavera: de igual suerte, una generación humana nace y otra perece (Canto VI, 145).

martes, 16 de noviembre de 2021

Y TAMBIÉN SE VAN ESTOS OTROS






La idea original era haberles dado un espacio, una despedida personal, pero son demasiados títulos y el viaje está ya cerca. Así es que dejo aquí su imagen, que es una manera de mostrar mi reconocimiento y mi cariño hacia ellos. 

Otros ojos leerán sus páginas. Otras personas disfrutarán con ellos.

Y el espléndido poema de BorgesElogio de la sombra, 1969—, con el que me siento absolutamente identificado en sus dos primeros versos.

 

UN LECTOR



Que otros se jacten de las páginas que han escrito;

a mí me enorgullecen las que he leído.

No habré sido un filólogo,

no habré inquirido las declinaciones, los modos, la laboriosa mutación de las letras,

la de que se endurece en te,

la equivalencia de la ge y de la ka,

pero a lo largo de mis años he profesado

la pasión del lenguaje.

Mis noches están llenas de Virgilio;

haber sabido y haber olvidado el latín

es una posesión, porque el olvido

es una de las formas de la memoria, su vago sótano,

la otra cara secreta de la moneda.

Cuando en mis ojos se borraron

las vanas apariencias queridas,

los rostros y la página,

me di al estudio del lenguaje de hierro

que usaron mis mayores para cantar

espadas y soledades,

y ahora, a través de siete siglos,

desde la Última Thule,

tu voz me llega, Snorri Sturluson.

El joven, ante el libro, se impone una disciplina precisa

y lo hace en pos de un conocimiento preciso;

a mis años, toda empresa es una aventura

que linda con la noche.

No acabaré de descifrar las antiguas lenguas del Norte,

no hundiré las manos ansiosas en el oro de Sigurd;

la tarea que emprendo es ilimitada

y ha de acompañarme hasta el fin,

no menos misteriosa que el universo

y que yo, el aprendiz.


Más y más gracias, Ana.

martes, 24 de septiembre de 2019

UNA PROPUESTA PARA LAS TERTULIAS IRUNESAS

Fuente: Noticias de Gipuzkoa
Desde hace ya bastantes años las tertulias han solido tener como elemento de mayor peso la poesía contemporánea. Durante este tiempo se han producido muchas incorporaciones nuevas al grupo, unas más habituadas a leer poesía y otras menos. Ante esta situación y como el responsable de la biblioteca está esperando que le mande la programación para el próximo año, lanzo ahora la pregunta de tal manera que dé tiempo a que penséis una respuesta:

¿seguimos como hasta ahora o procedemos de una manera sistemática y comenzamos el año 2020 realizando un recorrido histórico por la poesía mundial desde sus orígenes hasta el presente? 

Si optáis por la opción recorrido histórico sistemático, el plan para el próximo año sería este:


1. Poesía griega arcaica: Homero y Hesíodo (enero).


2. Poesía griega arcaica: De Arquíloco a Calímaco (febrero).


3. Poesía latina: Catulo (marzo).


4. Poesía latina: Virgilio (abril).


5. Poesía latina: Horacio (mayo).


6. Poesía latina: Propercio, Ovidio y Marcial (junio).


7. Poesía árabe: De Abu Nuwas a Ibn Zaydun (octubre).


8. Poesía clásica china (noviembre).


9. Poesía clásica japonesa (diciembre).



Quedo a vuestra disposición y nos vemos el martes, 1 de octubre, a las 17:30 en el CBA con los versos de Almudena Guzmán como mediadores del diálogo y la respuesta a la pregunta como previa al mismo. 



Se supone,
a mis cuarenta y cinco años,
que estoy tan cerca de la vida 
como de la muerte,
en plena edad media.

No me entusiasma la idea.

Quisiera llegar al renacimiento.


                   Almudena Guzmán. De Zonas comunes.

domingo, 20 de marzo de 2016

FELIZ COMIENZO DE LA PRIMAVERA

Hace unas pocas horas ha dado comienzo la primavera. Para celebrar este pequeño acontecimiento no se me ocurre mejor forma que recordar aquí la historia de Fílide y Acamante.

Imagen tomada de madridfree.org
Fílide era una princesa tracia que estaba enamorada de Acamante,joven griego, que andaba ocupado en otros menesteres como guerrear en Troya. La joven se acercaba todos los días a la costa para ver el regreso de su enamorado, pero el joven no aparecía y ella murió de amor y de tristeza. La diosa Atenea transformó el cadáver en un almendro. Al día siguiente, apareció Acamante y, enterado de la noticia, abrazó el almendro. Como respuesta al gesto de cariño el árbol floreció inmediatamente.

Esta hermosa y triste historia, símbolo del amor juvenil, del renacer, de la pureza, se expresa a través de la aún más hermosa floración anual del almendro, en cuanto las frías temperaturas del invierno ceden un poco.

Por lo demás, y para ser sincero, se trata de una reescritura más bien moderna del mito, porque ni Homero, ni Virgilio, ni Ovidio, ni Diodoro nos la cuentan así. Pero esa es otra historia.

Machado también se ocupó de la misma simbología en estos versos:

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!

Como quiera que sea, disfrutad del día estéis donde estéis.

jueves, 19 de marzo de 2020

LA ENEIDA Y SUS INNUMERABLES FRUTOS

Es cierto que, por lo general, buena parte de la gran poesía se pierde con la traducción. Sin embargo, y aunque no sepamos latín ni tengamos una excelente traducción de la Eneida en nuestras manos, la magia de la poesía de Virgilio nos llega aún de diferentes maneras. El profesor José Luis Vidal nos ofrece algunas de ellas en esta magistral conferencia sobre el autor latino (Fundación March, 20 de marzo de 2018). 


Además, y por no ser pesado, porque "la sombra del ciprés es muy, muy alargada", citaré unas pocas, todas ellas referidas exclusivamente a la literatura española. 

Resonancias de la Eneida existen en el Marqués de Santillana, en La Celestina, en la Araucana, en las églogas de Garcilaso, en la Oda de la Magdalena (Fray Luis), en Lope, en Quevedo, en Góngorade las Soledades el profesor Blecua dijo que parecía componer una obra que fuera la síntesis de toda la obra virgiliana—, en Cervantes, en Cernuda, en García Calvo, en Gimferrer, en Villena, en Antonio Colinas...

Pero a mí la que más me gusta es la que produjeron estos versos del Libro I (vv 719,20,21 y22): 
                                              at memor ille
matris Acidaliae paulatim abolere Sychaeum
incipit et vivo temptat praevertere amore
iam pridem resides animos desuetaque corda.

y que en la traducción de Javier de Echave-Sustaeta quedan de esta manera: 

la diosa de Acidalia, 
y comienza por borrar poco a poco la imagen de Siqueo, y porfía
en asaltar con llama de amor vivo el alma largo tiempo sosegada
y el corazón que había ya perdido la costumbre de amar.

Os dejo el placer de descubrir quién se alimento del verso que he colocado en negrita.

Y sin entrar en el apartado cinematográfico y audiovisual, que también es largo, una muestra: el Eneas de la serie Mitos y leyendas que La 2 produjo allá por el año 2012. 



***
NOTA: Si el confinamiento al que nos tiene sometida la pandemia se prolongara más allá del 8 de abril (fecha dela tertulia), retrasaremos toda la programación, de tal manera que no perdamos ninguna de las sesiones.

martes, 3 de noviembre de 2020

OVIDIO DESDE LOS ALREDEDORES

La profunda huella dejada por Ovidio y su Metamorfosis en la cultura occidental es verdaderamente gigantesca. Es cierto que Virgilio es el primero, el más destacado, el príncipe de las letras latinas; pero Ovidio es más divertido, y si leer la Eneida requiere un esfuerzo por nuestra parte, adentrarse en los juegos mitológicos, cotillear en los asuntos de los seres del Olimpo y acercarnos a las escenas de seducción o ser testigo de las infidelidades entre seres humanos y divinos es, qué duda cabe, más sencillo y popular.

Desde la cristiandad más antigua hasta Lutero, desde Dante Alighieri a Ezra Pound, desde Tiziano a Rodin, la cultura occidental ha bebido y seguirá haciéndolo en las historias que Ovidio nos dejó, en sus historias de amor y de pasión, en sus alegorías acerca de los aspectos más variados y variopintos de la vida. 

La música también nos ha dejado un hermoso y largo muestrario de su alargada sombra. Cito solamente grandes y muy conocidas obras: Orfeode Monteverdi; Der Streit zwischen Phoebus und Pan, de Bach; Daphne, de R. Strauss; Six Metamorphoses after Ovid, de Britten; My Fair Lady, de Cukor, empujada por el Pygmalion, de Shaw. Y, por supuesto, esta deliciosa mascarada, serenata, pastoral o como quiera que la clasifiquen, de Händel

domingo, 4 de diciembre de 2022

PURCELL, DIDO Y ENEAS


Como esta tarde iré al Victoria Eugenia a disfrutar con la obra de Purcell, me ha parecido de lo más apropiado traer hasta aquí esta versión de L'Arpeggiata para el Festival Oude Muziek Utrecht de 2015.  Está dirigida por Christina Pluhar

La historia, ya sabéis, se basa de manera muy libre en el libro IV de la Eneida, de Virgilio. Ahí aparecen la reina de Cartago, Dido, y el troyano Eneas. Se enamoran, pero los envidiosos y siempre puñeteros dioses se confabulan e infunden la idea  a Eneas de que por encima del amor debe cumplir su destino, es decir, tiene que partir y fundar la nueva Troya, la que será Roma. Dido no puede sufrir la ausencia de su amante; sin embargo, cuando Eneas decide quedarse, ella le rechaza y se deja morir. Tremenda tragedia.

El lamento de Dido antes de morir de pena es una de las arias más conmovedoras de la historia de la música. Aunque solo fuera por eso, Dido y Eneas merece figurar como una de las grandes óperas de todos los tiempos. Un aria magnífica.

***


Путин, немедленно останови войну!