Por aquí se accede a un paseo lleno de imaginación, por aquí se entra en un mundo fantástico en el que han colaborado un buen puñado de artistas plásticos, el ayuntamiento de la villa, la Fundación Milenario de San Salvador y todas aquellas personas de la localidad que quisieron sumarse al proyecto de crear e imaginar.
El jardín secreto es una de esas iniciativas llenas de encanto que cautivan inmediatamente al visitante. El espacio, los antiguos jardines benedictinos del monasterio de San Salvador, ya de por sí atractivo, ha sido francamente bien aprovechado para que vayamos de sorpresa en sorpresa a medida que avanzamos por él. Y además la visita es gratuita.
En el recorrido podéis encontrar elementos más o menos formales de arte contemporáneo.
Otros más juguetones y llamativos.
O intervenciones que sobrepasan lo artístico y se cuelan en el mundo de la anécdota. Me explico: en la visita que hice tuve la suerte de que un paisano se me pegara e hiciera de guía voluntario, no por la exposición sino por el propio monasterio y sus jardines. El buen hombre había sido monaguillo cuando el monasterio pertenecía a los jesuitas y en él se formaban los seminaristas.
Según me dijo, la ventana que se encuentra tapada por lo que son las flores del jarrón fue la ventana de la habitación del que después sería presidente del PNV, el padre Arzallus, quien, siempre según el espontáneo guía, jugaba muy bien a los bolos.
En este montaje realizado con fotografías, realizado por un fotógrafo de la zona, podéis ver muchas más fotos de lo que allí se puede disfrutar hasta el 30 de noviembre de 2013.