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martes, 18 de junio de 2024

NIETZSCHE DESCOMPLICADO, 15 (Volveremos después del verano)

#Nietzschedescomplicado (conversaciones con Jaime Aspiunza).


Existe entre algunos grupos, —ciertamente minoritarios, pero peligrosos— la convicción de que Nietzsche es algo así como el padre de la ideología nazi. Desde luego, no encontraremos nunca en un manual medianamente serio ninguna alusión al tema, pero explícanos, por favor, para que quede claro el asunto, por qué Nietzsche no es un nazi ni nada que se le parezca.

En primer lugar, aunque esto parecerá a algunos una fruslería, porque –muy repetidas veces– echa pestes del nacionalismo y del socialismo, y «nazi», recuerdo, es abreviatura de «nacionalsocialista».

Yendo al meollo, si Nietzsche abomina de algo es justamente de esos colectivismos o gregarismos que encarnan el instinto de rebaño. Es ese instinto el que nos ha llevado al nihilismo reactivo en que habitamos, el que ha enfermado al ser humano, poniéndolo al borde del abismo, asqueado y aburrido de sí mismo.

Ayer escuché dos respuestas distintas al padecimiento del cáncer: «no me ha enseñado nada», «me ha llevado a no creer en nada»; la primera es la conclusión sana de quien está vivo; la segunda, muy de la época, es, sin embargo, la insana interpretación de un nihilista, de quien, antes creyente en no se sabe qué, descubre por fin que la vida (humana) era esto. No olvidemos que uno de los tópicos supuestamente sabios de nuestro tiempo –y tópico implica gregario– relativos al cáncer, aparte del de «luchar contra él», es el de aprender algo. No dudo de que se pueda, aunque tampoco es obligado hacerlo. Ahora bien, aprender a descreer, significa conservar una fe incólume en la nada, más que en la vida (humana). Haber luchado tanto para esto…



Es, no obstante, innegable que el nacionalsocialismo utilizó a Nietzsche como pensador y profeta suyo. No sucedió esto por casualidad sino por causa de que Nietzsche, más o menos desde que perdió la razón, en 1889, se había convertido en una figura de referencia excepcional, en una figura de culto, imposible hoy de imaginar en el caso de alguien a quien consideramos filósofo. La historia es larga y complicada. Intentaré esquematizarla.

Entre 1890 y 1945, en que, con la derrota del nazismo, que había usufructuado su fama, Nietzsche pasa a ser persona non grata, el filósofo fue tenido por profeta, fundador de una religión, héroe y hereje, revolucionario, etc., figura, en cualquier caso, ante la que había que tomar posición.

El culto a su persona y a su pensamiento, o a algunas de las ideas más conocidas de este, provenía de lados muy diversos y hasta antagónicos. El carácter aforístico de su obra, en apariencia abierta a interpretaciones multiformes y heterogéneas, propició ese interés tan variopinto. La juventud culta de clase media, las vanguardias de los años noventa eran en principio las más afines, pero también tuvo seguidores en el psicoanálisis, y en el nuevo siglo, en el expresionismo, entre músicos (R. Strauss, G. Mahler), escritores (H. von Hofmannsthal, los hermanos Mann, A. Döblin o R.Musil) y hasta en el feminismo (L. Braun o H. StöckerH. Stöcker), los judíos en general y el sionismo (C. Seligman, M. Buber, F. Rosenzweig; Th.Herzl, M. Nordau).

Ya en los años ochenta –Nietzsche da cuenta de ello en sus escritos– ciertos círculos racistas y nacionalistas se declaraban seguidores de él. La noción nietzscheana del «superhombre», del que nada sabían, junto con el extracto darwiniano de la supervivencia de los mejor adaptados, de los más fuertes, los combinaban en el delirio de la crianza de una raza superior. Que Nietzsche maldijera una y otra vez, y aún otra más el racismo, el nacionalismo, el antisemitismo, toda clase de colectivismo o gregarismo, que modificara la lectura que Darwin hacía del evolucionismo justamente con su concepción del Übermensch, que no tiene por qué entenderse en alemán como superhombre, ni, en consecuencia, traducirse así, todo eso, a los adictos a un culto les trae sin cuidado.

Fueron E. Bertram y L. Klages quienes proporcionaron ideas más elaboradas, discursos mucho más trabados que configuraron los orígenes místicos del nacionalsocialismo. El primero hizo de Nietzsche un mito, profeta germánico, leyenda nacional de la nueva derecha alemana; el segundo le endilgó un vitalismo antirracionalista que era el suyo.

Eso, en los años diez y veinte. Luego, A. Bäumler, filósofo nazi, en su libro sobre Nietzsche, a quien considera en esencia un pensador político, acentuó la importancia de la voluntad de poder, entendida en el sentido más trivial, que no es el adecuado, mientras rechazaba el eterno retorno, expediente de decisión práctica, que le resultaba demasiado meditativo y suave, demasiado estoico para lo que pretendía justificar.

Para A. Rosenberg, otro de los pensadores nazis, Nietzsche era un revolucionario cuyas ideas solo podrían ser comprendidas en el mundo nazi. Coincidían, el filósofo y los nazis, en rechazar la sociedad burguesa, el liberalismo, el socialismo, la democracia, el igualitarismo, la moral cristiana y el racionalismo, pensaban ellos. Coincidían en lo que rechazaban; deducían de ahí que también sería nietzscheano lo que ellos afirmaban. — Así sigue habiendo grupos neonazis que se reclaman seguidores de Nietzsche. Hace no muchos años se presentaron un grupo de radicales de extrema derecha en un congreso de la Sociedad Española de Estudios sobre Nietzsche, esperando encontrar entre los estudiosos sus almas gemelas.

Entre los nazis, sin embargo, hubo gente suficientemente informada que sabía muy bien que Nietzsche no tenía nada que ver con ellos. E.Krieck, importante ideólogo del régimen «observó sarcásticamente que si se pasaba por alto que Nietzsche no era ni socialista ni nacionalista, y que además era enemigo de todas las teorías racistas, en ese caso, sí, el filósofo podría haber sido un teórico
eminente del nacionalsocialismo.» (Véase K. Gauger, «El culto a Nietzsche en Alemania», Estudios Nietzsche, nº 7.)


Nietzsche no mata a Dios, Nietzsche no desmonta la moral cristiana, Nietzsche no desacredita el conocimiento; él simplemente expone lo que está sucediendo, y hace una crítica de la metafísica –de los discursos dados por válidos– que está impidiendo que todo eso se vea. Por ello repiensa lo que sea el lenguaje, la naturaleza del ser humano y el sentido de la cultura, fundamentalmente a través de la rectificación y la reintegración de las polaridades que el lenguaje falsamente ha introducido en el mundo: cuerpo / alma, naturaleza / cultura, sujeto / acción, hecho / interpretación, literal / metafórico, verdad / error, bueno / malo, moral / inmoral, etc., etc. — Qué tenga eso que ver con la barbarie programada del nazismo es algo que a uno difícilmente se le alcanza.


Aquí dejamos, de momento, la descomplicación de Nietzsche. Volveremos a la vuelta del verano.

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sábado, 27 de abril de 2024

FRANCISCO RICO (1942-2024)

 

Francisco Rico28 de abril de 1942-27 de abril de 2024

Ha fallecido Francisco Rico. Nos deja una obra llena de conocimiento para que sigamos aprendiendo y disfrutando:

Ediciones a su cuidado:

La novela picaresca española.
Agustín Moreto, El desdén, con el desdén.
Francesco Petrarca, Obras 1
Historia y crítica de la literatura española.
Mateo Alemán, Guzmán de Alfarache.
Lope de Vega, El caballero de Olmedo.
Lazarillo de Tormes.
Mil años de poesía española.
Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha.
Francesco Petrarca.
Mil años de poesía europea.
Carmina burana.

Y una conversación con José-Carlos Mainer en la Fundación March de hace diez años: 

Y una conferencia bajo el título de La realidad de la fantasía que recomiendo vivamente.

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jueves, 23 de noviembre de 2023

POESÍA BONITA Y QUE SE ENTIENDE

Editorial. Ejemplar del KM.
No salía de mi asombro al leer el lomo del libro que aparecía en el estante de novedades: Poesía bonita y que se entiende. Pero si lo que leía en el lomo me dejó perplejo, más ¿atrevido, kitsch, desesperado? me pareció lo que leí en la contraportada: Hay que leer poesía. Es conveniente leer en general, pero, sobre todo, hay que leer poesía. El mundo sería mejor si todos leyéramos poesía a diario (el subrayado es mío). Y en la línea quinta del prólogo se insiste: el que sale a la calle sin leer poesía es un peligro público 🙈🙋😲. Esto sí que es ser rompedor, además de usar el hipérbaton de una forma atrevida y transgresora. Aun así, me llevé el libro a casa. La curiosidad pudo conmigo.

La verdad es que si se hace caso omiso de todas esas expresiones altisonantes y desnortadas, la idea de la antología es interesante, aunque no sea novedosa. Se recogen poemas de nueve poetas. Una breve nota nos indica quién es. Luego, uno, dos o tres poemas, y todos ellos van acompañados de un comentario de la autora o del autor, más otro, generalmente más extenso, del editor en el que explica por qué lo ha elegido. Todo eso permite disponer de una información interesante que aproxima el poema a quien lo lee. 

Se trata en definitiva de una antología para promocionar los nombres con los que viene trabajando la editorial y, especialmente, quien dirige la colección, Juan Romeu, que como es la misma persona que ha escrito el prólogo y la contraportada, utiliza el mismo tipo de expresión para hablar de sí mismo: Juan Romeu (Madrid, 1984) es un escritor casi novel que, como una exhalación poética, escribe tanto, con tanto sentido y tan maravillosamente, que ya parece un escritor consagrado. (Lo que será en muy poco tiempo, ¡qué duda cabe!). Es un mago de las ciencias y de las letras, conoce perfectamente el sentido de las palabras; es un mago del puzle tetradimensional, sin ir más lejos. Pichichi de su equipo de balonmano, es gran amigo y colaborador.

Lo mejor en estos casos es hacer abstracción de lemas publicitarios y discursos dislocados e ir directamente al contenido. Recojo aquí un poema de Pilar Roig Ferreruela:

LLUEVE

                                   Este poema lo escribí

                       tras la muerte de mi abuelo.


Llueve.

Todavía llueve.

Ayer mamá me dijo que había salido el sol,

pero yo sé que también llovía.

Si no, te hubiera visto entre los olivos,

sorteándolos con la facilidad de quien,

en lugar de pies,

tiene alas.

Llueve,

y lo noto incluso aquí, en la cama,

tapada hasta las cejas,

esas que son más tuyas que mías

y con el frío agarrotándome

las ganas de quitarme las sábanas.

Yo lo intento,

aunque hace cuatro días que pesan demasiado.

Y estoy harta.

Harta de que llueva,

de llover,

de las gotas secándome las ganas de verte

y de pensar sin descanso

todo lo que no vivimos.

Quiero echarte de menos

pero el vacío

me aterra.

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miércoles, 19 de octubre de 2022

TRAS LA VIRTUD, ALASDAIR MACINTYRE

Editorial
Tal vez sea esta obra la más conocida de Alasdair Macintyre, un filósofo interesado, sobre todo, en la filosófía moral. De hecho, este texto podríamos considerarlo como un clásico dentro del terreno en que se mueve. 

Hoy propongo su lectura porque su exploración de las ideas morales se aleja del cerrado tratamiento tanto analítico como lingüístico que durante un tiempo caracterizó a la filosofía moral académica. Mackintyre prefiere estudiar el complejo mundo de las ideas morales teniendo como telón de fondo el contexto histórico en el que surgen, porque toda idea, sea del tipo que sea, tiene un marco social, histórico y cultural que la dota de sentido y la explica. Es precisamente esta forma de entender la filosofía moral la que le permite hacerla más accesible al público general. Eso y su estilo próximo y directo.

Transcribo parte del comienzo del segundo capítulo, "La naturaleza del desacuerdo moral actual y las pretensiones del emotivismo", para que se vea cómo opera y cómo escribe.

El rasgo más chocante del lenguaje moral contemporáneo es que gran parte de él se usa para expresar desacuerdos; y el rasgo más sorprendente de los debates en que esos desacuerdos se expresan es su carácter interminable. Con esto no me refiero a que dichos debates siguen y siguen y siguen —aunque también ocurre—, sino a que por lo visto no pueden encontrar un término. Parece que no hay un modo racional de afianzar un acuerdo moral en nuestra cultura. Consideremos tres ejemplos de debate moral contemporáneo, organizados en términos de argumentaciones morales rivales típicas y bien conocidas. 

1. a) La guerra justa es aquella en la que el bien a conseguir pesa más que los males que llevarla adelante conlleva (...).
 b) Si quieres la paz, prepara la guerra (...).
 c) Las guerras entre las grandes potencias son puramente destructivas; pero las guerras que se llevan a cabo para liberar a los grupos oprimidos, especialmente en el Tercer Mundo, son necesarias (...).
 
2. a) Cada cual, hombre o mujer, tiene ciertos derechos sobre su propia persona, que incluyen al propio cuerpo (...).
b) No puedo desear que mi madre hubiera abortado cuando estaba embarazada de mí, salvo quizás ante la seguridad de que el embrión estuviera muerto o gravemente dañado (...). 
c) Asesinar es malo (...).

3. a) La justicia exige que cada ciudadano disfrute, tanto como sea posible, iguales oportunidades para desarrollar sus talentos y sus otras potencialidades (...).
b) Todo el mundo tiene derecho a contraer las obligaciones que desee y solo esas, a ser libre para realizar el tipo de contrato que quiera y a determinarse según su propia libre elección (...).

Basta con el simple enunciado de estas argumentaciones para reconocer la gran influencia de las mismas en nuestra sociedad. Por supuesto, cuentan con portavoces expertos en articularlas: Hermán Kahn y el papa, Che Guevara y Milton Friedman se cuentan entre los varios autores que han expuesto distintas versiones de ellas. Sin embargo, es su aparición en los editoriales de los periódicos y los debates de segunda enseñanza, en los programas de radio y los discursos de los diputados, en bares, cuarteles y salones, lo que las hace típicas y por lo mismo ejemplos importantes aquí. ¿Qué características sobresalientes comparten estos debates y desacuerdos? 

Las hay de tres clases. La primera es la que llamaré, adaptando una expresión de filosofía de la ciencia, la inconmensurabilidad conceptual de las argumentaciones rivales en cada uno de los tres debates. Cada uno de los argumentos es lógicamente válido o puede desarrollarse con facilidad para que lo sea; las conclusiones se siguen efectivamente de las premisas. Pero las premisas rivales son tales, que no tenemos ninguna manera racional de sopesar las pretensiones de la una con las de la otra. Puesto que cada premisa emplea algún concepto normativo o evaluativo completamente diferente de los demás, las pretensiones fundadas en aquéllas son de especies totalmente diferentes. En la primera argumentación, por ejemplo, las premisas que invocan la justicia y la inocencia se contraponen a otras premisas que invocan el éxito y la supervivencia; en la segunda, las premisas que invocan derechos se oponen a las que invocan una posibilidad de generalización; en la tercera, la pretensión de equidad compite con la de libertad. Precisamente porque no hay establecida en nuestra sociedad ninguna manera de decidir entre estas pretensiones, las disputas morales se presentan como necesariamente interminables. A partir de conclusiones rivales podemos retrotraernos hasta nuestras premisas rivales, pero cuando llegamos a las premisas la discusión cesa, e invocar una premisa contra otra sería un asunto de pura afirmación y contra-afirmación. De ahí, tal vez, el tono ligeramente estridente de tanta discusión moral.

Esto no es otra cosa que una invitación a su lectura. Por decirlo muy brevemente, MacKintyre pone en juego una versión aristotélica de la moralidad para desenredar del emotivismo tanta afirmación rival y restablecer el orden en nuestras afirmaciones morales, y en esta labor es fundamental preguntarnos por lo que hacemos, pero solo podemos responder a la pregunta de qué debo hacer si sé de qué historia o historias estoy formando parte (el contexto). Tras la virtud también es un intento de superar el individualismo occidental y una renuncia a la creación de una ética universal.

Lectura imprescindible para quienes piensan que todavía es posible una ética de las virtudes.



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Путин, немедленно останови войну!

miércoles, 31 de agosto de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, y 26 (YO TENGO UN SUEÑO)

Fuente: Wikipedia.
Pongo fin a esta serie con un discurso. Es uno de los discursos más emblemáticos del siglo pasado. Es una forma de rendir homenaje a Martin Luther King, el más destacado activista en la reivindicación de los derechos civiles de la comunidad afroamericana desde los principios de la acción no violenta que aprendió en los textos de Gandhi y que supo hacer suyos. Desgraciadamente, tanto él como su maestro, fueron víctimas del odio y murieron asesinados. 

Yo también tengo un sueño. Mi sueño es que algún día la humanidad aprenda a resolver sus diferencias sin recurrir al uso de la fuerza. Y puesto a soñar, que ese día no esté muy lejos.

Este es el discurso que dio el 28 de agosto de 1963, en Whasington D.C., ante cientos de miles de personas:


Estoy feliz de unirme a ustedes hoy en lo que quedará en la historia como la mayor demostración por la libertad en la historia de nuestra nación.

Hace años, un gran americano, bajo cuya sombra simbólica nos paramos, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio.

Pero 100 años después, debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro todavía no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después el negro todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra.

Y así hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición extrema. En un sentido llegamos a la capital de nuestra nación para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaratoria de la Independencia, firmaban una promisoria nota de la que todo estadounidense sería el heredero. Esta nota era una promesa de que todos los hombres tendrían garantizados los derechos inalienables de "Vida, Libertad y la búsqueda de la Felicidad".

Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En vez de honrar su obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro un cheque sin valor que fue devuelto marcado "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Entonces hemos venido a cobrar este cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.

También vinimos a este punto para recordarle de Estados Unidos de la feroz urgencia del ahora. Este no es tiempo para entrar en el lujo del enfriamiento o para tomar la droga tranquilizadora del gradualismo. Ahora es el tiempo de elevarnos del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el iluminado camino de la justicia racial. Ahora es el tiempo de elevar nuestra nación de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la sólida roca de la hermandad. Ahora es el tiempo de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios.

Sería fatal para la nación el no percatar la urgencia del momento. Este sofocante verano del legítimo descontento del negro no terminará hasta que venga un otoño revitalizador de libertad e igualdad. 1963 no es un fin, sino un principio. Aquellos que piensan que el negro sólo necesita evacuar frustración y que ahora permanecerá contento, tendrán un rudo despertar si la nación regresa a su rutina habitual.

No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en la violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma.

Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su destino está atado a nuestro destino. Se han dado cuenta de que su libertad está ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de que marcharemos hacia el frente. No podemos volver atrás.

Existen aquellos que preguntan a quienes apoyan la lucha por derechos civiles: "¿Cuándo quedarán satisfechos?" Nunca estaremos satisfechos en tanto el negro sea víctima de los inimaginables horrores de la brutalidad policial. Nunca estaremos satisfechos en tanto nuestros cuerpos, pesados con la fatiga del viaje, no puedan acceder a alojamiento en los moteles de las carreteras y los hoteles de las ciudades. No estaremos satisfechos en tanto la movilidad básica del negro sea de un gueto pequeño a uno más grande. Nunca estaremos satisfechos en tanto a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad por carteles que rezan: "Solamente para blancos". No podemos estar satisfechos y no estaremos satisfechos en tanto un negro de Mississippi no pueda votar y un negro en Nueva York crea que no tiene nada por qué votar. No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.

No olvido que muchos de ustedes están aquí tras pasar por grandes pruebas y tribulaciones. Algunos de ustedes apenas salieron de celdas angostas. Algunos de ustedes llegaron desde zonas donde su búsqueda de libertad los ha dejado golpeados por las tormentas de la persecución y sacudidos por los vientos de la brutalidad policial. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención.

Vuelvan a Mississippi, vuelvan a Alabama, regresen a Georgia, a Louisiana, a las zonas pobres y guetos de las ciudades norteñas, con la sabiduría de que de alguna forma esta situación puede ser y será cambiada.

No nos deleitemos en el valle de la desesperación. Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano.

Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.

Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.

Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.

Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.

Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.

Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.

Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania! Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad!

Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"

(Fuente: BBC Mundo. Ignoro quién lo ha traducio. En libro conozco tres títulos que lo recogen: Martin Luther King, Discursos, Universida de León, 1997; Los discursos del poder, Belacqua, 2003; Lavier Alonso López, Discurso históricos, Arzalia, 2022. Seguro que hay más).


¡Soñemos!


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Путин, немедленно останови войну!

miércoles, 10 de agosto de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 23

Ejemplar del KM
Llego a casa justo a tiempo para dar noticia de este libro colectivo editado por Sílex ediciones. Se trata de un libro de carácter práctico, pues recoge el resultado de múltiples trabajos de campo en contextos de violencia en los que han trabajado analistas de ambos lados del Atlántico. La lectura del libro, por tanto, aporta perspectivas y análisis desde puntos de vista muy distintos que tienen como objetivo ofrecer enfoques variados para la consecución de la paz según las circunstancias. 

El contenido se va a entender mejor con la enunciación de los caspítulos que conforman la obra:

-Modelos de paz: historia e historias. Guillermo Andrés Duque Silva y Cristina del Pado Higuera.

-La mediación de conflictos interculturales MCI: construyendo paz desde los territorios colombianos. Julio César Alvear Castañeda.

-La sociedad "El Sitio" de Bilbao, la moderna pedagogía y la concordia social. José Manuel Azcona Pastor.

-Conflicto en el contexto organizacional colombiano desde teoría de la violencia de Johan Galtung y teorías de las necesidades. Victoria de los Ángeles Bolaños Contreras y Diego Mauricio Quintero Orrego.

-Ásperas sierras, agrias gentes. Un museo comunitario para la resolución de conflictos en la Sierra Mixe. Manuel Burón Díaz.

-Biblioteca comunitaria Amauta: maneras de hacer pedagogía y cultura para la paz en el distrito de Aguablanca, Cali, Colombia. Jovany Cely Ospina y Jasney Quintero Ortega.

-Del Plan Colombia a la paz en Colombia: los discursos del presidente Juan Manuel Santos antes de la firma de los acuerdos de paz. Cristina del Prado Higuera.

-No "cesa la horrible noche": cultura de la guerra y de la paz en Colombia.Guillermo Andrés Duque Silva.

-La formación deportiva como herramienta de paz para el cambio de los comportamientos violentos de jóvenes en Cali-ColombiaDiana Marcela Pérez Bolaños.

-Preservar la memoria, respetar a las víctimas. La respuesta pedagógica italiana al terrorismoMatteo Re.

-Las negociaciones antes de la Mesa de la Habana, un análisis crítico desde el punto de vista de la negociaciónEmilio Sánchez de Rojas Díaz.

Todos los capítulos se acompañan de abundante y específica literatura sobre el tema. 

Un libro muy interesante para comprender mejor la complejidad de los conlictos armados, sus consecuencias y las dificultades para poner en marcha procesos de paz, pero no imposibles cuando existe la voluntad de solucionarlos. Tal vez pueda resultar literatura demasiado específica para quien no la frecuente, pero necesaria.
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Путин, немедленно останови войну!

miércoles, 20 de julio de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 20

Ejemplar del KM
Gandhi es el corazón de la no violencia. Él fue quien con su ejemplo y sus escritos inspiró a otros líderes del movimiento pacifista internacional como Martin Luther King, Nelson Mandela, Dorothy Day o Desmond Tutu. Escribió miles de páginas, pero nunca se ocupó de recoger en un libro de forma sistemática su pensamiento. Estaba convencido de que la mejor forma de transmitir su mensaje era su propio ejemplo, su actuación diaria. Y así lo dijo cuando llegó hasta él un grupo que pretendía entrevistarle para que les resumiera lo más importante de sus ideas. Era el día de la semana que él dedicaba a la meditación. Insistieron mucho, pero no interrumpió su actividad y les hizo llegar una frase ya célebre: Mi vida es mi mensaje

En 1984 el gobierno de la India, haciendo caso omiso de su voluntad —Mis escritos deberían ser quemados con mi cuerpo— terminó de publicar la obra escrita de este ser extraordinario: 98 volúmenes, decenas de miles de páginas en forma de cartas, discursos, ensayos, telegramas, artículos... están recogidas en The Collected Works of Mahatma Gandhi, de acceso libre a todo el mundo. 

Este libro, introducido por John Deer, es, tal vez, una de las mejores aproximaciones en castellano a la vida y al pensamiento de ese ser único que fue capaz de movilizar a millones de personas con su ejemplo, con su ejemplo detener varias veces la violencia desatada entre las distintinas comunidades religiosas de la India, y también con su ejemplo lograr la independencia de ese gigantesco país.

La verdad y la no violencia son nuestro fin. La no violencia es el dharma supremo. No hay ningún descubrimiento más importante que este. Siempre que realicemos acciones mundanas, mientras el alma y el cuerpo estén unidos, nuestra actividad seguirá produciendo alguna violencia. Pero tenemos que renunciar al menos a la violencia a la que podemos renunciar. Tenemos que comprender que cuanto menor es la violencia que una religión permite, tanto mayor es la verdad contenida en ella.

El amor es una hierba rara que convierte en amigo incluso al enemigo más acérrimo, y esta hierba nace de la no violencia.

La persona y sus obras son dos cosas distintas. Mientras que una obra buena debería suscitar aprobación, y una acción mala tendría que provocar desaprobación, la persona que realiza la acción, sea esta buena o mala, siempre merece respeto o piedad, según el caso. "Odia el pecado, no al pecador" es el precepto que, si bien es fácil de entender, se practica pocas veces, y por esta razón el veneno del odio se extiende por el mundo.

No puedo llevar una vida religiosa si no me identifico con toda la humanidad, y no puedo hacerlo si no participo en la vida política. Toda la gama de las actividades de la humanidad constituye un todo indivisible. No podemos dividir el trabajo social, económico, político y puramente religioso en compartimentos estancos. No conozco más religión que la actividad humana. Esta proporciona una base moral para todas las demás actividades que, de otro modo, carecerían de ella, de manera que la vida quedaría reducida a un laberinto "que no significa nada".

Durante los últimos treinta años he predicado y practicado el satyagraha. Este se diferencia de la resistencia pasiva como el Polo Norte del Polo Sur. La resistencia pasiva ha sido concebida como un arma de los débiles y no excluye el uso de la fuerza física o la violencia para conseguir los fines propuestos, mientras que el satyagraha ha sido concebido como un arma de los más fuertes y excluye el uso de la violencia de cualquier modo o forma.

La no violencia, en su condición dinámica, significa sufrimiento consciente. No significa dócil sumisión a la voluntad del malhechor, sino entregar toda el alma contra la voluntad del tirano. Si trabaja bajo esta ley de nuestro ser, una sola persona podrá desafiar a todo el poder de un imperio injusto para salvar su honor, su religión, su alma y sentar las bases para la caída o la regeneración de ese imperio. 

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lunes, 18 de julio de 2022

SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ, 3

Editorial
Las ciencias avanzan que es una barbaridad, cuando avanzan, que no es siempre, o cuánto ha costado llegar a saber lo que sabemos. Estos podrían ser algunos de los titulares para introducir el soneto que sor Juana Inés de la Cruz escribió para celebrar el conocimiento astronómico del jesuita Eusebio Francisco Kino.

Aplaude la ciencia astronómica del padre Eusebio Francisco Kino, de la compañía de Jesús, que escribió del cometa que el año de ochenta apareció, absolviéndole de ominoso.

Aunque es clara del cielo la luz pura
clara la luna, y claras las estrellas,
y claras las efímeras centellas,
que el aire eleva y el incendio apura;

aunque es el rayo claro, cuya dura
producción cuesta al viento mil querellas,
y el relámpago, que hizo de su huellas
medrosa luz en la tiniebla obscura;

todo el conocimiento torpe humano,
se estuvo obscuro sin que los mortales,
plumas pudiesen ser, con vuelo ufano,

Ícaros de discursos racionales,
hasta que al tuyo, Eusebio soberano,
les dio luz a las luces celestiales.


Que sor Juana era una mujer muy inteligente nadie lo pone en duda. Famosa era su enorme curiosidad y su bien merecida fama de polímata —me encanta esta palabreja—. Su sed de conocimiento no tenía límites y eso lo dejó bien claro con la variedad y riqueza de sus escritos. Bien es cierto que carecía de formación matemática y que de Galileo y sus trabajos seguramente la única noticia que llegó a tener fuese la de que afirmar ciertas cosas suponía vérselas con la Inquisición. Pero los tiempos eran los que eran y no hay nadie infalible, por muy bien que nos caiga. Lo sorprendente es otra historia.

El soneto cobra sentido si conocemos la anécdota a la que responde. Estos son los hechos:

1. El jesuita Kino, aficionado a los cielos nocturnos, escribió un texto sobre el cometa de 1680. En él terminaba diciendo que indefectiblemente anunciaba sucesos siniestros.

2. Esa era, precisamente, la creencia popular que venía desde la antigüedad: que los cometas viajaban por el espacio que hay entre la Tierra y la Luna, y que anunciaban desastres y calamidades mil. Es decir, la gente, cada vez que veía un cometa —y el de aquel año se vio muy, muy bien— estaba aterrorizada.

3. Galileo ya había dicho que los cometas no circulaban por la zona sublunar. Pero lo sabían él y otros pocos más. Entre ellos —y aquí viene lo curioso—, Carlos de Sigüenza y Góngora, amigo de sor Juana, quien escribió un Manifiesto filosófico contra los cometas, despojados del imperio que tenían sobre los tímidos.

4. Sigüenza fue precisamente quien presentó Kino a sor Juana cuando este llegó a México. Juana quedó encantada con los conocimientos de Kino y Kino con los de Juana. Poco después el jesuita de origen italo-austríaco envió el folleto que había escrito a la monja y la respuesta fue este soneto de alabanza a los conocimientos del misionero y a la luz que arrojaba sobre el suceso.

El pobre Sigüenza debió de quedarse perplejo y profundamente apenado ante la aparición del soneto, o así podemos suponerlo, pues no nos ha llegado ningún documento que nos informe. Sí sabemos, en cambio, que a pesar del chasco sufrido la buena relación entre ambos duró muchos años.

Sea como fuere, y dejando las anécdotas a un lado, si queréis leer la obra poética de esta animosa mujer que sentía una verdadera pasión por el conocimiento, aquí están recogidos todos sus sonetos y aquí una amplia selección de cuantas formas estróficas practicó. Yo, en cualquier caso, aconsejo que os hagáis con alguna edición en papel.

***


Путин, немедленно останови войну!

lunes, 26 de abril de 2021

FNAC RECOMIENDA

Editorial

Letra torcida, letra torcida


Traductor: Javier Lucini

La editorial Dirty Works sigue incansable en su labor de acercarnos lo mejor de la literatura sureña estadounidense. Entendiendo el sur no solo como concepto geográfico (el que va de los pantanos de Luisiana a los montes Apalaches), sino como concepto mental. Ese Sur de predicadores y white trash, de violencia racial y pobreza, de pueblos de mala muerte y tradiciones orgullosas que constituyen un material literario de alto voltaje.

Tom Franklin es otro ejemplo de autor tardío (el otro que me viene a la cabeza es Donald Ray Pollock). Criado en un pueblecito de Alabama, curtido en trabajos industriales mientras asistía a clases de escritura creativa. Y ese bagaje se ve en su obra, tanto en esta novela como en los relatos publicados por la misma editorial. Su escritura exuda realismo: ese pueblo organizado alrededor del negocio maderero del cacique local, los diálogos de los personajes (secos, directos, no esperen grandes discursos a lo Aaron Sorkin), las descripciones de los paisajes...

El detonante de la historia es la desaparición de una joven, que removerá el pasado de los dos protagonistas principales: el sospechoso, un mecánico que llevas años sufriendo el ostracismo social de sus vecinos (ya saben, pueblo pequeño, infierno grande) y una antigua estrella local de béisbol metida a policía. Dos hombres, uno blanco y el otro negro, que enterraron su antigua amistad bajo una montaña de mentiras y malentendidos. No es esta una clásica novela policial del estilo whodunit. De hecho, la resolución del caso no pretende sorprender. Pero la ambientación, el paisaje y el paisanaje que recorren sus páginas, es soberbia y sumado al pulso narrativo firme del autor hace de esta novela uno de los mejores libros que he leído últimamente.

Aritz, FNAC Donostia 

lunes, 8 de marzo de 2021

PRESTE JUAN RECOMIENDA

 



Editorial: La Llave


En estos aciagos y convulsos tiempos en muchos sentidos, un libro que invita a una toma de conciencia particular, desde el budismo, escrito por Dhiravamsa, ex monje tailandés. Hace años colgó sus hábitos y empezó una tarea de “transformación espiritual”, debido a la demanda de miles de personas en occidente.

A una dilatada bibliografía, se añade este último libro que versa sobre los sutras, dichos, budistas, desde la tradición pali. Gratificante obra llena de “anécdotas” sobre los dichos del buda, precisos y que apuntan directamente a la mente del individuo, donde sus palabras y discursos exponen una enseñanza que encamina a los individuos al “despertar espiritual”.


lunes, 4 de mayo de 2020

CIMBELINO (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 24)

La obra tiene muchos sentimientos justos, algún diálogo natural y algunas escenas agradables, pero se logran a expensas de mucha incoherencia. Señalar lo loco de la ficción, lo absurdo de la conducta, la confusión de los hombres, y los modales de diferentes tiempos y la imposibilidad de los acontecimientos en todo sistema de vida, sería desperdiciar la crítica en una imbecilidad sin consistencia, en faltas demasiado evidentes para detectarlas, y demasiado groseras para agravarlas. Así se expresaba Samuel Johnson en su The Plays of William Shakespeare con respecto a esta obra; obra que, por cierto, era muy del gusto de los románticos. Pero ya sabemos que los gustos son cambiantes y van y vienen según las modas. 

Cimbelino es, ciertamente, una propuesta bastante alocada en la que su autor, en plena madurez, diría yo que decide hacer lo que le da la gana, recoger ideas y argumentos ya utilizados en otras —los celos del Otelo, los enredos cortesanos de El rey Lear o los más de calle de La comedia de los errores— para darse el gusto de mostrarnos que la realidad puede consistir en un enriquecimiento y la verdad en un auténtico exceso, como recordó Skura en su análisis psicoanalítico sobre de algunas situaciones y problemas que en ella se presentan.

Veamos: Cimbelino, rey en la antigua Britania romana tiene dos hijos desparecidos desde que eran pequeños y una hija, Imógena, que se ha casado en secreto y sin consentimiento paterno con un simple caballero, Póstumo. Cimbelino está casado en segundas nupcias con una mala malísima, pero él no se entera. La mala malísima tiene un hijo estúpido y engreído, Cloten —que suena como rotten, podrido—. Rey y reina quieren que Imógena, que es un dechado de virtudes, se case con Cloten. Para que olvide a Póstumo, que es buena persona, pero bastante simple, lo mandan a Roma. Luego aparecen los hijos perdidos y hay una batalla entre romanos y britanos, y todos toman parte en ella, incluso cambiando de bando. La victoria es para los buenos, que son todos, aunque en el calor de la refriega se han aporreado malamente. Al final, sale a la luz la verdad. Todo se aclara y la felicidad los acoge en su seno.

Aunque, como casi siempre en este tipo de obras, el personaje más interesante es el de la chica, o sea, Imógena, mira por dónde quien tiene el parlamento más adecuado a esta especie de autoparodia shakespeariana es el de Póstumo que, después de la batalla, y mientras está en la cárcel antes de que se aclare todo, tiene un sueño —como Segismundo— en el que logra ver a su familia. Cuando despierta, encuentra un libro a su lado donde puede leer su futuro, en clave, por supuesto: 

"Cuando un leoncillo desconocido de sí propio encuentre, sin buscarla, una criatura delicada como el aire y sea abrazado por ella; cuando las ramas cortadas de un cedro real, muertas después de numerosos años, revivan, se junten al viejo tronco y reverdezcan, entonces Póstumo verá el fin de sus miserias, la Bretaña será afortunada y florecerá en la paz y la abundancia". Es todavía su sueño, o es la estofa de esos discursos de los locos, engendrados por la lengua, sin el socorro del cerebro. Es una de estas dos cosas, o no es nada. O estas palabras carecen de sentido, o tienen uno que el buen juicio no puede por sí solo descubrir. Sea lo que fuere, las peripecias de mi existencia se parecen a este libro, y quiero guardarlo, aunque sólo sea por simpatía (acto V, esc 4).

No apta para racionalistas integrales ni para fundamentalistas del realismo. En cualquier caso, bastante más divertida que la realidad circundante y menos dañina.

viernes, 24 de abril de 2020

MEDIDA POR MEDIDA (EL UNIVERSO SHAKESPEARE, 21)


La crítica especializada ha clasificado hace mucho tiempo bajo el marbete de "obras problema" o también "comedias oscura" —problem play, dark comedy—tres que no encajaban ni como comedias, ni como tragedias, ni como dramas. Son Troilo y Crésida, Bien está lo que bien acaba y Medida por medida. Y es que Shakespeare nunca fue muy fiel a géneros ni a normas, por eso los neoclásicos veían en su obras más defectos que virtudes.

Independientemente de que en toda su obra siempre podamos comprobar esa tendencia a la mezcla de géneros, es cierto que en estas tres de final feliz la acritud y la amargura adquieren un tono muy superior a otras anteriores, la naturaleza humana se ensombrece tanto que hasta los finales, liberatorios sin duda, nos resultan extraños. 

Estos tres minutos y medio de Atención obras os darán buena cuenta del argumento:


Ya véis, Shakespeare siempre anda enredando en los entresijos del ser humano para intentar averiguar qué somos y por qué nos comportamos como lo hacemos. Y como la realidad no es simple, ni directa, nos encontramos con personajes amorales que mantienen discursos preclaros y llenos de honestidad; o tropezamos con personajes muy solventes que dicen cosas demasiado deleznables. Y si además rondan por ahí los límites del poder, las convicciones más profundas y la muerte, todo se hace más complejo y oscuro.

Un ejemplo de la parte disparatada y surrealista de la obra. Bernardino es un preso que pasa de todo, hasta de la muerte, y lo van cambiar por Claudio para engañar al regente. El Duque, que ha abandonado su labor de gobierno, está en esta escena disfrazado de monje y dispuesto a ofrecer consuelo al condenado.

Horrorez (el verdugo): ¡Hola, tunante! trae acá a Bernardino.
Pompeyo (criado de Pordemás): ¡Señor Bernardino! ¡Es menester que os levantéis para que os ahorquen, señor Bernardino!
Horr: ¡Eh! ¡hola! ¡Bernardino!
Bernardino (prisionero disoluto): (Dentro.) ¡Que un rayo os parta las gargantas! ¿Quién arma ese ruido? ¿Quién eres?
Pom: Vuestro buen amigo el verdugo, señor mio. Tendréis la amabilidad de levantaros y de dejaros ahorcar.
Bern: (Dentro.) ¡Largo, bribón, largo! Tengo sueño.
Horr: Dile que es forzoso que se despabile, y pronto.
Pom: Por Dios, señor Bernardino, sacudid el sueño hasta que os hayan  degollado, y dormid luego.
Horr: Entra y sácale.
Pom: Ya viene, señor, ya viene. Oigo crujir la paja.
Horr: ¿Está el hacha en el tajo, tunante?
Pom. Todo está listo, señor.
(Sale Bernardino.)
Bern: ¿Qué tal, Horrorez?, ¿qué hay de nuevo?
Horr: A decir verdad, quisiera que te entregaras un rato a tus rezos; pues, mira, aquí está la órden.
Bern: ¡Bellacos! He pasado la noche entera bebiendo; no estoy preparado para eso.
Pom: Tanto mejor, gentilhombre; pues si después de beber toda la noche le ahorcan a uno por la mañana tempranito, tanto mejor podrá dormir durante todo el día siguiente.
Horr: Mira, aquí viene el padre confesor. ¿Crees aún que es broma?
(Sale el Duque, disfrazado.)
Duque: Buen hombre, movido por mi caridad, y habiendo oído cuán próxima estaba la hora de tu partida, vengo a aconsejarte, a ofrecerte consuelo, y a rezar contigo.
Bern: Nada de eso, fraile. He estado bebiendo largo toda la noche, y me han de dar más tiempo para ponerme a bien con Dios, o de otro modo que me aplasten los sesos con porras. Lo cierto es que no me conformo con morir hoy.
Duque: Amigo, es fuerza, y por lo tanto, ruego que midas la jornada que te espera.
Bern: Juro que no hay persuasión en hombre capaz de hacerme morir hoy.
Duque: Pero escucha.
Bern: Ni una palabra. Si tienes algo que decirme, ven a mi calabozo; pues de allí no salgo hoy.
(Se va.)
Duque: Es tan indigno para morir como para vivir. ¡Pecho de pedernal! Seguidle, mozos. Y arrastradlo al patíbulo sin tregua
(act IV, esc 3).