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domingo, 29 de noviembre de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE CASA

Imagen obtenida ayer, 28 de noviembre de 2020, a las 21:20.


Son muchísimas las misiones que la humanidad ha dirigido a la Luna, superan ampliamente la centena, aunque solamente algunas consiguieron la notoriedad y el interés de los medios de comunicación. Algunas fueron culminadas con éxito; otras terminaron en fracaso. Lo que conocemos como carrera espacial, aquella competición entre EEUU y la URSS que duró aproximadamente desde 1955 hasta 1975, sirvió para que esta actividad acaparara buena parte de los titulares, especialmente mientras se conseguían primeros hitos: primera vuelta a la Tierra, primer vuelo tripulado, primera mujer cosmonauta, primer alunizaje... 

De entre todos ellos, el más destacado fue el de la primera vez que un ser humano pisó la superficie lunar (16 de julio de 1969, Armstrong baja del módulo lunar y dice: Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad). A partir de entonces, una vez ganada la competición, el interés general decayó y las noticias fueron relegándose a páginas interiores y a la especialidad científica.

La gente que supere los sesenta años recordará, seguramente, nombres como Pionner, Luna, Surveyor, Soyuz y, por supuesto, Apollo. Hay más, pero esos son los programas que alcanzaron mayores éxitos o, por las razones que fueran, los más conocidos. Algunos de ellos, como el programa Luna de la URSS, llegaron a tener más de una veintena de misiones. 

En algunas ocasiones, cuando miramos a nuestro satélite en noches de luna llena, mientras la vemos grande y redonda, y aunque carezcamos de intereses científicos o astronómicos, nos preguntamos por dónde andarían Armstrong y Aldrin, los del Apollo 11. 

Pues bien, ahí he dejado dónde alunizaron otros módulos del mismo programa, pero de misiones posteriores. Todos ellos son lugares identificables con prismáticos. No es necesario recurrir a un telescopio y podéis aprovechar estos días en que la luna está grande y redonda para imaginar vuestras historias. Otro día colocaré los más destacados del programa soviético, Luna.

IMPORTANTE: Yo tengo un telescopio reflector, de espejos. Esto quiere decir que yo veo los objetos invertidos. Si vosotros miráis con unos prismáticos, veréis Tycho (ese cráter del que salen brazos de estrella muy marcados) en el sur, que es donde está. O sea, así:


jueves, 29 de octubre de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN

29-10-2020 / 19:30. Si la veis con prismáticos, lo de arriba está abajo y viceversa.

Aprovecho esta fotografía realizada con un móvil aplicado al ocular del telescopio reflector para ofrecer algunos datos curiosos de lo que se puede ver con unos prismáticos corrientes.

Las zonas oscuras son los mares —maria, en latín—. Los primeros astrónomos creyeron ver en esas zonas algo así como unas réplicas de los océanos terrestres. En realidad, son grandes extensiones basálticas con una antigüedad muy grande, entre 3.100 y 3.800 millones de años. Posiblemente, se formaron por impactos de grandes meteoritos, que provocaron la salida a la superficie del manto rocoso, por aquel entonces todavía en estado líquido.

En cuanto a los cráteres, que es la marca de la casa, están censados más de 300.000 de un diámetro superior a 1 km. Los que he señalado son:

Tycho: 85 km de diámetro, relativamente joven. La pared que se mantiene intacta tiene 4.800 metros de altura. Dentro de él hay pequeñas elevaciones que rodean una mayor de 10 km de diámetro y 1.500 metros de altura. Las irradiaciones que parten de él, y que son perfectamente visibles con luna llena, están originadas por el material que salió propulsado por el impacto que produjo el cráter.

Grimaldi: 173 km. Tiene un fondo repleto de una lava muy oscura, más oscura que la del oceanus que se encuentra al lado, y cuyo origen es desconocido. Hacia el sureste tiene una elevación de más de 3.000 metros de altura que proyecta una buena sombra. 

Copérnico: 93 km de diámetro y 3.8 de profundidad. Se formó hace 810 millones de años. Las paredes exteriores tienen una altura de unos 900 metros. Para algunos, es el cráter más bello de la Luna.

Kepler: 29 km diámetro; 2.6 profundidad. Tiene también marcas radiales y aunque se extiende a casi 300 km, no son en absoluto comparables con las de Tycho.

Pitágoras: 130 km diámetro; 5 km profundidad. Tiene un pico situado en el centro que se eleva a 1500 metros de altura.

Platón: 100 km diámetro; 2 km profundidad. Llama la atención por la perfección de su círculo.

Los nombres de los mares están en latín (nomenclatura internacional). La mayoría se entienden sin saber latín, excepto, tal vez, tres: M. Nubium (mar de las nubes), M. Imbrium (de las lluvias) y O. Procellarum (océano de las tempestades). 

Felices sueños y que la Luna os los vele.

domingo, 26 de julio de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE CASA


En estos días en que el cometa C2020 F3 NEOWISE se ve ya con dificultad por el alejamiento y la pérdida de brillo (hay que utilizar prismáticos y saber hacia dónde buscar), el mayor atractivo del cielo nocturno es la luna creciente (hoy, quinto día) y los planetas gigantes Júpiter y Saturno.

Dejo tres de las fotos que hice ayer desde el balcón. Con ellas está la secuencia completa de sur a norte de la línea terminador (recordad que tengo un reflector y la imagen siempre está invertida con respecto a lo que vemos a simple vista) y he colocado algunos de los accidentes del relieve lunar más característicos.


Recordad que esas zonas de apariencia lisa y de color oscuro son lo que llamamos mares —los primeros astrónomos vieron en ellos una réplica de los mares terrestres y así quedaron bautizados—, constituidos principalmente por roca basáltica de una antigüedad entre 3100 y 3800 millones de años. Siguiendo con las semejanzas, encontramos también bahías (sinus), en este caso, Bahía de la Aspereza.

Además de mares y bahías, están también las rimas, que no tienen nada que ver con la poesía ni con el sonido. Son largas depresiones con aspecto de canales y que pueden llegar a tener varios kilómetros de ancho y cientos de longitud. El caso de la que aparece señalada en la fotografía de abajo, Rimae Burg, tiene 100km de largo y 3 km de ancho.


Por lo demás, los cráteres de impacto Hercules (70 x 70 km) y Plinius (43 x 43 km), no es que sean grandes cráteres, pero son una concesión a mis propios gustos y tendencias (Plinius por el gran autor latino, Plinio el Viejo, naturalista y autor de Historia Natural. Hércules por el héroe trágico de la mitología griega y porque era el favorito de la pequeña de la casa cuando tenía 7-8 años). 

También está representado el alunizaje de la nave soviética Luna 21, que no todo va a ser loa y remembranza de la serie Apolo.

***

Para saber más: 

viernes, 24 de julio de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE CASA

Para José, como regalo de cumpleaños.


Segunda noche en fase creciente (23-VII-2020).

Recuerdo: fotografías realizadas con un móvil aplicado al ocular (10mm) de un telescopio reflector de 20cm de diámetro y 120 cm de longitud focal. Lo que está arriba es abajo y viceversa.


Para que os hagáis una idea de los tamaños os doy los diámetros y la profundidad en kilómetros: 
Biela: 76; 3,1.
Furnerius: 125; 3,5.
Petavius: 177; 3,4.
Langrenus: 132; 2,7. 
Taruntius: 56; 1.
Mare Crisium: 620x570; 176.000 km2.
Cleomedes: 126; 2,7. 


Y una curiosidad: Mare Crisium fue nombrado en el XVII como Mar Caspio, por Thomas Harriot, Pierre Gassendi y Michael Van Langren

lunes, 1 de junio de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE MI CASA

Imagen obtenida con un reflector. Ocular 25mm, 48 aumentos.

No eran nada buenas las condiciones atmosféricas de ayer para poder obtener imágenes limpias de la Luna sin una cámara astronómica acoplada al telescopio. 

Poco después de las 22 horas, entre un velillo de ligeras nubes, pude sacar estas imágenes que, si no son buenas, sí permiten seguir avanzando por la línea de terminador en lo que era la 9ª noche de crecimiento lunar.

En cualquier caso, ofrecen la visibilidad suficiente como para ir aprendiendo a identificar los elementos del relieve lunar más destacados. Y vuelvo a recordar que para poder ampliar las imágenes y poder leer los nombres con solvencia acudáis a este enlace.


Ocular 10mm, 120 aumentos.

Ocular 10mm, 120 aumentos.

Ocular 10mm, 120 aumentos.

sábado, 30 de mayo de 2020

LA LUNA DESDE EL BALCÓN DE CASA

Imagen tomada el 28-05-20.

Fotografía realizada con un móvil de gama baja aplicado al ocular de un telescopio de montura dobson y 200mm de apertura. (He dejado la fotografía en Google fotos para que se pueda ampliar y ver con más detalle).

Un telescopio pequeño de aficionado no sirve para realizar investigación ni para descubrir el universo, pero después acostumbrarse a él y aprender a manejarlo un poco, da, por ejemplo, para que podamos realizar observaciones detalladas de nuestro satélite. Una vez pasada la primera sorpresa y después de haber dicho "¡guau, se ven los cráteres!", podemos empezar a preguntarnos por qué hay unas zonas de superficie lisa y más oscura —¿es un material geológico distinto?, ¿por qué tienen ese aspecto?, ¿qué ha ocurrido para que sea así?. O podemos dedicarnos a curiosear con los cráteres —¿tienen todos un nombre?, ¿son muy grandes o son muy pequeños?, ¿quienes eran esas personas?, ¿desde cuándo están ahí?—. Mirar, observar, sorprenderse con lo que vemos a través del ocular está bien y es divertido, pero es muchísimo más divertido descubrir qué es lo que estamos viendo.

He colocado los nombres tal y como los podéis encontrar en cualquier libro o atlas sobre la Luna, ya esté escrito en inglés, en ruso o en griego. Como los nombres científicos de plantas o animales, los accidentes de la Luna se nombran en latín por acuerdo internacional. Para un primer conocimiento bastará con que tecleéis el nombre en Wikipedia y esta os dará los primeros datos con los que empezar a saciar vuestra curiosidad. La misma enciclopedia os da más referencias a donde acudir para ampliar la información.

Pero detengámonos un momento en la imagen que tenemos. Es un sector de la Luna que corresponde al cuadrante noroeste (arriba, izquierda). Así la veríamos a simple vista o con unos prismáticos cuando está en la fase de luna llena (la zona rodeada en naranja corresponde aproximadamente a la zona de la fotografía):


Como yo tengo en telescopio reflector, es decir, de espejos, veo esa imagen a través del ocular invertida (lo de arriba, abajo; lo de la izquierda, a la derecha). Los elementos más destacados de ella son  la Bahía de la Aspereza (S. Asperitatis), el Mar de la Tranquilidad y el Mar de la Serenidad. Como curiosidad he señalado la zona donde alunizó el famoso Apolo 11. No muy lejos de allí, en el cráter Le Monnier, anduvo la sonda soviética Lunojod 2 en 1973. Tomó más de 80.000 fotografías y realizó varios análisis del suelo lunar.

También aparecen los nombras de algunos cráteres: Arago, Julio César, Eudoxo, Posidonio y Chacornac. Si copiáis los nombres en el buscador, rápidamente os enteraréis de que Arago fue un astrónomo, matemático, físico y político francés, que llegó hasta primer ministro (en 1848), que el cráter que lleva su nombre tiene 26 km de diámetro y 1,8 km de profundidad, lo que no está nada mal para verse tan pequeñito. 

Otro tanto podéis hacer con los demás y tendréis completa la colección del día. Si esto mismo lo repetís un día tras otro siguiendo la línea terminador, además de haceros con el relieve lunar os llevaréis alguna que otra sorpresa, como daros de bruces con los Pirineos, haceros con un bonito listado de hombres y mujeres que han tenido algo que ver con la Luna, qué es lo que hicieron para fomentar su conocimiento, o quizás lleguéis a descubrir que nuestro satélite se balancea y que gracias a eso podemos ver el 59% de su superficie y no el 50% que teóricamente deberíamos ver.

Aquí podéis ver un par de fotos más de la sesión de anteayer desde el balcón de mi casa con algunos nombres ya colocados. 

Y aquí mi telescopio en mi balcón:

miércoles, 6 de mayo de 2020

OBSERVAR LA LUNA DESDE CASA



Observar la Luna desde el balcón de casa es posible gracias a la enorme luminosidad de nuestro satélite, capaz de hacer frente a la enorme contaminación lumínica de las ciudades. Unos prismáticos 7x50 o 10x50 son los más apropiados —el primer número indica el aumento; el segundo, el diámetro de abertura de la lente frontal—. Si disponemos de un telescopio, mejor aún, porque nos va a permitir observar pequeños detalles. Incluso podemos llegar a realizar fotografías muy elementales, como las que aquí aparecen, sin disponer de cámara acoplada al telescopio, que es lo que hay que hacer si queremos dedicarnos a la fotografía astronómica.

Estas dos imágenes las realicé ayer desde un balcón cuya situación no es precisamente la más apropiada para observar el cielo. La calle es estrecha y tengo enfrente otros edificios a 20 metros escasos de distancia. La Luna, casi llena, estaba solamente un par de grados sobre el tejado de una de las casa vecinas. Y no dispongo de cámara para realizar fotografía astronómica que pueda acoplar al ocular del telescopio. De hecho, las realicé colocando el objetivo de un ipad sobre el ocular. Aún así no me parece que el resultado sea desastroso.

El telescopio es un dobson de 200 mm de abertura y 1200 mm de longitud focal. El ocular que utilicé es un 5 mm. Es la mayor potencia de aumento de la que dispongo, esto es, 240 aumentos. Dicho de otra manera: es como si estuviese mirando hacia la Luna situado a una distancia de 1.600 kilómetros. Esto significa que su imagen "no cabía" entera dentro del visor, solo podía ver una parte de ella. Así la zona que se ve perfectamente redondeada NO es el límite del satélite, sino el límite del tubo del telescopio. 

Borde SSE de la Luna. Fotografía del 5-05-2020.

Algunos detalles técnicos para entender correctamente las imágenes. He dicho que el telescopio es un dobson, es decir, es un reflector, un telescopio que refleja la imagen en un espejo. Por lo tanto, lo que se ve en el visor está invertido, lo de arriba está abajo y lo de la izquierda aparece a la derecha. A simple vista o con prismáticos lo que vemos es esto —las zonas señaladas corresponden, aproximadamente, a las zonas recogidas en las fotografías—:

Luna llena del pasado mes. Fotografía de Irene.

Otra cuestión importante a la hora de observar, y que conocen bien quienes hacen fotografía, es que la luz frontal aplana las imágenes. Por eso buscamos las primeras horas del día o de la tarde para fotografiar. A la superficie lunar le ocurre lo mismo, recibe la luz solar y donde esta da de forma perpendicular queda totalmente aplanada, de ahí que no sea el mejor momento para observarla cuando está llena. Lo mejor es ir buscando el borde donde se aprecia el relieve lunar, la llamada zona de terminador, la línea que separa la zona iluminada de la zona sin luz. Ahí sí podemos apreciar el relieve lunar, tal y como podéis comprobar en las dos primeras fotografías. Y como esta línea cambia según las fases, lo mejor, si la atmósfera lo permite, es ir observando cada día para poder descubrir el variado relieve que conforma la cara visible de la Luna.

miércoles, 8 de abril de 2020

LUNA LLENA, para empezar a aprender

Fotografía: Irene Rodríguez.
Hoy hay luna llena. Si tienes la suerte de que la ves desde tu ventana y tienes unos prismáticos, puedes imprimir (o descargar y ampliar) este mapa



y como seguramente esta noche no vas a ir a ninguna parte, te ofrezco entretenimiento para un rato. 

Puedes empezar por aprender a localizar cuáles son los mares de la Luna, esas superficies que desde aquí vemos de color más oscuro. Otro día puedes adentrarte en la identificación de los cráteres más importantes y quiénes fueron las personas a las que corresponden esos nombres.

Para que no andes buscando, ya te indico que hoy sale sobre la 22:00 (hora peninsular) y a eso de las 03:00 estará en dirección sur. Para cuando empiece a ponerse por el OSO, ya habrá empezado a asomar el Sol por el este.


Gracias, Irene.