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miércoles, 27 de diciembre de 2023

DIARIO SUCINTO DE UNA ESCAPADA, 3

No es un lugar turístico, es una pequeña y olvidada calle cerca del Sacre Coeur. 

Soñemos, es la hora.


Esta casa está unida para siempre con la creación artística, más concretamente con la música y con la poesía. El azar quiere que en ella viva una pareja, Mauté de Fleurville y  Antoinette Mauté. Ella es una buena pianista que ha recibido clases del mismísimo Chopin. El hijo de ambos, Charles, partidario de la Comuna, es apresado y lo mandan al campo de Satory, donde un guardia nacional le pregunta por un maestro para su hijo. Charles le responde que su madre es una excelente pianista y allá que va el hijo. Se trata de Claude Debussy.


El arte es la más bella de las mentiras.

Charles, además de ser el culpable de que el niño Debussy pase por allí, había conocido previamente a Verlaine, con quien tenía amistad, y le había presentado a su hermanastra Mathilde, con quien se casará el poeta.


Ved que la aurora se levanta, un soplo y todo se desaparece. 

La paz conyugal durará poco tiempo, hasta que el jovencísimo Rimbaud aparezca por esa casa, invitado por Verlaine y la vida de los tres de un vuelco absoluto.


El poeta es un ladrón de fuego.

Y la llama de la pasión prendió sus vidas y transformó el orden cotidiano.

Todo esto pasó en el número 14 de una calle escondida y casi olvidada de un rincón de París, aunque gracias al artista urbano Jean-Marc Paumier (rue meurt d'art) quien hoy pase por ella podrá, por lo menos, intuirla y preguntarse por esas frases y esos personajes.

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martes, 26 de diciembre de 2023

DIARIO SUCINTO DE UNA ESCAPADA, 2



Hoy han tocado luces y colores, las luces y colores que proporcionan las impresionantes vidrieras de la catedral de Chartres, uno de los mejores conjuntos de la cristiandad.




Hay muchas maneras de recorrer el hermosísimo y extenso grupo de vidrieras que, simplificando de forma extrema, podemos reducir a dos: paseamos mirando hacia arriba sin enterarnos de casi nada o contamos con elementos que nos permitan ir más allá de la belleza inmediata. Sí optamos por lo segundo, podemos incluir en nuestro equipo una cámara con un potente objetivo, unos prismáticos de teatro, una guía (hay muchas y muy completas) o sin nada de eso, un paseo por el museo de las vidrieras que se encuentra a pocos metros de la catedral. Allí se encuentran reproducidas y explicadas buena parte de las que hay en el templo. 



Pero la sorpresa en este museo llega cuando se baja a las salas del sotano






y nos encontramos ante las vidrieras de Kim En Joong, artista y hombre de religión, nacido en Corea y afincado en Francia.

De vuelta a la capital, las luces de la más alta dama parisina brillan tan elegantes como siempre, y eso a pesar de las nubes bajas que envolvían la ciudad... de la luz.



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lunes, 25 de diciembre de 2023

DIARIO SUCINTO DE UNA ESCAPADA, 1


Llego a París en tren, estación de Montparnasse. Primera hora de la tarde. Necesito un paseo que me recoloque y me quite de encima el acartonamiento de un exceso de horas sentado. El cementerio del barrio que da nombre a la estación se encuentra cerca de ella y en él están las tumbas de un buen puñado de escritores a quienes admiro. Se hace necesario un paseo para rendir homenaje y salir del entumecimiento.

Julio Cortázar 

Carlos Fuentes 

Samuel Beckett 

César Vallejo

M. Duras

Simone de Beauvoir y
J. P. Sartre

Baudelaire 

Robert Desnos

 El gesto que más me ha conmovido ha sido el de quien haya dejado el pan sobre la lápida del poeta peruano. Alguien que sin duda conoce su poesía y le tiene devoción. 

Este es el poema que explica el gesto:

UN HOMBRE PASA CON UN PAN AL HOMBRO 

Un hombre pasa con un pan al hombro
¿Voy a escribir, después, sobre mi doble?

Otro se sienta, ráscase, extrae un piojo de su axila, mátalo
¿Con qué valor hablar del psicoanálisis?

Otro ha entrado en mi pecho con un palo en la mano
¿Hablar luego de Sócrates al médico?

Un cojo pasa dando el brazo a un niño
¿Voy, después, a leer a André Bretón?

Otro tiembla de frío, tose, escupe sangre
¿Cabrá aludir jamás al Yo profundo?

Otro busca en el fango huesos, cáscaras
¿Cómo escribir, después del infinito?

Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza
¿Innovar, luego, el tropo, la metáfora?

Un comerciante roba un gramo en el peso a un cliente
¿Hablar, después, de cuarta dimensión?

Un banquero falsea su balance
¿Con qué cara llorar en el teatro?

Un paria duerme con el pie a la espalda
¿Hablar, después, a nadie de Picasso?

Alguien va en un entierro sollozando
¿Cómo luego ingresar a la Academia?

Alguien limpia un fusil en su cocina
¿Con qué valor hablar del más allá?

Alguien pasa contando con sus dedos
¿Cómo hablar del no-yo sin dar un grito?

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sábado, 23 de diciembre de 2023

REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 9


Siento debilidad por las rosas y esta me la encontré hace unos días atravesando el cementerio. Sobre una lápida alguien había colocado un magnífico ramo de rosas blancas. La belleza era tanta que quise hacer mía una parte de ella recogiéndola en mi cámara. Llovía, era tarde, había poca luz y el paraguas, además de reducir la luz, me impedía maniobrar bien el teléfono con la otra mano. Después de varios disparos, me apareció la imagen que estáis viendo en la pantalla. No es la hermosísima rosa que yo vi, pero casi. Merecía un poema.

Por eso del cementerio, me acordé del de Góngora, "A una rosa", que es un canto sobre el paso del tiempo, la brevedad de la vida y la vanidad de lo mundano. Pero todo ese lloriquear me cansa y me aburre. Ya sé que me voy a morir cualquier día no muy lejano, pero esa rosa tuvo la capacidad de complacerme unos minutos con su perfecta belleza perlada de lluvia, lluvia que nos da de beber y de comer a toda la humanidad, además de ofrecernos imágenes tan extraordinarias como esta. 

Según bajaba hacia mi casa, fui intentando recordar poemas (hay cientos) dedicados a la rosa y su belleza, pero no di con ninguno que pudiera acompañar a esta. Hoy, sin buscarlo, he dado con este de Saramago que me parece perfecto para formar pareja con mi rosa:
 


ALZO UNA ROSA

Alzo una rosa, y todo se ilumina
como no hace la luna ni el sol puede:
serpiente de luz ardiente y enroscada
o viento de cabellos que se mueve.

Alzo una rosa, y grito a cuantas aves
el cielo colorean de nido y de cantos,
en el suelo golpeo la orden que decide
la unión de los demonios y los santos.

Alzo una rosa, un cuerpo y un destino
contra la fría noche que se atreve,
y con savia de rosa y con mi sangre
perennidad construyo en vida breve.

Alzo una rosa, y dejo, y abandono
cuanto me duele de penas y de asombros.
Alzo una rosa, sí, y oigo la vida
en este cantar de las aves en mis hombros.


                  Poesía completa, p 327.

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lunes, 4 de diciembre de 2023

REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 8


Llego a casa bajo los efectos de la fascinación que esta hierbecilla hallada en el camino me ha producido. Ignorante empedernido de todo cuanto tiene que ver con esa ciencia, para mí ignota, llamada botánica, me pongo a la tarea de averiguar a qué ser extraordinario corresponde la imagen que tengo en el archivo y, después de averiguarlo, leo el primer párrafo sobre esta espigada hierbezuela en Wikipedia: Setaria pumila es una especie de hierba conocida por muchos nombres comunes, incluidos cola de zorra amarilla, hierba de cerdas amarillas, hierba de paloma y hierba de totora.​ Es originaria de Europa, pero es conocida en todo el mundo como una mala hierba común. Crece en prados, aceras, bordes de carreteras, campos cultivados y muchos otros lugares. 

Ciertamente, no parece muy amable ese primer párrafo. No da la impresión de que estén hablando de una gran belleza. Tampoco anima mucho la meticulosa y científica descripción que se hace en otra página sobre la parte de esta tierna hierbecilla que yo tengo recogida con la cámara del teléfono: inflorescencia en panícula, espiciforme, contraída y densa, con raquis híspido. Espiguillas 2,5-3 mm, con pedúnculos cortos, rodeadas por 10-16 setas de 8-12 mm, con acúleos antrorsos.

No sé si la están insultando por su congénita maldad o por ser una hierbezuela que nace donde le da la real gana y sin los permisos pertinentes. Abrumado por mi ignorancia, me acojo al derecho de reivindicar su belleza y quedarme embobado ante el fascinante juego de luces que el rocío mañanero ha colocado entre los cientos de pelillos de este hermoso florecimiento en espiga.



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sábado, 25 de noviembre de 2023

REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 7

ODA A LA BELLEZA COTIDIANA


en forma de luces, de sombras y reflejos,


de surtidores de agua que siempre están ahí,
 

de jazmines que se adueñan del tejado,


de iris que roban el plano a los cisnes,


de amaneceres con luces y montañas,


de veleros que regresan a sus casas,


de velas que se juntan antes de ser impelidas por el viento,


de lejanos árboles transidos por luces otoñales,


de cerezos que alegran los cortos días de noviembre,


de imágenes movidas por el espíritu de Poe,


o de humildísimas hierbas que recuerdan misterios ancestrales.

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viernes, 3 de noviembre de 2023

PASEO POR ITXINA, 31-10-2023

Ojo de Atxular
Hacía tiempo que tenía ganas de hacer la ruta circular del macizo de Itxina y la oportunidad llegó el martes, que, para mayor gozo, salió despejado y fresco, un auténtico regalo para poder disfrutar de la naturaleza en todos los sentidos. 

Al poco de dejar atrás la zona de aparcamiento y merendero de Pagomakurre.

Si has llegado hasta aquí por casualidad o buscando la descripción de una ruta, debo advertirte de que este espacio no lo dedico a describir senderos de montaña. En él me ocupo, sobre todo, de diversos aspectos culturales que tienen que ver con la literatura, la música, el arte, la divulgación científica y cosas así. 
Una de esas "cosas así" es la naturaleza, y como el teléfono de bolsillo dispone de cámara, también registro lo que me atrae y me sorprende. Es una manera de realizar un peculiar diario emocional y de invitar a quien lo descubra a visitar estos espacios que a mí tanto me atraen. Es, en este caso, una invitación visual, sin palabras. El paisaje en el que nos sumergimos durante la ruta es suficientemente expresivo.

En la ladera de subida al macizo de Itxina.
Subiendo un poco más y girando hacia la izquierda, aparece la imagen siguiente.

 
Y si nos damos la vuelta, el paisaje es extraordinario:


Llevé una pequeña cámara, pero el objetivo está en bastante mal estado.
Aun así, se pueden distinguir Bilbao, Getxo y el Cantábrico.

Esplendor del verde.

Parte de la cubeta kárstica que es Itxina.
Al fondo, las formaciones montañosas de las Merindades.

Piedra sobre piedra y, sobre ella el bosque de hayas,


La singular geología de la zona ha propiciado la existencia de dolinas, hoyas, cuevas y simas.


y los cólquicos

y las ovejas.
Y, de repente, el valle de Arraba ofreciéndose como tierra prometida.

Con los ojos llenos de belleza se vuelve más ligero.

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